|| c u a t r o ||
— ¿Así?
—Sí, cariño, te quedó muy bien —dijo mamá a través de la videollamada.
— ¿Cuándo empezarán a crecer?
—Paciencia —se rió de mí—. Después de cuatro o cinco semanas empezarán a salir sus primeros tallos colgantes, pero debes regarlas como te indiqué y siempre en la noche para que aprovechen el agua.
—No sé si tendré tanta paciencia como para esperar.
—Tranquilo, verás que te sentirás muy bien cuando broten las primeras ramas. Cuando mi primera planta de fresas empezó a crecer, sentí tanta felicidad como cuando te salió tu primer dientito, mi amor.
— ¿Entonces soy tan importante como un brote o es que tus plantas ya son más importantes que yo?
—Quítate ese papelito de reina del drama porque no te queda —y me sacó la lengua, riéndose como siempre—. Me refiero a que cuando cuidas algo y ves que empieza a dar frutos, sientes una satisfacción enorme y es una emoción muy bonita porque empiezas a ponerle más empeño y amor.
— ¿Y si mejor dejo la psicología y me dedico a montar mi propio vivero como tú?
—Cuando me enseñes tus primeras fresas, entonces yo decidiré eso —entonces, papá se unió a ella en la videollamada.
Al parecer había llegado de sorpresa y mamá no lo esperaba en su vivero, pero luego de una linda conversación de tres, colgamos y me metí a la casa para darme una ducha.
Tenía las manos llenas de tierra y un poco en la nariz, pero me encontraba muy emocionado porque recién había montado mi jardín vertical que mamá me dejó cuando me ayudaron a mudarme.
A decir verdad, nunca he sido tan fan de las plantas, ni siquiera porque mamá tiene su vivero y prácticamente crecí aprendiéndome el nombre de cada una y reconociendo sus olores. Sin embargo, soy alérgico a ellas. El polen me hace estornudar sin parar por una hora mínimo.
Pero junto con mamá descubrimos que una de las pocas plantas que no me producen alergia, es la de fresas, así que cuando le dije que quería ocuparme de algunas cuantas, rápidamente preparó todo y me enseñó a plantarlas.
Me sentí un poco culpable por haber tenido a la pobre plantita en una bolsa durante toda mi primera semana, pero cuando la coloqué en una maceta logré tener esa sensación de responsabilidad y satisfacción de la que mamá tanto me habló.
Ya solo faltaba cuidar bien esa planta y rogar por que no se me secara antes de salirle su primera flor.
Sé que JiMin dijo que solo sería una película en la sala, pero no pude evitar sentirme nervioso como si se tratara de una cita.
El problema, reitero, era que JiMin me parecía demasiado atractivo y sin duda tener la oportunidad de conocerlo un poco más excitaba increíblemente mi necesidad de información. Porque sí, quería saberlo todo sobre él y su familia, estaban latentes en mí todas esas clásicas dudas que los psicólogos hacen en una entrevista inicial.
Lo que dicen es cierto: una vez que empiezas a estudiar esta carrera, tu vida cambia porque ya no puedes ver a las personas de la misma manera. Y tratándose de conocer a una persona por primera vez, es como si hiciera una entrevista clínica para explorar a fondo cada aspecto de su vida. En mi mente, ya estaba formulándome los primeros elementos de su familiograma* y construyendo algunas hipótesis.
Pero, por otro lado, yo solo era su roomie y tenía que comportarme como tal. Porque el hecho de hacer preguntas profundas que nos llevaran a hablar de sus problemas, podría llevarnos a que me pida "consejos" y entonces él me utilizaría y yo ya no me sentiría cómodo.
Así que decidí que solo preguntaría lo esencial en caso de que la conversación se abriera. Y si no, ya después tendríamos la confianza suficiente para hablar.
Rogaba, poniéndome de rodillas, figuradamente hablando, y con mis manos unidas en forma de súplica, para que en esa primera noche de películas él decidiera confiar en mí y nos convirtiéramos en buenos amigos.
Incluso pensé en varias maneras de establecer un rapport* con él sin sonar demasiado entrometido o forzado...
¿Y por qué quería saber todo eso? Bueno, le di vueltas al asunto todo el día, mientras limpiaba, mientras comía, mientras plantaba mis fresas...
Y aunque intenté negarlo, regresé a mi planteamiento inicial: Park JiMin me parecía muy atractivo, pero no estaba seguro si en forma romántica, sexual o ambas. No sabía si se debía a que el primer encuentro dio justo en mi debilidad o porque su personalidad altiva y segura me flechó.
Lo otro que rogué, fue que no llevara su imbecilidad a otro nivel o me iba a dejar de agradar de inmediato, no solo de forma romántica, sino como amigo.
Porque yo soy quisquilloso: si una persona que me gusta hace algo que me desagrada en absoluto, simplemente mi corazón la cancela y tomo mi distancia.
Sin embargo, puedo llegar a engancharme aunque me haga daño... justo como ya me pasó con un par de novios que me hicieron mucho daño pero yo seguía ahí ciegamente enamorado...
¿Pero para qué darle tantas vueltas al asunto? Yo, por ningún motivo, podía enredarme de esa manera tan intensa con un roomie, sería demasiado incómodo.
Pequeño glosario:
*Familiograma: Es una imagen de las relaciones familiares en donde se visualiza la historia de una persona. Va más allá de un árbol genealógico tradicional, el cual permite a los creadores visualizar patrones y factores psicológicos que afectan las relaciones.
*Rapport: Es el fenómeno en el que dos o más personas sienten que están en "sintonía" psicológica y emocional, porque se sienten similares o se relacionan bien entre sí. El rapport se establece comúnmente en la introducción terapéutica o en cierta situación social que amerite un estímulo y a la vez un intercambio de información, en ello se establece su base psicológica.
Realmente nunca he sido fanático de ver películas nuevas, generalmente siempre veo lo mismo y solamente puedo variar en mi repertorio cuando alguien más elige. Además, no me gusta ser quien dé las opciones porque pueden pasar dos cosas: que la persona acepte pero se aburra en el transcurso de la película, o que simplemente se niegue a verla y elija otra cosa.
Y, para mi tranquilidad, JiMin ya sabía exactamente qué película quería ver. Ni siquiera tuve que preguntarle. En cuanto llegó del trabajo, se tiró cómodamente en el sillón y dijo:
—Veremos Django Unchained* —resopló de cansancio y extendió sus brazos y piernas a lo largo y ancho del mullido sillón naranja.
— ¿Y esa de qué trata?
—No preguntes, solo gózalo —bromeó—. Es de Quentin Tarantino, con eso basta para saber que es buena.
Aparentemente, ahí tenía junto a mí un aficionado. La verdad, me alegraba que él fuera un conocedor del cine porque así yo no tendría que elegir las películas nunca.
—Bien, levanta tu culo porque iremos a comprar alcohol y ramen instantáneo.
Y bueno, obedecí sonriente y lo seguí. Fuimos a la tiendita más cercana, ahí fue donde empecé a descubrir el tipo de cosas que le gustaban: cerveza simple de una marca no muy costosa, ramen muy picante, dulces ácidos y chocolates.
Sí, todo eso compró para ver la película. Yo opté solo por comprar frituras, mi cerveza igual a la de él y un ramen no tan picante, porque no tolero tanto picor en un alimento.
Luego de que compramos el alcohol y la comida, fuimos a la cocina para preparar todo. Y mientras los fideos se hacían nadando en agua hirviendo dentro de su recipiente, yo lavaba mis trastes que dejé sucios en la tarde, él se preparaba su cerveza con limón en un vaso grande y, de pronto, empezó a hacer preguntas...
— ¿Y qué tanto hiciste hoy tú solo?
—Jardinería —contesté algo inseguro—. ¿Te gustan las plantas?
—No, soy alérgico al polen.
— ¿En serio? Yo también —reí un poco y me sonrojé.
Me sentí algo tonto por pensar que era lindo tener cosas en común, como el tipo de cerveza y la alergia al polen.
— ¿Y entonces cómo es que estás haciendo jardinería, si eres alérgico?
—Es que el tipo de planta que puse no me genera alergia, puse una fresa bebé en el patio, en unas macetas que se llaman "jardín vertical".
— ¿En serio? ¡Me encantan las fresas! Tal vez cuando nazcan, puedas hacerme un licuado con ellas.
—Por supuesto, y también podemos hacer postres...
—Qué buena idea —y, de la nada, me rodeó con su brazo cuando yo estaba terminando de enjuagar la última cuchara—. Creo que vamos a llevarnos muy bien. ¿Te gusta cocinar?
Oh no... ahí estaba la primera cosa discordante entre nosotros...
—No mucho —cerré la llave y me sequé con una toalla de cocina—. No tengo creatividad para la cocina y soy perezoso para eso. Cocino cosas muy simples y eso solo porque mi mamá me las enseñó.
—Bueno, entonces no te preocupes, niño de mami, porque puedo cocinar yo, si quieres. Seré tu nueva mamá.
Bueno, ignoré ese comentario estereotipado sobre el rol de una madre...
— ¿En serio? —Lo miré con sorpresa. Su brazo seguía sobre mis hombros y nuestros rostros estaban muy cerca...
Su olor fresco a lilas me daba tranquilidad, pero su calor simplemente me aceleraba el corazón.
—Sí, no tengo problema con eso, a decir verdad me alegra que nos conociéramos porque con SeoJoon no puedo llevarme así.
—Por cierto, ¿dónde está?
—Ni idea —se encogió de hombros—. Normalmente llega a las seis o siete, pero como ahora trae un ligue, probablemente esté con él.
— ¿Crees que lo traiga?
—Espero que no —torció los ojos—. No quiero escucharlo gemir, qué desagradable.
—Tienes razón, sería incómodo —reí un poco—. También me alegra que nos estemos llevando bien, por cierto.
—Bueno, ya cállate y trae tu culo sucio a la sala, jovencito, pondré la película. Trae tus cosas y no derrames el caldo de los fideos.
Y bueno... ¿Por qué de pronto actuaba como una mamá gruñona? No tenía ni puta idea, pero me parecía gracioso aunque me molestara su estereotipo sobre las madres.
Decidí que podía ignorar eso de momento, así que tomé mi cerveza con una mano y con la otra, mi tazón de ramen, con cuidado de no derramar nada.
Colocamos todo en la pequeña mesita provisional que JiMin puso en el centro y entonces él puso la película. Así, sin comentarios previos, simplemente la reprodujo y prácticamente toda su atención estaba en la pantalla.
Nunca he sido fan de las películas de acción llenas de balazos y sangre, pero no pude negar que la película que JiMin eligió me gustó bastante, tanto como para añadirla a mi lista de películas favoritas.
De vez en cuando, yo lo miraba de reojo porque le escuchaba reír y me daba curiosidad descubrir cómo se veía a media carcajada. Realmente tenía una risa muy contagiosa y sus ojos se hacían pequeñitos entre cada sonrisa. Era una faceta adorable, completamente opuesta a la que había conocido en la mañana.
Entonces, cuando la película terminó, me di cuenta de que estábamos a oscuras y lo único que me permitía ver su rostro, era la luz de afuera que iluminaba el pórtico.
— ¿Te gustó? —Me preguntó, mirándome directamente mientras robaba de mis frituras.
—Sí, no suelo ver películas así, pero esta me agradó bastante.
—Perfecto, mañana hagamos maratón de Quentin Tarantino, entonces.
— ¿No trabajas mañana?
—Sí, pero menos horas, así que tendremos la tarde libre.
—Está bien —sonreí y lo miré directamente, pero al instante me puse nervioso y quise huir—. Voy a recoger la basura...
—Más tarde lo hacemos, no hay prisa —y muy tranquilamente, se recostó en el sillón y subió sus piernas sobre las mías.
Bueno... ahí fue cuando me puse el doble de nervioso porque no conocía las intenciones de esa acción. No sabía si me estaba coqueteando o solo estaba "molestándome" como lo hizo durante el desayuno.
Y él lucía tan natural al respecto, como si yo no fuera un extraño que apenas conoció en la mañana y de quien no sabía muchas cosas. Es decir, no es que me molestara tener sus piernas encima, sino que se me hacía demasiado precipitado.
Pero esa parte de mí que pensaba eso, era la misma que sentía una extraña atracción por JiMin.
— ¿Estás cómodo? —Fue lo único que pude preguntarle. Y, como yo no sabía dónde demonios poner mis brazos, los recargué sobre sus piernas, intentando imitar esa seguridad que él emanaba. Pero él pareció ignorar mi pregunta. En cambio, hizo la suya:
— ¿Sabías que la escena donde Leonardo DiCaprio se corta con un vidrio, fue real?
— ¿En serio? —Bueno, me había sorprendido de verdad. Y agradecía que él hablara, porque yo no sabía por dónde empezar una buena conversación.
— ¡Sí! —y se levantó repentinamente, sentado de piernas cruzadas, mirándome con una emoción casi infantil—. A pesar de que estaba sangrando sin parar, siguieron filmando y cuando cortaron la escena, le aplaudieron por su gran trabajo. Fue tan impresionante que se quedó como parte de la película, incluyendo la parte en la que le llena la cara de sangre a Broomhilda.
—Espera, ¿ya habías visto la película?
—No —rió travieso—. La descubrí porque vi un video sobre las mejores escenas de Leonardo DiCaprio, y todo fue más perfecto cuando descubrí que venía de una película de Tarantino. ¿No es increíblemente profesional ese hombre?
—Sí, ya tengo una razón más para amar a Leonardo —contesté muy naturalmente, sin embargo, sus ojos se agrandaron ante mi comentario.
— ¿Eres gay, YoonGi?
—Ehm... —desvié mi mirada, sintiéndome un poco incómodo—. No se necesita ser gay para amar a Leonardo DiCaprio pero... sí, soy gay.
—Increíble —suspiró—. Es gracioso, ¿no crees? Tal y como decía mi abuela: "Dios los hace y ellos se juntan."
— ¿Qué?
—Es que todos en esta casa somos homosexuales, es gracioso que justo el nuevo roomie lo sea también. La verdad no esperaba que llegara alguien así, el anterior era un hetero empedernido y dejamos de ser amigos cuando se enteró de la realidad, tenía miedo de que lo violáramos o algo así.
— ¿En serio pensaba eso? Qué idiota.
—Sí —volvió a suspirar, pero luego se recostó en el respaldo del sillón y me miró fijamente—. Si te soy sincero, al principio te evitaba porque tenía miedo de que fueras un idiota como el roomie anterior. Pero luego de leer tu notita y de que SeoJoon me regañara por no haberte dado la bienvenida, decidí que te daría el beneficio de la duda. Y la verdad resultó mejor de lo que yo esperaba, SeoJoon tenía razón, eres una buena persona.
—Gracias —sonreí tímidamente—. Y bueno, yo también tenía miedo de ti al principio —le confesé. Total, eso era algo que ya no me molestaba, daba igual si él lo sabía o no—. Como ya sabes, tuve problemas en mi anterior casa porque la vieja era una homofóbica y tenía miedo de sentir ese rechazo de nuevo, no sabía qué clase de persona eras y por eso tardé tanto en acercarme. Me alegra que no seas un idiota homofóbico. Y por cierto, ¿cómo hiciste para lidiar con ese sujeto?
—Me limité a ignorarlo los primeros dos días, pero él no dejaba de mirarme con asco cada vez que coincidíamos en la cocina, así que me harté y le dije que era un maldito enfermo intolerante y que si no le gustaba vivir con gays, mejor se largara a la mierda. Y bueno, no tuve que decírselo dos veces. A la semana siguiente tomó toda su basura y se largó.
—Entonces lo corriste —reí.
—No, él se fue por su propia voluntad. Su maldita intolerancia no era mi problema en absoluto, además nosotros jamás fuimos groseros con él, SeoJoon lo apreciaba mucho y yo también llegué a considerarlo un amigo, pero me alegra que se largara a la mierda —él aparentaba una enorme fortaleza con sus palabras, pero yo sabía bien que escondía cierto dolor en ellas.
Porque yo sé perfectamente, al igual que él, lo que se siente recibir miradas de asco cuando la gente se entera de esas cosas. Es algo que nunca se borra y difícilmente puedes volver a sentir orgullo de ti mismo por mucho tiempo, son heridas profundas que permanecen en el corazón, son miedos que te acechan incluso en tus momentos más felices.
Lo que le dije como consuelo no solo fue parte de mis proyecciones, sino algo que todos hemos sentido alguna vez:
—Debió ser difícil compartir el espacio con esa persona, sentir el rechazo por algo tan importante como tu orientación sexual debe ser doloroso.
—Bueno... —su mirada cambió antes de seguir hablando, poco a poco dibujaba un semblante de tristeza—. La verdad no me extrañó su comportamiento, ya he convivido suficiente con esas personas, así que estoy acostumbrado. Mis mismos padres se comportaron de una manera similar cuando salí del clóset.
Y... ahí estaba, la brecha que yo buscaba para entrar en la tempestad que su vida era, ahí estaba aquello que nos iba a conectar.
— ¿A qué edad saliste? —Hice mi pregunta cuidadosamente, pues no quería que de pronto esto se convirtiera para él en "terapia", yo solo quería conocerlo más.
—A los dieciséis. Yo sabía que me iban a rechazar, siempre fui la oveja negra porque no aspiraba a las mismas cosas que mis hermanas, pero no creí que todo terminaría tan mal. Mi mamá me prohibió ir a la preparatoria cuando se lo dije, así que no la terminé aunque me faltaba poco. Luego me hundí en depresión, no volví a salir de mi cama por alguna semanas y no quería comer, me obligaron porque no querían que me enfermara, pero nunca les importó cómo estaba yo por dentro, solo no querían que muriera de hambre, pero si moría de tristeza les daba igual...
—JiMin... —bueno, no pude evitar sentirme muy triste por él, su historia me apretujó dolorosamente el corazón —Lamento mucho que tuvieras qué pasar por eso, no es justo que te hayan privado de esas cosas solo por ser gay.
—Lo sé, realmente cambiaron mucho luego de eso. Es decir, yo era el consentido, YoonGi. Mis hermanas me llevan más de quince años de diferencia, aunque fui un accidente siempre me prestaban más atención que a ellas. Pero eso lo cambió todo, como si yo de pronto me hubiera quedado sin familia...
— ¿Y cómo fue que superaste todo eso? Es decir, la depresión y su homofobia.
—No lo sé con exactitud —se encogió de hombros—. Recuerdo que un día SeokJin me sacó de la cama y me obligó a ir a beber con él y nuestros amigos de la preparatoria, pero yo me sentí peor porque no iba a poder graduarme con ellos, aunque realmente la escuela nunca fue mi fuerte, estaba ahí solo por mis amigos. Luego recuerdo que unos chicos, amigos de SeokJin, me invitaron a verlos tocar en su banda y de pronto yo ya estaba aprendiendo a tocar el bajo y el teclado. Por supuesto que a mi mamá le fastidió demasiado y quiso obligarme a regresar a la escuela, pero yo ya había encontrado algo que me hacía sentir bien y no iba a soltarlo. Así que seguí aprendiendo y me volví bueno tocando, tanto que mis padres empezaron a aceptarme parcialmente. El grupo no era muy bueno, pero practicamos por dos años y aunque yo solo era un extra, me sentía parte de ellos. Luego surgió una gran oferta que no pude dejar pasar: los chicos de la banda se fueron de gira y me invitaron. Y yo ya estaba harto de mi casa y de mi ciudad, así que acepté y me fui con ellos.
— ¿Y qué tal estuvo esa gira? —Pregunté atentamente, pues por sí solo me había contado todo y mi interés estaba por completo sobre él.
— ¡Fue fantástico! —Gritó agudo y dio pequeños saltitos en su lugar—. Durante tres meses estuvimos en montones de festivales, nos daban de beber y comer gratis, las empresas que organizaban los eventos nos pagaban el hospedaje en los hoteles, pero también nos quedábamos en casas de conocidos. Se sentía como una maravillosa fiesta eterna. No recuerdo haber sido más feliz en toda mi vida, creo que esa es una de las cosas que siempre recordaré con orgullo, a pesar de lo mucho que hice enojar a mis papás. Cuando volví a Busan, ellos estaban muy decepcionados, pero se resignaron, así que pude seguir viviendo con ellos por un tiempo más.
— ¿Y después qué pasó?
—Bueno... —de pronto el brillo en sus ojos se apagó—. Luego de esos tres meses lejos de mis padres, me di cuenta de que de verdad me gustaba mi libertad, así que la busqué. Luego de la gira, SeokJin me propuso venir a Seúl a trabajar y ser independientes, así que accedí. Con lo poco que había ahorrado de lo ganado en la gira, me vine con SeokJin, rentamos un departamento barato y conseguimos trabajo. Eso fue otro disgusto para ellos, porque siempre han pensado que no hago nada de provecho solo por no haber hecho una carrera o siquiera haber terminado la preparatoria, pero a mi parecer ellos me exigían demasiado a comparación de mis hermanas. Es decir... ¡Ellas no terminaron la escuela y prefirieron casarse con hombres extranjeros adinerados! Dime tú, ¿cómo querer ser independiente es menos importante que casarte para que te mantengan? Es por eso que soy la oveja negra, YoonGi, siempre les llevé la contra y especialmente mi madre siempre ha hablado mal de mí con la familia. De hecho, me sorprende bastante que los padres de SeoJoon no me miren por encima del hombro como lo hacen mis demás tíos y mis propios padres.
Para este punto, JiMin ya estaba hablando muy alto, parecía muy enfurecido por esos recuerdos. Yo realmente quería decirle algo para hacerlo sentir mejor, pues me parecía que su vida era una combinación de dulces y amargos en extremo. Sentí que él era una de esas personas que necesitaban intensamente de alguien que les escuchara porque a su alrededor todo constaba de puertas cerradas y escapes momentáneos que no saciaban su necesidad de atención.
—Me da la impresión de que ellos han de ser más de mente abierta —solté sin pensarlo mucho, pues su historia me estaba abrumando—. Supongo que ellos han de saber que SeoJoon también es gay, ¿no?
—Lo saben —su voz se tranquilizó un poco—. De hecho, mi mamá y la de SeoJoon no concuerdan mucho y cuando viene de visita siempre me compra comida y me da abrazos. Es como si tuviera una mamá de repuesto.
Bueno... eso podía explicar un poco la manera en que intentó jugar conmigo un rol parecido...
—Bueno, eso es muy lindo, entonces realmente no has perdido mucho estando aquí. Estás con personas que te quieren, nadie te dice qué hacer y tienes tu propio dinero para mantenerte.
—Realmente no es mucho lo que gano, pero no puedo quejarme, sin terminar mis estudios es a lo mínimo que puedo aspirar.
— ¿Y no has pensado en terminar? Puedes estudiar tres meses en casa, luego hacer un examen y recibes tu certificado. No es muy difícil...
—Podría intentarlo, supongo —entonces sonrió—. Perdón que haya terminado contándote mis tragedias. Realmente nunca hablo mucho sobre eso, pero contigo me sentí bien para hablar.
—No te disculpes —le correspondí el gesto—. Al contrario, te agradezco la confianza que depositas en mí. Si me permites opinar, yo pienso que has sido muy valiente, JiMin. No cualquiera tiene las agallas para salir de su casa sin ser apoyado y luego enfrentar la vida real de un solo golpe, aunado a eso el dolor de ser rechazado por tu propia familia. Te admiro por eso, yo no podría mantenerme en este momento si mis padres no me apoyaran.
—Es porque eres un niñito de mamá que todavía usa pañales —se burló de mí, haciendo un puchero y, de pronto, se acercó para pellizcar mis mejillas. ¡Eso me puso bastante tímido! —. Gracias por tus palabras, y obvio por admirarme porque yo sé que soy genial.
—Fanfarrón —bufé poniendo mis ojos en blanco y entonces los dos reímos un poco.
— ¿Y tú a qué edad saliste?
Y bueno, luego de esa pregunta nuestra charla se tornó menos emotiva y más graciosa.
Le conté sobre la vez que mis padres me encontraron en mi habitación con BaekHyun, a quien ellos conocían como mi "mejor amigo". Estábamos semidesnudos, besándonos y con las erecciones casi saliéndose de la ropa interior. Tan solo teníamos dieciséis años y esa iba a ser nuestra primera experiencia sexual, pero en cambio se convirtió en un mar de risas por parte de mis padres, llevándome también un par de regaños porque confesé que íbamos a tener sexo y no teníamos condones. A mis padres ni siquiera les importó el hecho de que yo estuviera con un hombre, ellos simplemente dijeron "cógete a quien quieras, pero usa condón, YoonGi, por el amor de Dios, no sufrimos tanto educándote como para que seas tan irresponsable". Y bueno, BaekHyun pensó que mis padres lo iban a sacar de la casa a patadas, pero en contra de todas sus expectativas paranoicas, lo invitaron a cenar y ese día terminó bien, conmigo siendo abiertamente homosexual y con BaekHyun jurando que no volvería a visitar mi casa porque le daba pena. Pero obvio volvió a visitarme cuando mis padres no estaban, obvio follamos como unos locos, usando condón y siendo extremadamente limpios.
JiMin casi se mea de risa cuando le conté todo eso, luego dijo que me envidiaba por tener una salida de clóset tan tranquila y sin miedo al qué dirán.
— ¿Y qué pasó con BaekHyun? ¿Fueron novios oficiales?
—Solo por algunos meses —limpié mis lágrimas debido a la risa, mi abdomen dolía debido a las inmensas carcajadas que él me contagió—. Luego él se fue a estudiar en el extranjero y decidimos romper porque eso era lo más sano para ambos. Todavía somos amigos y nos hablamos por mensajes de vez en cuando, realmente lo nuestro fue muy lindo, fue mi primer amor. No me arrepiento ni siquiera de que me encontraran con él a medio faje.
—Ay, qué cursi —entonces tomó uno de los cojines y me dio con él en la cabeza—. Pero es lindo que tuvieras algo así, yo no sé exactamente si he tenido un primer amor...
— ¿Nunca te ha gustado alguien?
—Claro que sí, pero nunca ha resultado bien. Generalmente solo me quieren para un rato y después se olvidan de mí cuando no me quiero acostar con ellos. Y con los que me he llegado a acostar, resultan ser idiotas que solo me quieren para eso. Por eso es que prefiero no tener nada con nadie, las historias de amor son bonitas, pero no son para mí.
¿Qué se dice cuando alguien te revela algo tan doloroso sobre su ser? Nunca he sido bueno en este tipo de situaciones donde la persona sufre por su vida amorosa, no sé qué palabras utilizar para dar consuelo. Es más, ni siquiera sé si debo o no dar consuelo cuando se trata de estos temas. Pero también sé que decir "todo va a estar bien", a veces no sirve de nada. Así que, como suelo hacer siempre, intenté decirle algo para que su problema no sonara tan mal:
—Bueno, si las historias de amor no son para ti, entonces quizá solo debas disfrutar de otras cosas, como el sexo, por ejemplo.
—Ni siquiera eso me sale bien, YoonGi —suspiró frustrado y yo me golpeé internamente por sugerir esa idea—. Tengo un problema con mi...
Y ahí, justo cuando se llegaba la parte más interesante de la noche (porque a mí me encanta chismear sobre sexo), llegó SeoJoon.
Interrumpió el momento en cuanto metió la llave en el cerrojo, luego entró y nos saludó, pero nos miró de forma extraña.
—Te hice caso y le hablé al roomie nuevo, primito. Tenías razón, es un buen chico —le dijo JiMin mientras su mirada seguía sobre mí, sonriendo.
—Me da gusto que se lleven bien —entonces él encendió la luz, revelando el desastre de empaques que teníamos tanto en el sillón como en el piso—. Espero que limpien eso —apuntó al desastre, sonrió tan radiante como siempre, dio las buenas noches y desapareció al subir las escaleras.
Entonces la conversación sobre la vida sexual de JiMin se quedó en el aire. Mientras recogíamos toda la basura y ordenábamos la sala, mi curiosidad creció más y más, pero me daba pena decirle "oye, me ibas a decir que tienes problemas sexuales, cuéntame más".
Pero supe que ya no era momento de hablar sobre nuestras vidas y debía quedarme satisfecho con lo que había logrado esa noche: conocer un poco más sobre la vida de JiMin.
Me culpé por haberlo juzgado de idiota debido a sus comentarios sobre mi carrera, pues supe que él era más que esos prejuicios burlones y esa actitud altiva.
Él era un chico sensible con un gran historial de decepciones y dolor, pero también había en él un brillo que me llenaba de curiosidad y paz a la vez. Por un momento, me olvidé de esa atracción extraña que sentí por él (incluyendo sus tatuajes) y me enfoqué en su persona, en lo que su esencia me comunicaba: él necesitaba un amigo.
Así que decidí que ese sería yo, siempre dispuesto a escucharlo. ¿Y por qué no darle un par de consejos? Sé que he dicho que no quiero convertirme en ningún psicólogo gratis para nadie y que odio que acudan a mí solo para eso, pero cuando yo deseo apoyar de corazón a alguien, simplemente lo hago dentro de mis capacidades y de la manera más ética posible.
Después de todo, íbamos a vivir juntos por un largo rato, así que lo mejor era llevarnos bien, ser cercanos y apoyarnos.
Entonces, al verlo sonreír y darme las buenas noches tras una increíble noche, supe que podía pasar por alto algunas cosas si eso significaba tenerlo cerca, escuchar sus historias y disfrutar buenos momentos entre amigos.
Si te interesa, este es el trailer de la película que JiMin y YoonGi vieron:
https://youtu.be/tY_NyluaMO8
Altamente recomendada, buenísima de principio a fin.
Y esta es la escena donde Leonardo se corta la mano (sí, fue real, no me lo inventé):
https://youtu.be/zpH6595_Nl4
AgustDina
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top