CAPÍTULO 3: LA SONRISA ES LA CURVA QUE LO ENDEREZA TODO.
Nos adentramos en el centro de la ciudad en donde nos detuvimos en un pequeño aparcadero situado al lado de un parque por el que discurría un pequeño río. Entramos en este, y nos pusimos a pasear al lado del río al mismo tiempo que empezamos a entablar una conversación.
-Sé que no es de mi incumbencia Jake ¿Pero estás durmiendo bien?-Le pregunté señalándole a las ojeras.- De bigfoot has pasado a ser mapache.
-Para serte sincero le he dado vueltas a lo de la beca del curso de la Universidad. Sé que es una gran oportunidad, pero aceptarla implicaría irme durante dos meses.
-Debes aceptarla. Es una gran oportunidad que no se le presenta a todo el mundo. Seguro que te has esforzado mucho para conseguirla. No la rechaces y ten en cuenta que dos meses pasan más rápido de lo que parece.
-Tienes razón. Lo aceptaré.
Seguimos recorriendo el parque hasta finalizar de verlo intercambiando palabras. Al salir de este nos dirigimos de nuevo a la moto con el objetivo de encontrar un lugar en donde comer. Me encantaba ir en la moto y sentir la brisa sobre mi cara. Nos detuvimos en un restaurante familiar de nombre "Juventud eterna". Se trataba de un restaurante agradable y con música ambiente armonizado por el sonido de un piano situado justo en un pequeño palco a la vista de todas las mesas. Nos sentamos en una mesa para dos, situada justo al lado de las ventanas que ofrecían una vista de la ciudad y a lo lejos una noria.
-¿Aquello es una noria?
-Si es la gran noria de la ciudad. Está situada sobre el río de esta. Podemos ir antes de irnos, pero antes te tengo reservada otra pequeña sorpresa.
-Eres una gran caja de sorpresas Jake.
-Eso intento.-Llegó una camarera a atendernos que al ver a Jake no pudo evitar emocionarse.
-No me lo puedo creer ¿Eres tú de verdad Jake?-Le dijo abrazándolo.
-Buenos días Marie, me alegra volver a verte.-Marie era una mujer de tez bronceada, ojos grandes castaños y pelo negro lacio que caía en forma de cascada sobre su espalda.
-Dios no sabes cómo te hemos echado de menos todos. ¿Por qué no has venido más a menudo?-Le pregunta al tiempo que le pega en el brazo de broma.
-Lo lamento no he tenido la oportunidad.
-Está bien te perdono por haber sido un cliente habitual. Cuándo le cuente Jaime que has venido se va a volver loco. Bueno dejemos de hablar y vayamos a lo importante ¿Quién es la joven que te acompaña?
-Ella es mi amiga Aria.-Veo como se me acerca a darme dos besos y se me presenta como Marie.
-Es un placer conocerte Aria. Se ve que eres una gran chica.
-Gracias, para mí también es un placer conocerte.
-¿Bueno que vais a comer?
-¿Qué nos recomiendas?-Le pregunto.
-Os recomiendo de primer plato la sopa de verduras, de segundo pollo a la portuguesa con patatas fritas o ensalada y de postre la especialidad de la casa la tarta de frutas del bosque.-Todo aquello me parecía apetecible por lo que al final acabamos pidiendo la recomendación.
Durante la espera, se nos acercó Jaime con una gran sonrisa en su rostro, que consiguió sacarle a Jake otra.
-Así que no era una broma, el gran Jake ha venido a vernos. Me alegro verte muchacho. Hay que ver cuánto has crecido en estos dos últimos años-Le comentó palmeándole el hombro.
-Ya ves y sin embargo tú sigues igual.
-Bueno espero que aunque hayas crecido sigas tocando el piano.
-La verdad es que hace tiempo que ya no lo hago-Veo como su rostro cambia rápidamente, a uno más apagado.
-No sabía que tocabas el piano.
-Oh este chico toca como los ángeles el piano. Tiene un don.
-¿Qué es lo que no se te da bien Jake?
-Más cosas de las que crees.
-Como tocar el piano.
-Eso lo hago.
-¿Estás seguro? Si no me lo demuestras no podré afirmarlo.
-Está bien pequeña, siéntate y disfruta-Mi plan había surtido efecto. Veo como Jake se dirige al piano y se sienta en este al tiempo que Jaime se sienta a mi lado. Empieza a sonar la canción de River Flows in you.
-Eres una chica muy lista. Has conseguido que Jake toque, pero lo mejor de todo es que has conseguido que ría de nuevo como no lo hacía desde hace tiempo. Aquel accidente marcó mucho a Jake, y no volvió a ser el mismo.
-¿Te refieres al de su novia?-Pregunté
-Sí, veo que te lo ha contado. Debes de ser especial para él. No se lo ha contado a nadie.
-Debió de ser muy duro perderla.
-Lo fue, ese hecho hizo que madurase de golpe, por lo que me alegro que vuelva a reír de nuevo. Si puedes hacerme un favor te lo agradecería eternamente.
-Claro si está en mis manos lo haré.
-Haz que siga riendo como hoy y cuídamelo. Puede parecer que está bien exteriormente pero sé que en su interior todavía está roto.
-Lo haré. Se lo prometo. Jake se ha convertido en mi mejor amigo y verlo feliz es lo que más deseo. Se lo debo después de todo lo que ha hecho por mí.
-Gracias muchacha, me alegra oír eso.-Jaime se levanta y se aleja al mismo tiempo que Jake empieza a tocar otra canción. Esta vez suena "Kiss the Rain", mi canción de piano favorita. Me dejo sumergir en la suave melodía de forma profunda, cerrando mis ojos, saboreando cada nota y cada acorde. Siento una voz en mi oído que me hace abrir los ojos de nuevo.
-Toca como los ángeles ¿Verdad?-Me pregunta Marie. Asiento a su pregunta.-¿Y tú tienes algún talento oculto?
-Soy bailarina-Admito de forma tímida.
-¿De verdad? Siempre os he admirado en secreto. Lo que hacéis es increíble.
-Gracias-Le respondo al tiempo que oigo a Jake llamarme.
Me dirijo junto a él que me regala una sonrisa.
-Te acabo de demostrar que sé tocar el piano, ahora enséñame tú como bailas.
-¿Es en serio Jake? Me da vergüenza.
-Entonces imagina que sólo estáis tú y la música y déjate llevar. No temas pequeña.-Empiezo a bailar en el mismo momento en que suena Life de Ludovico Einaudi. Me dejo llevar siguiendo el consejo de Jake, y vuelvo a disfrutar del baile de nuevo como no lo hacía desde hacía un mes. Al terminar todos nos aplauden, y Jake y yo nos abrazamos al mismo tiempo que nos reímos. Nos dirigimos a nuestra mesa en donde empezamos a saborear la deliciosa comida. Al terminar nos despedimos de Jaime y de Marie.
-Espero que vuelvas pronto muchacho-Le dice Jaime a Jake-Y tú también muchacha. Ha sido un placer conocerte.
-Me encantará volver.-Le respondo al tiempo que nos alejamos de ellos.
-Próximo destino el parque de atracciones.-Menciona Jake.
Nos volvemos a subir a la moto y ponemos rumbo al parque de atracciones. Una vez en él empezamos a montar en algunas de las atracciones, primero en las de menos adrenalina dejando que la alimentación haga la digestión, dejando para más adelante las de más adrenalina. Después de subir en el tiovivo, entrar en la casa del terror, subir a los autos de choque, decidimos embarcarnos en gran la montaña rusa que se alzaba a 66 m de altura. Nos tocó sentarnos justo delante de todo. Estaba nerviosa pues nunca me había subido a alguna con anterioridad.
-¿Estás preparada?-Me preguntó Jake.
-No- Respondí justo cuando la montaña rusa empezaba a funcionar. Cerré los ojos y sentí la mano de Jake sobre la mía, intentando calmarme.
-Abre los ojos pequeña, no tengas miedo. No voy a permitir que te pase nada malo.-Abro los ojos en el momento justo en que empezamos a realizar la 1º bajada a gran velocidad. Me alegra que Jake me recomendase abrirlos, porque así puedo disfrutar de esta increíble experiencia. Noto como la adrenalina recorre mi cuerpo, haciendo que lance un grito al aire, que Jake imita.
-Quiero volver a subir.-Le digo a Jake nada más bajar de esta.
-Me temo que hoy no va a ser posible, se está haciendo tarde y aún nos queda la noria- Me dice al tiempo que me agarra de la mano y nos dirigimos rumbo a la noria. La noria cuenta con asientos por pareja o para cuatro personas y está descubierta lo que nos permite contemplar el atardecer mejor así como la ciudad. Cuándo nos quedamos parados arriba noto el frío lo que hace que empiece a calentar mis manos con mi vaho. Veo como Jake se quita su bufanda y la coloca encima de nosotros de forma que nos abrigue a los dos.
-Gracias- Le digo mirándolo a los ojos.
-No tienes por qué dármelas pequeña.-Apoyo mi cabeza en su hombro a tiempo que contemplamos el atardecer. Poco después, mientras seguimos arriba de todo cojo mi móvil y clico en la opción de cámara. Decido sacarnos una foto, con la esperanza de guardar este momento para siempre. Al verla, veo como los dos estamos con una gran sonrisa y decido subirla con el #Lasonrisaeslacurvaqueloenderezatodo.
El día ha llegado a su fin y Jake y yo ponemos rumbo a nuestra ciudad, dejando atrás grandes momentos y recuerdos en Ciudad Eternity. Me deja justo enfrente de mí casa.
-¿Puedes quedarte si quieres?
-Ahora es el momento de Lena. Estoy seguro de que tenéis mucho de qué hablar-Me dice.
-Está bien. Nos vemos mañana en clases. Gracias por el día de hoy, jamás lo olvidaré-Le digo dándole un beso en la mejilla. Me adentro en el interior de mi casa cuándo veo la moto de Jake alejarse. Subo a mi habitación y le envio un mensaje a Lena para decirle que ya me encuentro en casa. Mientras la espero entro en la aplicación de Photoofme y la 1º foto que veo es una de Kevin junto a Tina. Ambos se encuentran en la playa abrazados y viéndose a los ojos. Se los ve felices, y a diferencia de lo que pensaba que iba a sentir: dolor, tristeza o rabia, siento paz y alegría al verlos juntos. Los dos forman una gran pareja y se los ve felices y eso es lo que más me debe importar. La siguiente foto es la mía y la de Jake, la observo detenidamente, recordando cada momento del día de hoy y cada gesto dulce de Jake. He sacado tres cosas en claro este domingo:
1. Mi herida está empezando a sanar.
2. Jake es sin duda el mejor amigo que alguien puede desear
3. La sonrisa es la curva que lo endereza todo.
Mientras estoy observando la foto noto como abren la puerta. Me giro y veo a una Lena cargada con chocolate caliente y películas de comedia. La noche de chicas acaba de empezar.
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