o.
Cuando comencé a sentir lo que siento actualmente, tenía tan solo trece años.
Tres años antes de que mis padres se divorciaran; es fácil pensar que esa fue la razón por la cual mi estado mental se fue hacia abajo tan drásticamente pero no lo fue. Estaba de acuerdo en que ambos se fueran por caminos separados. Recuerdo perfectamente que mis padres no se dirigían la palabra, solo cuando mi hermano menor y yo estábamos alrededor; hablaban como lo hacían antes, sonreían como lo hacían antes y jugaban como siempre, pero cuando mi hermano y yo nos íbamos del lugar ni siquiera se miraban; se ignoraban entre ellos en la más mínima circunstancia y yo lo noté. Lo noté cada día que pasaba y me preguntaba ¿Por qué no se divorcian? Tienen que divorciarse para dejar de vivir tan miserablemente, y al parecer escucharon mis pensamientos. Tres meses antes del cumpleaños de mi hermano....tiraron la bomba.
Junghwee se destruyó, claro está para él fue más duro que para mí. Él tenía tan solo cinco años, a esa edad lo único que quieres es que tus padres estén juntos y para ser sincero me sentí terrible porque él estaba perdiendo lo que yo a esa edad tenía perfectamente.
Cuando mi madre me preguntó sobre mi opinión recuerdo haberme encogido de hombros, porque para ser sincero ¿por qué me enojaría? No es mi problema y prefiero que estén separados a que estén odiándose frente mi hermano y a mí. No es saludable y es irónico, el que está mentalmente inestable osea yo, hable sobre la salud mental.
Seis meses después, mi padre falleció en un accidente de auto. Una vez más esa no fue la razón por la cual me sentí inquieto pero si sentí algo cuando lo enterramos. ¿Acaso era más fácil irse que quedarse? ¿Era más fácil morir que seguir viviendo? ¿Acaso seguir viviendo dignamente significaba algo si al final de día morirías? Le iba a preguntar a mi abuela pero estaba demasiado destrozada como para que yo le hiciera semejante pregunta, le pregunté a mi madre y ella me respondió con algo que no recuerdo muy bien pero estoy seguro que me dijo algo positivo que una persona como yo no puede describir.
Desde ese momento mi enfermedad mental comenzó a hacer su trabajo y comencé a sentirme inútil e inquieto, así pensé que la vida era igual. Pero hoy, fue diferente, hoy algo salió de mi cuerpo; pensé que aceptar lo que padecía era algo estúpido y difícil , yo pensé que podía curarme solo, pensé que las personas se aburrirían de mí, pero el resultado fue todo lo contrario.
Existen personas que sienten lo mismo que yo, que tienen el mismo sentir en su interior como yo y entendieron perfectamente mi reacción, mi actitud y el porque me encontraba tan cerrado para hablar.
Hable de lo mucho que pretendía frente a los demás, de lo asustado que me sentía si llegaba a decirles por miedo a que se molestaran o los hiriera de alguna manera. Hable de lo vacío que me sentía al tener chicas a mi alrededor deseando estar a mi lado, mi falta de energía al querer hacer mis tareas, lo auto abusivo que me volvía cuando las hacía, mi obsesión de ocupar mi mente para no pensar en el dolor que sentía; el amor de mi madre, la manera en la que mi hermano se preocupaba por mí PERO NUNCA ME IMPORTO NADA DE ESO, este dolor, no me permite que sienta importancia hacia esas cosas, pensé que me iban a juzgar diciéndome cosas como '¿qué? Mantente positivo' 'No tienes razón para sentirte así si eres feliz' 'Que buena vida tienes, deberías estar agradecido' pero lo único que recibí fue una ronda de aplausos.
—Buen trabajo, Jungkook—escuché a la señora Kim decirme—El primer paso ha sido completo, fue difícil, pero lo lograste!—hizo una pausa para ponerse frente mío—No te sientas culpable, avergonzado o asustado; puedes ver que hay más personas que se sienten igual que tú.
—Eso es exactamente lo que noté....pero con mucho respeto. Usted me entiende porque se siente al igual que yo pero ¿qué pasa con los que no?
—Es ahí cuando comienzas a entender quien te aprecia de verdad y quienes no lo hacen—respondió el chico a mi derecha—Cuando te abres a tus familiares y amigos, si alguien se va, esa persona no es digna de tu tiempo. Esa persona no merece verte feliz como deberías serlo—él continuó—La única persona que se queda contigo no importa que es porque te quiere y aprecia genuinamente.
Me quedé en silencio; muy en el fondo sabía que él tenía razón.
—Como Yoongi te adelantó, creo que ya sabes cual es el siguiente paso....
—No....
—Tienes que abrirte con tus familiares—la señora Kim dijo—Diles que es lo que está dentro de tu cabeza y que necesitas ayuda—hizo una pausa—Jungkook, pide ayuda, eso no es algo por lo que debes sentirte avergonzado, nunca.
—¿Y cuál es el siguiente paso después de eso?
—Bueno—hizo una mueca—El tercer paso es encontrar un doctor calificado para ayudarte a abrirte un poco más, a identificar qué es lo que sientes exactamente y que puede ayudarte a superarlo—sentí su mano en mi hombro—Es importante para ti saber, esta condición no tiene cura. No la borras. Solamente aprendes a vivir con ella....si, algunas personas dicen que se curan milagrosamente, y yo espero que tú seas una de ellas—terminó dejando salir una pequeña risa.
Asentí lentamente.
—Pero no te preocupes, no somos solamente un grupo de apoyo, también contamos con doctores y especialistas. Estarás bien, confía en mí.
De nuevo volví a asentir.
—¿Te quedarás?
—Sí—respondí.
Cuando la siguiente persona comenzó a hablar, esa frase 'Entiendo lo que está pasando con Jungkook' captó mi atención. Toda mi vida pensé que las personas lejos de mí eran felices y vivían su vida al máximo mientras yo me enredaba en mi cama esperando mi muerte si era necesario o como si la estuviese buscando, sintiéndome apagado y no especial, pero actualmente, habían personas como yo todo el tiempo. Pensaba que aceptar lo que tengo era más problemático que tenerlo, pensaba que decirlo les daba la oportunidad de juzgarme y molestarme pero ahora, me siento conectado extrañamente con estas personas, puedo sentir que el peso de mis hombros ha disminuido, creo que el monstruo está bajando de mi espalda.
La conversación terminó y la señora Kim nos dijo lo orgullosa que estaba de nosotros y que nunca olvidáramos lo importante que somos para las personas, que vamos a sobrellevar esto, que somos más fuertes que eso. Aunque no estoy totalmente convencido o tal vez no así de rápido, eso me dio la fuerza necesaria para comenzar a pensar que tal vez Chaeyoung tiene razón, estas personas también tienen razón, la señora Kim tiene razón. esto tiene una salida.
Me levanté a tomar un vaso de agua cuando la señora Kim se me acercó.
—Gracias Jungkook, lo hiciste bastante bien—dijo con una cara de asombro—A pesar de cómo comenzaste.
—Lo siento tanto.
.
—Oh, no te preocupes—dijo mientras señalaba un lugar con la cabeza—Tuvimos personas como tú antes.
Mire a donde ella había señalado encontrándome con ese chico,Yoongi, quien tomaba su chaqueta para irse.Sentí la mano de la señora Park tocarme el hombro y mi vista se dirigió hacia ella.
—¿Nos vemos otro día?
—Claro—asentí y ella se fue.
Me gire a donde Yoongi estaba y caminé hacia él; necesitaba agradecerle por haberme apoyado como lo había hecho.
—Hey—dije suavemente logrando así que él se girara hacia donde mí sonriendo—Gracias por lo de antes, por ayudarme a hablar.
—Esta bien, hermano—me respondió mientras se me acercaba—Yo era como tú cuando comencé y tuve la misma reacción—hizo una pausa—Pero incluso si se ve ridículo y estúpido, funciona.
—Si, ahora lo sé.
—¿Te veo otro día?—preguntó.
—Claro.
—Excelente—me respondió y me levantó el pulgar, gesto que imité devuelta.
Se nota que es un buen tipo, me pregunto que sentirá y cómo comenzó ese sentimiento en él, pero mejor me concentro en mi propio problema, creo. Me giré y caminé hacia la puerta en dirección a la salida, justo al salir me encontré con Chaeyoung sentada en la sillas cerca de la oficina de administración, me le acerque a medida sentía su mirada.
No sé porqué, pero verla sonriendo, como si estuviera orgullosa de mí, me hizo sentirme orgulloso de mí mismo.
—¿Como estuvo?—me preguntó.
—Tuviste que haber entrado conmigo—le respondí.
Ella negó con la cabeza—No, tú tenías que hacerlo por tí mismo.
Sonreí—Caminemos, te contaré todo.
Salimos del edificio, sus brazos entrelazados con los míos. Comencé a decirle todo, todo lo que no pude decirle al inicio. Lo que llamó mi atención fue, el hecho de que ella no me forzó a hablar con ella solo para ayudarme, ella estaba interesada con el hecho de que ello encontrará la ayuda, el ambiente y el momento indicado para que hablara.
—Así que hiciste amigos, ¡eso es genial!
—No creo que pueda llamarlo amigo, todavía—respondí—Pero creo que es un buen sujeto.
—Estoy muy feliz por ti—hizo una pequeña pausa—¿Cómo te sientes ahora?
—No te puedo mentir—dije—Me siento tan ligero,como una hoja, es loco.
Ella asintió—¿Ellos te dijeron cual era el siguiente paso?
Asentí mientras mi mirada desde ella hacia el piso—Creo que es la más difícil.
—Pero estarás bien.
—¿Tienes algún consejo sobre cómo podría hacerlo?
Ella negó con la cabeza—Cada uno de nosotros tiene un estilo de decirle lo que sentimos a las personas que amamos—me miró—Tú sabrás qué decir, cómo lo harás y el momento adecuado, eso es muy importante.
—Eso es indirectamente un consejo—dije.
—¿Ups?—ella respondió.
Me reí—Gracias—dije, de repente—Por todo.
—De nada—respondió, sonriendo.
—¿Quieres ir a algún otro lado?
El yo de ayer hubiese ido directo a casa a enterrar su cara en una almohada mientras se sentía miserable, pero este yo es literalmente más cómodo que le gusta caminar por la ciudad.
—Uhm...déjame pensarlo por un momento.
—¿Por qué?—pregunté—¿Tienes que hacer algo después o mañana?
—Uhm...depende ¿que día es hoy?
Bufé—¿No sabes qué día es hoy?
Ella negó con la cabeza.
—Hoy es 11 de febrero.
Ella se sorprendió—Oh.
—¿Estás bien?
—Me tengo que ir—dijo, de repente—Pero te veo después, ok? ¡Escríbeme!—terminó, y salió corriendo.
—Po...—me quedé ahí paralizado por su repentina reacción—¿Qué?—susurre, pero no me puedo enojar con ella, no después de todo lo que me ha dicho y hecho, por lo que al final decidí irme a casa.
Tengo hambre, porque con todo lo que estoy pasando no como mucho y me siento adormilado, otra cosa que es demasiado raro porque no descanso tanto, solo cuando lloró hasta quedarme dormido aunque ni aún así duermo tanto. Entré a mi casa y escuché el ruido de los platos junto con el olor a kimchi; en aquel momento lo único que cruzó mi mente fue comerme un pedazo de eso, y de repente ya me encontraba babeando con solo pensarlo.
—Hola querido—me dijo mi madre.
—¿Es lo que creo que es?—le pregunté mientras me sentaba al lado de mi hermano.
Ella asintió—Sí que lo es.—dijo—No te molestaré si no quieres comer, otra vez, ya me rendí.
Fruncí el ceño.
—Toda la comida que te dejo en el horno queda desperdiciada, no comprendo porque no comes, no me gusta.
Sonreí.
—No comes, no me gusta. Estás muy delgado—Repitió.
—Quiero comer hoy.
Silencio.
Mi hermano me miró sorprendido.
—¿En serio?—preguntó mi mamá.
Creo que se podrán imaginar la expresión de mi madre luego de que después de tantos días sin comer le diga que comeré.
—¡Claro! ¡Si!—dijo, con una enorme sonrisa en el rostro.
Así como todo volvió a la normalidad, dirigí mi vista hacia mi hermano.
Él y yo éramos cercanos, pero cuando comencé a sentir lo que siento, nos alejamos porque yo lo miraba demasiado molesto y a veces, lo miraba demasiado odioso por su saludable estado mental; les puedo apostar que él no se sentía una mierda como yo lo hacía por lo que para mí era mejor evitarlo así no me sentía más miserable. Pero ahora, comienzo a sentir que he sido injusto todo este tiempo que él me ha querido a pesar de mi estado.
Es increíble como haber hablado sobre todo acerca de cómo me sentía y haber sentido que los demás me entendían ha logrado que mis ojos dejen de ver a mi oscuridad en el espejo, y lograr ver a las personas que me quieren de otra forma.
Enderece mi mano para llevarla al cuello de él y masajearlo un poco, cosa que hizo que él me mirará raro.
—¿Hice algo malo?
Negué con la cabeza.
—Uhm... es que la última vez que hiciste eso me dijiste que mi respiración te molestara y me pediste que me callara.
Le sonreí triste, recordaba eso—Lo siento.
Él me miró, su expresión confundida se convirtió en una tranquila—Está bien—dijo—Me alegra que me estés hablando.
—No tienes idea de cuantas veces lo castigue por eso, cariño—dijo mi madre, mientras ponía los platos frente a nosotros.
—Si—dije—De verdad lamento eso.—terminé, para mirar mi comida.
Mi hermano me sonrió. Unas cuantas palabra y ¿él está feliz de escucharme?
Comí en silencio mientras ellos hablaban acerca de su día...bueno, de hecho me comí tres platos en silencio. La parte más importante era sincronización cuando les diría, cómo se los diría y las palabras correctas de cómo me sentía. Tomaré el riesgo, tal vez duela menos que el golpe de mi cuerpo contra el agua debajo del puente, menos doloroso que un tiro de la cabeza, menos doloroso que cortarse las muñecas, menos doloroso que saltar de un edificio...menos doloroso que una sobredosis.
Cuando terminamos de comer, cada quién se fue a su habitación y yo me acosté en mi cama cerrando mis ojos en el proceso, no recuerdo nada hasta...
—¡Hyung!
Alguien comenzó a moverme.
—¡Hyung, levántate!
Y sonaba como Junghwee.
Fruncí el ceño mientras me levantaba, abriendo mis ojos lentamente. En mi habitación; todo estaba bien, ¿cuál es el problema? Miré a mi derecha y Junghwee me estaba viendo, un poco preocupado.
—¿Qué ocurre?—le pregunté, mientras me frotaba los ojos.
—¿No fuiste a la universidad hoy?
Fruncí el ceño aún más, y miré a la izquierda para ver mi reloj.
Decía 1:02 p.m.
Mis ojos se abrieron de par en par. —¿Pero que mierda?—dije—¿Acaso dormí toda la mañana?
—Y parte de la tarde—me dijo él a mí—Fue raro; por lo usual tú te levantas antes que yo—sus ojos se fueron a mi camisa—Tienes la misma ropa de ayer.
Hice una pausa por un momento y encogí mis hombros—Bueno....como sea.
No es como que amara la facultad y que ame pasar tiempo en ella o algo similar, la facultad es como una distracción por toda este camino que he experimentado.
—¿Mamá hizo desayuno?
Él asintió—Sí, te dejo un poco.
Yo asentí—Ok...
—Uhm...—lo escuché susurrar—¿Puedo hablar contigo?
Fruncí el ceño—Claro, ¿por qué?
—No...no quiero molestarte.
—Junghwee, habla.
Él se quedó en silencio por un momento, y luego—Quiero preguntarte si estás bien.
Silencio.
—Digo; no me has hablado durante un tiempo y cuando lo haces, tú bueno, me desprecias—hizo una pausa—Pero ayer...ayer miré un cambio y estoy feliz pero...¿estás bien? ¿Hay algo malo?
Mi corazón me dolió al escuchar sus palabras y una vez más me sentí como un monstruo, me sentí terrible por haberlo tratado de la manera que él no merecía, esto no es su culpa, es algo con lo que estoy lidiando. ¿Será este el mejor momento para abrirme con él? No solo para seguir el consejo que me dieron sino también para pedirle perdón y aclararle que él es todo para mí. Aparte, él me acaba de hacer esa pregunta que he querido escucharle a él y a mamá hace mucho tiempo.
—También—él continuó—Te has puesto más delgado, no comes mucho sin embargo ayer te comiste tres platos de comida...Sé que tal vez no me has notado pero he estado viéndote, porque no eres lo mismo y ayer el hyung que conozco estaba ahí.—hizo otra pausa—Fue ahí cuando pensé que el hyung que conozco no es el mismo hyung que me grita y me empuja lejos de él, algo cambió en tí, si puedo ver algo similar a lo que vi ayer...a mi hyung, eso quiere decir que lo puedo cambiar, ¿me entiendes?
Sonreí—Si, entiendo.
—Le he preguntado a mamá pero ella me asegura que es por el estrés que te provoca la facultad....pero ¿siempre pasas así de estresado? No lo creo—dijo—Hyung,en serio, si hay algo mal, por favor, puedo escucharte.
Este es el mejor momento para decirle.
Uno por uno será más fácil que todos al mismo tiempo haciendo pregunta tras pregunta que tendré que pensar antes de responderlas. Junghwee merece saber, él ha estado pasando por un mal momento a causa de mi actitud cuando él ni siquiera tenía la culpa.
—Yo te admiro, hyung—dijo, de repente—Mi hyung es fuerte e inteligente y sé que me quiere, es por ello que no aceptaré en lo que se ha convertido sin ninguna explicación.
Una sonrisa comenzó a invadir mi rostro.
Estoy dispuesto a contarle todo. —Junghwee—comencé—Hyung...no está bien.
Él frunció el ceño—¿Por qué? ¿Qué ocurre?
—Te diré—le respondí—Pero primero escúchame y después haces las preguntas que quieras, ¿ok?
Comenzar a abrirse a las personas no es algo fácil y más si son personas que amas demasiado; ellos creerán que no son lo suficientemente capaces de hacerte feliz y se echarán la culpa cuando no debe ser así. Sin embargo, tu trabajo es decirles que lo único que tienen que hacer es quedarse a tu lado y no juzgarte; por lo menos, eso fue lo que me hizo sentir mi grupo ayer.
Tal vez decirle a mi hermano menor sea como una práctica a la hora de decirle a los demás como me siento, soy positivo pensando que me entenderán aunque para mí es difícil decirlo.
No se cuanto tiempo duro el abrazo que Junghwee me dio pero lo único que supe fue el hecho de que me sentí aliviado y cómodo en sus pequeños brazos que ni siquiera importó nada más; él fue el que lloró como loco cuando terminó, no tuvo preguntas que hacerme solo una ¿Que quieres que haga para ayudarte, solo quiero a mi sano hyung devuelta?, es un niño, no puedo culparlo por querer tenerme de vuelta. Yo le aseguré que solo necesitaba que él estuviese a mi lado y que me apoyara cuando le dijera mamá; que él no tenía la culpa de nada, también le pedí disculpas por mi actitud de mierda, cosa que a él no le intereso en lo más mínimo, hasta cierto punto me hizo sentir mitad mal y mitad feliz su reacción.
No les voy a mentir, al principio él estaba completamente confundido, tal vez en su mente nuestra cómoda y agradable vida (por lo menos desde el accidente de papá y consecutivamente muerte que fue difícil de asimilar) era lo suficiente para hacerme sentir bien y no como me siento actualmente, pero a medida iba explicando que mi condición no era por la vida que llevábamos sino que era más por mí, él entendió que "Sentirme bien contigo mismo" "Mirar todas las buenas cosas que tienes" no era suficiente para que yo me sintiera feliz.
En ese momento también sentí que mi hermano menor era mucho más maduro que yo.
Decirle a mi madre fue aún más difícil, ella lloró y me pidió disculpas por no haber hecho lo suficiente para hacerme feliz; lo mismo ocurrió, le aseguré que todo estaría bien, que lo único que necesitaba era su apoyo. Mi mente se fue al fondo de mis pensamientos cuando invité a Taehyung y a Jimin, mis dos mejores, para decirles lo que estaba pasando y no recuerdo cuanto tiempo estuvieron abrazándome.
Fue increíble, esto definitivamente fue menos doloroso que la otra decisión que había tomado.
Creo que me hubiese arrepentido si estuviese muerto.
Mi mente estaba en la sonrisa de Chaeyoung todo el tiempo que duraron esos días, ella tenía razón, todo está volviendo a su lugar aunque todavía tengo esa oscuridad en mí, sé que puedo seguir adelante, lento, paso a paso, junto a las personas que amo.
Me senté a la orilla de mi cama para tomar mi celular, no la he visto en un tiempo y la estoy comenzando a extrañar. Tenerla a mi lado me ha ayudado bastante, me hace feliz.
Jungkook
¿Dónde estás?
Espere un momento, y luego llegó su mensaje.
Chaeyoung
A tu lado. Como siempre.
Sonreí.
Jungkook
No juegues así, no te he visto.
Chaeyoung
Eso es porque no observas cuidadosamente.
Me reí ante eso.
Jungkook
¿Estás ocupada?
Chaeyoung
De hecho estoy camino a tu casa.
Me levanté, el corazón se me estaba acelerando.
Jungkook
Estás bromeando.
Chaeyoung
No, no lo estoy.
Y de repente el timbre de mi casa sonó.
Algo en mí se desató, como si algo en mi corazón explotará, ¿acaso es un ataque de pánico? ¿un paro cardíaco? ¿Acaso moriré de uno tan de repente? No...esta sensación es diferente, es otra cosa, me siento bien, me siento feliz, me siento eufórico.
Salí de mi habitación y corrí a abrir la puerta de la casa para ella, cuando lo hice ahí estaba ella sonriendo.
—Hola—dijo.
—Hey...—respondí.
—¿Quieres ir a un lugar conmigo?
—Siempre—respondí.
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