Capítulo XIII: El Rostro Oculto
Pasado. Orfanato
[Narra Near]
-¿Qué tal tu día, Near?-. Preguntó el rubio, tumbado en la colina, y yo torcí el labio.
-Pft, normal. Como cualquier otro..., La verdad es que cada vez se me hace más aburrido-. Dije, y noté a Mello suspirar.
-Yaaa..., Que me vas a contar-. Dijo el rubio, y pasó de estar tumbado, a sentarse. -Near..., ¿No te gustaría aprender a pelear?-. Giré mi cabeza para ver a Mello, y dejar que él siguiera hablando. -Quiero decir..., No sé, me gusta ser L, y tener que estar alejado de la escena del crimen, ¡Pero como me molaría enfrentarme a diez tíos a la vez!, Ser alguien fuerte y capaz de hacer de todo-. Dijo el rubio, y a medida que le iba viendo hablando..., Veía como su entusiasmo se iba decayendo.
"¿Qué te ocurre..., Mello?".
Eso quería preguntarle..., Pero seguía sin tener valor.
-Soy un idiota...-. Dijo Mello. Y lo que pensé que nunca sería capaz de decir enfrente mía...
Así fue, me lo dijo. Me dijo que era un idiota. Se mostró débil delante mío.
Mello negó.
-N-Near...-. Mello me miró, y yo estaba sorprendido. -Sé que probablemente te dé igual..., Porque no sientes nada ni por mí ni por nadie pero...-. Tragué saliva. Ya estábamos con lo mismo de siempre..., Aunque no le culpo, quizás tenga hasta razón...
-A veces no sé si merezco estar aquí-. Dijo, y miró a las estrellas.
Pasé de estar tumbado a estar sentado, y quería hablar...
Por favor, Near, no la cagues.
¡Exprésate!
-Mello...-. Dije.
-No, Near-. Mello me miró. -Ni lo intentes-. Tragué saliva. -¿Qué te crees, que no sé lo que pasa entre tu y yo?-. Pregunté, y yo me sonrojé.
-Mello...-. Insistí.
-¡Cállate maldita sea!-. Me obligó. -No quiero escucharlo. ¡ME NIEGO!-. Comencé a ponerme nervioso. -No voy a permitir..., Que esto vaya a más, ¿Entiendes?-. Asentí, y..., Y creo que si estaba entendiendo lo que me decía.
Y eso..., Me rompía por dentro.
-Near..., ¡Haces que me odie a mí mismo!-. Miré al suelo. Aguanta..., Te lo suplico, Nate River..., Aguanta. -¡Haces, que me sienta como una mierda!-. Asentí. No podía hacer más en este momento. -¡ALGUIEN QUE SIENTE ALGO POR TI, SE SUPONE QUE TENDRÍA QUE HACERTE SACAR LO MEJOR DE TI MISMO!-. Volví a asentir. Nate, por tu vida..., Ni se te ocurra mostrar un ápice de dolor.
-Sé perfectamente lo que pasa entre nosotros-. Dijo, y yo cada vez me iba rompiendo más. -Te juro, que si no estuviéramos en estas condiciones, ¡Diría, si, y lo diría siempre!-. Dijo, y volví a asentir, de nuevo. -Pero..., No puedo...-.
Y decidí...
Decidí hacer algo.
-Mello...-. Le miré. -Entre nosotros..., No pasa absolutamente nada-. Le dije, y Mello tragó saliva. -¿Crees..., Que siento algo por ti?-. Pregunté, y él suspiró.
-Near..., No puedes negar lo que pasa, entre tu y yo-. Fruncí el ceño.
No iba a permitir que esto me afectara.
-Creo que te equivocas, Mello...-. Dije, y Mello suspiró, pero su respiración era entrecortada. -Lo siento si he dado una falsa imagen de lo que sentía, pero..., No es así-.
Mello asintió, y se levantó de la colina.
-Eres, con diferencia..., La peor persona que he conocido nunca-. Dijo Mello. -Será mejor que olvidemos lo que ha pasado hoy..., Pero que sepas, que a mí no me engañas-. Dijo. No parecía haberle convencido.
-Mello...-. Apretó sus puños. -¿Qué te pasa?-.
Y por fin..., Tuve valor.
Mello se giró, y me miró.
-¿Acabas de...?-. Tragué saliva. -¿En serio te interesa?, ¿O simplemente haces ver que te interesa?-. Preguntó.
Ya no hay marcha atrás.
-Me interesa-. Dije, siendo sincero.
-¿Ves?-. Preguntó, sonriente. -No puedes negarlo, Near-. Dijo, y yo suspiré. -Pues mira, lo que me pasa, es que cada día me levanto llorando porque odio ser yo. ¡Odio siempre fastidiarla contigo, ODIO, SENTIR LO QUE SIENTO POR TI, ODIO, TODO, NO TENGO NADA BUENO EN MI VIDA, PORQUE HASTA LA PERSONA QUE ME GUSTA, ME HACE SUFRIR!-.
Asentí. De nuevo.
-No vas a reconocerlo, ¿No?-. Preguntó.
Le miré.
-No..., No tengo que reconocer nada-. Dije.
-Vas a morir solo-. Dijo, y aquello, se sintió como una punzada en mi corazón. -Y quizás hasta te lo mereces-. Me dijo. -Olvida todo lo que te he dicho. Olvida todo lo que ha pasado hoy...-. Comenzó a irse. -Es lo mejor para que nuestra amistad prospere-.
Y...
Y se fue.
Me tumbé en la colina.
Nate River...
Te odio.
Oficialmente, te tituló..., El mayor gilipollas del mundo.
Eres subnormal.
[Narrador Omnisciente]
Alexander tenía en su mente el nombre de L. Elle Lawliet, y sabía perfectamente lo que hacer con él.
Comenzó a hacer un archivo en el ordenador de la biblioteca, sin que nadie pudiera verle.
Un archivo explicando que Elle Lawliet, es el famoso L. Lo único que le faltaba, era su cara.
¿Cómo podía conseguirla?
Quizás..., En algún foto de un viejo anuario..., Pero no.
L no sería tan tonto como para salir en una foto.
Pero..., A Alexander aún le quedaban opciones.
Así que, se reunió con Linda, y con su mejor amigo, para tramar algo.
-¿Podrías..., Hacerle un retrato a él?-. Preguntó Alexander, mirando a Linda, y esta asintió.
Su amigo se confundió. ¿Por qué Alexander quería un retrato suyo?
-Por supuesto. ¡Claro que puedo, se me da genial dibujar caras!..., Pero..., ¿Para qué?-. Preguntó Linda.
Siempre, Roger, siempre dice, lo mismo, cada vez que lo ve...
"Se parecen mucho"
Nunca dijo a quién..., Pero no hacía falta especificar, estaba claro a quién se refería...
-Es solo...-. Alexander sonrió, de espaldas, para ocultar su malvada sonrisa. -Para el recuerdo-. Dijo sonriente.
Después de unas horas, y con el retrato ya en mano, Alexander se dirigió hacia el despacho de Roger, para confirmarlo.
Picó, y después de unos segundos, Roger abrió.
-Alexander, ¿Necesita algo?-. Preguntó Roger.
Rápidamente, Alexander puso el retrato de su amigo en la cara de Roger.
-¡Mire!, ¿¡Quién es!?-. Preguntó sonriente Alexander.
-¡N-No puede ser...!, ¿¡C-Cómo has conseguido un retrato de...?-. Preguntó Roger, pero entonces, se dio cuenta. -A-Ah..., Claro, es el retrato de tu amigo-. Dijo Roger, sonriente.
-¡Así es!, ¿Pensaba que era de otra persona?-. Preguntó Alexander, fingiendo.
-¿E-Eh?-. Roger tragó saliva. -¡Para nada!-. Dijo, fingiendo el viejo. -Bue-Bueno..., Si me disculpas, debo irme-. Dijo.
-Claro..., Tenga buena tarde-. Dijo Alexander, sonriendo, y Roger tragó saliva.
-I-Igualmente, Alex...-. Roger entró adentro de su despacho, y cerró la puerta. -Algo..., Algo me huele mal-. Dijo, y se dirigió a informar a L.
[Narra Near]
Había pasado un día desde la charla que tuvimos Mello y yo en la colina. La verdad es que..., No sé como dirigirle la palabra desde entonces.
Así que, hoy no hemos hablado, y no hemos ido a hablar por código...., Mejor...
De pronto, picaron a mi puerta.
Iba a levantarme para abrir, pero no hizo falta, Roger, se adentró en mi cuarto.
-Roger, que sorpresa...-. Dije, enroscando un mechón de mi cabello en mi dedo índice. -¿Que se le ofrece?-. Pregunté, alzando una ceja.
-Pues...-. Roger cerró la puerta. -Creo que tenemos un problema, y L no quiere hacerse cargo, ha dicho que..., Prefiere que tú y Mello, lo hagáis-. Mierda, que oportuno, maldita sea.
-No creo que eso sea posible..., Si me deja a mí, podría...-. Roger me interrumpió.
-Ha dicho, Mello y tú, si no, no-. Dijo Roger, y rodé los ojos.
-De acuerdo, veré que puedo hacer..., ¿De que se trata?-. Pregunté, alzando una ceja.
-Pues, creemos que Alexander, está intentando descubrir más sobre L de lo que puede saber..., Y claro, no sabemos que puede hacer con esa información, pero sabemos que nada bueno, así que quizás...-.
Asentí.
-Entiendo, ¿Quiere intentar hacer pública la información sobre L?-. Pregunté, y Roger se sorprendió.
-P-Pues..., Imaginamos que sí-. Dijo Roger, y comprendí la situación, era grave.
-De acuerdo, informaré a Mello sobre ello, y investigaremos-. Dije, y Roger sonrió.
-Muchas gracias, Near-. Roger salió de mi habitación, y yo suspiré.
Maldita sea mi vida.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top