/90/ Acontecimiento inesperado
Este capítulo es largo (de lo contrario se perdería la continuidad) y la esencia, pero en sí, es importante porqué nos estamos encaminando al arco final.
No les atraso más ¡disfruten la lectura!
Algún tiempo antes, a kilómetros de distancia, Neji se deslizaba por las orillas de un acantilado de mediana altura. Ocultándose entre las enredaderas y arbustos crecientes entre los escasos árboles a la vista. Junto a él, Tenten y Hanabi lo seguían de cerca, atentas a cualquier movimiento sospechoso.
Llegaron al costado, por dónde era fácil descender, deteniéndose para observar el espacio abierto. Hanabi señaló las pequeñas cabañas, con la nariz arrugada y una expresión moribunda debido a la vista que estaba ante sus ojos.
—En las cabañas centrales resguardan a los vivos. Son quince según mi conteo de ayer. Sin embargo, podría variar si han traído más o asesinados a otros.
—Trabajaremos como lo planeamos —expresó Neji entrecerrando los ojos, tratando de contener las oleadas de desagrado y el horror.
Los campos de concentración son, por decir menos, un infierno para los semidemonios. Las personas, ensangrentados, sucias y cansadas, caminaban de un lado a otro con cadenas en los pies, arrastrando suministros a carretas. Alrededor los vigilan Cazadores Hyūga, imponiendo tiranía en sus manos sosteniendo látigos con púas y varas de acero con la insignia del sol a rojo vivo. Cada vez que un semidemonio caía, se tropezaba o tan sólo emitía un ruido, los Cazadores se apresuraba a golpearlo con lo que tuvieran a la mano.
Había incluso niños. Eso perturbó a Neji y compañía. Porqué, al deslizar la vista, se toparon con la fosa común. Cadáveres apilados de mujeres, hombres, niños, jóvenes, de todo se acumulaba y nadie se molestaba en darles entierro. A causa de ello, la espesa energía resentida pululaba sin cesar.
Debían asegurarse que ningún otro cadáver se uniera.
El encontrar este asentamiento es una de las cartas de triunfo. En base los informes compartidos de las Alianza, una vez que los semidemonios son sometidos a la Flor de Medianoche y retirado los grilletes, en pelea equivalen a un monstruo capaz de arrasar con diez o más Cazadores al mismo tiempo.
Le es impensable concebir qué un pequeño niño será utilizado como máquina de guerra por el Clan que una vez fue su hogar.
Metió la inquietud en lo profundo de su mente y dio un par de indicaciones más antes de ponerse manos a la obra.
Desde este punto el plan era laborioso y sin posibilidades de pedir refuerzos a la Alianza ya que este lote de semidemonios serán llevados (a dónde sea que sea la base de Jiraya) y preparados para ser puestos en el campo de batalla.
La supervivencia tanto de estabilidad de la Alianza como de estos cautivos dependía de Neji, Tenten y Hanabi.
En total veinte guardias custodian la redonda. Neji derribaría a los que vigilan antes que llamasen a los demás, luego Tenten atraía a los semidemonios que yacían fuera de esa cabaña mientras que Hanabi preparaban la teletransportación. Le consumirá demasiada energía, así que apuntaron teletransportarse a un lugar cercano al territorio de los Uchiha y pedir ayuda adicional.
Preferían evitar pelea, y no es que a estas alturas estén apegados a los miembros de su clan (en el caso de los hermanos), si no más a una estrategia. Una vez se den cuenta que están ahí para salvar a los semidemonios no dudarán en utilizarlos de rehenes. Y ese fuera el caso, interminablemente alguien debía sacrificarse por el bien mayor.
Neji no permitirá que Tenten o Hanabi sean moneda de cambio. Adicional, Madam Mito también es un activo valioso a cuidar. Actualmente permanece bajo el cuidado de su padre (o, mejor dicho, de rehén para aplacar a Neji y Hanabi). Esto no impidió que los hermanos trabajaran en incógnito. Nadie debía descubrirlos. Así que asesinarán a los necesarios y someterán a otros antes de ser vistos.
En teoría aquellos eran sus planes.
Lamentablemente no contaron que hubiera un semidemonios controlado entre el grupo.
Fueron estúpidos. Debieron considerar esta variable.
Se confiaron y les costaría la vida.
Neji se llenó de un pánico que jamás imaginó experimentar cuando los inmovilizaron contra el suelo, especialmente a Tenten y a su hermana, ambas rodeadas de los Cazadores que se reían y escupían en sus caras. Diciendo que la pasarían increíbles antes de matarlas y arrojarlas por la zanja.
Un terror profundo enmarcó los huesos de Neji. Mató a la mitad de los Cazadores Hyūga, un acto inevitable, pero en medio de la afrenta capturaron a Tenten y Hanabi provocando así Neji destanteara y aquel semidemonio lo hiriera de gravedad. Añadiendo la mala suerte, lo forzaron a cerrar sus meridianos espirituales, quitándole su fuerza y medios de lucha.
Lo que los lleva al ahora, sometidos contra el suelo lodoso y lleno de sangre, tanto de los cautivos como de los que pretendían ser libertadores.
Nada de esto tenía sentido. Desde el inicio Neji debió apartarlas de sus planes, pero no hubo otra manera. Sus aliados se limitaron a ellos mismos y ocasionalmente a los Uchiha. Sin embargo, los mismo Uchiha eran pocos en número y todos luchaban en el frente.
La guerra es cansina. Elegir en que bando luchar es cuestión de intereses. Él eligió cuando su padre comenzó a ejercer una tiranía e interesarse por los objetos legendarios para someter a la comunidad Cazadora. Contrario a Madara, Neji no poseía un corazón malvado que se goza de ver sufrir a los demás. Se preocupa genuinamente por las personas bajo su mando y estima el pequeño Clan al que pertenece su prometida.
Y cometió un error, hace años, en creer que estos semidemonios eran criaturas débiles y nada peligrosas. No lo son adrede, por supuesto que no. Pero alguien como Jiraya y su padre, con una mente expansiva y maquiavélica, aprovecharon esa supuesta "debilidad" para convertirla en fuerza.
Por eso se encuentra aquí. Tratando de pagar una deuda a esta especie que subestimó. Y, quizás, costará tanto: propia vida.
Grita y se retuerce cuando lo agarran del cabello y lo alzan, obligándolo a ver con desesperación como arrastran a las dos mujeres heridas a la cabaña.
Neji nunca ha sido tan devoto a los dioses, a pesar de poseer un poder divino. Uno que fue otorgado por el dios Marcial que ahora es Emperador Celestial, Pei Ming también conocido como el General Ming Guang. Un modesto templo es lo único que hay en el territorio de los Hyūga, la familia principal se encarga de hacer ofrendas.
La única que vez que le rezó a este dios fue para agradecer por el poder heredado. No más.
Y la segunda vez fue ahora.
"Emperador Ming Guang..."
Ni siquiera logró formular el pensamiento cuando de pronto unos gritos inundaron el ambiente lúgubre.
Neji alzó de sopetón la vista, ensanchando los ojos de par en par tras ver la cabeza de los cuatro guardias que arrastraban a las mujeres rodar por el suelo. La sangre salpicando la tierra y los cuerpos emitiendo en ruido seco al caer.
Luego su atención se enfocó a otros cinco guardias que desenvainaron espadas, gritando sobre un aliado, pero Neji está muy seguro de que no había nadie adicional enterado sobre su plan. Y no comprendía como rayos esas cabezas rodaron ¡no había nadie a la vista!
Sus dudas pronto se aclararon. Los guardias que lo sostenían también fueron decapitados. Neji se forzó a rodar sobre su espalda evitando que cayeran sobre él. Se levantó a trompicones y corrió hasta Tenten y Hanabi, que intentaban alcanzar sus armas tras liberar sus meridianos espirituales.
—¿Se encuentran bien? —preguntó sin poder evitarlo. Nunca les quitó la mirada de encima, pero debía asegurarse.
Tenten asintió con un extraño alivio y terror combinados en sus ojos. Neji le apretó la mano, tanto de traerle un poco de tranquilidad a pesar de que él tenía los sentidos al máximo ante esta nueva amenaza.
—Ten.
Neji recibió su espada y abrió los meridianos. La energía espiritual comenzó a fluir trayéndole alivio y sus sentidos de alerta al máximo. Pronto miró a su alrededor y cayó en cuenta de la situación.
Los Cazadores estaban siendo masacrados de una forma rápida e impresionante. Una persona, mejor dicho, una mujer de cabellos rosados y ropajes rojos se desliza entre ellos fluidamente, con espadas en manos y movimientos elegantes que parecía estar en medio de un baile en lugar de una masacre.
Esa mujer utilizaba en ocasiones las manos, agarrando a un Cazador de la cabeza y separándola de su cuerpo sin miramientos. La sangre salpicada en el rostro no le molestó. Seguidamente giró al otro individuo y le atravesó el pecho con las garras, luego dio media vuelta y marcó un arco con la espada que cortó el cuello de un cuarto.
Así, sucesivamente y en menos de cinco minutos acabó con los Cazadores restantes. El último pereció bajo la suela de su zapato, un pisotón en particular y el último grito de dolor desapareció en ese mismo instante.
—Los Cazadores de hoy en día son tan débiles, no sirvieron ni siquiera de calentamiento —expresó dicha mujer con un deje de aburrimiento.
Un rugido irrumpió sus comentarios sueltos. Le dedicó media mirada de soslayo al semidemonio que venía corriendo a su dirección. Ante el ojo humano ella desapareció en un borrón y se vislumbró de un segundo a otro frente al semidemonio.
Con la misma facilidad lo sometió, hasta dejarlo inconsciente. El viento de primavera que acudió revolvió los cabellos y ropajes de todos, la sangre en charcos creó ondas y el silencio se extendió. Neji se mantuvo tenso, con la espada en alto esperando la reacción de esa mujer.
Finalmente, ella se viró por completo a los únicos que permanecieron de pie en medio del desastre, y así lograron ver su rostro.
Tenten y Hanabi jadearon de asombro.
—¡¿Sakura!?
—¡¿Señorita Sakura!? ¡¿Está viva!?
—...
Neji únicamente miró tratando de estimar si también los matará.
La aludida enarcó ambas cejas mirándolas con un deje de intriga hasta que una comprensión arrastró su semblante.
—Tenten y Hanabi, las recuerdo. Y también a ti, cabello de princesa.
—Mi nombre es Neji —espetó con frialdad él habiendo determinado que hay una probabilidad mínima que Sakura los lastime. Bajo la espada, pero no se atrevió a soltarla, por si acaso.
Seguía lidiando con el repentino shock de toparse con Haruno. Los rumores habían circulado recientemente: ella regresó de la muerte como fantasma en busca de venganza, los más osados decían que en realidad se mantuvo oculta en la Villa de Fuego y hasta ahora decidió aparecer.
Sea cual sea la verdad, nadie lo esperaba.
—Como sea, no es que me interese recordarlo. —Sakura se encogió de hombros y retrajo sus espadas hasta que se convirtieron en anillos que adornan sus dedos.
—Debo preguntar ¿qué haces aquí? —inquirió de inmediato Neji.
Antes de recibir respuesta, Tenten le dio un pequeño golpe en el hombro que lo resintió hasta los huesos por las heridas. Casi fulmina con la mirada a su prometida, pero la expresión de ella era un más terrorífica, las palabras murieron en su boca abruptamente.
—Deja las cuestiones y primero agradece, que si no fuera por su intervención ya estaríamos muertos —regañó Tenten, y con las piernas algo temblorosas, se obligó a levantarse con ayuda de Hanabi y así encarar a Sakura—. Agradezco en nombre de los tres que nos hayas salvado. Sin duda alguna te debemos una.
—Sí, le agradecemos, señorita Sakura —expresó Hanabi con una pequeña reverencia y agregó un tanto emocionada—. Me alegra saber que sigue con vida.
Sakura dijo inexpresiva: —No le deben nada. Y en realidad, estoy muerta.
—¿Qué...?
Sin dar explicaciones, dio la media vuelta en camino a la cabaña por dónde se asomaban algunos semidemonios, temerosos a lo que encontraran afuera. Jadearon y temblaron ante los cadáveres mutilados a su alrededor.
Neji la siguió con la vista, desde ahí observó a Sakura intercambiar un par de palabras con el hombre que se asomó. El alivió y esperanza fue notable en el hombre mientras hacía señas a los del interior y pronto comenzaba a salir, algunos apoyándose de otros o cojeando debido a heridas mayores.
Mientras tanto, Tenten se aseguró de ofrecer tratamiento básico a Neji evitando que se desangrara. Si bien no moriría, lo prudente sería tratarse adecuadamente. Al elevar la vista, se percató que Sakura no estaba por ningún lado. ¿Se habrá marchado?
Otra vez, la respuesta la impresionó. Y no solamente a él. Escuchó un jadeo de Tenten y Hanabi cuando fijaron su vista en dirección a la fosa común, y de ahí venía caminando Sakura rodeada de energía resentida, cuál se adhirió a su cuerpo y absorbió como si no fuese nada peligroso, al contrario, una práctica del día a día.
Para cuando la pelirrosa estuvo de vuelta frente a ellos, no había rastro de energía resentida que la rodeara ni sangre en su cara o vestimentas.
Neji no sabía ni por dónde comenzar a indagar.
—Estoy en la obligación de preguntar ¿qué pretenden hacer ahora? —Sakura los encaró de frente—. No quedaron testigos de su traición y pueden regresar como si nada hubiese ocurrido. Aunque esas heridas serán una molestia justificar.
—Nuestro plan inicial era que no nos descubrieran. —Tenten tomó la palabra, explicando su situación con más palabras.
Al terminar, Hanabi intervino con cierta insistencia mientras se venda el brazo herido.
—Sin embargo, hay algo no me deja en paz. Las pistas que nos condujeron resultaron muy vistosas, como si alguien nos estuviese guiando hasta acá.
Tenten torció los labios.
—También me di cuenta de ello. Mientras más buscaba, más encontraba.
—Es una posibilidad, pero si es así, alguien dejó las pistas adrede —comentó Sakura en tono pensativo y un deje de desinterés vistoso— y planeó un asalto para eliminarlos.
—Explicaría porqué había un semidemonio controlado cuando ayer no estaba —concluyó Neji, frotándose el rostro.
Desde aquí no es descabellado pensar que les tendieron una trampa. Es seguro que sus motivaciones no resultaron del todo secretas, debió revelar algún indicio para que Jiraya lo consideraran poco de fiar. Dejaron migajas de este campo de concentración y colocaron a un semidemonio contralado, esperándolos. Sacrificaron a algunos Cazadores ¿y qué? Eliminarían con creces al heredero de los Hyūga, con ello, una espina menos en el costado.
¿O es más cruel pensar que la trampa la colocó su propio padre?
A estas alturas, es una posibilidad muy alta.
Un chasquido le lengua interrumpió el pensamiento conjunto de los tres. Era Sakura, descruzándose de brazos con una expresión de lo más aburrida.
—Sí, es una lástima. Busquen lamerse las heridas emocionales después. Sasuke los espera para conversar sobre sus decisiones próximas —reveló sonando tan desinteresada sobre la situación de ellos, y a su manera siendo considerada al no forzarlos.
—¿Nos espera?
Haruno agitó las manos, el tintineo de los brazaletes y las joyas que traía encima añadieron un aire misterioso a su alrededor, pero no compensó del todo la irritación que la embarga.
—Dejemos algo en claro: quien planeó el ataque tenía mucha confianza en que morirían. Lo que significa que espera encontrar sus cadáveres aquí. Lo cual no ocurrirá, pero se dará cuenta que todo el campo de concentración fue aniquilado e incluso los cautivos desaparecieron. Pensarán qué ustedes tuvieron éxito y se marcharon. Aquí tienen dos opciones: regresar a su clan y morir en el acto, o ir con Sasuke y sobrevivir.
Dejando las cartas claras, Sakura hizo un ademán.
—Lo que elijan me da igual. De todas maneras, me llevaré a los semidemonios y los pondré a salvo.
Los hermanos Hyūga y Tenten se miraron entre sí, indecisos. Ciertamente los asesinarán apenas regresen. Haruno tenía razón, y las opciones no eran precisamente las más favorables. En ambas tanto Mito y el clan de Tenten peligrarán.
La primera opción será una muerte segura para todos.
La segunda trae esperanza, por mínima que sea. Sasuke ha demostrado ser una persona honorable que aceptó este trato pase a las acusaciones (sin verdadero calor en sus palabras) que Neji señaló a los semidemonios de asesinarse entre sí.
Si hay alguien que le dará el beneficio de la duda, es Uchiha Sasuke.
(Vagamente se cuestionó que le haría Haruno si lo supiera).
Por otro lado, le causa mucho ruido que apareciera repentinamente Sakura asegurando que Sasuke espera hablar con ellos. Apenas ocurrió este altercado ¿cómo sabrá Sasuke la situación actual? A menos que los semidemonios tengan una manera de comunicarse telepáticamente con los Cazadores, no hay forma.
Lo estimó por unos momentos más, y, tras mirar a Sakura, llegó a la conclusión que no tenía motivos para mentirle o que buscara asesinarlos. Primero que nada, no recuerda haberla ofendido de gravedad; segundo, si los quisiera muertos no se habría tomado la molestia de salvarlos.
Se rindió con el peso sobre sus hombros.
—Iremos con Sasuke —expresó Neji tras confirmarlo con Tenten y Hanabi.
Sakura murmuró un "tardan demasiado" y rebuscó en los pliegues de su kimono algunos papeles talismanes. Sin reparos se mordió el dedo índice y con su sangre trazos kanjis. Es de muy mal gusto y práctica trazar así los talismanes. Sin embargo, Haruno no le importó y dijo que los enviará a la ubicación exacta mediante talismanes teletransportadores, no debían preocuparse, ella será quién emplee la energía espiritual.
A tientas observaron el cuello descubierto de la semidemonio que ya no poseía los grilletes malditos. La piel libre de cualquier tatuaje que le impidiera acceder a la energía espiritual de su núcleo. Intuyeron que, al ser libre, tanto su poder como maniobra se intensificó si la masacre que presenciaron antes les dice algo.
Esto no borra el hecho que hace cinco años era igual de poderosa. Lo demostró en el Bosque de la Muerte al salvarlos a todos al convocar fantasmas y luchar codo a codo con Neji para atrapar a Mei, un fantasma rango Ira.
—A todo esto ¿cuándo regresaste o estuviste todo este tiempo con Sasuke? —inquirió dudosa Tenten una vez que Sakura terminó los talismanes y les indicó que se juntaran.
—Se los dije, morí —siguió insistiendo aquella persona de aspecto mortífero y piel de porcelana, cuyos ojos se tiñeron rojos cuando les sonrió mostrando el indicio de unos colmillos— y regresé hace poco. Debieron escuchar de mí, o bueno, de mis actos.
—¿Actos? —Hanabi parpadeó, confusa.
—Cazadores que murieron destazados, algunos Yamanaka, otros de clanes afines, los últimos Hyūga —enumeró desinteresada dándole a cada uno un talismán mientras hablaba.
Los ojos castaños de Tenten se ensancharon y Neji achicó los ojos recordando los diversos reportes apilados en la esquina del escritorio. Los que relatan que cada Cazador Hyūga enviados a un pueblo fronterizo jamás regresó, palmándose con casos similares de Cazadores de demonios asesinados brutalmente por un espíritu que los locales se referían como "Yurei". Su presencia era marcada por el sonido de una flauta y el característico aroma a flores de cerezos.
Neji dio un vistazo a la flauta oscura descansando en la cintura de Sakura.
¿Será posible que dicho espíritu y Sakura sean la misma entidad?
Hay una forma de averiguarlo: preguntar directamente.
—¿Mataste a todos esos Cazadores?
—Solamente a quienes participaron en el asedio de mi hogar —aclaró ella sin esconderlo—. Regresé por venganza y ¡sorpresa! Me topé con una guerra en curso entre Clanes. Que ironía.
Se interrumpió a sí misma tras pararse a una distancia prudente frente ellos, sosteniendo su propio talismán. Les dio una mirada larga y contemplativa.
—En realidad, debo pedirles un favor —dijo antes de que pudieran continuar cuestionando sobre su paradero anterior
—Si está en nuestras manos, con mucho gusto —se apresuró a decir Tenten.
—Después de todo, nos salvaste la vida. —apoyó Hanabi.
—... —Neji seguía sin palabras de esto, pero no es desagradecido, murmuró una afirmación.
—No le digan a Sasuke cómo aniquilé a los Cazadores.
Nadie pudo evitarlo. Enarcaron cejas de impresión y llenas de consternación. Sakura se mantuvo seria.
Neji no pudo evitar ser sarcástico: —No soy quién para decirte que es no nada ético mentirle a tu interés amoroso sobre los alcances de tu crueldad.
Sakura le dio una mirada sucia.
—Déjame aclarar que él conoce a la perfección de lo que soy capaz. Ya lo ha visto y lo acepta por alguna recóndita razón. Simplemente no quiero preocuparlo —expresó con un tono frío—. Por mi pueden decirles que ustedes asesinaron a todos los Cazadores, no habrá diferencia.
—Es seguro que no nos creerá —suspiró Hanabi.
—Lo que sea. Sólo no le digan como lo asesiné.
Y con eso activó el talismán y los tres fueron víctimas de la espiral que los engulló sin previo aviso.
La próxima vez que estuvieron despabilados, se encontraban en medio de una habitación parcialmente alumbrada por velas. Parpadeando en dirección a dos siluetas silenciosas que los miraban, una de ellas la reconocieron como Sasuke (que después de no verse en cinco años, sus rasgos cambiaron) envuelto en ropajes elegantes y oscuros, acentuando el aura imponente que siempre le perteneció. Y junto a él estaba...
—¿Sakura? —inquirió Tenten frotándose de la cabeza—. ¿Cómo es que estás aquí también? ¿No dijiste que te encargaría de los semidemonios?
—Quién les envió de regreso fue mi clon —dijo esa Sakura que, tras sus palabras, tanto Tenten como los hermanos Hyūga se quedaron mudos de la impresión.
¿Un clon? ¿Dijo que los envío un clon?
¡¿Cómo es posible!?
Sus expresiones de estupefacciones fueron ignoradas. Sakura se colgó del brazo de Sasuke, ladeando las pestañas a su dirección. Inclusive su expresión cambió drásticamente a una suave y llena de entusiasmo.
—Los traje tal como querías —lo dijo con voz melosa y llena de anticipación.
Los ojos de Sasuke se ablandaron y le dio una caricia fugaz en la mejilla con sus nudillos.
—Gracias, Sakura.
Haruno parecía un gato acicalándose con ese gesto. Mostró una sonrisa encantada y luego soltó a Sasuke para entretenerse con Momo colgando de su hombro.
Uchiha se giró a los recién llegados que los veían con la boca ligeramente abierta (en el caso de Tenten y Hinata) y algo de vergüenza ajena (en el caso de Neji).
—Ha pasado mucho tiempo, pero me alegra que estén bien.
—Todo es gracias a la señorita Sakura —alegó de inmediato Hanabi—. Nos salvó en el último momento.
—Soy consciente de su situación actual —expresó Sasuke y les indicó que se sentaran en las sillas con un gesto—. Antes que nada, déjenme ayudarles a tratar un poco sus heridas pasándoles energía espiritual. Deben estar exhaustos.
—No dijiste que les darías energía espiritual —comentó de pronto Sakura haciendo un puchero detrás de él.
—Vinieron aquí sin antes atenderse adecuadamente. —Sasuke la miró sobre su hombro—. El dolor no será ameno para conversar.
Sakura arrugó el ceño.
—Tú eres el que no descansaste lo suficiente.
—Nimiedades, estoy acostumbrado.
Esta pequeña afrenta terminó con Haruno haciendo otro puchero antes de acercarse a los tres y tras unas palmadas, darles una cantidad abundante de energía espiritual. Callaron sobre lo impresionante del asunto: Sakura hizo una especie de clon, creó talismanes de teletransportación que consumen grandes cantidades de energía espiritual, y no bastando con eso, les dio una porción considerable a cada quién.
Alucinante. ¿Será verdad o mentira que Sakura murió y regresó como un fantasma o es su fuerza potencializada debido a la ausencia de los grilletes?
—Listo, guarda tu energía espiritual —expresó ella con una expresión de suficiencia.
Contrario a lo que cualquiera pensaría, Uchiha dejó escapar una ligera risa mientras negaba con la cabeza, un tanto resignado a sus actitudes.
—De acuerdo.
Después todo rastro de amenidad abandonó su rostro al girarse a ellos. No era grosero, simplemente era sereno y cortés. Rebuscó en su interior otros talismanes que aprendieron a reconocer como el Revelador de Identidad.
El trío parpadeó hacia los talismanes.
—Primero que nada, verificaré que ninguno de ustedes posea la flor.
La agitación es visible dentro de la carpa en cuanto el trío Uzumaki (conformado por un cansino Minato que hace lo imposible para no aparentarlo, Karin con el ceño fruncido y un Naruto tan desinteresado de su entorno) arribó en medio de la noche.
—¡Definitivamente te volviste loco!
—¿¡Te atreves a traer contigo a una asesina de Cazadores!?
—¡Es el enemigo!
Intercambiando miradas confundidas, el trío observó el panorama.
Era surrealista qué más de la mitad de los presentes estén agazapados al otro extremo de la carpa, mientras que una pequeña parte permaneciera cerca de las personas que son el centro de atención y reclamos.
Ahí, imperturbable, Sasuke les dedica una mirada dividida entre la ironía y seriedad, que solamente alguien que lo conoce un poco sabrá identificar. Junto a él, Sakura estaba de brazos cruzados y mostraba una sonrisa traviesa y llena de intención.
Los Uzumaki se acercaron a Gaara que yacía cerca, observando lo que se desarrolla frente a él sin ninguna pizca de intención en intervenir. Por el contrario, Shikadai estaba a medio paso de adentrarse a esta afrenta, pero siendo detenido por su padre.
—¿Qué sucedió? —indagó Minato.
Fue Gaara quien respondió con tono desinteresado: —Sasuke entró con su invitada y los Yamanaka junto a la mayoría de los Clanes Menores tienen algo que objetar al respecto. Ya que Sasuke dijo que estará escuchando y, posiblemente, opinando en la reunión.
—Entiendo la situación de la señorita Haruno, pero no sabemos sus motivaciones en esta guerra —expresó Shikaku mirando en dicha dirección. Luego parpadeó hacia Sasuke y regresó a Minato.
Karin opinó con certeza: —Conociendo el carácter de Sasuke, no la traería aquí si fuera peligroso para los planes de la Alianza. Además, recordemos que Sakura atacó solamente a Cazadores qué destruyeron su hogar.
—Más que nadie ha de estar cansada de tantas afrentas —expreso Shikadai arrugado el ceño. En los años transcurridos sus rasgos se afilaron dando paso a un joven apuesto—. Y seguramente avivar a los demás líderes no sea su plan.
Ajeno a esta conversación, Sasuke entrecerró los ojos en dirección a las espadas desenvainadas. Especialmente a la de Ino. Desde un inicio le advirtió a Sakura sobre la presencia de Sai e Ino, pese a todo, el acuerdo que hizo sigue vigente. Sin embargo, no detendrá a Sakura si decide asesinarlos aquí mismo.
(Pero, por supuesto, Sakura dijo de una manera inquietante que es muy piadoso matarlos rápido. Sasuke tiene teorías sobre los próximos planes que tiene para este par).
Mientras tanto, Sakura se rio sardónica y llena de malicia.
—Yamanaka, parece que no fue suficiente nuestro último encuentro. Me desafías tan abiertamente a pesar de nuestra notable diferencia de poder.
—¡Atacaste a mi hija sin razón alguna! —alegó Inoichi agitando la mano, la espada envainada junto a Ino—. Es imperativo detenerte antes de que hieras a otro Cazador inocente.
—¿Cazador inocente? —Sakura enarcó una delicada ceja. La expresión de su rostro seguía siendo la misma, pero sus ojos reflejaron una furia silenciosa—. Ese par de escorias qué proteges lideraron el ataque a mi gente. Personas que vivían pacíficamente y no hacían daño a nadie.
—Yo no ataque a tu gente —se ensañó Ino mostrando los dientes—. Y no tienes pruebas para demostrarlo.
—Seguramente mi testimonio y la de los sobrevivientes no valga nada ante ustedes —espetó Sakura la verdad universal, la opinión que tenía la mayoría de los presentes.
Sasuke lo sabía con certeza, desde que se unió a la Alianza pactando un trato lo único que querían ellos era su colaboración tratando de apaciguarlo con la promesa que investigarían sobre el asunto. Está seguro de que Inoichi maquillaría pruebas y mentiría en el proceso así desestimando la veracidad de sus palabras como mentira.
Empero, nadie esperó la variable inesperada: el regreso de Sakura.
Para el mundo, ella estaba muerta y reducida a cenizas.
Para Sasuke no era muy diferente su estado. El hecho de que regresara era una sorpresa en todos los sentidos.
Sakura continúo hablando: —No me interesa que la sociedad lo reconozca, me basta con que ustedes y yo sepamos la verdad, aunque la nieguen.
Ino dio un paso al frente abalanzando la espada de forma amenazante.
—La última vez fue un ataque repentino ¡esta ocasión no será igual!
Y se enfrentó a la Calamidad.
Antes que cualquiera pudiera intervenir, Sakura se adelantó y detuvo la espada con solamente agarrar la hoja afilada con su mano desnuda. Jadeos impresionados embargó en los líderes al mirar que ni una gota de sangre escurría por los dedos.
Ino estaba ligeramente aterrorizada. Había una tensión en el aire, misma que el instinto decía que si tan sólo te movías un centímetro morirías. Esa tensión se avivó ante la sonrisa filosa de la Calamidad revelando un par de colmillos amenazantes que no habían estado ahí antes.
—Si no puedes lidiar con las consecuencias, mejor no provoques al demonio.
Apretó la mano alrededor de la espada haciéndola añicos.
Una exclamación colectiva se avivó en el corazón de los espectadores. Los trozos de esa arma espiritual de primera clase desparramados en el suelo, con su portadora ensanchando los ojos azules de par en par, ahogando un grito de desesperación al retroceder a trompicones.
Un Cazador sin su arma, en la mayoría de los casos, no es nada.
Ino puede ser una de las mejores de su generación, pero sus habilidades son máximas portando un arma consigo. Al contrario de Sakura, incluso antes de ser un fantasma, ella estaba versada en lucha con todo tipo de armas. Un estilo de pelea sucio y brutal. Ella misma era un arma, cada extensión de su cuerpo e intensión de sus movimientos irradian peligro.
Lo demostró en el presente tras romper una espada espiritual con solamente tocarla.
Ella alejó la mano sin ninguna pizca de sangre. Un gesto tan mortal y expresando la insana diversión en sus ojos verdes. Tal gesto estremeció a todo aquel que le tenía una aberración.
—¡Destruyó la espada con solo apretarla!
—¿Cómo es posible...?
—Los grilletes, ¡ya no tiene los grilletes malditos!
—Por los dioses...
—Alégrense los dos —espetó Sakura dándose la media vuelta para darle la espalda—. Hoy estoy de buen humor y no haré nada en contra suya. Como dijo mi estimado líder Uchiha, simplemente soy una oyente.
Sí, una oyente que dejó en claro su posición desde este instante.
A pesar de la antigua exhibición, Sai, que se mantuvo extrañamente silencioso, de pronto alzó su voz: —¿Oyente? ¡Destruiste la espada de Ino!
No lo resistió. Sasuke le propinó una mirada tan amenazante provocando que cualquiera a su alrededor se alejara un paso discretamente. La furia en sus ojos era tanta que se sintió en el aura que exudaba.
—Primero provocaron a la señorita Haruno —espetó Shikadai habiendo interferido ignorando las reprensiones de su padre, hastiado de la situación. Todos los pares de ojos se viraron a él. Especialmente la mirada de Sasuke, un tanto impresionado por este repentino apoyo—. Es normal que ella responda en defensa.
—En lugar de buscar pelea deberían estar agradecidos —alegó Karin girándose al resto, admitió de forma brusca: —Ella decidió ser neutral, respetando el trato de Sasuke hizo con ustedes en lugar de asesinarlos aquí mismo. Honestamente no la habría retenido. La intención de ustedes nunca estuvo en apoyo con Sasuke.
—Joven Maestra ¿está insinuando que cree en las acusaciones del líder Uchiha? —expresó un líder menor en todo escéptico. Varios murmullos externando el apoyo—. Ino y Sai son Cazadores ortodoxos, reconocidos por su fuerza y moral. ¿Por qué molestarse en atacar un simple asentamiento de semidemonios?
De un momento a otro ya no era una reunión pacífica para planificar las siguientes estrategias contra los Hyūga. Se convirtió en afrenta sobre un caso que bien pudo resolverse al final de la guerra con un juicio general en los involucrados. Uno que los llevaría directamente a enfrentar cargos.
Mismas personas conocían sus delitos y nunca lo reconocerán. Por eso mismo se debaten ahora.
Y Sasuke no soportó el callarse sus pensamientos.
—Estimado líder, el que cuestione ahora externa que aceptó mis términos únicamente por beneficio propio y demuestra que nunca tuvo intención de apoyar la investigación —dijo en el espiral de la habitación, en que las voces repentinas se acallaron ante la verdad dicha que la mayoría pensó y no se atrevió a decir en voz alta.
Varias miradas incómodas se desviaron, otras toses forzadas surgieron. Ojos que ya no tenían el mismo calor que antes. Es lo que buscó Sasuke: redirigir la atención a sí mismo. No permitiría que los Cazadores lanzaran comentarios hirientes y desestimen a su prometida.
En el pasado, si bien tampoco se quedaba callado, ahora con su estatus están obligados a escucharlo y considerar el peso de sus próximas palabras si no quieren ofenderlo. No es ingenuo. Desde el principio lo supo. Lo aceptaron por su gran poder con las barreras, en el mejor de los casos él utilizaría dicha habilidad para protegerlos.
En el peor, se rehusaría. Pero mientras tanto, ya consiguió la vía para erradicar la Flor de Medianoche. Motivo por el que todos están presentes. De alguna u otra manera no han llegado a ese punto, y todo por el antiguo prejuicio hacia Sakura. Tampoco es que haga oídos sordos a los asesinados, sabe los motivos detrás. Y puede ser un poco mezquino e inmoral, pero no se horroriza sabiendo en lo que participaron dichos Cazadores.
Una vez lo dijo, la sociedad no les dio a los semidemonios una justicia digna. Ahora mismo esa justicia se materializó en un verdugo que va tras sus cabezas.
Una risa repentina resonó en el fondo, justo dónde Sakura se había apartado de los ojos curiosos y jugaba con Momo. Obtuvo de nuevo todas las miradas.
—¿Cuál es el motivo de tu alegría, semidemonio? —criticó Sai furioso, apretando los puños.
Cada vez que lo veía Sasuke sentía una furia inexplicable que apenas era contenida, se apacigua un poco tras ver el parche sobre uno de sus ojos y notar la cojera al andar. Secuelas que lo seguirán por el resto de su vida.
—Oh, déjame corregirte. Ya no soy una semidemonio —alegó Sakura encogiéndose de hombros y mostrando esa sonrisa falsa y llena de sorna confundiéndolos—. Así que dime "hey, tú" o también puedes decirme por mi nombre.
—O mejor aún "hey, asesina de Cazadores" —alegó otro Cazador más valiente como si no hubiese visto la exhibición de antes.
(Secretamente, Karin, Naruto, Gaara y Shikadai se preguntaron su los demás eran estúpidos o ingenuos en provocar así a la pelirrosa).
La sonrisa de Sakura se agrandó y aplaudió sonoramente.
—¡Exacto! Pero ten en cuenta que el asesinar a los Cazadores simplemente fue una venganza personal. Debo preguntarte ¿alguna vez atacaste mi hogar?
—¡Por supuesto que no! —alegó de inmediato ese Cazador al ser repentinamente cuestionado y tener los ojos de Sasuke sobre él—. ¡No tendría razones!
—No, claro que no. Si hubieras estado ese día habrías perecido bajo mi espada en ese entonces o muerto en mis manos hace un par de semanas —aclaró Sakura.
Sus palabras se volvían cada vez más claras a medida que seguía y seguía hablando.
—Concluyendo, no tuviste razones de atacarme a menos que te diera una. Y mi hogar nunca dio razones. Nos colocaron grilletes que nos impedían utilizar energía espiritual. ¿Qué más haríamos que arar campos y criar animales?
—Los grilletes pudieron ser ineficientes ¡tú era más fuerte que los semidemonios promedio!
—Solamente hice lo que todos ustedes: entrenar. La diferencia es que mi maestro es uno del puñado de Inmortales que camina sobre el Reino Mortal ¿o ya lo olvidaron? —La expresión lívida de la mayoría le dio la razón—. ¡Oh, imposible! ¡Lo hicieron!
Soltó otra risa, encantada y despiadada. A Sasuke le gustaría apreciar esa risa y señalar los efectos que ahora tenían sobre él. Una risa con tintes de ironía y deje de burla. Hace que sus ojos verdes se entrecierren ante la anticipación de acorralar a una presa, un cazador que está a punto de asestar un golpe importante que decidirá si la presa vive o muere.
Sasuke cerró sus propios ojos tratando de serenarse. No es un buen momento para pensar en los sucesos candentes de su habitación.
Retomando el tema en cuestión. Sí. La mayoría dejó de lado que Haruno Sakura fue la discípula principal del Inmortal Yugure. Con el pasar de los años y la noticia de su supuesta muerte los dejó momentáneamente aterrados ante la perspectiva que apareciera el Inmortal en persona y dejara caer su furia contra los Clanes. Nunca ocurrió y se sintieron aliviados.
Después surgieron rumores que en realidad esa semidemonio usurpó un puesto que jamás fue suyo, como ser discípula de un Inmortal y toda esa exhibición de la espada fue una pantomima de mal gusto. Así concluyeron que en realidad nunca hubo una relación entre los semidemonios y el Inmortal Yugure.
A Sasuke le hubiese gustado acallar esos rumores diciendo que en realidad Sakura es hija del Inmortal y añadir que Ryuichi es una Calamidad, el Quinto Rey Fantasma para ser exactos.
Nunca lo hizo por respeto a Ryuichi (pero ganas no le faltaron).
—Olvidaron mis orígenes, mis palabras y mis intenciones. Su sociedad se encargó de enterrarlo y tergiversar la verdad porqué es más fácil ignorar el problema que solucionarlo. —Se dirigió esta vez a Ino y Sai, de pie junto a Inoichi. Sus ojos verdes nunca se apartaron de ese par de Cazadores. Ellos también tenían expresiones duras y llenas de advertencia—. A diferencia de la mayoría, ustedes tuvieron razones para atacarnos.
Con anticipación Sasuke buscó una posición cómoda. Esto será una masacre, pensó relativamente fascinado. Desde hace rato tuvo esa sensación que ocurriría uno de los siguientes dos escenarios: o Sakura decidía jugar con Ino y Sai o atacaba de frente con esa intención magistral.
Tal parece que es momento de sacarlos del juego. Las sospechas antiguas resurgían, sobre todo tras las misteriosas palabras que dijo Sakura en la cabaña mientras esperaban a Neji y conversaban lo que podría surgir en esta reunión: «Los Yamanaka no son de fiar». La manera en que lo dijo, con mucha seguridad, trajo a Sasuke algunos escenarios y situaciones muy peculiares.
Por ejemplo, que los Yamanaka fueron los últimos (antes que los Uchiha) en unirse a la Alianza. Al igual que son el único Clan con muertes relativamente mínimas, esto sin contar a los Uchiha cuyos Cazadores son los más fuertes entre todos (comentarios a regañadientes de los mismos Clanes).
Hay motivos para que Ino decidiera ser parte del ataque a los semidemonios con el asunto de la venganza por su abuelo y engatusar a Sasori. Además, con la cantidad de Cazadores que llevaron para atacar a los semidemonios es impensable que Inoichi no se percatara de las andadas de su hija.
Esto y entre otras situaciones de las que desconoce, pero afirma su creencia que Sakura las conoce.
—Para empezar nadie sabía dónde estaba ese asentamiento ¿cómo podríamos nosotros atacar un lugar del que se desconocía su ubicación? —exhibió su punto Ino habiendo recuperado su voz—. Es incongruente.
En este momento no era una batalla de fuerza, sino de intelecto. Quién expusiera las razones verdaderas ante todos, guiando una opinión para sí, ganaría. No importaba si Sakura fuera una Calamidad, si Ino la vencía con palabras, no se recuperaría.
O eso creía la mayoría.
(En su corazón, Sasuke sabía que no importaba si Sakura dejaba en claro su punto o no, más tarde buscará una manera en destazarlos. Tanto figurativamente como literalmente).
Pero hay una razón de enfrentarse públicamente.
Al enfrentarse tan abiertamente, los Cazadores se hicieron a un costado dejando un espacio extenso, un pasillo sin ninguna alma en la que los involucrados podían verse a los ojos sin obstáculo. A pesar de los metros que los separaban, Sakura nunca apartó los ojos verdes de los asesinos de su familia. Sus manos sostenían a Momo que lo colocó paciente sobre el hombro.
Esa imagen debería quitarle credibilidad a su postura, pero en cambio, que un animal espiritual estuviera cómodo con ella, erizaba los bellos a la mayoría.
—Lo sería si la persona a tu lado no hubiera confabulando con Jiraya, quién atacó la Villa de Fuego al mismo tiempo que ustedes atacaron el asentamiento. Es mucha coincidencia ¿no lo crees? —tarareó comenzando con especulaciones vértebras certeras—. Jiraya, como recipiente, es un hombre meticuloso y paciente. Indra, su alma, es un hombre sin escrúpulos que no estima vida para alcanzar sus objetivos y extrañamente el asentamiento y la Villa de Fuego eran dos objetivos ¿y sabes por qué?
A medida que estas palabras salían de sus labios, retomó un camino de regresó a Ino y Sai, a paso lánguido y calmo presagia una tormenta.
—El asentamiento resguardaba el Orbe del Sol y la Villa de Fuego la mitad del Espejo de la Verdad.
Otros cuchicheos y jadeos inundaron la sala. Es conocimiento común sobre la existencia de que las reliquias de Amaterasu son objetos que Madara y Jiraya codician, al igual que dicha mitad del espejo estuvo bajo la protección de los Uchiha. Nadie supo sobre el Orbe del Sol hasta hace poco que Sasuke declaró tener bajo su resguardo el Orbe; pero nunca se mencionó donde estuvo después del ataque a Flores Danzantes.
Jamás sospecharon que antes estuviera resguardado en el asentamiento.
Varias cabezas comenzaron a conectar puntos.
—Primero enviaron un demonio Reska para aniquilar Flores Danzantes, y luego mandaron otro hacia el Monte de las Ánimas como experimento para verificar que se podía eliminar los cabos sueltos. Al no regresar, concluyeron que la barrera lo purificó y enviaron el segundo Reska, entonces se toparon en realidad el asentamiento de semidemonios aniquiló a ambos.
¿El Reska? Oh.
La comprensión de Sasuke se extendió. Por supuesto. Lo había olvidado por completo. Los dos Reska con los que los semidemonios tuvieron que lidiar cuando se reencontró con Sakura. Rememorar esos días en que su prometida lo veía con ojos sospechosos y un deje de advertencia le traía un sabor nostálgico, lejos de toda la problemática actual.
—Fue un golpe de suerte descubrir el asentamiento, y más el toparse con la barrera impenetrable que la protegía. Hecha en base a sangre del Inmortal Yugure. Lo dejaron de lado porqué no teníamos nada que les interesara, pero cuando arribó Hinata con el Orbe del Sol y obtuvieron esa información, fue cuestión de planear una fachada.
A medida que su monólogo se extendía, la habitación caía en una súbita comprensión y silencio ensordecedor.
Las manos de Sakura permanecían unidas detrás de su espalda recta, mirada penetrante y voz despiadada: —¡Qué conveniente que Indra haya luchado contra mi maestro antes y recabara su sangre! Fue fácil dárselo a un chivo expiatorio y que hiciera el trabajo sucio.
Finalmente, Sakura se detuvo a unos metros lejos de los Yamanaka y Sai. A la vez la habitación se percibió sofocante.
—Pero lo que más me intriga en todo el asunto, es que la mayoría de los Cazadores que maté eran Yamanaka o Hyūga utilizando vestimenta de otros Clanes —alegó ladeando el rostro con desagrado—. Si hubiese grabado la insignia y no sus rostros, habría dirigido mi ira a personas equivocadas. De esa manera, me convertiría, sin darme cuenta, en su aliado que reduciría la fuerza de sus oponentes. Lastimosamente para ustedes, soy bastante capaz de diferenciar rostros.
Otra ola de emociones se agitó en la sala. Varios pares de ojos dirigiéndose a los Yamanaka que, a este punto, Inoichi apretaba la mandíbula tratando de pensar una manera en contrarrestar sus palabras e Ino cada vez se ponía lívida y asustadiza. Por su parte, Sai apretaba los puños y una sombra oscura asomaba su expresión.
Poco a poco la opinión general comenzó a cambiar. Que los Yamanaka fueran responsable de la muerte de los semidemonios era un asunto, pero que intentaran incriminar a otros clanes, ya entraba la relación política de los mismo Clanes.
—Si estos hechos no demuestran que desde el inicio todo el Clan Yamanaka estaba al tanto de los planes de Jiraya y Madara ¿qué más pruebas necesitan para reafirmar que los que llaman justos no son más que basuras hipócritas?
Y aquí, justo en el momento. El pensamiento colectivo trajo a colación las ocasiones en que los Yamanaka se retiraban antes de tiempo de las guerras "perdiendo" territorio cuando en realidad lo estaban cediendo a los Hyūga. De la renuencia en participar en el frente y se mantenían en la retaguardia "ayudando" a otros campamentos.
—Desde hace años sabían que llegaría el día en que Jiraya o Madara armarían una guerra de esta magnitud para hacerse de los objetos sagrados y de paso someter a los demás Grandes Clanes —concluyó Sakura sus especulaciones entrecerraron los ojos. Más que ideas sin sentidos, con tan poca información logró armar este escenario que sabía a una verdad pura. Los Yamanaka no intentaban renegar y nadie se atrevió a interrumpirla—. Y decidieron apostar por el que tendría más poder con tal de asegurarse que su Clan fuera el único en quedar en pie después de la guerra y jurarle lealtad a Indra. Un demonio a toda regla.
Algo en el ambiente se rompió. Una decisión colectiva basada en las pruebas y acciones que ellos mismo vislumbraron. De sospechas y conspiraciones. Y entonces ¡todas las espadas se desenvainaron!
Nunca apuntaron a Sakura.
Se ladearon a los Yamanaka.
Es verdad. En un halo de lucidez, se dieron cuenta que ella tenía razón. Y si la tenía significa que los Yamanaka también es el enemigo.
Minato se plantó frente a todos, con voz solemne y tensa habló: —Inoichi, lo preguntaré una vez ¿de qué lado estás en esta guerra?
Los ojos de Inoichi estaban calmos incluso mientras todas estas acusaciones se derramaban frente a él, pero en el instante que escuchó la pregunta, su sonrisa fue siniestra y llena altivez.
—Ya deberías haberlo deducido.
Tras esa declaración también desenvainó la espada.
Sakura fue incluso más rápida que ese movimiento o cualquier otro en la habitación. Cortó la distancia en un parpadeo y estuvo frente a Inoichi con la mano extendida directamente a la garganta ajean.
Inoichi jamás borró esa sonrisa de come mierda, y repentinamente, cuando Sakura lo tocó ¡su mano rebotó como si se hubiese estrellado contra una pared invisible! Los dedos se fracturaron y toda su mano hasta el codo estalló entre sangre y huesos rotos. ¡La visión fue tan brutal e inesperada que le siguieron jadeos y gritos!
A Sasuke se le hundió el estómago y gritó presa del pánico: —¡Sakura!
—Tsk.
La aludida chasqueó la lengua y retrocedió al mismo tiempo que los demás se apresuraban contra los Yamanaka. Pero estos ya se estaban reunidos desde un principio y sacaron talismanes de teletransportación que no dudaron en activar. Todo en una sincronía perfecta, como si hubiesen ensayado con antelación esta clase de resultados que los llevaría forzosamente a utilizarlo.
La luz fue tan cegadora que nadie pudo moverse de sus lugares, tuvieron que cruzar los brazos frente a sus rostros evitando aturdirse o ser atacador. No se escuchó nada más que palabras murmuradas y respiraciones ansiosas hasta que el destello cegador desapareció, y con ello, la delegación de los Yamanaka.
Dejó a más de uno con la sensación del inicio del caos.
—Sakura, tu mano... —se ahogó Sasuke en sus palabras extendiendo sus propias manos temblorosas en dirección a la extremidad destrozada de su prometida, sin atreverse a tocar por miedo a lastimarla más.
El horror filtrándose en cada poro tras recordar el estando en que Ryuichi le presentó su cuerpo hace cinco años.
Destrozado.
Desgarrado.
Más allá del reconocimiento.
Trató de no entrar en pánico. La tranquilidad en la que se manejó Sakura no ayudó demasiado, pero sí cuando le indicó que no se preocupara. No dolía, y lo más importante, regenerará.
—Estaré bien. Observa, solamente desplazo mi energía espiritual y... ¡ta-dá!
Había alzado ese codo y, repentinamente, comenzó a generarse a una velocidad que en otro momento le hubiese impresionado y no habría dudado en preguntar buscando saciar su curiosidad. Ahora lo único que podía pensar es que ella estaba completa y sana que es lo importante. Inclusive su vestimenta se restauró.
No dudó en colocarle el anillo que previamente recupero, entrelazar sus manos y darle un beso en los nudillos intactos, tratando de regularizar su respiración. Con su otra mano, Sakura le dio ligeras caricias. Ignoró el alboroto a su alrededor y hubiese seguido así si no fuera por la exclamación de asombro que dejó caer Shikadai cerca de ellos.
—¡Tu mano se regeneró por sí sola! —El joven heredero Nara casi se cae de espaldas entrando a su espacio—. ¡¿Cómo pudiste hacer eso!? ¡¿Es algún atributo de semidemonio!?
—Para nada, los semidemonios no son capaces de regenerarse aún quitándoles los grilletes malditos —intervino Naruto sin emoción, fulminando con la mirada a Sakura cuando esta le dedicó una sonrisa venenosa.
Shikadai parpadeó, sin palabras por el intercambio de gestos.
—¿Cómo tú...? ¿Es verdad que ya no eres semidemonio? —Ante la afirmación silenciosa de Sakura, volvió a preguntar—. ¿Te convertiste en alguna clase de demonio?
Esta vez Haruno se encogió de hombros: —Si te consuela pensar eso, sí.
—No es una respuesta sincera.
—Mi sinceridad es completamente para mi prometido —alegó ella ladeando la cabeza en dirección a Sasuke.
—¿¡Prometido!?
—A toda regla.
—Increíble, los rumores eran cierto...
—Dependiendo de que hayas escuchado, pero que ambos estamos comprometidos, sí. Lo es.
Poco a poco Uchiha regresó a todos sus sentidos. De un vistazo se percató que a sus espaldas los líderes entraban en una acalorada conversación sobre cómo moverse de ahora en adelante. Los Yamanaka acaban de traicionarlos. Había muchos puntos que los Hyūga utilizarán a su favor de esta reunión, lo cual (para alivio colectivo) no fue demasiado.
—Sakura ¿te encuentras bien? —inquirió Karin preocupada por el estado de la pelirrosa.
Ella misma alzó la mano restaurada con una expresión aburrida.
—Sí, como nueva.
Detrás Gaara le daba una mirada sospechosa e interesado por el estado actual de Sakura. Los únicos que saben la verdad sobre su estado, entre los presentes, es Karin y Naruto, pero no aclararon las dudas y la misma Haruno no se molestó en afirmarlo. Así que Sasuke mantuvo los labios cerrados conforme al estado actual de Sakura. Si no lo dice abiertamente debía estar ligado a las consecuencias ya establecidas.
Desvió la atención a otro lado.
—La manera en que tu mano se destrozó no es normal —inició tomándola de la mano, no era realmente una excusa, pero necesita sentirla cerca—. Cuando intentaste tocarlo te rechazó.
En sus ojos expresaba el silencioso ¿cómo es posible?
Hay pocas cosas que logran dañar una Calamidad, por más débil que fuera (a palabras de Sakura). Necesitaba saber.
Sakura hizo una mueca bastante lamentable.
—Traían consigo un talismán protector. El único que logra este efecto en mí al primer contacto es el de Lia-, digo, de Su Alteza Xie Lian —se aclaró ante esto último, evitando caer en la familiaridad sin levantar sospechas.
Sasuke estuvo más confundido.
—¿Cómo pudieron tener talismanes de Su Alteza?
—Dudo mucho que él mismo los haya bendecido, o si lo hizo, pasaron de mano en mano hasta llegar a ellos, y lo utilizaron para estos fines. —La mirada de Sakura era intensa, seria y llena de irritación—. Con esto se comprueba que a veces tu arduo trabajo con intensiones nobles resulta ser un inconveniente si caen en manos equivocadas.
—¿Por qué traían talismanes de un dios que no adoran? —inquirió Gaara metiéndose a la conversación.
—Para cuidarse de mí. Ese talismán los protege de seres malignos sumamente poderosos. Les da una sola oportunidad, ya sea de escapar o atacar —expresó Sakura sin ninguna pizca de duda ni cuidado, entrecerrando los ojos—. Una protección así debe ser antigua. No dudo que Jiraya los haya proporcionado de alguna manera. Ese maldito cobarde. Si no fuera por las restricciones yo-
Se calmó al sentir el pulgar de Sasuke frotar su dorso. Inmediatamente los hombros menudos cayeron y exhaló con fuerza.
No fue necesario explicarse a los demás, antes de que cualquiera pudiese indagar, Minato se acercó a ellos. El velo de tensión en cada músculo de su rostro revela la gravedad del asunto.
—Shikaku, Sasuke y Gaara conversemos un momento con los demás líderes. Es todo un caos.
Si a Sakura le molestó se apartara de ella, lo demostró con un ceño fruncido y una mirada larga al acercarse con los otros líderes de Clanes Menores.
Decir que era un caos es eufemismo.
La desesperación roía cada corazón. ¡Dos de los Grandes Clanes se aliaron en su contra! Por si sólo los Hyūga son numerosos y poderosos, añadir las fuerzas de los Yamanaka es fortalecer sus defensas. Sin contar que los Yamanaka poseían información sobre la Alianza qué pueden utilizar en su contra.
Los líderes de los Clanes Menores están sumamente aterrados. Frente a dos grandes potencias ¿Qué son ellos? Su única esperanza de prevalecer en esta guerra es afirmar su lealtad a los tres restantes. Por decir menos, los Uzumaki y Nara son numerosos, y tienen su propia fuerza. Los Uchiha son una minoría, un puñado qué supo prevalecer y con sus estrategias llegar hasta este punto.
Pero no más.
Todo se derrumba.
Y Sasuke lo sabe más que nadie.
Esta guerra qué parecía lejana y lenta de pronto se avivó y las consecuencias caen sobre los hombros. Uno tras otro. Si los Hyūga logran obtener los objetos legendarios será el final para la Alianza, sometidos a una tiranía y quien sabe para qué propósitos.
(Sasuke sospecha terriblemente dicho propósito en base a las especulaciones de Sakura, de la lealtad que los Yamanaka jurarán a Indra, no a Madara).
Se teme aún más a lo desconocido teniendo unas pistas vagas.
No habría piedad para ninguno.
En esta situación ni los Cielos interferirán.
¿Qué es una guerra entre los miles que han ocurrido en la humanidad?
Ociosamente Sasuke recordó una conversación singular con Su Alteza. Un relato breve pero potente en el que afirmó que fue ingenuo durante su primera ascensión. Esa creencia de poder salvar a su reino llevo a ese mismo reino a la destrucción y a su posterior destierro de los cielos.
«Acepté mi culpa, así como también que no todo se desencadenó por mis acciones. Fue una mezcla de actos y consecuencias mías y de terceros. Estaba lleno de mí mismo creyendo que por ser un dios podía salvar a todo el mundo. La realidad es más dura: no puedes salvarlos a todos. Justo ahora, mientras conversamos alguien muerte. No puedo hacer nada. Tuve que aceptarlo. Solamente puedo salvar a quienes puedo alcanzar y lo mejor que me queda por hacer es esforzarme al máximo».
Al fin y al cabo, los dioses también fueron humanos.
Y los humanos ahora mismo lidian con sus propias batallas.
La Alianza llegó a un acuerdo. Los tres líderes restantes de los Grandes Clanes serán los que tomarán las decisiones tomando en cuenta las opiniones de los Clanes Menores. Cada líder de estos bajo la cabeza y entregaron la decisión unánime. Ahora no es tiempo de luchar entre sí por el liderazgo, acaban de entrar a una etapa sin punto de retorno.
Es mejor apuntar que están a contrarreloj.
A pesar de la duda ya que fueron traicionado por los Yamanaka, admitieron qué tanto como los Uchiha y Uzumaki son los que siempre han estado al frente arriesgando a su gente. De los Nara hay apoyo silencioso desde dentro, ayudando con sus médicos y protegiendo junto a los Clanes Menores las fronteras.
Con esto claro, Sasuke dictaminó que habrá de reducir por ahora quienes sepan exactamente como librarse de la Flor de Medianoche. Será una ventaja contra el enemigo, y, sobre todo inesperado a pesar de existir el factor de tarde o temprano Sasuke lo averiguaría. Los Yamanaka siguen sin saber que ya lo tiene resuelto.
Los líderes de los Clanes Menores juraron con un pacto de sangre qué no divulgarán la información a su gente (a excepción de sus discípulos principales o herederos que también se sometieron al pacto) hasta el primero asalto. Sin excepción lo realizaron; y, solamente al tener esta certeza, Sasuke dejó en claro sus intenciones.
—Este pacto no es para que desconfiemos los uno con los otros. Ahora mismo deposito mi confianza en cada uno de ustedes, juntos ganaremos esta guerra no por gloria, si no buscando librarlos de un yugo —expresó al tener la atención de todos los presentes en la carpa—. Sea como sea que venga esa libertad, las siguientes generaciones se merecen una sociedad en la que puedan tomar sus propias decisiones. Y nosotros nos merecemos algunos años de paz sin que alguien intente someternos.
Si bien estas palabras pueden sonar ingenuas, son dichas desde lo profundo de su corazón. Sabe que no todos comparten el mismo pensamiento, y quizás después de esta guerra haya algunos conflictos, pero espera no vivir esos desclaves en desacuerdo. Como dijo, quiere una vida tranquila, sin presiones ni juicios.
Necesita un estilo de vida pacífica a medida, lo ve lejano, sí, pero hay una idea formándose y es su mayor motivación para poner fin a esta guerra.
Cuando informa sobre la forma de Kusanagi, y este emerge entre bruma y una ligera ventisca mostrándose a los presentes, hay jadeos y conmoción. Preguntas cuyas respuestas él mismo no las tiene, pero Sakura se encarga de desviar un poco la atención, dejando en claro que los espíritus de las armas se ocultaron por alguna razón y son contadas las que pueden tomar una forma corporal.
Por otro lado, dejó en claro que ahora lo primordial es enfocarse en el enemigo y liberar a todos los que estén en coma una vez que la amenaza mayor sea neutralizada. Redireccionó sus actos sobre los Uzumaki y la liberación de la Flor de Medianoche como "prueba" para aplacar a los demás.
Lo importante es atacar de frente a los Hyūga. No tardarán en enviar sus hordas de combatientes y estarán indefensos si no tienen un plan de contrataque.
Primero que nada, neutralizarlo es lo mejor.
—Deberíamos ir por Jiraya, es quién controla a los espectros —espetó Gaara, de pie al costado de la mesa por dónde se extendía el gran mapa con fichas que indicaban los movimientos—. Una vez eliminado su fuerza de ataque, Sasuke podrá cortar por su cuenta sin que nosotros intervengamos. De esa manera podemos concentrarnos en los Cazadores y el sequito de Madara.
—Esta perspectiva tiene un fallo ¿cómo sabemos que ya no seguirán las órdenes de Jiraya? Bien pudiese ordenar que lo sigan aún si él muere para ayudar a Madara —opinó Shikaku ante esta idea.
—Si es así, necesitamos fuerzas de ataque junto a los Uchiha para que Sasuke pueda cortar el mayor número de lazos.
—¿De verdad salvaremos a todos los semidemonios?
—... Es la intención principal, pero, si es necesario, tendremos que aniquilarlos.
Nadie quiso virar en dirección a Sakura que, efectivamente, fue una oyente junto a Naruto, apartados al fondo de la carpa. Los dos estaba relativamente separados por metros, pero se dejaba en claro que no intervenían. Así que los demás siguieron con lo suyo, dando opiniones y tratando de llegar a un plan en conjunto.
Sasuke mantuvo en secreto por ahora sobre la variable de Neji. Dicha información solamente puede confiárselo a un grupo de personas, y esas personas no son los demás líderes. Neji es un activo que les servirá, pero los Clanes Menores estarán cegados por la ira de ser traicionados que no tomarán en paz.
Es mejor mantenerla oculta hasta que sea el momento de utilizar esa ventaja.
Mientras tanto, al hacer unos ajustes de estrategias y al estar enfocado en trazarlas, apenas sintió una mano apretarle el brazo. Al segundo gesto, notó que las voces se acallaban y él mismo viró el rostro topándose con los ojos agudos de su prometida.
Oh, así que por eso todos se callaron.
—¿Qué sucede?
Esperaba recibir una sonrisa traviesa que indicara una broma, o una queja de lo aburrida que se encontraba. Conociendo a Sakura lo haría sin duda con tal de fastidiar a los líderes. Sin embargo, esta vez se topó directamente con el gesto sumamente serio que no dejaba paso a las bromas.
Fruncía ligeramente el ceño.
Lo que dijo a continuación trajo una inconfundible mezcla de emociones y pensamientos encontrados.
—Es Jiraya. Shikamaru encontró su cadáver en los campos de concentración.
¿Alguien se espero este giro? -mirada intensa-
Y con esto damos por iniciada el principio del final, o mejor dicho: nos acercamos aterradoramente al arco final del fanfic.
Siempre dije que no pasaría de los 100 capítulos, pero igual no sabría si pasaré de los 110. Pero algo es seguro: ya pronto... no habrá más días de EE -c larga a llorar-
¡Pero no todo es amargo! Porqué todavía falta un poco para llegar ahí, así es. Falta algunos puntos por cubrir, algunas escenas que muero por escribir e interacciones por plasmar. Así que no me quiero apresurar a cerrarlo todo tan de sopetón, nos tomaremos el debido tiempo.
¡Una vez más gracias por leer!
Las actualización, eh, no sabría que día ¿algo a mediados de octubre tal vez? Dependiendo de mi carga de trabajo laboral y la universitaria, sobrevivo con 4 horas de sueño, agua, café, desayunos y comidas de dudosa procedencia y mucha actitud :D
En fin, ¡nos leemos pronto!
Alela-chan fuera.
PD para los que leyeron o saben de Tian Guan Ci Fu: Recuerden que en este fic, Pei Ming es el Emperador Celestial. No más dejo el dato por ahí :D
Para los que no saben quién es: es un dios Marcial que, para este fic, acepto el puesto de Emperador Celestial después que Xie Lian derrocara al antiguo Emperador (que esto si es canon). Para fines prácticos y de este fic. Del personaje de Pei Ming solo puedo resumirlo en dos palabras: mujeriego, pero con honor XD (a no, fueron cuatro palabras). Tiene una buena relación amistosa con Xie Lian y no le teme a Hua Cheng (pero sí es precavido).
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