/99/ Haruomoi
Advertencia del capítulo: sólo puedo decir algo de lime *cof cof* salió algo *cof cof* no se pudo evitar
La cena fue un asunto peculiar. Al ser la primera vez en mucho tiempo que Kana estaba rodeada de muchas personas, y, sobre todo, probaba la comida en sí, Sasuke pidió todo lo del menú y dejó que los tres se deleitaran con los sabores. Se enterneció de una manera singular de ver a Kana emocionarse a cada bocado. Chikara no desaprovechó la oportunidad de empacharse de postres y Kusanagi se deleitó con un poco de licor.
Por otro lado...
Sakura se mantuvo expectante y con un comportamiento algo diferente a lo habitual. A pesar de bromear con Kana y amonestar a Chikara para que comiera algo más que postres, con respecto a Sasuke lo miraba por unos breves segundos y cuando él atrapaba su gesto, Sakura sonreía ligeramente y apartaba sutilmente la vista.
Le pareció un poco extraño, pero no pudo preguntar más. Ambos saben la razón detrás del nerviosismo y tensión. Nada que no se resuelva hablando, pero, claro. Esa charla se atraso cuando después de comer, Sakura arrastró a Kana y Chikara a las aguas termales.
(Y no, no es una huida).
Sasuke consideró la manera más calma de abordar la conversación estando recargado contra las piedras cálidas de las aguas termales. La temperatura del agua es perfecta que ayuda a relajar sus músculos. Con la mirada puesta hacia el cielo nocturno y teniendo de compañía silenciosa a Kusanagi. Él parecía frenético lavándose su largo cabello mientras le daba la espada.
Al final, todo se reduce a este silencio sereno, el agua de la pequeña cascada de fondo y la ligera neblina alrededor. Al ser tan tarde solamente ellos dos estaban aquí y cada quien en sus pensamientos.
Los del Cazador, obviamente, se dirigen a su prometida. No hay temor en ellos, contrariamente, existe una aceptación derivada a pensarlo y desentrañar la situación. En su viaje a la Conferencia de Discusión, durante esas horas a solas en su vuelo a espada, se permitió sentir y pensar sobre la ilusión. No recuerda haber vivido cada escena si es honesto, pero no se puede negar más que él es la reencarnación de ese hombre.
Y significa que Sakura lo buscó por el mundo todo este tiempo. Y si es o no realmente él quien contiene esa chispa que ella dejó, es un asunto ya perdonado. Aquello fue el pasado, hoy es el presente. Y sí tiene que luchar contra ese hombre de los recuerdos, hará lo posible para que Sakura lo considere a él.
Sonará egoísta, sí. Pero Sasuke está cansado que le arrebaten todo.
Y Sakura es la única persona a la que está dispuesto a degradarse a un ser egoísta y hacer lo imposible para que lo amase verdaderamente si había una mínima posibilidad. No duda que ella corresponde sus sentimientos, si no el origen de ellos. Antes quemó, ahora no.
Ya aceptó el hecho. No hay nada que pueda hacer para cambiarlo, mejor forjará su futuro.
Estaba sumergido en sus pensamientos y apenas captó a Kusanagi dándose la vuelta. se había quitado la tela de sus ojos y unos potentes iris rojas le devolvieron la mirada. La forma de sus ojos eran afilados por los bordes y pestañas abundantes.
Sasuke miró por un largo segundo antes de apartar resueltamente la vista.
—Todo este tiempo pensé que te habían sacado los ojos.
—Nunca dije que no tuviese ojos —dijo Kusanagi solemne. Los mechones largos de cabello se deslizaron por sus hombros anchos y descubiertos. A diferencia de Sasuke qué su cuerpo parecía un tapiz de cicatrices de distintos tamaños y grosores, el de Kusanagi era firme mármol y liso, con algunas marcas nada pronunciadas.
—Si puedo saber ¿por qué te pones ese trazo?
—Mis ojos son la fuente de mi poder, y son de un peculiar color. Siempre atrajeron la atención de cualquier —explicó Kusanagi—. Y mi visión es diferente, poniendo de ejemplo la visión de un humano, imagine potencializado al punto que puedo ver las motas de polvo y las corrientes del aire.
—¿No el aire es invisible?
—Exactamente. —Sin palabras, es así como Sasuke se mantuvo por unos segundos cuando Kusanagi prosiguió—. Los lugares con mucha gente me aturde. Por eso utilizo este trazo.
—Descuida, guardaré tu secreto. Que la gente siga creyendo en tu discapacidad y te subestimen —sentenció Sasuke al final sin saber que más decir.
Por primera vez desde que Kusanagi se presentó en su forma humana lo vio sonreír. Algo ligero y pequeño, destila una diversión genuina.
Este silencio se vio irrumpido por risas lejanas, del otro lado del enorme muro de madera que separa la sección de mujeres. Ninguno de los dos miró a esa dirección, sin embargo, sabían quienes estaban del otro lado.
—Kana se está divirtiendo —dijo Kusanagi de pronto amarrándose el trazo de vuelta—. Me preocupaba que hubiese perdido algún sentido tras su encierro voluntario en esa cueva, pero parece estar bien... en los aspectos importantes.
Sasuke contuvo su risa a tiempo. Claramente a Kana le hace falta adaptar aspectos humanos y está justificado su torpeza. Pero con Chikara no termina de entenderlo por completo. Aunque sea por la misma razón que Kana, al final, apenas han regresado a optar una forma física.
Sea como sea, tiene fe que se adaptarán.
—Intenté liberar a Kana de nuestro —dijo Sasuke a Kusanagi. Le debía una explicación de porqué su hermana sigue unida a él cuando prometió liberarla apenas acabará la guerra. Sin embargo... — Y se negó en disolverlo por ahora.
Kusanagi inclinó un poco la cabeza, pensativo.
—Era de esperarse —dijo Kusanagi en tono formal.
—Le dije que cuando quisiera irse, era libre de hacerlo —continuó diciendo Sasuke—. Lo mismo aplica para ti.
Tras decir esto, Kusanagi ladeo el rostro en dirección a dónde Sasuke ya se había movido con intenciones de buscar su yukata.
—Cuando quieras irte, no te negaré liberarte del lazo. Tenlo por seguro.
Para Sasuke sería una pérdida, pero no tanto como la sensación de permitirle la libertar a Kusanagi, Kana o incluso Chikara. En el momento que se enteró sobre la existencia de una consciencia en cada uno se sintió un poco incómodo, le embargó una sensación de ser él un guardián de celda qué los aprisiona contra su voluntad. Aunque Kusanagi insistió en efectuar el lazo en primer lugar, quiere dejarle en claro esto: tiene la opción de irse sin persecuciones.
—Sí hubiese querido irme no habría pedido el lazo con usted, Maestro —alegó Kusanagi nada ofendido por el ofrecimiento—. Y con Kana ocurre lo mismo. Aunque sus razones para permanecer son diferentes a las mías, ambos nos guían nuestro instinto.
—¿Su instinto? —Esto sin duda despertó la curiosidad del azabache.
—La forma de actuar de Chikara no es extraño para nosotros. Al ser espíritus, nuestros ideales y la visión del mundo es distinta —explicó Kusanagi sobre un concepto de la que Sasuke es ignorante, no duda en prestar mucha atención—. Los espíritus nos regimos por un sentido del servicio y lealtad, nada nos hace más felices y completos que una persona nos acepte como sus armas espirituales, siempre y cuando se alinea a nuestros ideales. Los humanos pueden diferir esto con su sentido de libertar y justicia alegando que somos prisioneros de nuestros ideales, pero, nosotros deseamos vivir así.
El deber y el querer. Divididos por una línea tan fina. Sasuke comprende un poco esta visión y la acepta como tal, y esa incomodidad que lleva en su pecho se disuelve un poco y ya no se siente tan culpable.
—Pero Sakura no es así. —Se encontró diciendo.
Kusanagi torció un poco el gesto, un asomo de sonrisa.
—La Matriarca es un caso excepcional y algo único por sus siguientes nacimientos. Aunque fue un espíritu pudo explorar el mundo por su cuenta bajo otra "percepción" y su mente se transformó. Somos pocos que podemos adaptarnos del todo.
Al incluirse en este grupo, Kusanagi simplemente ladeo el rostro, como si estuviese considerando sus propias palabras, y Sasuke entendió un poco a qué se refería.
—Te lo aseguro, te adaptas lo mejor de lo que crees —acertó a decir Sasuke saliendo de estanque teniendo la yukata en la mano—. Pero, si alguien día quieres viajar por el mundo por tu cuenta, y sin romper el lazo —aclaró antes de que Kusanagi protestar— avísame. Prepararé provisiones para que sea más cómodo tu aventura.
Kusanagi se había quedado sumamente quieto, con el rostro petrificado. Luego sus hombros de relajaron e hizo una referencia corta.
—Agradezco su sinceridad, Maestro. Algún día le tomaré la palabra.
Sasuke siempre ha practicado y cultivado su paciencia. Desde niño le enseñaron el arte de la serenidad y control de sus emociones. No debía externar su dolor, es signo de debilidad. Mantener sus pensamientos para sí mismo, no hablar innecesariamente, no mentir; moldearse como un discípulo modelo de rectitud y firmeza ya que no poseía un poder dividido.
Con el pasar de los años relajó todas esas enseñanzas en sí mismo, y ahora conserva únicamente las que le son útiles, cómo, por ejemplo, la paciencia. Si bien no se considera una persona impaciente, hay algo frenético en el ambiente.
Sentado junto a la mesita de noche, colocó un guqin sus piernas cruzadas. Y no, no era Chikara. Antes, de regreso de las conferencias, había conseguido este instrumento pensando en utilizarlo cuando quisiera tocar música por el placer de escuchar la melodía, dejando así a Chikara para las batallas y darle un espacio adecuado.
La madera era más clara, pero la potencia y calibración de las cuerdas eran perfectas. No pensó en ponerle nombre a instrumento (cual verificó, no posee ningún alma) es un simple guqin.
Cuando siente algo de impaciencia asomarse toca melodías. O era antes de que la sombra de la destrucción llegará a su vida, en ese entonces tocaba todas las noches Consulta esperando una respuesta. Ahora, mirando el instrumento, usó sus dedos para tocar y su voz para entonar:
A pesar de no querer involucrarme en lo bueno y lo mal, las cosas resultan distintas a lo deseado...
...La flor en mi corazón se secó y el tiempo no puede devolverla...
Cantó en voz baja una de las tantas canciones emergentes en esos cinco años, esperando que el recuerdo, por más amargo, llenara su determinación.
...Aun deseo limpiar la vanidad, y las cenizas de mi cuerpo, beber un vaso de sake contigo me embriaga la vida entera...
Escuchó la puerta abrirse y cerrarse y detuvo abruptamente sus dedos, alzando la vista. Ahí Sakura se había quedado en la puerta, mirándolo intensamente con sus potentes ojos jades.
Compartieron una mirada antes de que Sakura dijera quedamente: —Continúa cantando.
Sasuke trato de determinar su estado de ánimo, no lo consiguió del todo. Sakura le dirigía una mirada desconocida. Así siguió tocando algunas notas y cantando en el mismo tono, complaciéndola a su manera.
...Los recuerdos van y vienen, el dolor habita en mi alma. Mi único deseo es vivir sin lamentos y volar lejos junto a la fragancia de las flores.
Un vaso de sake, un cuerpo cubierto de cenizas.
Los recuerdos van y vienen, quiero vivir sin lamentos.
De primera a otoño, la vida y viene...
¿Está bien ser vanidoso?
Espero que las flores vuelvan y florezcan de nuevo, embriagándome...
Sasuke escuchó un sonido entrecortado, Sakura se apegaba a la puerta y los ojos se había cristalizado en lágrimas no derramadas. Quiso levantarse y acercarse, pero no lo hizo. Había algo frágil en ella que se sentía vulnerable, como si al tocarla la rompería en miles de pedazos. Él no quería hacerlo.
Pero, al parecer, era necesario para avanzar.
—Esta no es la canción que no pude mostrarte en aquel entonces. —La afirmación implícita era innecesaria, ambos sabían a qué época se refería. Sakura negó con la cabeza con cierta vehemencia, parecía buscar fundirse con la puerta.
Tampoco quería torturarla. Sasuke respiró hondo mientras dejaba el guqin en la mesa dispuesto a iniciar esta conversación.
—Sakura ¿puedes mirarme? —pidió calmo, esperando transmitir tranquilidad en su voz. Ella obedeció de inmediato, a pesar de su expresión abatida y llena de temor, accedió—. Lo que vi en esa ilusión ¿en verdad ocurrió?
Ambos lo sabían, pero necesitaba una confirmación verbal.
Sakura asintió pesadamente pronunciando un quedo "Sí" y apartó los ojos un momento, pero como si recordase que debía mirarlo, regresó la vista a él. Sasuke se hundió un poco de hombros, pero no retrocedió.
—Entonces es cierto que soy una especie de reencarnación de él —se dijo más a sí mismo que a ella. Retomó sus palabras enderezando su espalda y adecuando su expresión, ya había tomado una decisión desde antes, debía expresarla adecuadamente y evitar malentendidos—. Lo que haya pasado antes no importa ahora. Sea yo o no la misma persona, no lo recuerdo en absoluto, pero te puedo asegurar que mis sentimientos no han cambiado después de descubrir la verdad.
Jamás apartó la vista de Sakura, por tanto, fue testigo de cómo su postura y reacción se transformó. Pasando del miedo, a la consternación y hasta cierto alivio momentáneo, pero sin dejar atrás la estupefacción. Mirándolo como si no pudiese creer del todo sus palabras.
Sasuke es quién debería estar más incrédulo, pero no. Se dijo a sí mismo que él quiso esto. Y no lo cambiará.
—Incluso... Incluso sabiendo que no soy él, lo respetaré. —Le costo su orgullo, su vanidad, su sentido de pertenencia, sus malditos celos, decir esta frase. Sentía su garganta arder a carne viva—. Después de todo, no puedo competir con tu primer amor.
Ahora sí hubo una expresión diferente en Sakura: consternación. Y por fin, ella se movió tan rápido que apenas captó sus pasos.
—¿Cómo puedes decir eso? —casi gimoteó Sakura cayendo de rodillas frente a él tomándolo de las manos y apretándolas contra las suyas. Había un halo de desesperación en su voz.
—Bueno, no soy más que una reencarnación...
—Sí, eres una reencarnación, pero también eres tú —aclaró Sakura con tanta intensidad, apretando más sus manos. Las lágrimas por fin desbordan, una tras otra sin dejar de caer.
Honestamente Sasuke estaba confundiéndose.
—Pero tú no lo encontrarse en doscientos años...
—No —afirmó ella—, lo encontré doscientos cincuenta años después, un pequeño rastro adherido a una mujer que buscaba en Konoha un artesano capaz de fabricar un guqin para su hijo próximo a cumplir cuatro años. Era el segundo joven maestro del Clan Uchiha.
Los ojos de Sasuke fueron ensanchándose a medida que las palabras abandonaron los labios de su amada, quién se acercaba más y más. Sus respiraciones se mezclaron, hasta que pudiera ver cada pestaña y las líneas de sus iris verdes, tan hermosos y únicos, capaces de dejarlo desarmado con sólo un vistazo.
—Sasuke, Sasuke, Sasuke ¿Aún no lo comprender? —La respiración húmeda de Sakura le acarició la piel, junto con sus dedos deslizándose por su quijada. Sasuke caía en una espiral de comprensión, de dulzura y una realización sorda—. Eres tú, siempre fuiste tú. Incluso cuando mis recuerdos fueron suprimidos y no sabía que te buscaba, de alguna u otra manera nos topamos en este enorme mundo. ¿Cuántas eran las posibilidades de encontrarnos en medio del camino cuando me envenenaron?
—Nulas —concedió él.
—Muy nulas. Sin embargo, pasaste por ahí ese día. —La mano de Sakura se detuvo sobre sus labios y se acercó—. Jamás he creído en el destino, sin embargo, creo firmemente que tú y yo somos Almas Gemelas; y sin importar el tiempo, la distancia o incluso el estado, terminaríamos encontrándonos el uno al otro.
Finalmente, Sakura lo besó. Al principio fue una caricia que buscaba confortarlo, y dioses, él necesitaba con tanta urgencia esta confirmación que se dejó maltratar por ella. Sakura se subió sobre su regazo y entrelazó los brazos por su cuerpo, acercándose. Y Sasuke no cabía de su propio alivio, uno que no sabía necesitar. Creyó que sería valiente si Sakura le hubiese dicho que no era aquel fantasma con máscara de gato cual buscó por siglos.
Sin embargo, lo es y no al mismo tiempo. Y no importa, joder. No importa porqué quién ama Sakura es a él, lo amó en un pasado desconocido, y lo ama ahora después de haberlo recordado.
Y está completamente seguro, que ese fantasma con máscara de gato, él mismo en el pasado, amó tanto a Sakura. Ese amor trascendió a su siguiente vida materializándose en una canción. La misma salió desde fondo de su alma.
—Eres mi vida entera —murmuró él contra sus labios, y ella profundizó el beso.
Fue lo único que necesitó. Honestamente, desde hace días se ha contenido lo suficiente. Pero hoy no, ambos necesitan sentirse cerca, piel con piel, respiraciones entrelazadas y manos sujetas.
La presa se rompió, y Sasuke no hizo nada para repararla. Sujetó a Sakura por los muslos y la acercó a él sin reparos. Es una bendición que ambos tuvieran encima solamente una capa de ropa, de lo contrario, Sasuke habría enloquecido por quitarle todos los adornos elaborados que, en un día normal, admiraría con asombro y deleite.
Mordisqueó el labio de Sakura sacándole un jadeo, ella tenía los ojos cerrados, entregándose a la sensación del ardor creciente. Sasuke no estaba del todo alejado, su cuerpo ardía rápidamente bajo las manos de Sakura, las arrastró por todo su cuello hasta sus pectorales y se apegó a él. Sasuke no se quedó atrás, enloquecido, ardiendo desde la parte inferior sin control, sus manos recorrieron toda su silueta sin contemplación, la piel fría de Sakura parecía ardiente bajo su toque.
Descubrió sus hombros y trazó un camino de besos desde su cuello hasta los hombros, lamiendo sus clavículas. Sakura se estremeció y gimió, Sasuke se deleitó y su propio cuerpo reaccionó a consecuencia. Ardía cada parte, la contención placentera debajo de su cintura se acoplaba y exigía una liberación. Los sonidos que salían de la boca de su amada eran excitantes, bonitos y húmedos. Lo volvían loco.
Amasó el cuerpo femenino entrelazándolo con él, desamarrando la yukata mientras la alzaba en brazos recostándolo sobre la cama. Se alzó sobre ella y miró verdaderamente.
El cabello de Sakura quedó esparcido en las sábanas blancas, con las manos a los costados de su cabeza y el rostro sonrojado, con los labios húmedos, hinchados entreabiertos y el rastro de lágrimas secas. Sus ojos, benditos orbes brillosos y llenos de emoción adyacente, desbordantes de deseo. Una ruina completa a la que Sasuke apenas está iniciando, y no parará hasta destruirla por completo.
Hay algo en la mirada de Sakura que provoca sus más profundos y oscuros deseos. Esta mujer es la tentación andante a la que solamente él se le permite tocar, y se extasía por ello de mil maneras. No bastando con eso, tenía la vista perfecta de la parte superior al descubierto, no pudo evitar mirar largamente la parte preferida de la anatomía de su prometida.
Una risa irrumpió su contemplación devoradora.
—A alguien le gusta lo que ve —alegó Sakura, alzando las manos sobre su cabeza realzando sus atributos, ese movimiento lo provocó. Maldición—. ¿Por qué no sigues adelante? Me tienes aquí, ansiosa y a merced de ti.
—Un buen cazador es dedicado y contemplativo con su presa —objetó él inclinando sobre ella, procuró tener cuidado en no aplastarla, y apoyó una mano al costado y la otra la posó en la mejilla de Sakura. Estaba caliente, ella estaba haciendo bombear su corazón.
—¿Así que soy la presa?
—Una muy atractiva.
—Ah, cariño. No te quedas atrás, mmm...
Sakura tarareó cuando Sasuke deslizó su pulgar por sus labios, y Sakura lo miró a los ojos, tomándolo entre los dientes y no apartando la vista nunca de la seductora mirada. Sentía su lengua enrollarse en el pulgar, mordisqueando y encendiendo. La respiración de Sasuke se volvió pesada e irregular.
—Suficiente —murmuró él.
Retiró la mano y atacó con los labios, usando ambas manos para toquetearla. Sakura no se quedó atrás, luchaba para sacarle la yukata por completo, pero Sasuke tenía otros planes. Él no será quién se quede sin ropa primero.
Se volvió a sentar y deslizó los pulgares por los costados de aquel valle peligroso, pasando por la cintura y caderas, nunca dejó de ver a Sakura a los ojos, y por un instante, vio algo parecido al deleite y fuerza, sin dudas ni contemplaciones.
Sasuke le quitó el kimono y la contempló, conteniendo la respiración. Luego se hundió en otro beso y se arrastró sobre ella.
—Ah... ¿sabes? —dijo Sakura en medio de un jadeo, su pecho desnudo subiendo y bajando, tratando de recuperar aliento y buscar incitar la brusquedad de Sasuke con sus palabras sugerentes. La vista espectacular de Sasuke con su espléndido torso descubierto de cicatrices, inclinando sobre ella, mirándola con los ojos oscuros y el fleco pegado a la frente encendió más su cuerpo si ya de por sí las caricas lo hacían. Sobre todo, la sonrisa de lado arrancaban sus gemidos ante toques en áreas sensibles—. Mi vista favorita era el atardecer.
—¿Era?
—Sí, hasta que miré hacia arriba y te vi sudadito y sonriéndome.
La sonrisa de Sasuke no hizo más que pronunciarse. Le apretó el muslo con sus largos dedos, aquellos que toca magistralmente el guqin ahora recorren toda su piel ardiente, incitándola a que le rodeara la cintura con sus piernas. Sakura obedeció de lo más gustosa y arqueó la espalda tras una embestida particularmente profunda, gimiendo su nombre.
—Mi vista favorita eres tú debajo de mi —respondió Sasuke alcanzando sus labios, mordiéndola de forma juguetona— gritando mi nombre hasta el cansancio.
—Tienes- ah... —recibió en lleno la lengua contraria. Un beso brusco y apasionado que le reinició las ideas y tardó un poco en recuperarse—... demasiada confianza en pensar que lograrás cansarme.
—Mi querida amante —susurró él contra sus labios hinchados. Sakura lo miró por debajo de sus pestañas estremeciéndose ante la expresión completamente abrasadora y peligrosa de Sasuke, una mirada llenas de promesas de ruina placentera. Tembló de anticipación—. No me subestimes, porque te haré llorar.
Sakura ni siquiera pensó a profundidad de las advertencias concentrándose en sentir las palmas callosas de Sasuke recorrer su cuerpo, una mano sosteniendo el cabello de su nuca y la otra sobre sus caderas, ayudándole a marcar un ritmo. Atinó a envolver el cuello de Sasuke con ambas manos, acercándolo para besarlo hasta hartarse, lo cual, es imposible. Todo él es esplendido, caliente y dominante.
Le encantaba y encendía lo más profundo de su ser. Los gemidos se volvían más profundos y necesitados a medida que ambos buscaban una liberación unánime. Sakura no escatimó en expresar su placer mediante los sonidos que salían de su boca, y Sasuke no se queda atrás, colmándola de besos que entumecían sus labios y poniéndole atención con su boca esa parte del cuerpo de Sakura del que siempre alegó tener preferencia.
¿Cómo pudo perderse una sensación tan placentera hasta ahora? Quizás la falta de compañía efectó. Específicamente, la atención de Sasuke. Tuvo muy presente sus amenazas conforme pasaban los minutos, en los que se estremecía y sus ojos se nublaban, mareada y solloza abrumada por las emociones y la sobreestimulación.
Sasuke engaña a cualquiera con esa expresión de seriedad absoluta, pero Sakura se dio cuenta, en la intimidad es demandante y brusco, como si desquitara con ella toda la regulación y la volcara en su cuerpo. Recorriendo todo su cuerpo como si se tratase de un precioso tesoro, y, al mismo tiempo, un bocadillo al cual no puede esperar saborear.
Le fascinó esta faceta nueva descubierta de él, y se encargaría de explotarla al máximo por el resto de sus vidas.
Antes del amanecer Sakura parpadeó, levantándose de un profundo sueño del cual cayó rendida del cansancio. La habitación estaba a oscuras parcialmente, el único halo de luz provenía de la ventana acariciaba el extremo de la cama.
No estaba sola, junto a ella un cálido cuerpo la envolvía, acunándola en su costado desnudo sin intenciones verdaderas, el simple placer de una caricia dulce. Haruno sonrió para sí y pegó el rostro en el torso de su prometido, escuchando el rítmico sonido del latir de su corazón. Canción para sus oídos.
Sonrió para sí recordando con mucho deleite la promesa cumplida de Sasuke, y la hartó hasta llorar, e inesperadamente, descubrió que sí podía cansarse y agotar sus energías. No se lamentó en absoluto, si así era de ahora en adelante, ella más que gustosa en sacrificarse. Anotó mentalmente los puntos a presionar para sacar esta faceta de Sasuke, esperaba tener la oportunidad de investigar pronto.
Se le escapó un bostezo y Sasuke detuvo brevemente sus caricias.
—Lo siento ¿te desperté?
—Nop, sigue acariciando —le incitó abrazándolo más—. Me encanta acicalarme bajo tu toque.
Sasuke emitió un sonido, parecido a un ronroneo ronco lleno de deleite ante la confesión y retomó su caricia ociosa. Sakura abrió los ojos y dio un vistazo al rostro atractivo de su prometido. Él tenía ladeado el rostro hacia la ventana el cielo repleto de estrellas. Siendo primavera las escasa nubes permitían la vista del extenso cielo. Sakura también admiró en silencio unos segundos antes de regresar la vista a él.
Jamás se cansará de contemplarlo, puede quedarse aquí y observarlo por días enteros y maravillarse de su actitud.
Por fin aquí están. Sasuke sabe la verdad de su antigua vida y la aceptó, no corrió despavorido lejos de ella, horrorizado por una perseverancia que bien podía ser obsesión. Lo aceptó de buena manera, y, lo más importante todavía la ama.
La ama.
La ama.
Sakura no cabe de su propia emoción, flotando en nubes imaginarias y hundiéndose en ellas, entregándose a la sensación reconfortante brindada. Habiendo transcurrido tantos años envuelta en soledad, en momentos grises y llenos de colores, por fin su mundo se ve diferente. Avanza constante y real.
Ella es real. Él también.
Dio unos golpecitos con sus dedos en uno de sus pectorales llamando su atención. Él dirigió de inmediato sus ojos oscuros a ella. Le encanta, siempre atiende a su llamado. Le sonrió mostrando sus dientes.
—¿Una moneda por tus pensamientos?
Él sonrió ligeramente, estirando la mano para meter un mechón rosado detrás de su oreja.
—Estaba recordando el pasado, recuerdos buenos —aclaró de inmediato al sentirla tensarse minuciosamente—. Al final, me tomó dos vidas estar así contigo. A pesar de no recordar nada, con esta vida me basta.
Dos vidas para él, más de dos vidas para Sakura. Pero los números son lo de menos.
Al final pudieron encontrarse.
Y hay algo de lo que Sakura necesita saber con cierta urgencia.
Apoyó la quijada entre sus manos unidas y lo miró directamente a los ojos.
—¿Me deleitarías cantando esa canción de la que aún no sé la letra?
Es una petición nacida de la desesperación parcial, quiere y no al mismo pedírselo, pero no puede más con esta intriga. Y él mismo había susurrado que no era la gran cosa, pero ella difirió que todo lo creado por él vale la pena escuchar y ser apreciado, es más ¡debería mostrárselo a las futuras generaciones y aprendieran del verdadero arte! Sasuke únicamente se rió con esa indulgencia atisbada cada vez que Sakura decía algo ridículo y le causaba gracia.
Tarde o temprano Sasuke cede a sus peticiones, sin importar si son insignificantes. Los brazos fuertes y a la vez gentiles del hombre la estrecharon, apegándola al costado, sintió los labios sobre su cabello, mientras esa voz emergía en un cántico hipnotizante, conjunto de palabras que expresan sus más profundos sentimientos.
Pero, internamente, Sakura fue repitiendo cada palabra en el fondo de su corazón dándose cuenta, con una impresión sorda, que son todos sus mismos sentimientos estrujados y arrojados en una pieza tan sublime de la cual existía en este mundo con el único fin de unir a dos personas llamadas Sasuke y Sakura de una forma tan irrevocable.
Lloró en su corazón, hundiéndose en cada emoción que la arrastraba.
Cantó una y otra vez esa canción, hasta quedar grabada como fuego en su alma dejando una huella de pertenencia.
¿Por qué este corazón todavía no se ha despertado de este largo sueño?
Con amabilidad, amor y tu sombra en mis brazos, caigo dormido
Espero la primavera, aún muy lejos
No puedo contar las lágrimas que he derramado
Sólo una vez más, si pudiera tocar esas manos no necesitaría nada más
Persiguiendo y alcanzando con mis manos, sigo tu camino y tu valentía
Queriendo proteger todo lo que me diste he sufrido e ido más allá del dolor
Quiero verte. Quiero tocarte
Sentimientos enterrados en mi corazón que nunca se desvanecen. Siguen creciendo
Quiero vivir contigo para siempre
Era tan natural centrarme en ti al margen de lo que ocurriera en el camino elegido
Estar contigo me hace más fuerte. Ya no temeré a nada, nunca más
Tu sencilla amabilidad y tu debilidad oculta, cómo me gustaría quemarlas en mi mente
Mi corazón solía estar vacío, pero ahora está lleno de ti
Lleno de tu cariño
Siempre quiero estar a tu lado, soñando con un deseo que no puedo cambiar
Me enseñaste la felicidad y el corazón de los demás
Tú me enseñaste todo
Quiero verte. Quiero tocarte
Sentimientos enterrados en mi corazón que nunca se desvanecen, siguen creciendo
Quiero vivir contigo para siempre
La canción por fin fue revelada! Cuando escuche esta joya me dije que debía ser esta. La letra fue tomada de la traducción de los subtitulos del video que pueden activar en YouTube :)
Opiniones? Jaja sinceramente no iba a escribir nada de esto pero salió, los personajes me dominaron y lo intenté. Jajaa tomen su lime 🙂↕️
Pero por lo menos ya estos dos por fin resolvieron sus asuntos *llora de felicidad* ahora solo falta que los Cielos digan sobre las acciones de Sakura.
Si alguien puede adivinar que sucederá con Sai le doy una galletita 😼
En fin, muchas gracias por leer! Y no se desesperen si sintieron los capítulos cortos. Vendrán otros dos en esta semana. Esperenlos!!!
Gracias por leer.
Alela-chan fuera!!!
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