↞1

No podría decir que después de todo lo vivido pudiera volver a sonreír pues no todo es como en principio fue contado, todo, absolutamente todo había sido una mentira cruel que con el tiempo creció cada vez más dejándome completamente demente ya que un sigiloso silencio interrumpió lo que parecía ser la realidad para mi.

De pronto desperté empapada en mis propias lagrimas, con el rimel corrido por completo atada a una cama de tubos blancos oxidados la cual parecía ser para personas dementes asustándome tanto que en lo primero que pensé fue en el Señor Ramsey el cual imaginé que quizá no había sido realmente derrotado y estaba detrás de lo que estaba pasándome.

Sin embargo mis sospechas fueron falsas pues segundos después de despertar como cinco enfermeras vestidas de blanco con agujas largas y sedantes color azufre de acercaron a mi como si yo misma fuera una enferma mental alterandome por completo.

—¿Qué?, ¿Dónde estoy?, ¿Qué sucede aquí?, ¿Quiénes son ustedes? —preguntaba desesperada mirando a mi alrededor muy preocupada.

—¡No permitan que se haga daño de nuevo!, ¡Atención, la paciente numero cuarenta y ocho, UMAY EYLEM ADAMS ha despertado, repito, Umay Eylem Adams esta consciente traigan las inyecciones extra ahora mismo. —decía una enfermera sosteniendo una aguja larga acercándose a mi de prisa.

—¿Qué cosa dice señora?, mi nombre NO es Umay, yo me llamo Christina Jolie Russel Jonhsson, ¿Donde están mis padres ehh?, son los señores Lidia Jonhson y Roberth Russel, por favor, llámelos ahora, quiero verlos. —decía desesperada muy alterada llorando un poco.

—No niña, tú estas demente como los otros pacientes, este no es un hotel cinco estrellas o un orfanato, es un psiquiátrico para gente como tú, y no tienes familia, eres huérfana, naciste aquí pero tu madre falleció cuando naciste en el parto, tu padre se suicidó y pues tú demostraste estar loca desde que naciste, como tu pobre madre quien NO lo estaba pero al cuidar a tu padre y a otros enfermos se volvió como ellos teniendo que alejarse de su familia, amigos y hasta de su propia esencia. —afirmó una de las enfermeras cruelmente.

—¿Cómo dice?, eso es una mentira, le digo que me llamo Christina y mi madre Lidia, ella es policía en una estación aquí en Houston y mi padre es detective, de los mejores, lo juro. —decía desesperada sudando fría temblando de pies a cabeza.

—¿Houston?, mira niña, estamos en ANKARA, Turquía, somos una comunidad hispana, ahh pero claro, debió de ser ese golpe que te dejó en coma hace tantos años, mira, te caíste rodando por las escaleras al tener seis años de edad y desde ahí no habías despertado, es un verdadero milagro pero estás loca y deberás ser vigilada las veinticuatro horas del día. —dijo nuevamente la enfermera que sutilmente me inyectó una sustancia calmante.

—¿Turquía dice?, ¿Y Tobías, Andrea, Rachel, la Señora Huppert, el Señor Ramsey, y el Señor Alberth donde están todos ellos?, ¿También son falsos? —pregunté desesperada tratando de soltarme de la dura cama color blanco.

—Compañera, la paciente necesita de una triple dosis, está más loca de lo que creíamos, mira que creer que se llamaba "Christina" y tenía a sus padres vivos y cuerdos, son solo patrañas, la pobrecilla está demente de verdad. —dijo una de las tantas enfermeras a mi lado.

—¡No, no me atarán!, si algo aprendí de mi madre Lidia fue a escapar de las situaciones riesgosas, así que adiós, yo me llamo Christina Jolie y este no es mi hogar en lo absoluto, lo niego. —dije corriendo rápidamente de ahí completamente desesperada huyendo de aquellas mujeres.

Desde luego no podía aceptar que había vivido una mentira todo este tiempo así que sin pensarlo dos veces corrí desesperada a través de los pasillos ocultándome en un cuarto oscuro lleno de cajas pesadas y bastante polvorientas encontrándome un poco de ropa vieja y desgastada la cual usé y me cambié quitándome así la asquerosa bata blanca que me habían colocado aquellas enfermeras locas las cuales me buscaban desesperadas por todo el manicomio pues me había ocultado bien llorando sola en la oscuridad completamente asustada y segura que si no salia pronto de ahí en verdad me volvería loca de dolor y absoluto miedo pues aún recordaba que mi nombre era Christina Jolie Russel Jonhsson, hija de Lidia y Roberth.

...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top