-Sweet dreams- [Glimmadora]
Notas: Ningún personaje me pertenece, todos son obra del reboot de She-ra and the princess of power, de Noelle Stevenson.
Advertencia: Pareja homosexual. Headcanons. Spoilers.
Dedicado a SweetyGirl90 por su bonito cumpleaños. Vayan a leerla, es cool 👀💕
Sweet Dreams
Dormir.
No existía un mayor placer en el universo, de eso Glimmer no tenía ni la más remota duda. Era el momento del día en el que por fin podía olvidar el hecho de que parte del planeta estaba bajo el poder de los hordianos o la insistencia de su madre por mantenerla dentro del perímetro de Luna Brillante aún cuando se supone era su comandante.
En serio, de solo pensar en ello sentía la frustración crecer, pero espantó tales preocupaciones tan rápido como se hicieron presentes. Ya era muy tarde para pensar sobre ello y quería concentrarse más en poder regresar a su habitación sin que los guardias notaran su falta por ir a robarse algún bocadillo nocturno a fuera de hora.
No la culpen, las reuniones estratégicas lejos de ayudarla, solo la dejaban sin apetito.
Además, todo sabía mejor a escondidas. Especialmente esos panecillos lunares que por los que Mermista y Frosta siempre peleaban, y que ahora eran todos suyos.
Lástima que Bow y Adora no están despiertos. Sonrió de lado al recordar a sus amigos, anotándose mentalmente el invitarles del dichoso postre a escondidas en una próxima pijamada quizás. Hoy eso resultaba imposible puesto que el moreno fue a ver a sus padres como solía hacer de manera esporádica y Adora de seguro estaba dormida.
O al menos creía hasta que al regresar a su habitación se encontró con cierta cabeza rubia recostándose junto a su puerta de manera somnolienta y con una manta resbalando de sus hombros con cierta torpeza.
Una imagen bastante adorable para quien pudo haber sido capitana de los hordianos y ahora cumplía el legendario rol de She-Ra.
Y creer que alguna vez imaginó que aquella chica era alguna especie de malvada espía de la Zona del Terror.
— Hey, extraña ¿Qué haces ahí? – La llamó una vez estuvo lo suficientemente cerca, aprovechando también para picar su mejilla.
No pasó mucho antes de empezar a recibir la respuesta que buscaba, en lo que la somnolienta rubia tanteó la vista a su dirección. Por suerte aun no terminaba de quedarse dormida allí parada, aunque igual bastó para que no notase a la princesa hasta ahora.
— ¿U-uh...? ¡¿Uhn?! ¡Glimmer! – Casi le daba algo al verla de repente, siendo que olvidó de manera esporádica cómo y cuándo llegó hasta allí en medio de su andar dormitante. – ¿Cómo es qué-? Espera, este no es mi cuarto ¿No? – Tras dar un vistazo rápido alrededor y a su amiga quien terminaba un panecillo, además de sentir el estremecer agotado de su espalda al fin lo captó, reemplazando su evidente cansancio con algo de pena.
La falta de un sueño reparador en Adora era obvia incluso para Glimmer, quien en cierto modo se sintió algo mal por haberse ido a la cocina en mal momento, pero ahora estaba allí y planeaba ser de apoyo.
— Ow... Lo siento. Quería decirte algo, pero como no te vi supuse que bajaste un momento y planeaba esperarte, pero...
— Ya, ya. Lo entiendo. – La cortó con una palmada amigable para ahorrarle la incómoda explicación. Ahora lo importante es que ya regresó y podrían hablar más tranquilas en su cuarto, donde nadie las molestaría. – Vamos, entra. – Ni siquiera dio mayor oportunidad a reparos o disculpas, teleportándolas directamente dentro. – ¿Y bien? ¿Qué será tan importante que no puede esperar al amanecer?
Su tono era amable y relajado, lo usual en su brillante persona, sin embargo eso no le quitaba su interna preocupación por su más reciente amiga. La mirada de la ex soldado estaba ligeramente angustiada desde hace rato, eso no era una buena señal; y Glimmer era de quienes más fácilmente habían notado lo estresante y difíciles que habían sido las últimas semanas para la portadora de She-Ra.
No solo por la guerra que invadía su mundo, sino el propio peso personal que esto recaía sobre la joven.
— Bueno, yo solo... – Cuando al fin empezó a hablar, la mirada azulina de Adora estuvo paseando por el cuarto antes de encontrarse con la de Glimmer. Había estado buscando las palabras adecuadas para comenzar, aunque al final ninguna la ayudó demasiado a relajarse. – Ya sabes, los primeros días que me quedé aquí en Luna Brillante tenía problemas para dormir ¿Recuerdas? – Soltó con una risa nerviosa y conteniendo el jugueteo de sus dedos.
Estaba visiblemente incomoda de volver a tocar el asunto, pero la princesa aun así a invitó a proseguir con un gesto y sonrisa suave.
— Me acuerdo...
— Sí, bueno. Lo que sucede es que... Yo me preguntaba si... Si podrías...
¡Por Etheria! ¿Por qué costaba tanto preguntarlo? No era la primera vez, pero igualmente Adora creía que no debería pedirlo una vez más. No era el momento y se supone que ya superó tal etapa.
Algunas cosas aparentemente no cambiaban, aunque la de brilloso cabello parecía entenderlo mucho mejor de lo que la ex soldado esperaría.
— Espera, creo que entendí. ¿Quieres que te acompañe de nuevo? – Tanteó, esperando haber acertado luego de todo ese balbuceo, y por la expresión ajena, supo que dio en el blanco.
¡Eres tan transparente!
Lo cual hacía todo esto más fácil.
— ¡Vamos! Solo tenías que decirlo, tonta. – 'Regañó' a modo de broma y con un gesto de restar importancia al asunto. Siendo sincera, lo veía venir desde que la vio recostada frente a su puerta. – No me negaría o burlaría.
La aludida se encogió en su sitio, sin ocultar la sonrisa leve en su rostro.
— Lo sé, pero es algo tonto si lo piensas. – Antes creía que era muy común dormir en habitaciones grandes con varias personas, pero al llegar aquí le dio un nuevo golpe de perspectiva.
— También es tonto ir a robar comida de madrugada en tu propia cocina, y aun así lo hago bajo tus ojos a veces ¿No? – Se encogió de hombros, sólo para recordar que aun traía un último panecillo y ofrecérselo a Adora, justo como había anhelado antes de encontrársela. – Por cierto... ¡Tengo un poco, ten!
Era como su noche de suerte.
— Creí que decían que el dulce tan tarde daba malos suelos. – Comentó la rubia, aceptando de igual modo el bocadillo antes de acabarlo de un bocado.
Ah, nunca se aburriría de este nuevo sabor ¿Cómo lo llamaba Glimmer? Oh, sí. Dulce.
— Bah, sólo Bow lo cree. – Hizo un gesto relajado. En su opinión, nunca le había pasado nada por ello, excepto quizás dolor de estómago si se pasaba. – Y aunque fuese cierto ¿Importa? Dormir junto a alguien espanta los malos sueños. Mi papá solía creer eso.
Cuando mencionó esto último, un deje de nostalgia brilló en sus labios.
Adora pudo notarlo.
— Suena confiable...
— Lo fue.
Un silencio nació, pero extrañamente no se sintió incómodo. Solo parecía la introducción a la tranquilidad que pronto les esperaba.
— En fin, en ese caso... ¡Vámonos! – Glimmer fue la primera en romperlo, tan solo para tomar el brazo ajeno y pasar al mueble sobre el cual descansarían, colgado en lo alto de la habitación. Justo como le gustaba. – Mi cama es tu cama.
Una convincente invitación, especialmente cuando al recostarse su bienvenida invitada podía ceder su peso sin reparo sobre los cojines.
— Suave... – Solo ello bastaba para que la somnolencia volviera a pesar en sus párpados, siendo rápidamente acompañada por la princesa.
— ¡También me encanta! – La comodidad de las almohadas, la calidez de las mantas y el suave arrullo nocturno. No hacía faltaba nada más ¿Cierto? – Así que... ¿Adora?
— ¿Uh?...
Apenas podía escucharla en medio del confort, más aun así el mensaje llegó sin problema a sus oídos.
— Buenas noches.
— Buenas noches, Glimmer.
Ambas sonrieron, permitiéndose la una a la otra ser lo último que verían antes de ceder ante la calma de Morfeo.
Dormir es reconfortante, más aun con la compañía adecuada.
Eso era algo que Adora ya sabía y que ahora compartía con la joven princesa de Luna Brillante.
Notas finales: Tenía esa idea rondando desde hace siglos y al fin la escribo XD
Recordando viejos tiempos de las primeras temporadas ;;;;
Espero les haya gustado. Nos leemos pronto~
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