CAPÍTULO 13: UN BAILE SOBRE UN LAGO HELADO Y BAJO COPOS DE NIEVES
Capítulo dedicado a MaribelPego. Gracias por leerme y comentar en mis historias😘Psdt:Lo prometido es deuda.
A pesar del cansancio que me embargaba no conseguí conciliar el sueño esa noche. A pesar de que di vueltas y vueltas en la cama, intentando quedarme dormida, mi mente no paraba de pensar en Jake. Las imágenes de nuestros besos venían una y otra vez a mi memoria. Toqué el labio de manera inconsciente, sintiendo todavía sus dulces labios sobre los míos, deseosa de volverlo a ver ya.
La pálida luz que entró por la ventana junto con el despertador del móvil es lo que me despertaron de mi sueño. Eran las 12:00 de la mañana, lo que me permitió darme una ducha rápida para conseguir despejarme de todo antes de bajar. Una vez que estuve completamente arreglada me empecé a sentir nerviosa porque iva a ver a Jake de nuevo después de nuestros besos. Tenía miedo de la reacción de nuestros padres, de que no les agradase la idea; pero sea cual fuese su reacción lo que tenía claro era que no iva a permitir que nada se interpusiese entre yo y Jake. Antes de bajar al recibidor cojí su regalo, el cual consistía en un ajedrez cuyas figuras representaban el mundo de la ley. Elegimos ese regalo entre todos por el hecho de que era su juego de mesa favorito y porque ser abogado era su sueño.
Bajé hacia el recibidor, en donde me senté en uno de los sofás frente a la chimenea que se encontraba encendida con una taza de café en mi mano. El reloj ya marcaba la 13:00 y no había rastro de nadie, por lo que decidí salir afuera a tomar algo el aire, avisando a todos por mensaje. Todo a mí alrededor estaba cubierto de nieve, una nieve que seguía cayendo en perfecta armonía. Como una niña pequeña decidí hacer un muñeco de nieve, como los que hacía con mis padres cuándo todavía me consideraba en edad de hacerlos.
-¿Te ayudamos?-Escuché a mis espaldas. Me giré para encontrarme cara a cara con Jake, que me dedicó una sonrisa.
-Pensé que nunca os levantaríais. Desde luego no se os puede llevar de fiesta.-Respondí lanzándole una bola de nieve que impactó en su hombro.
-Eh eso ha dolido.
-No seas quejica Bigfoot.
-Te vas a enterar. Dafne ayúdame.
Gracias a dios las mujeres tendemos a ayudarnos entre nosotras, por lo que al final la pelea de bolas de nieve que inicié terminó siendo entre yo y Dafne contra Jake.
-Me rindo. Vosotras ganáis-Dijo tirándose sobre la nieve de forma dramática.
-Arriba hermanito, tenemos que terminar el muñeco de nieve de Aria.-Dijo Dafne agarrándole la mano, instándole para que se levantase.
Al final entre los tres terminamos de hacer nuestro muñeco de nieve justo a tiempo de entrar a comer y reunirnos con nuestras familias en el comedor a las 14.00.
-¿Y bien, que tal lo pasasteis anoche en vuestra fiesta?-Preguntó mi padre. ¡Oh dios! Fijo que sabía algo. A mi padre nunca se le escapaba nada.
-Ha estado muy bien-Respondió Jake por mi agarrándome la mano por debajo de la mesa-De hecho al final pudimos ver las auroras boreales. Fue algo increíble, ¿Verdad Aria?
-Si. Son más impresionantes en persona-Respondí llevándome un bocado a la boca.
-Me agrada escuchar eso, que os lo pasasteis bien-Dijo el padre de Jake-Y eso me recuerda que tenemos un regalo para ti hijo por tu decimoctavo cumpleaños-Comentó sacándose un sobre del bolsillo del pantalón que entregó a Jake.
-Es para usarlo hoy. Hay una excursión desde aquí al lago de LightIce y de los Enamorados y hemos pensado que te gustaría ir con Aria y pasar un tiempo a solas alejados de vuestros padres aburridos-Dijo su madre.
-Exacto, eso de los enamorados no solo se aplica a parejitas sino también a amigos-Dijo mi padre, clavándonos la vista fijamente.
-Eso me recuerda que Lemniscata también te tiene un regalo-Comenté tendiéndole la bolsa en el que se guardaba. Lo desempaquetó con sumo cuidado, no queriendo rasgar el papel de seda de colores para dárselo a Dafne quién los coleccionaba.
-¡Vaya! Es increíble. Espero que seas mi contrincante.
-¿De verdad ansías perder? -Si pierdo será con gusto, dado que eso significaría que eres una gran contrincante.
Al terminar de comer, Jake y yo, subimos a nuestras respectivas habitaciones en donde terminamos de arreglarnos para asistir a la excursión que sus padres le habían regalado. Me pregunté en ese momento si sus padres le regalarían eso de saber que habíamos empezado a salir.
Antes de subir al autobús que nos llevaría al lago nos despedimos de nuestras familias que asistirían a los baños termales durante esa tarde. Una vez dentro nos sentamos juntos, y la tensión que teníamos salió sola haciendo que soltásemos una carcajada simultánea, coordinada. Agarró mi mano, en la cual empezó a hacer círculos con su dedo pulgar que enviaron varias corrientes por todo mí ser.
-No sabes lo feliz que soy en este momento de tenerte a mi lado sin nuestros padres delante-Comentó, mirándome a los ojos-Así ya no tengo que fingir lo mucho que me gustas-Me dijo.
-Yo también me alegro. He estado más en tensión durante la cena que en toda la época de exámenes.
-Pues no se notaba nada-Dijo riéndose-Lo ocultabas muy bien.
-¡Oye! No te metas conmigo Bigfoot. Tengo miedo de lo que puedan pensar mis padres después de lo sucedido con Kevin.No quiero que de repente te pierdan el cariño sin ningún motivo.
-Aria, si te sirve de algo no me gusta otra chica. Solo me gustas tú. No te preocupes por tus padres ahora y disfrutemos de nuestra tarde juntos.
-Eso haré-Respondí apoyando mi cabeza en su hombro, al mismo tiempo que depositaba un beso en mi frente.
A las 17:00, después de una hora de camino, el autobús se detuvo frente a la entrada de un bosque de abetos cubiertos por capas y capas de nieve. El conductor nos indicó que para llegar al lago siguiésemos las flechas que se marcaban a lo largo del camino y que a las 20:30 nos recogería. Seguimos las indicaciones, y al término de unos 15 minutos llegamos al lago, en el cual ya había varias personas patinando. Nos dirigimos al puesto de alquiler de patines agarrados de la mano para pedirnos unos. Una vez puestos, nos adentramos al lago en el cual empezamos a patinar uno al lado del otro, bajo la nieve que caía sobre nosotros. Todo era perfecto, mágico, de ensueño; pero todo momento bonito tiene un fin y este vino en forma de una gran aglomeración de personas que empezaron a llenar el lago casi por completo.
-¿Qué te parece si salimos, y vamos a buscar el otro lago? Quizás no haya tanta gente. Aquí temo perderte de vista o que te lleven por delante.
-Me parece perfecto-Respondí.
Salimos del lago con cuidado, esquivando a las personas que senos cruzaban en nuestro camino. Una vez fuera, salimos en busca del Lago de los Enamorados, que terminamos encontrando al cabo de unos 10 minutos dado a la buena señalización. Para nuestra suerte estaba completamente vacío, lo cual nos permitió pasar por fin un tiempo a solas. El lago estaba iluminado por varias bombillas blancas que estaban enredadas entre los abetos, dándole a aquel espacio un toque más romántico.
-Patinas conmigo pequeña-Me preguntó Jake tendiéndome la mano y guiándome hacia el lago.
-Siempre-Respondí, dándole la mía que la tomó con suavidad.
Agarró su móvil y puso algo de música para armonizar el ambiente. Todas fueron canciones lentas, lo que facilitó el hecho de poder patinar abrazados. El cielo se empezó a oscurecer sobre nuestras cabezas, advirtiéndonos de que el tiempo pasaba. A su lado pasaba tan rápido, que deseé que se detuviese el tiempo en ese mismo momento; pero de suceder eso nunca sucedería lo siguiente. Es irónico como en ocasiones deseas que el tiempo se detenga en un momento determinado porque lo consideras perfecto pero luego sucede algo todavía mejor y en ese instante agradeces que no se detuviese. Al terminar la última canción los labios de Jake se juntaron con los míos, cumpliéndose así el deseo que llevaba formándose en mi desde aquella mañana.
-Será mejor que regresemos al otro lago. Así podemos tomar algo caliente antes para entrar en calor, aunque para serte sincero preferiría quedarme aquí contigo.
-Yo también lo preferiría; pero estoy segura de que aún nos quedan más momentos como este-Respondí dándole un pequeño beso en los labios.
Inmortalizamos ese momento en una foto, que se convirtió en nuestra favorita del viaje y en nuestro mayor secreto, al menos en ese momento.
Los dos juntos regresamos al Lago de LightIce, en donde devolvimos los patines y nos tomamos un chocolate para compartir en la cafetería. A las 20:10 nos despedimos del lago deseando volver en un futuro de nuevo, y pusimos rumbo al autobús.
-¿Estás preparada para volver a fingir mi pequeña?
-Si estás a mi lado sí mi Bigfoot-Respondí
-Siempre estaré a tu lado en las buenas y en las malas.
-Lo sé. Siempre me has apoyado y mostrado tu bondad. No entiendo como no fui capaz de darme cuenta antes de que me gustabas.
-Yo tampoco lo entiendo, supongo que nos veíamos más como buenos amigos.
-Puede ser, de todos modos me alegra haber dado este paso contigo.
-A mí también me alegra mi pequeña-Respondió bostezando.
-Puedes descansar un poco si quieres. Apoya tu cabeza en mi hombro. Estos días no has parado, debes estar agotado.
-Ni te lo imaginas; pero no quiero dormirme ahora. Quiero pasar esta hora que nos queda juntos como pareja antes de empezar a actuar ante nuestros padres.
-Bigfoot, nos quedan muchos ratos juntos en el futuro, te lo prometo; pero si sigues así tus ojeras serán permanentes. Intenta dormir este rato.
Justo después de un suspiro noté como su cabeza se apoyó en mi hombro finalmente. Jake al final se adentró al poco tiempo en el mundo de los sueños. Verlo dormir tan tranquilo y con una respiración tan pausada y rítmica hizo que pensase que posiblemente en un futuro no muy lejano yo dejaría de respirar; fuera lo que fuera nunca me rendiría y lucharía por vivir porque deseaba más momentos como aquel. Cuando estábamos por llegar desperté a Jaké con un casto beso en su cabello. Levantó su cabeza lentamente y dirigió su mirada de un azul intenso sobre la mía.
-Te ves hermoso incluso recién despierto-Afirmé posando mi mano en una de sus mejillas, la cual agarró y besó a continuación.
-Eso es porque hacía tiempo que no dormía tan bien como ahora. Creo que es hora de explotar nuestra burbuja de felicidad y fingir ante nuestros padres, pero antes voy a aprovechar para darte el beso de buenas noches-Dicho eso nos besamos de nuevo, teniendo lugar lo que fue el último beso de ese día.
Una vez ya frente a las termas nos bajamos del autobús, y nos dirigimos al interior en donde ya se encontraban nuestros padres en el recibidor esperando nuestra llegada.
-Hermanito-Gritó Dafne abalanzándose sobre Jake que la cogió en brazos-No me dejéis de nuevo sola con los mayores por favor. A la siguiente excursión quiero ir con vosotros.
-Eso es algo que no te puedo prometer Dafne; pero lo que sí puedo seguir haciendo es llevarte al cine, llevarte al parque, a la playa, podemos seguir leyendo juntos.
-Y yo puedo seguir enseñándote a bailar.
-Me habéis convencido, pero si rompéis la promesa les digo a nuestros padres que salís juntos.
-¿Dafne de que hablas?-Preguntamos al mismo tiempo.
-No me mintáis. Soy pequeña, no tonta. Ayer os vi besándoos enfrente de la habitación de Aria. Eso es algo que hacen las parejas.
Por lo visto Dafne nos había visto ayer después de regresar de nuestra fiesta dándonos el beso de buenas noches justo cuándo se había levantado para ir a la habitación de Jake tan pronto escuchó su voz para ir a dormir con el.
-Está bien hermanita, tienes que prometernos que no dirás nada de momento ¿Vale?-Preguntó Jake tendiéndole el dedo meñique que entrelazó con el suyo como símbolo de un pacto.
-A mí me gustáis como pareja. Siempre quise a Aria como tú pareja y no a Mike.
-¿Chicos que tramáis?-Preguntó mi madre.
-Nada-Respondí- Le comentábamos a Dafne la excursión al lago. Estaba abarrotada de gente, lo cual no es de extrañar porque el lugar es encantador y está muy bien preparado y organizado.-Oculté lo del Lago de los Enamorados, dado que eso era algo entre Jake y yo- Patinamos un buen rato y luego nos tomamos un chocolate para entrar en calor.
-¿Lo habéis pasado bien entonces cariño?
-Si gracias por el regalo. Nos ha gustado mucho-Respondió Jake a la pregunta de su madre.
-Nos agrada saberlo. Ahora vayamos a cenar antes de que mis tripas empiezan a sonar-Dijo mi padre.
Todos juntos nos dirigimos al comedor en donde tuvimos nuestra última cena en LightIce. Las vacaciones habían llegado a su fin, dando como resultado a unos días que jamás olvidaría y que recordaría para siempre.
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