9

—Yo cambié, ahora soy diferente, he crecido y he madurado, por lo cual mis ofrendas también cambiarán. —los vio a todos.

—¿Qué ofrendas desea ahora joven deidad? —preguntó una mujer.

—Carne con sangre y frutos rojos. —contestó. —es lo que pido ahora.

Las personas se vieron entre sí al escuchar el pedido de su deidad, pero solo se limitaron a aceptar lo que este les había ordenado para sus ofrendas. Cuando todo terminó, Jimin se iba despidiendo de las personas de manera breve, sonriendo y dándole algunos regalos a los niños.

Las personas también se despedían de Yoongi el cual les estrechaba la mano y les hacía corta reverencia, cuando estos se fueron ambos se quedaron solos viendo el lugar, Jimin se acercó y abrazó al pálido el cual se dejó abrazar por el joven chico.

—Hay que ir a dormir. —hablo Jimin. —en verdad tengo sueño.

—Está bien. —asintió Yoongi. —veré que todo esté bien cerrado.

—No. —hablo Jimin. —no vayas yo lo haré.

Yoongi asintió y Jimin desapareció para ir cerrando todo poco a poco, cuando lo hizo se dirigió donde Yoongi estaba el cual se estaba poniendo su ropa para dormir, la deidad se acercó despacio y le dio un corto beso en el hombro dejando una mordida donde la sangre de este comenzó a deslizarse.

—Jimin. —le susurro.

—Quiero sentirte. —le dijo en un murmullo. —quiero sentir como tu cuerpo adora al mío.

—¿Y si alguien viene? —le pregunto.

—Nadie lo hará. —se fue deshaciendo de sus ropas.

Yoongi le acarició la mejilla y lo atrajo a él para besarse, el beso era lento, Jimin llevó a Yoongi a la cama y lo dejo caer para subirse sobre él y comenzar a morder cada parte de su cuerpo tomando así un poco de su sangre. El pálido mantenía los ojos cerrados mientras sentía como el chico bebía de su sangre, Jimin al sentirse satisfecho comenzó a moverse encima del pálido sintiendo lo duro que se iba poniendo.

—Te amo mucho Yoongi. —hablo Jimin. —eres mi vida y mi ser.

—Yo también te amo mi pequeña deidad. —le acarició el vientre y la cintura. —eres todo para mí.

Jimin sonrió e hizo que Yoongi entrará en él sacando un fuerte gemido a ambos, los cuales se vieron y se acercaron para besarse, mientras los movimientos dieron inicio, volviendo romántico el momento. Jimin hizo que en la habitación aparecieran millones de luciérnagas para sumergirse en el amor y el placer que solo ellos dos conocían.

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