Capítulo 3: Intento de alianza

Scaramouche se tuvo que quedar cinco minutos del recreo en la clase de lengua ya que le estaban diciendo cómo podría recuperar el primer trimestre.

Él lo había aprobado en su anterior instituto, con un 5 raspado pero aprobado, pero aún así tenía que recuperarlo, cosa que le jodía.

La profesora le dio una ficha de 30 hojas que tendría que entregar en un mes. Era una señora algo anciana pero delgada. Su cabello era rubio, pero lo que más resaltaba era su mal pintada línea del ojo.

—¿Y si entrego esto, apruebo? —le preguntó Kuni.

—No.

—¿Entonces por qué lo tengo que hacer?

—Para repasar para el examen, si el examen te sale regular y sacas un 4’5, si tienes la ficha muy muy bien, te sube el medio punto que te falta.

—Ah… —le seguía fastidiado pero no tenía nada que añadir.

—Ya te puedes ir.

—Okey, gracias seño —guardó las hojas dentro de su archivador y se dirigió hasta la salida.

Ese recreo buscaría a Kazuha para proponerle vengarse de Tartaglia y Kaeya. Llevaban días sin hablar por lo que no tuvo oportunidad.

Como dice el dicho, mantén a los enemigos cerca, había descubierto cosas de ellos que estaba emocionado por mostrar, y aprovecharía que ese dúo diabólico no estaban cerca, pero nada más salir vio que lo estaban esperando a un lado del pasillo.

Scaramouche trató de hacerse el ciego y caminó por el otro lado, pero no le funcionó.

—¡Ey, Scara, aquí! —detuvo su andar y se giró viendo cómo el dúo se le acercaba.

“Ya que, ya me vieron”

—Te estábamos esperando —habló Tartaglia.

—Oh, hola, no os vi —mintió Scaramouche.

—Pues es difícil no ver a este —se rio Kaeya señalando a Tartaglia.

—Mejor no digo lo que iba a decir —respondió el pelirrojo fingiendo estar ofendido —como sea, íbamos a la cantina, acompáñanos.

—¿Con las colas kilométricas que tiene? Yo paso —pero el pelirrojo lo agarró del brazo arrastrándolo mientras decía;

—Por eso no te preocupes.

[…]

Llegaron a la cantina y entraron, el Raiden observó cómo  el dúo parecía buscar algo con la mirada hasta que sus vistas posaron en Kazuha, así que se acercaron a él saltándose la cola.

—Oh Kazuha, gracias por cuidarme el sitio —y Kaeya descaradamente lo empujó, poniéndose delante suya en la cola. Kaeya y Tartaglia se miraron cómplices con risas maliciosas, fue entonces cuando el pelirrojo se acercó y dijo;

—Oye Kaeya ¿Me dejas?

—Claro —y se puso delante suya en la cola —Oye Scara, te dejo.

Miró un segundo a Kazuha para después mirar a sus “amigos”.

—Paso, yo no quiero nada, está cantina es un robo.

—No te preocupes, Kazuha paga —abrazó al albino por los hombros. Se notaba lo incómodo que estaba.

—Mmm…No, de verdad que no quiero nada —pero haciendo casi omiso a lo que dijo, Tartaglia lo agarró del antebrazo con fuerza arrastrándolo hasta la cola.

—No seas tímido, para eso están los amigos. —lo abrazó por los hombros, el joven Raiden aguantó las ganas de apartarlo de un golpe.

[…]

Al día siguiente El Raiden por fin que se quitó a Kaeya y a Tartaglia de encima. Buscó a Kazuha por todos lados mas no lo entraba, hasta que recordó el lugar secreto que le enseñó una vez.

—Pensaba que éramos amigos… —se hundió en su aura melancólica.

Kuni quedó en blanco —¿A-amigos? —dijo sorprendido —Pero si apenas cruzamos tres palabras —dijo como si fuera una obviedad —pequeño estúpido, confías muy rápido en la gente.

—¿¡Tres palabras!? ¡Estuvimos casi toda la hora hablando!

—¿Cuándo? —Kunikuzushi  percibía su tono de voz rudo, la gente usualmente hablaba así en discusiones. El pelimorado no iba a perder esa discusión, porque él nunca perdía.

—¡Cuando viniste nuevo!

—Corrijo, estuviste toda la hora hablando ¿O me escuchaste a mí sacar tema de conversación?

Kazuha parecía querer debatir eso, pero hizo memoria dándose cuenta de que el chico delante suya tenía razón.

—…Tienes razón…lo siento —desvió la mirada evitando los ojos del enano —¿Entonces por qué me buscaste? ¿No será algunas clase de recado de Kaeya y Tartaglia.

—¿Mmmm? No, nada de eso —negó rápidamente —te busqué por dos razones en cuestión, primero te quería hacer una pregunta. No pareces mala persona ¿Por qué les caes tan mal a Kaeya y avTartaglia?

—¿Para que lo quieres saber? Seguramente te seguirás juntando con ellos aunque sean una mierda de personas, como todos.

—… —se aguantó las ganas de negar aquella acusación, porque si algo había aprendido de sus venganzas justicieras, era que no podía hacer saber de sus intenciones a la ligera, aunque aquello le carcomiera el orgullo.

—Me empezaron a molestar porque decían que era un afeminado, que me sentaba como una chica, que andaba como una chica, que corría como una chica ¿¡Como cojones se supone que corre una chica!? —dijo frustrado —No se como he acabado así —se miró las manos. Al principio eran comentarios que escuchaba de vez en cuando, ni siquiera lees daba importancia, y antes de que se diera cuenta, se convirtió en rumores, y antes de que pudiera hacer algo al respecto, se convirtió en acoso —, y la verdad hay algo que no entiendo, tú si que tienes cara de niña, hasta yo lo veo, pero se pegaron a ti como mugre y no te tratan mal. —no puso ningún filtro en sus palabras.

Kazuha al ver a Kunikuzushi, se imaginó que lo tratarían igual que él por eso trató de ser su amigo, pensó que tenían algo que común, y que tal vez podría ser el primero del que llamaría amigo. Llevaba desde el curso pasado sin hablar con nadie con la intención de formar una amistad, porque siempre acababa igual.

Hablaba con alguien, empezaba una amistad, ese alguien se juntaba con Kaeya y Tartaglia, se acababa la amistad.

Cuando vio como en Educación física esos dos se acercaban a Kunikuzushi, palideció ¡Seguramente le querían hacer daño a su querido amigo! Pero ocurrió al contrario, y no supo que sentir cuando los vió a los tres riendo.

Esto le pasaba por sobre-pensar las cosas sobre una lógica fantasiosa.

Desde luego estaba desesperado.

—¡Oye, respeta! —irrumpió Kunikuzushi —¡Yo no tengo cara de niña! Solo soy bello —puso una expresión de orgullo.

—Elegí mal mis palabras, lo siento —se disculpó.

—La otra cuestión por la que vine aquí es para proponerte una alianza.

—¿… Alianza? ¿Para qué?

—Para vengarte. —sus azules ojos brillaron de la emoción, el albino solo palideció —¿No lo entiendes? Te molestan porque eres su juguetito, lo que les da diversión, ahora poco y nada les importa la gente afeminada, porque con quien se han ensañado es contigo…

—¡Yo no soy ningún juguete! —interrumpió ofendido. Dejó de prestar atención a lo que decía tras la frase “eres su juguetito” —Dios Kunikuzushi ¿¡En qué película vives!? ¿Venganza? ¿¡No viste como medio instituto os lame el culo!? ¡Hasta profesores! El mas perjudicado seré yo… —se lamentó agarrándose la cabeza —dime la verdad ¿De verdad que no te han mandado para gastarme una broma?

—¿Cuántas veces quieres que lo repita? ¡Ya dije que no! —habló molesto —¡Solo confía en mí!

—Ni siquiera somos amigos ¿Por qué confiaría en ti? —habló fríamente

Acto seguido, se fue del lugar, dejando el peli azul solo en la azotea.

Este inhalaba grandes cantidades de aire, tratando de controlar su ira, pero no pudo, así que le propinó una liberadora patada a la puerta metálica de la azotea.

No podía hacerlo solo, y para todos los planes que pasaban por su brillante cabeza, necesitaba al albino.

Fuera como fuera, se acercaría a él.

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Esta vez poquitas palabras, 1242.

Kazuha está dolido porque pensaba que él y Scara eran amigos.

Técnicamente estos capítulos son introductorios pero meh, es muy largo. Por eso Ei aún no toma protagonismo. Mas adelante también se desarrollará el MikoEi. Nunca he escrito nada mujer x mujer XD

Me reflejé un poco en Kazuha. Este curso me tocó en una clase distinta a mis amigas, las cuales iban a la misma clase que todos los que me caen mal (la concentración de mierda en el aula de al lado, que gozo) Entonces mi amiga me dijo que en su clase estaban en paz sin peleas, todo lo contrario a como pensaba que sería, y me sentí mal porque entendí que el problema era yo, y que al yo irme, estaban en paz.

Pero una muy buena amiga de Wattpad me dijo que yo era el juguetito al que les gustaba molestar y que no era mi culpa. Y aunque al principio me lo tomé mal por su elección de palabras, ya con mente fría me di cuenta de que tenía razón.

En parte Scara es la personificación de mi sueño frustrado JAJAJAJA , pero bueno, tuve desarrollo de personaje y estoy en paz conmigo.

Paz interior 🧘 Namaste.

Nos vemos.

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