🪐🪐🪐
Sonic veía con gran intriga las fotografías que había revelado. Habían pasado unos días después de su visita a los valles y en ese momento estaba viendo las fotos que se tomó con el azabache. A regaña dientes logró sacar unas imágenes muy tiernas de los dos, debía admitirlo Shadow era muy atractivo.
El azabache le permitió colocar esa única foto al grupo que tenía en la pared y Sonic las ordenó dejando esa foto justo en el centro. Sus ojos brillaban con encanto al verlos a ellos dos relajados y con una sonrisa, estaba tan emocionado de sus avances que solo esperaba recuperar sus recuerdos para estar con el erizo.
Sus orejitas se removieron cuando escuchó como la puerta de la habitación de Shadow se abría, anunciando que el erizo finalizó en ducharse. Una amplia sonrisa aparece en su rostro mientras se da media vuelta.
Shadow camina en busca del azul y lo ve parado junto a la pared que enmarca las fotos, se acerca mientras le sonríe.
—Y bien, ¿qué hiciste? —le pregunta viendo las fotos.
—Ordene un poco y la coloque justo en el centro —le menciona con emoción y mostrándole la foto.
Shadow admira la foto mientras sonríe.
—Es perfecta.
Sonic se coloca a un costado de él mientras asiente.
—No puedo esperar para recuperar mis recuerdos, quiero... me gustaría saber que al fin tuve el valor de decirte mis sentimientos y que soy correspondido.
Shadow toma una de sus manos mientras lo mira con ternura.
—Sabes, hay algo que me gustaría que también me prometieras... —le pide el moreno.
Sonic se sorprende levemente.
—Si dime Shadow —le contesta con mucha ilusión.
—Me dejarás ver tu vulnerabilidad y dejarás que te ayude —menciona viéndolo con suplica.
Sonic guarda silencio mientras sus ojos lo miran con intriga.
—Quiero decir, cuando eres totalmente tú, te muestras tan inquebrantable y valiente... sé que es una fachada, pero te niegas a permitirte sentir tristeza o mostrarte débil —su mano se dirige hasta la mejilla del azul— quiero verte así, sin filtros, sin restricciones... siendo totalmente tú.
Sonic sujeta la mano del erizo y se aferra a ella.
—Lo haré, pero no te burles de mí, por favor —su rostro se llena de vergüenza.
Shadow atrapa entre sus brazos a Sonic mientras lo atrae a su pecho.
—Jamás podría burlarme de alguien que se ha preocupado en hacerme sentir feliz y que ahora me necesita —asegura aspirando el aroma que se desprende del azul, tan suave y tranquilizador, como la brisa fresca del mar.
Sonic también corresponde a su abrazo. Shadow sonríe mientras se separa levemente de él. Ambos admiran la foto con ternura.
—Ahora si estas entre las fotos —susurra Sonic mientras se recuesta sobre su brazo.
Shadow se recuesta ligeramente sobre él.
—Mañana iremos con Tails, me ha pedido que te lleve a tu revisión —cambia de tema.
—Si, genial quiero hablar con él —se muestra emocionado al ver nuevamente al zorrito.
—Lo imagino, son muy unidos —menciona viendo la hora y dándose cuenta de que deben descansar— es momento de dormir, así que andando.
Sonic hace un ligero puchero.
—Pero es temprano aún —reprocha.
—Recuerda, Tails me encargó estrictamente tu hora de dormir —Shadow tira levemente de su mejilla.
—Está bien, si tú lo dices —una sonrisa aparece en sus labios mientras se acerca rápidamente a Shadow y le da un beso en la mejilla, se ríe con vergüenza y sale corriendo a su habitación.
Shadow quedó estático al sentir el beso en su mejilla, llevo su mano hasta la mejilla, un rubor las tiñó del rojo carmín de sus púas y sus labios se fruncieron. Sus ojos se enfocaron en el culpable de ello.
Sonic entra a su habitación dejando la puerta abierta y solo era cuestión de tiempo para que Shadow lo persiguiera y sin demora vio un destello aproximarse, Sonic alza los brazos para atraparlo y abrazarlo hasta caer en su cama.
—¿Crees que puedes hacer una cosa como esa y solo salir corriendo? —lo amenaza aún avergonzado de lo que le había provocado—. Erizo —su rostro se acerca hasta el del azul.
—¡Es seguro que sí! —se burla Sonic.
Shadow sonríe maliciosamente, sus manos se dirigen hasta los costados del azul.
—Eres un erizo travieso, veamos si te gusta esto —los dedos de Shadow le hacen cosquillas.
Sonic se ríe como un niño pequeño mientras intenta escapar de las manos del moreno.
—¡Basta! ¡Me rindo, me rindo! —le menciona entre risas.
Después de un rato se ríen de sus locuras, Shadow se recuesta al lado de Sonic mientras se miran fijamente.
—¿Tienes alguna idea de cómo perdí la memoria? —le pregunta el azul.
Shadow suspira mientras rememora la información que Tails le ha compartido.
—Tails encontró indicios de un golpe en la cabeza. ¿Puedes recordar algo relacionado a ello? —le cuestiona.
El azul permanece en silencio mientras intenta pensar en algo que lo ayudara.
—No, no tengo recuerdos antes de despertar —menciona con pena— y los pocos que intentan regresar son muy confusos.
—Entiendo... supongo que el golpe fue muy fuerte. No te preocupes estoy seguro que pronto podrás recordarlo —trata de animarlo.
Sonic toma la mano del moreno mientras la coloca sobre su mejilla.
—Me alegra de alguna manera, porque esto me permitió estar a tu lado.
Shadow no puede evitar sentirse feliz por esas palabras.
—¿Cómo descubriste que tenías sentimientos por mí? —le pregunta directamente—, es decir, nunca me di cuenta antes de que hubiera alguna especie de tensión entre nosotros.
Sonic se sorprende, su mirada se desvía mientras carraspea.
—Creo que lo confundí, me sentí ligeramente enfermo y le pregunté a Tails sobre ello. Él me contó que tenía un diario en dónde escribí parte de ellos —Sonic hace una pausa mientras intenta seguir—. Yo estaba planeando ser tu amigo para después... simplemente ya sabes... supongo que en eso estaba cuando perdí la memoria —se ríe nervioso.
Shadow lo mira incrédulo.
—Erizo...
—Supongo que el corazón guarda memorias, aunque mi mente no te recuerde, mi corazón sí.
Shadow le besa la frente haciéndolo reír.
—Sonic realmente te pareces mucho a Amy —se ríe ligeramente— jamás creí que te escucharía hablar tan románticamente.
—Creo que solo cuando pienso en ti me puedo expresar de ese modo...
—Y te pido que no dejes de hacerlo.
Ambos se miran con un sinfín de sentimientos latiendo en sus corazones.
—Es momento de descansar —Shadow iba a incorporarse, pero la mano de Sonic lo detiene.
—Podemos descansar juntos, ya sabes... como aquella vez... —le pide con pena.
Shadow ladea la cabeza, así que Sonic se podía estar cómodo con las muestras de afecto y al lado de alguien.
—Si no te sientes incómodo —le dice intentando comprobar su teoría.
—No por favor, al contrario, me siento protegido por ti.
Shadow sonríe mientras se recuesta junto a él, se cubren con una manta. Guardan silencio mientras desisten de la idea de verse nuevamente.
—¿Por qué nunca fuimos amigos antes? Nos llevamos tan bien.
—Creo que no quería enfrentarme a la idea de tomarle cariño a alguien nuevamente, aunque intentaste por todos los medios siempre me alejé de ti.
Sonic entonces voltea a verlo.
—No te alejes, cuando vuelva a normalidad quiero estar contigo.
Shadow lo mira también.
—Por favor. ¿Me lo prometes? —le pide.
—Erizo, no pienses en eso.
Los brazos de Shadow atraen hasta su pecho al erizo azul, lo abraza fuertemente mientras intenta con todas sus fuerzas no flaquear. Aunque no lo admita frente a Sonic y a él mismo, si el erizo no recordaba todas sus actividades juntos... le rompería el corazón.
Sonic se mostró entusiasmado en todo el camino. Shadow había sacado nuevamente su motocicleta y lo llevo hasta el taller de Tails. Su amigo no tan convencido de que viajarán así, entendió que era la mejor manera, ya que el control de caos de Shadow le provoca un dolor de cabeza.
En ese momento se encontraba esperando los resultados de los análisis que le había sacado el zorrito. Según Shadow aquellos serían los últimos ya que Tails sabía el diagnóstico y el tratamiento. Movía sus pies mientras pensaba en la cantidad de lugares que aún debía conocer (y que posiblemente ya conocía, pero no recordaba) y le emocionaba la idea de que Shadow pudiera ir con él.
No le aterraban los resultados por un momento se sintió bien al saber nada, porque ante las palabras de Shadow, se mostró de una manera que le hizo sentirse querido. Aún debía hablar con Tails sobre lo que había ocurrido entre Shadow y él, debía ponerlo al día con sus confesiones.
—Sonic —Tails entra a la habitación con una sonrisa mientras cierra la puerta—. ¿Cómo te encuentras?
—Bien, los dolores de cabeza han disminuido y necesito menos los lentes para leer —le cuenta.
—Genial, ese es un gran avance —lo felicita el zorrito—. Ya tengo los resultados y estoy seguro de que estarás más que feliz con el diagnóstico.
—Dime por favor de qué se trata —le pide.
—Descubrí que tu pérdida de memoria es temporal, surgió debido a un golpe muy fuerte en la cabeza.
—No puedo recordar con claridad el golpe.
—Bueno, pero también en la pérdida de memoria, me percaté de tus altos niveles de estrés y cansancio así que tu mente se encuentra en un modo descanso después de los eventos con algunos enemigos, así que no debes alarmarte, esto se debe a que no tuviste un momento para reponer energías —le explica—. Eso significa que cuando tengas tus recuerdos me voy a encargar de que tengas descansos prolongados para evitar una recaída.
—¿Eh? ¿Cuánto tiempo seguiré así?
—Si mis cálculos son correctos, serán unos meses más, pero con ayuda de algunas rutinas podemos disminuir el tiempo.
Sonic lo mira con los ojos llenos de emociones.
—Nada me gustaría más que recordar —su vista se desvía al suelo—. Tengo una pregunta, recordaré todo lo que he pasado sin mi memoria.
El rostro de su hermano decae.
—En estos casos depende, usualmente creo que es poco probable que no lo recuerdes—le revela.
Aquello no le agradó en lo absoluto al azul.
—Pero Tails, necesito recordar todos estos momentos, son importantes...
—Lo siento Sonic, no puedo decirte con certeza si así será.
El azul se ve lleno de tristeza, pero entonces una idea aparece en su mente.
—Por favor, necesito pedirte algo...
Tails se acerca a Sonic mientras lo escucha atentamente.
[…]
Después de unas horas, Shadow y Sonic habían regresado al apartamento del moreno, pero solo para almorzar, estaban descansando en la casa del moreno mientras esperaban pacientemente la noche para salir.
—Tails me dijo que en poco tiempo voy a recuperar la memoria.
Shadow asintió.
—Es correcto, dentro de poco estarás de vuelta.
Sonic toma la mano de Shadow.
—Podremos estar juntos ¡Cómo siempre quisimos!
El rostro del moreno se ve lleno de tristeza a lo que Sonic lo mira con intriga.
—¿Por qué estás triste?
Shadow rápidamente intenta ocultar la nostalgia.
—No es nada Sonic...
—¿En serio, no me crees que estaremos juntos? No puedo esperar para estar a tu lado y hacer todas las cosas que no pudimos.
Los ojos escarlatas de Shadow brillan de una manera dolorosa.
—Tienes razón, también espero lo mismo.
Sus ojos verdes brillan de emoción, había conseguido el mayor anhelo de su corazón y no podía esperar.
—Oye, me gustaría pedirte algo...
—Dime Sonic qué es lo que quieres pedirme.
Sonic guardó silencio por unos segundos y cuando iba a expresarse, el pitido del comunicador de Shadow los interrumpió. El otro desvió la mirada con una leve irritación, pero al mismo tiempo confusión.
—Dime Tails —responde mientras lo acerca a su rostro.
—¡Shadow! ¡Necesitamos tu ayuda! —la señal parecía débil y se cortaba con cada palabra—. ¡Eggman! ¡Ataca de nuevo! —es lo último que escucha y la llamada se corta.
—¿Tails? —Shadow trata de comunicarse—. ¿Tails?
El veteado chasquea la lengua mientras se aleja brevemente, enciende la televisión y se percata que las noticias muestran al malvado genio destruyendo la ciudad.
—Eggman —susurra con fastidio.
—Shadow, ¿qué ocurre?
—Debo irme, pase lo que pase no salgas —le ordena.
—¿Pero a dónde vas? ¡Ese científico es malvado! ¡Tú mismo lo dijiste! No puedes irte —le pide Sonic con miedo.
—Sonic, debo ayudar. Estoy seguro que no me perdonarías si me quedo de brazos cruzados.
Sonic lo detiene brevemente, su rostro está lleno de sorpresa y miedo.
—Por favor, ten mucho cuidado —su voz suena muy temerosa mientras sus dedos tiemblan ligeramente.
Shadow le sujeta la mejilla.
—Volveré, espera aquí —promete soltándose.
Sin demora se retira del lugar, dejando a Sonic a salvo en su hogar. Con su súper velocidad se dirige al lugar en dónde el malvado científico está provocando el desastre.
[…]
Amy y Knuckles estaban destruyendo bacniks mientras Tails se encargaba de hackear el sistema que los controlaba.
—¿En dónde está Sonic? ¡Nos vendría bien su ayuda! —se queja el rojizo mientras destruye esos robots.
Amy traga pesadamente saliva mientras sus ojos esmeraldas ven a Tails, el otro niega mientras sigue haciendo su trabajo.
—Shadow vendrá a ayudarnos —se limita a decir, se incorpora mientras apunta con su comunicador al bacnik—. ¡Ahora Knuckles!
El rojizo ataca a la máquina y libera al animalito que estaba encerrado.
—¿Qué pasa con ustedes? ¿Por qué has llamado a Shadow? ¿En dónde está Sonic? —Knuckles no entiende nada del plan que han hecho.
Y es que nunca le dijeron nada sobre lo que había pasado con Sonic.
—Sonic... —Tails iba a hablar, pero entonces una horda se acerca nuevamente.
—Retrocede —ordena Knuckles mientras se adelanta—. ¡Más le vale a Shadow venir a tiempo!
Amy ve a Tails con el rostro levemente lleno de intriga.
—Vendrá, estoy seguro.
Knuckles comienza a atacar a la siguiente horda mientras Amy lo apoya con su martillo. Los dos logran abrirse camino entre las máquinas mientras van en busca del científico para detener sus planes.
—¡Amy cuidado! —grita Tails al ver cómo una máquina se lanzaba para atacarla.
La rosada se aferró a su martillo, pero su rostro se llenó de pánico cuando una red salió disparada de la máquina. Knuckles la empujó y la red cayó sobre él.
—¡Vete! —le grita a la chica mientras sientes descargas eléctricas por su cuerpo que lo debilitan.
Con la mente aturdida Amy intenta ponerse en pie, pero también es apresada por otra red y siente las mismas descargas eléctricas. Tails trata de retroceder, pero una máquina lo apresa contra el suelo. Con todas sus fuerzas intenta liberarse, pero es imposible.
—¿Así que la rata azul envío a sus amigos como carnada? —la voz chillona de Eggman hizo que los chicos voltearan a ver por delante.
El científico apareció caminando mientras acariciaba su bigote y su rostro denotaba la alegría de ver a los chicos inmovilizados por sus máquinas.
—Eggman —Knuckles intenta liberarse, pero le es imposible—. Debí suponerlo.
—Oh calma roedores, no es necesario que intenten escapar. Mis redes están hechas para detener a cualquiera que quiera entrometerme en mis planes —menciona con una sonrisa sarcástica.
—¡¿Qué es lo que planeas está vez?! —lo enfrenta Amy.
El malvado doctor carraspea mientras alza los brazos por delante. Una misteriosa materia los recubre como si se tratara de alguna goma de color gris.
—¡Simplemente establecer el lugar en dónde voy a establecer mi imperio! —revela entre risas.
—¿De nuevo con ese plan? —lo encara el rojizo.
—¡No te dejaremos hacerlo! —Amy intenta incorporarse, pero falla.
—¿En serio creen que pueden contra mí? Estoy seguro que sin la ayuda de su ratón azul no podrán —una sonrisa aparece en el rostro del científico—. Claro que, estoy seguro de que Sonic no está del todo dispuesto a ayudarlos.
El rostro de Knuckles se llena de ira, iba a gritarle un sin fin de vulgaridades, pero una brillante luz los ciega. Siente como la red es retirada de su cuerpo al igual que la de Amy y el robot que sujetaba a Tails también fue destruido. El rojo es empujado por detrás hasta que derrapa para ponerse de pie. Tails se incorpora con ayuda de Amy y sus ojos se fijan por delante.
—¡Shadow! —mencionan al unísono al ver al erizo oscuro delante de ellos.
El moreno se posiciona delante de ellos mientras sus ojos ven al científico por delante.
—¡¿Shadow?! —su rostro se llama de furia—. ¡¿Qué haces ayudando a estas ratas?! —exclama con rabia el doctor.
El azabache se cruza de brazos.
—¿Te atreves a atacar la ciudad en la cual vivo? Deberías considerar tus objetivos antes —lo amenaza.
El científico sonríe de una manera terrorífica.
—Oh entiendo, así que indirectamente te llamé.
—¿Qué es lo que buscas doctor? No tengo tiempo para tus juegos.
—A la rata azul —le contesta inmediatamente.
Un gruñido sale de los labios del oscuro.
—Sonic no vendrá —le aclara mientras baja los brazos y se prepara para la batalla— en cambio, te voy a detener y recordar porque no debes meterte en mi camino.
—¿Oh Shadow, crees que no tengo idea del estado de la ratita? Sé que Sonic tiene algunas lagunas mentales y que apenas puede recordar quien es —su sonrisa se alarga aún más—, tengo que decir que es mi culpa que su querido héroe tenga esos problemas, pero no te preocupes, después de acabar contigo voy a ir por él y ¡Acabar de una vez por todas! —levanta su mano como si estuviera peleando y lanza un golpe al aire.
—Tú fuiste el responsable... —Shadow se sintió tan lleno de cólera al escuchar lo que Eggman le había hecho a Sonic.
Shadow apenas y puede reaccionar cuando un fuerte latigazo lo arroja unos metros por detrás haciéndolo chocar con los edificios. El erizo cae de rodillas mientras intenta recuperarse, pero antes de siquiera defenderse, otro ataque lo lanza lejos.
—¡Knuckles ayuda a Shadow! —grita Tails al ver con terror como Eggman atacaba al moreno.
El rojizo intenta atacarlo, pero antes de siquiera lograrlo, otro latigazo lo arroja lejos de él.
—¡Tails! —Amy grita mientras ve como un tentáculo gris se acerca y se enrollan en ella. La chica es elevada por los cielos, el tentáculo se va apretando hasta casi dejarla sin aliento.
—¡Amy! —el zorrito intenta ayudarla, pero es en vano ya que otro látigo se aferra a sus piernas y lo hacen caerse en el suelo mientras es arrastrado.
Eggman acariciaban su bigote mientras veía todo el espectáculo. Su nuevo invento era una locura, gracias a los rastros de virus metal que logró analizar, creó una máquina capaz de atacar a varios objetivos con tan solo tener el control en sus manos, con forma de una materia gris, podía atacar a varias direcciones.
El tentáculo acerco a Amy mientras le sonreía con altanería. La tomó de las púas mientras la mostraba como un trofeo.
—¡Escucha Sonic, si no quieres que tus amigos sean mis ratas de laboratorio, más te vale que aparezcas! —grita muy seguro de que el azul no se negara a ayudarlos porque si algo conoce muy bien de él, es que su sentido de justicia es más fuerte que su razonamiento.
Y aunque tenga la mente en blanco, siempre hay algo que lo impulsa a ayudar a los demás sin ninguna razón aparente.
Su mirada esmeralda se encontraba llena de terror, aquella máquina tenía la forma de un pulpo, podía ver su juego de ocho extremidades surgir del suelo, pero su cabeza no. Sus manos temblaban mientras veía como Shadow era arrastrado y el otro rojizo también. Sus ojos se abrieron más al escuchar la amenaza de ese científico.
—Eggman —susurra mientras su boca está seca.
No puede evitar sentirse impotente al ver cómo sus amigos eran apresados por él, sus manos se apretaron en puños al ver que Amy estaba siendo sujetada de una manera muy dolorosa.
—¡Tengo que hacer algo, es a mí a quien quiere! —se incorpora mientras busca la salida, pero se detiene al recordar las palabras de Shadow—, pero dijo que no debía irme...
Sin embargo, algo dentro de su corazón le decía que debía correr y ayudar, pero cómo podría... no era el Sonic que todos esperaban, apenas y recordaba partes de su vida. Cayó al suelo mientras sin quererlo, de sus ojos cayeron lágrimas a causa de la impotencia de poder ser útil.
¿Cómo podía ayudarlos?
Shadow le había dicho que él era el héroe de ese planeta, que había hecho grandes hazañas y que había detenido a ese doctor en muchas ocasiones, pero ahora en ese momento, se sentía tan pequeño y lleno de impotencia al no saber de lo que era capaz de siquiera ponerse de pie.
Si tan solo pudiera recordar...
—Es tu última advertencia, rata azul, no tengo paciencia con tus juegos —escucha en la televisión.
No puede permitirlo, no debe ser cobarde. Con una motivación desconocida se incorpora y aunque sabe que eso va a molestar mucho al azabache, decide enfrentar a la amenaza. Antes de irse ve aquella fotografía de ambos erizos, se promete que saldrá bien, y estará al lado del veteado.
—Por favor, solo por un momento, necesito recordar qué es lo que puedo hacer... —cierra sus ojos y siente un calor de alguna manera familiar en su mano. Un destello hace que cierre los ojos y cuando los abre obtiene la respuesta que en ese momento le iba a servir. Se quita los anteojos y la playera que lo cubría, debía enfrentarse a lo que desconocía de la misma manera en que lo hizo en el pasado.
Sin demora comienza a trotar hasta el lugar del ataque.
[…]
Shadow se levanta de entre los escombros, su cuerpo tenía múltiples golpes y ligeras cortaduras, respiraba agitado y se incorpora para seguir peleando. Vio la oportunidad perfecta, el doctor estaba solo y sin ninguna máquina a su alrededor que lo protegiera. Se impulsa, pero a pocos metros es detenido por varios tentáculos que se aferran a sus extremidades estirándolo de una manera dolorosa, aquellos brazos se acercan rápidamente hasta el doctor mientras le sonríe.
—Ni lo intentes Shadow, está tecnología es capaz de detectar a cualquiera que intente detenerme —le cuenta mientras mueve su mano—. La ventaja de ese virus fue el hecho de que puedo potenciar su poder con las esmeraldas del caos.
Shadow le gruñe mientras intenta liberarse.
—Es increíble como el virus metal evoluciono hasta convertirse en una masa de metal capaz de adaptarse a los diferentes entornos —habla mientras los tentáculos apuntan a Shadow.
—Construye lo que quieras, lo voy a destruir, no importa cómo —lo amenaza.
Un golpe en su estómago lo hace callarse hasta casi desmayarse.
—Es triste ver como intentas hacer el trabajo de un héroe —los tentáculos acercan al azabache hasta el doctor—, no fuiste creado con ese propósito, no mereces sufrir por los demás.
Shadow abre los ojos mientras su boca se tiñe de rojo.
—Yo decido mi destino —le recuerda— sin importar el peligro.
A Eggman no le gustó para nada esa respuesta.
—Tienes un poder que cualquier criatura podría envidiar y lo desperdicias de una manera tan detestable —hace una ligera pausa—, pero puedo cambiar eso incluso puedo usarte como una fuente de poder, extraer tu energía del caos y alimentar a mi máquina, dejarte tan inútil como la rata azul. ¿Te gustaría volver a olvidar tu vida? Te convertiría en mi peón perfecto.
Shadow intenta liberarse, pero es imposible.
—No te preocupes, no sabrás que le pasó a Sonic —la voz de Eggman se volvió tan lenta hasta que quedó congelado en el tiempo.
Shadow abrió los ojos y vio como una ráfaga azul se acercó hasta él para liberarlo, lo sujetó entre sus brazos y lo saco de allí. Justo el tiempo volvió a correr con normalidad.
—Y yo... —Eggman se percata de que está hablando solo, vio como dos de sus tentáculos fueron destruidos dejándolos inútiles—. ¡¿A dónde ha ido?! —grita con impresión y buscándolo entre los escombros.
Shadow siente como es depositado en el suelo mientras ve una gema brillante por delante. Sus ojos se enfocan en el erizo azul que lo mira con preocupación.
—Sonic... —susurra al ver al erizo azul frente a él.
—¡Shadow! ¿Estás bien? —le cuestiona revisándolo y nota su cuerpo herido—. Lo siento mucho, debí venir antes —lo abraza mientras lo estruja en su pecho.
Shadow lo abraza para intentar calmarlo.
—¿Cómo hiciste eso? ¿Acaso recuerdas? —le pregunta al ver como el azul se aleja.
Sonic niega rápidamente.
—No, es decir por un momento solo supe cómo hacer eso y tienes razón tengo súper velocidad y ya descubrí como usarla gracias a esta gema —explica señalando el objeto.
La esmeralda del caos verde brilla en su mano.
—Las memorias de la esmeralda —menciona Shadow al verla.
—Oye, sé que puedes estar molesto, pero tenemos que detener a ese científico y no tengo la menor idea de cómo hacerlo, pero estoy seguro que ambos podremos hacerlo —le propone.
Shadow se sorprende al escucharlo.
—Sonic no debes... —lo iba a detener.
—¡No puedo dejar que le haga daño a mis amigos y a este planeta! —lo interrumpe haciéndolo callar—, por favor enséñame cómo debo pelear —le pide—, dime cómo lo combatía el antiguo yo.
Shadow lo admira, allí estaban los rastros de ese Sonic valiente y leal a sus amigos, aun sin saber cómo pelear se negaba a abandonarlos. Coloca una mano sobre su hombro mientras asiente.
—¡No tengo tiempo para ustedes ratas! —Eggman revisa cada pequeño rincón en busca de los erizos—. ¡Salgan de su escondite si no quieres que acabe con toda la ciudad!
Una lanza del caos atraviesa uno de los tentáculos mientras lo deja inútil, un pequeño circuito se destruye en el brazo del doctor. Sus ojos se enfocan en las alturas y allí ve a los dos responsables.
—Así que has aparecido —con una sonrisa se quita los escombros del brazo que ya no le sirve— Sonic.
El azul traga saliva pesadamente mientras mira al científico.
—Después de nuestro último enfrentamiento escapaste de mis manos —su voz se vuelve tenebrosa—, pero estoy aquí para hacer lo que no pude ese día y acabar definitivamente contigo.
—¡No te atrevas a atacar a los inocentes! —lo encara Sonic mientras gruñe—. No voy a permitirlo.
Eggman soltó una risa de burla mientras negaba.
—Es imposible que en tu estado me digas que hacer, no recordar tu vida y menos las hazañas que has logrado, no sabes la emoción que siento al saber que estoy a nada de acabar contigo —los tentáculos apuntan a él.
—Aunque mi mente no sepa quién eres, mi corazón me dicta que debo detenerte y más te vale estar seguro de que lo haré —se prepara para atacar.
Un tentáculo se aproxima hacia ellos y destruye el edificio en el que se encuentran. Entre los escombros Sonic cae, pero por inercia se enrosca hasta volverse en una bolita azul y detenerse en el suelo.
—¡Auch eso me dolió! —se queja mientras se incorpora.
Shadow aparece a su lado mientras se asegura de que no esté herido.
—¡¿Estás bien?! —lo ayuda a ponerse de pie.
—Creo que enroscarse no funciona del todo... —se queja Sonic acariciándose la espalda baja.
Un tentáculo se acerca a máxima velocidad.
—¡Cuidado! —Shadow lanza a Sonic a un lado y el tentáculo lo atrapa inmediatamente se enrosca en él.
—¡Shadow! —su rostro se llena de terror al ver cómo es elevado en el aire y cae entre otro montón de escombros arrastrándolo a gran velocidad.
El brillo de la esmeralda verde se observa entre los escombros, un tentáculo la toma y se la acerca a Eggman.
—¡Shadow! —grita Sonic sin poder ver al erizo, sus ojos se abren con horror al ver como el tentáculo que lo tenía cautivo lo muestra desmayado, algunas gotas de sangre resbalan del metal. Sin sentimiento, el tentáculo arroja a Shadow hacía unos edificios destruidos.
—¡Una más para mí colección! —celebra el genio mientras juega con la gema. Los tentáculos rodean a Sonic mientras lo apresan como serpientes—. Ahora... —el tentáculo con la sangre del moreno apunta directamente al azul—. Voy a aniquilarte.
Eggman se acerca caminando lentamente hasta el erizo.
Los tentáculos sujetan el cuerpo de Sonic apretándolo y causándole dolor.
—El mejor plan que tuve fue este, quitarte la memoria para hacerte daño. Apenas y puedes recordar quién eres... —poco a poco va apretando su mano y su experimento obedece.
Sonic intenta con todas sus fuerzas liberarse, pero es imposible, el aire en sus pulmones también comienza a acabarse.
—No puedes hacer nada rata, este es tu fin —su voz se llena de placer mientras los tentáculos van apretando aún más al erizo azul—. Es tu final.
Sonic sigue siendo apresado de una manera dolosos y lentamente va desapareciendo entre los brazos. El doctor se voltea levemente mientras deja que sus máquinas terminen el ataque.
Poco a poco la visión de Sonic se va nublando y solo puede sentir los débiles latidos de su corazón apagarse.
—“Por favor, vuelve. Quiero salvar a Shadow y a mis amigos” —piensa dando su último respiro y cayendo inconsciente.
Eggman festeja al ver que ya no hay resistencia en el azul, se emociona mientras canta victoria, pero algo que le hizo sorprenderse es que la esmeralda en su mano se elevó y brilló sin igual.
—¡¿Qué demonios?! —exclama con incredulidad y viendo como las esmeraldas del caos restantes emergían de la nada y se dirigían a los brazos que sujetaban a Sonic.
Su potencia se desactivó al ya no tener la fuente de energía. Un brillo dorado iluminó el lugar mientras los brazos se iban desintegrando hasta que algunos se alejaron de aquello.
—Tú —Eggman ve como dos ojos rojos se abren y lo miran con furia.
Súper Sonic había nacido nuevamente, las esmeraldas del caos habían acudido a su llamado. Levita sobre el suelo mientras ve fijamente al científico. Hace un ligero movimiento con la mano y los brazos restantes son destruidos, dejándolo tan indefenso al doctor.
Sus ojos se ven llenos de ira mientras sus púas se elevan con amenaza. Eggman al ver que su juguete había sido destruido se mostró lleno de terror.
—¡Sonic podemos hablar sobre esto! No es necesaria la violencia —intenta detenerlo.
—Ya no eres tan valiente sin tus juguetes —menciona Sonic mientras se acerca levitando.
—¡Era un juego! ¡No es necesario ponernos agresivos!
El aura dorada del erizo se expande en señal de no estar de acuerdo. Con un movimiento de su brazo manda a volar al doctor por los cielos.
Sonic ve a su alrededor y aún quedan restos de la máquina de Eggman, con una ráfaga dorada desintegra toda aquella maquinaría. Sin demora, se acerca a todos sus amigos y los va curando lentamente
Amy abre los ojos lentamente y ve como el dorado levita hasta el edificio en donde fue arrojado Shadow.
—¿Sonic? —susurra con lágrimas en los ojos.
Sonic busca a Shadow entre los escombros y lo encuentra desmayado. Se arrodilla ante él mientras quita los escombros de su cuerpo. Con suavidad toca su rostro y va depositando el poder del caos en el erizo para curar sus heridas. Sus ojos se mantienen firmes en él con la esperanza de que abra los ojos.
Y no espera mucho, Shadow abre los ojos y lo mira con sorpresa.
—¿Sonic? —susurra incrédulo al verlo cubierto de esa luz brillante. Se incorpora hasta quedar sentado frente a él—. ¿Eres tú? —le pregunta viéndolo con intriga. El azul le sonríe, pero al mismo tiempo cierra sus ojos y cae desmayado entre sus brazos—. ¡Sonic! —lo llama con preocupación. Lo sujeta entre sus brazos y puede ver que únicamente la esmeralda verde está en la mano del azul.
Tails se acerca volando y corre hasta ellos. Se detiene de golpe cuando ve a su hermano desmayado en los brazos del moreno. Shadow se aferra a él, sin querer soltarlo.
—Sonic —Tails intenta tocarlo, pero Shadow retrocede, ante ello el zorrito lo mira con intriga—. Déjame ayudarlo —le pide con amabilidad.
Shadow por un momento se retrae con él, pero entonces un quejido hace que ambos volteen a ver al erizo entre sus brazos.
—¿Sonic? —susurra Tails sin poder creerlo.
Unos quejidos salen de la boca del azul mientras sus brazos se mueven.
—Amigo... —se escucha su voz muy débil— me estás apretando el cuello.
Shadow inmediatamente lo suelta y aquellos ojos esmeraldas se fijan en los suyos, con un brillo diferente. Sonic se sujeta la cabeza mientras mira al azabache delante de él, ladea la cabeza y se queja levemente.
—¿Shadow? —en su rostro se revela la evidente confusión—. Si me has golpeado debo felicitarte porque me duele terrible la cabeza.
Los ojos de Shadow se llenan de intriga.
—¿Sonic? ¿Eres tú?
El azul lo mira sin comprender.
—¿Eh? Claro que soy yo —su sonrisa decae al ver que el rostro de Shadow se muestra lleno de decepción—. ¿Oh espera, qué sucede? ¿Shadow te pasa algo?
El azabache se incorpora mientras se aleja de él mientras no puede creer lo que ocurre. Tails se acerca al azul mientras lo abraza.
—¡Sonic! ¡Te hemos echado de menos! —el menor se aferra a su hermano mientras llora.
—Eh todos están actuando extraño. ¿A dónde se supone que fui? No logro recordar haberme ido —Sonic parece tan confundido por el comportamiento de esos dos.
Shadow se voltea a verlo.
—¿Qué es lo último que recuerdas? —le pregunta sintiendo como su corazón late tan fuerte que duele.
Sonic lo mira serio.
—El virus de los zombots, luego no hay nada más... hasta este momento —menciona cerrando los ojos.
Aquello solo provocó que una herida en el corazón de Shadow sangrara.
—"Te lo dije" —se dijo a si mismo entre sus pensamientos, se voltea mientras comenzaba a alejarse de esos dos.
—¡Shadow! —grita Tails al ver las intenciones del otro—. ¡Espera!
—No hay nada más que deba hacer —se detiene por un momento para hablar.
Por última vez, se voltea para ver a Sonic y el azul parece no entender su decepción; después desaparece en un destello. Tails intenta detenerlo, pero es tarde, el azabache se ha ido. Aquella partida dejó a un erizo azul confundido y aunque no lo demostrará algo en él también estaba de alguna manera... roto.
... Tres meses después...
Dos ojos escarlatas observaban el cielo nocturno mientras se encontraba esperando la salida de su turno en GUN, una de las misiones más largas por fin llegaba a su final y lo que más anhelaba era llegar a su hogar.
En su mano había un puro encendido, el general se lo había regalado por el éxito de la misión y aunque eran muy pocas veces, lo fumaba.
La luna se encontraba iluminada en su totalidad y aunque no quisiera, le recordaba la crueldad de los sentimientos que aún estaban presentes en su corazón. Entre una mezcla de dolor y felicidad aún recordaba todas las veces que llegó a su apartamento y allí lo esperaba cierto erizo.
Mentía si no decía que volver a su apartamento y saber que no había nadie esperando lo quebraba emocionalmente. Habían pasado unos meses desde que vio a Sonic, no supo nada más después de unas semanas, pero Tails se comunicó con él y le hizo saber que su hermano había vuelto.
Ante esa noticia no pudo evitar preguntar si Sonic recordaba algo de lo que había pasado con él y su respuesta lo destruyó.
"Sonic no recuerda absolutamente nada del tiempo en que lo cuidaste".
Ante ello Shadow se sintió como un idiota. Era claro que eso pasaría, por supuesto que no recordaría nada de lo que vivieron. Sus ojos se enfocaron en las luces de la ciudad y suspiró.
¿Cómo podría ver a Sonic y evitar que su corazón se emocionará?
Él no recuerda su confesión y menos su promesa. Abrió los ojos pasmados, claro que le hizo una promesa, pero en ese momento... no estaba seguro si tendría la suficiente valentía para llevarla a cabo.
Tiro la colilla del puro mientras pasó una mano por su cabeza. Un nuevo dilema apareció en su mente y gracias a Sonic. En serio necesitaba llegar a su apartamento, darse una ducha y dormir por al menos tres días seguidos.
Después pensaría en sus sentimientos. Sin demora abandonó el cuartel y se dirigió hasta su hogar.
[…]
Insertó las llaves de su apartamento mientras abría la puerta, pero algo lo detuvo.
No había pestillo puesto.
Alzó una ceja mientras corroboraba aquello, recordaba perfectamente que había dejado con llave. Abrió la puerta tan lentamente y había un aroma que lo hizo sentir cálido, como aquella vez que Sonic estaba cocinando... fue tan familiar.
—Imposible... —se dijo a si mismo mientras entraba a su apartamento, ignorando cualquier otra distracción, se dirigió hasta la cocina y casi sintió que iba a desmayarse—. Tú...
Aquellos ojos esmeraldas lo veían con impresión y sorpresa, entre sus manos se encontraban unos vasos mientras estaba de pie en la mesa.
—Sonic... —el azabache casi sintió que su garganta sangraba al mencionar el nombre de ese erizo.
Sonic dejó los vasos en la mesa, con una sonrisa se acercó al erizo mientras se paraba frente a él, escondió sus manos detrás de su espalda.
—Siempre arruinas mis sorpresas —las mejillas del erizo se sonrojaron levemente mientras una risa nerviosa escapa de sus labios.
—¿Qué haces en mi casa? ¿Cómo entraste? Se supone que solo... —no comprendía nada de lo que estaba pasando.
—Rouge tiene copia de tus llaves y solo ella sabe la ubicación exacta de tu apartamento —agrega Sonic mientras desvía la mirada del erizo—. O eso es lo que se supone...
El corazón de Shadow dio un vuelco mientras escucho atentamente al otro.
—Antes que digas cualquier otra cosa, le pedí muy amablemente que me ayudará, así que no es su culpa, es mía —revela con mayor vergüenza.
—No entiendo, por qué estás aquí, si tú no... —intenta mostrarse con su actitud distante, pero no puede evitar llenarse de tristeza.
Sonic sonríe con más pena.
—¿No debería recordarlo verdad? —se encoge de hombros—. Es curioso como sé todos los lugares exactos de tu apartamento y en especial el de las fotos —levanta el rostro y ve a Shadow—. O sobre cómo me cuidaste mientras estaba "ausente" de mis responsabilidades como héroe.
Shadow dio un paso atrás.
—¿Lo recuerdas?
Sonic asiente levemente.
—Algunas cosas más claras que otras... —le contesta brevemente.
—Sonic...
—Aun no puedo creer que hayas cuidado de mí y no sé cómo puedo agradecerte que me ayudarás a tratar de recordar quien soy...
Shadow iba a hablar, pero Sonic se adelanta nuevamente.
—Bueno no es exactamente así, creo que más bien me ayudaste a darme cuenta de quién quiero llegar a ser.
Sonic juega con sus propias manos.
—Tengo que ser sincero contigo —susurra mientras tiembla ante lo que va a revelar—. Todos conocen la faceta del héroe, del ser inquebrantable, del erizo que siempre acude en ayuda de todos... que nunca se muestra vulnerable. O al menos no ante todos.
—Supongo que Tails se lo dijo... no pude negarme —Shadow interviene levemente.
Sonic niega.
—No fue exactamente Tails...
Shadow lo mira sin comprender y Sonic busca entre sus púas hasta que saca un libro.
—El libro qué te dio Tails... —susurra al ver aquel objeto entre las manos de azul.
Sonic asiente, sus orejitas se pegaron a su cabeza en señal de timidez.
—Creo que el yo de ese momento quiso que siempre lo supiera... y de algún modo que no dejará pasar lo que realmente descubrió —con el rostro lleno de vergüenza y claramente nervioso Sonic se atrevió a ver a Shadow—. Prometiste que me volverías a decir lo mismo que ese día y es algo que no deje escrito, yo necesito saberlo —le pide con el rostro sonrojado.
Shadow se muestra nervioso ante sus palabras.
—Sonic...
—Por favor Shadow, yo... —guardo silencio cuando sintió que el azabache toma sus manos y mantiene la mirada fija en él.
—Quiero que sepas, que siempre he tenido sentimientos por ti y que, pese a mi actitud, yo siempre estaré dispuesto a ayudarte y si en algún momento también sientes lo mismo que yo... nada me haría más feliz que estar a tu lado y me dejes ver la vulnerabilidad que me mostraste... porque te amo Sonic y desde ese día, no he dejado de hacerlo —le confiesa con devoción.
Los ojos de Sonic se llenaron de lágrimas, rodaron por sus mejillas sonrojadas.
—No fue un sueño entonces... —murmura sin poder evitar llorar—. Todos esos sueños que tuve... eran por tu confesión.
Shadow intento mantener la mirada sobre él, pero no podía, pero una mano le hizo elevar su mirada y ver aquellos ojos que tanto le gustaban.
—Aunque no pueda tener la claridad de esos momentos, te confieso que siempre te he amado, desde mucho antes de que tuviera esa pérdida de memoria y que, en este momento estoy seguro que es a tu lado que quiero estar y seas mi refugio siempre que el mundo pese sobre mis hombros... quiero amarte de la misma manera en que me amas... y déjame llenarte de mimos para que sientas que eres digno de ser amado.
Shadow lo vio con la mirada llena de emoción.
—Sonic... yo —antes de poder completar la frase, los labios de Sonic lo hicieron callar con un beso.
Sin demora lo atrajo hasta él mientras también le devolvía aquel beso con la misma intensidad que alguna vez soñó. Se separaron mientras se veían fijamente.
—¿No es un sueño? —le pregunta el azabache aún sin poder creerlo.
—Solo hay una manera de saberlo —bromea Sonic mientras vuelve a besarlo.
Aquellos corazones vibraron tan alto que sintieron que volvían a nacer.
[…]
La repentina noticia de que una nueva pareja había aparecido provocó que muchos estuvieran a favor y en contra de ella, pero claro que a ellos no les importó. Sonic no prestó atención a los comentarios poco inteligentes de las personas, en cambio, se enfocó en cumplir lo que sus deseos más profundos le pedían. Allí descubrió que nadie más que solo él podía ser feliz y más aún al lado del ser del que estaba enamorado.
Los ojos esmeraldas veían aquel cielo azul despejado, una sonrisa era evidente en su rostro mientras su mano se aferró a la que lo sostenía. Lentamente se dio la vuelta para encontrarse con dos ojos rubíes que lo veían con ternura.
—¿En serio vas a faltar a la fiesta de cumpleaños de Tails? —le pregunta el azabache sin poder creer que estaban al otro lado del planeta en una cita.
Sonic se ríe levemente.
—No te preocupes, tengo otra sorpresa preparada para él, Tails sabrá comprender —lo tranquiliza.
Shadow suspiro mientras negaba.
—No cambias erizo —se rindió, guardó silencio cuando la mano de Sonic acarició su mejilla mientras juntaba su frente con la de él.
—Soy la imperfección de tu perfección —se burla—. No te enojes, solo quiero estar contigo.
—Te amo —susurra apenas con un hilo de voz el azabache.
—Yo más —le dice Sonic entre risas.
Shadow le sonríe con ternura.
—Sunshine...
Sonic se sorprende.
—¿Ahora me pones un apodo? —menciona desviando levemente la mirada.
—¿No te gusta? Puedo buscar...
—Es raro, pero creo que podría acostumbrarme... —lo tranquiliza.
—Eres mi eterno resplandor —le menciona con más seguridad.
—¿Debería sentirme halagado u ofendido? —bromea el azul.
Shadow lo atrapa entre sus brazos mientras le hace cosquillas.
—¡No Shadow detente! —el azul se incorpora mientras corre lejos de su novio.
En una manta de colores descansaba la misma canasta de picnic, algunos libros de astrología y un mazo de cartas del zodiaco en dónde resaltaba la carta del loco...
—¡Ven aquí erizo! —Shadow se lanzó a atrapar a Sonic y el peso de su cuerpo hizo que el azul cayera sobre su espalda—. No te dejaré escapar —le susurra besándolo.
Entre más cosquillas y abrazos, Sonic y Shadow disfrutaban de aquella tarde en dónde ambos habían ido a conocer un nuevo lugar...
Justo como Sonic lo había prometido...
No había más temor, había descubierto su camino y también el sueño de amar libremente sin importar lo que dijeran de él.
Había encontrado la respuesta a su felicidad.
Y aunque hubiera momentos de oscuridad, estaba seguro que los podría afrontar al lado del ser que le mostró.
🪐Fin🪐
04/10/2024
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top