CHAPTER TEN
— CHAPTER TEN —
( last night i had a nightmare! )
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LA SALA DE ESPERA DEL HOSPITAL SE ENCONTRABA totalmente en silencio, familia y amigos se encontraban a la espera de que alguno de los Byers regresara con buenas noticias. Para alivio de todos, Joyce y Jim habían encontrado a Will en el Otro Lado, al cual trajeron inmediatamente al hospital. El consuelo que sentía Amelie era completamente indescriptible al saber que el niño se encontraba a salvo de aquel monstruo, aunque una gran tristeza la abrumaba al enterarse que Eleven se había sacrificado por ellos para derrotar al Demogorgon. No podía evitar mirar a Mike, sabiendo la fuerte conexión que había generado con la niña.
La puerta del pasillo se abrió, dejando ver a Jonathan quién le indicó a los niños que Will había despertado, permitiéndoles pasar a verlo.
La Hopper dejó salir un gran suspiro, antes de conectar miradas con su amigo, quién le sonrió de forma reconfortante, antes de seguir a la manada de pequeños a la habitación de su hermano. La castaña pudo sentir una mano en su hombro izquierdo, encontrándose con Steve a su lado, indicándole que ya todo había terminado. Detrás del aún moretoneado muchacho, puedo ver como su padre salía del edificio extrañándole por completo, pero supuso que había salido a fumar un cigarrillo.
Cuando tardó más de lo necesario, siguió su camino, encontrándose con que no estaba en ningún lado del estacionamiento. Con el ceño aún fruncido, volvió a entrar tratando de despreocuparse.
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UN MES DESPUÉS
— ¿Estás segura de que no quieres pasar Navidad con nosotros?— le preguntó Jonathan a la castaña, mientras ambos salían del auto, dispuestos a buscar a Will de la casa de los Wheeler—. Sábes que mamá preparó comida de más para ti.
— Gracias, pero quiero estar en casa para cuando papá llegue de la fiesta de su trabajo— contestó antes de que la Sra. Wheeler les permitiera entrar a su hogar—. Seguramente seguirá hambriento.
El castaño rió, antes de bajar al sótano donde los niños se encontraban jugando Calabozos y Dragones. Amelie miró alrededor, viendo todas las decoraciones y cómo todo el ambiente se sentía como un verdadero hogar, deseando que lo poco que había decorado en la suya, se sintiera de igual forma para su padre.
— Ame, feliz navidad— la saludó Nancy, siendo seguida por Steve con un suéter que hizo abrir los ojos de la Hopper con sorpresa, y la hizo juntar todas sus fuerzas para no reírsele en la cara.
— Feliz navidad, Nance— contestó de igual forma, antes de conectar miradas con el muchacho y al conocerlo tan bien, sabía que quería decirle algo.
— Voy a buscar el regalo de Jonathan arriba, asegúrate de que no se vaya antes de que vuelva— le indicó, antes de correr escaleras arriba.
El ambiente se volvió tenso, claro que el vínculo de Steve y Amelie no era como días atrás, al menos no después de que los haya ayudado contra el Demogorgon, tratando de protegerla a ella en el acto. Sin embargo, una gran incomodidad seguía presente, principalmente por el hecho de que no sabían si luego de los acontecimientos ocurridos, ambos se encontraban en buenos términos nuevamente.
— Es una cámara— habló Steve jugando con sus manos detrás de su espalda—. La compré para él, pero no se lo digas, no la aceptará si viene de mí— dejó salir una pequeña risa, esperando que la castaña siguiera su ejemplo, pero no lo hizo—. Es como una disculpa por haber roto la anterior.
Amelie evitaba su mirada, concentrándose en cualquier otro objeto que se encontrara allí. Steve suspiró antes de preguntar.
»¿Me odias?«, tiró un poco de su brazo para que finalmente concentre su atención en él. Todavía recordaba esa noche en la que le había dicho que no era nada y cómo había gritado que lo odiaba, antes de irse. Cómo había deseado seguirla y decirle que nada de lo que había dicho era cierto, pero su deseo por la popularidad había sido mucho mayor.
La castaña dudó un poco, pero finalmente habló.
— Odio en lo que te has convertido, odio la forma en la que te comportas y la forma en la que hablas, burlándote de todos— comenzó mirándolo a los ojos, dispuesta a transmitirle todo lo que sentía por dentro—. Pero recuerdo al chico que me compró regalos y me consolaba luego de pelear con papá, recordándome que no estaba sola; así que no, no te odio. Odio en lo que te has convertido, alguien que sé que no eres tú.
— Esa noche me dijiste que me odiabas... y otras veces— dijo confundido, tratando de aún procesar todas sus palabras.
— Esa noche te dije que te odiaba, porque si no lo hacía— se detuvo, antes de bajar el volumen de su voz aún más—. Si no lo hacía... Te hubiera dicho que te amaba, y creo que ninguno de nosotros hubiera podido manejar la verdad, Harrington.
Steve tragó con dificultad ante tal confesión, sonriendo con algo de nostalgia cuando Amelie volvió a centrar su atención en las escaleras rogando que Nancy bajara o que Jonathan volviera del sótano.
Si eso hubiera pasado, si Amelie le hubiera dicho que lo amaba, él habría contestado exactamente lo mismo. ¿Por qué nunca se lo había dicho? Él no quería algo a lo que aferrarse, o al menos, de eso se convencía.
Al sentir su insistente mirada, aún en ella, la Hopper se giró hacia él dispuesta a que el muchacho dejara de hacerlo. Pero se encontró con aquellos ojos que la visualizaban como en algún momento habían hecho, como si ella fuera la persona más importante de su vida, con ese brillo que la había enloquecido en su momento. Tan solo recordarlo, la hacía enfurecer por dentro.
— Siempre fuiste bueno en eso— señaló sus ojos con molestia, haciéndolo fruncir el ceño.
— ¿En qué?
— Hacerles creer a las personas que son más importantes para ti, de lo que en verdad son.
En ese momento, las voces de Jonathan y Will se iban acercando, por lo que Steve rápidamente volvió a la sala de estar, ignorando el dolor que se había formado en su pecho.
El pequeño Byers se encontró con la sonrisa de Ame, respondiendo de igual forma.
»¿Ganaste?«, le preguntó la muchacha abrazándolo como saludo.
— Sí, fue increíble— respondió Will, al mismo tiempo que Nancy bajaba las escaleras, deteniendo al mayor de los Byers, con el regalo en sus manos.
Amelie le indicó a Will que saliera junto a ella, para dejarlos solos, mientras el pequeño le seguía contando sobre su victoria. Jonathan salió de la casa pocos segundos después, dirigiéndose rápidamente hacia el auto junto a su hermano, por la fría nieve que caía.
La Hopper se detuvo contra su propia voluntad, mirando hacia la ventana de los Wheeler, viendo a Steve junto a Nancy sentados en el sillón, mientras ésta la abrazaba por los hombros.
Ella creía que no sabía lo que quería. Pero sí lo sabía.
En realidad, era simple. Ella quería ese sentimiento. El cual el mundo se detenía y comenzaba al mismo tiempo. Ella quería sentir como el resto del mundo desaparecía, cuando esa persona sostenía su mano. Quería encontrar un par de ojos en una multitud, que solo la veía a ella. Ella quería ese calor, el tipo de amor que llenaba todo el espacio en ella y se derrame en el resto de su mundo. Coloreándolo con esperanza y amor. Y ese sentimiento que sólo el amor verdadero puede despertar en un corazón. El sentimiento de sentirse completa.
Pero fue ahí, cuando el feminismo en ella la detuvo, haciéndola correr hacia el auto.
Ella ya se encontraba completa.
Sólo quería alguien con quién compartirlo.
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El sonido de la puerta de entrada, la alertó mientras dejaba el bowl de puré de papas en la mesa. Su padre, entró luego de deshacerse de la nieve de su abrigo, dedicándole una sonrisa mientras le mostraba toda la comida que había robado de la fiesta del departamento de policía.
Amelie río, mientras lo ayudaba a dejar todo en la mesa para que puedan empezar a cenar aquella navidad.
— Tardaste más de lo que dijiste— comentó la muchacha, comenzando a servir la comida en porciones iguales. Aunque sabía que su padre, terminaría sirviéndose mucho más.
— Sí, no conté con que la nieve se volviera más densa— contestó Jim, no queriendo que su hija supiera sobre su escapada al bosque.
Amelie miró a la ventana, viendo como la nieve seguía cayendo con levedad como antes lo hacía. Decidió ignorarlo, no queriendo contradecir con su padre aquella noche.
»Anoche tuve una pesadilla«, le contó Hopper mientras disfrutaban del postre.
— ¿Una pesadilla?— se sorprendió Ame, ellos nunca hablaban de este tipo de cosas— ¿De qué era?
— Te estabas casando— gruñó el adulto, haciéndola carcajear.
— No voy a abandonarte tan fácil cuando me case, si es que alguna vez lo haga— contestó entre risas, llevándose el último bocado de su flan a la boca.
Aunque por dentro su corazón lloraba, pensando si llegaría ese día.
— Eso dices ahora— se quejó Jim falsamente, antes de sonreírle.
— ¿Cómo era él?— indagó queriendo saber más de esta "pesadilla".
— No lo recuerdo muy bien— le contestó su padre, estirándose para dejar su espalda en el respaldo de la silla—. Pero tenía un cabello asombroso.
— Oh, sabes que me encanta que tengan un increíble cabello— siguió su juego.
— Sí, justo como el mío.
Amelie estalló en risas, mientras su padre la miraba enternecido. Hacía tanto tiempo que ellos no compartían un momento como este, su niña ya no era una niña, se estaba convirtiendo en una mujer. Y eso lo asustaba enormemente.
Para su hija, él era su padre, madre, profesor, contador de historias, el maestro de las salsas y salvador de pesadillas.
Para él, él era solo un hombre.
Un hombre que veía como su alegría más grande, crecía día a día, haciéndolo más orgulloso.
hemos llegado al final del primer acto aka primera temporada.
quiero agradecer a todos los que apoyan esta historia y continúan leyéndola a pesar de mi inactividad, los aprecio un montón♥
¿qué creen que pasará próximamente?
¿creen que la relación de steve y ame mejoren próximamente?
¿billy será un factor importante?
gracias por todo, y los amodoro♥
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