Capítulo 1: El Nacimiento de la Oscuridad

Evan Andrew había sido un niño débil desde el momento en que nació. Su cuerpo frágil era una prisión que lo mantenía atado a su habitación, viendo el mundo pasar por la ventana, escuchando las risas de los niños afuera, mientras él se consumía en la oscuridad. La luz del sol no significaba nada para él; solo sentía la mordida del frío, el eco de la soledad, y la constante humillación de su hermano mayor, Mike.

Mike era cruel, un maestro en burlarse de su debilidad. Cada día, Evan soportaba insultos, burlas y desprecio, acumulando un resentimiento profundo, un odio que se escondía detrás de sus ojos llenos de lágrimas. Su padre, distante y desinteresado, nunca intervino, y cuando se casó de nuevo, la situación empeoró. La nueva esposa de su padre, junto con sus hijos, vieron en Evan solo un estorbo, alguien débil que no merecía ser parte de la familia.

La decisión fue rápida y sin compasión. "Haz tu maleta", le dijeron, y antes de que pudiera protestar, fue expulsado de la casa. Solo, bajo la noche fría, con el peso de la traición familiar y la desesperación ahogándolo, Evan vagó por las calles, su corazón roto y su mente consumida por el odio. "Débil", se repetía una y otra vez. "Llorón", las palabras de su familia resonaban en su cabeza como un eco interminable.

Esa noche, su vida cambió para siempre. En medio de la oscuridad, un hombre apareció ante él, envuelto en sombras, con una sonrisa que no era de este mundo. El hombre le ofreció algo que parecía un sueño imposible: una buena salud, un cuerpo fuerte, y poder. Pero había un precio. Para obtener todo eso, Evan tendría que abandonar su humanidad y convertirse en un demonio.

La elección fue sencilla para él. Ya no le importaba su humanidad, no cuando ser humano solo le había traído dolor y humillación. Aceptó sin dudarlo. La promesa de fuerza, de libertad, era demasiado tentadora. Por primera vez, Evan sentía que tenía control sobre su destino. Ya no sería débil, ya no sería el objeto de las burlas de su hermano. Se convertiría en algo más, algo poderoso. Evan Afton murió esa noche, y en su lugar nació Rui Ayaki.

Su nueva existencia como demonio fue liberadora, pero no sin su costo. Rui descubrió rápidamente que su nueva fuerza tenía un precio: debía alimentarse de carne humana para sobrevivir. Al principio, la idea lo horrorizaba, pero el hambre era una maestra cruel, y la necesidad de alimentarse pronto superó cualquier remordimiento. Con cada humano que devoraba, su poder crecía, su cuerpo se fortalecía, y su odio hacia su familia humana se profundizaba. Se prometió a sí mismo que algún día volvería, más fuerte de lo que jamás imaginaron, y haría pagar a aquellos que lo habían despreciado.

Con el tiempo, Rui se convirtió en una de las Lunas Inferiores bajo el mando de Muzan Kibutsuji. La Luna Inferior Cinco, marcada en su ojo izquierdo como símbolo de su estatus, era ahora una de las favoritas de Muzan. El propio Muzan veía en Rui un reflejo de su propio pasado, un niño débil que había superado la fragilidad a través del poder demoníaco.

Pero Rui no estaba satisfecho con ser solo un sirviente. Quería más. Quería su propia familia, una familia que nunca lo traicionaría, una familia que obedecería sus reglas. Y así, con la bendición de Muzan, Rui comenzó a construir su propia familia demoníaca, uniendo a otros demonios bajo su control, asignando a cada uno un rol en su nuevo hogar. Esta vez, él sería el que dictaría las reglas. Esta vez, él sería el fuerte.

Rui también adquirió una habilidad única: la capacidad de copiar las artes demoníacas de las Lunas Superiores. Con cada poder que absorbía, su fuerza se multiplicaba, convirtiéndolo en un adversario temible, incluso entre los propios demonios. A medida que su poder crecía, también lo hacía su arrogancia. Ahora, nada podría detenerlo.

Así comienza la historia de Rui Ayaki, el demonio que nació del odio y la desesperación, y que encontró en la oscuridad el poder para crear su propia familia, libre de la debilidad y el dolor que una vez lo habían definido.

 las habilidades de rui 

Manipulación de hilos: el arte del demonio de sangre de Rui le permitió crear hilos finos indiscernibles de la seda de su propia carne y manipularlos como quisiera. Por lo general, extendía los hilos desde las puntas de sus dedos como un titiritero. Debido a la durabilidad de su propio cuerpo, los hilos que Rui manipula eran extremadamente duraderos y afilados, siendo capaces de cortar tan bien como las Espadas Nichirin y bloquear sus ataques también. Rui puede amplificar aún más su fuerza y durabilidad al infundir su sangre a través de ellos, dándoles un color rojo sangre.

Nuevas Habilidades de demonio cuando muzan le dio su poco de su sangre 

 Análisis primigenio [MAX]: el usuario al mirar algo con detenimiento puede analizar, objetos, personas por completo e incluso situaciones si piensa sobre la situación 

Sangre demoniaca: al ser raza demonio, se te concede hp infinito (o inmortalidad como THE GAMER prefiera) también le brinda una regeneración fuera de lo normal, volviendo innecesario el uso de invertir puntos en HP, el usuario aun puede sentir dolor, pero al tener mas fuerza su regeneración aumenta de velocidad y al subir defensa el daño recibido se va haciendo mínimo y el dolor se empieza a hacer mas tolerable -

[Pasiva] Olfato mejorado: no mucho que decir, tu olfato es mejor que el del resto

Copia de artes demoníacos: al ser un prodigio en desarrollar técnicas has desarrollado la habilidad de con solo un vistazo poder copiar artes demoniacos, aunque si se posee conocimiento sobre alguna técnica el usuario la puede realizar sin práctica previa y es permanente la copia -

[Pasiva] Resistencia al dolor [MAX]: al haber recibido cantidades insanas de dolor físico tu mente se acostumbró permitiéndote aguantar de todo, +70% de toleración al dolor Flexibilidad inhumana: Al haber absorbido sangre de muzan, tu estructura física se re-estructuro permitiéndote flexionarte en puntos que cualquier persona normal no puede, +100 de agilidad

 pasiva Reclamar el poder prestado puede regresar el poder cuando compartió su poder o incluso su apariencia con otros demonios junto sus habilidades si bebían su sangre si mueren 

Con todas esas habilidades y detalles, Rui Ayaki se convierte en un personaje extremadamente poderoso y versátil. Ahora, con la combinación de manipulación de hilos, capacidades regenerativas y la habilidad de copiar artes demoníacas, su crecimiento parece imparable.