/22/ Canción sin Nombre
Lo prometido es deuda ¡tomen su doble actualización vampiríca!
Advertencia: ninguna, sólo que mis notas finales son largas:) agradecerían si los leyeran ya que tienen información y aclaraciones del capítulo.
—¡Sasuke, di "ah"!
Por todos los medios el aludido hizo lo posible en rechazar el dango que Ino le extendió con la intención a que le diera darle de comer en la boca.
Sasuke permaneció con los labios sellados, entrecerrando los ojos a su dirección intentando eludirla sin ser totalmente grosero.
—...
Una vez más recordó como terminó en esta situación tan comprometedora.
Justo de regreso al banquete se percató de que le tomó más tiempo de lo que imaginó encargarse de los novicios. La sala estaba siendo limpiada por los sirvientes y arreglada. Se le informó que tenía libre hasta llegado el momento en la noche. Así que tuvo intenciones de encerrarse en su Pabellón y evitar toparse a compañías desagradables.
Hasta ahora nadie lo había interceptado, prefería no tentar su suerte.
En el preciso momento en que se encaminó de regreso, se topó con los herederos y discípulos de los clanes invitados en grupo a dirección a la salida: Neji y Tenten a la cabeza, charlando en voz baja; Karin detrás de ellos junto a Shikadai y por último Kankuro e Ino. Seguramente iban a explorar a Konoha.
Ni bien les brindó una segunda mirada y se desvió por otro camino con la esperanza de pasar desapercibido y fue notado por Ino (¿cómo no? Esa mujer parecía tener un radar para detectar su presencia). Ella no dudó en montar un escándalo corriendo a él pidiéndole (forzándole) en acompañarlos.
No lo malinterpreten, no le desagrada ninguno de ellos. Conocía cordialmente a cada heredero de los cinco clanes y sus discípulos (en el caso de Shikadai y Kankuro), pero personalmente le agrada más Neji y Karin, el primero porque tenía una actitud distante en su presencia o por lo menos no era inoportuno (hasta dónde lo conocía); y Karin por la convivencia en su niñez junto a Naruto, ella los seguía cuando tenía oportunidad.
Si hubieran sido solamente ellos dos (o cualquiera de los demás) a quién acompañar a Konoha no tendría ningún inconveniente y lo consideraría, empero en la ecuación se sumó Ino. Era exasperante a cierto punto lidiar con sus atosigantes insinuaciones de coqueteo infructuoso.
O Ino no comprendió la declaración entre líneas dada por Mikoto o prefirió ignorarlo. Sea cual sea la razón era agotador lidiar con un tema muerto.
Como ahora, sin consideración le apremiaba a que comiera de los dangos que sostenía en mano.
Se repitió constantemente la frase que le decía su maestro Kakashi "sé un caballero con las doncellas por más incomodo sea la situación". Por un momento sádico sonrió internamente y quiso ponerlo en la misma situación ¿diría lo mismo?
Para su fortuna Karin intervino, estando caminando a su lado extendió la mano y extrajo el dango del palito relevando su lugar (Sasuke se prometió compensarla en el futuro).
Ino mostró indignación, alejando los dangos.
—¡Abusiva, no era para ti!
Con altives Karin se llevó el dango a la boca y masticó sonoramente, mostrando una sonrisa satisfecha. Luego fingió sorpresa llevándose una mano al pecho.
—Oh ¿en serio? Pensé que estabas haciendo las paces conmigo.
—De ninguna forma. Por tu culpa tendré que conseguir otros para Sasuke —gruñó Ino alejándose al puesto de dangos.
—Gracias por eso —dijo el azabache apenas Ino estuvo lejos del oído.
Karin se encogió de hombros y agitó la mano. Su larga coleta se agitó por el movimiento de cabeza y el tintineo de las pulseras alrededor de sus muñecas.
—De que. Debe ser cansino lidiar con Ino, no quiero pensar como Kankuro la soporta.
—Es que ambos fueron tallados de la misma forma. El clan Yamanaka es conocido por su altives, la mayoría mira a otros por debajo de los zapatos —comentó Tenten regresando en el momento justo, sosteniendo entre sus brazos un montón de dulces patrocinados por Neji—. Apuesto a que ni ella misma se soporta en ocasiones.
—Tenten —advirtió Neji apareciendo detrás de ella—. Cuida tus palabras.
—¡Pero es verdad!
Silenciosamente Shikadai también estuvo de acuerdo, asintiendo solemne, comiendo como pollito el bollo que sostenía.
A pesar de pertenecer a la misma generación, Shikadai era el menor de todos por dos años. A simple vista parecía un poco manso y sereno, interviniendo sólo cuando le interesa un tema en particular. En todo el recorrido únicamente se le escuchó decir un educado "gracias" a Neji quién le entregó el bollo que ahora comía a migajas.
Sasuke no dio opiniones respecto a los Yamanakas y continuó con la caminata.
El plan original consistía en recorrer el mercado buscando abastecerse, o esto le hacían creer a sus líderes. En realidad era una excusa en librar tensiones antes de recluirse en la Villa de Fuego por el resto de los tres días, el tiempo que duraría las competencias convirtiendo el ambiente pesado y renuente por los puestos.
Contrario a la creencia popular, los herederos que competían entre sí no tenían una hostilidad... a excepción de Ino hacia Karin, y Kankuro a todos en general. Siendo él ocupando el décimo lugar era natural su enemistad, por ello apenas llegaron a Konoha se separó del grupo.
También estaba Gaara y su eterna rivalidad a Sasuke, pero como dicen, es otra historia.
En el caso de Sasuke mantenía a todos en un trato cordial y respeto a su fuerza. Admitía que algunos son mejores que otros, incluso Neji era más fuerte que él. Igual sumaba el hecho de que Neji sí manifestó su poder heredado, al igual que Karin y Gaara. Ellos poseían una ventaja que aprovechaban.
Sasuke ni siquiera sabía porque estaba en el segundo lugar en el ranking ¿suerte, quizás? Sea lo que sea, en los próximos tres días se definiría si merecía estar en el ranking o no.
Ocupado en sus cavilaciones, un destello rojo atrajo su atención. Al pasar frente a un puesto de joyas se detuvo pausadamente. Girando la cabeza alejando su audición del bullicio de la tarde, se adelantó hasta quedar frente a la mesa con la vista fija en el objeto en particular.
Un accesorio para mujer. El modesto palillo negro de madera lisa para cabello, en uno de los extremos se enrosca un hilo rojo grueso sujetando una flor de cerezo rosado, combinado con un par de bordas rosadas que caía por los hilos y detalles incrustados de plata. El color rosado de la flor trajo a su mente el hermoso cabello de Sakura y el rojo a su vestimenta.
Enseguida su expresión se suavizó.
—¿Qué miras con tanto anhelo? —repentinamente Karin habló a su lado. Sasuke apenas se contuvo a sobresaltarse, perdido en su mundo no se dio cuenta de la cercanía de la pelirroja.
Karin siguió la dirección de su vista topándose con el accesorio. La sonrisa cómplice floreció en su rostro y le dio unos codazos disimulados en el costado.
—¡Ya veo! Es un bonito accesorio para regalar a una mujer ¿quién es la doncella afortunada?
Sasuke no resistió fulminarla con la mirada y se apartó del puesto sin responder la pregunta. Aún así Karin lo persiguió sin borrar la sonrisa astuta presionándolo en silencio, seguramente fabricando un montón de especulaciones y teorías. Agradecía a que Karin fuera una mujer discreta y no ventilara chismes sin fundamentos.
Afortunadamente los demás no advirtieron de su pequeño desvío, centrados en su propio mundo... a excepción de Shikadai, con los ojos aguamarina enfocados a su dirección sin dejar de comer. Al igual que Karin, no dijo nada —como si quisiera, en verdad— y continuó pavoneando elegante entre los puestos.
De pronto su humor empeoró un poco. Recordar que no vería a Sakura en los próximos días trajo gruñidos internos. Quería marcharse a encontrarla aún sabiendo las bajas posibilidades de hallarla en los alrededores y que Sasori rechazara en decirle los posibles lugares recurrentes.
Tendría que fabricar un plan de-
—¡DETENTE AHÍ MALDITO LADRÓN!
El potente grito ronco atrajo la atención de más de uno en el mercado. Sasuke no fue la excepción, fijó la vista en dirección al ruido.
Un hombre alto canoso venía corriendo por la calle lateral del mercado a toda velocidad como si su vida dependiera de ello, respirando agitadamente y empujando a toda persona que se interpusiera en su camino. Justo unos metros detrás lo perseguía enloquecidamente un joven de cabello castaño, portando una capa y una expresión asesina en su semblante.
Sasuke tuvo que evitar desviarse al reconocer al joven de cabellos castaños ¡No se trataba de otro más que Kiba!
¿Qué hace aquí? ¿No se suponía que estaba recabando provisiones con Sakura? Un momento ¿ella también está aquí?
Todo un bombardeo de preguntas atacó su mente.
—¿Por qué hay tanto escándalo? —se quejó Ino llegando a ellos, sosteniendo los palillos de dango. Neji y Tenten viraron las cabezas al ruido.
Apenas el presunto ladrón se acercó a ellos, Sasuke no dudó en interceptarlo. ¡En menos de tres movimientos lo inmovilizó contra el suelo! La pequeña demostración de habilidades dejó pasmados a los transeúntes, respingaron y exclamaron nerviosos.
—¿¡Qué sucede!?
—¿Por qué un Cazador atacó a un civil?
—¡Pero si es el segundo joven maestro Sasuke! ¿No se suponía que estaba en reclusión?
Sasuke dejó que hablaran, apretando el hombro del hombre que peleaba innecesariamente. La fuerza en sus brazos era indiscutible y no se libraría ni en mil años.
—¡Oye tú, suéltame! ¡Ese hombre loco me matará! —El ladrón se sacudió cual pez fuera del agua, pero Sasuke se negó a soltarlo.
—¡HARÉ MÁS QUE MATARTE POR HABERME ROBADO, MALDITO ASNO!
Kiba llegó respirando agitadamente, su pecho subía y bajaba por la carrera. Al enfocar la escena frente a él, y sobre todo a Sasuke, ensanchó los ojos llenos de impresión dando un paso atrás con las manos al frente.
—¡Pero que demonios! ¿Eres tú, Sasuke?!
—Es bueno verte, Kiba.
Los demás Cazadores miraron de hito a hito a Sasuke y Kiba, impresionados por la inesperada aparición escandalosa. Sobre todo, que el Cazador azabache conociera a alguien que a gritos parecía un vagabundo con esa capa sucia y andrajosa encima que vio mejores días. Mínimo sus botas parecían decentes ¿en qué lugar Sasuke conoció a una persona así?
Kiba agitó la cabeza bruscamente centrándose y cortó la distancia.
—¡Gracias por atrapar a este ladrón! Si no fuera por ti lo hubiera perdido entre el mar de personas, el mercado aquí es inmenso en comparación a los pueblos pequeños —se quejó el castaño arrodillándose junto al ladrón. La dio un golpe en la cabeza y lo sacudió bruscamente por las soplas—. Menudo bastardo ¿cómo te atreves a robarme? ¡Dame una razón para que no te ampute la mano!
—¡Estás loco! ¡Yo no robé nada! —gritó el hombre lanzando mordidas. Kiba se rio alejando las manos. El hombre viró el rostro hasta toparse con el Cazador—. ¿No harás nada para intervenir? ¡Eres un Cazador, deberías defender al necesitado!
—Es justamente lo que estoy haciendo.
En ese momento dos discípulos del clan Uchiha se acercaron corriendo, venían persiguiendo a ambos desde el principio. Al ver al segundo joven maestro del clan Uchiha reteniendo al "ladrón" que ellos no pudieron, respingaron y lo saludaron con evidente nerviosismo a ser reprendidos.
—¡Joven maestro!
—Encárguense de él —ordenó levantando al hombre del suelo.
—¡Un momento! Tienes algo que no es tuyo en los pliegues de tu kimono —dijo Kiba extendiendo la mano, no dispuesto a recibir una negativa a cambio.
El Cazador azabache rebuscó en el ropaje del hombre sostenido por los discípulos, topándose con dicha bolsita azul. Inmediatamente Kiba sonrió socarrón y se hizo de la bolsa que le ofrecían a cuestas de las quejas interminables del ladrón.
Pero no bien lo tuvo en manos Ino intervino.
—¡Esperen! Sasuke, no te dejes engañar —se acercó Ino refutando. El aludido viró los ojos a ella quién apunta con un dedo al hombre que sometía—. Este hombre parece un señor decente a comparación de este... joven andrajoso. ¿Qué pruebas tienes que no eres tú el ladrón?
Esto último fue cuestionado a Kiba. La sonrisa de su rostro desapareció siendo sustituida por una mueca seria y amenazadora que secretamente hizo temblar por dentro a la rubia por lo salvaje que fue. Kiba se incorporó lánguidamente lanzando la pequeña bolsita al aire y atrapándola.
—¿Pruebas, dices? Mi palabra contra la suya es la prueba ¿no es suficiente?
—Lamento decirte que no es suficiente ¡tienes pinta de vagabundo! Tal vez tú eres el ladrón. A leguas se ve que lo necesitas más que él.
Kiba frunció más el ceño, apretando la mano que sostenía la bolsita.
Sasuke suspiró cansinamente ante los juicios inciertos de Ino, dando un paso al frente, poniéndose ligeramente frente a Kiba cuyo rostro se transformó de pronto a uno de sorpresa.
—Cómo debiste darte cuenta, señorita Ino, conozco a Kiba. Respondo por él, doy fe que no es una persona que robaría a otros —lo dijo sin un ápice de duda. Si de algo estaba completamente seguro es que, a pesar de la situación, Sakura y sus hermanos no se rebajaría a robar a otros para abastecerse ellos mismos—. Y es poco ético juzgar a las personas por su apariencia. Absténgase de sus comentarios.
Ino se sonrojo al ser reprendida, cruzando los brazos, siendo berrinchuda en silencio. Kiba le mostró la lengua infantilmente mientras se guardaba la bolsita detrás de la capa andrajosa que ha visto mejores días, ganándose la ira explosiva de la rubia.
Después ignoró olímpicamente a los demás que parecían interesados por su presencia, pero se giró completamente a Sasuke. Este daba indicaciones a los discípulos de cómo proceder con el ladrón. Una vez que se libró, Kiba le pasó un brazo por el hombro y le dio un par de golpes en el pecho en familiaridad.
Sasuke contuvo su impresión. La última vez que vio a Kiba fue hace meses cuando este lo ayudó a caminar hasta la aldea de semidemonio para ser curado después del ataque del Reska; ha sido la única interacción que han tenido. Pero Kiba se comportaba con toda la familiaridad del mundo, como si se conocieran de años.
—Hermano rico ¿qué estás haciendo aquí? ¡No esperaba encontrarte en este recóndito lugar!
El aludido obtuvo la respuesta de la familiaridad de Kiba, contagiado por el apodo que Lee y Rocky lo bautizaron, seguramente escuchó sobre él cuando les compró dulces a los Gemelos.
—... El clan Uchiha reside en esta montaña. La Villa de Fuego se encuentra subiendo las escaleras de piedra.
Kiba parpadeó, desconcertado y luego lanzó una risa.
—¡Cierto, eres del clan Uchiha! Soy muy malo con las ubicaciones, sabes que mi hermana mayor se le dan esas cosas. ¡Oh, cierto! Debo regresar antes de que se preocupe por mí —recordó de pronto mirando a sus lados, como si en cualquier momento ella se materializara de la nada dispuesta a darle un zape.
Bastó un latido para que Sasuke decidiera acompañar a Kiba, aludiendo que lo escoltaría ya que parecía desubicado.
Desafortunadamente no fue el único. ¡Todo el grupo parecía intrigado en la identidad de Kiba!
Después de la impresión inicial, presentó a Kiba a los demás describiéndolo como un "amigo" sin mencionar que era un semidemonio. El que tuviera su capa ayudaba a ocultar las vendas del cuello y Kiba comprendió la situación sin que tuviera que decirle directamente.
Al principio el joven castaño se mantuvo a la defensiva después de la primera impresión de los Cazadores gracias al mal inicio con Ino, pero al cabo de unos minutos les sonrió precariamente saludándolos con asombrosa cortesía, inclinándose ligeramente.
—Un gusto, jóvenes maestros, doncellas. Mi nombre es Inuzuka Kiba.
—Es inesperado conocer amigos de Sasuke —comentó Karin sin malicia, simple curiosidad brillando en sus ojos, escaneando con disimulo al joven semidemonio.
Sasuke notó el brillo confuso en sus ojos, tuvo precaución por si la pelirroja comentaba sobre la energía de su cuerpo ni demonio ni humano, pero Karin supo ser discreta y no mencionó el detalle.
—Lo mismo digo. Tantos Cazadores juntos... —Kiba se estremeció un poco pasando la vista entre Shikadai, Neji y Tenten—. Como sea, sólo espero que Sakura no enfurezca —murmuró lo último únicamente audible para Sasuke.
Y así se adentraron más al mercado por el área de restaurantes.
A cada paso el corazón ansioso de Sasuke latía con fuerza contra su pecho y una hermosa melodía de flauta inundó el ambiente, bailando compasadamente en el aire.
Notó, tardíamente, a varios civiles que caminan por allí giraban la cabeza, maravillados, a un grupo de persona que formaban un semicírculo, y de esa dirección provenía el suave y emotivo sonido de la flauta.
Ensanchando los ojos, observó a Kiba acercarse a la pequeña multitud y pasar entre ellos esquivándolos fácilmente, debido a la cantidad de persona se dificulta ver quién está en medio del espectáculo. Lo único que se apreciaba entre el hueco de las piernas, es el borde de una capa que le resultó calurosamente familiar.
—Sasuke, espera ¡no vayas ahí! —Ni el llamado de Karin lo detuvo.
Con la anticipación carcomiéndolo, persiguió a Kiba entre la pequeña multitud.
Acechando al conducto que lo llevaría a la dueña de la melodía, una que tuvo un cambio transitorio natural a otro sonido vibrando de nostalgia y añoraza.
https://youtu.be/x4TFN4HZPxE
Conocía perfectamente la melodía. Cuando le enseñaron a tocar el guqin no sólo aprendió canciones de batalla, si no también de las melodías más típicas y por oscio las que relataban leyendas. Esta fue la primera canción que la enseñó su madre.
Ella relataba miles de historias, sean verdades o mitos, no dejaban de ser fascinante y conmovedoras. Ese día en particular Mikoto estaba entusiasmada en relatarle mientras hacía sonar el guqin:
—Las iniciales del nombre de esta melodía son "XY" , pero es conocida por "Canción sin Nombre". Fue creada hace tantos siglos que su nombre y letra han sido distorsionadas. Lo único que se sabe es que narra la historia de dos almas gemelas separadas a causa de la guerra y la misma muerte. Quién creó esta canción lo hizo con la esperanza de que la amada persona de su corazón lo escuchase dónde quiera que estuviese. ¡Quien hubiera imaginado que se encontrarían una vez más por obra del destino! Desde ese entonces juraron amarse eternamente y jamás volvieron a separarse.
Sasuke pocas veces ha pensado en el concepto de Almas Gemelas, siendo un heredero de sangre obedecía el mandato de sus padres con los matrimonios forzados para preservar el legado. Y cada vez le es difícil saber con exactitud quién es la persona que los Cielos a la que amarraron el otro extremo de su hilo rojo
Llegó al borde de la multitud abriéndose pasó a cuestas, ignorando las miradas letales a su dirección, quedando al frente de la multitud. Sus ojos ónix cobraron vida una vez más el enfocarse.
La melodía fluía en sus oídos siendo notas perdidas de hace siglos y que encontraron su hogar, como si las estuviera escuchando por primera vez en su vida.
Se dice que "Canción sin Nombre" suena cuando dos almas gemelas se encuentran...
Toda su atención estaba centrada en la joven pelirrosa sentada en el suelo, cuyo cabello rosado caía sobre su hombro dejando mechones dispersos agitandose al compás de la brisa de la tarde. Su piel blanquecina bañana en cálidos rayos de sol y sus labios pegados a la flauta. Concentrada en crear música con la dizi de bambú negra entre sus manos.
En el instante en que la melodía llegó al clímax, Sakura abrió repentinamente los parpados y lo primero que vio fue a Sasuke de pie en medio de la multitud mirándola intensamente.
... Y cuando ambas personas crucen la mirada mientras la melodía suene...
Sasuke miró a Sakura y eso fue todo. Estaba perdido. Su enamoramiento con Sakura se convirtió en una necesidad que lo consumía todo y sabía que nunca podría dejarla ir.
Cuando ella le sonrió con los ojos, sin dejar de tocar la flauta, él respondió con una sonrisa ligera aflorando en sus labios, cautivado por la preciosa imagen frente a él.
... Quedará pactado ante el Cielo y la Tierra que se pertenecen el uno al otro por la eternidad.
Se dice que "Canción sin Nombre" suena cuando dos almas gemelas se encuentran. Y cuando ambas personas crucen la mirada mientras la melodía suene, quedará pactado ante el Cielo y la Tierra que se pertenecen el uno al otro por la eternidad.
*la autora sufrió una convulsión espontanea* ¡Son tan lindos!
Este capítulo fue cortito, pero la esencia está allí. Mi intención era dedicar todo un capítulo (el anterior) con introducciones y dejarles este final del reencuentro ¿Quién se esperaba que así se encontrarían en esta ocasión? ¡Y está vez Sasuke ya no contuvo sus pensamientos por sus sentimientos!
Luego veremos los pensamientos de Sakura, pero ya lo aceptó Sasuke. El siguiente capítulo tengo planeado... algo jajaja
Conforme al origen de la canción de la flauta, en las notas de los primeros capítulo mencioné que habría referencias de las novelas chinas a las que me inspiré y está basado y posiblemente, sería un crossover pero a la vez no (?
Explicandome mejor: se mencionarán esta hisotorias como fondo (que se explicaré dentro del fic o en las notas, así que no hay problema si no haz leído ni visto nada de Mo Dao Zu Shi no habrá pierde y no estropeará el entendimiento).
Para la historia de XY-Canción Sin Nombre en realidad el nombre de la canción es Xian Yu (por eso las siglas) y la historia (sin dar spoilers) sería algo así explicado en el video de abajo (nada explícito referente al género Yaoi/BL/damei).
Por si quieren leer la letra y llorar con la autora (aún no lo supero, ¡NECESITO UN PSICOLOGO! ¡MIS LÁGRIMAS!)
https://youtu.be/zLYLEbGpbFo
Y por si tienen curiosidad de la sinopsis de la novela:
Y antes de que lo pregunten, no, Sasuke y Naruto no tenían ni tendrán una relación que sea más allá fraternidad-hermandad. Nada rómantico.
Hasta ahora, ¿qué les ha parecido la historia del fic? ¡Esto esta lejos de terminar! No olviden dejar su estrellita y su amable comentario :) me ániman mucho a seguir antes de que la universidad me atrape de nuevo.
En fin ¡muchas gracias por leer! Prometo que el siguiente capítulo les fascinará (quiero pensar).
Nos leemos pronto,
¡Alela-chan fuera!
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