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Nota: algunos datos fueron alterados para beneficio de esta historia sin más preámbulo que disfruten ✨.
































La ligera brisa movía las copas de los árboles en un amplio campo, una flor se dejaba guiar por los vientos hasta que quedó estancada en las púas de un erizo. El chico yacía quieto sobre el suelo mientras dormía profundamente. Poco a poco comenzó a removerse mientras se despertaba. Al principio todo le pareció confuso y extraño, se sentó sobre el suelo mientras sentía que todo le daba vueltas, se preguntó, en dónde estaba.  

Cuando por fin pudo calmarse, se dio cuenta de que su visión estaba borrosa. Se sintió aún más confundido.  

—¿Dónde estoy? —se vuelve a preguntar sin reconocer el lugar en donde estaba—. ¿Qué hago en este lugar? 

Mientras hablaba se incorporó, pero sus piernas estaban débiles y cayó de rodillas al suelo nuevamente, algunos recuerdos pasaban veloces en su mente y le hicieron sentir un terrible dolor de cabeza. Soltó un grito cargado de dolor que le hizo cerrar los ojos, llevó las manos hasta su cara para taparse debido a que la luz le provocaba aún más dolor.  

—¡Ya basta! —pidió retorciéndose en el suelo, sus manos temblaban y sintió muchas náuseas.  

Pasaron algunos minutos y por fin el dolor se había acabado, quito sus manos del rostro, aún mostraba signos de confusión, volvió a ponerse de pie y se abrazó a sí mismo. No recordaba absolutamente nada, no sabía cómo había llegado hasta allí, pero también sintió un vacío terrible en el estómago cuando se preguntó…  

—¿Quién soy? ¿Cuál es mi nombre? —sus palabras demostraban pánico.   

Con mucha pesadez comenzó a caminar sin saber a dónde ir.  

[...]  

—¡Debemos encontrar a Sonic! 

Un zorrito amarillo suelta un pesado suspiro mientras maneja su avioneta, su compañera rosa se encontraba muy angustiada debido a que el héroe de todos había desaparecido después de la ardua batalla contra los Zombot. Pasaron dos días desde que no tenían rastros de Sonic y decidieron salir en su búsqueda.  

—Tails debemos apresurarnos —le pide ella muy preocupada— Sonic no desaparece tan fácilmente y por mucho tiempo.  

—Amy estamos haciendo todo lo que podemos, sé que va a aparecer —trata de calmarla. Tails desvía la mirada al suelo y nota un destello naranja que se mueve rápidamente—. Además, no somos los únicos que lo estamos buscando, él también está preocupado —le menciona mientras ambos ven como Shadow desaparece de su vista.  

El destello se pierde dentro de un bosque en donde se detiene, Shadow observa a su alrededor mientras analiza. Era muy extraña esa situación, Sonic nunca desaparecía sin mencionar a donde iría o por tanto tiempo, pero en ese momento todo era confuso. Saco de entre sus púas un mapa y un marcador, tachó el lugar en donde estaba y maldijo. De todos los amigos de Sonic él por muy curioso que pareciera, estaba buscando minuciosamente los sitios en donde se encontraba con el erizo.  

Dejó de lado el mapa y se dirigió a buscar en esa zona; sus ojos rojos buscaban una franja azul o cualquier otra cosa distintiva del erizo. Descendió por una ladera, hasta que llegó a un riachuelo, se sentía frustrado. No era que le agradaba la idea de ir en busca de alguien y menos de Sonic, pero el erizo no aparecía por ningún lado y sus amigos estaban preocupados. Se detuvo un momento para descansar y pensar de nuevo en que lugares podría seguir buscando, pero ya no había muchos.  

—¿Dónde te metiste Sonic? —se preguntó volviendo a retomar su camino.  

Estaba cansado de no tener resultados, lentamente salió del bosque. Volvió a sacar el mapa y marcó nuevos destinos. Estaba listo para correr de nuevo, cuando un quejido le hizo desviar su atención. Frente a él vio una mancha azul, pero no estaba seguro, pues aquella mancha cayó al suelo. Un gruñido salió de sus labios, pues Sonic a veces bromeaba con él o se escondía. Con pasos firmes y decididos se dirigió hasta ese lugar, se detuvo cuando al fin pudo observar al que tanto buscaba.  

—Sonic… —refunfuñó cuando vio que el erizo trataba de ponerse en pie—. ¡Sonic! —le grita cuando ve como el erizo se pone de pie y se tambalea.  

El erizo azul se asustó cuando escuchó el grito detrás de él. Casi vuelve a caerse, pero logra recuperar el equilibrio, se voltea a ver al erizo y siente miedo cuando ve que se acerca agresivamente hasta él.  

—¿Dónde te habías metido erizo? —su semblante se muestra enojado—. ¡Todos están preocupados por ti, preguntando en dónde estabas metido y resulta que estás jugando! —le recrimina irritado y tomándolo de los hombros para mecerlo.  

El erizo lo mira muy asustado y confundido, por qué ese chico le estaba gritando y por qué estaba tan molesto, y lo más importante, por qué lo llamaba Sonic. Se soltó de él mientras se alejó unos pasos por detrás. En su rostro se podía ver la incertidumbre, confusión e incluso terror al ver al otro.  

—Yo… lo siento —comienza a hablar con temor, sus ojos se llenan de lágrimas mientras tartamudea a causa de los nervios que se apoderan de su ser— no sé de qué me habla, yo no sé qué ocurre, por qué me grita y me llama Sonic —le dice retrocediendo y sin darse cuenta tropieza y cae de espaldas.  

Shadow se muestra exasperado de la actitud de Sonic, sabe que el erizo tiende a ser un payaso cuando se lo propone. Iba a empezar a insultar, pero se detiene cuando Sonic hace algo que lo desconcierta.  

—¿Sonic…? —susurra incrédulo al verlo pues el erizo estaba llorando y temblando mientras sus brazos rodearon su cuerpo.  

—¿Ese es mi nombre? —se pregunta a sí mismo con nervios—, no puedo recordar nada. ¿Acaso nos conocemos? —le vuelve a preguntar, pero sus labios tartamudean.  

Shadow está más que sorprendido, se encuentra atónito. Con precaución se agacha al nivel del erizo y lo mira detalladamente.  

—¿No recuerdas quién eres? —le pregunta con el tono de voz preocupado.  

El erizo niega mientras baja los brazos.  

—No sé en dónde estoy o cómo llegué hasta aquí —le dice sin verlo—. ¿Me conoce? —le vuelve a preguntar—, porque yo no tengo ningún recuerdo y me duele mucho la cabeza desde que desperté —le explica.  

Shadow queda en silencio, algo no estaba bien con Sonic. Se incorpora mientras le extiende la mano, el otro por instinto se sobresalta.  

—¿No me hará daño? —le pregunta temeroso Sonic al ver la mano del erizo—. ¿Cuál es su nombre? —le pregunta retraído.  

Shadow siente un balde de agua fría que recorre todo su cuerpo.  

—Tengo que llevarte con Tails —le dice tomando con fuerza la mano del erizo.  

El otro se asusta y trata de soltarse. Shadow siente como el erizo se resiste y con fuerza descomunal lo sostiene.  

—¡No, suéltame! —grita con horror—. ¡Ayuda! —dice cuando Shadow lo carga como un saco de papas sobre su espalda.  

—¡Deja de moverte! —le ordena Shadow cansado de su actitud.  

—¡Suéltame, no sé quién eres, no puedo irme contigo! —menciona al borde del llanto. 

Shadow trata de retenerlo, pero es imposible y tropieza hasta caer con él. El erizo jamás había experimentado una situación tan vergonzosa en su vida o no lo recordaba para su buena o mala suerte. Abrió los ojos y lo primero que observó fue que cayó encima de Shadow, justamente sobre la pelusa blanca y esponjosa de su pecho. Shadow soltó un quejido cuando sintió que se había lastimado la espalda baja y cuando trató de incorporarse vio a un Sonic sonrojado hasta las orejas de la pena.  

—¡Lo siento! —se disculpa con tanta vergüenza mientras se retira de él.  

Shadow se sienta mientras acaricia su espalda.  

—Por favor no me hagas daño —escucha hablar al erizo con tanto miedo— puedo hacer lo que me pidas, pero no me hagas daño —le suplica.  

Shadow se muestra aún más sorprendido, suelta un pesado suspiro mientras ve como el erizo muestra tenerle miedo.  

—No voy a hacerte daño —inicia hablando con el tono de voz más suave que puede modular— no busco dañarte o cualquier otra cosa que pienses.  

—¿Lo dices en serio? —le pregunta el erizo mientras lo observa con timidez.  

Shadow se da cuenta de que Sonic se muestra un poco más tranquilo cuando le habla calmado.  

—Si, Sonic —trata de calmarlo. 

—¿Sonic? ¿Ese es mi nombre? —le pregunta extrañado.  

—Si, tu nombre es Sonic —le rectifica el moreno.  

—¿Sonic? Vaya, es un nombre… extraño creo —le confiesa mientras se abraza a sí mismo—. Soy Sonic, me llamo Sonic.  

—Sí sé que es algo extraordinario que te llames Sonic —dice con sarcasmo mientras se para.  

—¿Soy extraordinario? —pregunta Sonic con un poco de felicidad—. Vaya, no recuerdo que sea así o bueno quizás es porque no recuerdo casi nada… o nada —dice apenado—. ¿Y tú te llamas...?

—Shadow —le contesta sintiéndose extraño al presentarse de nuevo con él. 

Sonic se sorprende al escuchar su nombre. 

—Shadow... —menciona como si quisiera que ese nombre se quedara gravado no solo en su mente—. Es un nombre... interesante. 

Shadow se encoge de hombros mientras niega. 

—Bien Sonic, debemos ir con tus amigos, te están esperando. 

—¿Amigos? ¿Tengo amigos? 

—Si, te sorprendería saber cuántos tienes —menciona con cierta desazón en la voz.  

Sonic le sonríe tiernamente.  

—Lo dices en serio... ¿Tengo muchos amigos? 

—Así es Sonic. Ahora sígueme debemos ir por este lugar.  

Sonic se incorpora con ayuda del moreno mientras lo sostiene de la mano, luego Shadow lo suelta. Ambos comienzan a caminar mientras guardan silencio.  

—¿A dónde iremos? —le pregunta mientras se abraza a sí mismo y se muestra apenado.  

—Supongo que a casa de Tails, es la más cercana…  

—¿Y Tails es…? —pregunta con pena.  

—Tu mejor amigo, el zorro amarillo con un CI superior al resto.  

Sonic se detiene con sorpresa, pero retoma su marcha.  

—Un zorro… no lo recuerdo —menciona con un poco de miedo, luego se tropieza, pero afortunadamente la espalda de Shadow lo ayuda a no caerse.  

El azabache afirma sus pies mientras se detiene. Rápidamente se voltea y ayuda a Sonic a ponerse de pie.  

—¿Sonic qué sucede contigo? 

El azul se frota los ojos mientras se sonroja.  

—Lo siento, no puedo ver muy bien —se queja— todo parece borroso.  

Shadow lo toma de los hombros con incredulidad.  

—¿Cuándo empezó? 

—No recuerdo, pero desde que estaba caminando todo se veía así, supongo que por eso me he caído —le cuenta.  

Shadow desvía la mirada a las rodillas del erizo y nota que están lastimadas, luego toma una de las manos de Sonic y las observa, también están heridas. Suelta un suspiro mientras se cuestiona qué es lo que le ocurrió al erizo.  

—Te ayudaré a caminar —le dice tomando su mano y guiándolo de regreso al camino que lleva a la casa de su hermano.  

[...]

 

La avioneta de Tails aparcó a las afueras de su taller, rápidamente bajó de ella y corrió hasta el garaje, Amy también bajó mientras buscaba desesperado a su amigo.  

—Shadow me envió un mensaje, encontró a Sonic —dice mientras saca algunas cosas que le podrían servir—, pero algo anda mal con él.  

Amy se muestra nerviosa, a los pocos minutos escuchó unos pasos.  

—Espera… —escucha la voz de Sonic a la distancia.  

Tails y Amy salen a su encuentro mientras se percatan de algo inusual. Sonic iba tomado de la mano del veteado mientras su otra mano libre se aferraba a su pecho, como queriendo ocultarse.  

—¡Sonic…! —Amy iba a lanzarse, pero el veteado coloca la mano frente a ella. Se detiene mientras nota que Sonic se esconde detrás del erizo. Shadow puede sentir como la mano del azul se aferra a la de él, es tan extraño. El miedo de Sonic se refleja en ese agarre nervioso y lleno de terror.  

Tails se acerca a observar y en su rostro se muestra la desazón de lo que veía.  

—Shadow… —dice Tails sin entender lo que veía—. ¿Qué es lo que…? 

El azabache se mantiene serio y un poco consternado por el comportamiento de Sonic. Solamente suspira.  

—Ven —le pide a Sonic tirando levemente de él.  

Amy y Tails caminan por detrás de ellos sin entender qué es lo que ocurre. Cuando entran Shadow rápidamente ayuda a Sonic a sentarse, pero el erizo se niega a soltar su mano y se escuda en el erizo.  

—Lo encontré vagando en el bosque, no recuerda su nombre y me temo que tampoco, lo que sucedió —dice Shadow un poco incómodo.  

Tails mira a su hermano mayor, siente una pesadez sobre el estómago cuando se muestra temeroso de él. Finge una sonrisa amistosa y con precaución se acerca.  

—Hola, es un placer conocerte —se detiene— mi nombre es Tails.  

El azul se mantiene alerta mientras lo observa.  

—¿Cómo te llamas? —continúa el zorrito. 

—Soy Sonic —le contesta cohibido, luego desvió la mirada al azabache—. ¿Él es el amigo que me dijiste?  

Amy se muestra incrédula.  

—Si —se limita a responder Shadow— y ella es Amy, tu…  

—Amiga —termina de completar la rosada— somos amigos Sonic, acaso no nos recuerdas —le pregunta con la voz entrecortada.  

El azul desvía la mirada y niega.  

—No los recuerdo —dice aferrándose más a la mano del erizo.  

—Tails —le llama el azabache mostrando que la situación no es para nada sencilla.  

—Entiendo, necesito evaluarlo… —le responde, de nuevo se acerca a Sonic para hablarle—, Shadow me dijo que no te sientes bien y necesito revisarte Sonic, no será nada doloroso.  

El azul niega.  

—No estoy enfermo, no quiero estar contigo —niega con nervios— Shadow no quiero estar aquí.  

El azabache se muestra asombrado al verlo tan renuente. Voltea a verlo mientras siente el temblor de la mano de Sonic.  

—Ellos no te harán daño, son tus amigos… —le dice como si no fuera lo más obvio. 

—No los recuerdo, no iré a menos que vengas conmigo —lo encara serio.  

Shadow se queda sin palabras, luego siente el toque de Tails sobre su hombro.  

—¿Por qué no lo dijiste antes? —interviene Tails mientras se ríe con nervios—. Claro que Shadow puede venir contigo ¿no es así? 

El azabache le dedicó una mirada de pocos amigos al zorro.  

—¿Puede venir conmigo? ¿Shadow puedes venir conmigo? Me sentiría muy feliz de que estés a mi lado. 

El azabache asiente resignado, lo ayuda a incorporarse, pero Sonic vuelve a tropezar.  

—¿Sonic estás bien? —se apresura a acercarse Tails. 

—Lo siento, no vi en donde coloque mis pies —menciona poniéndose de pie. 

—Él no mira muy bien… —agrega Shadow.  

Tails asiente. Les pide que lo sigan para evaluar a Sonic.  

Después de unas horas, los chicos se mostraron muy desconcertados ante los resultados previos de su amigo. Sonic en teoría se encontraba en perfecto estado, todo en él estaba bien, pero su mente no mostraba signos de alteración o cualquier otra cosa. Tails se encontraba arreglando unos cristales mientras Sonic esperaba sentado sobre una camilla y a su lado estaba Shadow con los brazos cruzados. El azul se mostraba impaciente ante la espera y removía sus pies.  

—Shadow… — lo llama con un poco de pena.  

El azabache voltea a verlo.  

—Me preguntaba a dónde iremos después…  

Shadow se mostró pasmado ante la cuestión y antes de responder fue interrumpido por la llegada del zorro.  

—Bien Sonic, esto debería de ayudar —le dice acercándole los lentes— puedes ponértelos.  

Sonic se muestra apenado, los toma con mucho cuidado y los pone sobre sus ojos. En su rostro se forma una sonrisa nerviosa.  

—¿Y qué tal? ¿Puedes ver mejor? 

—Si, todo está más claro —le confirma con una leve sonrisa.  

Tails mueve sus colas.  

—Bien… —pero su sonrisa se borra de golpe— puedes esperar un momento, necesito darle algo a Shadow —le pide.   

Shadow y Tails se alejan para hablar.  

—Esto es mucho más grave de lo que pensé —le dice el zorro mientras saca algunos medicamentos—, no tengo idea del daño cerebral, pero todo parece indicar que hubo un fuerte golpe que le ocasionó la pérdida de memoria y me temo que eso afectó su visión también... 

—Pero se recuperará, ¿no? Siempre lo hace —Shadow intenta parecer despreocupado, pero es inútil.  

Para Tails aquello fue un poco desalentador.  

—Me temo que necesitaré hacer más estudios para determinar el tratamiento… mientras debemos cuidarlo —le propone.  

Ambos miran como Amy se acerca al azul mientras le ofrece algunas frutas, Sonic con un poco de miedo toma una para comerla.  

—Parece que en el único que confía en este momento, es en ti… lo mejor será que lo cuides en este momento. 

Aquello hizo que Shadow girará de manera dramática. 

—No puedo cuidarlo Tails, sabes que no amigos —le aclara.  

—¡Pero en este momento él no puede comprender eso! Shadow sé que no te agrada, pero... 

—No puedo ser su niñera —le recalca.  

—Shadow… —iba a regañarlo cuando ambos guardan silencio cuando Sonic se acerca al azabache y lo mira con un poco de ternura.  

—Toma —le dice entregándole un pedazo de fruta—. Pensé que querrías comer algo y la señorita Amy me dio esto.  

Shadow lo mira con asombro. De todas las veces que han interactuado, Sonic nunca le había dado algo para comer.  

—No tengo hambre —le contesta serio, pero nota que su respuesta hace que el semblante de Sonic se arrugue y bajé la mirada— es que creo que debes comerlo porque eso te ayudará —agrega provocando que el erizo le vuelva a mirar.  

Sonic asiente y se aleja.  

—¿Ves? Sonic confía más en ti.  

Odia que tenga razón. 

—Tails no creo que sea buena idea que lo tenga que cuidar…  

—Shadow, tú más que nadie sabes lo horrible que es despertar y no recordar nada…  Imagina a Sonic —intenta que el otro entre en razón. 

El azabache se mantuvo en silencio. Desvió la mirada al azul que se veía como un niño pequeño. Claro que sabía lo que se sentía despertar y no recordar quién eres o peor, su vida pasada. Jamás imaginó que su rival tendría que pasar por lo mismo, no después de la última batalla en donde Sonic intentó ayudarlo, pero su necedad fue mayor y fue contagiado por un virus.  

—Solo porque le debo un favor —accedió sin muchos ánimos— no quiero malos entendidos después de que vuelva a la normalidad. 

Tails asintió mientras movía sus colas.  

—De acuerdo, con los resultados obtenidos voy a investigar y veré que otros estudios puedo hacer para ayudar a recuperar su memoria.  

Shadow no se mostraba para nada fascinado de la idea de tener que cuidar a Sonic. Tails se acercó hasta el erizo mientras sonreía.  

—¿Sonic cómo te sientes? 

—Un poco confuso y me duele la cabeza. 

—Es a causa de los lentes. No te preocupes, con el tiempo te adaptarás. Ahora quiero que todo lo que te ocurra se lo puedas contar a Shadow, ya que él te cuidará mientras encontramos la forma para ayudarte.  

—Oh entiendo, lo haré —se emociona.  

—Bien, es momento de irnos —dice Shadow caminando.  

Sonic se incorpora mientras lo sigue por detrás y toma la mano del erizo. Shadow se frena de golpe mientras voltea a ver a Sonic y este solo le sonríe.  

—Te veré en unos días Sonic —se despide Tails—. Cuídate mucho.  

El azul sonríe mientras se despide de ambos.  


Un cerrojo cede cuando la llave es insertada en él, una puerta se abre mientras dos sujetos entran. Shadow enciende las luces de su apartamento mientras Sonic queda impresionado.  

—¿Aquí es donde vives? —su rostro está lleno de asombro, como si nunca haya visto una casa antes. 

«Corrección, es que nunca ha visto un apartamento o al menos no lo recuerda» 

—En teoría, pero casi no uso este lugar, de vez en cuando estoy aquí.  

Sonic camina con pena hasta sentarse en un sillón, el apartamento es pequeño, recatado y minimalista. En la entrada se podía apreciar la sala de estar, a un costado la cocina y comedor, al otro lado había un estudio con varios libros y delante de él, un pasillo donde seguramente habría dos o tres habitaciones más. Sus ojos esmeraldas apreciaron cada detalle pequeño, tan bien acomodado luego desvió su atención a Shadow que se metió en el pasillo y luego a una habitación. Con curiosidad se incorporó mientras observaba a su alrededor, logró visualizar unas fotos en la repisa y pared, se acercó para verlas. Allí estaba Shadow junto a una chica y algo metálico, se veía molesto; en otra foto estaba Shadow al lado de otros chicos, allí estaba el zorro y la chica rosa junto con otros desconocidos; Sonic se mostró confuso cuando vio que había un marco vacío o eso parecía, pero si observa bien se percató que había una fotografía doblada. La curiosidad le empezó a pedir que viera esa foto, pero antes de siquiera tocarla escuchó los pasos del erizo sobre el pasillo.  

—¿Qué haces? —le pregunta Shadow acercándose hasta él.  

El azul se mostró un poco asustado.  

—¡Solo veía! —se excusó.  

Shadow se acercó y frunció la cara al ver las fotos.  

—No las he puesto, seguramente Rouge entró y las enmarco —dice dispuesto a quitarlas.  

—¿Quiénes son ellos? —le cuestiona Sonic.  

Shadow le vio un poco irritado, pero al mismo tiempo se recordó a sí mismo de lo que Sonic estaba padeciendo. 

—Ella es Rouge —le señala a la chica murciélago— le encantan las joyas y todo lo que brille —menciona sin gracia, luego señala al robot— él es Omega, es un robot, su misión es vigilar que las cosas estén en orden o al menos eso dice —le explica.  

Sonic toma el cuadro y lo admira.  

—¿Son tus amigos? 

Shadow le mira intrigado.  

—Eh…  

—¿Ellos quiénes son? Solo reconozco a Tails y a la señorita rosa —dice intrigado y desviando la conversación.  

—Allí está Knuckles, es el equidna rojo, tiene mucha fuerza, pero muy poco cerebro —se burla disimuladamente—; luego esta Silver que viene de un lugar muy lejano junto a Blaze, ella es una princesa, hace tiempo la ayudaste; luego está Cream y Vainilla, ellas son madre e hija; y por último el team Chaotix, Espio, Vector y Charmy, los tipos solo sirven para meterse en donde no los llaman —dice con una sonrisa burlona—. Todos ellos son tus amigos.  

Sonic se muestra impresionado mientras admira la foto.  

—Son muchos…  

—Y los que faltan mencionar…  

A Sonic le pareció curioso que todos los que Shadow mencionó estuvieran presentes menos el azabache.  

—¿Y dónde estás tú? ¿Por qué no hay fotos juntos? ¿Tú y yo, somos amigos? 

Shadow quedó desconcertado de la pregunta, no supo qué decir. Sonic se veía tan interesado en que le dijera algo, pero… el sonido de su comunicador lo salvó de dar explicaciones que no estaba seguro pudiera dar.  

—Tails —le contestó alejándose de Sonic.  

—Olvidé decirte algo, Sonic se encuentra en un estado delicado con respecto a sus emociones, cualquier emoción demasiado fuerte podría afectar su cuadro clínico y por ende a su memoria, debemos cuidar de su salud mental.  

—Entiendo… menos mal me has dicho eso a tiempo —le dice. 

—Gracias por cuidarlo —le menciona por último el zorro. 

Shadow corta mientras voltea a ver a Sonic y nota que se abraza a sí mismo.  

—¿Qué sucede? ¿No te sientes bien?  

—Lo siento es solo que no me gusta estar así… —señala su pecho— es incómodo.  

—Te refieres a no usar nada para cubrirlo.  

Sonic asiente con pena. Shadow piensa en algo.  

—Ven —le pide guiándolo.   

Ambos pasan por el pasillo mientras Shadow se detiene en la última puerta y la abre. Enciende las luces y muestra una recámara. Le pide a Sonic que entre y lo espere en la cama.  

—Creo que esto funcionará —le dice regresando y entregándole una playera de azul oscuro. Sonic la toma y se la pone mientras la acomoda—. ¿Mejor?  

Sonic asiente rápidamente.  

—Sí, es mucho mejor. Me sentía desnudo sin usar ropa.  

Shadow analiza lo que el otro le dice, se muestra extrañado de su comportamiento, ya que el Sonic que conoce nunca mostró vergüenza por usar o no ropa.  

—No tengo muchas, pero conseguiré otras —le dice—, a partir de hoy esta será tu habitación, tiene baño y ducha así que puedes asearte como quieras.  

Sonic le mira con pena.  

—Gracias —le agradeció con pena.  

Shadow estaba listo para irse cuando un sonido en particular lo detiene y ese sonido provenía del estómago del erizo.  

—¿Tienes hambre? —le pregunta el azabache.  

El rostro de Sonic se volvió tan rojo como los tomates.  

—¡Lo siento mucho!  

El otro solo negó.  

—Creo que tengo algo, déjame ver —le pide mientras sale de la habitación, Sonic se apresura a ir detrás de él a lo que Shadow lo mira extrañado, pero no dice nada, llegan a la cocina y rápidamente se dirige a la nevera a buscar algo para hacer, aunque no tiene muchas cosas. Inventa algo que pueda ayudar a sustentar el apetito del erizo y por un momento se avergüenza de no tener nada más que jamón, pan y queso—. Ten —le entrega un pan al erizo mientras le sirve leche fría.  

Sonic lo toma entre sus manos y comienza a comerlo lentamente. Mientras Shadow se sienta a esperar para que termine, el erizo lo mira de reojo por momentos y desvía la mirada cuando el azabache se da cuenta.  

—¿Qué? —le pregunta.  

—¿No tienes hambre? —le cuestiona con vergüenza.  

—No es necesario que coma, no lo necesito a veces lo hago por hobbies.  

Sonic lo mira con asombro.  

—¿Cómo lo haces?  

Shadow se muestra un poco tímido, claro Sonic no recordaba nada de su pasado y menos cosas relacionadas con él. Sería tan extraño volver a hablar con él sobre las cosas que en algún momento los convirtió en enemigos.  

—Es una historia larga de contar…  

—Me gustaría escucharla, claro si quieres contarme.  

Shadow no muestra signos de querer hablar con él sobre ese tema, desvía la mirada para luego enfocarse en otro tema.  

—Tienes que enfocarte en tratar de hacer recordar a tu mente todo lo que puedas.  

Sonic se muestra apenado, seguramente al erizo no le agradó su pregunta.  

—Si… —se limita a contestar mientras termina de comer.  

—Voy a limpiar esto, luego iremos a tu habitación para ayudarte a…  

Shadow se acerca hasta él para recoger el plato y llevarlo al fregadero, pero siente como Sonic se los quita.  

—¿Puedo hacerlo? Digo quiero aprender todo lo que pueda para ayudar.  

Shadow se ve sorprendido, pero luego se relaja.  

—Muy bien creo que es un avance —dice Shadow convencido de que el azul comienza a tratar de recordar— solo ten cuidado con la llave del agua, porque sueles pelear cuando se desperdicia.   

Sonic lo mira con una sonrisa.  

—No puedo recordar absolutamente nada de eso —dice mientras comienza a limpiar lo que utilizó.  

Shadow permanece en silencio mientras se da media vuelta, con pesadez suelta un suspiro y se acaricia la frente.  

—Lamento ser una molestia —escucha la voz débil de Sonic mientras cierra la llave del agua— no es mi intención ser un obstáculo para ti.  

Shadow automáticamente se voltea a verlo.  

—No Sonic, no eres nada de eso. Simplemente estoy cansado, he tenido mucho trabajo y necesito descansar —le explica, aunque se siente ligeramente mal por ello.  

—¿Lo dices en serio? —le pregunta con inocencia.  

Shadow asiente.  

—Mientras estés conmigo no debes sentirte como un obstáculo, al contrario, te ayudaré a recordar todas las cosas que tu mente no puede, pero en este momento solo deseo descansar.  

—¡De acuerdo! Entonces deberías dormir mientras yo me encargo de limpiar —Shadow se detiene a pensar ante esa proposición—. No te preocupes, luego iré a mi habitación —lo tranquiliza Sonic.  

—Bien, pero si necesitas algo. Puedes ir a buscarme.  

Shadow se aleja de él mientras sus párpados pesan. Después del ataque del virus zombot y la intensa búsqueda de Sonic, lo que más deseaba era reponer sus fuerzas.  

—¡Seguro! —le contesta el azul. Al verse solo no puede evitar sonreír tontamente mientras sigue con su tarea.  

Así que él era Sonic y tenía muchos amigos, pensaba. Luego sus ojos se enfocaron en sus manos y no pudo evitar recordar cuando tomó la mano del otro erizo y se sintió tan protegido. Era como si su subconsciente le dijera que estaba seguro con él y que podía confiar en Shadow.  

—Es un chico muy extraño —mencionó más como cariño— espero que podamos… —dice cerrando sus labios y sin querer un sonrojo se forma en sus mejillas—. Shadow…  

[...]
  

—¿Entonces yo soy una especie de héroe?  

Había transcurrido una semana en la cual Shadow se había ausentado de su trabajo en GUN para cuidar a cierto erizo con amnesia. Ambos se encontraban en la cocina mientras el azabache cortaba algunos vegetales.  

—Así es —le contesta mientras rebana una zanahoria— y no cualquier héroe, eres más como una leyenda —le dice con suavidad.  

Sonic tuerce levemente el rostro mientras piensa.  

—No recuerdo nada de eso, y ser una leyenda —se pregunta con una risa nerviosa— realmente lo dudo, no soy tan interesante.  

Shadow termina de cortar la zanahoria y la coloca en otro cuenco para lavarla.  

—Deberías, todo el mundo habla de ti con tanta ilusión —dice sin percatarse que su voz denota un tanto de recelo— tan valiente, extrovertido y lleno de energía.  

Sonic no puede evitar sentirse raro.  

—¿Y tú qué piensas de mí? 

Shadow se detiene en seco cuando escucha esa pregunta.  

—Digo, me hablas de otros, pero qué hay de lo que tú piensas.  

Shadow quedo un momento en silencio mientras veía incrédulo la facilidad con la que Sonic realizaba preguntas un tanto... incómodas de responder. 

—No tengo mucho que decir, solo que en ocasiones eres terco, demasiado ingenuo y en otras… sabio —le contesta después de unos minutos. 

Sonic le mira sutilmente.  

—¿Shadow me puedes contar sobre cómo nos conocimos? Es decir, eres un chico tan misterioso que me asombra que sepas tanto de mí.  

Shadow sonríe levemente.  

—No es como si nuestro encuentro hubiese sido el mejor —dice con ironía— te metí en tantos problemas.  

Sonic se incorpora para ponerse al lado del azabache.  

—¿En qué problemas exactamente?  

Shadow lo mira brevemente y Sonic puede sentir que él no desea hablar de ese tema.  

—¿Se relaciona con tu pasado?  

Shadow suelta un pesado suspiro.  

—En parte… cuando nos conocimos yo acababa —se detiene pensando mejor en cómo explicar su historia—. Soy una forma de vida creada a partir de muchos años de estudio, nací artificialmente y fui dotado de muchas capacidades. Mi hogar era en la colonia espacial Arca, allí nací. Mi propósito era proteger al mundo y ayudar… a una amiga.  

Sonic puede sentir la ligera nostalgia del erizo.  

—¿Ella era muy especial?  

—Ella era la única humana que me enseñó muchas cosas, como por ejemplo cocinar —le dice dirigiéndose a la estufa para poner a cocer los vegetales—. Ella se llamaba María y era tan solo una adolescente cuando murió.  

—Lo siento mucho por eso, yo no creí…  

—No es tu culpa de hecho, no podías hacer nada, eso pasó hace más de cincuenta años.  

Sonic se sobresalta al escuchar aquello.  

—Pero ¡¿qué?! ¡¿Cincuenta años?! —grita mientras cuenta con sus dedos—. ¡¿Eso quiere decir que eres de la tercera edad?! Aunque luces muy joven... 

Shadow se asombra al escuchar eso, sin querer se ríe discretamente. Aun sin recordar Sonic sigue haciendo esos muy malos chistes.   

—Nada puede dañarme Sonic, incluso la vejez es más lenta en mi cuerpo a diferencia de otras formas de vida. 

Sonic abre la boca con asombro.  

—Quieres decir que siempre has tenido —lo señala—. ¡¿Dieciocho años?!  

Shadow tambalea inseguro.  

—Desde ese incidente, en teoría, han pasado más años Sonic. ¿Quizás unos diez o más? No lo recuerdo. 

—Pero ¿qué más sucedió? —insiste el azul en saber más. 

Conoce la insistencia del azul, no tiene remedio.  

—Una organización asaltó el arca, mi hogar y arremetieron contra todos, incluso con María. Todos perecieron a excepción de mí…  

Sonic no puede evitar sentirse mal.  

—Luego me encontraron vagando en algún lugar remoto de la tierra y me encerraron en la colonia con la esperanza de que mi creación fuera tan solo un amargo recuerdo. Pero cincuenta años después, el doctor Ivo Robotnick o como tú le llamas, Dr. Eggman me encontró y resucitó para ayudarlo a conquistar el mundo…   

—¡¿Pasaste encerrado todos esos años?! Rayos no me imagino algo como eso.  

—El doctor me explicó su plan y le hice creer que lo ayudaría, pero era mentira. En mi corazón solo existía el resentimiento y la sed de venganza por asesinar a mi única amiga.  

Sonic sintió una ligera punzada en el pecho.  

—Y allí fue donde nos conocimos, una noche en donde la policía te perseguía porque creían que habías robado una de las esmeraldas del caos. En el momento en que venciste a sus unidades robóticas, aparecí ante ti y me presenté.  

Shadow mueve ligeramente los vegetales.  

—Puedo recordar tu rostro lleno de temor y resentimiento, justo en ese momento nos presentamos —se detiene Shadow mientras con una cuchara prueba la comida— necesita un poco más de tomate.  

Sonic se dirigió a la nevera para sacar algunos mientras escuchaba atentamente la historia.  

—Entonces después de esa noche, nuestros encuentros fueron mucho más frecuentes y las peleas también, no entendías por qué te estaba incriminando y menos como aparecí de la nada. Eso hasta que toda mi fachada cayó y las intenciones ocultas de un plan nacieron.  

Shadow corta el tomate con delicadeza.  

—Casi logré destruir la tierra.  

Sonic no puede evitar tambalearse.  

—¿Y qué lo evito? —susurra Sonic con tanta sutilidad en su voz. 

—Tú.  

—¿Yo? No entiendo como yo podría evitar detenerte.  

—Tu increíble talento para hablar y tus palabras tan llenas de razón me hicieron darme cuenta de que la venganza no era la mejor opción. Había olvidado mi propósito, mi promesa a María.  

Shadow llevó el tomate y lo vertió sobre la comida.  

—Le prometí que protegería al mundo que tanto amaba y de no ser por ti, hubiera cometido la peor locura de todas.  

Sonic se sonroja mientras tartamudea.  

—Se puede decir que, a partir de ese momento, nunca más volví a pensar en la venganza.  

—¿Wow… yo te traje de vuelta? Aún no me lo creo —se ríe— quisiera poder recordar ese momento.  

Shadow prueba nuevamente la comida y se da cuenta de que está perfecta. Apaga la estufa y se dirige a sacar dos platos para servir.  

—Si Sonic —le contesta mientras toma los dos platos y sirve para ambos. Luego se dirige a la mesa.  

—¿Puedo ayudar? —dijo Sonic mientras sacaba dos vasos y se dirigía a la nevera. Por un momento se detiene a pensar.  

Shadow se acerca a la cocina al ver que Sonic no regresa.  

—¿Sonic? —le llama al verlo sacar algo de la nevera.  

—Te gusta… —menciona Sonic volviendo la vista hasta él— el café frío —lo observa con la esperanza de que el azabache lo confirme.  

Shadow se mantiene en silencio mientras no puede evitar sonreír con cierta nostalgia.  

—¿Cómo sabes eso? —le pregunta.  

Sonic ladea la cabeza.  

—Tuve una especie de presentimiento, un recuerdo de algo… una reunión en donde estabas y me dijiste que te gustaba.  

—Sí, hace mucho tiempo, me insististe en participar en una de tus “reuniones de amigos” y cuando todos estaban listos para brindar, acercaste un vaso con jugo de manzana y te rechacé porque no me gustaba. Luego no sé cómo encontraste la bebida que tienes entre manos y se volvió en mi favorita después de esa reunión.  

Sonic admira la bebida y sonríe ampliamente.  

—Oh vaya, no esperaba recordar eso exactamente… —menciona con nervios.  

—Es un pequeño avance, recordar eso —Shadow sin querer sonríe— puedes recordar algo más.  

Sonic trata de pensar y niega.  

—Solo fue un momento y luego no puedo recordar nada más.  

Shadow asiente.  

—Esperemos, pero por ahora es mejor que comas.  

Ambos se dirigen a la mesa y se sientan mientras Sonic sirve las bebidas. Comienzan a comer en silencio, sin mencionar ninguna palabra, a lo que el azul se muestra un poco incómodo. Shadow lo observa y claramente sabe que Sonic no es un ser que esté dotado de paciencia y menos lleno de silencio, es como si toda la energía que posee la liberara por medio de su sentido de humor y su hiperactividad.  

—¿Sucede algo? —pregunta el azabache de golpe y sin medir su tono de voz.  

Sonic se sobresalta mientras lo observa con un poco de pena.  

—No…  

—Sabes que puedes decirme todo lo que ocurre Sonic.  

—Bueno, es solo que me siento un poco incómodo, no sé realmente —Sonic trata de explicarlo— es como si quisiera escapar, ir a algún lugar y a la vez no… yo lo siento no entiendo que sucede conmigo.  

Shadow coloca sus brazos sobre la mesa.  

—Has pasado una semana encerrado, lo que tienes es perfectamente válido —su mirada rojiza se enfoca en esas esmeraldas que brillaban con destellos de no entender lo que sucedía—. Tails me dijo que necesitas liberar esa energía acumulada después de un periodo de abstinencia, por eso siempre estabas metido en los campos, bosques y demás lugares en donde te sintieras libre. Después de cenar iremos a algún lugar para ayudarte…  

Sonic se muestra frágil con él cuando escucha sus palabras.  

—Yo… lo siento, simplemente no puedo controlarme.  

Shadow reanuda su comida.  

—Lo que sientes son síntomas de ansiedad.  

—Vaya, realmente sabes mucho de mí —menciona un poco más intrigado—. De seguro éramos muy buenos amigos —menciona como broma.  

Shadow guarda silencio.  

—Me daré una ducha mientras terminas y luego saldremos.  

Sonic vio como el azabache se levantaba y se alejaba de la cocina. Era extraño, sentía como si sus palabras hubieran causado un malestar en el otro. Se detuvo a pensar detalladamente en qué pudo haber dicho, pero sin más el apetito también se marchó con Shadow.  

No recordaba cuándo había sido la última vez que sintió como la brisa nocturna acariciaba su rostro. Como si el frío fuera reconfortante para su piel, sintió un respigo en la espalda cuando observó delante de él la gran ciudad en donde vivía y aun así no la recordaba. El aire llenaba sus pulmones, sus púas se movían y sus piernas sobre la hierba se sentían tan extrañamente bien. Sonic admiraba cómo el mundo nocturno se mostraba tan minuciosamente tranquilo. El pasto se movía al son de alguna canción que el viento tocaba como capricho y su corazón se mostraba tan latente cuando regresó en sí para ver que Shadow estaba a su lado.  

Como un guardián, el azabache se mantenía firme, con el rostro enfocado al mismo lugar en donde sus ojos veían. Sonic lo veía por momentos y luego desviaba la mirada, por su mente se formaban muchas preguntas las cuales eran difíciles de responder considerando que no tenía idea de su pasado. Pero siempre era la misma cuestión, por qué Shadow parecía evitar contestar la pregunta que siempre le hacía.  

—El silencio no es algo propio de ti —escucha hablar al erizo.  

Sonic suelta un leve quejido.  

—Yo… no quería molestar.  

—Desde la cena estás muy callado.  

Sonic no puede evitar soltar un suspiro melancólico.   

—Solo pensaba en ti —dice sin percatarse en sus palabras.  

Aquello hizo que Shadow abriera los ojos con asombro y se moviera levemente de su lugar.   

—¿Qué?  

Sonic se dio cuenta de que sus palabras quizá no habían sido las mejores.  

—¡Perdón no quise decirlo de alguna manera rara, solo! —se excusa poniéndose de pie mientras suspira—. Solo quisiera saber cómo es que sabes tanto de mí, pero… no me has dicho si somos amigos.  

Shadow carraspea.

—Sonic…  

—Sabes muchas cosas de mí, quizás muy difíciles de saber, pero no me puedes responder eso.  

—Siempre quisiste que fuéramos amigos, pero nunca te vi como uno realmente —dijo con sinceridad. Pudo ver como el rostro de Sonic se bajoneo ante su respuesta—, pero a pesar de ello, me has acompañado en muchas cosas, me has enseñado otras, no puedo decir que somos amigos porque nunca nos hemos tratado como eso, pero si ambos necesitamos ayuda, no dudamos en hacer nuestro mayor esfuerzo —su mirada se dirige al erizo que le mira incrédulo— como por ejemplo cuidar de ti hasta que recuerdes quién eres.  

Por un momento Sonic sintió una calidez en esas palabras, como si su corazón supiera que las palabras de Shadow eran sinceras. A pesar de que quizás no era la respuesta que necesitaba, era la justa y la mejor aceptada. Sonríe ampliamente mientras al verse envuelto en ese calor tan familiar, era la primera vez que lo sentía, pero fue tan familiar.

—Entonces nunca tuvimos la oportunidad de ser amigos —repite Sonic extrañamente feliz— pues bien. ¡Justo en este momento podemos ser amigos!  

Shadow le mira desconcertado.  

—Sonic no creo que eso…  

El azul se incorpora de su lugar con una sonrisa.  

—Eso es, seremos amigos —voltea a verlo— entonces cuando recuerde todo, ya no será un problema pasar tiempo juntos.  

Shadow le vio tan impactado por sus palabras, este Sonic era un verdadero enigma. Soltó un fuerte suspiro. ¿Realmente Sonic estaba consciente de lo que estaba diciendo? Ni siquiera lo conocía lo suficiente y ya estaba tomando decisiones sobre ellos dos.   

—Ya lo veremos erizo —finaliza.  

Aquellos ojos esmeraldas brillaron muy parecidos al pasado cuando se tomaba sus palabras como reto.   

[...]

Algunas semanas más habían pasado y derivado de la convivencia de ciertos erizos, ambos habían logrado entenderse un poco más. Sonic permanecía en casa de Shadow la mayor parte del día y por las noches ambos salían a pasear, cuando no había tantos transeúntes cerca que acosarán al azul. 

Sonic se desesperaba cada día, deseaba con todas sus fuerzas que la noche llegará tan pronto como sus antiguos recuerdos, cosa que aún parecía lejana. En esos días había logrado recordar algunas pequeñas cosas, parte del trabajo de Tails, al equidna que Shadow le había contado y un extraño señor con sobrepeso. 

Sonic sonrío ante ese recuerdo, en especial porque fue en un momento tan extraño. 

Ambos estaban en la cocina mientras Shadow le enseñaba a Sonic a cocinar algo sencillo. Shadow cogía algunas cosas mientras Sonic movía los alimentos. 

—Bien, ahora debemos aplicar algunos huevos y esperar que se cocinen —le menciona el azabache. 

Sonic asiente con rapidez se acerca hasta una canasta en donde estaban los insumos, toma unos cuantos y de nuevo se queda pensativo. Shadow se percata de ello y sabiendo que eso sucede cuando Sonic tiene esas especies de flashes se acerca para asegurarse que esté bien. 

—¿Sonic? —lo llama mientras le quita los huevos. 

El azul vuelve en sí mientras lo mira con el rostro sumamente intrigado. 

—Hay un señor, con un bigote muy extraño, le gusta el látex —menciona mientras se muestra incrédulo—. ¿Con sobrepeso?

Ante esas palabras Shadow no puede evitar lanzar una risa divertida. 

—Eggman —le dice mientras le muestra un huevo— es el villano que te mencioné tiempo atrás —confirma sonriéndole— no puedo creer como vino a tu mente el doctor.

Sonic no sabía cómo, pero ver reír a Shadow le hizo sentirse feliz. 

—No tengo la menor idea —se excusa con diversión. 

Ambos erizos siguieron con sus tareas hasta que aquello solamente se volvió en un recuerdo. 

[...]

Sonic arreglaba algunas cosas en la casa de Shadow mientras esperaba que el erizo regresará de donde sea que haya ido. Según él Shadow salió muy temprano y solo dejó una nota en donde le explicaba que volvería por la noche. Sonic sin mayor cosa que hacer, se dedicó a tratar de ordenar algunos objetos, aunque eran pocos, más que solo se encontraban llenos de polvo. 

Movió algunas fotografías y sin querer un marco cayó al suelo. 

—¡Oh no! —se asustó mientras se encogió para recogerlo— debo tener más cuidado —dijo al ver que un seguro se había liberado. 

Pudo ver que el marco pertenecía a una foto grupal en donde Shadow no aparecía con él, extrañamente el erizo nunca retiró las fotos que desde el primer día encontró y esa no estaba, o no lo recordaba con claridad. Los ojos de Sonic se llenan de intriga mientras se sentaba en el sillón para apreciar la foto. 

Con mucho cuidado quita los demás seguros hasta que la foto queda libre, pero su rostro se revela estupefacto. Detrás de la foto existía otra minuciosamente pegada, con sus dedos la va retirando hasta que finalmente logra desprender la foto oculta. 

Su rostro vuelve a mostrar incertidumbre, en la foto se puede apreciar a él y Shadow. El erizo negro parecía molesto y con una postura rígida a su lado mientras que él le sacaba la lengua y posaba con mucha naturalidad a su costado. 

—Pero Shadow dijo que no teníamos fotos juntos —susurro confundido por aquello— y por qué está oculta. 

Sonic lentamente se ve lleno de más intriga. Aquel descubrimiento significaba tan solo una cosa. Shadow podría tener más fotos de ellos dos. Cogió la foto y la guardó, luego volvió a cerrar los seguros de la otra y la dejó en dónde estaba. 

¿Por qué Shadow tenía una foto de ambos oculta?

Se sintió aún más lleno de euforia y más cuando algo en su interior se removió. Sus mejillas se sonrojaron al recordar al erizo negro. Hace unos días se había comenzado a sentir en una especie de enfermedad, no entendía de qué se trataba y le daba miedo decirle a Shadow, ya que él era el responsable de aquello. 

Rápidamente se dirigió a su habitación y escondió la foto debajo del colchón de la cama, en algún momento buscaría más pistas. Volvió a la sala y tan solo unos pocos minutos después la puerta se abrió. 

—¿Sonic? —le menciona Shadow al ver como el azul se detenía. 

—¡Bienvenido! —lo recibe mientras finge que allí no había pasado nada—. ¿Cómo te fue a dónde quiera que hayas ido?

Shadow deja de lado aquella extraña actitud y cierra la puerta detrás de él. 

—Tuve que hacer unos trabajos, pero ya estoy libre y me temo que debemos ir con Tails —le comenta mientras camina a la cocina. Sonic lo sigue unos pasos por detrás— quiere revisar tu progreso. 

Sonic hace un puchero, pero luego algo se le ocurre, un plan. 

—¡Oh sí, me gustaría ir con él! —exclama emocionado. 

Shadow lo mira confundido. 

—Hace unos días te daba miedo, a qué se debe ese cambio —le cuestiona. 

Sonic sonríe lleno de pánico. 

—Bueno es que ahora que lo recuerdo tan solo un poco más me gustaría hablar con él y que me cuente algunas cosas que solíamos hacer —le contestó con timidez. 

Shadow opta por no hacer más preguntas, simplemente deja de lado ese tema y le pide al erizo que se prepare. Por un momento se dirige a su habitación, a lo que Sonic le sigue con la mirada, pero Shadow no se tarda absolutamente y regresa con él. Sonic lo mira un poco intrigado y más cuando algo brillante reluce en sus manos. 

—¿Qué es eso?

Shadow alza una esmeralda de color verde y se la muestra. 

—Es una esmeralda del caos, existen siete de diferentes colores y nos va a ayudar a llegar con Tails —le contesta de lo más natural.

El otro la toma entre sus manos para verla mejor. Es un objeto tan brillante y bonito, es tan curioso su brillo, como si tuviera su propia luz. 

—¿Cómo se supone que lo haga? Es solo una bonita piedra —le dice sin creerle. 

Shadow sonríe engreído, toma a Sonic de la mano y lo acerca a él. Antes de pronunciar… 

—¡Control caos!

Un destello aparece en medio de un campo de flores, dos erizos aparecen por arte de magia. Sonic se marea levemente y se sostiene de los brazos de Shadow. 

—¿Sonic? —lo llama el erizo preocupado al verlo débil. 

—Lo siento, pero eso me provocó mareos —le contesta— es como si hubiera recibido un fuerte golpe en la cabeza —se sujeta su propia cabeza.

Shadow le observa con una leve preocupación. 

—Fue mi culpa, quizás la energía del caos te haya provocado eso… —por un momento piensa—, pero sería muy contradictorio, ya que tú también puedes usarlo —se cuestiona sin comprenderlo.

Sonic se aferra a él y le observa sin entender. 

—¿Yo? ¡No creo que sea capaz de poder hacer algo como eso! Es demasiado increíble.

Shadow sonríe al escucharlo. 

—Has hecho más cosas que me han dejado sorprendido, créeme Sonic. 

El azul se sonroja cuando escucha las palabras del azabache. Sus manos sudan levemente y se queda sin palabras para decir. 

—¡Shadow! —escucha como lo llama un chico, el vetado voltea a ver unos metros por delante y se da cuenta del zorro que corría hasta él, se detiene cuando llega a su encuentro—. ¡Sabía que eras tú! Menos mal he logrado registrar las firmas del caos de ambos. 

Shadow suelta sutilmente a Sonic para dirigirse al zorro, ante ello el azul siente un vacío inexplicable en su pecho y como si aquello le provocará dolor. 

—Estoy aquí por la revisión de Sonic —le explica— y también para relacionar algunos eventos. 

El azul se acerca mientras no puede evitar sentirse nervioso. 

—¡Sonic, bienvenido! —lo saluda el menor—. ¿Cómo te has sentido? Estoy listo para revisarte y mostrar los avances que te ayuden a recordar. 

El azul baja la mirada y Tails puede entender algo que solo Sonic y él compartían. 

—Ven Sonic —le sujeta de la mano a lo que el azul se deja guiar de él. 

... Y algunos minutos después… 

Tails le pidió a Shadow que dejase a Sonic con él para revisarlo con mayor comodidad. El veteado se mostró un poco preocupado debido a que Sonic siempre solicitaba que estuviera a su lado, pero en ese momento Sonic también le pidió que le dejase con el menor. 

—Bien Sonic, estoy aquí para ayudarte —le dice Tails después de revisarlo. El azul se mantiene tímido y con el rostro bajo. Estaba recostado en una camilla mientras esperaba que el otro hablase. Tails era quien más lo conocía y podía saber que algo andaba mal con el erizo—. Sonic, puedes decirme lo que sea que te ocurra… 

—¿Somos amigos, cierto? Aunque no lo recuerdo… 

—Claro Sonic —le confirma— siempre hablábamos de cosas importantes, de aquellas que nos avergonzaban y bueno… creo que éramos más que amigos, éramos hermanos. Siempre que te sentías atrapado en una situación me contabas sin importar que tan vergonzoso fuera y ambos buscábamos una solución, sin importar qué… 

Sonic le mira a los ojos. 

—No sé qué me ocurre… estoy muy asustado —confiesa encogiéndose.

—¿Qué te asusta Sonic? —Tails trata de mostrarse tranquilo.

—Shadow… 

Tails se muestra tenso. 

—¿Él te ha hecho daño? —lo cuestiona ligeramente preocupado. 

—No, él es… por favor él ha sido muy bueno conmigo, paciente, me ha enseñado muchas cosas, es atento, me cuida de todo peligro… pero hay algo en mí que me asusta. 

Tails lo escucha en silencio. 

—Desde hace unas semanas me he sentido ligeramente nervioso cuando estoy a su lado, pienso más de lo que debería en él y… —se quedó en silencio unos segundos—, no entiendo que me pasa. 

Tails analiza lo que ha escuchado y sonríe ligeramente. Toma las manos del erizo y le mira a los ojos. 

—Hace tiempo viniste a mí con un secreto que hasta el día de hoy he guardado. Creo que es lo que te pasa y no es una enfermedad ni nada malo. Es solo que siento esto como un dejavu… 

Sonic le mira sin entender. 

—Me dijiste que estabas enamorado de alguien y que eso llevaba mucho tiempo, que no sabías exactamente desde cuándo, pero que ya no soportabas más. Te pregunté quién era tu amor y tú… —Tails se queda en silencio—. Me dijiste que era Shadow… claro al principio fue extraño, pero luego pude entender por qué. 

El rostro de Sonic quedó estupefacto ante esa revelación. 

—¿Estoy enamorado de Shadow? No lo recuerdo… —dice nervioso. 

—Tu mente borró esos recuerdos y probablemente también bloqueó tus sentimientos, pero al pasar tiempo con él, volvieron a nacer y eso es lo que sientes. 

La pena era tan evidente en él, que no pudo sostener la mirada ante su hermano. 

—¿Y él sentirá algo por mí? —le pregunta con esperanza. 

—Es algo que nunca describimos porque te aterraba su rechazo, en especial porque comenzaban a tener una amistad —le cuenta. 

—Tails esto me mata, en especial porque él es tan… 

—¿Perfecto? ¡Sonic suenas igual a cuando me lo confesaste! —se ríe el hermano—, es extraño escucharte hablar de la misma manera. 

El azul se ríe ligeramente. 

—¿Sueno igual a como era antes?

—Totalmente… —le guiña el ojo. 

—Tails, me gustaría… saber qué es lo que Shadow piensa me llena de emoción, pero me da tanto miedo al mismo tiempo. 

Su hermano lo toma de las manos y hace que sus ojos lo miren. 

—Te diré lo mismo que dije hace tiempo atrás. Si te lo propones lo puedes saber, pero tendrás que hacer cosas para que él te lo diga. 

—¿Te refieres a conquistarlo? 

—¿Si bueno, así funcionan esas cosas no? La verdad no tengo idea en esos temas —le confiesa con pena.

—No estoy seguro de cómo hacerlo, en especial cuando no recuerdo mucho. 

Tails se incorpora para buscar algo entre sus cosas. Luego se acerca al azul y le entrega un libro. 

—No sé si esto pueda servir, ya que no tengo idea de cómo enamorar a alguien. 

Mientras ambos hablaban Shadow ingresa a la habitación y los chicos se quedan en silencio. 

—¿Interrumpo algo? —los cuestiona al verlos sospechosos. 

Sonic se muestra levemente nervioso. 

—Una conversación entre hermanos, le decía a Sonic que hice unos apuntes en el cuaderno que se llevará con datos que le podrían ayudar —le dice Tails— datos muy personales que pueden ayudarlo —hace énfasis para definir la prioridad de ese libro. 

Shadow guarda silencio. 

—Bien… tenemos que irnos.

—Ha sido un placer tenerte de nuevo Sonic —se acerca su hermano— tenemos un avance —lo motiva— sigue así. 

Sonic asiente con entusiasmo. 

—Y Shadow, gracias por cuidarlo. 

El oscuro asiente mientras se da media vuelta para salir. Tails se despide del azul sin antes darle sus buenos deseos. 

—Lo lograrás Sonic —susurra cuando ve como los erizos se marchan.































Y arrancamos con esta nueva obra uwu la cual tendrá 3 capítulos en su totalidad ✨ espero que la puedan disfrutar y sea de su agrado ❤️‍🩹
La próxima publicación se hará el día lunes y el viernes tendremos el desenlace, así que paciencia 🐙~

Nos leemos después~ 😻

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