/74/ Dos caminos: vida y muerte
-agarra el micrófono-
Este es el último capítulo que publicaré por ahora, sin pensarlo, les di un maratón. Los capítulos del salto temporal conformaron en lo que sería normalmente cinco capítulos, más el anterior y este, serían 7 ¿SABEN CÓMO ESTÁN MIS DEDOS, MI CABEZA Y MI MENTE?
Pero lo disfruto escribiendo, sí. ¿Merezco una galletita? ¡Merezco una galletita! GRACIAS POR HABER LEÍDO HASTA AQUÍ, SABEN QUE SIN USTEDES ESTE FIC NO ESTARÍA EXISTIENDO. Sería lo suficientemente perezosa para escribirlo -bosteza-
Impresiones generales del capítulo: informativo, quizás no aporte a la trama, pero ¡RESOLVEREMOS DUDAS POR FIN!
Han pasado casi 74 capítulos después....
Advertencias: si están leyendo/viendo Tian Guan Ci Fu, probablemente este capítulo contenga spoilers de la obra en general, así que lee con precaución.
-Se harán menciones de las otras calamidades y asuntos derivado, así que si quieres recordar un poco en contexto por si no recuerdan, les dejo sus presentaciones aquí
»Linterna Verde Errando en la Noche, Qi Rong. Es la más débil de todas, ni siquiera ha alcanzado el rango Calamidad, se quedó estancado en el rango Ira. ¡Los Cielos tuvieron que hacer números pares con cuentos populares de los Dioses! Es un fantasma desagradable, le gusta colgar cuerpos en los bosques simulando una lluvia de sangre y devorar humanos.
»Aguas Negras que Hunde Barcos, He Xuan; raramente aparece ante los demás, el Cielo no tiene mucha información de él, sólo que su dominio se extiende sobre los mares del sur, sobrevives viajando en madera de ataúd... que haya contenido primero un cadáver, o pereces bajo el mar.
»La Calamidad Vestida de Blanco, Bai Wuxiang; caracterizada por tener una mascará blanca que llora y ríe al mismo tiempo, ¡tan espeluznante! Provocó la caída de un Reino antiguo y poderoso, trajo una enfermedad mortal consigo que acabó con la mayoría de los ciudadanos. Fue la primera Calamidad entre todas, pero también la primera en dispersarse.
»La más poderosa de las Calamidades, el mayor dolor de cabeza en el Reino de los Cielos: Lluvia Carmesí que Busca la Flor, Hua Cheng. ¡Se hizo conocer al derrotar a 33 dioses seguidos! Una historia de los más terrorífica. Los dioses no quisieron aceptar su derrota y Hua Cheng quemó todos sus templos y palacios en el Reino Mortal. Es mejor no provocarlo, su carácter es muy impredecible. Es dueño de Ciudad Fantasma y de las Mariposas Fantasmales.
»La Calamidad más reciente hablando de menos siglos existiendo, Fuego Ardiente del Atardecer Olvidado, Hiryu Ryuichi; un antiguo comandante que redujo a cenizas su propio Reino en sólo una noche, tan despiadado que no dejó nadie con vida. De ahí obtuvo su título. A diferencia de las otras Calamidades Fantasmales, este es un demonio a toda regla. Su título de quinto Rey fue dado por los Cielos por su inmenso poder, pero sus apariciones no son tan llamativas.
En ese momento, Sasuke ni siquiera sabía cómo se sentía. Lo único de lo que es consciente es que en él brotó la psicosis tan fuerte que veía alucinaciones de Sakura en cada esquina al caminar directamente al Pabellón Kintsugi. Trataba de ignorarlos, pero cada palabra del encuentro se reproducía una y otra vez en su mente.
Llegó al punto de detenerse y gritar de frustración. Porqué sabía que no era real. Ninguna de esas alucinaciones es real. La peor se manifestó ante él en carne y hueso y lo dejó sumamente destrozado, desorientado y más allá de la cordura.
No le importa nada.
Como el irrumpir a Ryu en su reclusión.
—¡Ryuichi! —gritó traspasando las puertas. Nadie le puede amonestar por alterar su propia casa.
Asustó a Madam Hikoro con sus gritos, que estaba en la pequeña cocina limpiando, corrió inmediatamente a su encuentro, pero Sasuke ya se había abalanzado al pasillo que evitó activamente durante cinco años.
Pero ahora necesitaba respuestas y no descansaría hasta encontrarlas.
Abrió la puerta de sopetón, porqué hasta eso, se le permitió libre acceso, pero él nunca lo uso sabiendo que Ryuichi lo estimaría como una prueba de fuerza de voluntad.
Lo que no esperó fue ver nuevamente a Sakura, pero igual a sus recuerdos. Detrás de él escuchó a Madam Hikoro jadear de la impresión, pero Sasuke no pudo concentrarse. A tientas, desequilibrado y con la respiración atorada, cayó de rodillas junto al cuerpo.
Es el verdadero cuerpo que Ryuichi purificó y restauró a su antigua gloria. Ya no había marcas ni piel desgarrada, en cambio, un rostro pulcro y durmiente se proyectó en ella. Vestía kimonos rojos, similares a los últimos que portó. Con las manos entrelazadas sobre el estómago y con los ojos cerrados. Como si estuviera sumergida en un sueño eterno.
Sasuke cayó más en confusión, alargando la mano mientras sentía las lágrimas brotar por sus ojos en ver el cuerpo de Sakura restaurado. Libre de toda energía resentida. No pudo evitarlo, soltó un sollozo al estrecharla en brazos. ¡Desconocía cuán necesitaba esto! El tacto era frío, como lo estaría un cadáver, pero también, no se sentía exactamente como uno y era sumamente extraño.
Tanta era la impresión que no escuchó el momento en que Ryuichi ya estaba en la habitación, fue sólo que tocaron su hombro, viró el rostro húmedo hasta alzarlo dónde la Calamidad estaba de pie observándolo con cierto deje de reproche.
—Entraste sin autorización. —Fue lo primero que dijo.
—Y tú abandonaste la reclusión que suponía debía ser ininterrumpida —expresó fríamente Sasuke, apretando el cuerpo de Sakura entre sus brazos. Le parece tan discordante que hace un par de horas la tuvo frente a frente con otra personalidad y ahora la sostuviera, tan perturbadoramente quieta—. Y me mentiste, Sakura es un fantasma.
Su gruñido agitó lo más profundo de su corazón, las manos le temblaron y su voz también se rompió.
—¿La señorita Sakura es...? —Madam Hikoro se llevó las manos a la boca, alternando la mirada en ambos hombres.
—¿Cómo fuiste capaz de mentirme así? Ryuichi, y en mis propias narices. Confié en ti.
—Alto, alto. No me difames tan injustamente, tuve mis razones. Mismas que te las diré ahora mismo —aclaró rápidamente al ver que Sasuke abría la boca a rebatir. El fantasma se viró a la puerta—. Madam Hikoro, agradecería su pudiese traer un té tranquilizante.
—No necesito nada de eso —mordió Sasuke.
—No es para ti, chico. Es para mi. —Por primera vez en su encuentro, Sasuke se permitió verlo fijamente al rostro y veía rastros de agotamiento y algo más, no logró reconocerlo—. Vengo de encontrarme precisamente con Sakura y no me fue demasiado bien que digamos, creo —lanzó una risa desprovista de diversión— que ahora sí me odia desde lo más profundo de su ser. Y no la culpo, en verdad que no. Tiene todo el derecho del mundo.
Ni eso logró aminorar el estado molesto y agraviado de Uchiha. Acomodó a Sakura sobre el tapete, con delicadeza y cuidado. La miró por unos largos momentos, comparando su apariencia con la apariencia del fantasma. Ciertamente sus rasgos se definieron y maduraron, lo que más atrajo su atención fue su hermoso cabello tan largo y la belleza de su fría mirada.
Ryu se sentó al otro lado del cuerpo de Sakura, tocándole la frente como si estuviese inspeccionando algo. Cuando se quedaron solos, Sasuke irrumpió exigiendo respuestas.
—¿Por qué me ocultaste que Sakura se convirtió en un fantasma?
—Creí que no lo soportarías —respondió Ryu retirando la mano para llevarla al centro de dónde estaría el corazón de Sakura.
—Tú no decides eso.
—Mira, en ese entonces todo ocurrió muy rápido. Cuando fui al asentamiento me encontré el alma de Sakura siendo perturbada por las almas del Monte de las Ánimas —comenzó su explicación con un deje de cansancio—. Todavía seguía en la batalla campal dentro de su cuerpo buscando dominar unos sobre otros. Sakura estaba a punto de dispersarse, así que separé todas las almas, incluyendo la suya, de su cuerpo. En realidad, no es que hubiera muchas opciones.
A vista de estos acontecimientos, a Sasuke no le trajo un buen presentimiento.
—Cómo te dije, el Monte Tonglu alberga muchas criaturas y la energía allí es muy espesa. Hua Cheng vino a recogerlos y los llevó directamente a la batalla. Su supervivencia dependía de la fuerza de Sakura. Siendo sincero... apenas se sostenía y la posibilidad de sobrevivir eran nulas. Por eso no te dije anda —expresó al fin mirándolo a los ojos—. No pude proteger a mi hija cuando más me necesitó, así que intenté proteger su razón de ser, tú, al no darte falsas esperanzas.
Sasuke tragó grueso, quería con todas sus fuerzas odiar esa parte enigmática de Ryuichi, pero algo en su expresión le causó una infinita lástima.
—¿Entonces Sakura...? Dijiste que Hua Cheng la llevó al Monte Tonglu —tanteó con una extraña anticipación que faltaba una confirmación.
Los ojos de Ryu se mostraron sombríamente orgullosos.
—Sí, Haruno Sakura es la Sexta Calamidad en emerger del volcán.
Al Cazador se le secó la boca y miró el rostro joven de Sakura, como si pudiese reaccionar, obviamente no lo hizo.
Madam Hikoro apareció por la puerta trayendo consigo una bandeja con vasos humeantes. Las colocó frente a ambos hombres, Sasuke agradeció mudamente a pesar de haberse negado a tener una porción. Ella sabía que igual lo necesitaba, aunque fuera terco en admitirlo.
Tras quedarse a sola, Ryuichi sacó de sus mangas una botella con licor y le quitó el tapón con la boca. Sasuke no pudo entornar los ojos a un costado, esa costumbre de mezclar licor con té nunca lo dejará.
—Los Cielos están disgustados de sobremanera. Se suponía ninguna Calamidad se formaría, pero debe existir el equilibrio de energías. Lo que hicimos fue resolver un problema con otro —siguió hablando al terminar de verter el licor en el vaso de cerámica—. Además, tarde o temprano, si sobrevivía, se convertiría en Calamidad.
—¿Tarde o temprano? ¿No se supone el Monte Tonglu da nacimiento a las Calamidades?
—Una vez te dije que el volcán no es el único medio para llegar a ese rango —expresó de vuelta dando un sorbo al té-licor que tiene más licor. Sasuke frunció el ceño, tratando de adivinar. Pero pareciera que Ryu estaba servicial porqué le dio la respuesta—. El Monte Tonglu solamente es un medio para un fin.
—¿Lo que quieres decirme es que Sakura estaba destinada a volverse una Calamidad? —Sasuke boqueó, estupefacto.
—En pocas palabras sí. —Ryu parecía tan relajado.
—¿Cómo es eso posible...? —murmuró él, tratando de asimilar toda la información que estaba siendo volcada y ni siquiera había preguntando porqué rayos Sakura no lo recuerda.
De alguna u otra manera llegará a ese punto, ahora mismo no cabe la información que Ryu le lanzó como alguien da un pan al hambriento. Además, se dio cuenta, el mundo es tan grande que hay mucho que desconoce. No es tan egocéntrico al pensar que lo sabe todo, claro que no, simplemente es la impresión que lo aturde.
—Mira, te lo explicaré porqué realmente te considero mi yerno. —Ryuichi dejó caer un halago de una manera tan inusual, que Sasuke trató de no tener esperanzas, no ahorita—. Existía una teoría desde hace siglos, sobre lo que son las Calamidades. Con mi aparición y la de Sakura, terminamos de comprobarlo. Antes que nada, piensa en esto. Un humano normal ¿cuántos caminos tiene en esta vida?
¿De verdad pretendía darle lecciones ahora mismo?
Sombríamente, Sasuke recordó las antiguas pláticas de un Konohamaru adolescente después de su travesía en Flores Danzantes, exclamando a voz alta con maravilla e incredulidad por partes iguales: "La señorita Sakura, con todo respeto, está loca. ¡Me impartió lecciones en medio de una pelea! No es que me quejé, claro, aprendí información muy relevaante. Pero... ¿no podía esperar a, no sé, que no tuviéramos a un fantasma detrás de nosotros que intentara matarnos?"
De tal palo, tal astilla, pensó resueltamente.
—Dos, la vida y la muerte.
—Exacto, pero ahora, para un humano que ascendió a dios. ¿Qué caminos puede tomar? —inquirió y Sasuke guardó silencio, entonces Ryu suspiró audiblemente—. Vamos, antes contestaste sin dudarlo.
—Es porqué estaba seguro de la respuesta.
—¿Y ahora no lo estás?
—Tengo la sensación de lo que sea que responda, será erróneo.
—Probablemente, pero no tengas miedo a equivocarte. Todos lo hacemos. Así que dime ¿cuál es tu respuesta?
Uchiha lo miró con cierta desconfianza por ese tono condescendiente, y respondió: —Vida y muerte, de diferente manera. Un dios existe por la creencia de sus devotos, si deja de hacer presencia o conceder sus peticiones, dejarán de creer en él y desaparecerá.
—Sí, muy preciso. Y tienes razón en esa parte, pero ignoras que ellos ya no son humanos como tal. —Ryu ensanchó su sonrisa—. Son seres inmortales en el que el tiempo, la vida y las circunstancias se mueven de manera distintas. Si no eligen el camino al cielo, elegirán el camino al infierno.
Ryu guardó silencio por un momento, mirándolo con mucha expectativa. Sasuke al principió desmenuzó la frase, al derecho y al revés. Si la divinidad alcanzaba a personas por sus actos heroicos y hazañas, las Calamidades, por otro lado, con tanto poder para destruir reinos enteros, les quedaba...
Sasuke ensanchó los ojos.
—¿La Calamidades son dioses?
—¡Bingo! —aplaudió Ryu con una sonrisa asomándose en sus labios, la taza casi derrama su contenido—. Lo sabía, eres bastante inteligente, chico.
Pero a Uchiha no le importan los elogios ¡le han revelado una información inédita que jamás creyó (ni pensó) que fuera verdad!
Durante sus investigaciones en la Biblioteca se topó con mucha información, entre ellas, ensayos y pergaminos sobre especulaciones del origen de las Calamidades. Muchos afirmaban que se trataban de personas que vivieron una vida demasiado desdichada, el peor de los sufrimientos y que, al morir, no pudieron descansar en paz. Su fuerza de voluntad en aferrarse al mundo pudo más que su deseo de reencarnar.
Pero en ese caso, casi todos los fantasmas serían Calamidades. Por otro lado, del Monte Tonglu, se creía que el Horno es una especie de cuna para las Calamidades. Que las batallas despertaban antiguos guerreros custodios y al ganador le brindaban un poder absoluto.
Ahora, saber directamente de una Calamidad esta información, es-
—Vamos, no te sorprendas demasiado —se rio Ryu.
—¿Cómo es posible?
—Te dije que era una teoría bastante establecida desde hace años. ¿Por qué crees que el fantasma verde, Qi Rong, a pesar de ser llamada Calamidad no lo es en realidad? —preguntó con mucho desagrado al pronunciar ese nombre—. Nunca ascendió ni ascenderá a los cielos, será eternamente un rango Ira. Los demás, por otro lado, tienen sus antecedentes.
—¿Hablamos de...?
—Las demás Calamidades, claro. Bai Wuxian, la primera Calamidad de existir, en realidad fue el Emperador Celestial.
—¿Qué demonios...?
—Y cómo fantasma, atormentó a Su Alteza Xie Lian provocando la caída de su reino. Y 800 años después Su Alteza lo derrotó. Ah, no es la historia que se cuenta en el Reino de los Mortales ¿verdad? —inquirió rascándose la barbilla ante la estupefacción del menor—. Lo siento, mi error. Se suponía que es secreto, pero ni tanto.
—Ryuichi.
—Eh ¿qué dije? Llámame maestro Ryu —se burló la Calamidad, pero tras ver la mirada fulminante de Sasuke, bufó y prosiguió—. De acuerdo, sigamos. Antes de entrar al volcán, Hua Cheng ascendió a los Cielos tras salvar de la muerte a un grupo de humanos que quedaron atrapados en el territorio del Monte Tonglu. Pero él rechazó la divinidad de inmediato y regresó al Reino Mortal a convertirse en Calamidad.
»Luego está He Xuan, el fantasma Aguas Negras. En vida fue un erudito destinado a los Cielos, pero alguien intercambió su destino y al final, murió miserablemente. Siguió el camino fantasma y se convirtió en Calamidad. Cuando cumplió su venganza fue un verdadero escándalo, ya sabes.
No, no sé, casi gritó Sasuke, pero permaneció callado porqué necesitaba saber sobre Sakura.
—Yo, en mi vida mortal ascendí tras salvar a los reyes de mi nación, pero rechacé la divinidad y regresé a mi puesto de guardia real. No mucho después me convertí en demonio Calamidad, morí cuando Sakura cumplió ocho años en esta vida. —No dio explicaciones, y la suya resultó ser la más corta de todas—. Y, por último, hasta la fecha, Sakura. Ascendió hace veintiséis años mientras defendía una vida, rechazó los Cielos de inmediato porqué su lucha no había terminado. Ja, el tiempo que permaneció en los Cielos compite con el de Hua Cheng ¡su estadía ahí fue cuestión de minutos! Hasta la segunda ascensión de Su Alteza duró más. Hm...
—Espera, espera. Alto.
Sasuke estaba tratando de seguir la corriente de cada una de sus explicaciones, pero de verdad, a cada palabra que salía de su boca estaba confundiéndose. No le interesa mucho los demás, en cualquier otro día, si no tuviera la urgencia de entender a Sakura, la información habría sido sumamente preciada.
Ahora lo único que su mente absorbía es información de ella.
Ryu dijo que Sakura ascendió hace veintiséis años, pero si Sakura estuviese viva, tendría alrededor de veinticinco años o menos.
No tiene sentido.
Carajo, no. Al expresarlo en voz alta, Ryuichi no lo corrigió, en cambio, dejó la taza sobre la bandeja. Ahí, junto a la de Sasuke que nunca agarró porqué está más concentrado en tratar de seguir la corriente de las habladurías de Ryu que intentar serenarse.
Hay una suposición que comienza a rondar por su mente, pero se niega a darle cavidad por completo. Ryu no parece estar equivocado con fechas y años, parece muy seguro de sí mismo al decirlas. De lo que representa completamente Sakura para él, su energía resentida, no solamente por ser hija de una Calamidad. Los grilletes malditos que debían reforzarse una y otra vez. Entre otras cosas.
Tragó grueso, preguntando delicadamente: —Maestro Ryu ¿cuántos años tiene en realidad Sakura?
El silencio se extendió profundamente en la habitación, en la que Sasuke no centraba su atención en el cuerpo de Sakura entre ellos, si no en la expresión de Ryu buscando algún indicio de mentira o una verdad que le trajera cordura.
Al mirar el alba ese mismo día sin haber dormido ni un ápice, jamás consideró que su mundo y perspectiva cambiaría de una forma tan brutal. Ni por asomo.
—Ni siquiera lo sé con exactitud —reveló al final Ryu trayendo aturdimiento en el Cazador, quién llevó una mano al costado de su cabeza—. Ella era un espíritu bondadoso e inofensivo, pero cómo todo lo que toco, sufrió por mi culpa. —Se rió oscuramente, frotándose el rostro hasta ocultarlo entre su mano—. Provoqué que... existiera físicamente en ese mundo. Te puedo decir su edad a partir de ahí, que son alrededor de trescientos años.
A Sasuke le dio un vuelco en el estómago.
Trecientos.
Trecientos...
Trecientos años o más existiendo...
—Si era un espíritu ¿cómo ella fue...?
—¿Mortal? —completó Ryuichi suspirando audiblemente, alejando la mano de su rostro para observar fijamente el techo—. Te lo dije, hace veintiséis años defendió a alguien, ese alguien era mi esposa.
Bajó la vista hasta toparse con ojos estupefactos de Sasuke.
—Murió, o, mejor dicho, estuvo a punto de desaparecer tras ese altercado. Yo no estaba listo para dejarla ir, dioses, no podía. —Había un gesto vulnerable en el semblante, tras agachar la cabeza y apretar las manos apuño—. Pero de desvanecía entre mis manos. A Hua Cheng se le ocurrió la idea de darle un cuerpo mortal, pero obviamente no podíamos ir a cualquier tumba y extraer un cadáver. Entonces mi esposa se ofreció a engendrarla.
A cada palabra que salía de su boca, la mente de Sasuke era papilla.
—La mantuvimos por meses estable con energía espiritual hasta que mi esposa se embarazó y colocamos el alma de Sakura en su vientre. —Ryu soltó una corta carcajada—. Los Cielos ni siquiera pudieron refutar, porqué técnicamente ella era mi hija. Simplemente su alma terminó de fusionarse. Y así nació ella, una semidemonio. Sangre de mi sangre, carne de mi carne.
—Por eso... —Sasuke caía en cuenta en cada aspecto, en cada detalle que antes no comprendía—. Los grilletes malditos no funcionaban con ella. No solamente porqué era hija tuya, si no por su alma.
—Como siempre, tienes razón. —Ryu le ofreció una sonrisa cansada—. Imagina el impacto visual que experimenté al verla hace cinco años, muerta de nuevo. Esta vez era imposible crearle un cuerpo, por lo menos pronto. Mi única opción para que continuara existiendo era lanzarla al Monte Tonglu.
—Sin embargo, eso no explica que recuerde algo de su pasado. Ella nunca dio indicios, no por lo menos cuando estuvo conmigo.
—Tuve que sellar sus memorias cuando tenía cuatro años, en su vida mortal —aclaró con mucho pesar—. Al renacer los humanos deben recordar nada de su vida pasada para vivir esa vida a su propio ritmo. Sucedió conmigo, contigo, con cualquiera de nosotros. Pero el nacimiento de Sakura no fue normal y conservaba todos sus recuerdos pasados. Una mente humana no lo soportaría. No había otra manera.
El deber y el hacer. Sasuke ahora mismo está familiarizado con esos dos conceptos mientras ve a Ryuichi y ve el remordimiento arraigado en cada línea de expresión, como si hubiese envejecido en la conversación, lo cual debería ser técnicamente imposible. Pero las emociones influyen en el aspecto, y ahora mismo pareciera que la Calamidad está soportando un gran peso sobre sus hombros.
—¿Ese mismo sello perdura ahora? —Sasuke se despabila al recordar este punto importante, la cuestión inicial que le llenó de valor a irrumpir la habitación. Ahora mismo no está tranquilo, y duda que lo esté en los próximos días.
Necesita saber.
—Debería, pero los espíritus malignos hicieron y deshicieron. Modificaron muchas partes de mi sello en su lucha y ahora es desastre. —Ryuichi se frotó la frente como si intentase alejar un mayor dolor de cabeza—. Por tanto, incluso yo ignoro que recuerdos tiene y qué no.
—La vi —escupió Sasuke tan rápido como pudo, Ryuichi le dio una mirada nivelada. Dolía, siempre dolía mencionarla y peor que también pueda verla ahora—. Hace horas.
—¿Te reconoció?
—... A medias —murmuró por debajo, muy angustiado—. Sólo recuerda nuestros dos primeros encuentros.
Ryu cruzó los brazos, cerrando los ojos un momento. Sasuke desvió la vista al rostro de esa Sakura en la habitación, pálido y reconstruido. No se cansa de beber de la vista.
Y ahora que sabe sobre el estado actual de la verdadera Sakura, este cuerpo son sus cenizas. Si este cuerpo llegase a ser destruido, Sakura se dispersará.
Se irá por siempre.
—Creo que es lo mejor por ahora.
La expresión de Sasuke se crispó y viró lentamente el rostro a él.
—¿Mejor para quién?
—Para ella, por supuesto. —Ryuichi lo miró ofendido—. Recuerda, siempre busco lo mejor para ella.
—Hm...
—No te escuchas muy convencido.
—Es que no lo estoy.
La Calamidad agitó las manos, las mangas de su kimono se ondearon ante su movimiento excesivo.
—Te resumo, Sakura es una Calamidad recién salida del Horno. Ahora pertenece al Reino Fantasma ¿esto que quiere decir? Que los Cielos tienen los ojos pegados a ella. Si comete actos muy vistosos en el Reino Mortal, será perseguida por los dioses.
—Ella ya está cometiendo actos vistosos. —La tez de Sasuke se tornó poco a poco pálida ¿la perdería otra vez? ¿Los dioses la encerrarían?
—Digamos que los Cielos apartarán la vista porqué sus actos son en plan de venganza —expresó indiferente Ryu con muchos secretos detrás—. Mientras no dañe inocentes, no se atreverán a intervenir. Al menos no los más importantes. Si hay uno que otro dios bastante valiente y con ganas de morir, se enfrentará frente a frente.
—Los Cazadores que ha matado ¿son los que atacaron el asentamiento?
—Hm, cada día me sorprende tu nivel de deducción acertada...
—Es investigación —refutó Sasuke sin mucho mordisco en sus palabras—. Y lo sospeché cuando aparecieron los Hyūga muertos. La mayoría de los Cazadores que atacaron el asentamiento eran Hyūga. Pero ¿eso que tiene que ver con qué recupere sus memorias?
—Hay una guerra en proceso ¿cierto? —estimó Ryu arrugando la nariz, a Sasuke no le impresiona que ya esté al tanto de los acontecimientos del exterior contando que estuvo recluido muchos años—. Y tú participas activamente en esa guerra.
—Hace un par de meses comenzamos a contribuir.
—Y sus enemigos son, por supuesto, Madara y Jiraya. Humanos —señaló.
Sasuke no entendió del todo. No lo pueden culpas, ha tenido una sobrecarga de información y lo peor del asunto, es que hay cierta anticipación con respecto al tema de Sakura. Hoy tendrá toda la noche para darle vueltas y vueltas al asunto.
—Sí, pero sabes que Jiraya es recipiente de Indra.
—Pero sigue siendo humano. Y de lo dije ¿no es así? Mientras Sakura no apunte activamente a otros que no sean relacionados a su muerte, no tendrá problemas.
—Creo que ella es lo suficientemente inteligente para diferenciarlo.
—No estás comprendiendo, Sasuke. —Por primera vez en la charla, Ryuichi pronunció su nombre y señaló el cuerpo de Sakura entre ellos. Uchiha no pudo evitar dar un vistazo y luego arrugar el ceño—. Tu Clan es el principal objetivo de ambos sujetos, harán y desharán para hacerse de las reliquias. Lucharás contra ellos para impedirlo y muy probablemente salgas lastimando, en el peor de los casos, muerto. Así que dime con tales probabilidades ¿piensas que Sakura se quedará de brazos cruzados viéndote luchar?
El responder por sí sólo le trajo un vértigo.
Sasuke jamás dudó del amor de Sakura por él. Sabe que ella lo amó tan profundamente que no escatimaba su propia integridad para salvarlo de situaciones peligrosas. Siempre le ayudaba y no dudaba en extender sus conocimientos siempre que supiera.
Con tales antecedentes, la respuesta es automática.
—No —dijo apenas con un hilo de voz.
—No, por supuesto que no —repitió Ryuichi con los ojos intensos—. Intervendrá por ti, y si lo hace, los Cielos se encargarán de perseguirla hasta atraparla. Ni siquiera Su Alteza, Hua Cheng o yo podremos intervenir para evitar que caiga sobre ella un castigo por intervenir tan desastrosamente en el Reino Mortal.
Castigo.
Él no quiere imaginarse qué clase de castigo se refiere. No conoce el sistema de los cielos, ni todas sus leyes o costumbres; pero hay algo de tensión en los hombros de Ryu que le hace confiar en esto. Qué por alguna razón Ryu se niega a retirar el sello porqué basta en ir de regreso a Sakura y dispersarlo.
Pero no lo ha hecho.
Después de todo, Ryu siempre vela los intereses de su hija. Y es incómodo, pero el mismo Sasuke es un interés mayoritario aunque no lo recuerde del todo ahora.
—Lo que me estás pidiendo —inició Sasuke con voz tormentosa— es que soporte en silencio esta situación de amnesia selectiva hasta que matemos a Madara y Jiraya.
Lo peor es que no lo preguntó.
Lo afirmó.
Y Ryu asintió pesadamente con la cabeza.
—Es por su bien. Créeme que soy el más interesado que ella recuerde y sea feliz.
La Calamidad se levantó de su asiento, caminando directamente a la ventana semiabierta. La terminó de abrir. Afuera la nevada poco a poco aminora, dando la bienvenida en al primer mes del año. Uno que Sasuke no sabe cómo sobrevivirá.
—Sé que nuestros tiempos son distintos. Diez años no son nada para mí, pero para ti, es demasiado —expresó de espalda a Sasuke. No podía ver su expresión, pero el tono de su voz reveló mucho sentimiento—. Ten por seguro que, de haber otra manera, acudiríamos a ella. Pero la conozco, no dudará en hacerte la vida más fácil.
Una vida más fácil ¿eh?
—De acuerdo —murmuró muy a su pesar. Lo único que quería ahora mismo es ir tras de Sakura y estrecharla en brazos, respirar el mismo aire, decirle que en todos estos años nunca dejó de amarla. Suplicarle que se casaran, y cuando ella empezara a rebatir que ahora es un fantasma, no dejaría de repetirle lo mismo que siempre le dijo.
Me importas tú, no tu estado.
Porqué su amor es así. Ama con intensidad. Ama una sola vez en la vida. Ama con pasión y cariño. Ama con todo su ser. Y si tiene que sacrificar su propia cordura por el bien de la existencia de Sakura, bien. Sea el tiempo que tome, se tragará toda su agonía y soportará sabiendo que al final, probablemente tendrá esperanzas de un futuro menor.
Tiene que hacerlo.
Por ella.
En el pasado, Sakura muchas veces lo salvó.
Ahora es su turno de evitarle un castigo divino.
Ajeno a sus pensamientos, Sasuke no percibió que Ryuichi le diera un vistazo iracundo al cádaver de su hija reposando ajeno a su entorno sobre el tapete.
"Sólo espero que el sello no se rompa antes y Sakura acuda a él. De lo contrario... nada en este mundo evitara que Sakura lo busque activamente, aunque yo se lo prohíba".
Hay dos cosas que no tiene Sakura ahora: disposición en obedecer a Ryu y autocontrol
:D Así que si creen que se quedará de brazos cruzados y no tendrás curiosidad... sólo digo que este arco, conforme a la relación SasuSaku en mi mente es uno de los que más ansío escribir.
Por otro lado, la teoría que menciona Ryu sobre las Calamidades, si bien en la obra de TGCF no lo mencionan cómo tal, todos esos sucesos mencionados sí ocurrieron. Entonces la teoría general del fandom es que los dioses son los únicos que pueden convertirse en Calamidades. Y por eso no hay muchas a comparación de los dioses ¿quién en su sano juicio rechaza la divinidad? ¡Ciertamente es un número de menos de dos dígitos!
Por otro lado SE CONFIRMÓ LO QUE SOSPECHABAN MUCHO, SAKURA VIVIÓ ANTES DEEEE. Y era un espíritu, ahora, si bien la mayoría de las incógnitas se han aclarado ¿cuáles son las persisten en ustedes? Sinceramente, falta llenar agujetos (alguien mencionó sobre la relación de Sakura con Xie Lian y Hua Cheng) y sí, falta ver esos 300 años de historia.
Por ahora, se acabó el maratón ¡ya pueden irse a dormir! (o sea, yo me puedo ir a dormir).
Lamentablemente, no habrá actualizaciones pronto. Les traje todo ahora porqué la carga de mi vida será pesada en estas semanas y ni ganas tendré en ponerme frente al computador. Así que, como siempre, avisaré el mismo día o días antes.
¡Muchas gracias por leer hasta aquí! Estaré contestando sus comentarios de los capítulos anteriores y de este.
El siguiente capítulo (probablemente) se llama: el origen de la flor
¡Cuídense mucho!
¡Nos leemos pronto, abrazos!
Alela-chan fuera <3
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