O1: Amarte es poco
︶︶︶︶︶ᘒ ˚. ˖ ๑
Kyojuro siempre pensó que ella sería algún día su esposa y madre de sus hijos. Cada día disfrutaba de su compañía y amaba estar junto a ella desde incluso antes de que su adorado hermano menor naciera.
Amor de infancia. Algo que jamás pensó en cambiar, nunca buscó querer a alguien más ni forzarla a ella misma a estar con él, aunque sabía que ella podría enamorarse de alguien más. Su corazón era una danza eufórica y flamante, amor puro. Aunque no podía negar que entre charlas amistosas con otros cazadores —antes de convertirse en pilar—, se dio cuenta que como cualquier otro ser humano tenía pensamientos algo impuros con su mejor amiga.
Eishima Ai, la joven que cautivó el corazón del pilar de llama, Kyojuro Rengoku.
︶︶︶︶︶ᘒ ˚. ˖ ๑
A sus 13 años la joven corría de un lado a otro siendo perseguida por los hermanos Rengoku, jugando a las atrapadas para que el pequeño Senjuro descargara energías. Eishima alzó con su fuerza bruta al menor de los Rengoku, haciéndolo girar en el aire.
—¡Ai-Neechan! —exclamó el niño abrazando a la azabache.
Kyojuro saltó a abrazar a su mejor amiga y hermano riendo alegremente, amaba los momentos que compartía con ellos cuando no entrenaba. Eishima acarició la mejilla de su amigo mientras él sostenía a su hermano dormido entre sus brazos, alegre como cada día. Ruborizada recostó su cabeza en el hombro del chico, quien sintió que su pobre corazón salía por su garganta gracias a su enorme emoción.
Miró el cielo sin nubes que apreciar, una sonrisa creció cuando ella entrelazó sus finos dedos con los suyos, se sentía en el cielo con tan solo esa pequeña muestra de afecto. Eishima siguió sus entrenamientos para poder avanzar junto a su adorado Kyojuro, o al menos ser de ayuda. Aunque era claro que pese a tener una fuerza bruta descomunal no podía alcanzar los pasos de Kyojuro, porque él tenía un motivo claro para luchar, y ella solo se preocupaba de que él estuviera bien.
︶︶︶︶︶ᘒ ˚. ˖ ๑
Eishima tenía entre sus manos unos bentos y un pequeño collar con sus nombres grabados, pequeño, simple y muy lindo de un tono carmesí. Era un 10 de mayo, cumpleaños número 15 de Kyojuro y ella estaba más que emocionada.
—Kyojuro-kun —saludó la azabache, él le dedicó una linda sonrisa.
—Ai-Chan... ¿Cómo estás? —preguntó alegre, y su mirada se desvió a los bentos, se encontraba casi babeando por el aroma cuando ella los abrió. La miró ilusionado esperando que lo dejara comer.
—Feliz cumpleaños Kyojuro-Kun —dijo entregándole los palillos y los bentos.
—¡Sabroso, sabroso! —exclamaba alegre.
Eishima amaba cuando él decía "sabroso" cada vez que comía, le parecía tan lindo. Admiró al Rengoku comer y le entregó el collar, los ojos del chico se iluminaron al ver que sus nombres estaban grabados en el pequeño presente. Saltó a abrazarla y ambos aguantaron sus ganas de besar al otro cuando se vieron a los ojos abrazados, minutos que se hacían eternos y ninguno quería romper.
︶︶︶︶︶ᘒ ˚. ˖ ๑
Enamorados. Era poco decir que se gustaban o que era una atracción, menos algo pasajero si llevaban tantos años sintiendo lo mismo por el otro, aunque a ambos les costó captar correctamente aquel sentimiento que tenían. Sabían que sentían algo más allá de una amistad, pero no que estaban tan enamorados, eran algo idiotas o muy inocentes.
Rengoku Kyojuro estaba por cumplir la mayoría de edad y con ello esperaba pronto alcanzar el rango de Pilar. Ai estaba a la par de él, tal vez un poco más abajo. Pero cumplían juntos cada misión por muy difícil que fuera, aunque en otras ocasiones Kyojuro partía de forma solitaria, y ella lo esperaba junto a Senjuro —quien estaba apegado a ella—, la amaba como una hermana mayor, y añoraba que ella se casara con su hermano.
—Ai-Neechan —llamó el menor de los Rengoku, ella lo miró con una sonrisa.
—¿Pasa algo, cariño? —Le preguntó, este agachó la cabeza con un sonrojo y balbuceó un poco. Confusa preguntó—. ¿Qué has dicho? No he comprendido, Senjuro-chan.
—¿¡Te casaras con Kyojuro-Niichan!? —preguntó casi a gritos, ruborizada y sorprendida por la pregunta vaciló un poco antes de contestar.
—Si me lo propone... pues... sí —respondió jugando con su largo cabello.
Kyojuro ruborizado salió corriendo a buscar un lugar donde comprar un anillo, había llegado en el momento preciso de la pregunta de su hermano. Era visualmente cómico verlo correr de un lado a otro sin saber qué hacer realmente, la emoción no lo dejaba pensar con claridad.
—Pero antes de eso debemos ser novios —aclaró con una risita—, me gustaría que todo fuese ordenado y no nos saltemos esos pasos.
Senjuro sonrió conforme.
︶︶︶︶︶ᘒ ˚. ˖ ๑
Kyojuro había estado actuando más extraño de lo usual, hacía poses extrañas cuando Ai llegaba y esta solo sonreía, amaba que hiciera cosas tan fuera de lo común, era gracioso. Había logrado ascender a Pilar, y aunque luchara contra demonios aún no se atrevía a pedirle matrimonio a aquella joven que afirmó que si él le proponía se casarían.
Iguro Obanai miró con una ceja alzada al de ojos dorados, se acercó a él.
—¿Cuándo dejaras de actuar como idiota? —Le preguntó al borde del colapso por estrés gracias al actuar del pilar de llama.
—¡Yo estoy actuando normal! —exclamó alegremente en su típica pose brazos cruzados y una sonrisa.
—Iguro-san, Kyojuro —saludó Eishima y Kyojuro de forma instantánea hizo una pose estirando su pierna hacía atrás agachándose levemente, alzando su brazo derecho apuntando el cielo con la otra mano en la cintura, y un gesto con boca de pez.
Ai rio levemente y acarició la cabeza del Pilar, casi derritiéndose de amor, su amigo Obanai comprendió que esa era la razón del actuar del espadachín. Rodó los ojos al ver que ambos estaban rodeados en una nube de amor y Kyojuro cada vez hacía poses más extrañas.
︶︶︶︶︶ᘒ ˚. ˖ ๑
Era el cumpleaños de Eishima, Kyojuro era un manojo de nervios andante, sentía sus piernas de gelatina y con cautela se acercó a su mejor amiga.
—A-Ai-Chan —llamó nervioso, ella se extrañó al oír su voz temblorosa.
—¿Ocurre algo, Kyo-Chan? —preguntó preocupada.
—¿Puedes... puedes venir...? —Ella asintió algo confundida, Senjuro sonrió ampliamente y alzando su pulgar con timidez. Caminaron hasta un pequeño prado de flores a unos minutos más allá de la residencia Rengoku, donde ella pasaba la mayor parte de su tiempo libre.
—¿Pasa algo Kyojuro? —preguntó otra vez.
Lo vio arrodillarse frente a ella y exclamar con los ojos cerrados y sus mejillas completamente rojas—. ¡Cásate conmigo!
Abrió su boca sorprendida, no se había confesado antes, nunca habían pasado de tomarse la mano de vez en cuando o los abrazos y ahora le pedía matrimonio. ¿Realmente quería seguir los pasos correspondientes? Al diablo con ser novios con antelación, el chico que amó toda su vida le estaba proponiendo matrimonio.
Rengoku abrió uno de sus ojos y entró en pánico al verla llorar.
—¡No llores! ¿Estuvo mal? ¡Lo siento pero no llores! —pedía abrazándola por la cintura y apegando su cabeza al estómago de la chica por seguir arrodillado—. Lo siento, lo siento... no debí.
Eishima acarició el cabello del pilar, haciéndolo soltar su agarre, se agachó para quedar frente a él—. Kyojuro, Amarte es poco... —dijo sellando sus labios con los de él.
Abrazados bajo la bella luz del sol, el pilar y su ahora prometida disfrutaron de su tierno momento confesando sus sentimientos con un beso lleno de inocencia.
—¡Senjuro-Chan! —llamó alegre la chica entrando con Kyojuro, el menor de los Rengoku los miró a ambos.
— ¡Ai-chan ya no será Eishima Ai, será Rengoku Ai! ¡Nos vamos a casar! —gritó lo último rebosante de alegría mostrando la mano de la joven a su familia. Su hermano sonrió enormemente y Shinjuro entró mirando a Eishima. Sonrió sentándose con ellos, alzó el sake en señal de celebración, porque su hijo por fin después de años se atrevió a pedirle la mano a la chica.
︶︶︶︶︶ᘒ ˚. ˖ ๑
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top