Dinero, placer, fiestas, y mi pasión: las apuestas. En eso se resume la «mundana» vida que llevo en Miami. Un desmadre en todo su esplendor, si me lo preguntan.

Pero, ¿qué pasa cuando soy obligado a pasar el verano lejos de todo eso, en un pueblo baldío al que no he regresado en toda una década?

Sí, soportarlo tendrá que ser suficiente para conservar los beneficios que me da ser el hijo del político exitoso y millonario que me embarcó en este viaje con el discurso barato de «encontrarme a mí mismo».

Sin embargo, lo único que logro encontrar allí es el recuerdo de una promesa rota. Y con eso, también a la única chica de mi pasado capaz de acabar con cada una de mis defensas.

¿Podré yo acabar con las de ella?

Eso lo veremos cuando las apuestas comiencen a jugar en mi contra, y su desprecio hacia mí se haga notar.

Ella es un reto.

Yo un jugador.

Y si algo me han enseñado los juegos, es que siempre hay una forma de ganar.

...o al menos eso creía hasta que un par de secretos se unieron a la partida, cambiándolo todo.