/21/ Arte problemático
¡Hola, hola! Feliz año nuevo a tod@s, espero que las fiestas les haya tratado bien (no como a mí, comenzando con dramaaaaaas~~~~ ¿por qué creen que existe El Sonido del Silecio?)
Este capítulo es una introducción a los Cinco Clanes que conforman los Cazadores de demonios, se mencionaran muchos personajes, espero no aturdirles ¡no se preocupen que lo reuciré en notas de autor después! Nota especial: los personajes mostrados, ya sea Karin, Neji, Ino, Tenten, Kankuro tienen la misma edad que Sasuke (22 años) siendo de la misma generación.
Y otra cosita, este capítulo iba a ser uno más largo, pero decidí dividirlo en 2 para que la lectura no sea tan pesada. ¡Así que el capítulo 22 es su acompañamientos!
En fin, disfruten la lectura.
Recibió noticias de Sakura por la noche en el día en que arribaron las delegaciones de Cazadores que participarán en las competencias anuales.
Seguía despierto en medio la madrugada preso del insomnio, carcomiéndole la frustración brotada desde la tarde en que tuvo que fingir frente a los demás en ser parte de la familia principal y aparentar todas sonrisas y armonía. Sobre todo, soportar las sonrisas que Mikoto le brindaba halagando —tan descaradamente natural— sus habilidades o mencionaba lo tedioso que le resulta ingresar nuevamente al mundo secular.
Soportó hasta la cena. Apenas salió de la sala junto a sus padres y hermano, se excusó rápidamente yéndose directo a su Pabellón. Pasó por alto la mirada fulminante que le lanzó Mikoto a la cadencia de modales. No podría importarle menos sus opiniones.
En los días pasados estuvo citándolo a su cabaña y dejarle en claro que "por el bien de las apariencias tienes que fingir, cariño. Además, no es cómo que pudieras hacer otra cosa ¿cierto?". El dolor que provocan las palabras llenas de críticas cada día es menos doloroso, se asegura de enfrascar su corazón antes de cada visita evitando que le lastimara directamente.
Y le enferma ser parte de la treta.
Intentó calmar la impotencia que lo inunda trayéndose a Chikara sobre las piernas y jugar con las notas dispersas, tarareando una melodía antigua. A diferencia de lo que piensan Itachi y Fugaku cada vez que lo ven fingir una relación "amorosa" con Mikoto; lo que en realidad Sasuke extraña es a la mujer que lo crío desde su nacimiento hasta los ocho años.
Cada día ve lejano la posibilidad de encontrarse con esa Mikoto.
Al igual que las primeras melodías que sabía de memoria se las enseñó ella. Ve a su antigua madre y a la actual como dos personas completamente diferentes que comparten el mismo rostro.
Tarareando una canción en particular, rasgó las cuerdas del guqin acompañando su voz con la dulce melodía, siendo la única manera de apaciguarse. Llenando la mente de otra mujer que inunda sus pensamientos, pero le trae alegría en lugar de dolor.
Es una controversia que la primera canción que aprendió de memoria relata una historia trágica de dos amantes separados por la guerra y la muerte.
Mientras pensaba en ello, Momo apareció como un torbellino en medio de la noche, cayendo a un costado persiguiendo la cola. Tan acostumbrado a sus arranques de euforia, Sasuke lo dejó ser y apoyó a Chikara sobre la mesa. Luego miró a Momo que daba vueltas sobre su estómago soltando chillidos emocionados, el gorrito de paja desparramado a un lado.
Tienes mucha energía, Momo ¿comiste nueces antes de venir? —le dijo al hurón agarrándolo de las patas, le respondieron con un gorgóneo entusiasta. Por un instante no procesando el motivo de su llegada. Justo después ensanchó los ojos y alzó a Momo sobre su cabeza—. Un momento ¿trajiste noticias de Sakura?
El hurón asintió efusivamente. Sasuke, impaciente, deshizo el hechizo sobre Momo y extrajo la carta. Su corazón dio un vuelco de emoción al reconocer la entrañable letra de Sakura en la parte superior "Para Uchiha Sasuke".
(Y no, definitivamente no caminó rápido al otro extremo de la habitación en busca de una vela).
Después de dos semanas de ausencia de cartas ya extrañaba esta rutina. El contenido no era tan largo, un asunto sin importancia, con que fuera de ella le basta.
"Estimado Sasuke, (seguiré dirigiéndome así a ti hasta que coloques solamente mi nombre ¿o quieres negociarlo?)
Mi abuelo me dijo que enviaste una carta unos días después de habernos separado ¿estabas tan ansioso por saber de mí? ¿Eh? ¡No debes preocuparte más, ya estoy de vuelta en la aldea!
Sé que tienes muchas preguntas y prometo que te diré dónde estuve cuando nos encontremos. Por ahora sólo puedo hacerte saber que estoy bien, sigo viva y pretenderlo estarlo hasta que nos encontremos (no olvides tu promesa ¿de acuerdo?).
El invierno se acerca, estaré ocupada recabando provisiones para pasar el invierno en la aldea, esta temporada siempre es complicada, pero hemos sabido arréglanosla, este año será más duro.
¿Te hablé alguna vez que parte de mi responsabilidad es traer ingresos a casa? Kiba, mis tres compañeros que murieron a manos del Reska y yo nos encaminábamos antes del invierno a conseguir monedas a las afueras de la aldea, los rbbábanos y las papas no durarán para siempre. Están los otros mayores que ya tienen la edad suficiente para acompañarnos, pero Sasori decidió que no sería esta temporada.
Así que este año solamente seremos Kiba y yo, Sasori se queda a coordinar las provisiones y acondicionar las casas junto a los abuelos y las tías. ¡Tendremos que esforzarnos al doble por ellos!
Quizás no nos vemos hasta primavera. Ten un buen invierno.
Atentamente, Sakura.
Pd 1: asegúrate de cuidar de tus heridas, no quiero enterarme que ellos continuaron con... ese ritual. Prométemelo, ¿sí?
Pd 2: no te molestes en apresurarte a contestar, seguramente esta carta te llegue cuando ya haya salido de la aldea. Leeré tu correspondencia hasta que llegue a casa.
Apoyó la carta en la mesa, las emociones emergentes rompieron la capa de serenidad, desde la sonrisa amarga en sus labios hasta la consternación pintada en los ojos. Las palabras de Sakura siempre son ligeras a pesar de la gravedad. Desconocía hasta ahora la situación de la aldea de los semidemonios, pero quizás era alarmante contando que Sakura y Kiba debían salir a buscar provisiones.
Recordó que ella le contó en una de sus cartas previas que subsistían gracias a la cosecha de rábanos y papas; trabajos que Sasori, Kiba o ella realizan, exterminando bestias o vendían los muebles que fabrican los tíos. El invierno afecta a las cosechas y la movilidad en el cuerpo de los mayores, ralentizando el proceso de construcción de muebles.
¿Qué tan difícil era para los semidemonios pasar el invierno?
Por su lado, Sasuke siempre ha visto el invierno como una estación más, una época en que la nieve cubría toda la superficie en la montaña y traía un clima friolento, debía colocarse otras capas extras a su atuendo, sacaba la capa de su armario y la bufanda roja preferida. No pensaba demasiado en más allá, tenía un sustento, los sirvientes traía la comida sus aposentos.
La comodidad gritando a todo su esplendor que por un momento el silencio a su alrededor se sintió tan asfixiante e incómodo.
Repentinamente se sintió desconsiderado y sin conciencia. Sakura se esfuerza al máximo para lograr que la aldea saliera a flote ¿y él? Teniendo estas comodidades que veía tan normal.
Una idea cruzó por su mente, tan repentino que lo sobresaltó.
¿Y si la ayudaba a recabar provisiones?
La respuesta fue incluso más instantánea. De todas maneras ¿qué lo retenía?
—La competencia —susurró para sí. Está seguro de que si no fuera porque participaría como uno de los representantes del clan Uchiha justo ahora estaría empacando sus pertenencias para ir con Sakura.
En ocasiones las obligaciones del clan lo atan profundamente.
Lo decidió: después de culminar la competencia iría a con Sakura.
Mientras tanto, pensaría en una estrategia adecuada para persuadir a Sakura que aceptara su ayuda, conociéndola, se negará de las mil maneras posibles que existen y rechazaría la ayuda brindada.
Pero la actitud terca que lo precede es una vena quisquillosa, y si lo puso en mente, lograría su objetivo de alguna u otra manera.
Al día siguiente de la llegada de los clanes se brinda un banquete de bienvenida.
En el dojo principal se montaba las mesas dando entrada a las familias y los discípulos, el resto de cada delegación (dígase algún sirviente, damas de compañías y escoltas) se dispersan al comedor a tener su propio banquete.
Y, siendo sincero, Sasuke preferiría escabullirse al comedor y escuchar historias que los maestros compartían con los invitados, que escuchar fabricaciones de problemas en soluciones simples y debates sobre la competencia anual.
—¡Las competencias de este año serán cruciales! Cada tres años se actualiza el ranking de los diez primeros más fuertes de la generación de nuestros discípulos.
—¿Qué piensa al respecto, líder Uchiha? ¿Cree que habrá un cambio en las posiciones?
—No puedo dar una opinión al respecto sin haber presenciado las habilidades de cada uno.
Sasuke eludió las miradas discretas que algunos lanzaban su dirección, especialmente de los Clanes Menores invitados. Decidió ignorarlos, si lo decían por él y su supuesto "mengue" de poderes no podría importarle menos. Hace tres años obtuvo el segundo lugar sólo siendo superado por Neji, si ahora se desplaza en descenso no podría evitarse.
Le frustraría, sí ¿a quién no le picaría en el orgullo ser rebasado por otros? Pero es consciente que pagaría el precio de su insistencia y sacrificio de sus poderes heredados.
Contuvo una mueca y continuó comiendo de su cuenco, tratando de ignorar que se encontraba junto a su madre, Mikoto, con la eterna sonrisa amable en el rostro mientras participaba en conversaciones cuando se requería.
Junto a ella estaba sentado el anfitrión, su padre, siendo la cabeza de la familia y al lado suyo, Itachi, como heredero del clan, con un porte digno y participando activamente de las conversaciones. Por un momento admiró la habilidad de su hermano con las palabras y que portaba siempre una sonrisa amable, pero cordial en los labios.
—Tan frívolo. —Alguien murmuró junto a él.
Sasuke dirigió la vista a la derecha, allí estaba Hinata. A ausencia de tener a Itachi junto a él, Hinata fue un consuelo. Ambos concordaban en la visión frívola en las que se movían los clanes.
—Y eso que apenas te integraste oficialmente a una reunión —susurró Sasuke de vuelta.
Su prima marcial se encontraba en el banquete bajo el convencimiento de Mikoto en permitir que los otros clanes la conocieran, debido a que estuvo recluida como ermitaña era "esencial" que se involucrara en el mundo secular y hacerse presencia de heredera de poderes especiales.
El bullicio ordenado hacía eco en sus oídos, y desinteresado registró la habitación buscando alguna cara reconocida. Estando en la punta, le era fácil ver todo el lugar sin necesidad de estirar el cuello completamente.
Comenzando del lado izquierdo, primero —claramente— se hallaba la delegación de los Hyūga. El líder, Hyūga Madara, sentado al frente desprendiendo un aire imponente y elegante con kimonos morado oscuro y una larga cabellera azabache agarrado en una coleta alta. Todos los bordes gritaban de la inmensidad de su poder, la mirada que porta era serena y autoritaria.
Franqueado por su esposa, una mujer pelirroja de nombre Mito, con vestimentas similares a Madara y un lazo rojo en su cuello, haciendo alusión que alguna vez perteneció al clan Uzumaki; seguido estaba Neji, el primogénito legítimo y discípulo principal. Justo detrás de él, una chica azabache de menor edad mantenía un ceño fruncido, si no mal recuerda se presentó como Hanabi, hija ilegitima de una de las tantas concubinas que ha tenido el líder.
Personalmente, Sasuke le desagrada la práctica de la familia principal de los Hyūga en tomar concubinas. Sin embargo, se abstiene a comentarlo y faltar al respecto a un puñado de Cazadores y volverlos sus enemigos.
Quizás esta práctica mengue en la siguiente generación, Neji no se veía alguien que disfrutara tomar concubinas. El enamoramiento por su prometida, Tenten, es tan palpable que desde niños se presentía su cercanía. Naruto solía bromear respecto a que se casarían apenas tuvieran edad suficiente.
Observó una vez más la posición de los Hyūga en la formación.
En un principio del banquete Fugaku los había acomodando el centro para la delegación de los Hyūga, al ser Madara el Cazador en Jefe (llámenlo Su Excelencia). Al ser los Hyūga el clan más poderoso entre los cinco, era natural que se respetara primero este estatus.
Madara hizo una excepción, agitando la mano y diciendo: "El clan Uchiha es el anfitrión, hagámoslo conforme a la etiqueta".
En su opinión, Sasuke creía que también era hipócrita decir estas palabras, aun sabiendo cuanto aman el estatus. Hasta ahora lo único que ha escuchado, a hurtadillas de su fuente de información clandestina —llámese Konohamaru—, en estos tres años que estuvo recluido fue que el clan Hyūga ganó poderío, provocando que los demás clanes estuvieran más atentos y cautelosos.
Despejó sus opiniones al respecto y continuó desplazando la vista.
Seguidos de los Hyūga, estaba el clan Yamanaka portando dignamente kimonos amarillos y dorados, el clan que demostraba a cada paso su abundante riqueza (y no se debía a que los demás eran pobres, más bien a cómo manejaban la imagen).
El frente el líder Inoichi, su rostro de sonrisa cordial y a la vez venenosa con quien le desagradara, al lado derecho su discípulo principal, Kankuro cuya expresión engreída de el rostro parecía tallada hoscamente; y a la izquierda el segundo miembro de la familia principal, Ino, su única hija puesto que la esposa de Inoichi murió apenas dio a luz.
Sasuke se percató de que Ino lo miraba con sus potentes orbes azules, y cuando cruzaron miradas, ella le sonrió astutamente y lo saludó enviándole un beso y un ademán de mano. Se quedó pasmado por tal muestra tan descarada de afecto y se le removieron las entrañas de disgusto.
Todos en la sala, sin excepción conocían el enamoramiento unilateral de Ino a con él, en todos sus años de conocerse, dejó en claro que jamás le ha interesado amorosamente. Incluso cuando los Sacerdotes concordaron con Inoichi un posible acuerdo de matrimonio con Ino para engendrar un futuro heredero.
Las negociaciones quedaron en el olvido antes de entrar a reclusión hace tres años y no se veía rumbo a retomarse (y de ninguna manera él lo propondría voluntariamente).
Apartó bruscamente la vista enfocándose al otro extremo. Allí se encontraba el clan Uzumaki, el líder Minato y su esposa, Kushina, a la cabecilla. Los flamantes kimonos de colores naranjas y rojos vivos resaltaban. Tuvo un nudo en su garganta al ver el otro costado, al que se suponía que Naruto ocuparía si estuviera vivo, siendo utilizado por Karin, la sobrina de Kushina, discípula principal y próxima heredera del clan.
Para nadie era secreto que el clan Uzumaki y Uchiha eran cercanos debido a la anterior amistad entre Naruto y Sasuke, cuando murió el heredero de los Uzumaki todo el mundo estuvo expectante a ver desmoronarse dicha conexión, lo que no se esperaron fue que se hiciera más fuerte.
Atrapó la mirada de Kushina a medio tomar té, ella le sonrió radiante sin importarle el estatus, un saludo silencio.Le atacó la culpabilidad y pesadez. Terminando la competencia tenía programada la reunión dónde revelaría que Naruto se convirtió en un fantasma. Y todavía no se ha preparado mentalmente. ¿Le seguiría sonriendo así después de conocer la verdad?
Y por último apenas dio un vistazo el clan Nara. Ellos, junto al clan Uzumaki eran los más alejados del clan Uchiha hablando geográficamente. Shikaku y su esposa al frente, pareciendo relajados en un ambiente político. El discípulo principal, Shikadai, yacía a su lado.
Jamás tuvieron hijos de sangre, pero acogieron a un niño huérfano de las calles y lo acoplaron a ser el discípulo principal, y habiendo de su posición, próximo heredero. Vagamente recuerda haberse topado un par de veces con el chico que era dos años menor que él, pero fueron saludos cordiales.
Más allá estaban los Clanes Menores que fueron invitados, pero no hubo oportunidad de escanearlos a todos, ya que una conversación en particular que requería una respuesta lo obligó a centrarse y recordar que estaba en un banquete.
—¿Cuál es la impresión que tiene sobre el Bosque de los Lamentos, joven Sasuke?
Ignoró por un momento quién le preguntó, así que contestó lo más neutral posible.
—Entre los tres lugares místicos, es el más peligroso adentrarse. Se desconoce qué clase de criaturas habita dentro de los últimos sectores —dijo. Al enfocar su atención se percató de quién le preguntó fue Inoichi, y cuidó sus palabras— ¿Por qué lo pregunta?
En lugar del líder, Ino contestó con voz chillona y alegre, como cada vez que hablaba con Sasuke.
—Quizás no lo hayas escuchado, pero hace una semana nos adentramos a ese territorio, ¡y descubrimos que allí habitan los dragones! —Esto último lo informó emocionada.
¿Dragones? Siendo sincero Sasuke estaba bastante impresionado. Como todos, la existencia de los dragones era mística, cuyas características e imágenes están plasmada en libros y pergaminos de antaño. De niño incluso soñaba con tener un dragón de mascota.
No lo culpen, su mente infantil se explayaba.
Hinata, siendo una presencia constante, abrió la boca impresionada y se inclinó al frente queriendo saber más.
—Es impresionante. Han confirmado visualmente la existencia de los dragones —intervino alguien de los clanes menores, un hombre regordete de barba larga y ojos brillantes. El padre de la prometida de Neji—. ¿Cómo era el dragón?
—Igual a los dibujos, pero más pequeño —respondió amablemente Neji, al contrario de lo que muchos pensarían, solo con las personas que les agrada se comporta decente—. Parecía una cría de dragón.
—Y no sólo vimos eso, ¡nos encontramos con un Gigante!
En esta ocasión la sala estalló de voces extasiadas y entusiastas, asombrados por la declaración —engreída— de Ino. Mirándose entre sí, los que desconocían el dato se veían bastante deslumbrados por el descubrimiento. ¡Pocos Cazadores habían tenido la oportunidad de encontrarse con un rango Ira y salir vivo en el proceso!
Sasuke alternó la vista entre Ino y Neji, este último entornó los ojos y negó con la cabeza. Por su expresión dudaba que solamente haya sido un "enfrentamiento" ¡incluso la mueca de desagrado de Karin lo confirmaba! Y jamás dudaría de Karin.
—¡Impresionante! ¡El Gigante es un fantasma de rango Ira!
—¿Cómo lo enfrentaron? ¡Dicen que mide quince metros!
Ino ya había separado los labios para contestar, pero Karin intervino antes que la rubia hiciera más grande la bola de nieve.
—Más que un enfrentamiento, diría yo que fue un "evitamiento". Los libros contienen datos de este Ira, pero no pudimos comprobarlo, mas que es, efectivamente enorme. Logramos eludirlo con éxito gracias a la ayuda de-
—¡No fue de ayuda! Tú misma lo escuchaste —le interrumpió Ino apoyando las manos al frente y ceño fruncido a su dirección. A Karin le saltó un tic en su ceja al verse menospreciada—. Sólo nos dio unos datos para evitar que mancháramos de sangre el patio de su casa.
—¿Patio? —susurró Fugaku intrigado. Sasuke también compartió el sentimiento.
Pero las mujeres no le prestaron atención, enfocadas en debatir.
—No especificó que fuera "su" casa —recordó Karin, y para enfurecer más a Ino, Neji asintió estando de acuerdo.
Ino se sonrojo de enojo y rebatió.
—¡Estaba entre líneas!
—¿Así cómo cuando querías ser dueña del dragón? —preguntó ociosamente Tenten, detrás de su padre.
—¡Oye!
—Suficiente. —Minato calmó a Karin que estuvo a punto de contestar. La pelirroja se detuvo de inmediato—. No son necesarias las contiendas, Karin ¿podrías explicarnos a detalle lo ocurrido? Creo que, a parte de mí, el líder Uchiha está interesado en escuchar su descubrimiento.
—En efecto, encontrarse con un dragón y toparse con un Gigante, aunque no hayan luchado, es una posibilidad en un millón —contribuyó Fugaku. A su lado Mikoto también pareció intrigada e Itachi interesado, dando otro bocado a su comida con discreción.
—He de admitir que es una discusión interesante —murmuró Hinata fingiendo serenidad, pero con una oreja pegada a la conversación. Sasuke asintió estando de acuerdo e inclinó la cabeza a un lado.
Karin se enderezó de hombros y lanzó una mirada triunfante a Ino del otro lado, quién refunfuñó enojada y se dejó caer en su asiento, siendo consolada por su padre.
—En resumen. Nos encontramos con un dragón e Ino intentó verlo más de cerca. Pero nos topamos con una... persona.
—Criatura, ¡tú misma dijiste que no era humana! —intervino Ino apuntándola con un dedo.
—Ino, no interrumpas —le reprendió, pero suavemente, Inoichi. Por su lado Karin parecía a punto de saltarle a Ino encima y callarle la boca, en cambio decidió ser sabia y mantenerse sentada—. ¿Decías que era una persona?
—Bueno, no era un demonio, pero tampoco humana. Era una mujer de un extraño cabello rosado y ojos verdes. Ella nos ayudó a evitar a ese Gigante con sus consejos, sólo así pudimos sobrevivir durante la noche.
¿Cabello rosado y ojos verdes?
Por un momento, la mente de Sasuke fue un revoltijo especulaciones y emociones. Quedándose en blanco y mirando fijamente un punto en la nada, tratando de conectar esta coincidencia tardía. Se negaba a procesarlo adecuadamente. Nadie se percató de su reacción, o más bien, falta de ella puesto que en el exterior siguió imperturbable como siempre.
Sin embargo, Itachi no estaba en la categoría. Sasuke desplazó la vista por inercia a su hermano y este le devolvió de reojo la mirada habiéndose casi atragantado con un pedazo de carne. Un poco más expresivo teniendo los ojos ligeramente ensanchados como diciéndole: "¿Crees que sea Sakura?".
Y Sasuke contestándole casi perturbado: "¡No estoy seguro!".
Pero ¿cuántas personas de cabello rosado y ojos verdes que no eran demonios ni humanos, existían con esas características?
Pocas. Muy pocas.
¡Incluso Hinata parecía desconcertada por las coincidencias!
—¿Oh? ¿Una mujer? —inquirió Madara desde su lugar. No pasó desapercibido la mueca desagradable de Mito, incluso su molestia parecía tan elegante.
—Era joven, no pasaba de los veinte. Hermosa, su piel parecía nieve y sus ojos parecidos a las piedras jades —comentó Neji con bastante neutralidad. Bien, no heredó lo mujeriego Madara, pero sí su buen ojo, pensó Sasuke—. Quizás sea alguna clase de monstruo, ya que apareció entre el segundo y tercer sector. Y también se veía cercana al dragón.
Sasuke estaba cada vez más conmocionado, creyendo firmemente que podría ser Sakura. ¿Qué otras coincidencias? Se marchó a un lugar desconocido por un par de semanas, no le dijo nada en su carta, pero seguía viva.
—Nada impresionante —se quejó Ino.
—Oh, cierto —concordó amablemente Tenten, escondiendo una sonrisa divertida detrás de su manga y mirándola fijamente—. Lo impresionante fue que luchó contigo siguiendo tu ritmo, ¡que incluso te quitó tu arma espiritual!
¡Otra ola de cuchicheos se desató!
La impresión fue tan grande que en esta ocasión Sasuke mostró reacción y nadie podía cuestionarlo, los demás parecía sorprendidos por la declaración. Ino está en el ranking, ocupando el quinto lugar, siendo la segunda mujer, después de Karin que estaba en el cuarto, en ocupar un lugar entre los diez mejores de su generación.
Que una desconocida, que no es demonio o humano —tomando en cuenta que las armas espirituales dañarían a cualquiera que no fuera humano con sólo tocarlo— haya seguido el ritmo de Ino en batalla y quitado su arma, traía muchas especulaciones y demasiadas preguntas.
Ino se sonrojó de vergüenza, y no dudó en rebatir tratando de salvar la dignidad.
—¡No estaba en todo mi potencial! Habíamos perseguido a esa manada de venados y exorcizado. Por supuesto que tendría ventaja.
—Tienes razón, hija. Te tuvo ventaja —apoyó Inoichi e Ino se sintió satisfecha... por el momento.
Pero la impresión inicial ya se había instalado. Muchos mantendrían esto en chismes, de eso estaba seguro Sasuke.
—Y también fue demasiado descarada e insolente ¡mira que insultarnos en nuestras narices!
Sí, definitivamente es Sakura, pensó Sasuke con exasperación cariñosa. La pelirrosa no dudaría en insultar magistralmente a los Cazadores si estos le molestaban. La prueba estuvo en el enfrentamiento en el que se involucró con un Hyūga por salvaguardar a la hija de Sota (aunque lo negase).
Se rebatía entre sentirse orgulloso o impresionado (al final decidió que ambos). Por otro lado, la preocupación se enroscó en su pecho como hiedra expandiéndose.
¿Sakura sufrió repercusiones en sus heridas? Recuerda que mantuvo la compostura incluso después de dormir tendidamente pese a que lidiaba con herida que le infligió Naruto y el previo descontrol con la energía resentida.
No ventiló en su momento el asunto, pero fue sospechoso y desconcertante que la energía resentida desapareciera por completo de un instante a otro. Evitó el tema a fin de no volver incomodó el ambiente entre ellos, ahora se arrepentía un poco, más que nunca necesitaba alguna respuesta que le ayudara a calmar la ansiedad que lo engatusó.
Siendo así, más preguntas se desbloquearon.
¿Por qué Sakura fue al Bosque de los Lamentos, el lugar más peligroso de la tierra? ¿Existía relación entre la energía resentida y ese bosque? ¿No le afectó gravemente la energía resentida?
Muchas preguntas, pocas respuestas. Como en el inicio, Sakura era todo un enigma.
—Joven Sasuke ¿Has entrado al Bosque de los Lamentos?
—Una vez cuando tenía dieciséis años. Acudí con mi maestro a un entrenamiento —dijo en automático, al despejarse, se percató de que Inoichi le habló, de nuevo. Agradeció mantener siempre un semblante serio a pesar del torbellino de pensamientos—. ¿Puedo saber por qué el repentino interés del líder Yamanaka?
Este hábil cambio de tema fue inesperado pero entendible. Inoichi, al ver afectada la reputación de su hija quería restaurarla de alguna manera desviando la atención de todos momentáneamente a otro asunto igual de escandaloso. ¿Y quién más sería sino el heredero de sangre que (¡oh, sorpresa!) no heredó ningún poder?
Sasuke lo miró y en un ataque de sinceridad "menudo bastardo" pasó por su mente.
—Quería saber si uno de los candidatos a esposo de mi amada hija está a su altura —contestó.
Y Sasuke deseó regresar en el tiempo cinco segundos antes y golpearse para prevenir las insinuaciones o mínimo ventilar lo que pensó en voz alta. Consideró que enfrentarse a un castigo por ofender a un líder era más soportable que escuchar tanta tontería junta.
—¿A su altura, dice? —rectificó Fugaku manteniendo con éxito una postura indiferente—. Le recuerdo, líder Yamanaka, que nuestras negociaciones fueron infructíferas.
No hay matrimonio, se dijo entre líneas. Fugaku habló, todo lo que dicen los líderes son órdenes casi irrefutables. Todavía así Sasuke se mantuvo expectante a lo que Inoichi refutaría.
—Ah ¿es así? Recuerdo que no se habló debidamente a causa de la premura del tiempo al entrenamiento del joven Sasuke —insinuó Inoichi, la sonrisa en su rostro fue más filosa—. Podríamos tener esta conversación después de la competencia, no importando el resultado de las posiciones.
El azabache quería resoplar y negarse, ¿acaso no sostiene el libre albedrío de decidir con quién casarse? Si los demás lo expresan de esa manera seguramente los Sacerdotes lo verían como la oportunidad perfecta y darle "utilizad" a un heredero inservible.
Días antes se sentía ligero gracias a la retrospectiva de la ventaja a no heredar ningún poder, no arreglarían un matrimonio forzado para él. Su confianza ante el asunto le devolvió el golpe con guante blanco, y de la peor manera.
¿Hasta cuándo lo tendrían aprisionado con las cadenas de las obligaciones y expectativas?
—Perdone nuestra ofensa, líder Yamanaka, pero no estamos interesados ahora en retomar ahora esa plática —dijo repentinamente Mikoto.
¿Qué?
Por un poco Sasuke se retuerce el cuello por lo rápido que giró la cabeza a su lado, dónde Mikoto yacía sentada erguida teniendo una sonrisa más afilada que Inoichi, pero a la vez dulce como el caramelo.
No cabiendo de la impresión a que Mikoto interviniera, siendo representante allí de los Sacerdotes, a negarse a darle uso a tal oportunidad. ¡Incluso Itachi parecía sutilmente desconcertado! Ni que decir Inoichi, quién frunció más el ceño.
—¿Puedo saber la razón de su desinterés?
Inoichi no se rendiría fácilmente, menos al ver a su hija pavonearse de felicidad a costa de la frustración (silenciosa) de Sasuke. Pero Mikoto siguió atacando elegantemente.
—No me malinterprete, el desinterés no es hacerle desaire al clan Yamanaka. La doncella Ino está dentro del ranking y es digno de admirar, cualquiera estaría interesado en cortejarla —halagó Mikoto bastante locuaz obteniendo la sonrisa deslumbrante de Ino—. Pero como sabrá, al igual que muchos, hace un par de meses Sasuke regresó al mundo secular después de su entrenamiento y estuvo ausente durante tres años. Lo ideal es que primero se adapte adecuadamente a sus nuevos deberes y, quizás en un futuro, retomemos la charla para decidir si ambos clanes crean un lazo estrecho.
Inoichi le dirigió una mirada dura.
Las palabras "no nos interesa su propuesta ahora y (quizás tampoco) en un futuro retomemos el tema" flotaron implícitamente en el aire.
Sasuke debe concederle crédito a Mikoto. Sin ofender al clan Yamanaka desplazó magistralmente el asunto del matrimonio con razonamiento y se negó a discutirlo. La situación tan irreal e inesperada levantó sospechas de sus intenciones.
Su madre gozaba aparentar una familia feliz, y se cuestionó si esto es parte de su treta.
Al recibir la sonrisa maternal de Mikoto, como si fuera la antigua madre amorosa y protectora del mundo, dictaminó que sí. Ella lo hizo con el fin de aparentar una relación cercana entre madre e hijo, y dejar en claro que, en realidad, la que toma decisiones de un futuro matrimonio es ella, no Fugaku.
Si acaso se pudiera estar más frustrado y enojado, Sasuke ya habría ganado un premio.
Afortunadamente no tuvo que lidiar mucho tiempo con dichas emociones y la situación incómoda de la conservación. Un discípulo menor del clan Uchiha apareció por la puerta y se apresuró a un costado de Fugaku inclinándose profusamente, hasta ahora el líder permaneció en acuerdo con Mikoto limitándose a observar en silencio.
—Líder, lamento interrumpirlo en el banquete. Pero es un asunto... apremiante.
Fugaku enarcó una ceja, al ver que el discípulo no decía nada por estar bajo la atenta mirada expectantes de la mayoría, no le quedó más que ceder.
—¿Qué ocurre? Dilo sin miedo. —Si hubiese sido un asunto demasiado privado el discípulo habría solicitado apartarse.
—En realidad requerimos la presencia del segundo joven maestro. —El discípulo lanzó una breve mirada a Sasuke—. La clase de novillos sufrió un pequeño percance, nada grave, pero los niños se niegan a obedecer a menos que el joven Sasuke los atienda.
No esperó ninguna palabra más, apenas Fugaku asintió en permiso para retirarse, Sasuke se incorporó de un salto ansioso en marcharse (pero sin demostrarlo abiertamente). Ni bien le siguió Mikoto, la miró sin comprender hasta que la vio sonreír a dirección de Inoichi.
Él se veía escéptico.
—¿Vaya? ¿El joven Sasuke es maestro de novicios? Que enseñe a pesar de la ausencia de su poder es de admirar.
Sigue sumando mis insultos, Inoichi, pensó Sasuke airado, algún día te tragarás tus palabras.
Y por fuera mostró un temple indiferente a la insinuación.
Internamente mucho se preguntaron si acaso Sasuke tenía la mente dañada ¡cualquiera hubiera reaccionado a tal provocación!
—Le dije que mi hijo tiene obligaciones cuales se está acoplando. Es un maestro ejemplar y los niños no obedecen a nadie más que él. —Mikoto resaltó lo último a la situación actual—. No está en duda que emergerán pródigos de su clase.
Mikoto no perdió la oportunidad y extendió una mano al rostro de su hijo.
Por más que quisiera, Sasuke no pudo evitar que esa mano cayera en su mejilla, dándole la caricia "amorosa" que le negó la última vez frente a Hinata. Se estremeció ligeramente ante el toque, la sensación fue parecida a un cactus acariciándole la piel, tan desagradable y doloroso. Tuvo la intención de alejarse, pero se mantuvo lo más quieto posible por unos breves segundos por el bien de la imagen del clan.
Unos instantes después, reuniendo su autocontrol para no hacer una escena, atrajo la mano de Mikoto con la suya y le dio un tenue apretón de advertencia que por fuera pareció cariñosa.
Carcomiéndole las entrañas por tener que fingir, compuso una mirada afable. Quién lo conociera reconocería el temple helado que escondía detrás.
—Madre, lamento irme primero, pero debo resolver este asunto. Nos vemos en la cena.
Sus palabras fueron acompañadas con una filosa mirada: "no te atrevas a tocarme de nuevo, menos frente a tanta gente".
—No te preocupes hijo, comprendo tus deberes.
La respuesta de ella fue una sonrisa maternal y un contundente: "lo haré cuantas veces sea necesario por el bien de las apariencias".
Sasuke marchó con la sensación de haber abrazado una hiedra venenosa. Frotándose la mejilla con el dorso, se lavaría hasta desgastarse la piel si fuera necesario.
Normalmente se suspendían las clases a todos los discípulos en las competencias anuales y pudieran disfrutar del espectáculo, sin embargo, por esta ocasión se les permitió a los novicios estudiar en la biblioteca bajo supervisión. Al ser un grupo reducido e insistiendo en no perder ningún sólo día de estudio, Kakashi accedió el permiso bajo el cuidado de Obito, uno de sus primos mayores y maestro de los discípulos adolescentes.
Al llegar se llevó la sorpresa que todo estaba bajo control, los niños concentrados en la mesa enorme practicando la escritura en los talismanes de viento.
Una de las primeras formaciones básicas del entrenamiento es crear talismanes. Los de viento son el más básico de baja categoría, no quitaba el hecho de que están dando el primer paso.
Se quedó desconcertado al pie del umbral, observando a Obito caminar frente a los novicios explicando la teoría de los talismanes de viento y el uso adecuado. Pensó en escabullirse en silencio y regresar a cumplir el deber (a regañadientes) de segundo hijo del líder, cuando Obito alzó la mirada y le sonrió de oreja a oreja.
Por experiencia sabía que después de esa sonrisa le perseguía una travesura.
—¡Niños! Su maestro ha venido a ver su avance en clases.
De inmediato los niños viraron a sus espaldas, al verlo, caritas regordetas resplandecieron cual sol sobre el cielo y sonrieron mostrando pequeños dientes de leche. Emocionados y extasiados de su presencia, no dudaron en levantarse e ir ordenadamente (o tratando de ir) con él.
—¡Joven maestro!
Sasuke juró vengarse de su primo que se reía a carcajada limpia, agarrándose el vientre hasta doblarse por la mitad.
Tardó demasiado en controlar a los niños sobreexcitados y emocionados por su visita, florecían cuales capullos bajo los consejos serenos que les brindó. Nada demasiado efusivo, en realidad fueron consejos y la frase típica: "Si me permites darte un consejo, puedes hacerlo así...". El proceso de cada pequeño era extraordinario pese a su corta edad.
Los más pequeños lidiaban con ciertas complicaciones en comprender los kanjis y formar los caracteres adecuados, iban a pasos cortos pero seguros. Los consoló exitosamente prometiendo que tendrían unas horas extras adicionales la próxima clase.
En su corazón, sintió una pequeña llama de satisfacción al verlos progresar. No impidió que la inminente separación a futuro estropeara la emoción.
Sin embargo, por más halagado que estuviera, hizo que volvieran a sus lugares. Obedientemente enfilaron camino a las mesas como pequeños patitos y continuar con diligencia la práctica. Luego Sasuke le dio una señal a Obito, quién reposaba lánguidamente sobre el escritorio, y conversar unos minutos.
—¿Por qué me llamaste si no se trataba de un asunto apremiante? —le cuestionó una vez que se encontraron a las afueras de la biblioteca, cuidando el tono bajo de voz para que los niños no escucharan.
Obito abrió la boca en una perfecta "o" y dramáticamente apoyó los dedos en el borde de su boca.
—¿Insinúas que una clase entera de pequeños niños entristecidos por no tener a su maestro no es un asunto urgente?
A Sasuke le saltó la ceja derecha ante la vuelta de palabras.
—Sabes que no me refiero a eso.
—Bien, bien. Me atrapaste. No era nada que no pudiera resolver, pero me pareció divertido jugar una broma —se excusó rápidamente encogiéndose de hombros, junto a su eterna sonrisa juguetona—. Itachi dijo algo sobre lo tedioso que sería la recepción de los clanes y pensé "oh, mi primo menor estará muriéndose de aburrimiento".
—Y por eso pensaste: ¡será mejor salvarlo! —Sasuke entornó los ojos tratando de imitar la voz de Obito.
—¡Sí! ¿Cómo adivinaste?
Alabó internamente la astucia de Itachi. Su hermano mayor sabía que esa clase de eventos le era atosigante. En última instancia prefería huir con cualquier mínima excusa, y esta vez le brindó la excusa perfecta.
Dedujo que Itachi, sabiendo la actitud revoltosa e infantil de Obito, dejó caer el comentario y lo demás marcharía sobre ruedas.
Le agradecería después. La intervención cayó justo en el momento. ¿Qué hubiera pasado si continuaba bajo presión y cediera a un matrimonio arreglado? Lo menos que quería era comprometerse con una mujer que la veía más como una adquisición que cómo persona.
Además, escuchar a los demás cuchichear entre sí compadeciéndolo ante la ausencia de su poder heredado le carcomían los nervios. Él no quería sus preocupaciones ni le interesaban.
Por un momento anheló tener la presencia de Sakura a su lado, estaba seguro que teniéndola junto a él todo sería menos complicado. Seguramente fulminaría a cualquiera que hablara mal de él, dando comentarios sarcásticos y llenos de ironía, aunque preferiría que se mantuviera al margen, tener a alguien que se preocupara por él como persona le brindaba consuelo.
—No negaré que me salvaste de que me comprometieran a contra de mi voluntad. Pero tengo que regresar a menos que desee ofender a los demás clanes —dijo dándose la vuelta, dispuesto a regresar.
—Pero no quieres.
—No quiero —accedió de inmediato frunciendo el ceño.
Obito era una de las pocas personas que lo conocía verdaderamente, no tan a profundidad como Kakashi o Itachi, pero sí más que Fugaku. Y con él dejaba de lado su actitud distante y cordial, Obito mantenía una sonrisa en sus labios, era extraño verla sin ella.
Lo escuchó renegar caminando a su lado con las manos detrás de la espada y bastante indignado.
—¡Entonces quédate con tus alumnos! Si los clanes no comprenden que eres un maestro dedicado están subestimando la dedicación que se le brinda a las futuras generaciones.
—Más bien, entenderán que el clan no es capaz de manejar asuntos menores delegados a personal "capaz" y tuvieran que llamar a la persona a cargo. Y entonces ¿cómo pueden gestionar asuntos que involucran la política?
Obito hizo una mueca sabiendo que la última versión sería a la que todos se inclinarían.
—¡Hmp! Que desagradable es el ambiente político.
—1La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.
—¡No pudiste haberlo dicho mejor!
Ciertamente Sasuke preferiría regresar a la clase de novicios que ir a la recepción y escuchar a "hombres importantes" discutir sobre "temas importantes".
1: Groucho Marx
Este capítulofue más informativo que nada, con la presentación de los clanes de Cazadores de demonios. ¿Quién se imaginó que Madara sería un Hyuga aquí? ¿Y casado con Mito? ¡Lo divertido de los fics AU es que puedes hacer y deshacer para el bien de la trama!
Argg Mikoto en este capítulo esto modo "De día soy una, de noche soy otra" sinceramente es entretenido escribir la relación de madre e hijo tan pésima y llena de máscaras frente a los demás. Normalmente Fugaku es el padre malo y abusivo, y Mikoto la leona luchona. ¡Pero! este fic no es muy común que dígamos jajajaj
¡Y el matrimonio! Uy, antes querían casar a mi bb Sasuke con Ino ¿y ahora por qué razón Mikoto se niega si todo sigue igual (o peor) que antes? Muchas preguntas, pocas respuestas.
Por sí no les quedo claro, aquí la pequeña lista de información sobre los clanes:
Clan Hyuga
Líder- Madara
Esposa- Mito
Hijo légitimo- Neji (heredero del clan)
Primer díscipulo-Neji
Hija ilégitima- Hanabi
Clan Yamanaka
Líder- Inoichi
Esposa- (Fallecida)
Hija légitima- Ino (heredera del clan)
Primer discípulo- Kankuro
Clan Uzumaki
Líder- Minato
Esposa- Kushina
Hijo légitimo- Naruto (presuntamente "muerto")
Primer discípula- Karin (heredera del clan)
Clan Nara
Líder- Shikaku
Esposa- Sin nombre
Hijo légitimo- Sin hijos
Primer discípulo- Shikadai (presuntamente heredero del clan)
Clan Uchiha
Líder- Fugaku
Esposa- Mikoto
Primer hijo légitimo- Itachi (heredero del clan)
Segundo hijo légitimo- Sasuke
Primer discípulo- Sasuke
:) Y así con las posiciones. Espero que les ayude estos datos.
¡El siguiente capítulo está disponible! Pero antes quisiera saber ¿quién extraña que estos dos tortolitos estén juntos? ¡Me pican las ansias por escribirlo!
Nos leemos en el siguiente capítulo,
¡Alela-chan fuera!
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