XIII
Lucemon no creía lo que sus ojos estaban viendo. Aquellos datos debían ser erróneos. Algo debía estar mal, estaba convencido.
Había mandado examinar a la Novena Líder, para comprobar cuál podría ser su potencial oculto. Y lo que había descubierto, lo había dejado en shock. No comprendía por qué los humanos jugaban con cosas que estaban fuera de su alcance. De su entendimiento. Y que él recordara, la hibridación no estaba entre ellas.
—Así que por esto, estaban los ocho héroes en el mismo lugar. Todos fueron usados de conejillos de indias.
Una carcajada salió de su boca. Los propios humanos habían condenado a sus héroes a la muerte. Les habían otorgado la victoria al bando de la oscuridad.
—Tenemos que atrapar a los todopoderoso héroes legendarios... servirán de alimento para nuestro amo...
—El Digiegg aún permanece en lo más profundo del Dark Area.
Daemon se le acercó, junto a Barbamon. Ambos llevaban al dormido Belphemon, lo que hizo fruncir el ceño al ángel.
—¿Se volvió a dormir?
—Sí. Al parecer no tiene la suficiente energía. Pero si devora al héroe del valor, todo se arreglaría. Tomar lentamente su emblema, sacándole gritos agónicos... destrozando a su portador... —Lilithmon se unió a la conversación, con una sonrisa burlona—. Con la Novena de nuestro lado, podemos acceder a su escondite.
Lucemon sonrió ante eso, levantándose. Sus alas se extendieron, mostrándose majestuosas. Caminó, causando que los otros Lord Demons se inclinaran ante él.
—Preparad las cosas. Partiremos hacia la última localización de los héroes. ¡Hoy será cuando los destruyamos!
Leviamon entró en ese momento, con Livet y Noir en su lomo. La humana no decía nada, no tenía fuerzas para ello. Por más que luchara, no conseguía librarse de aquella sensación fría que la engullía.
Por eso, no pudo ver cuando Lucemon se le acercó, para agarrarla del rostro, con rudeza. Hizo que ella le mirara, comprobando que aún la oscuridad seguía en ella. Estaban muy cerca de su absoluta corrupción.
—Tú nos abrirás el paso. Tú serás la que los sentencie a muerte. Serás su ángel destructor. Nuestra guerrera de la más profunda y oscuridad.
—Como... usted ordene... señor... Lucemon...
Shoutmon pensaba. ¿Qué podía hacer? No tenían nada con lo que localizar a la Idol Nocturna. No tenían ni una sola pista de quién se la había llevado y para qué la necesitaban. Aunque estaba convencido de que no era para nada bueno.
—¿Cuánto tardaremos en volver a nuestras etapas anteriores? —se quejó uno de los Agumon—. Así no podemos ayudar en nada.
—No estoy seguro —negó el nombrado, mirando sus datos—. Tal vez cuando superen este escalón. Habéis podido llegar a vuestras etapas más altas por vuestro esfuerzo. Pero el dolor, la pena y la rabia que sentisteis cuando nos dieron la noticia de la muerte de las generaciones, mermó ese poder. Sólo debéis recobrarlo.
El científico miró a los fantasmas. La mayoría había optado por regresar dentro del elegido al que estaban ligado. Sin embargo, Tagiru estaba sentado al lado del general, dándole apoyo para superar el dolor que sentía.
—De todos ellos, el que es consciente de la situación de los ocho es Taiki... y me temo que es eso, junto a la separación de Livet, lo que hace que la proyección falle.
—Pero si es una proyección no debería sentir dolor —argumentó Akari, de brazos cruzados—. Es una simple imagen.
—No son simples imágenes —suspiró Wizarmon, al lado de su colega—. Ellos son la forma incorpórea de sus subconscientes. Sus emblemas lo manifiestan de esa manera. Su deseo de seguir viviendo. En casos normales ellos no serían conscientes de su situación actual. No tienen contacto alguno con su memoria a corto plazo. No saben qué ha sucedido. Exceptuando a Kudou. Es muy probable que, al ser él el que los está protegiendo, haya activado estas proyecciones. Él no es como los demás. No es un fantasma al cien por cien. Sabe qué está sucediendo y puede sentir el dolor de su cuerpo. Es nuestro único contacto con donde estén ellos.
—¿Y no podemos preguntarle? —intervino Tsuyo, con voz seria—. Que Taiki nos revele dónde están. Seguramente los que se hayan llevado a Livet piensen usarla para encontrarles. Si nosotros llegamos antes, podemos salvarlos.
—¿Piensas enfrentarte a los siete Lord Demons, muchacho?
Los presentes se volvieron. En la puerta, un arcángel y un samurái. Sus heridas eran visibles, lo que movilizó inmediatamente a Cutemon y a la pareja Celestial, que fueron a ayuda.
—Ellos son los que han tomado nuestro pandemonio. Lo lamento Shoutmon, no pudimos hacer nada —seguía hablando el arcángel, con un Digiegg en sus manos—. Nosotros conseguimos escapar, pero mi hermano...
El Digimon King se acercó con rapidez a ellos. Su rostro mostraba preocupación, mientras les ofrecía asiento. Angewomon tomó el Digiegg en sus brazos, para acunarlo como sólo una madre haría.
—Pensé que sólo el Xros Heart podía vencerte anciano —intentó bromear, mirando a ambos—. ¿Qué ha pasado, Bagramon?
—¿B-Bagramon? —la débil voz de Taiki se dejó oír. Intentaba mirarlos, sin ni siquiera fuerzas para alzar la cabeza.
—¿Ese es el anciano relojero? —preguntó Tagiru, con sorpresa.
—Así es, Tagiru-kun —asintió el emperador, posando su brillante ojo en el fantasma que se desvanecía—. No esperaba encontrarte en estas circunstancias, Kudou Taiki.
Lanzó un suspiro. A su lado, el samurái también miraba con sorpresa al desvalido general. Misti dio un chillido al reconocerlos.
—¡Tactimon y Bagramon! Fueron enemigos de la sexta Generación. Se le otorgó el título de Héroe Legendario a Taiki-san al derrotar a Lord Bagramon en su intento de destruir nuestro mundo.
El emperador dejó escapar una risa, para mirar a la pequeña, con una sonrisa.
—Vaya, para ser tan pequeñaja, sabes mucho. Así es, en esa batalla fui derrotado, pero no sólo eso, si no purificado. Por eso formé la Séptima Generación y reuní a todos los héroes. Para plantarle cara a Quartzmon. Pero no vengo a contar batallitas. Vengo a explicar quienes son nuestros enemigos.
—Los Lord Demons son los protectores de lo que sea que guarda el Dark Area. Tomaron el Pandemonio, para tener una base aquí, en el Digital World. A Lilithmon le pareció buena idea regresar a casa al parecer —explicó el samurai, de brazos cruzados—. Por lo que oí, quieren atrapar a la Novena Líder para que les abra el paso hasta los demás. Vinimos a avisar.
—Un poco tarde —suspiró Astra, con Dracomon dormido en sus piernas—. Atacaron el palacio y se llevaron a Livet. Se vio afectada por la oscuridad al ser una impar.
—La maldición de los impares —asintió Bagramon—. Lamentamos no haber llegado antes, pero podéis contar con nosotros para la batalla.
—¿Qué puede hacer una anciano como tú? —volvió a quejarse Akari, que parecía que nada le sentaba bien.
—¿Es que este chico nunca es feliz? —Yuya se dejó oír, sentado junto a Nozomi, que estaba dormida—. Le pega un montón el apodo de Daemon.
—¡Tch!
Yoichi alzó una mano, imponiendo el orden antes de que el pelirrojo iniciara una masacre.
—No todo es malo. Ahora sabemos dónde se esconden. Podemos idear un plan de batalla. Si unimos nuestras fuerzas, podremos.
Taiki se levantó como pudo. Sentía algo. Apretaba su pecho con dolor, siendo sostenido por Tagiru.
—En vuestra condición actual, es imposible que podáis hacer algo contra los Lord Demons. Son demasiado fuertes. Como mínimo, necesitáis la etapa perfecta. Es vuestra misión como Novena Generación. No podéis involucrar a todos... tenéis que aprender, que crecer como equipo... p-podéis ir a rescatar a Livet, pero evitad a toda costa el enfrentamiento con los Lord Demons...
Cayó de rodillas. Apenas aguantaba ya. Estaba demasiado cansado. Dejó caer su cabeza, para mirar a los humanos. Aunque parecía que concretamente, clavaba su miraba en Akari.
—Si L-Livet se ha corrompido... debéis detenerla. A cualquier precio...
Se desvaneció, sin que nadie pudiera impedirlo. Todos se mostraron alterados, aunque pudieron entender con claridad las últimas palabras que dijo:
—Ethernal... Lux...
Sólo Shoutmon y las leyendas entendieron esas palabras. El Digimon King lanzó un hondo suspiro.
—Novena Generación, esta es vuestra próxima misión. Rescatad a Livet y buscad el escondite de los otros líderes. Partiréis en dos días. Beelzebumon y Tactimon os acompañarán.
Ellos asintieron, despertando a Nozomi de su profundo sueño.
—¿Qué me he perdido?
Todos rieron. Shoutmon no. Se quedó pensativo. En silencio. Preocupado.
—La oración... ¿Por qué Taiki mencionó el comienzo de la oración de los Héroes...? ¿Acaso... están ahí?
Lucemon se detuvo. Ante ellos, una pared gigantesca de cristal blanco. Podía ver la figura de un hombre entre ella, atrapado, mientras el cristal negro cubría su brazo, su cuello y parte de su mejilla.
El ángel puso una mano en el cristal, pero un shock eléctrico le hizo retroceder. Como había pensado, los seres de oscuridad no podían pasar.
—Jajajaja, buena estrategia, Kudou Taiki. Pero no por mucho tiempo. ¡Novena! ¡Ábrenos el paso!
Livet caminó, al lado de Noir. Sus ojos morados se alzaron, viendo al hombre que estaba atrapado. Por un segundo, recobró la lucidez. Puso su mano en el muro. Nada la lastimó. El viento meció sus cabellos.
—En... tendido.
Lucemon sonrió de lado. Esa estúpida cría los condenaría a la muerte. Al menos es lo que pensaba él. Su melodiosa voz empezó a entonar una suave canción, una... oración.
Ethernal Lux ....
Xantia bel wolling dios
Aimo star tender pistrar
Escucha cielo, la oración de este servidor
Escucha tierra, la súplica de este guerrero...
El muro reaccionó ante esas palabras, pero no de la manera que el ángel había esperado. Empezó a emanar luz, que lastimaba a los Lord Demons. Sin embargo, la voz de Livet no era la única que pronunciaba esas palabras. La débil voz del héroe de la luz la imitaba, sin fuerzas para abrir los ojos siquiera, pero con la fuerza necesaria para luchar.
Lucemon gruñó, atacando a Livet, dejándola inconsciente, causando que la luz se apagara.
—Retirada. Quiero que a la Novena la corrompáis... ¡No me importa que muera! Romperemos esta barrera.
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¡Hola, al habla Lumi!
No me maten por favor. No me he olvidado del fic, tranquilos.
La razón de que no haya actualizado, es que mi sempai AlisonOropeza20 y yo hemos empezado una colaboración. Un reboot de Digimon Hunters que os dejará la piel de gallina.
Os recomiendo que vayáis a darle un vistazo. Estoy segura de que os enamorará y os sorprenderá.
Yo mientras, os dejaré uno regalitos que he hecho, ya que me aburría bastante.
_JulieWinter, lo prometido es deuda.
Y... he aquí los regalitos.
Livet Lee versión Gatcha.
Akari Nozomu versión Gatcha.
Astra Evolvet versión Gatcha.
Misti Winter versión Gatcha.
Nozomi Nijo versión Gatcha.
Tsuyo Goryuu versión Gatcha.
Yoichi Kimura versión Gatcha.
Yuya versión Gatcha.
¡Esto es todo! ¡Dadle amor a Digimon Hunters 2.0!
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