Etapa final: Nacimiento. 🍼
— Kookie...— El llamado sereno de Yugyeom desde la cocina, hizo reaccionar a Jungkook de estar perdido en su mundo dentro del aparato frente a sus ojos, sin embargo el apartar la mirada le parecía una tarea muy difícil justo en ese momento, por lo que contestó sin demasiado interés.
— Dime Gyeomie.— Susurró centrado en lo que estaba viendo y el pelinegro se cruzó de brazos mordiéndose un labio, mirándolo con los ojos puestos en otro lado. De alguna manera tenía la atención de Jungkook, entonces no tenía sentido reclamarle sólo porque no lo estaba mirando, quizá y era importante lo que veía en ese drama con el que se enganchó hace tiempo.
— Últimamente me siento muy preocupado y raro, estoy ansioso.— Jungkook rodó los ojos divertido.
— ¿Apenas te diste cuenta?— La ceja de Yugyeom se alzó, observando a Jungkook sin entender su preguntara y el menor pareció notarlo, puesto rió mostrando sus dientes de conejo como única respuesta.
— ¿Ni siquiera vas a preguntar por qué estoy así?
— La verdad no, es muy obvio.— Pausó suspirando, dándole click al mouse junto a su laptop, parando su drama y le dio un vistazo rápido.– Gyeomie no te lo quise decir antes, pero es que tú no estás ansioso, estás paranoico.— La respuesta del embarazado sentado en el comedor, desconcertó al mencionado cocinando.– Creo que para ti los significados son diferentes.— Rió Jungkook uniendo su manos como si estuviera diciendo algo serio.
— Hey, yo no estoy paranoico.— Yugyeom puchereó yendo a donde su esposo y besó su cabello.– ¿Por qué crees que estoy paranoico?
— Hoy por fin fue tu descanso, pero toda la semana me estuviste llamando a cada hora para saber como estaba y si alguien se encontraba conmigo. Llegas en menos de cinco minutos a casa y recién lo haces me vienes a ver casi corriendo.— Acusó ladeando la cabeza al mayor con el ceño fruncido y sintiéndose expuesto.– Es por nuestra niña, no soy bobo.
— Debes entender a este padre y esposo amoroso, quiero estar presente cuando grites "¡Hijo de puta ven ahora mismo!" Mientras me pegas manotazos en cualquier parte que se te ocurra y me aprietas la mano hasta que la dejas moradas.— Confesó el Kim abrazándose al cuerpo de su querido esposo y Jungkook sonrió tomando sus manos.– Creo que estoy viendo muchas películas últimamente...
— Ten por seguro que lo haré aunque sea en el hospital cariño, eso no pasa sólo en las películas.— Rozó sus mejillas en ambas al murmurarlo, por lo que Yugyeom se rió incrédulo.– Yah, tampoco debes exagerar tanto, seguramente Doyeon querrá que sufras junto a mí desde el primer segundo.— Acarició su gran vientre redondo, el cariño reflejándose en su mirada.– Aún me parece sorprendente que siga tan tranquila, ya casi llego a las cuarenta semanas y es extraño al menos para mí, mi omma me dijo que yo nací a las treinta y ocho.— Picó suavemente a la izquierda de su vientre, estando menos abultado.
Era viernes en la noche, Yugyeom no había ido a trabajar ya que era día festivo y se le tenía prohibido dar clases de cualquier tipo, una suspensión de labores además de festejos para muchos por la debida fecha. Todo el día el alto se la pasó atendiendo y cuidando de Jungkook lo más que podía, si escuchaba algún quejido viniendo de él, lo observaba antes de preguntarle si se encontraba bien o le pasaba sus cosas si se encontraba sentado. A Jungkook lo solía ayudar en las mínimas cosas aunque no se lo pidiera, porque estaba pendiente de cualquier cosa y de alguna manera le gustaba al embarazado, sin embargo cuando se colaba en modo exagerado, lo hostigaba a un punto de ponerlo de malas.
El modo exagerado de Yugyeom era lo que se dijo anteriormente, no lo dejaba ni respirar y solamente lo hacía cuando estaba junto a él en un mismo lugar o en su estudio trabajando, donde lo escuchaba a la perfección y llegaba a cierta habitación en cuestión de segundos. De alguna manera, entre todas sus quejas a su actitud, lo encontraba también adorable, el cariño con el que lo miraba, trataba y todos los vídeos grabados en la cámara desde hace meses, le hicieron entender a Jungkook que Yugyeom de verdad quería con el alma a Doyeon y su disposición por ser un buen padre era sincera, tanto como su amor a él.
No es que lo dudara, sólo lo confirmaba plenamente si una persona llegaba a preguntárselo, Yugyeom sería excelente esposo y papá al mismo tiempo.
— Es porque ella es muy fuerte y saludable, como yo.— Sonrió orgulloso. Jungkook no evitó burlarse, riéndose en alto.
— Fuerte.— Contestó repitiendo la palabra con sarcasmo y se cubrió la cabeza antes de que Yugyeom intentara revolverle el cabello, ese día tardó en dejarlo como quería.
— Ugh... No te hago nada porque Doyeonie está ahí.— Bufó centrándose en la pantalla de la laptop, en esta se reflejaba la imagen de una chica joven llorando, abrazaba a un bebé dormido en sus brazos y la lluvia cayendo le daba un estado deplorable, o al menos eso se aparentaba en ella.– ¿Qué es lo que ves?
— Lo comencé a ver hoy.— Contó dejando un besito en los nudillos de su mano.– Se trata de una chica que vivía con su esposo desde hace cinco años, pero él no quería tener hijos, entonces cuando se entera que ella está embarazada, se decide a pasar los nueve meses juntos sólo para que no fuera tan difícil su embarazo y en cuanto dio a luz se fue sin darle explicaciones.— Terminó de resumir con una línea firme en los labios y levantó la mirada hacia el pelinegro.– ¿Tú me harás lo mismo?
— Creo que ese drama no fue el mejor que pudiste escoger, mi amor.— Picó su nariz claramente divertido.– Jamás te dejaría por nada del mundo, incluso si me engañas...— Detuvo su comentario ladeando la cabeza.– Bueno, ahí lo consideraré, no te miento.— El Jeon rió negándose a esa idea en la mente de Yugyeom, no sería capaz de engañar a su esposo con alguien más.– Pero bueno, te amo con mi alma a ti y Doyeonie, primero me matan antes de intentar hacerlo.— Tomó las mejillas de Jungkook besándole suavemente.– ¿Está bien?
— Sí, ya lo sabía, sólo me gusta cuando te pones en este modo.— Lo atrajo del cuello nuevamente para darle otro beso.– No lo recuerdo bien porque ya tiene tiempo, pero el día que te dije de mi embarazo me respondiste algo así.— Sonrió apenas Yugyeom abrió la boca dándole la razón.
— Fue porque te pusiste muy nervioso y me espantaste, estabas llorando, creí que había pasado algo malo.— Suspiró apartándose para mirar la hora en el reloj colgando de la pared y acariciar la espalda de Jungkook.– Ya nos estamos alejando mucho de lo importante en toda esta plática ¿En serio luzco muy paranoico?— El embarazado asintió directamente y sin pudor.– Intentaré cambiar eso...
— Me dijiste lo mismo un día hace cinco meses.— Contradijo formando un puchero en sus labios.– Seguiste paranoico no-tan-exagerado.
— Está bien, me volveré más calmado estos días, sin embargo, tú también debes considerar que tus etapas del embarazo no fueron fáciles para mí.— Respondió acusándolo de lo obvio para Jungkook.– Muchas veces no supe si querías comida, mimos, que te dejara solo u otra cosa, me sentía en crisis total.— Fingió un temblor recorriendo todo su cuerpo, logrando una risilla en el embarazado.
— Por eso te dije que el próximo embarazado serás tú, así yo soporto lo que tú.— Iba a continuar hablando hablando, no obstante, un aroma a quemado esparciéndose por la casa le hizo abrir los ojos y mirar a Yugyeom nervioso.– ¿Apagaste lo que estabas cocinando?
— Oh, mierda.— Se cubrió la boca por la grosería mientras corría a la cocina, en la cual donde estaba la estufa, la comida se estaba quemando y apenas se acercó encontró algunas partes de la carne ya muy quemadas junto las verduras. Apagó rápidamente el fuego y miró a Jungkook juzgarlo desde su asiento.– ¿Te parece si encargo algo?— Rió rascándose la nuca, no se había dado cuenta de que dejó la comida aún cociéndose en el sartén y se fue a hablar con su amado en el comedor.
— Ya qué, Doyeonie de todas formas me haría vomitar tu comida.— Yugyeom jadeó tocándose el pecho indignado y Jungkook le envió un beso antes de continuar viendo su drama en la computadora.
La tarde continuó como siempre cuando Yugyeom descansaba; comieron juntos y vieron juntos el drama de Jungkook —el mismo que Yugyeom se la pasó sollozando por las situaciones y el embarazado riéndose de él en su cara—, luego comieron frituras pedidas por Jungkook, y finalmente en la noche, tuvieron un agradable baño bajo la regadera. Los dos siguieron observando varias cosas más, como series y películas hasta que Jungkook no aguantó más a mediados de las doce y cayó dormido debido al cansancio extremo que le daba su bebé cada día unida a él.
***
[El día.]
Dos días después de esa platica y agradable tarde de descanso, Yugyeom hizo caso a Jungkook de mantenerse más calmado con sus acciones. Se comenzó a relajar de estarlo llamando cada hora, a partir del sábado, lo hacía antes de la hora de comer y al momento de regresar a su casa, preguntándole de paso si quería algo de comer o como se sentía. Cuando por fin se presentaba en su hogar iba a saludarlo pero mucho más tranquilo que antes y tomándose su tiempo de ir hasta él, claro, si es que no estaba con SeokJin o alguno más de sus amigos hablando de cosas sin mucho interés. El domingo fue de la misma manera, Jungkook se quedó acompañado desde temprano por Jimin, quien no pudo ir a visitarlo hace tiempo ya que se encontraba ocupado terminando algunos trajes y vestidos para esas semanas.
Dando las tres de la tarde, Jungkook recibió un mensaje de Yugyeom, preguntándole si ya había comido algo y él le contestó que Jimin se encontraba justamente preparándolo en la cocina, su esposo le envió varios mensajes más, los cuales contestó alegre y se despidieron en acuerdo de lo que cenarían por la noche juntos. De esa manera solían ser antes de que quedara embarazado y le agradaba el simple hecho de Yugyeom calmándose más, principalmente en esos días de tensión donde no sabían a qué hora, ni qué día querría nacer Doyeon.
Taemin le comentó a la pareja un lunes pasado, que debido a su estado y que era hombre, no podía decirles una fecha exacta o cercana del inicio de labor de parto. Jungkook tenía la incapacidad de poder dar a luz de forma natural por cuestiones de la misma naturaleza en sus partes bajas, ya que el único lugar por el cual podría salir Doyeon era, hablando directamente, el ano, los esfínteres eran incapaces de abrirse en una totalidad común y podría llegar a desgarrarse el interior si se intentaba. Por ello es que la cesárea era indispensable para los embarazos en hombres y el único método disponible.
[En MI fanfic, aclaro. uu]
— ¿Entonces te sigues sintiendo bien? ¿Sin dolores ni nada?— Jimin terminó de pasarle unos palillos con su plato de comida. Jungkook le agradeció esperando a que se sentara y así poder conversar mejor mientras comían. Estar con Jimin era muy relajante y divertido para Jungkook, entre todos los demás, puesto que le encantaba hablar con Taehyung, SeokJin, Mark, Youngjae u otra persona, sin embargo no lo estaba hostigando tanto en cosas de cómo cambiaría su vida después de tener en brazos a Doyeon.
— Los dolores siempre están, ya es algo de todo el tiempo.— Aclaró sirviéndose un vaso de agua e hizo lo mismo por Jimin.– Pero sí, me siento bien, no he sentido ninguna contracción, no hay nada de líquido raro y ella está calmada aunque hiperactiva en ocasiones.— Sonrió con un cosquilleo atravesando su piel.
— Me da cierto temor porque por fin llegaste a las cuarenta semanas y para nada te estoy deseando algo malo, pero creo es adecuado que nazca ya.— Comió de su plato, quedando fascinado con su propia creación.– ¿No piensas lo mismo?
— Oh, sí claro. Estuve revisando en internet esto de las semanas y si era normal llegar a las cuarenta.— Agregó consiguiendo la mirada de Jimin sobre él.– Encontré varias páginas diciendo que está bien llegar a las cuarenta semanas, muchas y muchos embarazados llegan a ellas e incluso en el nacimiento del bebé, llora en el primer segundo fuera, si es que no sufrió algún problema con el cordón umbilical.— Explicó relajando los nervios del mayor.– No te preocupes mucho, posiblemente ya nazca esta semana y en la última ecografía ella se veía en una buena posición.
— Es hermoso poder escuchar eso.— Sonrió el rubio mordiéndose un labio.– De verdad quiero verla ya, juro que si no sale con tus ojos le voy a pegar a Yugyeom.— Jungkook río mirándolo confundido.
— ¿Por qué?
— Dicen que cuando los hijos salen con un parecido más al papá es porque está pensando "que se parezca a mí".— El Jeon parpadeó procesando lo que dijo Jimin y se largó a reír por unos cortos segundos, ya que tuvo un dolor en el estomago debido a su movimiento y se sostuvo la cadera.– Lo más feo de estar embarazado es no poderte reír, aish.
— Eso y más, me duele todo si lo intento.— Gruñó como única molestia a su bebé porque no lo dejaba reírse tranquilo.– Ah, aunque, tus ocurrencias Jimin-ssi sobrepasan todas las barreras.— Soltó una risilla animada.
— No es mi culpa, eso dijo mi omma. Si hasta un día que fui con Yoongi a visitarla lo amenazó de no hacer eso.— Se sonrojó claramente avergonzado y Jungkook calmó sus ganas de reírse para evitar esos dolores.
— Son un caso inigualable.— Asintió divertido.– ¡Oh! Cierto, cierto, se me olvidó mostrarte arriba, ¿recuerdas los zapatos que me diste para Doyeon?— Jimin asintió expectante.– Son de niña, dentro de la caja, por debajo de un par había una nota diciendo "niña" y tenía una marca por encima de color amarilla.
— ¿En serio? Wow, yo los compré pensando que podrían ser también para niño, sería vergonzoso si Doyeon fuera niño.— Jungkook se llevó una gran cucharada a la boca y negó llenando sus mejillas de comida.
— Eftá biem, el amafillo le queda a ambos.— Jimin se rió en voz alta por su voz gracias a la comida y Jungkook sonrió terminando de masticarla mejor.– En serio los encuentro adorables todavía, son demasiado bonitos.
— Por algo los compré, sabía que te gustarían.— Guiñó un ojo completamente seguro de su respuesta, por lo que el castaño no pudo negárselo.– Oye sinceramente creo que estamos hablando más que comiendo, no has probado nada de tu plato, apenas esa cucharada.— Rió acusándolo de la verdad notoria de su comida.– Si no comes Yugyeom me pegará.
— Ya, ya, estoy comiendo, sólo a veces hablar se me hace más fácil que masticar.— Contestó bromeando y el Park le dio un pequeño golpe debajo de la mesa con su pie, ignorando la expresión molesta de Jungkook mirándolo.– Como sea, hay que terminar esto e ir de nuevo arriba, se me olvidó contarte lo de Youngjae y Jaebum, su novio.— La boca del rubio se abrió, asombrado por la repentina información cual no sabía para nada.
— ¿¡Ya son novios!?
— ¡Sí! Pero te lo diré después de los comerciales, apurate a comer.— Su tono emocionado cambió a uno serio, probando en segunda ocasión lo puesto en un sueño plato y Jimin hizo un puchero, no obstante, compartió la misma idea de Jungkook después de que su estómago rugiera pidiendo más alimentos necesarios.
[...]
Para el embarazado la visita de Jimin fue genial, desde temprano se la había pasado de lo mejor y las risas nunca faltaban con él, aunque en esa ocasión tuviera que reírse muy levemente por los dolores en su estómago, mayormente sentado en alguna silla o la cama. Jimin le hacía relajarse de lo que se le estaba por venir en los siguientes días, día u horas, no le gustaba pensar tanto en el sufrimiento de las contracciones y en la espera de por fin ser llevado a un quirófano, le daban nervios imposibles de controlar al imaginárselo.
De paso y como sorpresa, el domingo se pasó casi en un chasquido de dedos para Jungkook, lo vio pasar tan rápido que ni siquiera se había dado cuenta de la hora y afuera el cielo oscureciéndose hasta volverse noche, llenando todas las calles de negro e iluminándose por los postes entre ellas. El Park fue quien le hizo darse cuenta de aquello y que dentro de poco Yugyeom estaría en casa, acabando por fin esa semana de mucho trabajo y para él esa semana repleta de cansancio aparte de sueño.
— Tengo envidia de ti, mira cuanta ropa te dio Jin hyung, seguro se la acabó.— Señaló Jimin abriendo la boca asombrado.– Doyeon vivirá sin falta de cosas.
— Tranquilo, hyung me dijo que guardó ropa para Taehyung y para ti y Youngjae el día que salgan con sus sorpresas.— Las mejillas del mayor se tornaron rojas.– ¿Ya acabaste?
— Este armario está entero.— Afirmó el rubio orgulloso después de cerrar las puertas y mirar a Jungkook inspeccionar todo en la pañalera.– El único problema para mí aquí, es que no podré hacerle ropa a la bebé, tiene demasiada ¿Por qué es tan consentida?— Se quejó malhumorado y Jungkook sonrió cerrando el cierre de la gran bolsa en sus manos.
— Toda esa ropa es del diario, solamente Jin hyung me dio un vestido para ella y un traje morado.— Rió apenas los ojos de Jimin se iluminaron con esperanza.– Puedes hacerle algunas para ocasiones especiales, pero yo te aviso, no te estoy dando luz verde.
— Me caes mal.— Murmuró cruzándose de brazos, sin embargo debía aceptar que tendría la oportunidad de hacerle prendas en algún momento.– ¿Sabes? Me gusta mucho como decoraron su cuarto, es precioso.— Sus ojos se dirigieron a todas partes de la habitación bien decorada y lista para la llegada de Doyeon.
— Todos los que entran aquí dicen lo mismo.— Jungkook rodó los ojos divertido.– Sinceramente quería hacerla linda para ella, con el pasar de los años la acomodaremos a sus gustos y así, pero eso lo hará Yugyeom, yo ya me colmé en hacer esta.— La risa de Jimin se dejó oír.
— Él la pintó ¿No?
— Sí, pero shhh.— Colocó un dedo en la boca de Jimin, callándolo de cualquier otro comentario en contra de los suyos y fue a la mesita donde estaba cargando su teléfono, revisando la hora en este.– Uh, ya son los ocho.
— ¿Ya? Demonios, el tiempo se pasó volando, sentí como si te hubieras metido a bañar hace media hora.— Lo dicho por Jimin fue gracias a que justamente en su aparición en la mañana, el embarazado se preparaba para tomarse otra ducha, los calores de junio estaban cada vez más insoportables y bañarse sólo una vez al día era horrible, entonces se daba unos dos o tres baños para mantenerse fresco.
— Gyeomie no tarda en llegar, me dijo que llegaba a las...— Paró de hablar en el segundo que unas manos pálidas se colocaron en su vientre hinchado y lo apretaron, haciéndole dar un pequeño salto del susto. Una corriente recorrió su cuerpo, no obstante, fue leve por la risilla burlona de Jimin.– ¡Agh! Como les gusta estar sorprendiéndome con todo, de verdad.— Ladeó la cabeza encontrándose el rostro de su esposo sudoroso a las risas, recibiendo un beso en la cien como respuesta.– Hola, bastardo.
— Hola, mi vida.— Contestó sin darle importancia a lo que le dijo.– Hola Jimin.
— Es divertido verte así Kookie, comprendenos.— Jimin chocó la mano con la de Yugyeom luego de acercarse más a ellos y revolvió su cabello.– Más embarazado, he sacado mucho material tuyo estos nueve meses.— Sonrió golpeando el teléfono en su pantalón y miró a Jungkook fruncir el ceño.– Hola Yugyeom, ¿qué tal tu día en el estudio?
— Todo bien, sólo vengo con dolor de cabeza por esos mocosos irrespetuosos y estúpidos que tengo como alumnos, pero todo bien.— Lo primero fue murmurado severamente, sin embargo la expresión cambió al final por una alegre y los dos presentes rieron.– ¿Cómo estuvo su día?
— Todo bien, sólo vengo soportando a este mocoso irrespetuoso con sus cambios de humor y mal genio de siempre.— Imitó la misma frase, incluidas también las expresiones y ahora fue el turno de reír de los tres juntos, aún más Yugyeom al sentirse avergonzado.– Mentira, fue bueno, nos pusimos al día y terminamos de ordenar la habitación como se debía.— Alzó un pulgar conforme.– Cuidé bien de tu esposo si lo preguntas, soy excelente cuidando de embarazados.
— No es cierto, me pegó, ahora tú pegale.— Fingió un puchero lastimero, por lo que el Park exageró una expresión de odio y Yugyeom negó pegándole levemente en un hombro.– Golpeas como niña, pegale más fuerte.
— Ya tuve suficiente por hoy, me largo.— Jimin bostezó antes de decirlo y se rascó la nuca contento.– Me dan sueño tus tonterías.— Se apartó en cuanto Jungkook quiso darle un golpe y el pelinegro lo sostuvo por atrás.– Aún más me voy.
— Lucen como niños de cinco años los dos. Ya hablando en serio, ¿te irás?— El Park asintió, no estaba mintiendo del todo.– Vaya, es que traje comida y la dejé en la mesa ¿No te gustaría quedarte a cenar hoy?— Cuestionó amable y Jimin se tuvo que negar a la oferta del Kim.
— Me encantaría, pero hay un gato en casa esperándome y su nombre es Yoongi.— Sonrió saliendo de la habitación finalmente junto a la pareja siguiéndole por detrás a las risas, era capaz de quedarse una hora más si se lo proponía y nunca terminar de hablar con ambos.– En la mañana vine sin decirle nada e ignoré todos sus mensajes hoy, estará preocupado en su versión maniaca.— Un escalofrío recorrió el cuerpo de Jimin.– Pero con gusto vengo otro día a comer, lo prometo.— Levantó su mano mirándoles.
— De acuerdo, ¿crees poder venir pronto? Lo digo por si estás muy ocupado estas semanas también y no sé hasta cuando podré verte otra vez.— Una expresión triste se logró ver en el rostro de Jungkook y el mayor sonrió enternecido, picándole una mejilla.
— La semana pasada fue la pesada, oh, eso rimó.— Pausó asombrado, para proseguir sonriente.– En esta sólo estaré dando entregas y el fin de semana comenzaré algunos o quizá antes, para si no venir el fin de semana a visitarlos con Yoongi.— Contó confiado, caminando al mueble en el que su mochila se quedó aventada y sola.– Más les vale recibirme con comida gourmet, yo soy fino.— La pareja rió dándole un golpe en el brazo.– Yah, que agresivos los dos.
— La naturaleza.— Se encogió de hombros el embarazado y Yugyeom apretó su nuca sin nada de fuerza.– Seguimos hablando por mensaje Jiminie, o llamada, si es que quieres.
— Siempre estoy disponible, pero me da miedo hablar contigo porque la vez pasada la llamada duró tres horas.— Señaló dirigiéndose hacia la puerta, abriéndola solamente lo necesario y se volteó a mirarles, así observó la expresión confundida de Yugyeom.– El chisme estaba intenso, comprendenos.
— Por eso prefiero no meterme en esos lares y quedarme con los míos.— Suspiró resignado.– Gracias por venir hoy Jimin, a pesar de que no estuve.
— No hay problema, me encanta visitar esta mansión y estar junto a Kookie, pronto espero hablar junto a ti.— Guiñó un ojo en broma, sacándole un gruñido de cachorro a Jungkook y observándolo posicionarse de una forma protectora. Jimin se cubrió la boca riéndose de su acto.– ¿Has oído de las vacunas para la rabia Yugyeom? Creo que la tiene.
— Tú tendrás una patada en esas miniaturas de ahí, eso tendrás.— Tronó los huesos de su mano derecha fijándose en su pantalón.
— Yendo con la violencia en todo momento, en serio no tienes remedio.— Una risilla se escapó de sus labios al intentar ponerse serio, sin embargo no lo logró y ese fue el resultado.– Me despido, buen provecho a los dos y tengan una buena noche, si se me llegó a olvidar algo por ahí lo guardan.— Salió por la puerta moviendo la mano exageradamente.– ¡No me extrañen!
— ¿Escuchaste una voz?— Los esposos se rieron observando el dedo de en medio de Jimin en su dirección, aunque seguidamente de ello se retiró a las risas y cerró la puerta detrás suya.– Ah, que día.— Exhaló Jungkook sobándose la cadera. Yugyeom le volvió a abrazar dándole un beso en la frente y fueron a la cocina para traer lo necesario de su cena esa noche.
— ¿Cómo te sientes?— Murmuró el Kim sobando la espalda de Jungkook y este demostró una expresión relajada.
— Cansado y con hambre.— Sonrió pasándole dos vasos a Yugyeom, paulatinamente agarrando dos pares de palillos y una cuchara. Sus ojos se posaron en el pelinegro alto, mostrándose en él una expresión de sueño y también cansancio.– Tú tampoco luces muy bien.— Acarició su mejilla, a lo que Yugyeom sonrió por el tacto.
— Creé tres coreografías hoy y tuve dos clases, no fue muy fácil.— Bostezó dejando un besito en la muñeca de Jungkook y se alejó para ayudarlo a llevarse lo demás.– Después de cenar me tomaré un baño y seguiré trabajando en mi cuarto, tengo que hacer papeleo de la clase C.— Formó un puchero sin ganas de hacerlo.
— ¿Es muy necesario hacerlo hoy?
— Sí, lo tenemos que terminar para el miércoles.— Muchas veces, cuando ese problema ocurría, Yugyeom se quedaba hasta tarde en su oficina organizando todo y hablaba lo necesario con Mark para ayudarse, sin embargo casi se acostaba en esas temporadas a las tres y se levantaba a las siete.
— Entonces deberíamos apresurarnos, así no terminas tan tarde y duermes algunas horas.— Yugyeom le sonrió a Jungkook, encontrándolo preocupado y tierno a la vez.
— No te preocupes, terminaré temprano esta vez, lo juro.— Levantó la mano bien extendida.– Come tranquilo, disfruta la comida y platicame mejor lo que hicieron en el día, Jimin sólo me dio resumen.— Jungkook rió por lo último y asintió sentándose en una de las sillas lentamente, sorprendiéndose por una corriente recorrer su vientre y un pequeño dolor casi invisible atravesarlo, entonces optó a sentarse mejor, acción y mueca cual notó Yugyeom de inmediato.
— ¿Pasa algo?— Su mano se coló encima de su estómago, pasándola de arriba a abajo suavemente.
— Nada, Doyeonie a veces en cuanto me siento se encaja en mis huesos y me duele, no es nada del otro mundo.— Aclaró sonriéndole.– Ya te lo había dicho, parece que nunca me pones atención.— Puchereó dramático a la pregunta de su marido luego de reaccionar y se ocultó las ganas de darle un golpe. Yugyeom besó su mejilla.
— Perdón, sólo soy precavido por si es un dolor de alguna otra cosa.— Sus dedos se unieron a los de Jungkook felizmente.
— Ya te dije que...
— Que si es por otra cosa me avisarás, lo escuché cinco veces y ya Mark hyung me regañó porque fuiste a quejarte con él.— Agachó la cabeza desanimado y el embarazado lo tomó de las mejillas dándole un beso.
— Es para que lo entiendas Gyeomie, mejor abre la boca y come.— Agarró la caja repleta de Tteokbokki, abriéndola para tomar su cuchara y llenarla de la comida, dispuesto a que el mayor la comiera. Yugyeom alzó una ceja y Jungkook también.– Tengo que practicar el avioncito, déjate.
— Kookie eres un caso especial.— Rió antes de abrir la boca y permitir darle de comer en un chistoso movimiento de su mano. En ese pequeño momento recordó, como en algunas ocasiones él hizo eso con Jungkook y este estaba de lo más feliz recibiendo la comida en su boca, tal fuera un niño pequeño disfrutando de la atención de alguien y claro que le encantaba entregársela. Solamente que en en ese entonces, era Yugyeom quien disfrutaba tener la atención de Jungkook y verlo tan feliz a las risas por darle de comer.
El Kim sonrió masticando el pastel de arroz y se aseguró de mantener la sonrisa de Jungkook lo que restó de la cena juntos, observándolo y oyéndolo contarle de su día tan entretenido en decírselo, él contestándole en algunas cosas y disfrutando de ese domingo en la noche a su lado, tranquilizándose de tan pesado fin de semana.
Claro que, no se esperaría que ese era sólo el inicio de una noche muy caótica.
***
Jungkook bostezó sentado en la sala, escuchando el sonido de la regadera resonar hasta la parte de abajo y hacerse presente en el lugar donde estaba viendo televisión aburrido. No había nada interesante y le sorprendía porque era domingo, normalmente los domingos pasaban películas buenas en la mayoría canales disponibles y en ninguno hallaba una interesante de ver, todas eran viejas y sin mucho chiste en la trama. Por un momento llegó a encontrar la de Iron Man, no obstante, esta ya estaba terminando y alcanzó a ver sólo la escena final minutos antes de los créditos.
Pasadas dos horas de haber comido, su estómago dejó de sentirse pesado —sin mencionar a Doyeon claro— y prefirió levantarse con todas sus fuerzas él mismo, para lograrlo a los pocos segundos y estirarse ruidosamente, deseando dormir de una buena vez. Desvelarse no sonaba muy bien y menos mirar una película aburrida, de todas formas se dormiría como siempre hacía y gastaría más energía innecesaria.
— Dormir es más importante que estar aburrido.— Guardó su teléfono en pantalón de pijama, flexionándose levemente a la derecha y siguió hasta llegar a la escalera.– No es muy temprano que digamos, tam...— Pausó su mini platica con él mismo y de repente volvió a sentir una corriente atravesarle, corriendo muy directamente a su vientre para después golpear en un pequeño dolor de cadera en su parte baja, provocándole parpadear.– Oh, eso es nuevo.— Susurró tocándose dicha zona del pequeño dolor y abrió los ojos pensando en lo que eso podía significar.
"¿Y si Doyeon...?" pensó pasándose la lengua por los labios, volviendo a negar absurdo.
– No, no, estoy loco. Me estaría doliendo más y estarían más constantes.— Negó quitándose esa idea de la cabeza, pero subió cauteloso y pensativo a cualquier cosa que pudiera pasar, directo a la oficina de Yugyeom posando frente al cuarto de Doyeon.– Se me está pegando lo Yugyeom.— Fingió un escalofrío, asomándose por la puerta abierta de la habitación y sonrió cuando el Kim sentado pareció no notar su existencia y tecleó frunciendo el ceño tiernamente a la computadora.– Te cambiaste rápido.
Yugyeom levantó la mirada de inmediato al oírlo, sonriéndole.
— Llevé la ropa de una vez al baño, quiero acostarme temprano.— Se encogió de hombros invitándole a pasar más dentro.– ¿No encontraste nada bueno?— Jungkook bufó.
— Pfff, no. Todos los canales se pusieron de acuerdo en poner películas de 1890.— Gruñó parándose frente a Yugyeom apretando su mano.– Creo que me iré a dormir ya, me viene mejor y despierto con más energía.— Una patadita golpeó en la piel de su estómago, encontrándose el muy leve aunque claro movimiento de su bebé dentro despierta.– Ella está en contra...
— Doyeon entenderá que quieres dormir ¿Verdad nena?— Se inclinó a besarle el centro de la gran pancita y subió a su barbilla.– Ve a descansar Kookie, hiciste mucho hoy.
— Te haré caso, pero tú procura terminar el papeleo bien y sin prisas ¿Está bien? Si lo haces estresado y de malas te saldrá mal.— Aconsejó acariciando su cabello desde arriba.– Me voy al cuarto ahora, buenas noches Gyeomie.— Le dio un corto beso en los labios sonrosado.– Trabaja duro y ¡Fighting!
— Gracias Kookie, duerme bien.— Rió enternecido.– Cualquier cosa llámame o gritame en todo caso.— Yugyeom palmeó su inexistente cintura, observándolo asentir y salir del cuarto mientras bostezaba.
Jungkook fue a la habitación tal como dijo, prendiendo la luz sólo para quitarse los calcetines y buscar el control del aire acondicionado, prendiéndolo en un nivel bajo con el fin de estar fresco. Seguidamente encendió su teléfono leyendo algunas notificaciones y mensajes de su grupo con sus demás amigos, ignorándolos para así contestarlos a la mañana siguiente, simplemente no tenía ganas de estar tecleando ese día, y a continuación de aquello conectó el cargador al teléfono para dejarlo allí toda la noche.
— Veamos si me dejas dormir bien esta noche pequeña.— Murmuró rebotando en el colchón después de haber apagado la luz y permitirse caer en él para terminar de acomodarse con el cuerpo medio derecho, mirando en la oscuridad hacia arriba. Sus manos fueron a su vientre en el que su bebé no se paraba y seguía estando de un lado a otro moviéndose.– Sí, creo que no será así.
Soltó un último suspiro resignado cerrando los ojos y acarició de arriba a abajo su vientre para ver si así lograba calmar a Doyeon hiperactiva, cosa que pareció lograr pues el sueño le venció a lo poco sin percatarse de nada más a su alrededor, únicamente de un nuevo escalofrío correr a su parte baja, otra vez.
[...]
2:00 AM.
El sueño de Jungkook se interrumpió inexplicablemente en la madrugada.
Era común para el embarazado despertarse en medio de esta, y acomodarse en las almohadas para no tener molestias al momento de preparar su vuelta al sueño, sin embargo, en esa madrugada fue diferente. Jungkook despertó sintiéndose sudoroso y con una ligera capa de humedad cubriendo su camisa, como si hubiera dormido sin el aire acondicionado y unas tres sábanas cubriéndolo, cuando en realidad se acostó sin nada encima pensando en abrir los ojos totalmente seco. Parpadeando en la oscuridad para enfocarse mejor en lo que estaba sucediendo, sintió un leve pero ciertamente fuerte dolor cerca de su pelvis, haciéndolo incorporarse en medio segundo.
— Ahora...— Susurró quedándose sin aire un segundo tras caer en cuenta de lo que podía estar pasando y tener una opresión en el estómago como si estuviera temeroso de sus pensamientos.– Oh Dios mío.— Tragó volviendo a tener un dolor más notorio en la misma zona de antes. Jungkook dispuesto a moverse y así prepararse para ese inesperado pero tan esperado momento, tanteó una humedad en su pantalón y en las sábanas de la cama, sorprendiéndose porque no lo esperó para nada y ni siquiera llegó a sentirlo desde que pasó quizá unas horas o una hora antes.– Demonios.
Había roto fuente.
El sentimiento de miedo y nervios se apoderó de él por unos segundos tras decirlo en su mente, pero si se ponía a sobrepasar la situación, Yugyeom se pondría histérico e irían al hospital tal como se los dijo Taemin alguna vez; llenos de nervios y conduciendo a una velocidad arriesgada por la apuranza, a lo que decidió tomar un respiro y contar hasta tres. Las contracciones que obviamente sentía seguían leves, al momento de presentarse de golpe eran dolorosas, pero no tanto como para llamar a gritos a Yugyeom.
— Ah, Doyeonie, porqué justamente ahora.— Murmuró dejando ir el sueño de todo su sistema y se hizo a un lado dispuesto a tomar su teléfono de la mesita de noche, desconectándolo rápidamente y seguirse a la aplicación de los contactos, en la cual buscó el número de su omma hasta que finalmente lo encontró y soltó un jadeo por una nueva contracción. Marcó el número de la mujer que le dio la vida, colocándolo impaciente en su oreja y esperó unos cinco pitidos mientras prendía la luz de la lámpara. No es que su omma fuera más importante que hablarle a Yugyeom, pero la conocía a la perfección y se pondría como loca si no estaba presente desde el primer segundo, lo hizo el día que SeokJin se alivió hace años.
— "¿Hijo? ¿Por qué llamas a esta hora?"— La voz adormilada de su omma se dejó escuchar, haciéndole quejarse de nuevo en bajito por el pulso y tocó su vientre con espasmos continuos.– "¿Pasa algo?"
— C-creo que deberían ir prendiendo el auto, omma.
En unas habitaciones más a esa misma hora, se encontraba todavía Yugyeom terminando largos escritos en hojas y tablas de gran importancia, con el sueño desbordando en su mirada además del deseo de por fin terminar esos últimos datos de alumnos e ir a dormir al lado de Jungkook. Desde las doce Mark lo había dejado solo con el trabajo, el pobre mayor se la pasó todo el día en el estudio adjuntando lo que podía, al mismo tiempo cuidando de su bebé y corriendo de un lado a otro, por lo que merecía un buen descanso desde temprano.
Pasó una mano por su rostro, cambiando la canción en la computadora a una más animada y agarró una nueva hoja del montón, revisándola detenidamente en lo que abría un nuevo archivo de word, colocándole un nombre fácil de reconocer y revolvió su cabello tirándolo hacia atrás, anhelaba con el alma fijarse en las hojas y encontrar solamente dos más, podía ser hermoso para su cuerpo exigiendo descanso en esa larga madrugada. La música lograba calmarlo, no obstante algunas eran tan relajantes como para darle más sueño y desconcentrarlo de acabar temprano, aunque muy temprano no era.
— ¡Gyeomie!
Procedió a seguir escribiendo el archivo durante un pequeño rato, claro que no se esperó al minuto oír un llamado de su nombre posiblemente viniendo de Jungkook, si es que no era un fantasma presentándose y provocándole alucinar cosas para que lo fuera a matar a esa hora de la noche. Yugyeom negó ridículo a sus propias tonterías por el sueño y se mantuvo en un pequeño shock después de detenerse a escuchar — parando la música de paso—, un nuevo y fuerte llamado a él desde la habitación a la cual se fue Jungkook horas antes sonó en el piso.
— ¡Yugyeom!— El Kim no supo ni en qué segundo logró reconocer a la perfección la voz de Jungkook y casi corrió a su cuarto para ver si todo estaba en orden, no obstante, un quejido de dolor lo hizo alarmarse cuando puso pie dentro del espacio, prendiendo la luz del interruptor como primera idea, así pudiendo ver a la perfección el rostro sudoroso y levemente serio del menor mirándolo desde la cama.– Gyeomie, escuchame y no tienes porqué ponerte como loco a lo que te diré.— Pausó cerrando los ojos con dolor y dio a entender sin dificultades lo que pasaba.– Pero c-creo que Doyeon decidió por fin conocer el mundo.
— ¿¡A-ahora!?— Sus ojos se salieron casi de la orbita, dirigiéndose a la mancha transparente y húmeda debajo del cuerpo de Jungkook, quien rodó los ojos fastidiado porque no le hizo caso a mantenerse tranquilo.
— Sí, ahora.— Yugyeom fue rápidamente hacia él, olvidando todo lo que dejó atrás en su oficina y lo ayudó a sentarse en la cama. Los nervios se apoderaron de él, llevándolo a estar estresado por el millón de cosas que le faltaban de hacer y de paso ayudar a su esposo a bajar las escaleras, ideas que el menor notó en su mirada y le dio un golpe al lado de la cabeza molesto aparte de desquite a los dolores volviéndose un tanto más fuertes.– Te dije que e-estés tranquilo ¿Lo entiendes o te lo digo de nuevo a mí manera?
— P-perdón.— Susurró sobándose el golpe y respiró hondo.– ¿No sientes las contracciones muy fuertes o rápidas?— Cuestionó intentando sonar relajado. Jungkook negó apoyándose en él, queriendo levantarse y Yugyeom lo agarró con cuidado, así logrando ponerlo de pie.
— Estoy bien, aún son leves, aunque duelen.— Gimió bajito gracias a otra contracción.– Ve a tomar las cosas mientras me cambio el pantalón, no iré todo mojado.— Suspiró limpiándose el sudor de la frente y Yugyeom asintió inconforme, prefería darle una mano en vez de dejarlo solo e ir a traer la bolsa y todo lo necesario para Jungkook y Doyeon, estaba temoroso de que cualquier problema pudiera pasar si se iba.
— Kookie, también puedo pasar llevándote hacia la escalera, por mí no hay...
— Sólo ve a traer esa maldita bolsa Kim Yugyeom.— Gruñó demostrándole lo enojado que ahora se encontraba y el regañado casi salió corriendo a la habitación de su bebé, en la que encontró la bolsa con algunas ropas de fuera, Jungkook pudo haberlas dejado allí pensando que no sucedería nada esa noche. Las metió dentro a como se le ocurrió y la cerró, retomando en su cabeza si era lo único importante en esa noche y rodó los ojos cuando se dio cuenta de su teléfono, lo olvidó por completo.
Fue de nuevo a la oficina, aprovechando su ida para desconectar la computadora y apagarla de golpe, a Yugyeom le daba igual en esos minutos si le pasaba algo, Jungkook y su bebé siempre serían aún más que lo demás. Agarró su teléfono guardándoselo en el bolsillo del pantalón de pijama y su camino se dirigió a la habitación en donde Jungkook yacía terminando de ponerse unos pantalones holgados, inhalando y exhalando por cortos segundos, queriendo calmarse de las contracciones. Yugyeom le dio las manos apoyándolo a levantarse otra vez, ya que un pantalón no se lo podía poner fácilmente parado.
— ¿Crees poder caminar de aquí al auto?— Cuestionó sujetándolo de la zona detrás de su pecho y del brazo, podía ser un exagerado, pero ayudarlo a caminar no lo convertía en uno. Lograba ver el dolor en el rostro de Jungkook, uno tan fuerte que no se imaginaba todo lo que sentía aproximándose más del mismo a la misma parte.
— Puedo h-hacerlo, pero ayudame de cualquier manera, vendrá una de pronto.— Respondió apretando sin fuerza el brazo de Yugyeom y este rápidamente lo llevó fuera, cargando la bolsa en su brazo derecho. Jungkook conseguía las contracciones cada ciertos minutos, volviéndose intensas con el pasar del tiempo, aún más cuando bajó los escalones tomado de las manos de Yugyeom y el respirar profundo no le funcionaba mucho. El Kim tuvo un mini ataque de pánico en ese momento, viéndolo ir lentamente detrás suya y se arrepintió de haber puesto los dormitorios en la parte de arriba de la casa.– Deja de pensar tanto, me estás estresando.
— ¿Incluso mis pensamientos te estresan?— Jadeó sorprendido y Jungkook frunció el ceño mirándolo mal.
— Todo lo que se hace llamar tú me estresa.— Respondió soltándose cuando estuvo de pie en el suelo firme. Caminó sin más de la ayuda de Yugyeom hacia el garaje, —este sintiéndose culpable y a la vez teniendo ganas de reírse por su Jungkook gruñón— y soltó un tipo de suspiro de alivio teniendo en frente el auto que los llevaría al hospital.– Llama a Taemin hyung y a tus appas, sólo pude aguantar hasta llamar a los míos.— Habló como primera idea en su mente, aplazando el dolor y abriendo la puerta sin seguro desde el lado del copiloto. Claro que Yugyeom no fue tonto y guardó la maleta en los asientos detrás de la camioneta, paulatinamente subiéndose en el asiento del volante.
— Lo haré ahora mismo, pero, ¿nada más necesitábamos la maleta?— Jungkook asintió recargando la cabeza en el resto del asiento y apretó la mano en su camisa.
— S-sí, los papeles están dentro.— Cerró los ojos respirando profundo, en espera de que Yugyeom prendiera el auto y así al menos el aire de la carretera lo calmara de tanto dolor, sin embargo ese momento nunca llegó.– Yugyeom, no quiero ser grosero contigo, pero.— Sus ojos se posaron en su esposo luego de un minuto, estando pensativo y siendo idiota, como si pensara que las contracciones eran perfectamente fáciles de controlar y se sentían muy suaves.– ¿¡Hasta cuándo se te va a ocurrir prender el bendito auto!?
— Es que hay algo que se nos está olvidando...
— ¿Pueden ser las malditas llaves?
— ¿Las llaves? Ah, sí, las llaves. Espera, las llaves...—Repitió entrando en una crisis y a la vez una revuela de nervios.– ¡Mierda las llaves, eso era lo que se me olvidaba!— Exclamó saliendo del auto y por más que Jungkook quiso insultarlo de una y mil maneras, se rió en medio de un gemido por el dolor, simplemente no podía con ese niño que tenía como esposo y más en esa situación. En menos de un minuto volvió, cerrando la puerta de golpe y colocó la llave, prendiendo de milagro el motor e instantáneamente las puertas se abrieron del garaje.
Yugyeom dio reversa y salió fijándose a los lados para así dar la vuelta a la derecha, donde es que era el camino hacia el hospital y miró de reojo a Jungkook apretando la mano en lo que sea que encontrara. Tragó rezando a los mil dioses que no le apretara tan fuerte y estiró su mano libre, entrelazando sus dedos con la del mayor, sintiendo la presión que este puso de inmediato después de aceptar su toque y los ojos de Jungkook se posaron en él, sonriéndole a pesar de sus muecas.
— Te dejaré morada la mano.— El Kim rió conduciendo en una velocidad normal, no obstante, algo lenta, como recordaba que les dijo Taemin, ya si fueran muy fuertes sus contracciones iría a la velocidad de la luz.
— No me importa, si te ayuda a sentirte mejor está bien.— Alzó la mano besándole los nudillos y dejando el volante por un segundo sacó su teléfono, pasándoselo a Jungkook, que lo agarró y prendió colocando la contraseña, con una sonrisa adorable en su rostro.– ¿Puedes llamar tú a Taemin hyung o lo hago yo? Como me dijiste.
— Puedo hacerlo, tú fíjate en la carretera.— Contestó el Jeon quejándose por una contracción y apretó la mano de Yugyeom. Buscó el número de Taemin con su mano derecha libre, encontrándolo en uno de los principales marcados y llamó poniéndolo en altavoz para que el mayor escuchara también. No tardó en sonar ni dos veces cuando contestó la llamada y se oyó la voz nada adormilado del médico.– ¿Hyung? ¿Está disponible?
— "¿Jungkook? Por supuesto que sí ¿Qué sucede?"
— Bueno, no es por nada la verdad, pero la bebé quiso decirle hola a este mundo... Oh.— Apretó los labios por el dolor llegando de pronto y siguió.– Justamente ahora, estamos en camino al hospital.
— "Demonios, de acuerdo, escuchame Kook, respira y sigue así, te oigo tranquilo ¿Desde cuándo comenzaron tus contracciones? Ahora mismo me dirigido para allá."
— No estoy muy seguro, creo que fue hace horas, cuando me acosté, hace unas cuatro o cinco horas.— Yugyeom frunció el ceño viéndolo y Jungkook quiso sonreír pero se mantuvo pensando en el dolor.– Pudieron comenzar ahí.
— "Excelente, deben seguir pausadas ¿te duelen mucho?"
— Demasiado a un nivel insufrible no, pero cuando se aparecen sí son dolorosas.— Se quedó callado pues una nueva se presentó y se mordió un labio ocultando su dolor, hasta que pasó.
— "Vas a la perfección Kook, por favor dime que Yugyeom está conduciendo con cuidado, si va muy rápido pueden tener problemas".— Yugyeom iba a contestar, sin embargo Jungkook se adelantó.
— Va lento, muy lento en realidad.— Expuso asesinándolo con la mirada y la risa de Taemin se oyó.– Y comportándose como idiota también va, no es nuevo, claro.— Inhaló y exhaló hondo, buscando tener más aire aparte del de fuera.
— "Todos son así, no es sorpresa. Te tengo que dejar Kook, no me gusta conducir y estar llamando, espero llegar antes que tú y Yugyeom al hospital, cualquier cosa vuelveme a llamar."
— Lo vemos allá hyung.— Colgó preparándose para otra contracción y contuvo la respiración mientras ella le hacía quejarse de tal pulso doloroso.– D-dime que no falta demasiado para llegar.
— Quizás quince minutos mi amor, pero tranquilo, si voy un poco más rápido estaremos ahí antes.— Jungkook no respondió, se quedó callado mirando la pantalla del celular y buscó el número de los padres de Yugyeom, prosiguiendo con darles el mismo aviso que le dio a sus padres y tenerlos al tanto de lo que estaba pasando.
Los minutos siguientes fueron como una eternidad para Jungkook, entre las llamadas que hizo y las reacciones de sus familiares escuchando la reciente noticia, sus contracciones se hacían más notorias y cada cuatro o cinco minutos una venía poniéndolo en una problemática de que debía hablar en medio de estas, sonando como si ya tuviera las contracciones en un nivel mayor y espantaba a las personas de la otra línea, como SeokJin casi muriéndose de los nervios apenas atendió el teléfono y la voz de Namjoon atrás calmándolo para que pudieran ir al hospital. En el caso del resto de sus amigos no pudo saberlo, porque su hermano fue el encargado de avisarles y así dejarlo descansar de tanto que estaba pasando en su cabeza y en su cuerpo.
Yugyeom se la pasó aceptando los apretones que le daba y se quedó callado para no molestarlo más, cosa que Jungkook agradeció en su interior puesto que solamente quería silencio y más silencio en su alrededor, concentrándose en no tomar tanto la tortura mínima de las contracciones aproximándose más fuertes con el pasar del tiempo. Aunque se mantuviera en silencio, daba pequeñas caricias en su mano con su pulgar, entregándole ese apoyo incondicional y lo sintiera como que estaba ahí para él y Doyeon, su niña causando sufrimiento en el pobre de su appa hasta el hospital.
***
[Quiero aclarar aquí un asunto. Desde hace días estuve investigando como es que se hacen las cesáreas y todo el tema, pero... qUEDÉ TRUMADA. TT
Para aquellxs que describen la cesárea y el nacimiento natural con detalles, les admiro, yo simplemente no pude ni intentarlo :(. Perdón si llego a decepcionar a algunx por no describirlo, pero me dieron muchos nervios, en verdad ;-;.]
El embarazado al darse cuenta de que finalmente entraron en el estacionamiento del hospital y Yugyeom subió varios pisos en este mismo, soltó un suspiro de alivio. Habían muy pocos autos actualmente a esa hora, posiblemente sólo el de los mismos trabajadores y el de algunos otros próximos padres, entonces estacionarse no fue problema, Yugyeom incluso pudo estar cerca de la entrada al elevador y cuando por fin apagó el auto, salió rápidamente a por él, abriéndole la puerta y tomándolo de ambas manos para que bajara sin muchas dificultades. Seguidamente agarró la bolsa en los asientos de atrás y se la colgó en un hombro, tomándolo por atrás aunque Jungkook podía ir, no a la perfección, pero podía.
Ambos entraron en el elevador, presionando el piso que les había dicho Taemin cuando les entregó los papeles, con el menor sujetándose la cadera gracias a los espasmos y Yugyeom cada vez más nervioso mordiéndose un labio. Las puertas se abrieron dejándose ver el anorme pasillo del hospital, donde varias enfermeras y enfermeros caminaban de un lado a otro y atendían a algunas otras mujeres y hombres embarazados. Se dirigieron a una mujer sentada en la recepción, tecleando en su computadora algo que no le interesaba y mirándolos de pronto frente a ella abrió los ojos.
— Disculpe señora...— Yugyeom se fijó en su placa encontrando el nombre de Sunny.– Sunny, hice una reserva hace un tiempo para Jeon Jungkook, él tiene unas horas que entró en labor de parto pero ahora es que...— Jungkook gimió bajito sintiendo una nueva contracción y la señora asintió reconociendo el nombre de inmediato.
— Uh, sí, por supuesto. Taemin nos avisó hace un rato que estaban en camino y ya tenemos lista su habitación.— La pareja se sorprendió por un momento pero siguieron escuchándola.– Una enfermera los llevará allí y cuando te acomodes más lindo?— Habló suave y tranquila al castaño sufriendo en silencio.– Tu esposo puede traerme rápidamente los papeles, pero pequeño antes que nada ¿Crees poder llegar hasta allá caminando?
— Sí, sí, así está bien, muchas gracias.— Se apresuró a seguir a la enferma, no tanto por querer irse, sino que estando parado las contracciones eran mayores. Yugyeom agradeció por ambos con una reverencia rápida, siguiendo por detrás al menor y la mujer no evitó reír. Caminaron unas cuantas habitaciones lejos de la recepción y finalmente la otra señora de una considerable edad le abrió una puerta, permitiéndole ver el interior vacío y sólo para él.
— Taemin aún no llega porque tomó una ruta incorrecto debido al apuro, pero no tarda mucho chicos.— Ambos asintieron y ella le pasó una bata al Jeon, sonriéndole.– Por mientras te pediría que te pongas la bata dulzura, ¿tus contracciones cómo van?
— Más fuertes que antes, pero bien.— Exhaló observando el asentimiento despreocupado de la mayor, ya que si seguían siendo soportables él estaría bien en lo que llegaba Taemin y daba la indicación de prepararse y prepararlo para la cesárea de una buena vez.
— Siento decirte que seguirás con ese dolor un ratito más...— Pausó la enfermera y Jungkook sonrió formando una mueca.
— Jungkook.— Contestó Yugyeom yendo a su lado y tomó el borde de su camisa subiéndola sólo un poco hasta descubrir su gran vientre, que si se quedaban mirándolo fijamente, se lograban ver los movimientos de la bebé, sus pataditas.
— Jungkook.— Continuó sonriente.– Taemin vendrá a verte apenas llegue ¿De acuerdo? Luego de eso le explicaremos a usted un poco de cómo van las cosas y también vestirlo para que pase junto a su esposo a el quirófano.— Explicó la mayor sonriéndoles a los dos, sin embargo las palabras dirigiéndose a Yugyeom, quien asintió.– Siento que debas seguir con las contracciones pequeño, sólo aguanta unos minutos.— Animó con pena, Jungkook lucía cansado y estresado.
— Comprendo, n-no se preocupe.— Contestó Jungkook, desdoblando la bata azul típica de siempre y ella abrió la puerta dispuesta a salir para dejarlo cambiarse.
— Si sientes los dolores muy fuertes o te sientes mal avisanos de inmediato, sólo toca el botón a tu derecha o si no puedes que lo hago tu esposo.— Contó sonriéndole para cerrar lentamente la puerta detrás de suya y el menor sostuvo la mano de Yugyeom cuando una nueva contracción le hizo quejarse en voz alta, apretándola a su antojo dependiendo el dolor que le hacía sentir más intenso.
— Odio verte con tanto dolor.— Quitó la camisa del cuerpo de Jungkook después de que pasó, acariciando su mano con cariño mientras este volteaba a mirarlo en un quejido.
— Pero no dijiste lo mismo cuando me...— El mayor lo calló avergonzado imaginándose su comentario y Jungkook sonrió tomando aire en espera de la siguiente.– Al menos estuviste desde el principio, te estaría arrancando la cabeza ahora mismo.— Sinceró dejándose quitar el pantalón por su marido y este besó su frente colocándole la bata como debía de ser.
— A mí me hace feliz estar desde el primer segundo, aunque me gané un golpe.— Jungkook en repuesta recargó la cabeza en el pecho de Yugyeom, moviéndola allí y sus manos se entrelazaron con las suyas, sujetándolas con una presión muy grande, como si quisiera deshacerse de los dolores de esa forma.– Ya pasará mi amor, tranquilo.— El Kim besó su cabello, intentando verlo mejor de estado.– ¿Del uno al cien cuánto te duele?
— Cien.— Susurró quedito, oliendo el perfume en la ropa de su esposo y gimió por la contracción construyéndose cerca de su parte baja, enviándole millones de corrientes en todo el cuerpo y manteniéndolo quieto en su lugar.– No te lo había querido decir antes pero.— Pausó luego de que pasara y cerró más los ojos.– Tengo miedo Gyeomie...
— ¿Uh? ¿Por qué?— El pelinegro parpadeó sorprendido, alzando por la barbilla la cabeza del menor y notó ese brillo adorable en sus ojos aparte de ese mismo sentimiento reflejándose allí.– Todo estará bien, la cesárea saldrá bien y tú estarás bien, no te preocupes de más mi amor.— Su mano viajó al gran vientre de Jungkook, acariciándolo.– Doyeonie también lo estará, ambos.
— Lo sé, aunque...— Una voz animada y llamativa fuera de la habitación hizo voltear a la pareja hablando, con Jungkook deteniéndose un momento gracias a una contracción número mil en esa noche y Yugyeom lo sostuvo sobándole la espalda. Taemin entró por la puerta de la habitación, suspirando cuando los vio allí y más a Jungkook sufriendo con esa conocida mueca para él.
— Hola a los dos, disculpen mi tardanza desde hace minutos, me apuré en llegar y me terminé yendo por otra zona que no era, si no me hubiera dado cuenta a tiempo estaría tardando más en llegar.— Negó colocándose los lentes y los menores negaron sin problemas.– ¿Cómo te encuentras Kook?
— No a la perfección pero tampoco mal.— Soltó haciéndose notar su respiración pesada.– Se han vuelto más fuertes.
— Siempre es lo que pasa pequeño, tienes la suerte de que no puedes dar a luz por natural, es muchísimo peor y te tendría sufriendo más.— Sonrió en un intento de alivio y Jungkook no supo si sentirse bien o mal a esa noticia.– De acuerdo, iré al grano y se los explicaré lo más básico posible. Como es cesárea... Ah, "programada".— Hizo comilla con los dedos pues una fecha específica de nacimiento y hora no tenían.– Ahora mismo te harán lo necesario para entrar al quirófano y así pueda por fin nacer tu bebé, no tienes que esperar de más.— Contó rápidamente.– Las enfermeras se encargarán de rasurarte si tienes vello púbico y te pondrán la epidural, que es una anestesia de sólo el pecho hacia abajo, lo que hará que sigas despierto aunque te puedes medio sentir un poco somnoliento.— Pausó viéndolo apretar los labios y gemir debido a una contracción presentándose, sin soltarse de Yugyeom que con una mueca de dolor recibía los apretones.
— ¿Y si de pronto me quiero dormir?— Murmuró un tanto espantado y Taemin negó.
— Nunca sucede, sólo si es anestesia general.— Especificó.– Te podrá dar sueño después de la cirugía, eso te lo aseguro pero dormirte durante no. De acuerdo, como lo principal, después de que la anestesia haga efecto iniciaremos con la cesárea ¿Tienen alguna otra duda? No creo que Jungkook quiera saber más del proceso.
— No, no, esa información es suficiente ¿A qué hora me ponen la epidural?— Una de las enfermeras presentes y Taemin rieron sin poder evitarlo.
— Justamente ahora Kook, esperar más no es una opción para ti.— Terminó sonriéndole en apoyo.– Debemos aplicarte de una vez todo lo que ya te comenté, por lo que Yugyeom, necesitamos que lleves los papeles con Sunny mientras lo hacen y de ahí tienes el permiso de entrar a la sala junto a Kook, si es que quieres pasar y ver el nacimiento.
— Por supuesto, sí.— Asintió sin pensarlo dos veces y Jungkook se relajó de sólo pensar en que estaría ahí con él.– ¿No hay problema si te dejo un momento solo?— Jungkook negó, soltándolo para que fuera a traer lo ya mencionado y necesario de entregar por Taemin y así saliera de la habitación casi trotando, dejándolo a solas con el mayor y tres enfermeras más.
— Hora de empezar dulzura, necesito que te recuestes en la camilla por completo y me extiendas por debajo tu muñeca derecha apenas te sientas cómodo.— Jungkook hizo caso a lo que le pidió la señora, utilizó ambas manos para dejarse caer cuidadoso en la camilla y tomar aire, paulatinamente mostrándole el brazo tal como se lo dijo y esta revisó un gotero conectado a una jeringa, no sin antes pasar un algodón con alcohol.– Te dolerá un poco.— Susurró concentrada y metió la jeringa en la vena principal lentamente, a Jungkook ni siquiera le dolió, las contracciones eran mucho peor cada cierto tiempo.
Después de hacer aquello, las cosas se volvieron muy rápidas para Jungkook. Le preguntaron sin vergüenza ni pudor, si tenía vello púbico, a lo que el embarazado contestó que sí, no había hecho nada por cambiarlo ya que bueno, era sólo vello. Entonces la misma enfermera le pidió subirse la bata y pudiera hacer ese pequeño trabajo sin que descubriera sus partes íntimas, Yugyeom llegó justo en ese momento observándolo y le sonrió con un poco de gracia, puesto que Jungkook se sonrojó notoriamente. En el proceso después de limpiar la zona y retirar todo lo posible, un enfermo junto a una enfermera llegaron a la habitación, preguntándole a la mujer de la que nunca se enteró su nombre si estaba lista y ella asintió, cosa que hizo ponerse nervioso a Jungkook y exigió tener su mano entrelazada a la de Yugyeom en todo momento, hasta que le dijeron antes de entrar a la sala que debía separarse sólo por unos cuantos minutos y luego podría verlo, pues Yugyeom todavía no tenía la ropa para el quirófano y debía cambiarse
De mala gana Jungkook hizo caso y con la vista puesta en el techo, entró a la sala donde ocurriría todo en menos de una hora, para él las cosas estaban sucediendo tan rápido, no tuvo la oportunidad de saber si alguno de sus familiares había llegado o si Yugyeom los había logrado ver, mucho menos pensar que el inicio de la cesárea sería lento a como se ve en las películas de la televisión, todo ocurría a la velocidad de la luz ante sus ojos y la idea de que Doyeon estaría allí con él y Yugyeom de una buena vez no lo dejaban estar tranquilo.
Un enfermero le hizo despertarse de sus pensamientos, pidiéndole si podía sentarse en la camilla y bajar su pecho hasta la altura de sus rodillas, dejándose ver la curvatura de la espalda hacia afuera, donde el mismo pasó un algodón para desinfectar y aplicar una anestesia local, así el pinchazon de la zona lumbar no dolería demasiado. Pasaron unos cuantos minutos y por fin Jungkook pudo sentir un piquete atravesar su piel de la espalda, haciéndolo removerse por la incomodidad y el chico le detuvo para que la pudieran poner bien sin problemas. Nuevamente le pidieron que se recostara en la camilla, en la cual ya no tenía un apoyo para mantener la cabeza alzada, ahora era solamente la vista del techo por completo.
— Tardará unos quince minutos en hacer efecto, tus contracciones bajarán y te sentirás mejor, pero no sentirás nada en la parte de abajo.— Aclaró la misma voz del enfermero y asintió.
Ahí fue que Jungkook comenzó a reflexionar, pensar en lo que estaba sucediendo.
Los minutos parecían irse como una eternidad, las emociones se mezclaban en su pecho, no sabía si sentía nervios, felicidad, tristeza o miedo en ese momento, tener a Doyeon en brazos significaría el inicio de su verdadera paternidad y responsabilidad como su progenitor, el inicio de una nueva vida con su bebé y Yugyeom. Estaba esperando cuando por fin viera a varios enfermeros a su alrededor, permaneciendo detrás de esa tela cubriendo su visión de lo que podía estar pasando al otro lado y solamente oír lo que llevaba esperando esos últimos meses de su vida. Ni siquiera se había dado cuenta de que Yugyeom finalmente se encontraba allí, mirándolo pensativo y perdido en alguna parte del techo, sólo hasta que una enfermera le permitió tocar su mano y darle un apretón suave, llamando su atención y haciéndolo sonreírle naturalmente.
Escuchó como Taemin entraba al quirófano, hablando algunas cosas y pidiendo otras, los ayudantes empezaron a revisar cada una de las cosas en las mesas y todo lo importante en las herramientas, cuales no conocía ni entendía, pero sabía que eran algo obviamente fundamental. Yugyeom tuvo que mantenerse a unos pasos atrás suyo, cada segundo más ansioso y unas ganas de vomitar impresionantes, aunque no lo haría. La figura de Taemin se apareció frente suya y alzó su puño a Jungkook, para por fin dar las indicaciones de desinfectar la zona en donde harían la incisión e iniciar el proceso.
Tal como se lo dijo el mayor, se sintió levemente somnoliento y perdido, veía las cosas a la perfección sin embargo no podía concentrarse en lo que estaban diciendo o murmurándose entre ellos. El resto de su cuerpo no lo sentía para nada, tenía esa sensación de que algo estaban haciendo allí, pero el toque o dolor ya no seguían presentes, solamente eran las sensaciones o su simple imaginación intentando recabar algo de lo que sucedía. Quiso mirar a Yugyeom para saber cómo es que iba la cesárea, pero su cuello no alcanzaba a verle por más que se volteara y decidió permanecer en su posición serio, apretando sus propios puños en espera e intentando que su vista se enfocara mucho mejor a la distancia de la luz casi en su rostro, por más que fruncía el ceño permanecía igual.
Y entonces, sucedió de pronto y sin aviso.
Unos chillidos agudos resonaron en todo el lugar.
Jungkook sintió que toda su piel se erizó, al menos la que podía sentir, unas exclamaciones de felicidad lo alertaron y Yugyeom se coló a su lado pareciendo que le sonreía detrás del cubrebocas con los ojos llorosos. El chillido de la bebé seguía y seguía, muy posiblemente reaccionando a su inicio en ese mundo y conciliando lo sucedido a su nuevo alrededor, ya no estando en la sola oscuridad. De repente una enfermera se acercó a él, trayendo consigo un bulto envuelto en una cobija pequeña de color amarillo y le sonrió de la manera más hermosa en el mundo.
— Es una niña preciosa y muy sana, está muy fuerte.— Habló en su dirección, permitiéndole primero a él verla y colocarla en su pecho, aún llena de una sustancia que no recordaba el nombre y chillando a todo lo que podía su voz. Sus manos fueron a su encuentro, viéndola tan vulnerable, todavía de un tono rojizo cubriendo su piel y sus ojos cerrados sin siquiera intentar abrirse, su cuerpo se veía tan diminuto y frágil. Los ojos de Jungkook se llenaron de lágrimas sin poder creer que tenía a Doyeon en sus brazos, removiéndose de un lado a otro y calmándose poco a poco como si reconociera que era él quien la estaba cargando.– ¿Cómo se llamará esta pequeña?
— Doyeon.— Murmuró alzando la mirada a Yugyeom, este viéndoles embelesado y perdido en su propio mundo.– Kim Doyeon.— Repitió su nombre completo, eternamente feliz y acarició su cabecita con un cariño inmenso, teniendo el tacto repentino de Yugyeom en su mano y la enferma sonrió aún más enternecida.
— Un nombre muy bello.— Alagó, demostrando su propia emoción en las palabras y otra enferma se acercó dándole un vistazo penoso, como si tuviera que dar una mala noticia.
— Siento mucho interrumpirlos y tener que hacerles esto, pero debo llevármela para tomar sus huellas y los datos, después de ello se la entregaremos a su papá y podrán verla juntos, ¿les parece? No será demasiado tiempo.— Aunque tuvo la tentación de negarse y abrazar más el cuerpo de su hija, accedió porque era lo correcto y en el caso de Yugyeom tuvo que aguantarse las ganas de hacer puchero porque hasta el momento no había tenido oportunidad de cargar a Doyeon como debía, pero tampoco se negó. Doyeon fue arrebatada de sus brazos y se tuvo que conformar a quedar así, en lo que Taemin terminaba de cerrar la incisión y le pedían a Yugyeom salir del quirófano, este besándole la frente amoroso para así desaparecer detrás de la puerta.
La felicidad inundaba su mente y cuerpo entero, creyendo en lo hermosa que era Doyeon a la primera vista, tan pequeña, frágil y dándole ese sentimiento de protección desde el primer segundo de oírla llorar. Con eso pudo caer dormido después de tanto pasado en esa madrugada, durmió tranquilo al ver a su hija nacer sana y salva, ver a Yugyeom sonreírle tan enamorado como la vez que le dijo que estaba embarazado, quizá toda su familia celebrando afuera y sintiendo la plenitud en su ser de que las cosas fueron tan bien como las imaginó. Dejó la oscuridad predominar en su visión y no supo que más fue lo que pasó, pero una sonrisa se quedó en su rostro.
***
10:00 AM.
Los susurros de una voz conocida para Jungkook y aparte unas risillas adorables haciéndose notar, provocaron que se removiera entre su sueño. Su cuerpo se sentía pesado, muy pesado cuando se dio cuenta de la realidad en la que estaba y apartándose de su siesta profunda e instintivamente sus ojos tampoco se abrían gracias a la claridad esa mañana, quería seguir durmiendo con plenitud en esa algo cómoda camilla y dejar las cosas importantes para después, todavía se sentía muy cansado y un dolor en la piel por encima de la pelvis le hacía estar incómodo.
Parpadeó lentamente, acostumbrándose a la luz del día y principalmente del sol colándose por la ventana, todo lo observaba borroso y lo primero que vio claramente fue el exterior del hospital, donde en las calles se notaba movilidad, gente moviéndose como era común para ir a sus trabajos y otros con sus actividades de siempre, luego su vista viajó a su estómago, curioso de sentirse tan vacío, suelto, ligero, tan...
Plano.
Su estómago estaba completamente plano, ya no había nada ahí, Doyeon ya no se encontraba dentro de él, ahora ella estaba fuera, en su abdomen solamente seguía su piel medio adormecida y adolorida por la incisión que le hicieron específicamente, no es como que no recordara todo lo pasado anoche, su mente guardó todo a la perfección. Buscó a Yugyeom en la habitación sin demasiada prisa, encontrándolo a su derecha sentando, cargando un pequeño bulto que era Doyeon, ella removiéndose, lográndose ver su manito tocando uno de los dedos de Yugyeom balbuceando muy bajito hacia él y seguramente mirándolo fijamente, como Yugyeom hacía con ella, susurrándole cosas y acariciando su carita con un amor impresionante demostrándose en su rostro.
Sonrió cansado y habló dispuesto a llamar su atención de la bebé, tan inmerso en ella que no se dio cuenta de cuando despertó.
— Con esto me doy cuenta que no me abandonarás después de llegar a casa.— Murmuró con la voz ligeramente ronca y Yugyeom levantó la cabeza, parándose en menos de un segundo del asiento, sin embargo cuidando el cuerpo entero de Doyeon, pensando que si se descuidaba un poco haría algo. Sonrió mirándole, a lo que Yugyeom sujetándola por un brazo a la bebé, agarró su mano dándole un besito en los nudillos y sonrió mostrándole los dientes de conejo, completamente feliz de verlo despierto.– Hola Gyeomie.
— Hola mi amor.— Susurró calmado, inclinándose a besarle los labios y volvió a poner su segundo brazo debajo de Doyeon, acunándola entre estos.– ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ¿Te duele mucho la herida?
— Cansado y adolorido, pero puedo sobrevivir.— Respondió sin moverse de su puesto y dándole igual la otra pregunta del mayor. El Kim rió sin poder evitarlo y negó, encontrándole tener sus ojos puestos en Doyeon mientras acomodaba su cuerpo para quedar sentado en la cama y verla mejor.– Ella... Sigue viéndose tan pequeña desde que la cargué.
— Pues no sé si me creerás, pero esta pequeña bebé está en busca de su appa desde hace rato, no lo dice directamente pero sí entre balbuceos y puede ser un tal Jeon Jungkook ¿Lo conoces?— Rió sacándole una risilla miedosa al menor, creyendo que si se reía bien le dolerían los puntos.– Ella es tan... Preciosa, tiene mucho parecido a ti y no ha llorado nada desde que despertó.— Murmuró restregando su nariz con la de su hija, enamorado de verla tanto y Jungkook se sintió celoso porque quería hacer lo mismo, sólo tuvo la oportunidad de cargarlo horas atrás.
— Dame a mi bebé, quiero cargarla.— Susurró con un puchero exigente, cómodo de su posición y extendió los brazos a Yugyeom, este sonriéndole divertido para pasársela cuidadosamente hasta sus brazos, sabía su actitud si tardaba un poco más. Jungkook también tenía el derecho de verla y darle amor como él lo había hecho en las últimas horas desde que se la dieron dormida a profundidad y un rato antes de que Jungkook despertara ella lo hiciera, quería cargarlo todo el día y cuidar de ella, pero no tardando podrían pasar sus familiares y su esposo querría pasar más tiempo apreciándola.
Jungkook la cargó delicadamente, uniendo su mirada a la de su bebé babeando y moviendo sus manitos a Yugyeom como si quisiera seguir con él, pero cambió de parecer apenas se concentró en el Jeon. Rió enternecido y las lágrimas volvieron a inundar sus ojos, observándola detenidamente como es que su boquita se abría y sus pupilas brillaban fugazmente. Doyeon tenía unos grandes ojos brillantes, sus labios eran pequeños y rosados, tenía un lunar debajo de su ojo derecho seguido de otro bajo su labio inferior, muy poco notorio en realidad, por encima de estos tenía una naricita respingada, arrugándola descuidada de todo. Acercó uno de sus dedos a la diminuta mano, siendo tomado de inmediato por su pequeña hija y sonrió en grande.
— Eres preciosa mi bebé.— Susurró, acariciando su cabecita con el resto de los dedos y miró a Yugyeom sonriente, este devolviéndole la sonrisa mientras besaba su cabello en acuerdo.– Jimin no te asesinará, tiene mis ojos.— Murmuró divertido, a lo que el pelinegro negó de un lado a otro. Jungkook volvió a Doyeon, esta parpadeando como si estuviera cansada.– Sinceramente, no me arrepiento para nada de haber olvidado tomar esas pastillas.— Contó dejándola quedarse dormida poco a poco otra vez.– Jamás me arrepentiré.
— Gracias por darme a nuestra hija mi amor.— Contestó Yugyeom sintiéndose sentimental y débil de la imagen que tenía enfrente.– Te amo tanto, a ti y a ella.— Jungkook se hizo más a la izquierda de la camilla, permitiéndole sentarse allí y que pudiera pasar el brazo por su espalda, acariciándola a toda la complexión.– Gracias por darme esta nueva vida.
— Gracias a ti por soportarme estos últimos meses.— Murmuró viéndolo directamente y besó su mejilla tiernamente.– Yo también te amo como no tienes idea.— Yugyeom sonrió limpiándose una lágrima saliendo de su ojo.– Hagamoslo bien.— Agarró su mano entrelazando sus dedos.– Vamos a ser buenos appas Gyeomie, para Doyeon.
— Para Doyeon.— Afirmó, dándole un corto pero significativo beso en los labios a su esposo cargando de su bebé dormida.
La paternidad no es algo con lo que las personas podían jugar, era una responsabilidad y un deber después de tener un hijo junto a tu esposo, novio o con quien sea que decidas tener uno, si es que la situación era aceptable y sin problemas. Nunca sería un chiste volverte padre, que es cuando comienzas a tomar más responsabilidad de tus acciones y todo lo que le enseñas a ese pequeño ser creciendo a tu lado hasta que se vuelve mayor. Aprendes a cambiar tu vida habitual de siempre para iniciar una nueva, no solamente era tenerlo, decir lo hermoso que puede ser y luego dejarlo a cómo se te dé la gana de criarlo, por supuesto que no, era criarlo y cuidarlo de todo a su alrededor, enseñarle lo que está bien o mal, el respeto a los demás, quizás algún día el amor y guiarlo por el buen camino, ya que si no es así, ese pequeño o pequeña no llegará a como lo esperaste en algún momento.
Para Jungkook desde el inicio de su embarazo, en este no sólo fueron etapas por las que pasó, fue más bien el proceso de entender lo que era estar embarazado y sufrir todo lo que pasa cada una de las personas como él, una nueva experiencia que tal vez nunca o en algunos años volvería a pasar.
Sin embargo de ello, esas mismas ¿Etapas? Que alguna vez Yugyeom y él mencionaron, habían terminado de una buena vez.
Ahora ellos tenían un nuevo comienzo.
Ellos, y Doyeon.
Fin.
•'•
ASÍ LO DEJO, YA NO DOY MÁS, AAAAAAAAAAAAH.
Muy larguito lo hice y especial, espero les haya gustado. 🥺💕💕💕
Vine publicando justo hoy porque ¡Es mi cumpleaños! Quise acabar este precioso fanfic en mi cumpleaños y lo logré, siento tanto la tardanza. 😭
Sinceramente es uno de los fanfics a los que más le tuve cariño y tardé en finalizar, no crean que todo lo que escribí aquí lo sabía, la que me monté detrás de todo esto es impresionante 🤧. Horas y horas de sueño y horas de investigar sobre el embarazado, creo que al final valieron la pena. 🥺💜
Muchas gracias a todxs aquellxs que se quedaron hasta aquí y todavía el epílogo, les agradezco mucho su apoyo y amor que me dieron y le dan a esta obra. ❤
Espero no haberles decepcionado. :(
Me voy, se me está haciendo tarde pero aquí ando JSLAJWLAUWKAKW, creo que tendré bonito cumpleaños hoy, espero que sea así. 🤧
Gracias por tanto, perdón por tan poco. Les amo mucho ❤
¡Nos leemos luego! 💕
(Siento que se me olvida algo pero no sé qué es JAJSKAJEKS, adióooos.)
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