/23/ Confrontaciones
No les mentí cuando dije que me tienen tendida en cama con mi lesión, ¡veamosle un lado bueno! Terminé los capítulos que deseaba traerles :)
Ténicamente la mayoría del capítulo es la confrontación de los Cazadores y Sakura, ¡es tan hilirante!
Si tienen ideas de apodos para Ino son bien recibidos UwUr *risas*
—Tuve que saber tu verdadero nombre por otra persona, Naruto.
Aquella voz no era tan amable, cargada de cierta burla y diversión. El joven albino miró con sus ojos amatistas al aludido sentado sobre una enorme roca cubierta de moho, apartado en el oscuro rincón de la enorme cueva en la que esperaban. Las gotas caían en silencios sordos y el frío era latente que se filtraba por el sendero.
Aunque para fantasmas como ellos el clima era obsoleto. Vestidos completamente de negro, las máscaras de Noh amarradas a sus cinturas.
Naruto arrugó significativamente el ceño. Apretando sutilmente las manos a puños sobre las rodillas, masculló lleno de indiferencia:
—Preferiría que me llamaras Menma, Suigetsu.
Una risa provino del otro lado.
—¡Te pediría lo mismo, pero a mí no me avergüenza recordar mi propio nombre!
Regocijándose, Suigetsu pateó ociosamente la piedra a sus pies y se encaminó a Naruto a brinquitos, pareciendo un niño fascinado por un descubrimiento en lugar de un joven de veintitantos años. Siendo sincero Naruto se preguntaba cuál sería la edad real de su compañero.
O, mejor dicho, cuál sería la edad real de él mismo.
—Recordar y decirlo son completamente diferentes —dijo Naruto sin mirarlo.
—No te veas tan infeliz. Veámosle el lado amable: ya pudiste recordar fragmentos de tu vida, ¡nuestro maestro fue tan amable en remover el sello!
Sí, tan amable. Su maestro era la única persona en este mundo que se preocupaba por ellos. Fue tan amable desde que recobró la conciencia de nuevo. Fue tan considerado en sellar las pocas memorias que trajo consigo a la muerte y lo perturbaban en sueños. A pesar de que los fantasmas no necesitaban dormir, lo hacían de vez en cuando (las viejas costumbres son difícil de olvidar).
Naruto no recuerda muchas cosas de cuando estuvo con vida, e incluso después. Son vagas y extintas, lo poco o mucho que viene a su mente son fragmentos entrecortados de caras vagamente familiares a quienes no les había puesto nombre. Todos sus recuerdos fueron severamente afectados por la forma en que murió.
De esto, para su desgracia recuerda cada segundo de agonía. Si tan sólo cierra lo ojos y se concentraba, incluso podía sentir vívidamente su piel siendo destazada sin consideración. Cada miembro de su cuerpo arrancado en medio de risas enloquecidas y sangre salpicando por el suelo.
De cada músculo siendo separado y destripado sin piedad quedándose únicamente con una parte que su asesino consideró preservar.
De cada sueño destrozado, una vida con un profundo hoyo negro en su mente tirado a la basura.
Un asesino al que no recordaba rostro, pero después de su misión en Flores Danzantes pudo al fin hallar el rostro de la razón de quién lo ata a este mundo: Sasuke, la persona qué lo asesinó sin piedad.
Sólo hay una palabra para describir su única razón de existir. Venganza.
Naruto no recuerda muchas cosas, pero jamás olvidará el rostro de su asesino. Quién lo destazo sin consideración a una tierna edad de trece años y lo privó de lo que una vez apreció.
Ese Cazador, que gritó su nombre con tanta desesperación fingida, viéndolo como si hubiese visto a uno de sus seres queridos resurgir de las cenizas, no merecía su consideración. Mentiroso y vil. Los Cazadores son así.
Ese tal Sasuke fingió el dolor muy bien ¡pareció tan real! Pero no lo engañaría.
—De todas maneras, no recuerdo mucho —espetó indiferente.
Si bien lo único que lo había detenido en ir a culminar su asunto pendiente fue el trato que tenía con su amo. Apenas descubrió que Naruto deseaba ir tras su asesino, le prometió ayudarlo a cumplir su deseo, entonces le pidió paciencia y lo instó a aceptar.
Naruto esperaría, siempre y cuando pudiera saldar cuentas. Sabía que su señor utilizaba sus poderes a favor y cobrar sus propios asuntos personales, pero no le importaba. Mientras le dejara impartir su propia justicia le interesaba poco si su señor quemaba el mundo.
Además, una vez cumplido su propósito nada lo ataría y desaparecería finalmente, nadie tendría que hacerse de sus cenizas y esparcir las. Él desaparecería por voluntad propia.
—Eso sí es triste —reclamó Suigetsu rodando a su alrededor—. Yo recuerdo vívidamente mi vida pasada, sabes-
—Ya tuve suficiente las veinte veces pasadas —le interrumpió bastante grosero Naruto, sin la mínima pizca de consideración, incluso el albino se quejó audiblemente—. Cállate. No estoy interesando a pasar el rato escuchando tu trágica historia.
—¡Aguafiestas! Si tuvieras tus recuerdos te la pasarías lamentándote a todas horas.
—No estés tan seguro.
Si de algo tenía claro Naruto, es que su vida no pudo ser tan dichosa, de otra forma ¿por qué tuvo una muerte tan lamentable? Si aquella persona que mostró emociones en su rostro al verlo parecía real, si se arrepintió de sus actos, no se trataban de puras blasfemias para él.
No necesitaba esas patrañas.
Los pasos resonaron por el conducto de la cueva y se quedaron callados. En parcialidad la cueva mantenía sombras espesas, la poca luz filtrada venía de las antorchas encendidas. Entonces la silueta de su maestro emergió y ellos no dudaron en apoyarse de una rodilla y darle la reverencia adecuada.
—Maestro —saludaron el unísono. Voces fuertes y capaces de todo.
Fantasmas con nombres falsos que jamás podía pronunciar los suyos propios.
—Menma, Mitsuki.
Naruto apenas alzó la mirada. La oscuridad de la cueva era tan espesa que no podía ver hoy la figura de su maestro. Pero se concentró en sus palabras.
No le importaba servirle a su maestro sabiendo que podría destrozar el mundo. Si le ayudaba a cumplir su deseo, él sería recíproco e iría detrás ayudándole a cumplir su propósito.
La repentina epifanía del arrastre de sus sentimientos no lo perturbó ni alteró. Lo aceptó naturalmente, un hecho inevitable que ocurriría tarde o temprano.
El cielo es azul, el sol desaparecer por el horizonte y Sasuke tiene sentimientos por Sakura.
La canción cesó y junto a ello un coro de aplausos se avivó de la pequeña multitud, halagando en gran manera a Sakura y su interpretación; la joven pelirrosa sonreía cortés a los elogios.
De sus mangas dimensionales Kiba sacó un sombrero de paja recolectando las monedas que los pueblerinos lanzaban en cooperación, mientras hablaba: —Agradecemos sus elogios. Las monedas son bien recibidas. ¡Mantener a esta belleza no es barato!
Las risas de la multitud afloraron, pero Sasuke no les prestó atención. Continuaba bebiendo de la imagen que proyectaba Sakura sentada en el suelo. Había dejado la flauta reposando en su rodilla y descansando la mejilla en la palma de su mano, mismo codo que apoyó en la otra pierna.
También lo miró con una sonrisa divertida dibujándose en sus labios.
—Mm. Pero si es el joven maestro Sasuke —dijo ella casualmente, pero el borde alegría se deslizó por su voz.
—Señorita Sakura —saludó él siguiéndole las formalidades sabiendo que la pelirrosa replicaría de inmediato, inclinando un poco la cabeza.
Sakura soltó un lamento parecido a un lloriqueo y se incorporó a prisas, la capa ondeando a su alrededor dándole un aspecto más grácil. No dudó en cortar la distancia en unas cuantas zancadas mientras lo señalaba con la flauta que sostenía.
—Y volvimos a las formalidades —se quejó una vez que estuvo frente a él. La diferencia de estatura no la ayudó a parecer intimidante, por lo menos para Sasuke—. Cada vez que pienso que avanzamos dos pasos, vienes y retrocedes otros cinco pasos ¿por qué eres tan desconsiderado?
—Sí, hermano rico ¿por qué eres tan desconsiderado? —atribuyó Kiba detrás de Sakura divirtiéndose a costa de ambos, apoyando el codo en el hombro de su hermana.
La pelirrosa lo fulminó con la mirada sacudiéndose el cuerpo, ahuyentándolo con la mano cual perro callejero.
—Calla, no estoy hablando contigo. Sigue recolectado monedas que mantenerme no es barato —dijo sarcástica.
La multitud comenzó a dispersarse a su alrededor al ver el espectáculo terminado y Kiba se rió alzando las manos en rendición: —Como ves, ya no hay espectadores.
Fue ignorado. Sakura decidió enfocar su atención en Sasuke dispuesta a continuar con su tetra, pero repentinamente un ceño fruncido apareció en su frente rompiendo toda anticipación de travesura que asomaba en sus ojos; orbes verdes optaron por una seriedad glacial.
Sasuke extrañó pronto el brillo de sus ojos.
El repentino grito de Ino a sus espaldas le dio la respuesta de la actitud de Sakura. Siendo honesto, se había olvidado que el grupo de Cazadores venían detrás de él. Sasuke tuvo que aspirar con fuerza controlándose a ser descortés con ellos.
—¡Sasuke, aléjate de ella! ¡Es peligrosa!
El ceño fruncido de Sakura se profundizó al ver al grupo de Cazadores emerger después que la multitud se dispersó por fin, quedando algunos civiles comunes pasando por allí. Los Cazadores venían apresurados y algo agitados.
Kiba inclinó un poco la cabeza a su hermana, murmurando palabras demasiado bajas que incluso Sasuke no pudo escuchar. Lo cual le frustró un poco. Apenas unos segundos atrás Sakura le sonreía y ahora sus gestos cambiaron a cautela.
Sabía que no era devota a tener cerca a Cazadores de demonios (siendo él, y quizás Konohamaru, una excepción a la regla). Pero que dirigiera una mirada indiferente a su dirección no le reconfortó en lo más mínimo.
Se privó de sus ojos por un par de semanas y lo que obtiene al encontrarse son gestos que avistaban su incomodidad y renuencia. Casi fulminó con la mirada a Ino cuando llegó frente a él, farfullando y en alarma.
—¡Sasuke, ¿no escuchaste!?
Estuvo tentando a contestar mordaz, se contuvo a tiempo considerando que su falta de serenidad traería sospechas y estaría abierto a miles de preguntas. Hubiera tomando el mejor rumbo de acción en responder moderadamente, pero Ino llegó al extremo de tomarle de la muñeca.
La inesperada acción obtuvo dos reacciones al mismo tiempo: Sasuke frunció el ceño contemplando el agarre en su propia muñeca preguntándose si Ino no captó las señales previas de rechazo; y los ojos de Sakura se desviaron rápidamente al mismo lugar, entrecerrando lentamente la mirada convirtiéndose más fría que el mismo hielo en invierno.
—Lo escuché fuerte y claro, no estoy sordo —replicó el azabache de inmediato, su voz fría e indiferente se deslizó en los oídos de todos, junto a su muñeca zafándose gentil del agarre.
De soslayo captó a Sakura alzar rápido los ojos al frente, evadiéndolo, como si no hubiese pasado cinco segundos seguidos con la mirada clavada en el agarre. También Sasuke desplazó su atención al mismo lugar que llamaba su atención.
El grupo de Cazadores se hallaba tenso y precavidos, miraban en alerta a Sakura. En lo que consta de Tenten y Karin lanzaban miradas nerviosas; Neji mantenía una mirada analítica sobre el par y Shikadai continuaba en silencio, comiendo su eterno bollo, pero interesado en los acontecimientos.
—¿Cómo es posible...? —inquirió Tenten anonadada sin dejar de observar a Sakura como si fuese alguna clase de espécimen.
Ino apoyó la mano en el mango de su espada dando unos pasos al frente.
Inmediatamente Kiba optó una expresión llena de advertencia, y antes de que Sasuke pudiera intervenir, Sakura rio entre dientes, una risa baja e irónica. Apoyó una mano en su cintura y la otra la agitó al frente en un ademán, dejando claro que ella tomaría el primer paso de esta extraña situación.
—Pero que coincidencia, ¿no son el grupo de Cazadores temerarios que se adentraron al Bosque de los Lamentos? Me impresiona que hayan salido con vida.
—¡Por supuesto que sobreviviríamos! Nos subestimaste —gruñó Ino a la defensiva. Su mano tanteaba peligrosamente en el mango de su espada—. Somos Cazadores de demonios, no cualquier simple civil.
Junto a ella, Karin entrecerró los ojos a dirección de ambos semidemonios, con evidente consternación.
—Lo haces sonar como si ser Cazador fuera sorprendente. —Fue lo único que dijo Sakura en respuesta.
—Lo que debería ser sorprendente e inaudito es que un monstruo como tú esté merodeando a las afueras del Bosque de los Lamentos —replicó con otra estocada Ino, la sonrisa cínica fue aún más altiva— ¿Qué clase de hechizo perverso utilizaste para salir de allí?
—¡Ino, no la provoques! —exclamó Tenten jalándola del brazo.
Se sabe que las criaturas que nacen en el bosque no pueden salir de los límites. Sin embargo, entre los presentes, Sasuke era el único que conocía la procedencia de Sakura y Kiba.
Sakura sonrió engreída, Kiba saltó de su lugar gritando un "Oye, tú y tu boca sucia..." y Sasuke dio un paso al frente, ignorando las expresiones asombradas de los Cazadores al darle la espalda a Sakura sin miedo alguno a ser atacado.
Ella lo miró, sus potentes orbes verdes expresaron la chispa de asombro disfrazado de renuencia. Odió ser receptor de dicha emoción. Apartó la vista dirigiéndola a los demás, una mirada que hace cuando algo le disgusta.
—Les pediré que la traten con respeto —dijo fríamente Sasuke. El jadeo por parte de Ino no se hizo esperar—. Ella no es ningún monstruo, su nombre es Haruno Sakura.
—¿¡Tiene nombre!? —gritó Ino.
Su pregunta tan fuera de lugar provocó e Neji bufara y agitara la cabeza, como diciendo "¿En serio esta mujer es una Cazadora?". Tenten entornó los ojos y Karin quiso darle un golpe en la cabeza. ¿Nadie veía la tensión flotando en el aire?
La misma aludida compuso una expresión de sufrimiento, pero no a las intenciones de Ino, si no a las del Cazador Uchiha.
—Sasukeee —se quejó con un puchero alargando intencionalmente su nombre— ¿Qué hemos dicho sobre las formalidades? ¿Uh?
El aludido no mostró compasión al mantenerse firme. Nada le impediría dejar en claro la posición de Sakura ante los Cazadores, de ninguna manera permitiría que la ofendieran o hicieran de menos por su estatus. Por más que la misma pelirrosa replicara e hiciera pucheros adorables que tentaban a ceder, no lo haría.
Lo dejó en claro y Sakura suspiró audiblemente.
—Ciertamente fue una charla unilateral —concluyó ella.
Nadie entendería la lucha constante de Sakura por dimitir a que Sasuke defendiera su posición, o por lo menos no comprendería.
Con evidente deliberación, Kiba, airado, se interpuso entre los Cazadores y su hermana, apuntándolos con el dedo. Toda su postura gritaba irritación.
—Más les vale no mencionar ninguna palabra más en ofensa de mi hermana, si no...
—¿Si no qué? ¡Si vas a amenazarme, hazlo bien! —retó Ino dispuesta en alborotarlos. Los celos ardiendo sin parar, alternando la vista entre Sasuke y Sakura, quienes deshicieron el choque de miradas—. Eso no quita el hecho de que parece un monstruo.
—Ino, compórtate —chistó Neji, cansado de tener que vigilar a una persona que es de su misma edad y temperamento peor que su propia prometida ¿qué pecado cometió en su vida pasada para soportar este tormento?—. Sasuke aseguró que no es una amenaza, así que no te alteres.
—Adelante, llámeme como quieras. —Alentó insolente Sakura, inclinando un poco el cuerpo al frente y la sonrisa divertida en sus labios. Pasando por alto el esfuerzo de Neji por apaciguar el ambiente—. En realidad, es divertido ver a la gente creer saberlo todo y al final se equivocan con cada conclusión. ¡No hace más que comprobar que algunos Cazadores no merecen el título!
—¿Cómo te atreves a insultarme?
—Tú la insultaste primero —dijo repentinamente Shikadai—. La doncella Haruno sólo se defendió.
Ino jadeó escandalosamente: —¡Shikadai!
Sasuke debía admitir que también le sorprendió que Shikadai hablara a favor de Sakura, esta, por el contrario, lo miró parpadeando como un búho.
—¡Vaya! Incluso este Cazador tiene mejores modales que tú felicitó ella con dejes de curiosidad. Una sonrisa cínica se mostró en sus labios—. ¿Cómo te llamas?
—Nara Shikadai. —Para sorpresa de la mayoría, el chico se encontró contestando solemne.
—¡Oh! Se dice que los Nara son calculadores y analíticos. —Los observó como un espécimen raro y luego la retiró.
Es lo máximo de atención que brindaría a un Cazador que no fuera Sasuke, observaron algunos con evidente perplejidad.
Sakura giró sobre sus talones volviéndose frente a Ino, el mayor dolor de cabeza allí. Los demás Cazadores parecían intrigados por su aparición y un poco escépticos, pero no escandalizados como Ino.
Sasuke conocía que, si Sakura no había sido provocada o insultada, no dará el primer paso. Pero Yamanaka se ganó a pulso la reacción sarcástica y burlona de la semidemonio.
—Da igual. Presta atención, rubia oxigenada, porque sólo se los diré una vez...
—¡¿Cómo me llamaste!?
Sakura volvió a parpadear como búho.
—Entonces, ¿puedes tú insultarme a mí, pero yo a ti no? La doble moral te sienta bien—replicó la semidemonio al borde, sonriendo descarada ante lo roja que se ponía la cara de Ino—. Como decía, sólo soy una aventurera que se adentró al bosque. La diferencia entre ustedes y yo radica en que me he adentrado varias veces que conozco perfectamente el perímetro. Ahí está tu respuesta.
La explicación breve y concisa dejó con la boca cerrada a Ino y compañía, que masticaron la información recibida y procesándola debidamente. Cada uno la analizó a su manera, en el caso de los más objetivos coincidieron que la cuartada era más creíble que el hecho que una criatura pudiera salir del Bosque de los Lamentos.
Además, Kiba afirmaba ser su hermana y Sasuke parecía conocerlos a ambos ¿qué otras pruebas necesitaban?
—Hmp, eso no quita hecho de que eres más demonio que humana —chistó Ino cruzándose de brazos.
La tensión del aire se vio reflejada en los hombros de Kiba, a diferencia de Sakura él saltaba al más mínima insinuación. Disimuladamente ella agitó la mano en el mismo lado que su hermano, dándole una breve mirada "no te alteres".
—Eh, eso es ofensivo. No me considero de aspecto tan horrible para parecer asustar a la gente —alegó Sakura tocándose la cara, fingiendo ofenderse. Luego se fijó en el joven a su lado—. ¿Te parezco un monstruo?
Si le preguntan a Sasuke, es la criatura más hermosa que había visto en su vida.
—Ella no es parte del bosque —dijo él a cambio, ganándose la mirada de todos, entre sorprendidas y desconcertadas.
—Pero Karin dijo que no es demonio ni tampoco humano —comentó Tenten, confundida.
La sonrisa de Sakura fue salvaje.
—Efectivamente no soy ninguno de los dos. Y a menos que quieran debatir sobre mi origen, háganlo sin mí, no me interesa lo que piensen en absoluto —agitó la mano encogiéndose de hombros—. Ahora, si me permiten, tengo asuntos más importantes que atender.
Por inercia Sasuke giró a ella ofreciéndose a acompañarla, no pensaba separarse por el resto del día. Sus intenciones fueron aplastadas al sentir dos brazos delgados enrollarse del suyo propio, y la sonrisa inocente fluyendo en el rostro de la joven pelirrosa.
—¿Supongo que nos acompañarás?
El chillido de Ino fue un sonido sordo para Sasuke, más concentrado en mantener la compostura ante el agarre. No es lo más cercano que había tenido a Sakura —cuando la sostuvo en brazos en Flores Danzantes— y, por lo que anticipó, no sería la única vez. Pensaría que fue tomado del brazo por acciones propias, pero en todo este tiempo que la conocía interpretó las segundas intenciones.
Sakura era una mujer que a vista le gustaba provocar indirectamente a las personas que la insultaban o agredían. Con este antecedente no era difícil adivinar que las verdaderas motivaciones erradicaban en medir la reacción de los Cazadores, especialmente de Ino.
Y cabe mencionar que logró su cometido, ¡Ino parecía convulsionar del coraje!
No evitó el suspiro que escapó de sus labios, daría lo que sea para que fuera genuino el agarre. Lo que más alteró a Ino fue que él no dio inicio a separarse, aceptándolo naturalmente.
—¡Descarada, te atreves a coquetear con un hombre comprometido! —gritó indignada Ino dispuesta a separarlos a empujones si fuera necesario.
—¡¿QUÉ!? —gritó Kiba con los ojos desorbitados.
Sasuke fue sincero: temió por su vida al ver la ira estallar en los ojos del joven castaño.
Afortunadamente, el embrollo que estaba a punto de surgir fue detenido por Karin, interceptando a tiempo a Ino agarrándola por la cintura, quien se negaba a ceder. Casi gritando en medio de la calle ganándose miradas ligeramente irritadas de los aldeanos por el escándalo.
Por un breve segundo Sakura no tuvo reacción, después soltó una exclamación de asombro y se separó de él tomando una de sus manos para envolverlas con las suyas.
—¿Estás comprometido? No sabía que me escondías este importante secreto ¡Hubiera sido la primera en felicitarte! ¿Cuándo será la boda?
—No estoy comprometido con nadie —aclaró de inmediato el azabache antes de que se creara un malentendido. Su expresión helada se dirigió a Ino una vez más—. Le recuerdo, señorita Ino, que no se llegó a ningún acuerdo. Y siendo sincero, no estoy interesado en iniciar en un cortejo formal.
Los ojos de Ino se llenaron de lágrimas deteniendo en seco de su ajetreo. Engañaría a cualquiera que pasara a su lado, se le partiría el corazón al verla llorar a mares por un corazón roto, pero en realidad era producto de frustración y coraje.
Pensándolo bien, conmovió a Shikadai, sólo un poco. Viendo que ni siquiera el hombre más caballeroso entre los tres —dígase Sasuke— no le afectó la demostración de lágrimas, sacudió la cabeza y optó por una postura seria, limitándose a observar a Ino lloriqueando en brazos de Karin.
Cabe mencionar que la pelirroja estaba a nada de lanzarla. Karin era una mujer benevolente, pero no tanto como para sostener a su persona menos favorita en el mundo escurriendo mocos y detenerla de agredir físicamente a otra mujer debido a un ataque de celos.
Ino parecía un animalito herido, lagrimeando y llamando con voz húmeda: —Eres tan cruel, ¿por qué me rechazas fríamente?
Muchos confundían el autocontrol de Sasuke con infinita paciencia. En unos aspectos las sacaba a relucir y en otras se agotaba en cuestión de minutos, esta es una de esas segundas situaciones.
No pudo evitar la expresión sombría de su rostro. Para su fortuna, él no respondió.
—¿Será por qué no quiere nada contigo? Como mujer te lo digo, ten un poco de dignidad y no ruges por amor. —Alegó Sakura soltándolo con gracia y lanzando una mirada puntiaguda a dirección de la aludida.
—¡Arg! ¡Tú cállate! —El sonrojo de Ino aumento, tan roja de vergüenza.
Sakura enarcó las cejas y escondió una sonrisa impertinente detrás del dorso de su mano.
—¡Ino, es suficiente! No es la primera vez que Sasuke te rechaza directamente —exclamó exasperada Tenten poniéndose justo frente a ella con un gesto de verdadero hastío—. Ten un poco de vergüenza y deja de soñar despierta. ¡Mantén la compostura como heredera de un clan!
El silencio emergió entre el grupo, apenas pudiendo ser cortado por un fino cuchillo. Los chismosos alrededor lanzaron cuchicheos de lo humillante que era la situación del rechazo de un hombre siendo la causa otra mujer.
Hablaban mirando en el exterior sin conocer el trasfondo. Lo único que vieron fue a una Cazadora rubia llorar a mares, zafarse del agarre de su cintura y alejarse corriendo sin mirar atrás.
Por un momento Sasuke sintió remordimiento por haberla expuesto así, pero no sacrificaría la frágil relación a con Sakura por la inexistente relación con Ino. Después se aseguraría de disculparse con Ino por lo acontecido.
No tuvo opción. El atosigamiento de Ino sólo era una bomba de tiempo que en cualquier momento explotaría. Sucedió justamente ese día después del intento fallido por retomar las conversaciones de matrimonio.
A su alrededor los aldeanos volvieron a los suyos. Los Cazadores se miraron entre sí, decidiendo silenciosamente sus próximos movimientos ante la presencia de Sakura.
Ella permaneció callada, observando en dirección a dónde Ino despareció corriendo. Su semblante irradia seriedad inusual. Comúnmente la sonrisa estaría plasmada en ese rostro, sea sarcástica, alegre o burlona, pocas veces la había visto llamativamente seria.
Por impulso agarró su muñeca llamando su atención. De inmediato la pelirrosa dirigió sus ojos desenfocados a él, duró unos breves segundos, al parpadear la luz volvió sus pupilas y le brindó una sonrisa de línea fina sobre los labios.
Con su gesto supo que todo yacía sobre ruedas entre ellos.
—Entonces... no eres parte del Bosque de los Lamentos.
—... ¿Acaso tengo que repetirlo dos veces?
—¡Lo pregunto para confirmar! —se excusó Tenten.
Una vez pasada la emoción inicial, los cuatro Cazadores restantes se acercaron, más intrigado que renuentes, curiosos a saber la identidad de Sakura.
Mientras Sasuke los presentaba, la pelirrosa apenas le dirigió una segunda mirada a cada uno respondiendo cortés. Después de todo, parecía más concentrada en hablar con Sasuke que conocerlos adecuadamente.
Sólo hasta que Tenten tuvo el valor de preguntar lo ocurrido, Sakura les prestó la debida atención.
—Y tampoco eres humana —continuó Tenten, Sakura entornó los ojos pero negó con la cabeza—. Sin ofender ¿puedo preguntar qué clase de criatura eres?
—Una que lanza fuego por la boca y rayos por los ojos —ironizó ella sonando bastante seria, llegando a tener reacción a Tenten apartándose de su mirada. Entonces soltó una risa desprovista de diversión—. Era broma.
—... ¿De verdad?
—Los semidemonios no tienen energía suficiente para eso.
Las repentinas palabras de Shikadai provocaron que todas las miradas del círculo se centraran en él. Los otros tres Cazadores viéndose visiblemente sorprendidos por la revelación.
—¿Dijiste semidemonios? —inquirió impactada Tenten, y Karin los veía con los ojos ensanchados.
Por su lado, Neji parecía consternado y Sasuke resignado a una próxima ronda de preguntas. Agradecía a que se hubieran apartado lejos de los oídos indiscretos, al final del mercado, un costado de una casita de té parecía lo ideal para una interrogación inoportuna.
En el caso de los semidemonios, Kiba se impactó al ser descubierto; y a Sakura un atisbo de diversión se filtró en su voz y acciones. No dudó en elogiar al menor de todos, revoloteando a su alrededor con evidente fascinación.
—¡Impresionante! ¿Lo dedujiste por los rumores que has escuchado? Apuesto que son muchos.
—... En realidad, fue por eso. —Shikadai señaló a Kiba con un dedo.
El mismo señalado se tocó el pecho sin parar, tratando de encontrar lo que los delató. Entonces al apartar un poco su capa se percató encargada de cubrir el grillete de su cuello se había aflojado y deslizado un poco, dejando al descubierto parte del tatuaje.
—Carajo. —Kiba les dio la espalda a todos volviendo a poner la venda en su lugar con cierto frenesí.
—Lo vi cuando metía la bolsita de dinero en sus pliegues.
A decir verdad, fue un breve instante de coincidencia. Si no hubiese estado tan concentrado mientras comía de su bollo y mirando al frente, no estarían hablando de esto.
El asombro de Sakura se convirtió en una risotada.
—¡Este Cazador me agrada! —sentenció dándole unas palmadas en el hombro. No lo bastante familiar pero tampoco brusca—. Eres bastante observador.
—E-Entonces tú... eres una semidemonio —tartamudeó Tenten, más de confirmación que otra cosa. Se giró a Karin bastante inquieta, casi con una mirada obvia—. ¿Acaso no lo pudiste notar? ¡Puedes ver la energía de los demás!
—En mi defensa, jamás había visto el núcleo de energía de un semidemonio —gruñó a respuesta Karin, dando miradas de soslayo a Sakura quién se apartó de Shikadai para regresar junto a su hermano y consolarlo por su desliz, ignorando deliberadamente el efecto de su presencia en los demás.
Neji no mostró reacción escandalosa a la revelación. Dio un paso al frente mirando fijamente a Sasuke, este pudo anticipar, sin mucha dificultad, lo que vendría a continuación.
—¿Puedes asegurarnos que no dañarán a los civiles? —cuestionó duramente.
El ambiente volvió a ser tenso. La sonrisa de Sakura se transformó a una mueca de fría consideración.
—¿Crees que Sasuke me dejaría estar aquí si fuera un peligro para los humanos? —preguntó a su vez.
A nadie pasó desapercibido que la pelirrosa decía tan familiarizada el nombre del Cazador Uchiha y este lo aceptaba sin más dando a entender que poseían una relación cercana. Dentro de la etiqueta, los familiares y Cazadores de la misma generación podían llamarse por el nombre de pila a secas. Sasuke es lo suficientemente cortes y rígidos para agregar títulos a los nombres.
A su vez, el cuarteto de Cazadores compartió una mirada entre sí. Hace tres años pudieron haber afirmado sobre Sasuke, ninguno era lo bastante cercano a Sasuke —a excepción de Karin, por supuesto—, pero había coincidido en varias cacerías nocturnas. De esas que las que se hablaban durante semanas, los demonios y fantasmas que mataron alzaron la reputación de todos los participantes sin precedentes.
En ese tiempo Sasuke también era conocido por su caballerosidad y buena voluntad. A pesar de su semblante frío y distante, cuando alguien necesitaba ayuda no dudaba en acudir al llamado sin importar si ganaba prestigio o no; ya sea un asunto menor de un fantasma quisquilloso molestando una granja o un enorme monstro que aterrorizaba a una aldea. A dónde quiera que pudiera ayudar lo haría sin rechistar.
Con un carácter así ¿era pensable considerar que pondría en riesgo a civiles con unos semidemonios?
Sin embargo, después de su reclusión, Sasuke no parecía ser el mismo. Cada vez era más... distante. Su temple serio seguía conservándose, pero a nadie le pasó desapercibido que parecía querer estar en otro lugar que no fuera rodeado de Cazadores o su propio clan. ¡Incluso sus respuestas eran abiertas y toques de refutación continua!
Y de esto está consciente el mismo Sasuke. Sabía que a ojos de los demás su actitud avivó y fue más expresivo mientras estuviera a medida de confianza.
Tenten no podía afirmarlo ni negarlo, ni siquiera Neji o Shikadai, la única que quizás llegaría a una respuesta sería Karin que lo conocía mejor que a cualquiera de los tres. Pero hasta el momento la pelirroja permanecía en un inusual silencio, alternando la vista entre Sakura y Sasuke continuamente.
—Ella no dañará algún humano sin provocación —rectificó Sasuke a la defensiva ganándose la mirada de todos—. Su presencia tampoco evoca maldiciones o desgracias.
—Lo sabemos —murmuró Tenten, un poco incomoda por la respuesta a sus preguntas indirectas. Todos conocían los rumores que se decían sobre los semidemonios, y, por decir menos, falsos.
Vergonzosamente debían admitir que menos aún los Cazador han refutado lo contrario a dichas afirmaciones.
—No te molestes, las preguntas son para salvaguardar la seguridad de los aldeanos —interrumpió Neji ante la actitud defensiva de Sasuke, se sometió a una dura batalla de miradas—. Conoces el procedimiento, no podemos ignorar esto.
Por supuesto Sasuke conocía el procedimiento mejor que nadie. Los semidemonios no son visto a menudo por los pueblos cercanos a dónde residen los Cazadores de demonios. Los que llevaban una vida nómada se escondía en lo profundo de las montañas y pocas veces salían. Gracias a ello no se avistaban en los pueblos cercanos a los asentamientos de los Grandes Clanes.
Entendía la razón, los Cazadores parecían un poco nerviosos por su presencia. Los rumores sobre las consecuencias ante la presencia de los semidemonios, si bien eran mentira no se eximía a que existía cierta duda al respecto.
Después de todo, se temía a lo desconocido. De los semidemonios poco se sabía, incluso si fueron considerados esclavos con anterioridad muchos los tenían en mala opinión.
Un poco frustrado por la postura, Sasuke torció los labios.
—Entiendo su preocupación, jóvenes maestros, doncellas. Temen a que dañemos a los humanos —dijo Kiba interrumpiendo con una expresión desolada. Se inclinó en una reverencia perfectamente practicada—. Pero ahora les juro ante el Cielo y la Tierra que no somos criaturas que se deleitan lastimando humanos, somos humildes artistas ambulantes que buscan sustento para vivir haciendo demostraciones inofensivas ¡lo menos que deseamos es tener problemas!
Incluso su tono de voz sonó dolido y desesperanzada, que por un momento casi convenció a Sasuke, casi.
Detecto la tetra detrás por dos sencillas razones: basados en sus recuerdos, Kiba no tolera a los Cazadores y no escatima en desairarlos, menos estará entusiasmado en inclinarse ante ellos. Y lo otro se debió al brillo disimulado en los ojos de Sakura, orgullosos con dejes de burlas.
¿De que otra cosa estaría orgullosa Sakura si no fuera por la actuación de su hermano mayor?
Sasuke suspiró inaudiblemente. Tan insinceros, pero buenos actores. Debía darles crédito.
—Hermano mío, no te desgastes así. Estos Cazadores nacieron en cuna de oro y no entenderán nuestras preocupaciones —dijo Sakura yendo apoyando una mano en su hombro—. Están rodeados por comodidades y jamás han sido esclavos de alguien, no conocen lo que es luchar por un pan para comer. No desperdicies tus esfuerzos en tratar de convencerlos y marchémonos.
Sus palabras lograron avergonzar e incomodar a Karin y Tenten, sonrojándose de vergüenza; Neji permaneció impasible y Shikadai solemne. Incluso Sasuke se removió incómodo en su lugar reflexionando ante sus palabras.
Al nacer como segundo heredero de un clan prestigioso jamás le faltó sustento monetario. Su padre, si bien descuidó inicialmente la parte emocional de su crecimiento nunca le dejó desamparado. Siempre tuvo kimonos que usar, alimento en la mesa sin preocuparse, una habitación propia y poseía pertenencias que adquirió por su cuenta. Aunque no le gustara despilfarrar tanto en sí mismo, se administraba adecuadamente.
Nunca vivió como Sakura o Kiba, vagando un tiempo en las calles peleando por agua y comida hasta que un alma lo suficientemente bondadosa los rescató. ¿Cuántos años tenían cuando estuvieron en las calles? Sea cual sea la edad, era rigurosamente doloroso de imaginar.
Incluso ahora ambos tenían una de las responsables de llevar sustento a su pueblo y sobrevivir adecuadamente el invierno.
Él, en cambio, consistía otra. Ninguna de las dos situaciones se podría comparar entre sí porqué eran circunstancias diferentes, pero no quitaba el hecho de que continuaba gozando de los privilegios. Sus palabras si bien eran dichas por consideración no dejaban de ser ciertas.
—No fue nuestra intención ofenderlos —dijo Neji dando un paso al frente, teniendo la decencia de inclinar la cabeza en forma de disculpa, luego los miró fijamente—. Si Sasuke asegura que no dañarán a nadie, no será problema que sigan con sus actuaciones. Simplemente tengan en cuenta que si rompen su palabra no se tendrá consideración. Aunque esto lo decide el clan Uchiha, son sus dominios.
Un poco renuente, Sasuke tuvo que afirmarlo con palabras, aunque sabía que jamás sería capaz de sacarlos (pero los demás no tenían qué saberlo), debía apaciguar a los otros Cazadores para no traerles problemas a Sakura y Kiba.
—Si dañan a civiles tendré que pedir que se marchen.
Kiba asintió en medio de una mirada consternada y Sakura no lo miró a él, sino al cuarteto de Cazadores que esperaban por una respuesta. Después desvió los ojos y se encogió de hombros, indiferente.
—Mientras no nos ataquen estaremos tranquilos —prometió ella.
—Siendo así, no tenemos nada más que objetar —cerró la conversación Karin incluso antes que Neji considerara si fue suficiente o no. Se giró a Sasuke con una mirada más suave—. Entiendo la gravedad del asunto, prometemos no decir nada sobre sus orígenes, podría inquietar a ciertas personas.
Por "ciertas personas" no se referían a otros más que Ino, pero también Sasuke leyó entre líneas. Ahora mismo, en la Villa de Fuego estaban las delegaciones de los Cazadores, si acaso uno descubría que había un semidemonio cerca no dudarían en bajar a comprobarlo con sus propios ojos y posiblemente expulsarlos.
El origen de Sakura y Kiba debía mantenerse en secreto por el momento, al menos hasta que estuviera seguro que ninguno de los Cazadores les atravesaría una espada apenas supiera su procedencia.
—Agradezco su consideración —dijo Sasuke sincero inclinando la cabeza.
Por un breve segundo Sakura le dirigió una mirada en blanco, justo después se acercó frente a él, tomándolo de los brazos y lo obligó a erguirse sobre su postura para sorpresa de todos.
El ceño fruncido de Sasuke no se hizo esperar al toparse con sus ojos verdes.
—Ya te lo he dicho, ningún Cazador se debe inclinar por un semidemonio —sermoneó en murmullo, bastante seria.
Antes de que pudiera refutar, ella se viró a los demás Cazadores e hizo una perfecta reverencia recta, Kiba no tardó en unirse.
—Agradecemos su consideración. Si nadie sabe nuestro origen podremos trabajar en paz y no causar problemas.
—E-Eh... No tienes que inclinarte, está bien —dijo Tenten viéndose muy incómoda, incluso Karin se aclaró la garganta dispersando los agradecimientos.
—Mientras cumplan las pautas no habrá inconveniente —contribuyó Neji, un poco menos rígido, la demostración de modales ayudó a su opinión sobre ellos.
Sakura se enderezó y no dio respuesta, virándose completamente a Sasuke que permaneció serio ante todo el intercambió. No estaba complacido por el rumbo de los acontecimientos y lo iba a dejar en claro, pero se detuvo al ver un rostro familiar merodeando por encima del hombro de Sakura.
—¡Joven maestro, al fin lo encuentro! —La voz triunfante de Konohamaru irrumpió como un caballo desbocado.
Venía corriendo a su dirección, respirando agitadamente. De su manga derecha colgaba Momo feliz de la vida, graznando emocionado. En cuanto chico llegó y tuvo mejor vista de todos, apenas saludó cortésmente a los Cazadores debido a que el destello rosado captó su completa atención.
—¿¡Señorita Sakura!? —cuestionó estupefacto, incluso emocionado—. ¿Qué haces aquí?
—El aire es libre, niño —replicó ella con la mano apoyada en la cintura.
—¡No me refería a eso! Jamás pensé que te acercarías por estos rumbos.
La evidente familiaridad entre Konohamaru y Sakura dejó una razón más para los Cazadores en considerar que estos semidemonios no eran un peligro latente. Decidieron dejar descansar el asunto por el momento.
Karin le informó a Sasuke que se adelantarían a la Villa de Fuego, despidiéndose formalmente de Sakura y Kiba, ellos tuvieron la decencia de corresponder al saludo, más por cortesía que por otro motivo y los vieron partir. Al final, Shikadai les brindó una mirada de soslayo a los semidemonios y continuó su camino.
Sumado Konohamaru, estuvo desconcertado por el ligero cambio entre los Cazadores y los semidemonios. Consternado les dirigió una mirada.
—No pensé verlos por estos rumbos, incluso el joven Kiba se encuentra aquí —saludó Konohamaru un poco menos informal, inclinando la cabeza. Justo después la agitó y se enfocó en Sasuke—. Joven maestro ¡el joven Itachi lo ha buscado por todas partes! Es vital que acuda a él.
—Atendí otros asuntos importantes —dijo en respuesta, entrecerrando los ojos al especular porqué su hermano mandó por él repentinamente—. ¿Dónde se encuentra ahora?
—En el dojo principal, esperándolo con el líder Uchiha.
En silencio asintió considerando sus posibilidades. El que su hermano lo llamara es una excusa, sabía quién realmente deseaba hablar con él era su padre.
—Llaman por ti, hermano rico —dijo Kiba a consideración—. No querrás hacer enfadar al líder de tu clan.
—No creo que mi padre se enfade por retrasarme un par de minutos —atinó a decir escuetamente inmerso en sus pensamientos y-
—¡¿TÚ QUÉ!? —exclamó Kiba con los ojos desorbitados, retrocediendo unos pasos. Sasuke agradecía su imparcialidad, sin duda el joven castaño estaba impresionado—. ¡¿Eres el hijo líder del clan Uchiha!?
—Segundo hijo, pero sí. —Konohamaru sonrió orgulloso a nombre de Sasuke sabiendo que él no presumiría.
Al tener atención de algunos aldeanos, Sakura lo jaló de la capa hasta que quedara a su altura.
—No lo grites, debe mantener un perfil bajo —regañó.
—¿¡Tú sabías y no me dijiste!?
—Oye, los gemelos no le dicen hermano rico por nada.
Entre la discusión, Sasuke tuvo que detenerlos. Por más que deseara acompañar a Sakura por toda la aldea y mostrarle los mejores restaurantes dónde pudiera deleitarse con exquisitos platillos, los deberes de su clan aclaman por él.
Y esto lo sabe perfectamente Sakura. No hubo reproches en su mirada ni molestias. Una sonrisa habitual y el ademan de manos, completamente racional.
—Anda, llaman por ti. No dejes que esta vil semidemonio te atrase.
—No eres vil —replicó él, viéndose dudoso en partir. La miró una vez más y dio un respiro profundo—. ¿Cuántas noches planeas quedarte en Konoha?
—Mm... ¿cuántos serían buenos? —estimó, pensativa. Lo miró con una ligera sonrisa—. El plan inicial era viajar el norte, cerca de los ríos y los mares, los comerciantes se abarrotan allí en la compra-venta. Recién adquirí un lote de piedras Elementales y los comerciantes pagan mucho por ellos. Pero nos desviamos por estos rumbos debido al atender un caso menor de unos fantasmas que aterrorizaron a unos granjeros...
—No lo hagas sonar ofensivo, hermana —se quejó Kiba, adelantándose para defenderse—. Esos ancianos necesitaban nuestra ayuda, ¡no podíamos ignorarlos!
—¿Acaso escuchaste quejarme? —Sakura entornó los ojos e hizo un ademán a su dirección sin dejar de mirar a Sasuke—. Sabía que los Cazadores se encargarían de ello, pero Kiba fue demasiado insistente y molesto para que ayudáramos.
—¡Ahora sí lo dijiste!
—Por supuesto, con provecho lo dije. Así no puedes difamarme.
Kiba refunfuñó bastante indignado y se giró a Sasuke.
—¿En serio mi hermana te parece interesante? ¡Es tan descarada e impertinente!
Sus palabras lograron que Sasuke se medio atragantara con su saliva y Konohamaru abriera y cerrara la boca, asombrado. Sakura se sonrojó por la insinuación oculta y le dio un pisotón a Kiba quién soltó un gritillo, alejándose a saltitos y tomándose del pie.
—¡Eres un demonio!
—Graciaaaas.
—...
Sasuke se aclaró la garganta, tratando de exprimirse los sesos para desviar el tema antes de que Kiba pudiera insistir. Pero afortunadamente Sakura se encargó de desviarlo, aparentando que no se dijo nada. No supo si sentirse aliviado o entristecido.
—En fin, el viaje a los puertos es bastante largo a pie desde aquí —se aclaró la garganta, tratando de dispersar su sonrojo, evitando los ojos del azabache—. Si no salimos a tiempo no alcanzaremos a los comerciantes. Así que sería ideal permanecer aquí dos noches.
Dos noches. No le bastaría a Sasuke. Las competencias tardaban tres noches, dos días de demostraciones y uno del banquete de despedida. Aunque no quisiera debía asistir al banquete, podría encontrar una forma de escabullirse entre las formalidades, pero no estaba seguro si tendría éxito.
Entonces pensó en lo que consideró cuando recibió la carta de Sakura. Se dijo a sí mismo que la ayudaría a recaudar fondos. El momento no era adecuado para plantearlo. Por lo pronto, estimaría adecuadamente el mejor curso de acción, aprovecharía la reunión con su padre y hermano para tantear terreno.
Mientras lo consideraba, Momo acudió a él tratando de darle nueces, pero apartó suavemente al animal espiritual para ponerlo en los pliegues de su kimono. Era habitual conversar y hacerle caso a Momo al mismo tiempo. Cualquiera que lo viera, pensaría que era una falta de respeto no mostrar seriedad al asunto, pero incluso Sakura no se eximía a los encantos del hurón blanco.
—Bien. ¿Ya saben en qué posada se hospedarán?
—Es la primera vez que piso esta aldea tan colorida. —Fue la respuesta de Sakura, la fácil interpretación se escurrió entre ellos—. Agradecería si pudieras iluminarnos con tus recomendaciones.
Esto facilitaba las cosas. Sasuke asintió y se giró a Konohamaru que permanecía expectante, respetuoso para no interrumpir su charla, pero visiblemente ansioso por querer hablar con la pelirrosa. Le daría su oportunidad.
—Konohamaru, llévalos a la posada de los Hatake —pidió y el chico se enderezó asintiendo gustoso—. Que sean tres noches de hospedaje.
—¿Tres noches? —se sobresaltó Kiba, desconcertado.
Sakura se veía igual, no dudó en jalarlo del brazo y apartarlo para hablar a solas. Sasuke observó las manos que lo sostenía, los anillos representantes a las armas que porta están cómodamente alrededor de sus dedos.
Las preguntas rodeaban en la mente del azabache, las tenía en la punta de su lengua.
¿Por qué fuiste al Bosque de los Lamentos?
¿La energía resentida dentro de tu cuerpo perjudica tu salud?
En cambio, de estas preguntas se encontró diciendo: —¿Es demasiado mi ayuda?
Continuaría siendo paciente y esperaría a que ella tuviera la confianza de confesarlo. Por ahora se concentrará en el presente.
—En absoluto, pero tres noches no...
—No te preocupes por el tiempo —retribuyó el azabache interrumpiéndola, teniendo la urgencia de irse sin quererlo. La miró con ojos suaves y tranquilos—. Si no estás de acuerdo eres libre de partir a tu horario habitual.
Enfrentándose con las dudas de la joven, Sasuke se inclinó para tomar de su muñeca y darle un pequeño apretón.
Encontrándose cara a cara, observó de cerca el sonrojo cubrir las mejillas de Sakura dándole vida a su rostro, y él se deleitó ante la imagen brindada. Siendo audaz y atrevido, le sonrió tenue junto a una efímera caricia con el pulgar en el interior de su muñeca.
Sakura desvió los ojos y los entrecerró, pero no rehuyó del contacto, en cambio, se mordió el interior de su boca.
Él se alejó con el corazón hinchado y rebosante de tranquilidad.
Itachi aspiró aliviado cuando vio a su hermano menor cruzar el Pabellón Seijaku, hogar del líder Uchiha. Pensó que se había retirado a su propio Pabellón (sí, el de su hermano aún no tenía nombre) a pasar el mal sabor de la tetra del banquete y sería obstinado al reunirse con su padre; al final quizás Konohamaru lo convenció de asistir.
Sasuke dio su saludo cortes habitual y se enderezó. Un aspecto que atrajo la completa atención de Itachi fue ver su cara, atisbos de felicidad asomaban en los bordes de su rostro. Enarcó ambas cejas, preguntándose qué sucedió para que trajera dicha a los ojos del azabache.
Especuló en su mente al respecto, ¿a lo mejor llegó una carta de Sakura? Lo más probable.
—Sasuke, ¿tu paseo por Konoha fue agradable? —Fue lo primero que preguntó Fugaku al cruzar miradas.
¿Paseo en Konoha? Itachi desconocía este dato. Supuso que su padre todavía no aprendía a dejar soltar a su hermano y lo vigila de cerca teniendo bajo su mando al escuadrón ANBU que lo perseguía y avistaba de sus movimientos en la aldea.
Incluso le sorprendía que en el asunto del Reska y los semidemonio no se haya enterado del todo.
Fue un hecho cuando Sasuke arrugó la frente, apenas visible.
—Muy agradable —dictó a regañadientes, pareciendo un poco más filial.
—Escuché que la doncella Yamanaka te causó inconvenientes. —Fugaku continuó su hilo de conversación, sentado en medio de la sala de Conferencias sirviéndose vino. No lo miró, pero tampoco era su intención ser intimidante.
—... La señorita Ino es una mujer de temperamento complicado.
Terca y berrinchuda, si le permiten opinar a Itachi, aunque jamás lo diría. Su hermano menor es más franco y directo al respecto. Decía las palabras correctas en el momento justo, lleno de verdades. Itachi, en cambio, moldeaba un carácter cortes y amable ante la política.
Continuó en silencio esperando a que su padre decidiera tratar el asunto que se traía entre manos, pero, a decir verdad, se está desviando demasiado de lo acordado.
—Seguramente ese temperamento explota si ve que alguien es más cercano a ti que no sea ella ¿o me equivoco?
Itachi se preguntó el trasfondo de esa declaración, no estaba parte de la intención inicial. Pero cuando vio a Sasuke tensarse sutilmente bajo la pregunta, se cuestionó la identidad de la persona a que se referían.
—Ella no es alguien a quién deba preocuparle. La conozco muy bien, ella y su hermano son artistas que tocan música para recaudar dinero —explicó breve sin perder la calma, serio y, si se atreve a decir Itachi, con un borde de convicción resuelta en sus palabras—. No le harían daño a nadie si no los atacan primero.
—¿De quién están hablando? —Cansado de tanto suspenso, Itachi no se apresuró a que lo iluminaran.
—La persona que apareció frente a los jóvenes herederos de los Clanes está en Konoha —dijo el líder Uchiha dándole un sorbo a la taza, sin mirar a nadie en particular—. Me causa intriga, ¿no es parte del Bosque de los Lamentos?
Itachi ensanchó los ojos, sorprendido por la declaración. Si acaso es la misma persona que sospechaba, encontraría la razón en que su pequeño hermano parecía feliz. Volteó a Sasuke, lanzándole una mirada impactada "¿En verdad es la señorita Sakura?" y la respuesta fue un asentimiento tosco.
Impresionante. Sakura se enfrentó a la heredera de los Yamanaka, que está dentro de los diez mejores de la generación y salió, por no decir menos, victoriosa. Durante el resto del banquete escuchó partes dispersas de Karin, quién habló en privado más a detalle sobre la pelea. Sakura igualó, o, mejor dicho, superó la velocidad de Ino.
Una hazaña admirable contando que Sakura es una semidemonio que posee un nucleó de energía sellado.
—La señorita Haruno Sakura no es parte del bosque y tampoco es una criatura peligrosa —aclaró Sasuke con aplomo.
Fugaku lo evaluó con una mirada escéptica.
—Pero no es humana.
—Es una semidemonio —corrigió Sasuke de inmediato.
—Conozco a la doncella Haruno —intervino Itachi ganándose la mirada de su padre— y a mi juicio no representa un peligro para los humanos.
Pero Fugaku no se dejó convencer: —¿Cómo puedes estar completamente seguro?
—Padre.
Sasuke se adelantó dos pasos al frente, bastante firme. Y poco a poco una expresión que jamás se había visto se deslizó en su rostro: una advertencia muda y peligrosa. Él, segundo heredero del Clan Uchiha conocido por su excelente autocontrol, acaba de tener una fisura en su temperamento por una mujer. Una semidemonio cabe destacar.
—Sakura como su hermano son semidemonios. Más que nadie usted conoce que los rumores sobre sus habilidades son mentiras, no dañarían humanos por deleite. No tenían planeado arribar cerca del pueblo, en su camino se desviaron por ayuda a un grupo de granjeros que estaban siendo atacados por un fantasma. Planean irse pronto.
Demasiadas palabras para su hermano, consideró Itachi asombrado. Pocas veces Sasuke dice frases completas —a menos que fuera dentro de sus clases impartidas— y no tan apasionadamente. Defendiendo con lo que tiene y más a la joven pelirrosa, en verdad ella está calando en lo profundo de su hermano menor.
Por ella, Sasuke dejó su autocontrol y cortesía, dejando en claro la posición en sus prioridades.
Su padre no se veía impactado, bajando la taza y entrecerrando los ojos, pensativo.
—¿Unos granjeros? Sí, escuché del informe. Los Cazadores que fueron asignados dijeron que el caso había sido resuelto por una pareja bastante peculiar... no dejaron rastro de energía resentida de los fantasmas —comentó Fugaku, con los ojos enfocados—. Y no dañaron a nadie a su alrededor. Evitaron que se propagara una plaga que después sería complicado contener.
Finalmente, después de unos minutos, dejó la taza y entrelazó las manos sobre la mesa. Miró a Sasuke como si sospesara su reacción.
—Tienes el beneficio de la duda. Te daría el encargo de vigilarlos, pero sé que las competencias llevarán toda tu atención. Enviaré a un escuadrón ANBU.
—No es necesario, yo mismo me encargaré —dijo el menor, terco—. No permitiré que los hagas sentir incomodos. Son personas, no criminales en potencia.
Fugaku frunció el entrecejo, bastante contraído e Itachi suspiró. Su hermano en ocasiones no entendía que su franqueza podría ser ofensiva para otros, pero, a decir verdad, era el punto fuerte de Sasuke.
El que su hermano menor no haya sido constante en su postura desafiante frente a Fugaku no querría decir que no tuviera su lado protector.
—No discutiremos este asunto.
—No pretendo hacerlo.
A cada palabra Itachi estaba más impresionado. ¡Sasuke no aceptaría un "no" por respuesta!
Ante cualquier otro líder de clan, el comportamiento de Sasuke sería intolerante y poco filial, cuestionando las decisiones de la mayor autoridad. Sin embargo, se sabía que, pese a todo, su hermano respeta la autoridad de Fugaku, aunque estuviese en desacuerdo, y, siendo sinceros, recientemente se inclinaba más a él que a su propia madre.
Por ello, la batalla de miradas entre Fugaku y Sasuke a cada segundo que transcurría era intensa. Si de algo podía asegurar, era que su hermano se parecía más a Mikoto que a su propio padre, pero estaba seguro que no era una comparación apreciada para escuchar.
—¿Por qué la proteges tan ferozmente?
La repentina pregunta de su padre los tomó con la guardia baja. Demasiado personal y directa. Los hombros de Sasuke volvieron a tensarse y pareció quedarse en blanco por unos breves segundos, casi como si se lo estuviese cuestionando él mismo.
Al cabo de unos segundos, entrecerró los ojos y dijo: —Ella es la nieta del curandero que ha proporcionado la medicina para atrasar los efectos de los ligamientos en mis canales de energía espiritual. Les debo mi gratitud.
Una gratitud radicada en la medicina impedía un desborde de energía que conducirá a la muerte, así que en pocas palabras: le debía la vida. Sin esa medicina posiblemente hace meses habrían organizado el funeral de su pequeño hermano.
Y Fugaku lo sabía.
Por eso mismo su actitud absoluta se disolvió un poco, ablandando un poco el semblante. Su padre no conocía del todo la historia detrás del Reska, sabiendo que sus hijos le escondían algo, pero confiando que no era nada que perjudicara al clan. Ahora obtenía las respuestas a dichas incógnitas.
Sin embargo, no fue una respuesta sincera a la pregunta que formuló. Y tanto Itachi como Sasuke lo sabían.
—Quisiera escuchar la historia en otro momento —dijo Fugaku, y en esta ocasión fue una orden. Se levantó de su asiento y bajó los escalones que los separaban. Sasuke parpadeó un poco confundido—. Por ahora, confiaré en tu juicio.
Visiblemente el menor se relajó e inclinó la cabeza en señal de gratitud.
—Se lo agradezco, padre. —Fugaku asintió a sus palabras, deteniéndose frente a él con las manos detrás de su espalda.
—En realidad, te llamé por otro asunto. Mañana comenzarán las competencias, he hablado con la sanadora Tsunade y me dijo que no estás en posición de sostener una pelea con todo tu potencial.
—...
—Ella fue muy estricta al respecto —comentó Itachi sabiendo que a Sasuke le disgustaba ventilar sus debilidades—, amenazó con incluso atarte a la camilla si fuera necesario.
Él estuvo presente cuando personalmente Tsunade solicitó una audiencia rápida con Fugaku al enterarse de que se tenía la intención de que Sasuke participará en las competencias. Entró a grandes zancadas por esa puerta y azotó las manos en la mesa pronunciando un rotundo: "Como médico en jefe prohíbo estrictamente que Uchiha Sasuke participe en la colocación del ranking".
Esto obtuvo la entera atención de Fugaku, preguntando sobre el estado actual de Sasuke y Tsunade reveló que los dolores han sido un poco más constantes, únicamente apaciguados con medicinas y ungüentos. Sus cálculos con las hierbas traídas por aquel médico "misterioso" durarían hasta mediados de invierno, no más.
Incluso se habló sobre indagar con Sasuke para que convenciera al otro médico en proporcionar la receta de la medicina.
Siendo sincero, Itachi creía que Hiruzen la proporcionaría si Sasuke lo pedía personalmente, no era un asunto en que pudiera intervenir los demás. Pero, mientras tanto, el riesgo de desborde de energía permanecía latente mientras utilizara su energía espiritual. En las luchas por las posiciones del ranking sería susceptibles a incrementar el nivel de energía con tal de conseguir un lugar digno.
Fugaku, como Itachi y Kakashi no correrían el riesgo. Este último expresó en una reunión privada que lo ideal sería apartar a Sasuke de las competencias; sin embargo, si Sasuke se retiraba sin más sería una falta de respeto a los clanes y peor aún, a los Hyūga quienes les cedieron las competencias a ellos personalmente.
El heredero del Clan anfitrión no asistió a las competencias conmemorativas ¿qué clase de fiabilidad tendría el clan después? ¿Acaso pretendían desairar las alianzas y romperlas?
Los rumores correrían, se afirmaría que Sasuke está deslizándose silenciosamente a la muerte (lo cual no es mentira) u otros asegurarían que era lo bastante orgulloso y lleno de ego como para medir sus habilidades con los demás.
Esto, sin duda, no fue un plan más que elaborado de los Hyūga para desprestigiar al Clan Uchiha. Cualquiera que lo viera detenidamente lo entendería, pero ¿quién osaba a irse en contra de "Su Excelencia"?
Para nadie era secreto el abrumador poder que poseía el Clan Hyūga. Su líder, Madara, no escatima en dejar en claro su posición en cada paso que da. Las revelaciones de sus tropas de Cazadores a su mando e influencia eran realmente atosigador y alarmante a su vez.
—Es mejor no agitar las aguas que ya están alborotadas —proporcionó Itachi—, podría crear una tormenta para la que no estamos preparados.
Sasuke comprendía esta posición, y a medida que Fugaku explicaba la situación, asentía solemne y con los ojos entrecerrados. Comentó de igual manera sus resultados de Toru y la promesa de reunirse con él iniciando la primavera.
—Si Toru accede en ayudarme, no tendrán que preocuparse más por mí —dijo Sasuke bastante incómodo por la elección de palabras—. Por ahora, tendré que participar en las competencias.
—Sé que es inútil de decir, pero no te sobre exijas —pidió Fugaku con bastante seriedad, alargando la mano hasta dejarla reposar en el hombro del joven azabache, apretándola un poco—. Si te esfuerzas demasiado tendrás un desborde de energía. Es... preferible que te mantengas en los bajos lugares y evites la muerte, por ahora. Ambos sabemos que tienes la capacidad para ir más allá. Puedes intentarlo la próxima vez.
Esto, sin duda, es lo más considerado que jamás haya dicho Fugaku a Sasuke, o eso pensó Itachi. Ensanchando los ojos, sintiéndose un poco ameno al percibir que tenía razón: los ojos de su hermano menor abriéndose par en par, estático y con la mirada turbada en dirección al líder. Pasando la impresión inicial, recobró la compostura e inclinó la cabeza, ocultando sus propias emociones.
—Lo tendré en cuenta, padre. De antemano perdona a este hijo defectuoso por no enlistar en el ranking de esta ocasión.
Su padre pudo haber sido abierto a los pensamientos, sin embargo, Itachi se dio cuenta que no es el único que no fue sincero en la conversación. Había más palabras por decir, emociones que externar y anhelos que cumplir.
Lo vio en sus ojos cansados, en los rasgos de sus gestos, en los puños apretados discretamente debajo de sus mangas. De las miradas angustiadas que le diría a su hijo menor y en la manera en que su postura reflejó la preocupación que cargaba en sus hombros.
Sí, Naruto cree que Sasuke fue quién lo mato, como dedujeron, ¡sus recuerdos han sido distrocionados!
Por otro lado, los Cazadores se mostraron un poco pasivos por la presencia de Sakura, pero fue debido a la influencia de Sasuke (y también que demostró estar al mismo nivel que Ino). Pronto veremos más sobre sus interacciones, será vitales lo próximos capítulos.
Con esto vamos a unos capítulos de este arco que es en resumidas cuentas: ¡trata de sobrevivir!
Ahh escribir a Sakura tan descarada y cínica me da vida.
Sasuke defendiendo a Sakura es tan cute <3
¡Nos leemos en el siguiente capítulo!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top