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—Debo de agradecer. —habló Jimin recordando que fue de las pocas familias que aceptaron su relación en el pasado. —por eso sé que puedo confiar en usted.

—Joven deidad. —le dijo.

—Yo quiero que me haga un pequeño favor. —miro al pálido por unos segundos.

—Lo que quiera. —habló el hombre.

—Reúna a todo el pueblo en el gran salón del templo, quiero dar un anuncio importante. —sonrió. —¿Puede ser en la noche antes de la cena?

—Como usted guste. —le hizo una corta reverencia.

Jimin asintió y dejó ir al hombre para quedarse solo con el pálido el cual lo vio por un momento, pero las velas se apagaron por un momento y un hombre apareció y vio al pálido para luego ver a su hijo.

—Veo que trajiste al mortal contigo. —le dijo.

—Te dije que sería bajo mis términos. —le siguió con la mirada. —¿A qué viniste?

—¿Ya no puedo ver a mi hijo adorado? —le preguntó con indignación.

Jimin se rio mostrando sus colmillos, le parecía absurdo la falsa preocupación de su padre cuando esté nunca lo había visitado si no fue hasta cuando llegaron los rumores de que él estaba con un mortal.

—Deberías tener la medalla por el padre del año. —lo vio. —tengo cosas por hacer así que vete.

—El templo es un lugar puro no debe ocuparse para actos inmorales. —observó fijamente al pálido.

—Mi templo, mis reglas. —se giró. —ahora vete padre ya cumplí mi parte ahora cumple la tuya.

—Sigues siendo infantil. —le dijo. —debí exterminar está semilla de raíz.

Jimin miró a su padre por última vez y se fue de ahí, sabía que su padre no podría hacer nada en su templo. El hombre miró al rubio el cual solo miraba al frente, la deidad mayor se acercó y lo vio de manera calmada.

—Más te vale irte o haré que tengas el mismo destino que en el pasado. —lo amenazó.

—No me iré. —dijo. —a menos que sea el mismo Jimin quien me lo pida.

—Su nombre es Haru, deidad del amor, la belleza y el placer. —habló con enojo el hombre. —si no te vas haré que te maten de la peor manera.

—Y hacer que su hijo vuelva a caer en la locura. —lo miró a los ojos. —hágalo y Haru se volverá a ir y jamás volverá, le arrebató a sus hijos, a su amor, su cordura y lo piensa volver a hacer.