h.
Otra vez me encuentro en este puente sintiendo la brisa golpear mi rostro. Simplemente no puedo encontrar nada para relacionarme, no encajo ni aquí ni en ningún otro lado. Acabo de perder a la persona que me logró sacar de esto y sin embargo la alejé de mi vida; claro, estoy completamente seguro que no regresará. Ella me odia. Ella ha de estar arrepentida de haberme salvado aquella noche e incluso ha de estar deseando que yo esté muerto en este preciso momento. Me pregunto si algún día que encuentren mi cadáver, ella se sentirá feliz después de haberla tratado como lo hice.
No quiero compartir esto con nadie que no sea ella, y es aquí cuando me doy cuenta que me estoy saboteando a mí mismo; que me estoy enterrando en la arena.Empujó a todos lejos de mí sin tan siquiera intentarlo simplemente lo hago.
De repente siento un par de brazos familiares rodear mi cintura y mi corazón deja de latir por un momento. Me siento muerto pero de una buena manera. Su cabeza está apoyada en mi espalda y yo, sin darme cuenta, tomó sus manos en mi cintura. La quiero más cerca de mí.
—Lo siento—susurré—De verdad lo lamento.
—Esta bien, no pasa nada.
—No, Chaeyoung—continúe—No merezco que te preocupes tanto por mí. Tuviste que haberme dejado ir aquella noche.
—No—respondió.
—Por qué no?—le pregunté.
—Tienes que vivir para que puedas ser feliz, tú mereces ser feliz así como todos los demás.
—Como merezco ser feliz? No es verdad, yo no merezco eso.
—Si que lo mereces—me volvió a responder—Simplemente no lo sabes.
Me di la vuelta para poder verla cara a cara, sin embargo ella no se movió de su posición. Pensé que me sentiría intimidado por su cercanía pero ahora me encuentro admirando su belleza natural que se ve mucho mejor en esta luz. Tomé un mechón de su cabello y se lo pasé detrás de la oreja mientras dejaba salir un suspiro.
Si le he dado una oportunidad al dolor, por qué no dársela a la felicidad?
—Dónde está este lugar?
—Qué lugar?
—El lugar en donde me mencionaste que me pueden ayudar.
Sus ojos se abrieron sorprendida—Lo estás considerando?
Encogí mis hombros mientras desviaba mi mirada—No me agrada la idea pero puedo intentarlo.
Ella se quedó en silencio y una sonrisa se asomó en su rostro—Eso es algo.
Este lugar me da escalofríos; yo no debería estar aquí. Confesar que tengo un problema es cómo renunciar a él, ¿cierto? No puedo estar aquí; no debería, este no es mi lugar. Toda estas personas ¿harán qué? ¿Tenerme lastima? ¿Me miraran de menos? ¿Me palmearan la espalda mientras me dicen cosas que ya sé? Esto es una mierda, yo no diré nada, estoy aquí porque Chaeyoung me lo pidió, y simplemente no quiero alejarla de nuevo con alguna reacción negativa así que me quedaré tranquilo pero es seguro que ignoraré toda la mierda que escuche.
Este es mi problema! ¿Por qué compartirlo con alguien más? Es mi torbellino, mi desastre! Son mis propios problemas y yo los voy a resolver, ya sea muriendo o sobreviviendo.
Así que no toleraré personas viéndome como un niño pequeño, así que no, necesito irme....lo siento Chaeyoung. Me levanté y sentí unas manos sentarme de regreso a mi lugar.
—Vamos a comenzar—Ella me dijo.
Era una mujer alta con un vestido rosado, un pequeño moño desordenado y con anteojos. Creo que ella es la que está a cargo de este grupo.
—Mi nombre es Kim SonJi—ella habló—Estoy contenta de ver nuevas caras. Este conversatorio es muy importante para mí y para ustedes, así que espero que los nuevos compartan con nosotros.
¿Compartir? ¿Que voy a compartir? ¿Mi cara de no quiero estar en esta situación? ¿O el hecho de que estoy bien gente y no quiero compartir mi monstruo con ustedes? Porque es mió y no quiero decir nada, me siento avergonzado por este sentimiento ¿por qué lo compartiría?
Una chica se introdujo y comenzó a hablar, contó sobre cómo había sido violada y que nadie le creía cuando quiso demandar a su atacante, intentó suicidarse incontables veces e incluso se sentó en la orilla de un edificio contemplando la idea hasta que un mensaje de su madre diciendo la comida está lista le llegó, fue ahí cuando todo cambió.
Incluso aunque por fuera su madre fuera una completa perra, ella siempre se preocupaba por su bienestar y la hacía sentir bien, la apoyaba y amaba como nadie más lo hacía. Ella pensó en no dejarla sola, y fue por ello que se hizo hacia atrás; caminó hasta su casa de regreso, dispuesta a seguir adelante.
Pero su problema y el mío son totalmente distintos.
Mi problema es que no puedo controlar mi mente; a veces está vida no me gusta, es muy oscura e imposible. Y mi madre no se quedará sola, ella tiene a mi hermano menor, ella me olvidará con el paso del tiempo si decido acabar con mi vida; es por eso que no puedo entenderla.
Otro chico habló sobre cómo perdió al amor de su vida gracias a que ella lo engañó con un amigo. Se sintió inseguro y vació, como si no fuese suficiente y dijo que nadie debía sentirse así—y en eso estás bien amigo mío—él no pensó en suicidarse simplemente pensaba que su existencia no era necesaria y que a nadie le interesaba cómo vivía.
Él comenzó a tomar pastillas anti-depresivas y seguir adelante con su vida pero no lo logró hasta llegar a este grupo, él piensa que dejando todo salir al fin encontrará un poco de paz en la noche y podrá levantarse al día siguiente para encarar la vida,
De repente todos me estaban mirando.
—Ahora es tu turno—dijo ella.
—Turno de qué?—pregunté.
Ella frunció el ceño—Tu turno de compartir con nosotros.
—No tengo nada que compartir.
—Si tienes—me respondió—Solo no quieres admitirlo.
Hizo una pausa.
Todos se quedaron en silencio.
—El primer paso es aceptar tu condición....
—No tengo ninguna condición.
—Si la tienes, la veo en tu rostro.
Me levanté para irme pero ella me tomó el brazo.
—Puedes conseguir ayuda, es normal sentirnos avergonzados pero con el tiempo eso se supera y todos podemos ser felices.
Me quedé en silencio y así como sentí su firme y gentil agarre me solté—Gracias—dije antes de salir por la puerta.
¿Todos podemos? ¿Quién es todos? Yo solo conozco mi oscuro yo. ¿Acaso estoy siendo egoísta? No! Este es mi problema, yo tengo mis propios problemas, ustedes tienen sus propios problemas, vayanse a la mierda todos ustedes, no me conocen ni me conocerán, nadie conocerá nada de mí.
Cruce la puerta y sentí una presencia detrás mío, fue ahí cuando escuche su voz.
—Por qué estás siendo tan arrogante?
Pare de caminar y noté a Chaeyoung detrás mío—Estuviste aquí todo el tiempo?
—Solo quería asegurarme de que lo hicieras, pero lo arruinaste.
—Estás personas no tienen nada que ver conmigo.
—Si lo hacen—me respondió—Solo no quieres verlo.
—Por qué te preocupas tanto? No lo entiendo!—ella se quedó callada así que decidí continuar—Yo sé que soy yo el que llama para pedirte que estés a mi lado pero me estoy comenzando a cansar de tu discurso y del hecho que siempre soy yo el que hago las cosas mal!—una vez más no me puedo quedar callado—Sabes qué? Gracias, gracias por salvarme. Gracias por apreciar una vida que yo no pero deberíamos dejar esta amistad hasta aquí, no crees? Dejame vivir mi desastrosa vida a mi antojo así que sigue adelante con la tuya ok?—terminé para darme la vuelta y comenzar a caminar.
—Yo era como tú—la escuché decir y aquello hizo que dejara de caminar—Yo me sentía inútil y sin ganas de vivir, como si nadie me fuese a aceptar en este mundo ni en otro. Mi vida para mí no era algo importante—me di la vuelta para verla—Intenté suicidarme y casi lo logré.
Fruncí el ceño.
—Me quebré cinco costillas y uno de mi pulmones colapsó—ella continuó—Estuve muerta por tres minutos hasta que escuché la voz de mi madre decirme lo mucho que me amaba, lo mucho que yo le importaba, que algún día encontraría alguien en el exterior que me amaría con la intensidad que ella lo hace—miré como lágrimas caían en su rostro—No pensé que existía una salida de esto—con su mentón señaló la puerta—Y esta fue mi ayuda, yo también me sentí avergonzada para aceptar que tenía un problema y que estaba pasando por un mal momento pero....cuando comencé a hablar, las lágrimas salieron de mi rostro y me sentí un poco libre....yo solo....solo no quiero que vivas en mismo infierno de tres minutos que yo viví.
Caminé hasta donde ella—Por qué?
—Porque la vida es tan preciosa que te hace arrepentirte de cosas—encogió sus hombros—Ella no te hace ver tus momentos tristes y porque estuviste llorando aunque tú creas que es lo único que quieres recordar. Te muestra todos los hermosos y felices momentos que tuviste; incluso si no sabías que te encontrabas feliz en aquel momento, ella se encarga de mostrarte.
Me quedé en silencio. Aunque mi mente esté oscura y llena de tristeza, no voy a negar que tuve momentos felices de los cuales nunca me arrepentiré incluso después de muerto. Creo que he estado demasiado cerrado a todo, he estado saboteando todo o mejor dicho a todas las personas como ella que buscan ayudar de corazón y no puedo dejar de pensar en lo imbécil que he sido con las palabras groseras que le he dicho. No me siento la mejor persona del mundo en estos momentos.
La tomé por las mejillas—Regresaré a dentro.
—Por favor, solo esta vez—me dijo con la voz entrecortada—Nunca me arrepentiré de haberte salvado, porque yo oré para que alguien hiciera lo mismo que yo hago por ti....pero nadie lo hizo.
—Ok, ok—susurré mientras le limpiaba las lágrimas—Entraré.
Sé perfectamente que la expresión de mi rostro no se irá tan fácilmente, pero volveré. Lo haré por ella, tal vez al final del día esta sea mi salida aunque no exista alguna.....no sería malo buscarla verdad? Tal vez la siguiente vez no esté por nadie más que por mi mismo pero no sabré eso si no lo intento.
.
—Me esperarás aquí afuera?
Ella asintió y yo procedí a entrar, una vez me aseguré que ella estuviera mejor. Abrí la puerta y todas las miradas se dirigieron a mí mientras regresaba a mi puesto.
Era un ruido silencioso—suena irónico pero así se sentía—sentía sus miradas como cuchillos clavándose en mi piel.
Me senté y nadie hablo, de hecho la persona que hablaba antes que yo entrara se encontraba en silencio.
—Esperaré a que tú termines—le dije a la persona que hablaba anteriormente.
Pero él negó con la cabeza—Está bien, habla tú.
Mire sus expresiones y comencé a hablar lentamente—Mi nombre es Jungkook....—dije haciendo una pausa bastante larga—Y.....—hice una mueca mientras dirigía mi vista al suelo—Creo que sufro de depresión.
Con el rabillo del ojo mire a la señora Kim sonreír—Que quieres compartir con nosotros Jungkook?
—Las historias que he estado escuchando han sido contadas en tiempo pasado—comencé a hablar—Pero lo que yo vengo a contar será en tiempo presente, porque en estos momentos estoy sintiendo un dolor...y yo....—ahora no encuentro las palabras necesarias.
No tenía idea que me estaba tomando DEMASIADO tiempo. Mis manos estaban temblando y no podía dejar de mover mi pierna derecha.
—Amigo—escuché una voz a mi lado derecho—Si piensas que nos aburriremos con tu historia, te sugiero que elimines ese pensamiento—lo miré cara a cara—Nosotros estamos para escucharte así como tu nos escuchaste a nosotros.
Me quedé en silencio por un momento antes de preguntar—Acaso estabas leyendo mi mente?
Él encogió sus hombros mientras dejaba salir una suave risa—No, solo percibí que te sentías como yo la primera vez que vine, así que sé reconocer cuando alguien tiene miedo a expresarse a causa de la vergüenza.
—Yoongi es bastante sabio a veces....—dijo la señora Kim.
Yo asentí—Yo solo....
—No entres en pánico—palmeo mi hombro—Solo dejalo salir, como venga, no importa si es un desastre.
Trague duro otra vez a medida iba asintiendo.
Finalmente saldrá.
—Me siento como una mierda.
—Eso es—dijo é
l.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top