Etapa 22: Treinta y nueve semanas, últimos días, sentimientos y visitas.

Desde la cama, el castaño embarazado acariciaba su pancita cariñosamente, esperando a su querido esposo que se bañaba desde hace unos aproximados quince minutos, seguramente no tardaba en salir, entre la playlist que siempre se ponía al bañarse, llevaba unas cuatro puestas, la quinta acabando con seguridad según la melodía que se escuchaba. Bostezó mostrándose claramente cansado de ese lunes tan agotador, todo el día se la pasó acomodando las cosas que le habían regalado el día del baby shower desde la semana pasada, incluidas las cosas que le mandaba su omma y la de Yugyeom por correo, aunque, en domingo las dos lo visitaban personalmente y con una energía tan grande que le hacían reír todo el tiempo.

Sin mencionar a Yugyeom, Yugyeom era algo realmente extra y tierno. Desde que descubrieron a su bebé ser una hermosa niña, el pelinegro se la pasaba imaginando escenas a largo futuro para ellos y ella, decía todo lo que la consentirían, las fiestas llenas de dibujos animados para su nenita en los cumpleaños, que la volverían fanática de los pollitos y aterrada a las arañas como su querido appa Yugy, y sin falta cada noche le hablaba diciéndole todo aquello. Quien en menos de lo pensado, se apareció en la habitación colgando la toalla húmeda en un sofá, el único donde Jungkook no le regañaba porque se podría inflar gracias a la humedad, con sus pantalones de pijama de unicornios y la camiseta morada, se tiró a su lado dejándole un beso en la mejilla.

— ¿Qué tal tu concierto con Travis Scott?— Se burló recostándose por completo en el respaldo y levantó su pulgar a la mejilla del mayor ya que por ahí corría una gota de agua desde su flequillo medio pegado a su frente.– Te notabas emocionado.

— Se pierde de todo el talento que me cargo.— Suspiró exageradamente, moviendo su mano como si fuera alguien de marca alta, el Jeon le pegó en el hombro entre risillas, sonriendo cuando los ojos de Yugyeom se iluminaron a su enorme vientre e hizo lo típico de todas las noches, recargarse ahí, sentir los movimientos de su bebé y acariciarle con amor.– ¿A qué sí mi princesa bella? ¿Cansaste mucho a tu appa Kookie hoy?— Alzó la camisa de un tono café claro del embarazado, besándole la suave piel mientras cerraba los ojos ahí.– Estoy seguro que sí mi vida, amo que estés tan activa ahí dentro.— Susurró haciendo dibujitos imaginarios allí, Jungkook formó un puchero molesto.

— Lo dices porque tú no la llevas, no me dejó ordenar bien las cosas hoy, se la pasaba moviéndose y me lastimaba si intentaba al menos inclinarme a hacer algo.— Lloriqueó entonces Yugyeom se rió desde su lugar tomando la mano del castaño y la besó acariciando sus nudillos, luego se volvió a su posición anterior.– Te acostumbraste tanto a hablarle, creo que el que tendrá depresión post-parto serás tú.— Se burló divertido, no es que le agradara mucho tomarse en serio ese tema, su mente divagaba en si a él le sucedería tal cosa y en verdad que esperaba que no, sería muy malo para todos, principalmente para él.– Creo que le gusta cuando le hablas, siempre se mueve más de lo normal.— Con sus dedos desenredó los mechones del Kim, su palma contraria se encargó de mantener un agradable calor en la derecha de su vientre, aunque de todas formas, Yugyeom se lo entregaba entre tanto besito.

— Obvio Kookie, sus primeras palabras serán "appa Yugy te amo".— Suspiró riendo al sentir unos casi nulos movimientos en esa bonita pancita.– Ay mi nena preciosa, no sabes cuánto anhelo tenerte ya entre mis brazos y en los de appa Kookie, mi Doyeonie.— Murmuró, luego de comentarlo durante la semana en una conversación casual entre los dos, ese nombre se quedó para su adorable bebé y más por el significado que le daba Jungkook por el tema de su abuela.– ¿No crees lo mismo?— Miró a su esposo a los ojos, pero entonces el de cabellos claros se sentó mejor en la cama, colocando en su rostro una expresión seria, cosa que lo dejó atónito al ver el cambio repentino del Jeon en un dos por tres.

— Gyeomie, no es por arruinar el momento ni nada, pero ya que estamos aquí, debemos hablar claramente sobre algo.— Yugyeom parpadeó sorprendido, hace tiempo no veía tan serio al menor, exactamente, desde los inicios del embarazo, porque sí, él se la había pasado sonriendo casi todo el tiempo en el embarazo, sus arrebatos de enojo o tristeza eran pocos, sin embargo esos adorables dientes de conejo se los encontraba en su día a día, ahora lo único que rondaba en su mente era una sola cosa.

¿Qué había hecho?

— ¿Sucede algo?— Se sentó mejor en el colchón, a la misma altura de su marido, aunque un poquitito más alto, por causa de su altura, claro. Jungkook formó un puchero sin dejar su molestia palpable en la cara.– No, en serio mi amor, dime qué pasa.— Tomó su mano entrelazando sus dedos y luego besó su mejilla acariciando la otra.

— Es que...— Agachó la mirada, viendo su mano entrelazada con la del mayor para juguetear con ella, tal vez de pronto su seriedad podría parecer una estupidez, pero desde hace semanas llevaba sintiéndose de esa manera y estaba claramente celoso, demasiado celoso pero siempre lo ocultaba para no hacerlo notar, mucho menos de la mini persona cual llevaba ese pequeñito rencor.– ¡Desde hace tiempo no me haces mimos a mí!— Exclamó, mirándolo con un puchero tembloroso, sus pestañas iban de arriba hacia abajo rápidamente y apretó su mano triste.– Siempre te la pasas con la bebé y la bebé, y la bebé, todo el tiempo sólo le das mimos a ella, ¡yo también necesito! Estoy apunto de aliviarme y lo único que recibo son poquitas caricias, quiero sentirme igual de querido que ella, no como el hombre que carga a tu hija nada más.— Terminó sus quejas pasando un dedo en su pancita calmada. Yugyeom sonrió lleno de ternura, Jungkook aún sin estar embarazado quería todo el tiempo que le llenaran de besos, abrazos, mimos en el cabello, cosquillas y bonitas palabras, sin embargo el Kim dejó de hacerlo pues creía que se sentía bien a como estaba con los que le daba a su bebé.

— Kookie...— Susurró, tomando el mentón del menor y le dio un besito en la nariz, acercándose más a su cuerpo y abriendo los brazos para que Jungkook se metiera entre ellos, este no tardó ni un segundo, abrazándose cómodamente en su pecho, aunque no del todo por su vientre.– Lo lamento ¿Sí? Todo el tiempo pensé los mimos a nuestra bebé también te gustaban a ti, perdóname cariño, no tomé en cuenta eso hasta que lo dijiste.— Dejó un besito en su frente, acariciando su espalda con los dedos y su otra mano lo apretó sin mucha fuerza.– Voy a admitir que me provoca un poquito de gracia tus celos a nuestra niña mi amor.— Rió, entonces Jungkook también lo hizo avergonzado, y más acurrucado contra él.

— Es que ella recibe todos.— Su adorable puchero fue besado por Yugyeom una y otra vez, dejándole piquitos profundos, endulzados con el amor que le transmitía su esposo. Jungkook cerró los ojos cuando el pelinegro acarició su mejilla, dejando ahora besos húmedos en la otra para hacerlo reír.– Gyeomie.— Se quejó intentando limpiarse pero el mencionado no lo dejó atrayéndolo más.

— Querías mimos galleta, ahora te aguantas.— Plantó sus labios en todo su rostro, marcando cada mínimo lunar en él con sus besos, yendo directamente a uno muy bello, el que estaba debajo de su labio inferior casi escondido de todo, el menor se rió con ganas al momento en que a los lados de su pancita llegaron las cosquillas que hace tanto no sentía y el alto disfrutaba oír a su esposo reírse, pasar ese tiempo de tranquilidad juntos antes de la tormenta que traería su bebé.– Te amo con mi alma Kookie.— Jungkook alzó la mirada, sonriendo con la mirada empañada gracias a su diversión y los pequeños dolores que le traía moverse mucho para liberarse del alto.– Tanto como no tienes idea mi bonito mimado.— Aplastó sus mofletes gorditos, sus belfos se volvieron en forma de pescado y Yugyeom los presionó contra los suyos.– Te ves precioso más gordito.

— Yo también te amo mucho Yugy, demasiado y lastima para ti que después volveré a ser como Jackson, e incluso mejor.— Habló refiriéndose a su cuerpo. El puchero del pelinegro se hizo notar y el castaño lo volvió a meter en su lugar con ternura.– Tus pucheros son graciosos Gyeomie.— Recostó su cabeza en su hombro, las manos de Yugyeom lo abrazaron otra vez y a Jungkook no le molestó para nada que una de ellas se alojara en su vientre.

— ¿Y si mejor sigues comiendo mucho helado y jugo de manzana? No creo que sea malo después de todo.— Mordió la piel expuesta de su hombro ya que la camisa que llevaba el menor era varias tallas más grande, como siempre.– Cierto, se me olvidaba, mañana no me llevaré el auto, me iré con Mark hyung y la verdad no tengo una hora fija para volver.— Suspiró, colocando su cabeza sobre la de su amado, él se acurrucó más y aceptó cerrar los párpados cuando los dedos del Kim acomodaron sus cabellos alborotados.

— ¿Por qué?

— Iré de excursión con mis mocosos.— Antes de que pudiera continuar, Jungkook le detuvo dando pequeñas patadas.

— ¡Yo soy tu mocoso!

— Bueno, mis perritos entrenados.— Aquella referencia la tomó porque siempre le hacían caso apenas les daba una orden. Rió por el cambio de actitud de Jungkook al estar conforme con eso y pellizcó a un lado de su costilla sin fuerza.– Iremos a otra academia, de Kim Jongin, tendrán que hacer un enfrentamiento de estilo libre con sus alumnos y debo llevarlos en una van rentada, entonces sería una perdida de gasolina si conduzco hasta allá y lo dejo ahí parado sin utilizarlo para nada, además que tomo como una ofensa no aprovechar la generosidad del tío de nuestra niña e irme con él.

— Me quejaría, pero recordé que Mark también hace eso de vez en cuando y se me pasó.— Sonrió, recostándose por completo en la cama, sin embargo, su cabeza se quedó puesta donde mismo.– Sólo ve con cuidado, recuerda llevar siempre tu mochila de frente y no vayas perdido escuchando nueva música que te conozco, puedes pasarte una estación sin querer como ya varias veces ha pasado.– Regañó con el ceño fruncido.

— Prometo no hacer nada de eso, sólo lo de la mochila.— Levantó su mano.– Es hora de dormir para los tres, ya es tarde y quiero al menos despedirme en la mañana de un Jungkookie no tan adormilado.— Ambos compartieron un dulce beso de buenas noches, Yugyeom se inclinó a dejar uno en el centro de su vientre y apagó las luces dejándose caer en la almohada con el menor pegado a su cuerpo.– Buenas noches mis bebés.

— Buenas noches Gyeomie.— Susurró el Jeon, sonriendo de a poquito mientras se quedaba dormido.

***

A la mañana siguiente, unas horas después de que Yugyeom partiera a trabajar, como todos los días, Jungkook fue despertado por el sonido del timbre y considerando su estado actual, donde por milagro del cielo se podía levantar de la cama sin la ayuda de alguien, tomó todas sus mínimas fuerzas mañaneras, logrando sentarse en la cama con un suspiro de satisfacción y jadeó cansado y adolorido, apenas se paró tambaleante sobre el frío suelo de mármol. Se colocó sus pantuflas sin prisas, bajando lentamente por las escaleras y sujetándose firme de la barra, era mejor prevenir ante cualquier mínimo accidente, sin quitar que el sonido del timbre retumbando en toda la casa le estaba estresando.

Miró por la cámara de la puerta primero, encontrándose a su hermano y Taehyung conversando con el propósito de volver a tocar el timbre un tanto nerviosos. Abrió antes de que lo hicieran de nuevo y ambos suspiraron alegres al verlo para frente a ellos.

— ¡Jungkookieee!— Exclamó el de sonrisa cuadrada, abriendo los brazos mientras le daba un querido abrazo de oso, separándose un poco gracias al tamaño del vientre de cada uno, el mencionado y abrazado se quedó un poco atónito por tanta felicidad en su amigo, Taehyung era feliz, lo común de siempre cuando lo veía junto a los demás, sin embargo, jamás le saludó tan lleno de energía como en esos segundos, su mirada brillaba como el mismísimo sol, sus risas eran más llamativas y todo en él era una felicidad enorme. Jungkook miró a su hermano sin entender y este se encogió de hombros risueño.

— Si creías que tus etapas eran raras, las de Tae son peor.— Le dio ligeros golpes en el hombro y se separó de Taehyung con una sonrisa.– Disculpanos por interrumpir tu sueño hermanito, estábamos aburridos y no sabíamos que hacer.

— La idea de venir a molestarte fue de hyung.— Se excusó el Kim, alejándose poco a poco con las manos al lado de su cabeza y su camisa se levantó, dejándose notar una tierna pancita de embarazado.

— No pasa nada, estaba a punto de levantarme.– Rió bostezando.– Y lo sé, todo mundo me está visitando por la semana con esa excusa de su aburrimiento y muy casualmente siempre en las mañanas.— Alzó una ceja acusador, caminando en dirección a la cocina con una mano recargada en su espalda.– Cuando es que Yugyeom no está y me encuentro solo.— Recalcó las últimas palabras, SeokJin miró a Taehyung haciéndole una seña como que le contestara, el menor le pegó retándolo a él hacerlo y comenzaron una mini discusión detrás de Jungkook sirviéndose un vaso de agua.– ¿Seguirán peleando o me dirán por qué vienen tanto?

SeokJin formó un puchero, sentándose de golpe en una de las sillas giratorias de la barra y recargó sus manos en sus mejillas.

— Bien, todos te visitamos porque te queremos y estamos angustiados por si necesitas ayuda, antes no lo hacíamos mucho porque Yugyeom te ayudaba casi todo el día, lo sentimos.— Confesó soltando un suspiro, Taehyung al creer que por fin le iban a contar la verdad tomó una de las manzanas del frutero y aunque Jungkook formó un puchero disimulado por ello, no dijo nada.

— Y porque si te llega a dar de repente una contracción nos encontremos aquí y así no tengas tantas ganas de maldecir a Yugyeom por no encontrarse junto a ti.— Mordió la fruta con ganas, mientras SeokJin reía un poco avergonzado y Jungkook rodaba los ojos.– También queremos ayudarte, ¿quién nos dice si te encuentras en el piso de arriba sin tu teléfono? ¿Cómo sabemos que estás en plena labor de parto? Ay, no, no, no.

— No voy a maldecir a Gyeomie sólo por no encontrarse aquí, es ridículo.

SeokJin y Taehyung alzaron una ceja.

— Bueno ¡Tal vez! Pero igual hay teléfonos en los dos pisos, uno está en nuestro cuarto, otro en la sala.— Señaló con su dedo la zona.– Y tengo el mío que siempre lo llevo a todos lados.

— Igualmente no te dejaremos solo, vendremos todas las mañanas hasta que por fin llegue el día y no acepto un no por respuesta.— Jungkook formó un puchero de nuevo, SeokJin se levantó dándole un tierno abrazo.– Te quiero hermanito y es necesario, entraría en pánico si no hay nadie aquí contigo, en verdad, prefiero que los dos estén bien, saludables mientras te llevan al hospital, no tener que esperar a que alguien llegue por ti y correr como locos aterrados a que les suceda algo ¿De acuerdo?

— De acuerdo.— Jungkook recargó su cabeza en el hombro del mayor riendo dulcemente y duraron así un par de minutos, hasta que unos sollozos les hicieron separarse y mirar a Taehyung limpiándose torpemente la mejilla.– ¿Tae...?

— ¡Es que ustedes son tan buenos hermanos! Yo siempre quise un hermano.— Lloró volviendo a morder su manzana con tristeza, entonces Jungkook se sintió triste por él, no le gustaba ver a su amigo de tal manera. SeokJin miró como el castaño caminaba a abrazar al de sonrisa cuadrada, colocando su mejilla contra la de Taehyung.– Jungkookieee.— Chilló, volviendo a sollozar con más ganas y Jungkook cerró los ojos a punto de caer en lágrimas.

— ¡Taetaeee!

— Me hubiera quedado en casa.— Suspiró SeokJin yendo al refrigerador donde sacó varias cosas para hacer el desayuno ya que ninguno había comido nada todavía, más que Taehyung. Parpadeó al encontrarse una jarra llena de jugo de manzana y negó, empezando su labor ese día.– Ni yo lloraba tanto.

[...]

— ¿Así que no has ordenado bien toda la ropa?— El menor negó, dirigiéndose a la habitación que sería de su bebé donde casi todo estaba instalado, con su amigo y SeokJin siguiéndole por detrás.– Vaya, creí que habías acabado desde hace unos días.— Murmuró cruzado de brazos un tanto pensativo y su hermano se volteó soltando un suspiro cansado.

— Jinie, tú estuviste embarazado, de dos.— El dos lo remarcó de las otras palabras entrecerrando los ojos.– ¿Cómo pudiste ordenar bien toda la ropa de los mellizos? Ah, sí, ya lo recordé. Yo lo hice.— Sacó la lengua un tanto infantil, dándose paso por la habitación de colores claros y a la vez llamativos, una pequeña bolsa sobre una sabana estaba abierta, dejándose ver varias prendas de bebé y objetos varios, como chupones, peluches y muchas diademas muy pequeñas.– Eso es lo que me falta.— Señaló mientras los otros dos miraban el cuarto más lleno que la vez pasaba de su visita, de milagro y se encontraba allí la cuna. Había un pequeño mueble al lado de la cuna, donde reposaba un monitor de los típicos para bebé, a un lado tenía una lámpara común, que se prendía con halar de un hilo y de adorno un osito sentado. Justo en la ventana que daba la vista al patio, tenía una silla mecedora, cubierta por una tela azul y suave. Pegado a la pared tenía un armario, ya que Yugyeom y él, al decidir que ese sería el cuarto de su bebé hasta cuando fuera mayor, joven, pusieron cosas a largo plazo, como ese espacio de madera, en el cual fueron guardando su ropa por secciones. En el suelo había una caja repleta de juguetes de bebé regalados, e incluso como para niños de seis años, dados por su hermano pues sus hijos no los quisieron más, seguido de una alfombra como final.

— Esto parece el típico cuarto de bebé que hay en pinterest.— Habló Taehyung verdaderamente sorprendido y le dio su asentimiento a Jungkook como un muy bonito cuarto, a lo que el menor rió agradeciendo en broma.– Me gustó el detalle del ventilador, los peluches.— Sonrió señalándolos.– Aunque... ¿No se enredarán si lo pones en alta potencia?

— Me acordé de un vídeo...

— Oh, sí, de hecho este ventilador tiene sólo dos niveles, entonces su máximo es lento, las noches que haga mucho calor la llevaremos a nuestro cuarto, ya cuando sea grande le cambiaremos ese ventilador a uno nuevo.— Explicó posando sus manos en su cadera pensativo.– Es que este ventilador ya estaba instalado en la casa, porque según nos explicó la anterior dueña, es que también tenía un bebé y lo dejó así porque era más costoso para ella cambiarlo pues no tenía el dinero suficiente, pero ahora que lo pienso mejor sería irlo cambiando de una vez.— Se mordió el labio y sus amigos le dieron la razón.

— Considerándolo sí, pero por ahora no, es un poco pronto hacerlo con los gastos que se les aproximan.— Contestó el mayor acercándose a la pequeña ropa acumulada.– Hoy en día hay tantas bonitas ropas para bebé, a nosotros siempre nos vestían con cosas de Mickey Mouse.— Los tres presentes se soltaron a reír, ya que era verdad la diferencia de estilos de años anteriores y el ahora.– O estampados de flores.

— ¿Recuerdas la foto que te tomaron con un mameluco de flores y los pelitos de punta?— Se rió el embarazado empujándole con el hombro y SeokJin le sacó la lengua.

— A ti siempre te sacaron fotos bonito de bebé, que estafa.— Se quejó doblando de paso unas blusas de diferentes colores.– Recuerdo una foto tuya donde estás con un chaleco rojo y una banderilla a medio comer.

— Oooh, esa foto es de las mejores.— Suspiró nostálgico y miró a Tae ordenar las diademas en un sujetador sobre la pared, era muy obvio que irían ahí.– Yo recuerdo una foto de Tae donde está vestido como rey o algo así, tenía una tipo camisa verde.— Señaló en su cuerpo y Taehyung asintió mostrándole su sonrisa única de forma cuadrada.

[Me gusta tanto recalcar la sonrisa de Tae 🥺💕]

— Desde niño todos sabían que iba a ser semejante rey.— Bromeó rascándose el cabello divertido.– Y hay una peor que esa, me da vergüenza pero a la vez gracia.— SeokJin abrió la boca dando memoria a esa foto que alguna vez el menor le mostró en su hogar.

— Tenías una toalla en todo el cuerpo y una tipo diadema o algo así en la cabeza ¿No?— Taehyung se rió cubriéndose la boca con la mano, le daba vergüenza pensar en esa foto aunque igual le gustaba mucho como era.– Hoseok no paraba de reírse ese día, es que te veías tan adorable así.— Negó sonriendo en grande.– Un día debemos ver todas nuestras fotos de pequeños, de Kook casi no recuerdo porque la mayoría las tiene omma.

— Ah, sí. Si las tengo yo las puedo llegar a perder.— Alzó un pulgar reconociendo su falta de memoria con una foto que guardó en el antiguo departamento y nunca más la encontró hasta que llegaron a la nueva casa.– Bien, mientras Tae ordena las diademas y... ¿Crees que puedas meter los broches en esta cajita? Si no te molesta con tu pancita.— Señaló a un compartimiento de la mismas cuna y el Kim asintió felizmente, Jungkook le sonrió yendo con su hermano cansado de estar parado por un largo rato y se sentó a un lado, sosteniéndose la adolorida cadera.– Realmente estos últimos meses han sido pesados con los dolores de espalda y de pies.— Se quejó sobándose dicha zona.

— Lo sé, debí pensarlo antes, para venir a ayudarte.— Suspiró SeokJin, a lo que Jungkook negó con las manos, restándole importancia.– Lo siento.

— Está bien, tampoco me gusta pedir mucha ayuda, estos días hasta pude limpiar sin necesidad de alguien más y me gusta que sea así, quiero valerme por mí mismo.— Dio igual a la situación.– Lo que si es molesto es sentirme cansado cuando me siento, literalmente me paro y ando con todas las energías, sin embargo me siento, y comienza a darme mucho sueño, como ahora, dejando de lado los dolores y cosas así.— Formó un puchero sobándose el vientre.– A veces quisiera que ya salga y poder cargarla, esta cosa de parecer tortuga al despertar boca arriba es difícil, hoy de milagro me paré yo solito.— Comentó orgulloso y el otro embarazado negó divertido.

— Yo sigo pensando en lo que nos dice Jin hyung.— Respondió colocando distraídamente los broches por colores.– Puede que cuando estén dentro, es difícil vivir con dolores, aunque se me hace extraño que te sientas energético parado, yo me siento mucho más cansado de esa forma que sentado.— Enarcó una ceja curioso y Jungkook rió, una nueva cosa rara en el Jeon.– Pero sí, creo es peor apenas nacen, con eso de despertar en las madrugadas y adivinar cuales son sus necesidades, luego limpiar sus pañales, bañarles con mucho cuidado, abrigarlos bien, cuidarles, darles de comer y más, en serio es pesado.— Explicó y SeokJin no lo corrigió para nada, ya que tenía idea de todo lo básico.

— Es peor cuando son dos, creanme, Namjoon y yo nos pasábamos la madrugada entera, cuidando de uno o de la otra, literalmente dormíamos en su habitación.— Rió parándose unos segundos para dar memoria.– Una vez nos quedamos sentados en un mueble de la sala mientras les dábamos de comer y sin querer nos dormimos, ellos mismos nos despertaron tocándonos la cara y con sus balbuceos, para darnos cuenta que ya eran las siete de la mañana.— Contó, uno de los mejores momentos con sus bebés sin mucho tiempo de haber nacido.– A pesar de todas esas responsabilidades, siempre terminas amando la compañía de tus pequeños y las risas que te sacan con sus ocurrencias e incluso enojos, las etapas del embarazo se quedan atrás, las cubren con esos día a día que llevas.

— Mi peor etapa hasta ahora es que sólo quiero comer grasa pero lo vomito, todo, probé con las verduras y también, su único gusto son las galletas.— Bufó Taehyung, cruzándose de brazos molesto y Jungkook se rió con fuerza.– Respecto a lo de los pequeños hyung, es cierto, lo disfrutas más que el embarazo, no obstante, sigue siendo muy cansado, quisiera que los bebés se despertaron sólo por las mañanas en vez de las madrugadas.

— En eso tienes un buen punto, ciertamente. Ellos son sólo bebés, no saben nada, más que necesitan sentirse bien para estar tranquilos.

— True.— Contestó Jungkook con un mal inglés, haciéndoles reír.– Mi peor etapa fue donde no controlaba mis ganas de ir al baño, muchas veces casi no llego al baño, ahora ya lo hago si voy deprisa, claro.— Susurró rojo hasta las orejas y SeokJin alzó su mano, chocándola con la de su hermano de acuerdo.

— Ya es de familia, yo una vez de plano no aguanté, por suerte estaba en casa y yo solo, nadie descubrió mi crimen entonces ahora lo digo sin pena, son cosas que pasan.— Rió rascándose la nuca avergonzado.

— Creo que lo muy sentimental se lo saqué a mi appa Jae, mi appa Hye dijo que siempre lloraba, reía, sonreía por todo, de por sí es de esa manera, pero con su embarazo se alocó más, como yo.— Sonrió sentándose en la silla mecedora.– ¡Owww! Esto es muy cómodo.— Suspiró dejando caer la cabeza hacia atrás y fingir ronquidos grandes, para escuchar las carcajadas de los otros dos a unos metros.

— Por algo la compré, en la tienda casi me quedo dormido.— Admitió Jungkook, pasándole una calcetas azules a SeokJin. Los tres se quedaron en un silencio cómodo durante unos minutos, Jungkook ayudándole a SeokJin y Taehyung descansando en el suave asiento de madera con vista al patio, hasta que algo vino a su cabeza.

— Oye Kook... Me entró la curiosidad de algo.— Murmuró el castaño claro, pensativo, volteándose en su dirección y Jungkook esperó la pregunta o duda del mayor.– ¿Yugyeom y tú ya habían pensado en tener bebés, un bebé? En este caso una bebé.— Ironizó mirando e vientre del Jeon y lo encontró acariciarlo feliz.– Ustedes lucen tan preparados y dedicados con todo, como si lo prepararan con anticipación, igual que Hobi y yo.— Sonrió pasándose ambas manos por su pancita pequeña.

— En realidad, nosotros no lo preparamos ni lo planeamos en ningún momento como ustedes, incluso serán más cuidadosos que nosotros, eso lo aseguro.— Afirmó contento.– Sucedió un día de repente, después de que Yugyeom llegara del estudio, y por no cuidarnos ciertamente, olvidé tomar la pastilla.— Rió agachando la mirada.– En ningún momento nos arrepentimos porque bueno, obviamente tenemos muchos años juntos y lo veíamos como algo a futuro, tener a nuestro bebé, no tardando nos pondríamos de acuerdo.— Parpadeó melancólico.– Y sí de hecho, lo hablamos una noche como tema trivial, unos tres o cuatro meses antes.— Continuó en un pequeño shock.– Oh...

— ¿Qué pasa?— Cuestionó SeokJin de inmediato al verlo así, desconfiaba de cualquier cosa, si era sincero.

— Por eso Yugyeom siempre andaba más intenso cuando... Eso.— Murmuró verdaderamente sorprendido.– Ah, quien lo diría, tal vez él sí lo planeó.— Soltó una risilla avergonzada.– Cuando le dije que estaba embarazado se lo tomó muy bien, como si lo esperara y me dijo que él escuchó las pastillas caer en ese mismo rato.— Frunció los labios modesto, a lo que los restantes alzaron una ceja.

— No conocía a ese Yugyeom.

— Afirmo.— Siguió Taehyung entrelazando sus manos.– ¿Cómo lo hablaron? La idea de tener un bebé, lo siento, soy curioso así que ahora me contestas.— Jungkook rodó los ojos señalándole a SeokJin para que le diera un golpecito y así lo hizo, riéndose con ganas.

— Bueno...

— Los vecinos deben estar cansados de mis gritos.— Murmuró el único Jeon en ese departamento, sosteniéndose la cintura adolorido mientras regresaba del baño y se encontraba con la mirada satisfecha además de una sonrisa creída en los labios de su esposo acostado en la cama.– No te sientas la gran cosa, hace un mes y medio no hacíamos nada.— Acusó tirándose a su lado y se acurrucó contra su cuerpo abrazándolo, pasando por alto ese dolor ahí abajo.

— No creerías como tengo de grande el ego ahora mismo, tanto como mi amiguito.— Exhaló abrazándolo con ganas y obtuvo a cambio un golpe fuerte en la boca del estómago.– Me lo merezco.— Tragó sosteniéndose allí en un exagerado sufrimiento, cual hizo reír a Jungkook apoyado en su propio codo observándolo.– Eres un mocoso fuerte, por algo te amo.— Bromeó, dedicándose a mirar el rostro medio somnoliento y cansado del menor a su lado, pasó su pulgar por uno de sus párpados casi cerrándose, sonriendo tiernamente cuando parpadeó intentando despertarse.– ¿Tan cansada fue la venta hoy con SeokJin?— Esa misma tarde el hermano mayor del castaño tuvo que hacer una tipo cooperación, vendiendo en la escuela de sus sobrinos comida de diferentes tipos y haciendo juegos con los padres de los mismo, cuales Jungkook ayudó a organizar y dar inicio a cada uno.

— Los niños son energéticos, qué te digo.— Bostezó, Yugyeom no lo pudo negar, siempre vio a los más pequeños de sus clases darle guerra a las otras profesoras, hacían lo que querían y a su propio antojo.– Me divertí mucho, mis sobrinos obviamente fueron los mejores, aprendieron de su tío.— Se alagó mientras Yugyeom lo halaba a él y le daba un beso en la mejilla riéndose, contagiando a Jungkook.– Pero si no fuera por los padres, ni siquiera terminábamos a la hora acordada, juntamos el dinero necesario para la escuela a tiempo.

— Es bueno oír eso, al menos tu cansancio y el de SeokJin valió la pena, sería el colmo que no hayan conseguido ni la mitad.— Suspiró acariciándole el cabello con una mano y la otra la posó sobre su cadera desnuda, acariciándolo suavemente.– Todavía vengo yo a rematarte, soy un horrible esposo ¿Verdad?

— Definitivamente, eres muy malo conmigo, debería pedir el divorcio.— Le siguió, posando sus labios sobre los del Kim y suspiró feliz cuando este lo contuvo unos segundos más para alargarlo.– Pero me complaces y eso vale la pena, sin mencionar que me duele todo.

— ¿Todo?— Recalcó la palabra, bajando su mano y apretó su glúteo sacándole un quejido de dolor a Jungkook, quien gruñó halándole unos mechones.

— Hijo de tu...— Fue callado por la boca de Yugyeom intentando solucionar su pequeño jugueteo de mal gusto, cual a Jungkook no le gustó nada y funcionó, pues el castaño correspondió sin decir nada.– A veces quisiera ser inmune a ti, eres muy pegajoso.

— Lo siento, no me he bañado.— Jungkook soltó una carcajada en grande, empujándolo a un lado y Yugyeom se rió también restregándose en el cuerpo de Jungkook sin siquiera pensarlo dos veces, a los dos les hacía falta una ducha urgentemente.

— Bobo.— Suspiró entrecortado, acomodándose en su hombro y recargó la cabeza allí, cerrando los ojos más que feliz por ese día tan productivo a su parecer para él, no se aburrió para nada y la pasó con su familia, no había nada mejor que eso.– ¿Qué tal te fue en el estudio hoy?

— Excelente, el presidente Kim Yugyeom es adorado por todos.— Levantó el pecho orgulloso, besando el flequillo medio húmedo en la frente de Jungkook.– Hoy pude entrar a varias clases, aparte de la mía, para ver como iban con lo del baile para primavera y todo mundo anda muy enfocado, cuando estaba aquel idiota de milagro hacíamos las cosas bien, soy feliz con lo que es ahora todo, a mi cargo y con la ayuda de Mark claro, desde un inicio si no fuera por ti y por Namjoon.— Contó, pasando su mano por su espalda baja de Jungkook.– También me estuve fijando en algo, y...

— Hablando de fijarnos, antes que continúes, quería preguntártelo como algo normal, no digo que sea apresurado ni nada así, tomalo cual tema trivial, pero ya sabes, si no te lo digo ahora será nunca.— Le interrumpió riéndose nervioso, si Yugyeom seguía, seguramente se olvidaría de lo que quería decir y hasta ahí acabarían con sus ideas. Jungkook se levantó, sentándose al costado de Yugyeom y tomó su mano sonriendo con un bonito brillo en los ojos.– Gyeomie.

— Digame, señor Kim Jeon.— Le devolvió la sonrisa, dejando un pico en el dorso de su mano. Una risa genuina brotó del nervioso Jungkook, de alguna manera no lo quería arruinar ni poner incómodo a Yugyeom, desde novios nunca hablaron de algo así, lo pasaron por alto muchas veces y era tiempo de hablar directamente sobre ello, al menos como algo así de repente.

— En algún futuro, lejano o no, ¿te gustaría tener... Bebés, conmigo?— Ambos se quedaron en un silencio casi indefinido, Jungkook analizando la sorpresa en el rostro de Yugyeom y este procesando lo que le acababa de decir su esposo.– Ya sabes a lo que me refiero, tener a un pequeñito con nosotros, corriendo en algunos años por este lugar.— Murmuró sonrosado de las mejillas y el Kim se aclaró la garganta.

— Estoy algo impactado porque, desde hace unos días quería sacar este tema contigo.— Se tapó la boca sin poder creerlo del todo y Jungkook abrió los ojos, riéndose incrédulo.– Era lo que te iba a decir justo ahora.— Tomó aire inclinándose a besarle la nariz.– Tú, ¿a ti te gustaría tener un hijo conmigo Kookie? En este caso, supongo que tomando ciertas posiciones y cosas, el que se embarace...— Jungkook asintió entendiendo el punto de Yugyeom.

— Sí, yo lo haría y creo que... Sería lindo tener uno, no lo digo como si fuera una mascota o algo así, me puedo malentender, tener un hijo es mucho trabajo, y responsabilidades, pero, a pesar de esas responsabilidades, estamos económicamente bien, más que bien diría yo.— Llevó su mano a la mejilla de Yugyeom, acariciándolo fielmente.– Me gustaría llegar a embarazarme en un futuro y formar una familia juntos.

— Estoy completamente de acuerdo mi amor, pero... Bueno, estoy un poco inseguro ¿Qué tal si termina siendo como su appa Yugyeom, alguien desagradable aunque bueno de corazón?— Jungkook se rió, dejándole un beso en los labios contento.– Podría ser muy alto o alta, de cuerpo raro, muy pálida o pálido...

— Y así sería perfecto.— Le detuvo, frunciendo el ceño al Yugyeom completamente avergonzado de tan sólo imaginarlo.– ¿A quién le importa la figura? Creeme que no me hubiera casado contigo ni dado el sí, si me hubiera fijado en eso, Gyeomie.

— ¿Gracias?— Los dos se quedaron en silencio, riéndose a los segundos por lo absurda que se volvía la situación y Yugyeom se lanzó sobre Jungkook recostándolo en la cama mientras se ponía encima suyo.– Vaya esposo tengo.

— Sabes que es broma Gyeomie.— Apretó una de sus tetillas en juego y Yugyeom soltó un gritito sobándose.– Exagerado este. Pero entonces... ¿En un futuro no tan lejano o tal vez sí, podemos tener bebés?

— En un futuro no tan lejano, vamos a tener uno.— Concedió, a lo que una hermosa sonrisa en los labios de Jungkook se formó y lo atrajo a besarle otra vez, una respiración profunda se alojó en el menor cuando Yugyeom profundizó el beso quitándose las sábanas de encima.– Podríamos probar ahora mismo si gustas y si se te quitó el cansancio.

— Todavía aguanto.— Le guiñó un ojo, apagando la luz de la lámpara primero que nada.

***

Loved you before.

Pasado el tiempo entre explicaciones y charlas llenas de diversión además de muchos más recuerdos, Taehyung y SeokJin se fueron por la tarde, esperando que Yugyeom no tardara mucho en llegar y así acompañara a Jungkook lo que restaba del día, o eso pensaban ellos. El embarazado no les mencionó que Yugyeom estaría más ocupado ese día y no tendría una hora fija de llegada, sin embargo, prefirió guardárselo, hace tiempo quería tener unas horas a solas como lo solía ser antes y organizar cositas mínimas en el cuarto de su bebé, escuchando música mientras se movía felizmente. Y eso hizo, lo cumplió, apenas se despidió de los mayores subió otra vez al mismo lugar, cerrando la puerta y prendió su celular, sonando algo de música suave, para relajarse de tan pesado día o así lo consideró él.

— Últimamente tienes muy cansado a appa, pequeña.— Susurró, inhalando con fuerza y se estiró, sintiendo varios mini calambres atravesar su cuerpo, seguidamente exhaló para tomar las últimas prendas de ropa en la cuna y doblarlas igual que su hermano, acabando más rápido de una vez. Las amontonó una sobre otra, presionándolas en forma de que se compactaran más y poderlas meter bien en el cajón a la altura de su pecho, fue hasta allí, abriéndole sin demasiada fuerza, y las unió junto a las otras, dando por acabada su tarea del día.– Ya me quejaré después con tu appa Gyeomie, porque siempre lo prefieres a él y a él no le das estos dolores.— Le sacó la lengua a su propia pancita, viéndose absurdo en su mente pero era necesario.

Le gustaba de vez en cuando decirle las cosas a su bebé, como si le entendiera y escuchara con sus reproches y berrinches de embarazado, era la única que no lo contradecía o le negaba las cosas. Por eso, y por muchísimo más, amaba a su niña con el corazón entero, le encantaba también sentirla removerse en ocasiones cuando le hablaba de cosas que le emocionaban, le ponían feliz, ella era una buena hija incluso en su vientre, no se imaginaba cómo sería de grande. De repente parpadeó pensativo, volteándose a mirar en la mecedora, con unas terribles ganas de sentarse, y como no, terminó de acomodarlo todo para cerrar el armario, sonreír conforme, y encaminarse a la silla, donde fue sentándose muy lentamente para no lastimarse mucho, cosa cual logró con exitos. Una vez estuvo cómodo dejó caer la cabeza hacia atrás, colocando una mano en su estómago abultado satisfecho.

— Ay, Doyeonie... No sé por qué tardas tanto en salir.— Murmuró, con los ojos puestos en su vientre abultado, acariciándolo de la manera más cariñosa posible y alzó su camisa lentamente, tocando entre sus dedos la piel cerca de su ombligo.– Creciste tanto aquí.— Suspiró sonriendo de a poco.– Cuando apenas me enteré de ti eras muy pequeñita, de milagro y podía notarte, a tu appa Gyeomie no le importó eso, te habló desde el primer momento.— Rió, melancólico, el tiempo había pasado tan rápido que ni siquiera lo sintió como si fueran meses, parecían sólo algunas semanas, no nueve meses pasando por todo el embarazo.– Creo que nunca hablé contigo de esta manera ¿Verdad? Hablar... Bien.

Deseo de lejos, cuando tu duermes.

— Cada día contigo, ha sido de lo mejor en mi vida, mi amor, y todavía nos falta mucho que recorrer.— Comenzó a tomar su charla con su bebé, posando su mano en toda su extensión en el mismo lugar donde estaba ella.– Sé que no me puedes entender bien, ni mucho menos comprender las cosas que te diré, pero debes saberlo, desde antes de tenerte en mis brazos, oyéndote llorar, reír, verte sonreír.— Tragó, aguantándose un nudo en la garganta amenazando con llenar sus ojos de lágrimas.– Doyeon es el nombre que quiso tu bisabuela para ti y es uno muy bonito como para una niña tan bonita como tú. Me lo dijo un día al hablar con ella, a tu appa y a mí nos gustó desde un inicio, aunque también te podías llamar Ahn, te quedaría igual de lindo.

Estaré aquí, mientras sueñas.

— Últimamente estuve pensando, en tu forma de ser apenas estés con nosotros, puedes ser igual de nerviosa que tu appa o berrinchuda como yo.— Rió respirando hondo.– Igual opino que serás perfecta para nosotros en todos los sentidos, una niña hermosa, puedes heredar muchos genes de tu appa Gyeomie, se te vería tan tierno el lunar debajo del ojo, tus labios rosaditos como los de él y tu tono de piel tan blanquita al observarla.— Hizo círculos en todo su vientre, con la mirada perdida en ese mismo punto.– Podrías incluso tener los ojos como los míos... Pero, cambiando de tema, una de las cosas que más anhelo es tocar una de tus manitos,

Tú sabes... Te amo, lo hago. Te amo desde antes de conocerte.

Abrazarte con fuerza, pero sin lastimarte, darte todo el amor del mundo, hacerte mimos, entregarte la felicidad que te mereces y que sepas de cuanto te amamos los dos toda tu vida.— Sus ojos se cristalizaron, agachando la cabeza sólo un poco.– Deseo ser el mejor appa que puedas tener, poderte escuchar cuando lo necesites, darte buenos consejos y llevarte por un buen camino Doyeonie, quiero encontrar esa sonrisa en tu rostro cada día de mi existencia y cuando seas mayor, saber que lo hicimos bien contigo desde el principio. Enseñarte el ser amable, generosa, buena persona y posiblemente aprendas malas cosas por culpa de tus tíos, pero será sin intención.— Sonrió quitándose una gotita cayendo por su mejillla.

Sólo por ahora, somos tú y yo, te lo contaré, hasta que nos encontremos.

— Me imagino que haremos las cosas bien, y te pido perdón, por si alguna vez llego a ser molesto para ti o mi forma de actuar te hace enojar de alguna manera, simplemente soy así y bueno... Creo que al final te podrías acostumbrar a ella, pasaremos días enteros solos tú y yo, otros los pasarás con appa Gyeomie, esperando que no terminen en desastre.— Susurró, riéndose mientras absorbía su nariz.– Algunas veces te daremos vergüenza, de eso estoy seguro, seremos los appas que más te apoyen en todas las cosas que hagas, como si te quieres meter a un equipo de fútbol, natación, baile, lo que sea, nos oirás gritar a los dos para apoyarte siempre.

Tú sabes, te amo, lo hago. Te amo desde antes de conocerte.

— Ya falta poco para tu nacimiento, muy poco en realidad, no sé si será hoy, mañana, pasado mañana o al siguiente, pero nos tienes mordiéndonos las uñas a todos, literalmente, me las mordí todas.— Puchereó mirándose las manos.– Me darás mucho dolor por las contracciones, p-pero... Valdrá la pena si al final te podemos ver sana y salva con n-nosotros.— Su voz se entrecortó, dejándola temblorosa y sensible, sintiéndose repentinamente triste de todo y a la vez feliz.– Estoy seguro que lloraré apenas te oiga llorar, lloraremos juntos.— Varias lágrimas más cayeron a sus mofletes sonrosados, humedeciéndolos.– Cuando abras tus ojitos, lo volveré a hacer y cuando digas por primera vez "appa", lo haré, en cada uno de tus logros y primeras cosas, seré tan feliz como tú.

Cuando respires por primera vez...

Cuando veas por primera vez...

Cuando ames por primera vez...

Estaré aquí.

Te amo mi Doyeonie, mi niña, te amo como no tienes idea y siempre te amaré hasta mis últimos días, espero que me ames tanto como yo a ti y que la primera vez que me digas "appa te quiero" salga desde lo más profundo de tu corazón, mientras yo espero ser lo mejor para ti.— Terminó, sonriendo en grande y sollozó acariciando todavía su pancita medio activa por su bebé.

Te amo, lo hago.

— N-no lo esperes porque lo serás.— Una segunda voz se coló en la habitación, donde Jungkook algo asustado se volteó y se encontró con Yugyeom hecho un mar de lágrimas, guardando su teléfono en su bolso tirado en el suelo, y le regaló una sonrisa llena de amor, cálida. Lo que Jungkook no había notado, es que Yugyeom llegó desde mucho rato antes a la casa, pero no hizo ruido con el fin de pensar que estaba dormido, pues no lo encontró en ninguna parte de abajo, así subió de lo más callado posible y lo primero en escuchar fue a Jungkook hablando con alguien, cosa que le asustó pero luego le hizo sonreír al darse cuenta de con quien hablaba era su pequeña aún en su vientre. Entonces prefirió no interrumpir el momento, se quedó oyendo todo el rato lo que decía, llorando y riendo a la misma vez del menor, tan melancólico como él.

— ¿E-escuchaste?— Yugyeom asintió sonrojando, hincándose a un lado de Jungkook y agarró su mano besándola.– Pude sonar un poquito tonto, p-pero...

— No sonaste tonto, todo fue tan adorable y, mirame como me tienes, me hiciste llorar.— Rió, acercándose a darle un beso en los labios y luego a su pancita descubierta.– Nunca habrá un mejor appa como tú mi amor, ella te amará con toda su alma, igual que yo y los dos estaremos en todo momento para ella, cada día, cada hora, cada minuto y segundo. Esto de ser padres primerizos, sí nos pegará algo fuerte, sin embargo, sabremos llevarlo y llevarla a ella.

— Vamos a ser buenos appas primerizos Gyeomie.— Sonrió, limpiándole las lágrimas al mayor y levantó su meñique, entrelazándolo con el de Yugyeom mientras se juntaban más otro riéndose felizmente.

Porque definitivamente ellos serían los mejores padres para Doyeon.

***

ACTUALICÉ ANTES DE QUE SE CUMPLIERA EL MES, VAMOOOOOOOS. 🥳🥳🥳

Esto merece celebración. 🤠💕

La verdad lloré mucho escribiendo la última escena, siempre quise escribir algo así desde que inicié en wattpad y al fin lo cumplí. 🥺💗

Y como saben, este es el último capítulo del fanfic, lo que significa que el siguiente es el final :((((. NO QUIERO QUE SE ACABE MI PROPIO FF, AAAAAH, fue tan bonito escribirlo y tardar años en actualizar. 😔❤

¿Qué les pareció? ¿Están contentas con el capítulo? ¿Qué tal les va en su vida? ¿Todo bien? Mi vida va bien si se lo preguntan, aunque ahora mismo estoy molesta por culpa de una compañera y quiero pegarle >:(. Ah, y mañana es el cumpleaños de mi appa. 💖

Pero bueno, les amo mucho. 🤧💕

De paso quiero hacer un aviso pequeño que posiblemente cuando acabe este ff, publique uno nuevo. :D

Adivinen de qué será. uwu

Eso es todo por hoy, tengan bonito día/tarde/noche. <3

¡Nos leemos luego!

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