Capítulo 14 ☆El libro rojo☆


-¿Segura que tus padres pueden cubrirnos?- preguntó un poco preocupada Amy.

Aventurera pero responsable ante todo.

-Pues, la verdad no les pregunté- respondió simple la tejón.

-¿¡Qué!? ¡Sticks! Tenemos que volver ahora mismo-

-Cálmate Amy, ellos pueden, todavía no comenzarán a hornear hasta dentro de una hora, además ya estamos aquí- respondió burlona mientras iba corriendo hasta donde estaba Cream.

-¿Y qué tal?- preguntó emocionada.

-La ventana está abierta, tal como debe ser- respondió cómplice con la misma emoción.

Parece ser que el peligro les hace emocionarse.

La erizo llegó un tanto molesta pero rendida ante la idea de regresar.

-Entonces, seguiremos el mismo plan de la vez pasada- dijo uniéndose a la conversación.

-Algo así pero necesitaré más tiempo esta vez, debes distraer más a la bibliotecaria-

-Creo que puedo hacerlo, la última vez me regaló un libro que a ella le gusta mucho, puedo sacarle plática de eso- sonrió gustosa, extrañaba platicar con la señorita Penelope Platypus

-No se diga más, ¡en marcha!-

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-¡Amy! Qué gusto verte por aquí- dijo alegre la ornitorrinco.

-Lo mismo digo señorita Platypus

-Vamos Amy, ya te dije que no seas tan formal y que me llames por mi nombre- rió amable.

-Jaja, perdón, es la costumbre Penelope

-¿Y qué te trae por aquí tan temprano?-

-Bueno, todavía no entro a trabajar- dijo una pequeña mentira- y quería decirte que ya terminé de leer el libro que me diste, ¡lo amé!- chilló feliz

-Kyaaaa, ¡lo sabía!, sabía que te encantaría-

-Es que, cómo no emocionarme, sobretodo con un caballero tan apuesto y galante como Henry- continuó la plática emocionada y soltando suspiros como una fangirl.

Por otro lado, se encontraban las otras dos, Cream volando desde afuera mientras ayudaba a Sticks a colarse por la ventana. 

-Come un poco menos, pesas mucho- susurró algo cansada, no está acostumbrada a cargar personas.

-Más bien tu hazte más fuerte, yo estoy en completa forma- se defendió indignada.

La otra solo hizo una mueca de molestia y le dijo que esperaría la señal.

Sticks comenzó a moverse sigilosamente, desde ahí arriba podía escuchar el grito de emoción de las dos mujeres que estaban abajo.

-Para ser una biblioteca, hacen mucho ruido- susurró para sí misma.

Siguió su camino y se fue directo a donde recordaba estaban los libros ocultos

Bingo.

Los libros seguían tal como antes, los falsos seguían ahí, al parecer no se percataron de que se los había llevado. Quitó los libros que había puesto para poder tener acceso a los libros de la gaveta de abajo que tienen cerradura.

-Esta vez vine preparada, ninguno de ustedes se me va a escapar- dijo sacando unas herramientas que trajo.

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-Y cuando sonó la campana y ya era tiempo de terminar el baile mi corazón se detuvo, ¡necesitaba saber qué iba a decir la princesa con la confesión de Henry!- no dejaba de hablar emocionada la rosada

-¡También el mío!- respondió feliz Penelope.

-Buen día, señorita Platypus- las interrumpió una voz que la erizo conocía bien.

Llevó su mirada hacia donde provenía la voz y se sorprendió, un pequeño temor comenzó a asomarse por su ser.

-Buenos días Joven D'Coolette, ¿ha sucedido algo?- respondió regresando a un tono más tranquilo y gentil.

-Vengo de parte de mi pa... oh! Señorita Rose- interrumpió su mandado al reconocer a Amy, la cual al ser nombrada dio un pequeño salto nervioso.

Antoine se acercó, tomó su mano para plantarle un beso y después le dirigió una sonrisa algo coqueta, Penelope quien era espectadora, bajo la reciente imaginación de la novela romántica de la que platicaban en seguida se hizo ideas y le dirigió una mirada pícara a Amy.

-¡Jo-joven Antoine! No debería hacer eso ante alguien como yo-

-Ante mis ojos era una joven encantadora merecedora de mi atención sin distinción- seguía siendo coqueto, eso ya comenzaba a molestar a Amy

- Vaya Amy- susurró Penelope con una sonrisa.

-¡No! Ah, no es lo que crees él sólo es - lo pensó por un momento, Amy no lo consideraba ni siquiera un conocido, porque literalmente sólo conoce su nombre pero no quería sonar grosera- ¿un amigo?- finalizó dudosa, Antoine sonrió ante el comentario de Amy pensando que ya había ganado más puntos con ella. 

-Sí claro-dijo sarcástica- bueno joven ¿a qué me decía que vino?- finalmente salieron de esa plática.

-Cierto venía de parte de mi padre para- se detuvo un momento y volteó a ver a Amy de nuevo pero esta vez algo serio y con duda.

-No se preocupe, Amy trabajaba aquí antes y es una persona de suma confianza para mí, ella está enterada de todo lo que hay aquí, todo- hizo énfasis en esa palabra para darle seguridad, el coyote suspiró aliviado.

-Vine de parte de mi padre para hacer revisión de la biblioteca secreta- sonrió.

Amy se alertó enseguida apenas escuchó eso.

-Maldición, Sticks debe seguir ahí arriba- pensó.

-Ah, ¿el coronel Armand no ha mejorado? En ese caso, sígame, Amy, ¿podrías esperar aquí abajo? ahora sí, no puedo dejarte subir- dijo algo apenada.

-No se preocupe, lo entiendo completamente- respondió nerviosa, tenía que impedir que suban o darle a entender a Sticks que debe irse ya mismo ¿pero cómo?

-Iré por las llaves, las tengo en mi habitación- sin más se marchó dejando solos a Amy y Antoine.

-Comenzaré a subir, vuelvo en unos minutos- dijo dándose la vuelta con intenciones de ir a las escaleras.

-¡No!- dijo repentinamente extrañando al joven coyote- quiero decir, no... no deseo que te vayas tan pronto ahora que por fin estamos solos...- soltó como pudo adquiriendo rubor en sus mejillas.

La cola del coyote se esponjó al igual que sus orejas bailaron de emoción ante la maravillosa frase que ha soltado la erizo. Sin duda no hay mejor forma de detener a un Don Juan.

-Amy...- susurró mientras se acercaba lento, sus ojos se tornaron deseosos, quería ver esa timidez de cerca, era divino.

-Maldita sea, en qué me he metido- fue lo único que pudo pensar Amy.

Mientras tanto, Sticks estaba por fin sacando el libro, lo único malo es que no encontraba con qué remplazarlo, era completamente diferente a cualquier otro que haya visto. 

Terciopelo rojo de forro, más grueso y ancho que otro ¿dónde diablos conseguiré uno así?

Estaba inmersa en sus pensamientos y no notó que los gritos de fangirls habían cesado. 


-¡Antoine! No me refería a esto- dijo Amy mientras empujaba un poco al coyote que se encontraba muy cerca de ella.

-No seas tímida, entendí tu señal por completo, sabía que tu también sentías atracción de mí como yo de ti

- Yo lo decía para conocer más de ti y reforzar nuestra amistad- respondió notablemente incómoda. 

-No hay mejor forma de reforzar la amistad que con un beso querida Amy- eso alertó nuevamente a la erizo, ella no deseaba un beso, no de él.

La mano de Antoine aplicó algo de fuerza para dirigir la mirada de la erizo hacia él y se comenzó a acercar con toda intensión de robarle un beso.

-Ejemm...- carraspeó Penelope quien ya había vuelto con las llaves- disculpen, seguimos en la biblioteca, dijo algo molesta

Amy la miró muy aliviada y se soltó rápidamente para ir con la ornitorrinco, le lanzó una mirada de agradecimiento que entendió perfectamente.

-Volvamos a lo que vino Joven D'Coolette- esta vez su voz fue un poco más seria, cosa que hizo apenar al joven el cual hizo caso y comenzó a subir las escaleras seguido de la ornitorrinco.

Amy comenzaba a desesperarse con cada paso que subían, no sabía qué hacer.

Más ideas no tenía, ¿qué podía hacer? ¿Qué podía decir?

-¡PAN CON MERMELADA!- gritó a todo pulmón asustando y extrañando a los dos que iban subiendo

Grito que llegó a los oídos de la tejón, quien se asustó e instintivamente entendió que estaba en peligro, tomó un libro rojo cualquiera para ponerlo ahí y cerrar todo de nuevo. 

-¿Qué?- fue lo único que pudieron soltar

-Eh, que, ¿Si no les gustaría un pan con mermelada después de que terminen? Si gustan puedo ir por ello y traer café- sonrió nerviosa. 

-Qué delicia, yo sí quiero- dijo la ornitorrinco.

-¿Cómo decirle que no a un pan de la prestigiosa panadería de Mijloace?

-En ese caso, iré por unos, ya vuelvo- se apresuró a salir y se fue corriendo a la parte de atrás.

-¡Cream, ve por Sticks ahora!-

-Pero no me ha dado la señal- respondió confusa. 

-¡Ve!- la empujó, sin esperar más la joven obedeció y voló hasta la ventana. 

Cream se asomó y vio cómo la señorita Penelope junto quien parecía ser Antoine subían por la escalera, ya entendía la prisa de su hermana mayor, pero no veía a Sticks.

-No la veo- le dijo a Amy desde arriba.

-Trata de hacerle una seña-

Volvió a asomarse y esta vez pudo ver a Sticks pero estaba sobre los libreros, escabulléndose de los dos que estaban ahí. Cream le hizo una seña para que se lanzara por la ventana pero la tejón estaba desconfiada, apenas pudo soportar su peso durante mucho tiempo, ¿podría soportarla si se lanza de golpe?

Brincó hacia un estante que estaba del otro lado pero al no calcularle bien, hizo que un libro se cayera llamando la atención de la ornitorrinco y poniendo alerta al coyote. 

-¿Qué ha sido eso?- preguntó alerta.

-No estoy segura- respondió temerosa.

Sticks esperó un momento a que se calmaran para después saltar de nuevo a un estante más cercano a la ventana. 

-Ay Diosito, que me cargue la coneja y no el payaso- pensó

Sin más, se lanzó.

Cream no se preparó pues la tejón sólo se lanzó sin darle señal alguna.

Al principio la atrapó pero por el susto se desconcentró y comenzaron a caer desde lo alto.

-¡Sticks!¡Cream!- gritó muy asustada.

Las jóvenes también gritaron, era una altura bastante arriba, tendrían lesiones muy graves.

Todo parecía perdido.

Pero de repente Amy pudo ver cómo una ráfaga amarilla fue directo a las jóvenes en peligro y las atrapó, un enorme alivio la cubrió.

Pero se sorprendió levemente al ver al creador de aquella ráfaga, no lo conocía.

-¡Buena atrapada, Tails!- dio un leve salto de susto al notar que ahora Sonic ya se encontraba a su lado pero sus ojos regresaron a la escena.

El joven zorro tenía a ambas chicas con él en el suelo, Sticks estaba acostada en el suelo mientras que Cream y él estaban sentados.

-¿Estás bien?- se dirigió a la conejo.

-Sí, muchas gracias por salvarnos- volteó a verlo y sonrió.

Justo en ese momento ambos se vieron a los ojos y ninguno pronunció otra palabra, se quedaron estáticos, o así fue hasta que Sticks los interrumpió poniéndose en medio.

-Sí, sí, yo también estoy bien, gracias, a un lado- dijo en medio de ellos separándolos- ¡pensé que moriría! ¡ahhh!- por fin explotó.

-¿Qué hacen ustedes aquí?- preguntó Amy a los repentinos invitados- ¿y quién es él?

-El es Miles Prower, o como le decimos sus amigos, Tails, como ya te había dicho, es el mejor mago de toda la aldea, también es mi mejor amigo, mi hermano- lo presentó totalmente orgulloso. 

- Un gusto, Miles, mi nombre es Amy Rose, muchas gracias por salvarlas, la que está teniendo un ataque de histeria se llama Sticks the Badger, es buena persona a pesar de como esté actuando ahora y ella es mi hermana-

-Cream, Soy Cream the Rabbit, un gusto, Miles- se presentó ella misma levantando la mano para saludarlo.

-Tails, puedes llamarme Tails- respondió el saludo.

Sonic carraspeó la garganta, llamando la atención de Tails quien se sonrojó levemente y soltó la mano de Cream- bien, también tenemos otros dos invitados esperándolos en tu casa-

-¿Qué? Espera, ¿Mi casa?- dijo extrañada Amy.

-Sí, dijiste que somos bienvenidos cuando queramos ¿no? Pues te tomamos la palabra- sonrió 

-Pues sí, pero no esperaba que sea pronto, ni que entraran aunque no estemos- levantó una ceja algo acusatoria pero el erizo le restó importancia.

-Como sea, vámonos- dijo para comenzar a caminar muy relajado.

-Espera, tenemos que ir a la panadería primero

-Cierto, tus papás dijeron que podían tomarse el día, que has estado trabajando duro y que te daban el día de hoy para relajarte-

-¿Y tú cómo por qué saber eso?-

-Pues fue así como nos enteramos que estaban aquí, fui a la panadería y los señores Badger fueron muy amables, les presenté a Tails y luego me dijeron todo eso- respondió como si fuera lo más normal del mundo.

-A veces tus padres se pasan de confianzudos Sticks- dijo derrotada. 

-Sí, puede ser- dijo ya por fin tranquila.

-No perdamos más el tiempo, tengo el libro ¡vámonos!- gritó eufórica.

-Espera Sticks, ¿sí tomaste el libro?¿No viste que Antoine estaba ahí?-

-Sí, pero ya lo había agarrado cuando me di cuenta, no había marcha atrás

Amy sólo puso una mirada de preocupación, pensó en la señorita Penelope y cómo no quería que saliera perjudicada en esto.

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-Estos no son los libros secretos- sentenció. 

-¿Qué?- dijo confundida con completo miedo.

-Estos no son los libros que me describió mi padre-

-¿E-Está seguro de eso?-

-Tendré que llevármelos para que lo compruebe, ¿cómo ha podido pasar esto?- espetó molesto.

-¡Le juro que no sé cómo ha ocurrido! Yo ¡Yo! Cuido esta librería día y noche- 

-Pues no parece- finalizó para darse vuelta y comenzar a bajar- tengo que reportarlo inmediatamente- 

-Por favor, joven Antoine, esto no es mi culpa, nunca nadie se había interesado en algún libro así- continuó tratando de enmendarse- nadie más lo sabe, más que yo y Amy Rose- se detuvo abruptamente.

-No metas a la señorita Amy en esto-

-No la estoy metiendo, es como es, nadie lo sabe más que ella y yo, lo que significa que nadie podría intentar robar algo de lo que no sepan! Tal vez se confundieron desde un inicio y trajeron los incorrectos- pronunció desesperada.

-¿Está insinuando que nuestro monarca sería incapaz de darse cuenta de algo como esto?- reiteró molesto. 

-¡NO! Perdón, yo...-

-Déjelo así señorita Platypus, deje de ponerse la soga al cuello- suspiró estresado- mire, le prometo que veré la forma de que no salga tan afectada por esto- finalizó para darse media vuelta y salir de la biblioteca.






Nota de la autora:

Hola! Debo agradecerles tanto por el apoyo a esta historia, en serio me motivan a seguir escribiendo <3 mil gracias, les prometo que estaré avanzando en la historia y ya se vienen los momentos Shadamy que todxs esperábamos <3

PD:El de la foto de arriba es Armand D'Coolette el padre de Antoine D'Coolette, personaje que aparece en los Archie cómics, más específicamente en Sonic the hedgehog #46 para la saga en el Acorn Kingdom Army

PD: Penelope Platypus también es parte de los Archies, aunque hizo una aparición mínima le agarré cariño jajaja.

Me gusta incluir personajes de los cómics, así que vayan esperando o sugiriendo si tienen alguno favorito jejeje

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