/54/ Parece una comitiva
Lo prometido es deuda. ¡La actualización ya está aquí! Viene la aparición más esperada - Soske en camino -
Agradezcan a esta segunda actualización seguida a la taza de café que me tomé la semana pasada de vacaciones de la universidad.
Ya se la saben, perdonen si ven alguna falta de ortografía y gramática. Lit intenté pulir a más no poder, pero siempre, SIEMPRE se me pasa algo.
Disfruten la lectura ✨
—¡Hermana, por aquí! ¡Aquí, aquí!
—Queremos estos ¿por favoooor?
—¡Por favor!
Secretamente Sakura suspiró por dentro mientras veía intensamente a sus hermanos menores, Rocky y Lee, señalar el puesto de juguetes al final del mercado. Se habían interesado en el par de mariposas de madera, rogando qué fueran comprados.
¡Esos pequeños diablillos la engatusan sabiamente conscientes que pocas veces les niega algo!
Sin embargo, esta vez Sakura ejerció su autoridad.
—Lo siento, chicos. Primero hay que almorzar —replicó tomando la manita de cada uno para arrastrarlos de regreso a la calle principal. Hubo protestas, Rocky más ruidoso qué Lee, pero ambos tristes por su rechazo. Les dio una sonrisa afable al inclinarse un poco a su altura, pero sin dejar de caminar y susurró—. Cuando terminemos, vengamos de regreso ¿de acuerdo?
Inmediatamente las caritas infantiles brillaron.
—¡Sí, sí!
—¿Es una promesa, hermana?
—Uh, claro. —Internamente Sakura estaba ideando una estrategia de palabras intencionadas por si el vendedor intentar desestimarlos cuando se acerquen. Algo le dice, por la mirada sucia del viejo, que ella sacará a relucir un repertorio de ingeniosos insultos.
En paralelo, caminando entre las calles frías del invierno, recordó a alguien vestido de rojo qué le enseñó varias maneras de ser cortés y grosero a la vez; y, junto a él, un joven vestido de blanco, exasperado en cariño por ello y siendo amable con ella.
De eso ya hace más de dos semanas.
E incluso han transcurrido más días sin apreciar el amable rostro de su persona amada. Parece nada, pero a la vez una eternidad en la que sufre en silencio, retorciendo su conciencia hasta lo más profundo de sus entrañas.
Extraña a Sasuke. Demonios, lo extraña demasiado. Perdió la cuenta de las veces que se obligó a frenarse en volver con él, o, por el contrario, enviar otra carta. La primera vez separados después de confesarse y no creyó que tuviera un efecto devastador.
El asunto es qué solamente intercambiaron dos cartas. Junto a la respuesta de Sasori, envío una personal a Sasuke sin contener la ansiedad de seguir con la tradición de tratarse mediante cartas.
La respuesta de Sasuke fue igual de estimulante, respondiendo a sus comentarios y dando información vaga e implícita sobre sus avances con la investigación. Lo que retuvo sus intentos, fue la frase que venía al final de esa carta.
"No hagas que Momo regrese. Te veré en diez días".
¡Su corazón no soporta tanta ausencia! Aunque el encuentro será aún más apreciado.
Saber que Sasuke vendrá de por sí es un regalo, pero esperar... vaya asunto. Nunca ha sido particularmente paciente en algunos aspectos. Especialmente si trata de lidiar su anhelo por Sasuke.
Buscó ocuparse de sus asuntos. Funcionó parcialmente, el asentamiento está centrando en pasar el invierno y entretener a los niños sin sus habituales clases exteriores. El gran comedor se ha convertido en una extensión de clases y algunas casas el refugio conjunto de los mayores.
Mayormente Sakura vigila los alrededores asegurándose que nada perturbara la barrera. Encontró un par de espíritus de vagabundos muertos por el frío, nada excesivo.
Y hablando de espíritus...
Se sentó en una de las sillas vacías del restaurante de Sota. Los gemelos se colocaron obedientemente frente a ella, vibrando de expectativas. Era la primera vez que ellos comían aquí y estaban emocionados. Todo gracias a que Akane logró convencer a su padre en aceptar venderles a ellos.
Por supuesto a Sota no le hizo gracia. Pero después de ver los ojitos de Rocky y Lee llenos de ilusión, ni si quiera él pudo negarse.
Se sintió realizada por darles pequeños placeres de la vida a sus hermanos menores. Desde que llegó a casa ambos estuvieron pegados a ella como chinches, durmieron con ella y la seguían cual patitos detrás de su madre. Las tías mayores les daba ternura, pero alegaron que era un comportamiento habitual de los niños con sus cuidadores de confianza. Después de todo, Sakura los acobijo en cuanto llegaron al asentamiento.
Más que una hermana mayor, veían una figura materna en ella.
A Sakura no le molesta. Son sus adorables hermanos menores.
Pronto un chico moreno de no más de diecisiete años se detuvo frente a su mesa distrayéndola de sus recuerdos. Su expresión agria decía querer estar en otro lugar que no fuera este.
Sakura lo miró intensamente.
Hablando de fantasma...
—¿Qué quieren de comer? —preguntó bruscamente ese chico.
—Esa no es manera de tratar a los clientes —dijo ella arrugando el ceño, descansaba la quijada en su mano y la otra hizo un gesto desdeñoso—. Menos a quien puede inmovilizarte con el sonido de una flauta.
El joven se tensó y mostró separó los labios mostrando sus colmillos, nada común en el rostro de un humano.
—No me provoques, Haruno porqué-
—Ey, nada de amenazas frente a los niños.
Inmediatamente la postura del chico se cerró y apretó los labios lanzando una mirada de soslayo a los gemelos, quienes se veía expectantes y atentos en un sentido aprensivo. Preparados para salir corriendo si es necesario.
Sea como sea, el chico respiró hondo a pesar de no necesitarlo.
—¿Qué desean de comer? —preguntó a regañadientes, nada amable pero no amenazador.
Sakura sonrió burlona.
Después de levantar sus pedidos el chico se marchó en la trastienda y la pelirrosa lo siguió con ojos analíticos en todo momento.
En realidad era Naruto. O, mejor dicho, como pidió ser llamado: Menma.
Su apariencia original no dista mucho de esta apariencia joven y morena. Sakura había visto antes su verdadera cara, y cuando lo interrogó semanas atrás siempre portó la apariencia actual. Por algo Naruto se esconde con este disfraz, y aunque quisiera forzarlo, resultaría contraproducente para sus planes.
El asunto aquí es así: utilizó uno de los talismanes que Su Alteza le dio sobre Naruto y lo interrogó meticulosamente dentro de sus conocimientos a los acontecimientos.
(Y si fue mezquina al enojarse con Naruto por la herida que le hizo a Sasuke en batalla, nadie puede reprocharle).
Grande fue su sorpresa descubrir un dato en particular que atrajo su atención en el interrogatorio.
Naruto no es el asesino en demencia que todos creen... a excepción que, sí, ha matado a una persona. Pero solamente una.
Entonces su compañero, al que llama Suigetsu (por fin un nombre para el otro maldito fantasma) masacró la aldea de Flores Danzantes junto con el Reska. Naruto sí estuvo... pero con otro objetivo.
De aquí se derivó a una serie de preguntas ¿Quién te ordenó atacar? ¿Conoces a quién te trajo de regreso? ¿Sabes quién te asesinó y cómo?
A cada pregunta Naruto se ponía nervioso, frenético y alebrestado. Intento no responder, pero el talismán infligió dolor extremo que le fue imposible no retorcerse mientras apretaba los labios por el que escurrían hilos de sangre. Al final, aunque respondió, no hubo mucha diferencia.
Él no sabía cómo era ni como se llamaba aquel individuo y se dirigía a él como "Maestro". No recuerda exactamente cuándo "despertó", pero al tener conciencia estaba en Flores Danzantes. Conforme a la última pregunta...
—No lo sé.
Él talismán no reaccionó ante la mentira. Entonces debió ser verdad que Naruto no recuerda o está profundamente confundido sobre su propia muerte. Explicaría porqué se empeñó en atacar a Sasuke si creía que era su asesino. Al parecer la última batalla generó dudas.
Sea cual sea la situación, Sasuke aún tiene planes de buscar a Naruto. Sakura le ahorrará todo su viaje y lo mantendrá cerca hasta que el Cazador decida qué hacer con él. Un acuerdo más que Sasori aceptó a regañadientes, a pesar de no querer relacionarse con Naruto tuvo que hacerlo. Después de todo, Suigetsu se enfrascó en una pelea con él mencionando que ese dichoso maestro quería ver a Sasori.
Y presumiblemente lo estuvieron buscando.
Aunque manden lejos a Naruto, Suigetsu regresará en busca de Sasori. Es mejor tener a Naruto cerca y utilizarlo como carnada.
Sakura suspiró. Tantos problemas. Y eso que Deidara se eliminó de la ecuación.
Al pensar en el semidemonio rubio, una expresión sombría se apoderó de sus rasgos.
Todavía le pesa su ineptitud. El no poder ayudarlo a librarse del control absoluto. Ahora su alma está siendo cobijada en manos de Temari, sucedió tal como Homura. El alma que se disipó fue la huésped y el de Deidara permaneció sorpresivamente estable, aunque no lo suficiente. Tendrán que alimentarlo hasta que sea lo suficientemente independiente para buscar su propia paz y reencarnar.
Tardarían más de lo habitual contando que ninguno tiene energía espiritual. Consideró seriamente llegar a un trato con Sasuke y así obtener su ayuda. O quizás negociar con Fugaku optando por una vía directa y evitar involucrar al joven Uchiha.
—Hermana ¿te encuentras bien? —preguntó Lee preocupado. Los gemelos habían estado jugando entre sí con tranquilidad (lo más que Rocky permitiese) y pronto se percataron del estado de ánimo de su hermana mayor—. Te ves triste.
La susodicha parpadeó saliendo de sus cavilaciones. Con la barbilla apoyada en la palma y el codo sobre la mesa, asintió con la cabeza y se enderezó cruzando los brazos.
—Uh. Lo estoy.
—¿Por qué?
—Extraño a Sasuke —dijo haciendo un puchero dando otra verdad que eclipsa cualquier otra afirmación.
Los gemelos ensancharon repentinamente los ojos, muy impresionados. Sakura enarcó una ceja estimando si su honestidad provocó esa reacción. Debería prepararlos en sus afectos con Sasuke y no les tomase por sorpresa que lo mencionara cada dos por tres cuando tiene oportunidad.
Entreabrió los labios, dispuesta a explicarse cuando una risa ronca a sus espaldas la dejó estática al borde su asiento.
Esa risa es-
—Es agradable saber que me tienes en tus pensamientos, tal como yo te guardo en los míos —dijo él.
Sasuke.
Girando medio cuerpo en la silla, Sakura jadeó y miró con la cabeza alzada a la persona que ha soñado por tantos días. Y debería ser absurdo. De verdad que sí. ¡La ausencia de tu persona amada volvería loco a cualquiera! Por los Cielos, es una mujer romántica en su interior, por supuesto que suspirará y añorará a la persona de sus afectos con tan solo un día de separación.
Tener a Sasuke, con su majestuosa presencia frente a ella parecía un sueño irreal. Toda su expresión era extremadamente suave, el pliegue de sus ojos arrugados por esa sonrisa de labios cerrados y ojos centellantes en el insoportable cariño que le profesaba. Sakura se ahogó por la vista, pasando de un latido a otro, sintió su propia sonrisa explotar en su rostro y todo su cuerpo cobró vida.
—¡Sasuke!
Sin importar el decoro corrió a él para hundirse en un abrazo, lo más cerca que pudiese, buscando su contacto. La capa que traía el Cazador se onduló ante los brazos abiertos de Sasuke, recibiéndola gustoso entre su agarre. Le alegró que a él no parecía importarle la muestra excesiva de cariño frente a varias personas, podía sentir varios ojos taladrándole la espalda.
Ignoró los cuchicheos nada sutiles sobre ellos. ¡Sasuke está aquí y era todo lo que importaba! Hundió su rostro en el torso de él, feliz de aspirar su aroma. Rastros de un bosque frío y humo ceniciento. Se embriagó, apretando el agarre en la cintura de Sasuke recibiendo un apretón alrededor de sus hombros, ahí donde él cerró el abrazo y le acarició el cabello. Ella parecía un gato acicalándose bajo sus caricias.
La respiración de Sasuke tartamudeó un momento cerca de su oreja, el indició de sus nervios antes de tragar y Sakura observó fascina como la manzana de Adán se balanceó en ese largo y expuesto cuello. Alzó la vista hasta que sus ojos conectaron, los de él intensos y fijos en ella.
—Sakura, me alegra verte.
—Mmm... seguramente no tanto como yo a ti.
Se escuchó un gemido lastimero externo. Sakura se preguntó vagamente quién osa a interrumpir su mágico momento cuando se escuchó:
—Por los Dioses, no sean tan descarados. ¡Hay niños presentes! —Por supuesto, esa voz gruñona provino de Shino.
A regañadientes Sakura recordó su audiencia. Los gemelos seguramente están desconcertados. Se obligó a separarse no sin antes dejar un tierno y secreto beso en la clavícula sobresaliente entre los pliegues de los kimonos de Sasuke. Recibió a cambió una amonestación en apretón en su cintura antes que las manos grandes se alejaran de ella.
Cuando vio a Sasuke más de cerca notó la punta de sus orejas rojas. Se veía tan tierno avergonzado por sus afectos. Le sonrió descarada antes de dar la media vuelta y revelarse a la compañía adicional.
Shino parecía indignado, farfullando maldiciones en voz baja; junto a él, Hinata ocultaba discretamente su risa detrás del dorso, enviándoles una mirada de los más cómplice y divertida.
Es bueno saber que al menos alguien se divierte aquí.
Momo aprovechó el momento para hacer su aparición, saliendo adormilado del kimono de Sakura, se deslizó con sonidos felices hasta su amo, quién lo recibió con caricias y un par de nueces, diciéndole que también estaba feliz de verlo.
—¿Hermano rico? —preguntó Rocky tan vibrante y temblando de emoción, como si no pudiera creerlo. Junto a él, Lee miraba con ojos expectantes y llenos de esperanza.
Sasuke les sonrió afable e inclinó un poco la cabeza mientras Momo se acomodaba en el hueco de su cuello.
—Ha pasado tiempo, Rocky, Lee ¿han estado bien?
Apenas pronunció esas palabras ¡ambos gemelos corrieron a prensarse en cada pierna del Cazador! Este no tambaleó ante el repentino ataque y colocó cada mano en las cabezas de los niños, quienes se aferraron a él y sonrieron con sus dientes de leche y la dentadura carente de uno. Incluso sus cuernos contrarios los hacían ver más tiernos.
Debido a su prematura exposición a una vida miserable en los primeros años, ambos eran más pequeños en complexión y tamaño contrario a cualquier niño de su edad. Por tanto, apenas y le llegaban a la cintura de Sasuke y eso si se esforzaban en ponerse de puntitas.
—¡Hermano rico! ¿Nos trajiste dulces? —preguntó esperanzado Rocky.
—... —Sasuke parecía arrepentido de no pensar en esa opción.
—¡Rocky! —riñó Sakura al ver que lo intimidaban—. Es de mala educación exigir dulces apenas saludas a alguien.
—Pero dijiste que es asquerosamente rico —se quejó Lee afianzándose a la pierna ajena con un puchero.
El dueño de dicha pierna enarcó una ceja en dirección a Sakura, escondiendo una expresión divertida detrás de una cuestionable. Inmediatamente la susodicha se sonrojo, farfullando unas cuantas incoherencias hasta que logró estabilizarse.
—¿Cuándo dije eso?
—¡Cuando conocimos al hermano rico! —expresaron al unísono orgullosos de su memoria.
De acuerdo, eso sucedió hace meses cuando se encontraron por tercera ocasión, y si bien no tenía una mala impresión de Sasuke, no estaba (perdidamente) enamorada de él. ¡No pueden culparla!
Trato de evitar el contacto visual con esos intensos ojos negros mientras se aclaraba la garganta, ignorando deliberadamente que Shino parecía querer arrancarse los oídos para no escuchar más y las risas dispersas de Hinata. Ni que decir los comensales más cercanos, la mayoría son locales y no olvidaban que Sasuke expulsó hace meses un Cazador Hyūga que pretendía llevarse a jovencitas como concubinas, así que fingieron desinterés, volvieron a lo suyo.
—El hecho de que sea rico no quiere decir que andes detrás de él pidiendo dulces —murmuró audible frotándose el rostro e intentó recobrar la compostura—. Ahora, suelten a Sasuke y siéntense obedientemente a esperar su comida.
—¡No! ¡Queremos jugar con él!
—Hermana, queremos abrazarlo. Tú los hiciste ¿por qué nosotros no podemos?
¡Estos niños son tan inocentes!
Sakura admite que tiene mucha desvergüenza y es descarada sin medida. ¡Pero que unos niños le hagan este tipo de preguntas es demasiado! Hundió su rostro en las manos, mortificada de tener hermanos tan inteligentes.
Afortunadamente, Sasuke es un caballero y al ver la vergüenza de Sakura, decidió compadecerse de ella. Redirigió la atención de los niños a otros terrenos menos bochornosos.
—Rocky, Lee. Vengan aquí. —A pesar de sus palabras, se giró con todo y niños prensados en sus piernas. Sakura los observó entre el espacio de sus dedos. Los gemelos veían con curiosidad a la compañía extra—. Les presentaré a Hinata, ella es mi prima. Y él es su acompañante, Shino.
Inmediatamente los niños se soltaron. Recordando aquellas clases de etiqueta que una de las tías se esmeraba con enseñarles, se inclinaron torpemente mientras decían al unísono pareciendo pequeños jóvenes maestros diligentes y bien hablados:
—Hola, prima del hermano rico. Hola, acompañante de la prima del hermano rico.
... Hasta que abrieron la boca.
Sakura volvió a gemir entre sus manos.
—Es un gusto conocerlos, pequeños —saludó Hinata con voz tierna y se inclinó devolviendo el saludo. Tanta gracia en una persona debería ser imposible, pero a pesar de la situación, se mantuvo erguida y educada—. No sabía que Sakura tenía unos hermanos tan adorables.
—¿Eres amiga de nuestra hermana mayor? —preguntó Lee, emocionado.
En ese instante ambas mujeres intercambiaron miradas. Hinata arrugó los ojos y Sakura entrecerró los suyos de forma sutil. Quizás la sacerdotisa no logró descifrarlo del todo, porqué una sonrisa un poco incómoda surcó en sus labios con claras señales de negación en cada gesto.
Sin embargo...
—Sí, es mi amiga —intervino Sakura dando un paso al frente, sobresaltando a Hinata quién ensanchó sus ojos como si no pudiera creer lo que salió de los labios contrarios—. Así que compórtense de lo contrario no tendrán juguetes al final del día.
Arrancándolos desprevenidamente de las piernas de Sasuke, los arrastró hasta sus sillas. Los gemelos se agitaron mientras se quejaban con sus vocecitas infantiles y pucheros que derretirían al corazón más helado. Sakura tiene práctica, de vez en cuanto es inmune a sus gestos.
—Hermana, dijiste que regresaríamos —se quejó Lee arrugando sus cejas pobladas y Rocky asintió con fuerza apuntándola con el dedo acusador.
—¡Sí! ¡Y no debes romper una promesa!
—Prometí regresar al puesto, mas no comprarles juguetes. —Ella fue despiadada.
—¡Hermanaaaaa!
Todo es espectáculo duró poco, sin embargo, atrajeron atención innecesaria. Sakura ya podía sentir el principio de una jaqueca asomándose por su cabeza mientras los gemelos se quejaban y Rocky estaba a punto de hacer una rabieta ruidosa del tamaño del mundo. Estos niños, en un día normal, son parcialmente tranquilos a su manera. No entiende por qué ahora estaban acelerados.
A menos que... ¿se debiera por la visita de Sasuke?
Lo miró de reojo y notó que él se acercaba a ambos niños, sentados contra su voluntad en las sillas, hasta agacharse a su estatura y les hablaba con voz suave.
—Su hermana se preocupa que estén hambrientos cuando vean los juguetes. ¿Por qué no primero comemos todos juntos? Luego podemos ir.
—¿De verdad? —Ambos niños parecían desbordantes.
—Sí, pero deben ser obedientes y no causarle problemas a su hermana ¿de acuerdo?
—¡No le daremos problemas!
—Nos portaremos muy bien.
Con la boca abierta Sakura miró el intercambio. ¡Sasuke domó fácilmente a este par de diablillos!
—¿Cómo lo hiciste...? —murmuró ella una vez que Sasuke la miró, le dedicó media sonrisa y expresión indulgente.
—Tuve una clase repleta de niños de su edad. Los niños pueden ser afectuosos y berrinchudos, pero tienen buenas intenciones —habló en voz baja evitando ser escuchado por dichos gemelos que ahora parecían interesados en preguntarle a Hinata como es que llegó a ser amiga de Sakura, porqué los niños sabían que su hermana podía ser algo y pocas personas se acercaban a ella.
Algo cálido y ligero explotó en el pecho de Sakura queriendo conocer más esa faceta indulgente. Trató de hacerse una imagen mental del grupo de niños que conoció en el comedor aquel día. Todos animados y gentiles al expresarse de Sasuke; siguiéndolo como patitos en espera a ser adiestrados.
Intentó controlar sus ideas, pero como recientemente ocurría, Sasuke parecía conocer sus pensamientos con solamente darle una mirada o eso indicó la sonrisa sutil asomándose en los labios.
Sakura lo miró intensamente.
Que ganas tenía de besarlo.
Desafortunadamente, antes que pusiera en acciones sus intenciones, el estruendo de platos cayendo contra el suelo y rompiéndose irrumpió la atmosfera. El silencio que siguió fue pesado e incómodo a medida que las cabezas se giraban al origen del sonido, algunos dieron miradas por encima y regresaron con lo suyo.
Otros, como Sasuke y Sakura, observaron más.
Y Sakura se abstuvo de maldecir entre dientes.
Ahí, con la comida desparramada entre sus pies y mirada estupefacta, estaba Naruto mirándolos con los ojos muy abiertos. O, específicamente, miraba a Sasuke como si se tratase de un fantasma, irónico contando que él era uno mismo. Le temblaban las manos y parecía que en cualquier momento se desmayaría por la impresión.
Claramente esto también lo notó Sasuke, quién no dudó en acercarse a él extendiendo un poco la mano con la intención de ayudarlo.
—¿Te encuentras bien? —preguntó el Cazador.
En el momento que habló, Naruto salió de su estupor. La mano de Sasuke no se había acercado lo suficiente pero el fantasma se sacudió como si su toque quemase y tembló de pies a cabeza retrocediendo entre trompicones y respiración acelerada.
—¡No me toques! —gritó Naruto.
Inmediatamente la mano de Sasuke se detuvo y la dejó caer lentamente. Un ceño se arrugó en su frente debido a la consternación mientras daba un paso atrás, justo dónde Sakura estaba con los brazos cruzados mirando intensamente a Naruto. Inspeccionó discretamente la reacción de Sasuke y dedujo que no había reconocido a Naruto en esa apariencia. Bien. Eso le ahorraría un shock severo en plena tarde.
De vuelta con Naruto, era una gelatina tambaleante mientras intentaba enderezarse. Akane pronto apareció al rescate, disculpándose profusamente con los comensales por el alboroto y envolvió al fantasma en un abrazo mientras lo guiaba a la trastienda.
En todo el transcurso Sasuke mantuvo un gesto pensativo y miró el desastre en el suelo.
—¿Deberíamos ayudar-?
—¡No es necesario, joven maestro! —exclamó de pronto Sota apareciendo de quién sabe dónde agarrando una escoba. Sonriendo radiante los despidió con ademanes—. Le traeremos su orden en unos minutos, no debe preocuparse.
Sasuke únicamente asintió y regresó a la mesa. Sakura permaneció en el mismo lugar mirando lánguidamente a Sota quién, al verse alejado de los ojos del Cazador, fulminó con la mirada a la semidemonio.
—Deja de hacer escándalos en mi establecimiento —susurró Sota barriendo rápidamente los pedazos del cuenco de cerámica.
—No hice ningún escándalo —alegó en el mismo tono Sakura pateando discretamente un pedazo de cuenco—. Menma es un empleado problemático y tu responsabilidad.
—Lo dejaste aquí ¡es tu problema!
—¿Sakura?
La voz de Sasuke los interrumpió. En la distancia él se había girado a ellos y los observaba con el ceño fruncido, midiendo si debía intervenir o no debido a sus actitudes. Inmediatamente Sota recobró su sonrisa deslumbrante de comerciante a punto de cerrar un trato y se marchó casi corriendo antes que el Cazador decidiera retarlo con palabras.
Así de cobarde es.
Resoplando, Sakura agitó su capa y regresó con Sasuke pensando cómo abordar el tema de Naruto sin alterarlo demasiado.
Más tarde Sakura abrió la puerta de una de las habitaciones de la posada y permitió que Sasori traspasara el umbral. Dentro yacía Sasuke con Hinata y Shino, en espera a este encuentro en particular.
El aire traspasaba un poco de nerviosismo por los dos últimos. Era la primera vez que estaban en presencia de Sasori y, por decir menos, era intimidante sin proponerselo. Especialmente con toda esa expresión malhumorada eterna y refunfuñada, taladrándolos con los ojos y examinándolos en el exterior.
Al costado, Sasuke saludó cortésmente sin perder el ritmo. En cuanto los ojos de Sasori se posaron en él, su mirada se intensificó.
Sakura gimió internamente.
Por más garantías que le dio a su hermano, Sasori no estuvo del todo convencido y lo único que le hizo aceptar esta reunión fue el hecho que Sasuke estaría presente. Quizás se trató de su imaginación o no, pero Sasori tuvo cierta consideración. Lo que sea, Sakura no dudó en aprovecharlo al máximo. Jugó de sus cartas trampa y técnicas de chantaje para concretar la posibilidad.
Ni que decir antes, cuando dejó a los gemelos en el asentamiento, felices por la visita de "el hermano rico y su prima, y el guardaespaldas de su prima", Sasori compuso una expresión terrorífica y marchó al pueblo sin que Sakura se lo pidiera directamente. No hablaron durante el camino (o más bien, Sasori se negó a decir algo) y se concentraron en llegar.
Mala idea. Debió prepararlo antes.
—Tú debes ser Saito Hinata —habló finalmente Sasori tras reconocer el saludo de Sasuke con un asentimiento.
Casi de inmediato Shino saltó con su habitual "¿cómo te atreves a dirigirte a mi maestra tan irrespetuosamente?" pero se abstuvo en el último momento, mordiéndose el labio inferior tras recordar el sinfín de advertencias que Sakura les dijo antes de partir.
"Por nada del mundo sean arrogantes y pretenciosos. Si no, olvídense que mi hermano acepte este trato tan desventajoso para nosotros".
Hinata no reaccionó mal, se inclinó en su habitual saludo. Le dio puntos al mantener la compostura.
—Lo soy, es un gusto conocerlo al fin, joven Sasori.
Algo asaltó en la ceja de Sasori por el respeto, pero no dijo nada. Luego desplazó la vista a Shino quién imitó los gestos de su maestra y mantuvo la cabeza baja.
—Y él es tu, ¿qué? ¿Guardián? ¿Mascota?
Sakura hizo una mueca. Sasori estaba siendo especialmente grosero. Se frotó el rostro murmurando un "Sasori... deja atrás tus prejuicios" pero fue ignorada olímpicamente por él.
Hinata se enderezó y todavía con su expresión solemne, afirmó: —Shino es mi familia, tengo la fortuna que se moleste en cuidarme.
—Hmp. —Sasori arrugó el ceño y se giró a Sakura extendiendo la mano—. Dame los talismanes.
Rebuscando en su manga, Sakura se abstuvo de suspirar profundamente y entregó lo pedido. Eran los talismanes sobrantes que Xie Lian le dio, aquellos que permitían a los demás decir la verdad sin importar qué. Es una lástima que su hermano los aprovechara así a pesar de que nadie negará la eficacia de los primeros talismanes.
—Te pondré estos talismanes y haré unas preguntas. —Los papeles se agitaron en el agarre de Sasori mientras extendía la otra mano con la palma hacia arriba—. Despreocúpate, son inofensivos a menos que te niegues a contestar.
—¿Por qué debes poner estas cosas sobre mi maestra? —Shino preguntó hostil, ya había tardado mucho en intervenir.
Los ojos de Sasori se entrecerraron mientras Hinata estiraba la mano, decidida en demostrar su valía y confiar en Sasori. Él se apresuró en apretarle los dedos con cortesía.
—Sakura confía en ustedes, pero yo no.
Había varias razones por la cual Sasori es líder del asentamiento. Dependiendo a quién le preguntes, la mayoría dirá que se ganó el lugar por su ingenio y protección; o que era demasiado poderoso que derribaría a cualquier rival que tuviera enfrente. Entre todas, saltaban la gran admiración y cariño profundo por los miembros del establecimiento por su ayuda considerándolo una extensión de la familia.
Pero hay una peculiaridad que en realidad sobresale, ante todo.
Sasori es el único con acceso a energía espiritual, aún con los grilletes puestos.
No es algo que él genere, por supuesto. Después de todo los grilletes malditos limitan el acceso a su propio núcleo de energía; más bien, se debe a su habilidad demoníaca al tomar energía espiritual de cualquier persona o ser vivo sin su consentimiento. "Robar" sería más específico, pero Sasori no lo utiliza a menos que sea necesario hacerlo.
Como ahora, apenas tomó la mano de Hinata le extrajo la energía espiritual suficiente para activar los talismanes. La sacerdotisa jadeó, sorprendida por el repentino arrebato, pero incluso antes de que pudiera afectarle, Sasori retiró la mano y lanzó ambos talismanes a ambos en sus frentes.
En otra ocasión Sakura se hubiera reído por lo gracioso de sus expresiones, ahora estaba más ocupada tratando de tranquilizar a Sasuke por la brusquedad mostrada de su hermano. No se veía muy contento por el trato que recibía Hinata y Shino ¿y quién lo estaría?
Aunque, siendo sincera, Sasori optó esta actitud a propósito.
—Comenzaré por algo sencillo —interrumpió Sasori con esa voz que prometía conocer la verdad. Cruzándose de brazos sobre el pecho, inclinó un poco el cuerpo al frente comenzando por la sacerdotisa—. ¿Viniste por voluntad propia?
—Por supuesto —afirmó de inmediato Hinata.
—¿De qué vienes huyendo?
—... —La manera que se formuló la pregunta pareció incomodarla, pero no perdió el ritmo—. De un matrimonio forzado.
—Y para que hayas decidido huir debes despreciar mucho a esa persona —tarareó Sasori. Sus palabras debieron sonar consideradas, pero no sonó así. Los matices de indiferencia relucían en los extremos de cada tonadita y antes de que alguien pudiera contradecirlo preguntó casualmente—: ¿Con quién planeaban casarte?
Hinata se hundió en sus hombros y desvió la mirada con signos de clara vergüenza.
—Con Sasuke —confesó.
La rapidez en que Sasori miró al susodicho casi dislocándose el hombro, sobresaltó a más de uno. Ojos cafés escudriñaron sin ningún disimulo y Sasuke le sostuvo la mirada desafiante a que lo juzgara.
Sakura estuvo tentada a dar un paso entre ellos, midiendo la reacción de ambos, especialmente el carácter de Sasori.
En estas semanas su hermano la acosó queriendo saber sus verdaderos sentimientos hacia el Cazador Uchiha. Decir que resultó en tensiones incómodas cuando estaban en el mismo espacio, es quedarse corta. Ya sea en el comedor mientras Sakura ayudaba a cocinar, Sasori se acercaba y entablaba una conversación normal hasta que sacaba a relucir las dudas que requerían de respuestas incomodas. Sobre todo, cuando se tratan de sentimientos.
Hastiada, Sakura lo ignoraba y continuaba con los suyo pase las quejas silenciosas de sus ojos. Las tías mayores a su alrededor se reían indulgentes, lanzando comentarios en su defensa y alegando a Sasori que preguntas personales no debían hacerse tan directas. ¡El corazón de una doncella no soporta tanta exhibición de sus sentimientos por un honorable caballero!
Ocurrió mínimo una decena de veces más, sinceramente Sakura no es modelo de rectitud y paciencia. Precisamente el día anterior, en medio de una rutina de vigilancia a los alrededores del prado, Sasori volvió a preguntarle sobre sus intenciones de traer a Sasuke y los sentimientos al respecto.
Resultó su límite.
Con cansancio y hastío, exclamó con furor bajo la noche estrellada y en medio de un campo de flores marchitas cubiertas de nieve: "¡Estoy enamorada de él!".
En ese preciso instante Sasori la miró con si la hubiese mirado por primera vez en la vida. Ella se apresuró a ponerse en guardia encuadrando los hombros, dispuesta a defender sus propios sentimientos si era necesario. No permitirá que nadie, ni siquiera su hermano mayor, desestime y pisoteé su amor por Sasuke.
Hay un límite de desaires que soportará en esta vida
Sorpresivamente, Sasori le dio unas palmaditas en la cabeza. De esas que escaseaban conforme pasaban los años porqué sus muestras de afecto cambiaron en silencios cómodos, comidas deliciosas y protección en fuerza bruta. Se volvió un poco menos táctil pero cuando tenía estos gestos, Sakura no podía evitar sentir cálido su corazón y emoción de fraternidad.
Al alzar la vista lo vio sonreír quedamente y luego girarse a inspeccionar. Viniendo de Sasori, era el equivalente de: "Muy bien. Me quedó claro".
Pero el que le quede claro no significa que los acepte por las buenas. No olvida lo sobreprotector que es.
—¡Pero es como un hermano menor para mí! —Exclamó Hinata interrumpiendo las cavilaciones de Sakura. Llenándose de determinación, encaró a Sasori atrayendo con éxito su atención—. Por eso decidí irme de la Villa de Fuego. Me niego a ser parte de sus planes pera engendrar otro heredero. Además... no puedo acceder a casarme si Sakura está interesada en él.
Sakura casi se ahoga con su respiración.
¿¡Hinata!? ¿¡Por qué tú me exhibes así!? pensó histérica ahogándose con su propia saliva.
Sí, le gusta ser descarada, pero frente a Sasori es otro asunto.
Junto a ella, Sasuke le dio unas palmaditas en la espada, buscando traerle paz. Notó qué el también se avergonzó por la declaración de Hinata, o eso indica las puntas de sus orejas rojas y la sombra en sus pómulos mientras se niega a mirarla directamente a los ojos.
Sasori finalmente se restregó el rostro, murmurando para sí algo intangible.
—Dejando eso de lado ahora, dime ¿Qué puedes ofrecerle al asentamiento? Debes saber que cada quien tiene una función y trabajamos en conjunto para sobrevivir. No aceptaremos a mantenidos —dijo duramente ahuyentando el tema anterior con un ademan de manos.
A partir de ahí el interrogatorio se volvió más táctico e informativo en que Hinata enumeró en primera instancia su habilidad en curar venenos de cualquier tipo mientras no sean más poderosas que la Adelfa; por extensión, sabe de medicina. Cocina lo básico, tiene poca experiencia en armas, pero se defiende decentemente con el arco y las dagas pequeñas. Entre otras cosas, insistió qué no importaba ayudar en lo que sea sí le permiten quedarse.
Sasori escuchó atento, y Sakura se podía ver los engranajes rodando al considerar como le sería de utilidad.
—Además yo... —Hinata se removió y le dio un vistazo a Sasuke y Sakura—. Ignoro si Sakura te dijo, pero soy una heredera de sangre. Mi don es purificar el aire de energía malicio y puedo mantener una barrera protectora a causa del Orbe del Sol.
—Ah, sí. —Sasori la miró pareciendo nada impresionado. Sakura no evito rodar los ojos ante la hipocresía. Cuando se lo dijo se vio sorprendido, y en este momento aparenta desinterés—. Por ahora solamente me interesa saber otras cosas. Ahora tú —se dirigió a Shino que estuvo en silencio durante toda la conversación—. Sólo tengo dos preguntas para ti.
Shino frunció el ceño y esperó, impaciente.
Sasori entrecerró los ojos con mucha advertencia.
—¿Odias a los semidemonios?
—En absoluto —respondió serio el joven guardia con seriedad.
—¿Planeas hacerle daño a alguno de nosotros?
—No importa quien sea. Humano, semidemonio, fantasma, un líder Cazador o rey, si atentan contra la vida de mi maestra, no tendré piedad alguna.
Sasori asintió descruzando por fin los brazos y llevándolo detrás de su espalda manteniéndose erguido. Es mucho suspenso para alguien que ya lo tenía decidido desde que Sakura le aseguro y prometió que eran candidatos perfectos para vivir en el asentamiento. Siendo alguien precavido y cauteloso, naturalmente necesitaba hacer sus propias pruebas.
—Te aseguro que nadie en el asentamiento atentará contra ella o contra ti, en dado caso que no provoquen problemas.
Ante dichas palabras, los ojos de Hinata se iluminaron.
—¿E-Eso quiere decir que nos aceptas?
—Por ahora —afirmó Sasori—. No hagan que me arrepienta.
—¡No lo haremos!
La sonrisa radiante de Hinata era contagiosa. Los demás no pudieron evitar sonreír a su propia manera.
—Eso espero —tarareó Sasori entrecerrando los ojos qué de pronto se oscurecieron—. Ahora...
En otro movimiento inesperado, Sasori estiró una de sus manos que reposaba en su espalda en dirección a Sasuke. Un talismán se disparó como flecha hasta pegarse en el torso de Uchiha quién no se movió en absoluto a pesar de anticipar sus movimientos desde el principio. Su reacción se limitó a bajar la mirada para verse a sí mismo con el talismán puesto y enarcar una ceja en dirección a Sasori.
Por otro lado, Sakura ensanchó los ojos y se acercó a Sasuke, pero mirando a Sasori.
—¿Qué pretendes, hermano?
—Él estará con nosotros durante unas semanas. Tengo que interrogarlo —dijo sin pelos en la boca acercándose a Sasuke. Sus pasos firmes y rectos elevaron su postura, siendo de la misma estatura que el Cazador, difícilmente se intimidarían entre sí. Más que ahora ambos poseían un aura pesada por diferentes razones—. Y, a diferencia de estos dos, tengo más precaución con él.
Sakura rechinó los dientes al apretar las manos. ¡Sasori estaba siendo bastante grosero! ¿Cómo no confiar en Sasuke? ¡Es absurdo! Las pruebas han estado allí siempre.
—Esto es una ofensa —alegó ella.
—Sabes que es necesario —replicó Sasori apenas mirándola más concentrando en las expresiones de Sasuke, extrañamente silencioso.
El talismán no restringe precisamente el habla, es un mecanismo que el lanzador aprovechará en la ida de preguntas y respuestas sin un margen de mentiras de por medio. De alguna u otra forma la verdad saldría a la luz. Por tanto, hay una extrañeza ante el repentino silencio del Cazador.
—Sakura me informó sobre su pequeño inconveniente. Siendo sincero, me importaría un bledo que su Clan este sufrimiento una riña de poderes internos o saboteando matrimonios forzados... si no fuera porque tú estás involucrado —dijo al final y se acercó demasiado a Sasuke para considerarse correcto. El Cazador no se inmutó ante la invasión abrupta de su espacio personal—. A estas alturas es evidente el interés de mi hermana hacia ti. Pero desconozco tus pensamientos. ¿Qué intenciones tienes con mi hermana? ¿La aprecias lo suficiente para corresponderle o planeas tenerla en la palma de tu mano para después destruirla?
—¡Sasori! —gruñó Sakura en advertencia tratando desesperadamente adivinar las intenciones de su hermano con este interrogatorio repentino.
El aludido no se inmutó y los ojos cafés de Sasori se intensificaron a cada segundo que se extendía el silencio. Sasuke le devolvía la mirada, sus propios orbes ardían de una emoción bastante contenida y furia silenciosa. Por más que Sakura intentara descifrarlo, se volvió loca el tratar de resolverlo por su cuenta.
¿Por qué Sasuke no responde?
¿Duda de sus propias intenciones?
Rápidamente negó con la cabeza.
¡Claro que no!
Él siempre ha sido honesto con ella. Desde el primer momento que se conocieron su rectitud y caballerosidad relucieron por encima de todo. Hasta el día de hoy, aunque su camino esté plagado con detalles que se exponen poco a poco debido a la confianza mutua, Sasuke jamás la ha engañado conforme a sus verdaderas intenciones. Por otro lado, el que Sakura los crea es un asunto privado.
Solamente ellos dos conocían el alcance y sinceridad de sus sentimientos. Aún podía recordar la afirmación del Cazador ante sus contundentes palabras de "Estamos juntos" "Lo dije desde el fondo de mi corazón". Cada beso y caricia. No eran mentiras ni falacias.
Y no hace falta que Sasori o nadie más lo entienda.
—¡Suficiente! —exclamó Sakura al ver que la sangre comenzó a brotar en la comisura de los labios de Sasuke.
No no no. La situación se está convirtiendo en un desastre carente de confianza y enmarcando una imagen que jamás quiere repetir. ¡La piel de Sasuke no debía mancharse más de su propia sangre, nunca más! Ninguna herida. Ninguna gota. Suficiente ha tenido con las heridas de sus brazos ¡ella no quiere ser la causante de ingerirle algún tipo de dolor!
El pavor la llenó y rápidamente estiró la mano tratando de quitarle el talismán, pero no funcionó. El único que puede retirarlo es el lanzador.
Desesperada, se giró a Sasori y exclamó: —¡Quítaselo, ahora!
Sasori apretó el ceño y retiró el talismán ante lo frenética que se veía Sakura. Una vez retirado, Sasuke respiró hondo antes de tragar visiblemente la sangre, al abrir la boca se apreció rastros y hilillos caían hasta su barbilla cuales se apresuró a limpiar con cierta lentitud, como si estuviera ordenando sus pensamientos.
Mientras tanto, Sakura murmuraba pegada a él, tomándolo de la barbilla e inspeccionándolo. Preguntándole si fue muy doloroso y jugueteando con sus labios en busca de mordidas. La situación no dio cavidad a tener vergüenza por tocar tan íntimamente a Sasuke, se concentró más en buscar heridas.
Él la tranquilizó con palabras suaves.
—Estoy bien. Yo mismo me provoqué esto —afirmó apoyando su mano en Sakura cuyos dedos seguían acariciando su barbilla—. Nadie es responsable.
—Pero mi hermano te colocó ese talismán.
El silencio de la habitación fue pesado. Hinata y Shino no se atrevieron a interrumpir. Sasori había dado un paso atrás con la mandíbula apretada mientras los veía a ambos y Sasuke cerró los ojos, suspirando con cierto cansancio hasta posar atención en el semidemonio de pelo rojo.
—La razón por la que no te respondí con el talismán, es porqué me parece insincero de mi parte decirlo manipulado por un hechizo. A Sakura siempre le he dado honestidad y sinceridad de mi parte. Y nunca cambiará en lo que a mí respecta —explicó bastante serio, incluso un poco de helades de coló entre sus frases, el matiz yacía ahí, a punto de explotar si no se manejaba con precaución. Un fuego que lamía cada extremidad hasta hacerte cenizas—. Ahora te respondo con mis propias capacidades: mis intenciones con Sakura son sinceras. Correspondo sus sentimientos de la misma forma que ella corresponde los míos.
A Sakura se le fue la respiración por completo, la trató de recuperar con todas sus fuerzas, pero el remolino que se extendió debajo de sus pies fue intenso. ¿Qué era esto? ¿Por qué su pecho se sentía tan cálido, a punto de explotar por todas las emociones que inundaron su mente hasta más no poder?
Lo miró con infinito cariño, tentada a olvidar su audiencia y estrellar sus propios labios con los de él. Su corazón martilló con tanta fuerza en su pecho que era imposible de contenerse, sintiendo sus mejillas un poco calientes. Dando miradas fijas y su boca semiabierta a punto de hablar.
Todavía es novedad (y está segura que siempre lo será) el escuchar a Sasuke afirmar sus propios sentimientos, sobre todo, delante de los demás.
La felicidad que estaba experimentando en estos momentos era tanta, que su estado letárgico casi la hace perder la siguiente conversación.
—Eso quiere decir... —Sasori se mostró, por primera vez, lívido y dudoso.
—Sasori, pido tu autorización para cortejar formalmente a Sakura —dijo Sasuke con toda la seriedad del mundo.
No. Olvídenlo. Sasuke es más descarado que ella.
Sakura podía morir ahora y sería la primera persona de hacerlo por felicidad.
Aquí entre nos, la honesta reacción interna de Sasuke ante la cara de Sasori es:
Honestamente, ¿quien se esperaba este giro? ¿Nadie? ¿Después que pedían que los casara ya? Hahaha aunque no se han casado, pero eeeeh ya son pareja (? ¡Algo es algo!
Las impresiones del capítulo: Sasori aceptando resguardar a Hinata y Shino es debido a la influencia de Sakura, aunque no confía del todo, dará el beneficio de la duda ya que incluso Sakura es más desconfiada que él. Cree en su juicio, pero le gusta ser muy precavido. Las experiencias lo dejaron traumado :( y Sasuke decidido a establecer su relación con Sakura es lo que más me gustó escribir, esa línea fue el bum de mi noche jajajaa Hinata y Shino están 🕴️🕴️ y si parece que sean parte del 'lote matrimonial' de Sasuke, es mera coincidencia jaja
En fin, gracias por leer! Se viene el siguiente capítulo mañana ;)
Muchas gracias por sus votos y comentarios, los aprecio mucho aaaah si tardo en contestar no es por mala leche :(
Nos leemos pronto!
Alela-chan fuera.
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