Las personas miraron al pálido el cual solo sonrió apenado, la joven deidad trono sus dedos haciendo que apareciera un enorme banquete, las personas agradecieron a la joven deidad la cual les sonrío de manera amigable. Todo el pueblo se puso a disfrutar de la comida, la cual fue un regalo de su más preciada deidad, Yoongi asintió con disimulo y Jimin hizo sonar una copa llamando la atención de los presentes.

—Estoy muy agradecido por estar aquí nuevamente con ustedes. —habló Jimin. —sé que los abandoné por un largo tiempo, pero quiero que sepan que no fue porque yo lo quise. —suspiro. —fue porque yo cambié y la verdad no les quería hacer daño hasta que no me controlará, por qué no les quería hacer daño a ustedes, pero ahora que volví me alegra volver a verlos.

Los presentes se sintieron conmovidos al escuchar a la deidad hablarles de una manera tan delicada y honesta, el pálido solo los vio sin decir nada. Jimin suspiro y trago grueso para dar el nuevo comunicado de cuál sería su nueva comida, sentir miedo de ser descubierto y ser arrebatado nuevamente de su amado.

—También esta cena no solo es por el honor de tener a Min Yoongi con nosotros. —lo vio. —más bien es para hablar acerca de mis ofrendas, sé que muchos pensaron que me fui porque ya no me gustaban las ofrendas que me ponían en mi templo o que hubo algo que me disgustó. —comenzó a pasearse por todo el salón. —pero quiero aclarar que no fue nada de eso, más bien estoy agradecido que a pesar del tiempo que me fui aún se tomaban el tiempo y la libertad de ponerme tan valiosas ofrendas, las cuales se las agradezco con todo corazón.

Cada palabra que daba lo ponía más nervios, pero no quería dejarla notar, pues temía que ese nerviosismo revelará a su nuevo ser y que ese nuevo hacer acabará no sólo con su pueblo sino con el amor de su vida, pues el acto inhumano que cometió en el pasado tras su locura ya lo había manchado volviendo a una deidad impura. No quería que su pueblo supiera que dejó de ser una deidad para convertirse en un demonio que chupaba la sangre de personas inocentes, tenía miedo de que las personas se fueran contra él y con el amor de su vida, pues si eso sucedía él mismo se encargaría de eliminar aquel pueblo que por siglos lo adoró.