Visita 7
El humo de alguna clase de más de explosión al rededor que hizo que el incendio del bosque se agravara empezó a rodear la visión de Shikamaru, negó maldiciendo, los que los atacaban superaban en número y estaban ganando.
Rápidamente hizo que Hidan avanzará hacia el poniéndolo de rodillas al suelo en contra de su voluntad mientras miraba furioso a la dirección a la que había corrido Tenten, invocó dos sombras más que aprisionaron al asesino con tal de asegurar que no escapara.
Uno de sus ANBU protegió su espalda de un ataque enemigo.
—Señor, nos tienen rodeados, hay bajas importantes debido a las dos explosiones de las minas terrestres, no resistiremos mucho tiempo —habló su subordinado a sus espaldas.
Shikamaru apretó más el agarre de la sombra hacia Hidan, mientras que la sangre de su herida posterior que había recibido de uno de los metales del transporte destrozado pedía a gritos ser atendida.
—Escucha con atención —empezó a decir en voz baja— voy a dejarlo ir, quiero que reúnas a todos los que quedan y reagrupémonos a unos cinco kilómetros de aquí al oeste, irá por Tenten no hay duda de eso pero ella no es fácil de encontrar a la primera y ya lleva una ventaja considerable, conozco las técnicas y estrategias de sobrevivencia que Neji Hyuga y ella practicaban juntos en misiones de espionaje y reconocimiento en las que eran expertos ellos dos como equipo, se dirige hacia el norte asegurándose de estar más cerca de la primera aldea con leyes que no le permita entrar a él como el criminal que es, la usaremos de cebo para aprisionarlo de nuevo pero tenemos que llegar a ella antes de eso.
—Entendido —el ninja asintió de inmediato y se fue de su lado.
Primero dejo ir una de las tres sombras e Hidan le miró confundido y luego sonrió, Shikamaru sabía que dentro de cabeza psicópata y arrogante que pensaba estar ganando por debilidad de él, dejó ir la segunda sombra de manera lenta para asegurarse de que él comprobará su teoría.
Se puso de pie y le sonrió aún sin moverse, Shikamaru estaba listo para liberar la última prisión y emprender retirada pero entonces alguien se posó entre ellos, una sombra totalmente negra tomó a Shikamaru por sorpresa y lanzó dos sellos bomba hacia él, el chico dejó el jutsu a un lado para tratar de retroceder por la explosión, fue tirado al suelo y su cabeza se golpeó con una roca quedando inconsciente.
Hidan una vez libre miro a la persona de negro frente a él que no parecía querer atacarlo.
La persona extendió un dispositivo parecido a una radio hacia delante.
—Señor Hidan, sabemos a detalle lo que ocurrió en Konoha, tomé esto como la resolución parte del trato que hicimos por usted para liberarlo, acompañe a mis subordinados de regreso a nosotros y páguenos.
—No recuerdo estar obligado a nada —sonrió hacia él— mis planes cambiaron, el gran Jashin me envió una señal clara de eso, ya no me interesa su ayuda, púdranse envejeciendo.
—Tomé esto como una recomendación, no quiere hacernos enojar, cumpla con su parte del trato y no nos veremos obligados tomar algo que quiere, y ahora nos ha dejado claro el saber a perfección lo que es.
Hidan rio con locura, tomó la Katana que Tenten había invocado y atravesó al ninja que sostenía la radio de un solo movimiento.
—Atrévanse a tan solo acercarse a ella y juro por Jashin que el envejecer será la última de sus preocupaciones.
Aplastó la radio destruyéndola, giro para ver que a Shikamaru se lo habían llevado, miró la Katana en sus manos manchada de sangre.
La misma con la que se habían atrevido a amenazarlo, sonrió emocionado por encontrar a su dueña y devolvérsela.
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Primero confundir al enemigo con tu rastro.
Sin perder el suficiente tiempo se apresuró a dejar un camino y regresar por el mismo para ir por el verdadero, repitió lo mismo tres veces. Hacerlo sola era lo complicado, siempre trabajaba en equipo, dos personas eran suficientes para esconderte perfectamente si no querías ser encontrado.
Pero Tenten no contaba con el tiempo ni la compañía así que aprovechó la ventaja que Shikamaru le dio para encontrar agua y limpiar su herida.
Se tenía que deshacer de las distracciones y descansar en un lugar seguro antes del anochecer.
Invocó su equipo médico de emergencia de un pequeño pergamino e inmediatamente se colocó venda en la herida y algo de alcohol para desinfectar, se aseguró de no dejar ningún rastro que delatara su presencia en un futuro y después subió a uno de los árboles más altos con algo de dificultad para ver hacia dónde debía dirigirse.
Vio los kilómetros de árboles hacia donde seguramente el país del fuego se encontraba, miró hacia la dirección opuesta y el viento soplo llevándose las nubes hacia esa dirección, su memoria de ubicación nunca fallaría, se puso en marcha hacia la aldea oculta entre la lluvia, si Shikamaru seguía con la misión lo cual era lo más probable para ella, entonces necesitaba ir hacia el objetivo principal, seguramente el la buscaría, después de todo Hidan parecía empeñado a ir tras ella, arrinconarlo no seria muy difícil si lo pensaba con detenimiento.
"Háblame de él"
Recordó mientras escalaba a una colina dejando más atrás el bosque empezando a ver un paisaje más húmedo, el olor a lluvia inundó sus sentidos.
"Dime si lo amabas y si dentro de ti también lo odiaste..."
El ambiente era más húmedo y frío.
Vio las construcciones de metal al lo lejos, decidió no pasar a través de lo que una vez fue la aldea oculta entre la lluvia, ahora tierra de nadie, un territorio que al final no le perteneció a nadie después de tiempos de paz.
Rodeó lo más que pudo hasta que la misma agua retenía su paso, empezó a llover cuando vio más de cerca las grandes estructuras de metal en el paisaje tétrico de esa aldea y ahora empezaba a alejarse de ellas.
Entre un bosque pantanoso encontró refugio en una pequeña cueva donde al pisarla varias ranas y animales que disfrutaban de la humedad salieron corriendo huyendo de ella.
Tenten notó su respiración entrecortada, revisó su herida y vio la venda mojada de sangre, estaba cansada, recargó la cabeza en la pared rocosa y cerró los ojos concentrándose en respirar.
Había escuchado sobre eso, aquella aldea donde siempre llovía representaba cierto peligro para el que la visitaba, la humedad era tanta que alguien de fuera no se acostumbraba de inmediato.
Tranquila, guarda energías, seguiremos en cuanto te repongas.
Escuchó la voz de Neji recordándole de una de sus misiones con ella, solo los dos, él era el experto en reconocimiento y espionaje, ella no, pero su trabajo en equipo siempre era impecable.
Aquellas en las que él la había besado por primera vez. En esos momentos siempre se preguntó si podía vivir sin el embriagante sabor de los besos de Neji, sin que él dejara de tocarla tan delicadamente que parecía que podía romperse.
Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que se había quedado dormida y no sólo eso, había alguien en la entrada de la cueva.
Tenten se alertó levantándose pero entonces la figura corrió a esconderse a lo lejos cerca de un estanque profundo.
Tenten miró a la figura permanecer ahí por mucho tiempo observándola, vio la altura de un niño y los ojos curiosos clavados en ella.
Tenten salió de la cueva y empezó a caminar, la figura la siguió de lejos durante todo el tiempo, hasta que paró para poder preguntarle sobre por qué lo hacía.
Entonces vio a la niña de cabellos largos y negros acercarse para dejar algo en el suelo frente a ella, Tenten miró con curiosidad y vio lo parecido a una fruta amarilla.
—Gracias, pero debes irte, no me sigas es peligroso.
—Jashin me protege —le dijo ella de inmediato a lo que Tenten abrió los ojos sorprendida totalmente y la miró deteniendo su paso.
—¿Qué fue lo dijiste?
—Jashin igual te protege a ti, es por eso que lograste llegar hasta aquí —la niña alzó la mano y Tenten miró atónita el pentagrama dibujado en ella— nadie más puede, solo con su bendición.
La niña salió corriendo y se adentro más en el bosque pantanoso, Tenten no pudo evitar seguirla.
—¡Espera!
Metros después de vados de agua y tierra rodeados por vegetación húmeda Tenten tocó el suelo con sus pies.
Frente a ella había una hilera de casas abandonadas, una aldea entera, después en el fondo un enorme templo y a Tenten le pareció alarmante que no lo hubiera visto a la distancia antes.
No supo exactamente porque caminó subiendo los escalones, no vio a nadie sin importa a donde mirara, la niña había desaparecido por completo.
Al entrar había una figura en el fondo de una deidad con tres brazos en cada lado, todos unidos en símbolo de oración y ojos cerrados, detrás de la estatua vio el pentagrama que ya reconocía a la perfección.
La presencia de alguien más se colocó detrás de ella y tomó sus hombros y se acercó a susurrarle al oído.
—Bienvenida a casa, Jashin ya estaba esperándote.
La sonrisa de Hidan se amplió cuando ella le devolvió la mirada.
Despertó del sueño en la misma cueva exaltada totalmente, había sido tan real que le costó regresar a ser consiente de que no lo era.
Se levantó y decidió seguir con su camino, cuando escuchó el ruido de una rama quebrándose miró a su alrededor atenta, no tardaron mucho en rodearla ninjas vestidos de negro y sin ningún emblema de aldea a la vista.
La atacaron y fue ahí donde se dio cuenta que aquella humedad que le costaba respirar la afectaba más de lo que había previsto, no pudo esquivar la aguja que se clavó en su cuello, se la quitó tirándola al suelo de inmediato, la droga que contenía empezó a nublarle la vista y maldijo cuando vio cómo la rodeaban acercándose a ella, cayó de rodillas.
Entonces pensó en lo inútil que era, y en lo decepcionado que estaría Neji por dejar que siguieran su rastro sin poder hacer algo por ella misma por primera vez en su vida, todo su esfuerzo no valía nada como siempre había sido y nunca cambiaría.
Deseó que Neji estuviera ahí para sostener su mano y darle ánimos para levantarse.
Pero él ya no estaba en esta vida, nunca más iba a llegar a rescatarla de la oscuridad de sus pensamientos ni la realidad de sus límites que la aplastaba cada día.
Pensó que el morir ahí mismo, quizás era una mejor opción que nadar contra la corriente y tratar de hacer algo importante con su vida sin éxito alguno.
—Lo lamento Neji... —pronunció antes de desmayarse y la última visión del mundo que tuvo fue que el ninja delante de ella se había quedado sin cabeza en un corte limpio hecho con la misma Katana que le pertenecía, cuando ella cayó al suelo casi inconsciente escuchó una voz burlona que reconoció de inmediato.
—Te dije que ya no le rezaras a los muertos nunca más Tenten, yo voy a protegerte.
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