/14/ Al acecho
Hola!!! Hola!!
Les traje esta actualización, ya tenía el capítulo pero al estar modificando unos detalles no quise apresurarme, ¡pero aquí lo tienen!
Kaiju: monstruo.
En retrospectiva los términos que se mencionan dentro se explican en la misma. La información sobre los espiritus y similares, fue extraído de las novelas que está inspirada ese fic.
Al final comentaré al respecto, ¡Disfruten el capítulo!
Al llegar al pie de la montaña se encontraron con una desagradable sorpresa. Después de todo, ver dos cuerpos ensangrentados y llagosos no era una simpática vista; han visto escenarios peores, pero no lo buscan en absoluto. Sasuke dio unos pasos en esa dirección para investigar siendo detenido por Hinata quién se adelantó hasta inclinarse a los cuerpos inertes.
—Conozco estas heridas. —Las llagas que salpicaban los cuerpos eran visibles, confirmó sus sospechas—. Fueron afectados por el veneno de la Orquídea. Shino, aparta los cuerpos, por favor —pidió bajando los parpados de los difuntos, antes de que los arrastraran purificó el aire a su alrededor.
Se incorporó mirando fijamente el bosque delante de ella, no había ninguna anomalía en particular, a excepción del pequeño y casi desapercibido rastro de veneno que se desliza entre las malezas, apenas suficiente para marchitar las hojas por debajo. El silencio, por otro lado, es abrumador.
—Las llagas de sus cuerpos son severas, debieron tener un contacto directo con el veneno. Pero en los alrededores no hay tanto veneno.
—El rastro es pequeño, quizás huyeron desde lo profundo del bosque —estimó Sakura pensativa desde su posición, observando vagamente a Shino cargar uno de los cadáveres a cuestas, por su parte, Sasuke sostuvo el otro con la misma facilidad que levantaría su espada, la evidente fuerza en los brazos del Cazador sorprendió en silencio a la pelirrosa que siguió hablando—. Seguramente toparon con una concentración de veneno y huyeron demasiado tarde.
—Ayer que vigilé los alrededores no había ninguna grieta y tampoco veneno en el bosque —afirmó Shino.
—Si es así, el campo de energía está debilitándose rápidamente —aportó Sasuke. Un asunto grave, si un poco de veneno mató a dos personas en quizás unos cuantos minutos, ¿qué no haría una cantidad enorme a comparación? —. Démonos prisa.
Antes de si quiera dar un paso un lamento que acarició las hojas de los árboles y se arremolinó en los troncos de los árboles, levantando abruptamente las hojas caídas con las ráfagas de viento. El aire alrededor espeso y denso, una oscura neblina deslizándose por los bordes del bosque y los gruñidos se extendieron sin piedad.
Segundos atrás el aire yacía limpio a causa de los poderes de Hinata, ahora es denso por la energía malvada que giraba alrededor extendiéndose sin piedad, revelando en la oscuridad presencias malignas que se deslizaban entre los árboles y susurraban palabras incoherentes pero llenas de malicia.
—Uh, un grupo bastante grande de *Kaijus —murmuró Sakura con un tic en su ceja derecha.
Si bien individualmente no representan un verdadero problema, resultaba tedioso lidiar con un grupo grande. A diferencia de las Sombras, los Kaijus no son muy inteligentes, pero lo compensaban con creces aludiendo a su fuerza bruta; ellos nacían directamente de los animales muertos, por lo tanto, el razonamiento colectivo también era un problema cuando se volvían salvajes y sanguinarios.
No cabía duda que la barrera se debilitó y el veneno se filtró barriendo el perímetro matando a todas las criaturas vivientes en el interior del bosque.
La pelea los retrasaría o eso pensó Sakura antes de presenciar a Sasuke caminar al frente tomando el guqin amarrado a su espalda y colocarse en posición de batalla con una mano sosteniendo el instrumento y la otra sobre las cuerdas. Su semblante apenas se alteró por la manada de espíritus.
—¿Purificarás a los Kaijus? —cuestionó Hinata con comprensión, después de todo, el poder hereditario de él era la purificación de entidades a través de un arma, o, por el contrario, notas musicales.
Las cejas del Cazador se contrajeron ante la insinuación y respondió evasivo:
—No puedo hacer eso.
Y la confusión pinto el rostro de la sacerdotisa.
—... ¿No puedes hacerlo? ¿Tienes algún problema con tu energía espiritual? Se supone que tú-
Los gritos animales se sobrepusieron a sus palabras interrumpiendo la oración para alivio de Sasuke.
Cansados de tenerlos de frente y quietos, los Kaijus dieron alaridos eufóricos y se abalanzaron a ellos sin reservas. Inmediatamente Shino desenvainó la espada que traía consigo y Sakura se puso en guardia con sus dos armas.
Pero no hubo necesidad de que ellos dieran el primer golpe.
Las notas rasgaron el bosque y todo espíritu quedó oprimido y retorciéndose doblegándose al sonido de las notas espirituales del guqin. Sasuke saltó y suspendido en el aire no escatimó en emplear energía en cada nota con fuerza. Los Kaijus revolotearon en el suelo entre gruñidos y gritillos, chocando entre sí en su frenesí de aturdimiento.
—Hinata, haz una matriz de dispersión.
Obedeciendo al instante a la petición de Sasuke, Hinata corrió al frente y sacó un par de talismanes, así los lanzó a puntos específicos y la matriz brilló al instante. Sasuke no dejó de tocar sus notas oprimiendo a su paso a los Kaijus, de un momento a otro, los Kaijus dieron el último gritillo y la matriz absorbió la energía.
Con una nota firme y grave, el último Kaiju se disipó con un aullido y desapareció.
Sasuke permaneció quieto volando su espada por un momento barriendo con su mirada el bosque en busca de más Kaijus, al verlo solitario, simplemente aterrizó y regresó con ellos, Kusanagi se enfundó con un chasquido. Si fue cansino interpretar con energía espiritual no lo reveló.
La matriz dejó de brillar y los talismanes en los troncos se arrugaron.
Por su cuenta y disimuladamente, Sakura se veía asombrada la participación de Sasuke. De pie junto a Hinata quién, inconscientemente, comenzó a murmura para sí lo suficientemente bajo para apenas escucharla.
—No lo entiendo... se supone que con sólo un toque de cuerdas debía purificarlos a todos.
Un comentario que Sakura estaba segura que no debió escuchar. Se sintió, por alguna razón, ansiosa e intrigada por el significado detrás de sus palabras. Hizo eco en su mente cuando Sasuke aterrizó frente a ellos aun sosteniendo el guqin. De reojo miró sus brazos vendados y se preguntó si el comentario tenía que ver con el desborde de energía que tuvo anteriormente.
—Debería ser suficiente por ahora —pronunció Sasuke deslizando suavemente sus manos por las cuerdas sin interpretar ningún sonido, como si estuviera considerando un punto importante.
Sakura decidió desplazar el tema a pos de alabar la habilidad del Cazador.
—¡Joven maestro! Fue impresionante tu interpretación, disipar todos esos Kaijus con sólo tocar música. Había escuchado de la extraña habilidad del Clan Uchiha, me concediste el honor de verlo de primer amano —dijo ella dándole sonriéndole astuta observando con cierto deleite cuando Sasuke ensanchó ligeramente los ojos ante el elogio burlón, ahogando un jadeo de impresión por la descarada muestra de satisfacción ajena.
Componiéndose de su breve lapsus, Sasuke le lanzó una mirada que claramente decía: "Compórtese". Una frase que por supuesto Sakura ignoró picándole más el costado y sonriendo divertida al descubrir que él perdía un poco de compostura por el apelativo "joven maestro" viniendo de ella.
Ciertamente también estaba fascinada. ¡Era la primera vez que veía en primera fila las habilidades musicales de Uchiha Sasuke! Recuerda aquella charla pasada con Konohamaru (ah, ese niño entrañable) en el que alababa y presumía a costa del mismo Cazador sobre sus habilidades con su espada y la música en batalla interpretada con el guqin, ¡siendo Sasuke el primero entre los mejores cinco en el clan de dominarlo! No por nada era el discípulo principal.
Así que no perdió la oportunidad de elogiarlo esperando una reacción. Las únicas pruebas de su reacción fueron el pequeño desliz de manos mientras deslizaba el guqin en su manga dimensional y el indicio de las puntas de sus orejas rojas. Aclaró su garganta y le dirigió una mirada corta a Hinata, Sakura estuvo tentada a hacer un puchero ante la poca reacción de Sasuke.
—No perdamos más el tiempo, subamos.
—La aldea está casi en la cima, a medio día caminando... unas horas corriendo ¿cierto? —cuestionó repentinamente Sakura estrechando los ojos mientras retomaban su andar con prisas, para su consternación, Hinata asintió con la misma expresión de alerta—. Oh.
Sí. Oh. Al ritmo que iba la barrera, no tendría horas para llegar.
Sasuke también lo pensó lanzándole una breve mirada a su espada. Podría llevarse volando a Hinata ya que era más importante que llegara a tiempo, pero separarse en esta situación en que desconocían si las dos entidades escaparon de la barrera o no los pondría en peligro. Se solucionaría una parte si sólo toca Consulta a los espíritus de los difuntos, pero les tomaría tiempo que desconocían si tenían.
Su solución llegó, literalmente, del cielo.
—¡Joven maestro!
Todos alzaron la vista hasta toparse con dos personas que venían volando sobre sus espadas. Apenas tuvieron a la altura, aterrizaron rápidamente y corrieron a Sasuke sólo para hacer una reverencia tan formal y sin fallas. Por supuesto, se trataban de Moegi y Konohamaru, que saludaron al grupo con otra reverencia. Sasuke los presentó brevemente.
—Esto son discípulos menores del clan Uchiha, Uchiha Konohamaru y Uchiha Moegi.
Hinata y Shino estuvieron un poco distantes ante los saludos, después de todo pasaron toda su vida viviendo como ermitaños y no eran fanáticos en conocer a personas. Se acostumbraron a la rutina y a las mismas caras familiares. Así que cuando Sasuke les presentó brevemente a ambos jóvenes, sólo se tranquilizaron un poco al saber que pertenecían al mismo clan que él.
—Ustedes ¿qué hacen por estos rumbos? —cuestionó Sasuke.
—El joven Itachi nos envió a asistirle. Lo estábamos buscando en los alrededores cuando escuchar el sonido de las cuerdas de Chikara, sospechamos que era usted —informó Konohamaru al enderezarse de su reverencia a Hinata.
—¿Tu guqin se llama Chikara? —inquirió curiosa Sakura haciéndose escuchar, tenía su codo tenía su codo izquierdo apoyado en su palma derecha y veía el intercambio con vago interés hasta que el nombre llamó su total atención.
Sasuke le envió una breve mirada con ceja alzada en una mueca inquisitiva y regaño. Oh, Sakura podía adivinar que saldría de sus labios, estaba cincuenta por ciento segura que diría: "Son armas espirituales que contienen un alma, deben ser tratadas con respeto"; pero la exclamación incrédula de Konohamaru lo interrumpió sin darse cuenta de sus pensamientos.
—¿S-Señorita Sakura? —Sí, Konohamaru se atragantó con su saliva.
La aludida le regaló una sonrisa entrañable mientras lo saludaba con movimientos de sus dedos de la mano libre, desplazando su curiosidad para cuando estuvieran solos.
—Niño, no estés tan incrédulo a mi presencia —le regañó ella con un deje de diversión por su reacción— ¡Parece que viste a un fantasma!
—¿¡A quién le dices niño...!? ¡Tengo quince años!
—A mis ojos siguen siendo un niño, como eres tan ingenuo para ser estafado...
—¡Arg, basta! ¿Qué haces aquí para empezar?
Pasando por alto el "saludo" entre este par, Sasuke pensó en las probabilidades de arrastrar a ambos jóvenes con él, después de todo esta misión cambió de "investigación" a "acción" y ciertamente la dificultad variaría. Pero su aparición les compraría tiempo y, posiblemente, impediría una catástrofe.
Sus ojos se deslizaron en las espadas que ambos Cazadores traían consigo, la solución llegó a sus pies.
Y recordó cierto detalle en particular.
Se giró específicamente a las tres personas que no poseían una espada voladora, disipando por completo la disputa o más bien, el intercambio familiar de Sakura con Konohamaru.
—¿Alguna vez han volado sobre una espada? —cuestionó Sasuke admirando en silencio el repentino interés que brilló en los ojos de Sakura.
Y por la mirada petrificada de Hinata y la de pavor de Shino no fue necesario una respuesta adecuada.
—¡Aaaaah! ¡Mira al frente, no te distraigas o nos estrellarás!
—¡Eres tú quién nos enviará al suelo si continúas moviéndote así!
La queja de Konohamaru se escuchó en los ecos del bosque bajo el cielo nocturno. Estando al aire con Shino aferrándose a sus hombros detrás de él mientras todos sobrevolaban con las espadas. Cabe mencionar que el mayor se aferraba con todas sus extremidades posibles como si su vida dependiera de ello. Gritando cada dos por tres en su oído que no se distrajera. A este punto en verdad el menor consideró lanzarlo por los aires (no lo hizo sólo porque Sasuke lo reprendería).
Así que se quejó.
—No hay de qué preocuparse, tengo un excelente dominio de mi espada...
—Tres lugares después de mí, que soy la segunda de la clase —se mofó Moegi a su derecha.
—... Y tengo la capacidad para llevar a alguien conmigo —finalizó el menor decidiendo ignorar deliberadamente la burla de su compañera. Después frunció el ceño al sentir dedos ajenos clavarse en sus hombros—. ¡Harás que pierda la concentración si sigues aferrándote así a mí!
—¿De dónde más me voy a sostener si no es así? —se defendió Shino aferrándose más—. ¡Se un poco considerado de mi posición, es la primera vez que vuelo!
—¡Para ser la primera vez, tanto la señorita Hinata como la señorita Sakura están más calmadas que tú!
Y era cierto, a su derecha se hallaban Moegi quién llevaba por detrás a Hinata, esta se encontraba más centrada en extender su mano y purificar los rastros de humo con su energía espiritual. Dejaba a su paso rastros luminosos de oro brillante y el veneno se disipaba. Su expresión de concentración absoluta eclipsaba su propio temor, se adaptaba bien.
Por otro lado, en el caso de Sakura y por default, volaba con Sasuke.
La elección de pareja de espada fue a comodidad de Hinata y Shino, así que los menores al ser ligeramente más bajos de estatura necesitaron que sus acompañantes fueran ligeramente altos. Además, a precaución de evitar un incidente si acaso Sakura y Konohamaru iban juntos (como terminar estrellados ante el siseó de Konohamaru al ser molestado por la pelirrosa, por ejemplo).
Obviamente esto a ojos de nadie resultaría extraño y escandalizado debido a la situación, pero a vista de ambas partes involucradas llegaron a un acuerdo táctico y silencioso de no mencionar las implicaciones debido a la complejidad y la repentina cercanía de ambos. Siempre estuvieron de codo a codo y frente a frente, separados por unos centímetros, pero jamás tocándose tan íntimamente como hasta ahora.
Comprobó que los nervios de Sakura respecto al vuelo eran de aceros, obteniendo una mirada de interés y sonrisa alentadora por la experiencia que obtendría. Al averiguar quién iría al frente, ambos se miraron el uno a otro antes de acordarlo en otro silencio entendible, lo que terminó con Sakura pegando su espalda contra su torso, siendo rodeada de la cintura por uno de los brazos del joven que se afianzó con seguridad a su alrededor y no se había movido de allí desde entonces.
(Y no, definitivamente Sasuke no se está aprovechando de la situación, él es un caballero).
Sin embargo, no negará que disfrutaba de la sensación de a Sakura apegada a él, el aroma que desprende su cabello agitándose contra el viento le recordó a un capo de flores de loto en pleno apogeo. Más de una ocasión estuvo tentado a bajar la cabeza y hundir su nariz entre sus mechones rosas y confirmarlo debidamente. Se abstuvo a tiempo sin darse cuenta que en cada tilde de su pensamiento sus dedos se contraían inconscientemente sobre el agarre de su cintura.
Si Sakura lo notó, sólo apretó los labios e intentó serenar su salvaje corazón que latía desbocado contra su pecho afectada por la cercanía. Sus manos se aferraban al antebrazo que la rodeaba y la vista puesta enfrente negándose a hacer contacto visual con Sasuke y correr el riesgo que viera a través de sus emociones.
—¡Allí, puedo verlo!
La exclamación de Shino se alzó entre el viento y dispersando las discusiones infantiles que sostenían. Apuntaba al frente con el dedo, siguiendo la línea de visión se podía ver a lo lejos una norme semiesfera de color dorado que brillaba tenuemente: el campo de energía que creaba el Orbe del Sol. Dentro se veían remolinos incesantes de humor morado, golpeando contra las barreras doradas cuales, a esa distancia, se podían ver las grandes grietas.
—Colapsará en cualquier momento —aseguró Hinata entrecerrando los ojos, su mano que desprendía luminosidad de contrajo y detuvo toda actividad, la mayoría del veneno había sido purificado—. Será terrible si no lo contenemos a tiempo.
De sólo recordar al par de hombres llagados se hicieron una idea del panorama general de las próximas horas. Su marcha en el vuelo se aceleró obligándolos a sostenerse fuertemente.
—Cabe la posibilidad de que las entidades hayan escapado, entre otras cosas, es mucho humo venenoso atrapado en la barrera —examinó Sakura a medida que se acercaban—. Lo primordial es purificar el veneno si pretendemos adentrarnos a la aldea y verificar su estado.
—Sería menos peligroso si lo purifico todo de una sola toma —comentó Hinata, sus ojos lilas bailaban entre la barrera y sus propias manos—. Sólo tengo una oportunidad por la cantidad de humo que hay.
Justo después de terminar su frase, un fuerte estruendo irrumpió los aires. ¡Las grietas del campo dorado se extendían sin contemplaciones! Hinata jadeó desde su lugar y alarmada gritó a los demás.
—¡La barrera está a punto de romperse!
Ante una situación crítica y a contra reloj, Sasuke tomó las riendas hablando en voz alta e imperiosa componiendo una expresión totalmente seria:
—Primero hay que contener el veneno. Konohamaru y Moegi, al centro, levantaremos una barrera desde aquí para contener el veneno mientras Hinata se encarga de purificarlo. ¿Es posible que lleves a Shino contigo? —cuestionó esto último esperando una afirmación ya que sería peligroso si Hinata se adentrara completamente sola, siendo Shino su guardián debía tener alguna resistencia al mismo veneno.
—Sí, es resistente al veneno y mi propia aura purifica a mi alrededor.
—Entonces apresurémonos. Señorita Sakura, no se acerque demasiado. —Esto último lo susurró para que únicamente la mencionada lo escuchara, recibió un brusco asentimiento en respuesta.
Descendieron unos metros lejos de la barrera sólo para que Hinata, Shino y Sakura aterrizaran en el área libre de veneno. Los tres Cazadores, aún sobre sus espadas, volaron encima de los árboles posicionaron rápidamente en una línea recta, siendo Sasuke unos metros al frente de los dos jóvenes y formaron un par de sellos y extendieron sus manos. Inmediatamente una enorme matriz azul apareció sobre la semiesfera, cubriendo el perímetro.
Sasuke les hizo una seña y Hinata se apresuró al espacio de la matriz junto a Shino sólo después se formó una segunda barrera encerrando un perímetro más grande que la misma esfera. En cuestión de segundos, la barrera que sostenía el Orbe del Sol emitió un ruido fatídico y las grietas cubrieron en su totalidad la superficie, un momento de relativo silencio antes de estallar en miles de pedazos produciendo un sonido chillante y agudo.
El aire dentro de la barrera se agitó y el humo se expandió sin contemplaciones cubriendo rápidamente hasta la segunda barrera, las siluetas de Hinata y Shino desaparecieron en toda la horda. Tenuemente se contemplaba un rastro luminoso perteneciente a la sacerdotisa.
En el exterior, Sakura saltó entre los árboles hasta subirse al pico más alto y así observar expectante a su alrededor verificando que no hubiera anomalías. Hasta ahora y después de unos minutos, mientras el humo dentro de la barrera se disipaba poco a poco gracias al trabajo arduo de Hinata, no registró ninguna alteración. Quizás las entidades hayan abandonado el perímetro o seguían dentro de la barrera.
Lo que significaba una mala señal.
Verán, si algo le ha enseñado la vida a Sakura es que después de la calma sólo puede secundar una tormenta. Las malas experiencias se lo han restregado en la cara y no esperará menos.
Justo después de unos largos minutos, dentro de la barrera ya eran visibles las siluetas de la sacerdotisa y compañía. La mayoría del espacio fue libertado del veneno y quedaba una minúscula parte de metros cuadrados alrededor de la misma azabache. Concentrada en su tarea que no previno el movimiento entre la oscuridad de su alrededor, pero Shino sí.
Parándose rápidamente frente de ella, levantó una matriz en círculo impidiendo por poco que un par de cuchillas impactaran en Hinata. Las cuchillas se encontraron con una superficie firme y replicaron en un ruido metálico al desviarse y clavarse al azar en superficies firmes. Le siguieron otras decenas más, a cada impacto Shino se movía con destreza a su alrededor y sin titubeos.
Desde la distancia Sakura notó el percance y avisó a los Cazadores.
—¡Quiten la barrera, Hinata está siendo atacada!
Tras su grito se precipitó a su dirección. La barrera brilló momentáneamente antes de desaparecer justo cuando Sakura cruzaba el límite. Teniendo en la mira a Shino, siguió la trayectoria para abordar directamente a su enemigo escondido del costado derecho dónde la oscuridad se agazapa entre los troncos secos y hojas marchitas del bosque, ocultando su silueta.
No tuvo que forzarla a mostrarse, por sí sola emergió de su escondite.
Una presencia oscura y demoniaca apareció derrapando por la ladera del costado, envuelta en ropajes oscuros y portando una máscara lisa que cubría su apariencia, los bordes de una cara neutral pintada con una luna en la frente y de cabellera albina. Detrás de él flotaban dos espadas curvas peligrosamente al acecho, pero lo más vistoso era, sin duda alguna, la esfera que sostenía. Una esfera cubierta por un trapo negro que resbaló ligeramente revelando un brillo dorado cegador.
—¡Tiene el Orbe del Sol! —exclamó horrorizada Hinata. Su mente, un torbellino de emociones que su rostro reflejó en menos de un segundo.
Los ojos verdes de Sakura crisparon y de un paso rápido se aproximó al enemigo mientras hacía que sus anillos se alargaran a las largas agujas. A pasos veloces se interpuso en el camino del individuo que intentaba alejarse, sin vacilación lo embistió siendo retenida por el par de espadas que se cruzaron de frente.
No permitió que las espadas la retuvieran, tensó los brazos y empujó haciendo que su enemigo retrocediera con cada paso, sus ataques eran continuos sin darle ninguna salida, el individuo siguió su ritmo no perdiendo el toque. Él saltó hacia atrás después de una estocada de su parte. Sakura iba a seguirlo cuando algo brilló desde su derecha ¡la segunda entidad decidió aparecer!
Dio media vuelta en su lugar poniendo sus brazos al frente para amortiguar el colpe, pero incluso antes de que se acercara fue interrumpido por unos acordes de guqin. Una feroz canción de Batalla que agitó la tierra y detuvo a la segunda amenaza suspendida en su lugar sometiéndolo, flotando levemente juntos las piedras a su alrededor.
Claramente las notas que emitía Chikara eran opresoras, y hasta cierto punto, letales. Si no fuera por el mismo Orbe que sostenía el enemigo, Sakura no dudaba en que Sasuke hubiera utilizado más energía para suprimirlo.
Dicho Cazador yacía volando sobre ella con el guqin en sus manos y miraba fijamente a la entidad que pronto utilizó su propia espada que traía en manos para marcar un arco y romper el dominio sobre sin aparente esfuerzo. De un salto se colocó casi a la altura de su compañero, a diferencia de este, el segundo traía una máscara de zorro y cabello negro alborotado.
Por otro lado, Sasuke se había percatado a sus espaldas de un problema nuevo: la aparición de un grupo enorme de Sombras provenientes de la aldea, deslizándose entre los troncos atacando directamente a Hinata, afortunadamente Shino y los demás hacían lo posible por contrarrestarlo. Así que no dejó mucho sus ojos ahí y se centró en el primer enemigo que traía el Orbe del Sol.
—Vete. —La voz del de máscara de zorro fue baja y profunda, apenas audible para su compañero. Si bien no pronunció una palabra, el albino simplemente se deslizó silenciosamente por el bosque a dirección contraria llevándose el Orbe del Sol con él.
Sakura sonrió salvajemente.
—Estás muy equivocado si piensas huir —dijo corriendo a su dirección.
Por supuesto que esperó a que la otra entidad intentara interceptarla, pero la sombra persistente sobre ella perteneciente a Sasuke se intensificó y en menos de un instante, mientras la espada de su oponente se dirigía a ella, Kusanagi se interpuso reteniendo el ataque. Sakura tuvo un breve déjà vu de cuando conoció a Sasuke: apareció instantes antes de que fuera asesinada reteniendo el ataque con su espada.
Disipó ese pensamiento para hablarle al Cazador quién aterrizó a su lado frunciendo ligeramente el ceño.
—El otro huye con el Orbe y este se queda. Posiblemente su plan sea atrapar a Hinata aquí mismo, de nada les servirá el Orbe sin los medios necesarios para catalizar su poder —estimó Sasuke de inmediato. Tensó los brazos y la miró de reojo—. ¿Puede conseguir el Orbe del Sol?
Sakura alzó ambas cejas y se tocó el pecho fingiendo una expresión cercana a la indignación.
—Vaya, no creí que este joven maestro tuviera tan poca fe en mí —pronunció tentada a hacer un puchero, se arrepintió a tiempo al ver la expresión culpable de Sasuke debajo de su serenidad. Parecía titubear de sus propias palabras, así que se apresuró a agitar su mano, quizás no era el momento adecuado para bromear... todavía—. Sin preocupaciones, regresaré con el Orbe, no te atrevas a arriesgarte de más o yo misma me encargaré de llevarte a rastras con el abuelo y que te de una reprimienda.
No se permitió ver la reacción ante su advertencia, giró en dirección a dónde se marchó la entidad estimando que llevaba mucha ventaja. Corrió demasiado rápido lo que le dejó en claro que no era una criatura cualquiera y ya había desparecido entre la vegetación sobreviviente de los alrededores. Maldiciendo por debajo, se dirigió a Konohamaru que peleaba contra las últimas Sombras.
Abruptamente lo jaló del extremo del kimono sacándole un grito de sorpresa y lo arrastró al bosque.
—¡Oye, ¿qué demonios crees que haces!?
—¡Monta tu espada!
—¡¿QUÉ!?
Sakura entornó los ojos y casi exclamó exasperada:
—¡Debemos alcanzar el Orbe! ¡Monta tu espada!
En medios de discusiones, Konohamaru arrojó su espada haciéndola flotar y Sakura saltó a esta sin titubeos. Pronto se apresuraron a dirección en donde había desaparecido la entidad junto al Orbe.
Apenas los vio irse sobrevolando los cielos, Sasuke regresó toda su atención al frente saliendo de su estupor antes la advertencia clara de Sakura. En ningún momento dejó de tocar las cuerdas de su guqin y a cada segundo sentía la opresión en la otra energía contrarrestarlo. También lo hacía para que Shino acabara sin problemas las Sombras.
Sus dedos agiles no se detuvieron y frunció el ceño a cada acorde al sentir el cambio en su propia energía espiritual vibrando en su interior, la sangre calentándose y acelerándose. La entidad frente contenía un alto nivel de energía resentida ya que soportaba a cuestas el ritmo de la canción de Batalla y no se doblegaba con la energía aplicada a las notas; en cambio se resistía blandiendo aquella enorme espada.
Sin embargo, tampoco podía ser descuidado, si empleaba más energía espiritual terminaría con un completo desborde y no acabaría bien para nadie; esto sería su último recurso.
Sorpresivamente, en una de las brechas de su ataque, el enemigo se alejó de un salto dispersándose entre los troncos de los árboles. Sasuke encuadró los hombros y retrocedió hasta Hinata y Shino quienes repelían las últimas Sombras.
—¿Escapó? —preguntó Hinata asentando una cuchilla reluciente de energía a una Sombra que estuvo a nada de atacar a Moegi por la espalda.
Difícilmente. Sasuke podía sentirlo acechando los alrededores, su energía tan espesa y maliciosa era difícil de ignorar.
—Vienen por ti, ya tienen el Orbe y ahora que apareciste no desaprovechará la oportunidad de atraparte —dijo alternado entre su instrumento musical a su espada, manipuló su espada dirigiéndose directamente a las Sombras matándolas al instante.
Las risas de las Sombras restantes resonaron en todo el bosque provocándoles escalofríos internos. Esto estaba muy mal. La aparición de Kaijus y Sombras en un mismo lugar y en gran número anticipaba de los poderosos que eran estas entidades. No debían ser subestimadas en lo absoluto.
El número de Sombras aumentó considerablemente incluso para ellos, subieron por la montaña apartándose del grupo que venía persiguiéndolos. Notas del guqin, cuchillas asentándose y chillidos feroces fue todo lo que se escuchaba entre los caminos del bosque mientras el grupo daba marcha.
En su ventaja, el veneno no circula en el aire, pero Hinata temió si haya persecuciones al respecto recordándole unos de sus objetivos en llegar a la aldea para pulverizar todo rastro de la Orquídea Adelfa o el veneno se activaría de nuevo. Se lo hizo saber a Sasuke quién, sin dejar de manipular su espada, frunció impecablemente el ceño.
—Acerquemos más a la aldea mientras podamos.
La entidad no había aparecido (aún) pero estaba seguro que los acecha entre los árboles. Su actitud provocó muchas sospechas y conjeturas. ¿Qué espera esta criatura para atacarlos? Sea como sea, aprovechó el escaso tiempo que les concedió inconscientemente e idear un plan de contraataque que no fuera prolongado.
Como pensó, no debía subestimarlo. Pronto una reluciente espada apareció a su derecha y la entidad se abalanzó a ellos sin previo aviso, rápidamente las notas de su guqin resonaron repelando el ataque con precisión y enviándolo suspendido hacia el costado. Detrás de él Moegi soltó una exhalación de espasmo y sorpresa, impresionada ante la magnitud de su poder porque mirando más allá ¡Todos los árboles a su alrededor se sacudieron y el enemigo fue lanzado!
Una capa de polvo se levantó en el trayecto y los troncos volaron por los aires al ser impactados. Sasuke hizo girar su instrumento en una sola mano y entrecerró los ojos. Defenderse y proteger al mismo tiempo a Hinata sería una desventaja, su energía espiritual lamentablemente era limitada si no quería atravesar una desviación de energía que matara al instante.
Entrecerró los ojos tomando una decisión.
—Los tres sigan el camino y eliminen el veneno —dijo sin apartar los ojos de su oponente que, tras chocar con uno de los tantos árboles de tronco grueso, se incorporó a medias sacudiéndose las hojas atrapadas en su cabello—. Me encargaré de distraerlo el tiempo suficiente para que elimines el veneno. Después vayan de regreso a la posada. Moegi, ¿tienes bengalas de emergencia?
—Sí.
—Pide refuerzos —expresó, y dándole un ademan con la cabeza, les indicó que prosiguieran.
Entonces una bengala fue lanzada por los aires en medio del bosque dsobre las torres de vigilancia de la aldea Flores Danzantes y explotó en luces formando el símbolo del Clan Uchiha.
El vuelo con espada de Konohamaru era rápido, sin titubeos o fallos, o eso consideró Sakura. Tampoco es que tuviera un punto de referencia adicional para compararlo... Sasuke no cuenta ya que el ritmo del joven fue constante y rápido, además, al ser él su manejo con la espada sería impecable. Así que, a consideración, pensó que Konohamaru era un buen Cazador.
De igual forma lo verificaría pronto.
No tardaron en hallar al objetivo de sus frustraciones internas corriendo a través de la ladera del bosque hacia la aldea dónde estuvieran horas atrás. Sakura rechinó los dientes anticipando los planes ajenos, ¡la entidad planeaba crear un alboroto en la aldea!
Si bien, no le importaría mucho lo que ocasionaría tampoco era desalmada para sentirse gratificada al saber que posiblemente dañaría a personas inocentes. Ellos no tenían culpa de que un loco espíritu decidiera llevar su pelea e irrumpir su tranquila velada, casi siente compasión por la situación.
—Acelera un poco más.
—¡No me des órdenes! —gruñó Konohamaru, pero a contrario a sus palabras, aceleró el vuelo—. De cualquier forma, tenemos que alcanzarlo o lo perderemos de vista.
Pronto estuvieron pisándole los talones a la entidad, apenas sobre las copas de los árboles. El aire calaba en sus rostros y sus cabellos se alborotaban con fuerza dificultando un poco que hablaran entre sí. La entidad corría tan rápido que parecía un borrón más entre todas las copas de los árboles, la esfera había sido cubierta con una tela impidiendo que el brillo revelara su ubicación exacta, no sirvió de mucho, Sakura no despegó sus ojos de él en ningún momento.
Se preparó una vez que vio la oportunidad acercándose, si sus conjeturas son ciertas y se dirige a la aldea, se desviará en el siguiente camino. Por lo cual disminuirá un poco la velocidad. Rebuscó en el interior de sus mangas de su kimono unos talismanes de viento. Estos requerían de la más mínima energía espiritual para desplegar ráfagas, a menos que quisiera utilizarlo para intensiones asesinas, por ahora cumpliría su función principal. Después estiró un brazo permitiendo que su aguja se extendiera, con la otra mano se sujetó firmemente del hombro de Cazador.
—¿Qué vas a hacer? —preguntó Konohamaru escéptico al sentirla moverse a sus espaldas.
—A mi señal, usarás toda tu concentración para no caerte.
—¿¡Ah!?
—Uno, dos...
—¡Espera no estoy listo-AAAAAAH!
—¡Ahora! —gritó ella al mismo tiempo.
¡Ciertamente fue improvisada y desenfrenada! Impulsándose de la espada para tomar ventaja, se precipitó cuesta abajo como un proyectil yendo directamente a la entidad que redujo por una milésima de segundo su velocidad para reincorporarse a la aldea. Esa abertura resultó una ventaja para ella.
Su enemigo estuvo atento a los dos sobre los cielos, así que al verla aproximarse no dudó en manifestar sus espadas escondidas en oscuridad y mandarlas directamente a ella.
—¡Señorita Sakura! —exclamó Konohamaru alarmado apenas estabilizándose sobre su espada, ¡aquel impulso lo mandó a dar vueltas como un carruaje sin una rueda!
Sakura no se alteró en absoluto por la secuencia de acciones. Con un talismán en cada mano activó primero el de la derecha ¿el resultado?: una ráfaga de aire la impulso alejándola de la primera espada que venía a ella, segundos después activó el talismán izquierdo esquivando la segunda hoja al mismo tiempo que lanzaba una de sus agujas que se expandía a espada a dirección de su enemigo. Este tuvo que esquivarlo y retroceder al borde de la ladera.
Y, por último, habiéndose acercado lo bastante un tronco cualquiera, Sakura aprovechó en impulsarse con sus pies y precipitarse a su enemigo. Al no tener sus armas cercas y regresando de su vuelta, la entidad apenas tuvo tiempo de cruzar los brazos y ser víctima del golpe brutal que recibió de la joven pelirrosa.
Al estar al borde de la ladera cayeron cuesta abajo y justo dónde terminaba la inclinación había una de los tantos restaurantes. Su abrupta entrada por la ventana de madera, destruyéndola, causó conmoción y revuelto en el interior.
—¿Quién demonios son ustedes?
—¡Bastardo, tiraste mi cena! ¡Espero que te hagas responsable de esto!
Los gritos sorprendidos combinados de ira se alzaron entre los comensales de media noche.
El sujeto de la máscara cayó sobre una mesa partiéndola a la mitad al instante, salpicando la comida y las bebidas por los aires, manchando a los comensales a su alrededor que seguían blasfemando. Por otro lado, Sakura rodó al costado y terminó unos metros lejos de él con un par de astillas incrustadas en sus brazos, nada que pudiera manejar después.
Al instante Sakura se incorporó limpiándose los brazos con un gesto que, a vista de todos, refleja la viva imagen de la indiferencia. A contrario de la entidad que al levantarse de un saltó de la mesa intentó atacar a las personas a su alrededor con filosas y negras garras.
Afortunadamente no hubo ningún asesinato y nadie vómito de regreso su cena, Sakura anticipó una reacción violenta de la entidad y al ver el indicio de sus acciones, lanzó su aguja justo en el blanco: la mano repleta de garras. Esta quedó clavada en la orilla de la silla detrás reteniéndolo a tiempo de cualquier acción grutesca.
—Salgan de aquí si no quieren morir —ordenó Sakura a todos en general.
No bien escucharon su advertencia, la posada comenzó a desalojarse entre empujones y chillidos apresurados. Sólo ahí se percató de que la entidad había soltado el Orbe del Sol durante la caída y esta oscilaba entre los pasos de las personas. Cuando estuvieron únicamente ellos dos en el interior del restaurante, cada uno le dirigió una mirada indescifrable a la esfera conscientes de que el contrario podría lanzarse primero a recuperar el Orbe.
—Para ser una mujer tienes tácticas... interesantes —habló de pronto el enemigo desde su posición, detrás de esa máscara la voz galante de un hombre se abrió paso. Se quitó la aguja y la sostuvo entre sus dedos, oscilando en clara curiosidad.
Sakura enarcó una ceja apoyando su mano libre en la cintura.
—Subestimas demasiado la inteligencia femenina. Te aseguro que hay más de dónde vino toda esa acrobacia —atribuyó caminando a la derecha, sólo para que el hombre caminara a su propia derecha, en círculos pareciendo el juego del gato que persigue su propia cola.
Los pasos de Sakura eran ligeros mientras que los contrarios rebatían y anuncian su presencia.
—No lo dudo.
Finalmente se detuvieron al mismo tiempo, viéndose fijamente. Aunque en el caso de Sakura no sabía si debajo de la máscara los ojos la veían a ella o a sus alrededores, específicamente en los pocos civiles que quedaron agazapados en la puerta dudando si llamar a alguien más. Comenzaron a mascullar entre ellos, reconociéndola por algunos ante el altercado de horas atrás con Shino "¡Es la semidemonio que armó un revuelto!".
Los chismes apenas provocaron reacción en la aludida, se limitó a entornar los ojos ¿acaso los humano no tenían sentido de supervivencia? Una vez que se desatara la pelea sus límites eran claros. El enmascarado soltó una risa tan cerca del asombro y diversión distrayéndola de sus maldiciones a con los ingenuos que son los civiles.
—¿Eres una semidemonio? ¡Siendo así no deberíamos luchar entre nosotros!
Los labios de Sakura se curvaron en una sonrisa fría e hilarante.
Por otro lado, Konohamaru apareció justo en la puerta empujando a los civiles, respirando agitadamente y alternando miradas entre ambos que se dedicaban a caminar mirándose entre sí sin atacar, pero el aire era pesado y peligroso que cortaría una hoja sin dudar. Se giró a los civiles y los ahuyentó como pudo.
—¡Váyanse de aquí, lo más lejos posible! —precipitó interponiéndose entre el umbral y las personas que iban retrocediendo al caer en cuenta de la situación—. ¡Si se quedan saldrán heridos!
—Un Cazador Uchiha...
—¡Diablos, es serio el asunto!
Dentro de la posada, Sakura no dudó en contrarrestar las palabras del enmascarado.
—No lamento expresar mi desacuerdo contigo ¿insinúas que debo estar de tu parte?
La cabeza contraria asintió, sus gestos hablaron como si estuviera en total consonancia con sus palabras llenando la incredulidad de la pelirrosa que en ningún momento esperó esta conversación, en absoluto. Sería más viable atacarlo ahora, pero la información que soltaba este hombre entre líneas era importante. Ya descubrió que bien podría tratarse de una criatura demoníaca. Ahora necesita saber qué era específicamente.
—¿Y por qué no? Ambos somos parecidos, no pertenecemos al mundo de los vivos ¿eso no nos hace iguales?
La curva de los labios femeninos desapareció y una mirada helada se deslizó en sus ojos, como el crudo invierno y su expresión también cambio. Al aire alrededor pareció helarse ¿o fue la imaginación de Konohamaru? Se llevó las manos a sus brazos, frotándolos ligeramente debido a los escalofríos.
El hombre se había quedado quieto, bajo esa máscara no se podía adivina su expresión, pero Konohamaru estaba seguro de que definitivamente estaba sonriendo.
—Te equivocas, no somos parecidos —advirtió la pelirrosa y su voz salió fría a medida que daba unos pasos al frente y su enemigo se preparaba para recibirla—. La diferencia entre nosotros radica en que yo no asesinaría a un pueblo entero repleta de personas inocentes para obtener poder. Tú sí.
A continuación, el choque de armas sacudió las paredes del restaurante, al aire abrió las ventanas restantes y los civiles a los alrededores se alejaron despavoridos. Las luces del interior se apagaron dejando a oscuras el interior, lo único que se veía desde afuera era la chispa producida por el choque entre armas cuando se encontraban; la divertida del enmascarado reuena en el ambiente junto al estruendo de sillas y mesas rompiéndose.
Konohamaru salió del umbral entre trompicones sosteniendo posesivamente el Orbe del Sol contra su pecho. Lo recogió cuando Sakura literalmente le dio una patada a la esfera a su dirección en medio de su frenesí. Si le resultó tan surrealista que alguien pateara sin más un objeto legendario que encerraba un poder inimaginable, bueno, no tenía por qué dar estos detalles en su informe.
Se alejó corriendo hacia el bosque en busca de no perjudicar a los civiles, pero el enmascaro apareció repentinamente frente a él dándole un gran susto. No dudó en desenvainar su espada y darle batalla pase al miedo que inundaba sus huesos, pero no fue necesario hacerse el valiente. Sakura no tardó en aparecer retomando su pelea. Una distracción perfecta que Konohamaru aprovechó, vio la oportunidad y se abalanzó al enmascarado enterrando el espada justo en el estómago.
Ambos retrocedieron. Desde la distancia Konohamaru llamó de regreso a su espada esperando ver una ventaja, pero no sucedió así. El enmascarado simplemente miró su herida que apenas sangraba a pesar de lo profunda que fue la herdida y la sujetó desinteresadamente, palpándola como si no le doliese en absoluto. Pocos segundos después, al retirar su mano, la herida se cerraba lentamente.
Sakura masculló a su lado.
—No es una persona viva.
—¿Qué? —espetó Konohamaru de pronto. Giró a ella brevemente sin despegar su vista del enmascarado—. Era de esperarse, el talismán para percibir la energía demoníaca se incendió cuando lo activé.
Sakura observó que el enmascarado parecía oscilar, quedándose quieto. Si bien la herida no dio indicios de que le afectara, quizás fue otro factor el que provocó su extraña ausencia de comportamiento. Además, a la poca luz que brindaba su entorno, notó que las heridas que ella le infligió habían cerrado por completo a una velocidad impresionante, pero la del estómago no se curó con la misma velocidad. Hmn...
Aprovechó el breve lapso y sacó de su manga una piedra de color marrón cual entregó sin vacilación a Konohamaru. Este apenas le dio un vistazo y casi se ahogó con su saliva ¡Era una piedra Elemental de Tierra! Sus ojos se fueron en orbitas porque, además, Sakura tenía otro Elemental en la mano.
—Lanza el Elemental sobre él utilizando tu energía espiritual, ¡ahora!
Un poco aturdido por la rápida secuencia, Konohamaru se mordió a tientas el pulgar y trazó la piedra, vertió energía espiritual esperando hacerlo correctamente y después la lanzó sobre el enmascarado al mismo tiempo que Sakura lanzaba el suyo.
¡De inmediato las piedras brillaron intensamente invocando una matriz! Desde los trazos manifestados emergieron enormes rocas que se precipitaron sobre su enemigo sin tregua alguna. El impacto provocó sacudidas en la zona y el enmascarado se aturdió al intentar esquivar los proyectiles pesados que caían del cielo con el único objetivo de aplastarlo.
Siendo la primera vez que Konohamaru veía en acción un Elemental (la falsificaación en definitiva no cuenta) y se hallaba boquiabierto. Se sacudió de su impresión al girar a Sakura quién veía el espectáculo con ojos calculadores a la entidad que no parecía orientado entre todas las enormes rocas.
—¿¡Cómo es que tienes dos Elementales!? —exclamó impresionado Konohamaru estabilizándose por los estruendos.
Sakura le dirigió una breve sonrisa egocéntrica.
—Tengo mis métodos —respondió con aires de suficiencia, luego su semblante se transformó a uno serio—. Aprovechemos la distracción para ganar tiempo.
Así ambos corrieron en sentido contrario adentrándose a la aldea, debían alejarse ya que serían perseguidos con el fin de arrebatarles el Orbe del Sol. No pasó demasiado antes de que el enmascarado se librara de las enormes rocas y saliera disparados tras ellos.
Entre las calles casi desérticas de la aldea saltaron, esquivaron y rodaron entre los puestos colocados que eran resguardados. Con Sakura jalando de los pliegues de la ropa de Konohamaru cuando una espada parecía cerca de decapitarlo; o el mismo Cazador lanzando costosas vasijas a las espadas como distracción. De todas formas no se sintió tan culpable de romper la mayoría de las baratijas ya que las espadas del enmascarado destruían todo a su paso las lanzara o no.
Llegó incluso a la gravedad de lastimar a un par de desafortunados civiles que iba de paso, afortunadamente para ellos Sakura se interpuso a tiempo entre el ataque y los apartó con cierta brusquedad del camino.
Debido a la amenaza de que los civiles podrían salir lastimados, Sakura y Konohamaru saltaron a los tejados, si bien perdían el factor de distracción se compensaría a evitar dañar a los civiles que todavía seguían corriendo en las calles. Por más que Sakura lanzara sus agujas o Konohamaru asentara a cuestas un golpe en el enemigo este parecía no tener mucha reacción.
—Antes dijiste que era una persona muerta ¿Sabes qué tipo de criatura es? —preguntó Konohamaru sin perder el ritmo al correr, jadeando débilmente.
Sakura lo miró de soslayo saltando entre los techos, el aire revoloteó los dos mechones de cabello y su capa, sus aretes brillaron momentáneamente ante la luz lunar y deslumbró un poco a Konohamaru, vagamente pensó que combinaban con sus ojos.
—En el restaurante me englobó con él en la categoría de no pertenecer al mundo de los vivos. Soy una semidemonio, pero definitivamente estoy vivaa. Entonces ¿a qué mundo se refería él? Dudo mucho pertenecer a los Cielos, así que esto deja el Reino de los muertos, así que claramente es una criatura muerta. Apostaría mi bollo favorito a que es un fantasma.
La explicación desmembrada de Sakura aturdió por completo a Konohamaru que parecía alucinado por lo rápido que trabajaba su mente y su conclusión lo dijo con tanta seguridad, pero no evitó dudar respecto a ello.
—¿Un fantasma...? ¡Eso es, por no decir, descabellado, si no casi imposible!
Luego cerró la boca, pensativo. Tampoco es que haya tenido un encuentro con un fantasma tangible, solamente las almas de los muertos que permanecen en la deriva cuando su cuerpo muere y él tiene que guiarlos para conseguirles paz y descanso. Así que no puede afirmar completamente una negativa absoluta, ha aprendido de sus recientes experiencias que los textos y libros decían lo teórico, no lo práctico.
Pero que un fantasma se materialice al grado de tener un cuerpo físico no es común, más bien, es anormal. Y si resulta ser cierto explicaría la gran fuerza que tiene. Los fantasmas comunes no eran más que una masa de energía espiritual cuya conciencia se aferraba al mundo en arrepentimientos o deudas pendientes.
—¿Cómo es posible? —murmuró el chico absorto.
Sakura lo jaló hacia las calles cuando no hubo más casas cercanas, el Orbe del Sol sujeto fuertemente por Konohamaru, a pesar de ello, su mente no dejaba ir las posibilidades.
—Antes que nada, ¿sabes cuál es la diferencia entre espíritus, demonios, fantasmas y monstruos?
Konohamaru le lanzó una mirada ofensiva.
—¿Estás bromeando? Cualquier Cazador debe saberlo ¡Es lo básico! —reprendió, pero recordó que la persona a su lado no era una Cazadora de demonios, sino una semidemonio como tal, pero a pesar de esto debía subestimar su inteligencia, ha visto lo que puede hacer así que contestó: — Los espíritus provienen de plantas y animales vivos. Los demonios provienen de los humanos. Los fantasmas provienen de los muertos. Los monstruos provienen de plantas y animales muertos.
—Correcto. Ahora ¿sabes cómo identificar a cada uno?
—Su aspecto, rasgos distintivos o por su energía ya sea espiritual, demoniaca o resentida... aunque estos último podrían ser prácticamente lo mismo. —Osciló en sus palabras, un poco incrédulo por la situación y casi gritando de la tensión del aire. Venía detrás un (posible) fantasma persiguiéndolos para rebanarles la cabeza ¿y Sakura pretendía darle una lección teórica en medio del peligro?
Definitivamente la señorita Sakura está loca.
Esa misma mujer torció el gesto.
—Uh, mitad correcto, mitad incorrecto.
El joven parpadeó totalmente confundido.
—¿A qué te refieres?
—La energía demoníaca es utilizada por demonios... o semidemonios, en el caso extraño y retorico porque estos malditos grilletes que restringen la energía —dio apenas unos golpecitos en su garganta y tan rápido como llegó su ademán, lo despidió con otro gesto retomando su explicación—. En cambio, la energía resentida proviene de los muertos, fantasmas, monstruos, etc. Incluso de los humanos que tienen muchos sentimientos negativos, pero la energía resentida en estos últimos es apenas menor como para considerarse un peligro. Es feroz cuando emerge de algo muerto.
A cada palabra que salía de los labios de Sakura eran una verdadera mina de oro para Konohamaru, rayos, se atreve a admitir que está aprendiendo más en esta charla que cualquiera de sus clases teóricas.
Pronto dos espadas se precipitaron hacia ellos con brutalidad y Sakura las contrarrestó con su par de agujas, la fuera hizo que sus pies derraparan entre los tejados, pero no desistió, con las misma las expulsó de regresó y se giró a Konohamaru quién se había adelantado hasta la orilla de la casa.
—No podemos seguir huyendo, haz una matriz de succión espiritual —le ordenó en voz moderada sólo para que Konohamaru escuchara.
El Cazador casi se va de espaldas ante su petición.
—¡Pero no soy bueno en esto!
Sakura lo miró con ojos casi enloquecidos.
—¿No se supone que eres un Cazador? ¡Deberías saber cómo mínimo levantar una matriz!
No era que Konohamaru no pudiera levantar una, ¡claro que puede, su examen principal para ser un Cazador consistía en matrices! Pero el que pudiera hacerlo no quería decir que fuera tan poderoso, cabe destacar. No por nada era el sexto en la clase de veinte. Si bien no era un número malo, la única razón de su posición era por su manejo de espada y su adquirida habilidad para moldear su energía espiritual en el guqin, no por sus conjuros.
—¡Sé hacerlo, pero yo...! ¡No soy tan fuerte para extraer el poder de un fantasma que se materializa!
—¿¡Y quién lo decidió así!?
—¡Soy el sexto de la clase!
Sakura continúa contrarrestando a los golpes de las armas, con el pasar de los movimientos comenzó a fatigarse. Si su enemigo era un fantasma como sospechaba, la fuerza física no serviría demasiado para suprimirlo, ¡necesitaba energía espiritual para succionar la suya! Aquel enemigo podría regenerarse y no perecería con estos ataques físicos y lamentablemente ella era restringida por los grilletes malditos que suprimían su energía.
Así que, enojada, apretó los dientes y después de una patada particularmente fuerte hacia su enemigo lanzándolo hasta un puesto de baratijas cercano, se dirigió a Konohamaru a grandes zancadas.
—¿Y qué si eres el sexto o el último de la clase? ¿Te quedará atascado por lo que digan los demás, conformándote sin más? ¡Un número no define tus limites, sólo tú lo haces y claramente puedes levantar una maldita matriz y encerrar a ese fantasma e impedir que nos mate!
Las palabras provocaron en Konohamaru un embrutecimiento fluido en su interior, su pecho se expandió y sus ojos se ensancharon de par en par, vibrantes y boquiabierto mirando fijamente al par de ojos verdes que brillaban confiando en sus habilidades para lo descrito. Asombrado, sintiendo como la adrenalina recorría su cuerpo mientras la comprensión alentaba su mente, su respiración se cortó.
Sakura tenía razón, ¿dejará que un estúpido número defina su fuerza?
Él es el sexto de la clase.
Seis es mejor que el siete.
Y definitivamente es mejor que un estúpido número, ¡esto no define su capacidad ni fuerza! Él definitivamente levantará esa matriz y sostenedrá el tiempo necesario.
Con su fuerza de voluntad vibrando, deslizó el Orbe del Sol por su manga dimensional y se adelantó unos pasos; Sakura había apartado la vista colocándose frente a él cuadrando los hombros y expectante debido a que el enmascarado se libró de las telas que cayeron sobre él, y se acercaba rápidamente. Sakura sacó otra piedra Elemental que brillaba a rojo vivo y la lanzó directamente al frente, estrelló justo a los pies del enmascarado invocando una llamarada de fuego ardiente lo suficiente intensa para detenerlo.
Así, en cuestión de segundos, Konohamaru clavó su espada, Ikigai, e invocó la matriz, la luz brilló intensamente debajo de los pasos veloces reteniéndolo abruptamente. Haciendo un par de sellos de mano y frente a su espada, apretó los dientes dando un grito de guerra.
La matriz circular dio un giro y se alzó otra capa encima del enmascarado que miró frenéticamente a su alrededor cuando la matriz sobre él brilló más, entonces al aire revoloteó en una intensa ventisca y lo inmovilizó, succionando sin piedad el poder materializado en humo negro, se enroscaba alrededor del enmascarado como si se negara a irse.
Los alaridos del enmascarado resonaron en toda la aldea, era seguro que más de los niños tendría pesadillas con los gritos desgarradores y nada naturales que emitía mientras se agarraba fuertemente de los costados de su cabeza, negando mientras poco lograba moverse. Como un animal acorralado sufriendo el peor de los castigos.
Las manos de Konohamaru temblaron ante su propia energía. Si bien la matriz consistía en absorber la energía espiritual de quién estaba encerrado en la matriz y redirigirla a su espada, la capacidad de esta definía cuan efectiva resultaba ser el arma. Sus brazos temblaron y su espada se sacudió en el suelo emitiendo rechinidos a punto de llegar a su límite, ¡esta criatura tenía tanto poder maligno acumulado y corría el riesgo de que su espada se partiera en dos!
Como lo supuso, no soportaría mucho.
Contra todo pronóstico, una espada de mango rojo bastante familiar se incrustó junto a la suya. Ensanchó los ojos al percatarse que pertenecía a Sakura. Giró el rostro para verla a su lado, con una expresión seria y llena de concentración al frente, los gritos estruendosos calaban más en sus oídos al punto de ser chillante e hilarante.
—¡Utiliza mi espada para extraer toda su energía!
La comprensión brilló en los ojos cafés al entender qué busca la pelirrosa. ¡Extraer por completo la energía del enmascarado hasta dispersarlo! Ella conocía el riesgo al que sometía su arma en romperse debido a la intensidad de la energía, y lo correría con tal de tomar una ventaja.
No sólo Konohamaru comprendió sus acciones, si no que el mismo enmascarado llegó a la misma conclusión. Sintiendo como si energía era succionada por la segunda espada que se asentó en el suelo y casi tembló al sentir el vació inmenso del arma esperando ser llenado por su energía resentida. Llevó una de sus manos con esfuerzo a su bolsillo trasero. Entonces abandonó su misión y pegó un talismán de teletransportación en su pecho con la poca energía que le quedaba.
Y así, Sakura y Konohamaru fueron testigos de cómo su enemigo desaparecía repentinamente envuelto en una intensa luz obligandolos a cubrirse los ojos con el dorso de sus manos, justo cuando la luz desapareció también lo hizo consigo su enemigo sin dejar rastro alguno. La matriz se desestabilizó al no tener a quién succionar energía, así que el Cazador la deshizo sin más y alejó sus manos, respirando agitadamente por el esfuerzo, gastó demasiada energía en la matriz.
—¿A... A dónde se habrá marchado? —preguntó con voz estrangulada por la falta de aire.
La pelirrosa frunció el ceño y dio un suspiro frustrado acercándose a la formación de matriz para averiguar alguna pista, además de las marcas de kanjis y caracteres, no encontró absolutamente nada.
—Es incierto.
Konohamaru dio un suspiro lastimero, apoyando las manos en sus rodillas y cerrando los ojos recuperando sus fuerzas. Una lucha como esta trajo consigo una enorme fatiga mental, le tiembla el cuerpo y su respiración entrecortada apenas se reguló. De pronto, sintió unas palmaditas en su cabeza a forma de consolación, la repentina acción procovó que levantara la cabeza de encontrándose con la sonrisa de lado de la pelirrosa y hasta cierto toque de orgullo en su mirada.
—Excelente trabajo, Konohamaru.
En esta ocasión, avergonzado y sonrojado, Konohamaru no se molestó en alejar sus manos. Se sintió reconfortante ser felicitado por un logro más, extrañamente de una mujer que conocía desde hace poco pero que, sin saberlo, le ha tomado aprecio. Recuerda todos aquellos saludos que Sakura envíaba en sus cartas con Sasuke y en una ocasión incluso llegó una carta con líneas breves para él (si se alegró de ternerla en manos y estuvo feliz por ello, no lo mencionó a nadie).
A pesar de esto, el joven no pudo evitar cierta decepción al ver las marcas de la matriz y la calle desértica, siendo poco a poco habitada por los civiles que ya no veían peligro alguno y se acercaron vacilantes hablando entre ellos sobre las consecuencias de la pelea. Hizo una mueca, lamtentablemente el clan tendría que pagar los gastos a terceros, en su defensa, pelearon con un fantasama.
—... Pero se escapó, no logré inmovilizarlo.
Sakura enarcó una ceja alejando sus manos.
—No hubiéramos podido matarlo definitivamente. Siendo un fantasma la única forma de vencerlo era disiparlo por completo o destruir sus cenizas. La única opción que teníamos era la primera —dijo dando información que a Konohamaru le sorprendía—. Además, el fin nunca fue atrapar al enemigo, sino recuperar el Orbe del Sol.
Nuevamente los ojos de Konohamaru brillaron y rápidamente sacó el objeto legendario desde el interior de su manga, envuelta en una tela oscura mostrándosela como un trofeo reluciente. Sakura asintió y tocó la esfera con ojos entrecerrados sintiendo la energía espiritual rebosar.
—Regresemos con los demás, ha pasado un tiempo desde que lanzaron las bengalas.
Konohamaru: *escuchando la explicación de Sakura y pensando internamente* Oh, ¡es inteligente! Ahora entiendo porque siempre está con el joven maestro.
Also Konohamaru: ¡La llevaré a casa con mamá!
Konohamaru y su eterna sorpresa por las habilidades de Sakura, ¡cree que puede ser tan genial como Sasuke!
La autora quiere decir:
Si si, por ahora no es que tenga una interaccion personal entre Sakura y Sasuke, pero me encanta meter guiños sutiles a su creciente confianza, tortolitos que se agarran de la cintura y los brazos del otro fingiendo que ninguno se aprovecha de la situación ¡Ja!
¿Sospechan la identidad de los dos enmascarados? Próximamente lo sabrán, en el siguiente capítulo pero me gustaría leer sus conjeturas al respecto *giño*
Conforme a la explicación de las energía y la clasificación de las criaturas es basado de la información de dichas novelas mencionadas con anterioridad, espero se haya explicado bien dentro del capítulo. Conforme a la materialización de un fantasma, se explicará más adelante. Pero hablando de "disiparlo" es romper su cuerpo físico hasta dejarlo como un espectro, el destruir sus cenizas es literalmente esto, las cenizas de su cuerpo físico cuando estuvo vivo es la débilidad más grande. Esparcirlas es "matar" su alma.
Espero que haya quedado claro esta parte.
¡Nos leemos pronto!
Alela-chan fuera.
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