Etapa 20: Treinta y siete semanas, dormir, Taemin y noticias importantes.
— Uno...— Murmuró en un hilo de voz el embarazado, contó entre dientes el resto de los demás concentrado, el otro embarazado comía de su puré relajado sin prestarle atención y los otros cuatro a su lado le miraban divertidos.– Cincuenta y siete...— Movió los pequeños vasitos de recuerdo para su baby shower sin dejar nadie más contarlos, movía su dedo sobre cada uno a su manera demostrándoles que incluso era capaz de ello y acomodó sus lentes cuando acabó con el ceño fruncido.– Falta uno, no llega a los cien.
— Jungkook...
— No, falta uno.
— Jungkookie...
— Pero yo ya dije que falta uno.
— O puede ser que no los contaste bien por testarudo.— Comentó Taehyung, comiendo su último pedazo de pollo en el plato.– Si estuviera incompleto la caja tendría espacios notorios y no hay ninguno Kookie, sólo debes admitir que estás algo cansado.— Se encogió de hombros el mayor, sobándose el vientre contento por terminar su comida pero su expresión cambió al ver la de Jungkook a punto de llorar en el café abrazado a la caja en su pecho.– Bueno en realidad no quería decir eso, bueno sí, o-oh no, es mentira, no llores, es que si l-lloras me dan ganas de llorar a mí y-y...
— N-no estoy cansado, yo d-dije que quería ayudarlos con mi baby s-shower y cumpliré l-la promesa.— Contestó puchereando hacia los demás y los ojos de Taehyung se pusieron vidriosos. Los cuatro restantes se miraron sin saber qué hacer, nunca en toda su vida habían lidiado con dos embarazados a la vez, uno a punto de dar a luz y el otro aún corriendo su camino a la paternidad, simplemente era horrible si se juntaba en un mismo plato.
Finalmente después de todas sus actividades en las semanas pasadas, los amigos se pudieron juntar a hablar mientras los otros padres y esposo (ya que Yoongi era el único sin un hijo todavía junto a los otros) fueron a comprar las cosas que les encargaron del supermercado dentro del centro comercial y algunas decoraciones del Baby shower. Se reunieron para terminar de comprar lo necesario, estar de acuerdo en los juegos, comidas y demás asuntos típicos en una celebración así. Pero no se esperaban que Jungkook estuviera tan, agotado, a su manera, se veía que cada cierto tiempo quería tirarse a dormir y descansar cómodamente, sin embargo se negaba cuando le decían que le llamara a Yugyeom y le dijera que fuera por él de una vez por todas para que durmiera bien, después de un rato él solo empezó a contar el número de recuerdos en lo que traían su comida.
— Mi pregunta es ¿Por qué yo estoy aquí?— Susurró Youngjae hacia Mark en su oído, observó como los mayores lloraban discretamente y SeokJin sobaba la espalda de su hermano mientras Jimin la de Taehyung, aguantándose las risas en sus gargantas. El pelirrojo suspiró dándole de comer a Kwan, besando su cabello ya que aceptaba felizmente la comida que era el mismo puré de papa cual comía Taehyung de un plato aparte y dejó otro para el bebé.– Los amo y tal pero... Estos dos están más sentimentales que yo cuando vi call me by your name.— Mark le pegó en la costilla frunciendo el ceño.
— Cuando estés embarazado lo entenderás tonto, normalmente como no puedes dormir porque sufres de insomnio en la noches de embarazo, durante el día algunos descansan en los lugares más extraños que conocerás, pero también en tu cama, el sueño llega en el mejor momento del día, ocupado en alguna actividad.— Explicó el mayor.– Espero que tú sufras de eso por ser tan insensible.— Le sacó la lengua el Tuan, Youngjae se indignó notoriamente observándole, puso una mano en su pecho dolido y Mark se rió.– Mentira, pero sí, debes comprender esto de las personas embarazadas, todas son así, aunque me sorprende Jungkook, el sueño es común pero no se mezcla mucho con los cambios de humor, es una bomba intensa.
— Jungkook es especial, ya lo sabes.— Suspiró el universitario, tomó la cuchara del puré de Kwan y comió un poco, sus ojos se encontraron con los del pequeño triste, un puchero tembloroso alojándose en sus labios y agarró más puré, llevándoselo a la boca y él lo aceptó cambiado casi por completo.– Debes enseñarle a ser compartido.— Contó, mirándole de mala a gana, Kwan sacó su lengua en su dirección, Youngjae le sacó la lengua de vuelta molesto.– Eres agradable cuando quieres.
— Chicos, está bien, Jungkookie, debes ir a descansar y hablo en serio, le puede hacer daño a tu bebé y tú no quieres eso ¿Verdad? Es normal sentirte cansado, además de querer ver como es lo del Baby shower, pero creeme que tenemos tiempo todavía, es hasta el sábado de la próxima semana y apenas es Lunes, le mandaré un mensaje a Yugyeom para que venga por ti, nosotros compraremos lo que nos resta, que tú ya viste, dormirás largas horas en tu cama y despertarás como nuevo, no acepto un no de respuesta.— Sentenció su hermano seriamente, Jungkook limpió sus lágrimas asintiendo, SeokJin sonrió mandándole un rápido mensaje al esposo de su hermanito y acarició su cabello castaño.– Duerme todo lo que puedas ahora, después no podrás.
— Jin hyung tiene razón, mañana vendremos a ver lo de la comida y tú estás dentro, así que a dormir. Taetae, tú igual andas muy sentimental en esta parte del embarazo, tal vez te den ascos mañana por la comida, ¿seguro que quieres...?— Cuestionó Jimin dudoso y su amigo frunció el ceño limpiándose los ojos.
— Sí.— Susurró.– Jungkook estará ahí cuando sea mi Baby shower, yo debo estar igual en el suyo.— El resto suspiró cansado, pero sin más asintieron.
— Ya qué, son tal para cual. Si lloras por cualquier cosa seguidamente Taeyong nacerá muy llorón TaeTae.— Sí, después de unos días al juntarse, Taehyung llevó un diminuto pastel dividido en dos colores, sus manos picaban al dárselo a sus amigos y ellos no tardaron en adivinar cuando lo partieron por varias partes, todo era de un mismo color y era de color morado, aquello les confundió ya que no sabían si era niño o niña, pero él se los terminó de confirmar cuando señaló el lado azul que cubría el pastelito. Las felicitaciones no tardaron y aunque Jungkook no pudo abrazarlo bien lo felicitó más que otros.
Hoseok y Taehyung aún no decidían el nombre muy bien, pero Jimin le llamaba Taeyong porque le gustaba como sonaba para un niño.
— Está bien, yo pagaré la cuenta, gané buen dinero en la escuela de los niños de Jin hyung con las galletas que vendí y ustedes siempre pagan por mí.— Los demás de inmediato se negaron a la propuesta de Youngjae adelantándose a pagar mientras el menor lloriqueaba en su lugar. Ellos entendían que la vida de un universitario no era fácil respecto a gastos, más si vivía solo y comía poco para ahorrar.– Son malos.
— Pero justos.
— Entonces los veo mañana.— Bostezó el Jeon mirando el reloj en su muñeca, parpadeó con sus ojos sobre su hermano y este se quedó pensativo del por qué no se paraba hasta que lo recordó. El mayor se levantó ayudándolo a levantarse de la silla en lo que Jungkook ponía una mano en su cadera.– Oh, hablando de mañana, después de la prueba de comida debo ir con Taemin hyung.— Susurró en recordatorio. El sueño se apoderaba de su cuerpo en cada segundo que pasaba y eso ya no era muy bueno.– Me dijo que me comentará algo importante.
— ¿Por el sexo?
— Nop.
El quejido de todos se escuchó y el menor rió divertido, Yugyeom no tardó en aparecer mucho rato después, cargando cosas en brazos que les pasó a los demás restantes y a sus otros hyungs que estaban con Jungkook, rápidamente el menor tomó de la mano a Jungkook llevándolo al carro mientras se despedía de los demás. Podía parecer muy apresurado que llegara y se fuera así de repente sin hablarles o comentarles de su pequeña aventura con los demás, pero el Yugyeom aka appa preocupado comenzó en acción desde la semana pasada donde Taemin le había dicho que estuviera pendiente de Jungkook, pues en la semana que seguía, el bebé dejaba de ser prematuro y tenía muchas posibilidades de nacer ya, aunque no era seguro todavía. Jungkook se había vuelto un poco más callado pero su sonrisa siempre estaba ahí, el castaño cuando estaba cansado al mismo tiempo se volvía callado y entonces era natural verlo de aquella manera para Yugyeom y los demás que lo conocían bien.
Cada día menos era un día más para la llegada de ese hermoso bebé.
***
A Yugyeom nunca le pareció divertido estar cinco horas frente a su computadora en casa, cada sábado y domingo. Los maestros de danza, Mark y Yugyeom tomaron la costumbre de cerrar el estudio sólo un fin de semana de cada mes, para descansar, recuperar energía de todas las horas que se las pasaron creando nuevos pasos, los papeles que se debían entregar en la supervisión del sistema y obviamente también se lo tomaban, para tener tiempo con su familia aparte de las noches en que llegaban. El trabajo para el pelirrojo y el futuro papá no acababa, ellos debían seguir trabajando el fin de semana al menos unas horas, ya después de dejar todo correctamente se la pasaban la tarde con sus esposos y hablando todo lo que pudieron durante el mes, las cosas mínimas pero importantes.
El Kim disfrutaba tanto suspirar de satisfacción cuando cerraba la computadora y ese día no era la excepción. Se levantó desde muy temprano, no sin antes asegurarse de que Jungkook estuviera bien dormido y no despertarlo con sus movimientos, amaba verlo dormir, su vientre haciendo un bulto en la sabana encima de su bonito cuerpo de embarazado, abrazado al pequeño pingüino que habían comprado hace tiempo para su pequeño, Yugyeom le tapaba hasta el cuello y bajaba los niveles del aire acondicionado, ya que Jungkook lo prendía en la madrugada para intentar dormir bien por el frío que hacía, pero su insomnio se lo impedía hasta las tres o cuatro de la mañana. Luego de salir, iba a su nueva habitación que ahora consideraba su oficina, justo en frente del cuarto donde dormiría su bebé y se ponía a trabajar con un café en la mano.
Las horas pasaron hasta que finalmente le dio enviar el último informe de estudiante a Mark, quien le mandó un mensaje con un emoji de una expresión cansada y le hizo reír, su estómago rugía hambriento. Unas dos horas después de pararse a trabajar, Jungkook se levantó, dirigiéndose primero al baño donde hizo sus necesidades básicas como supuso y fue a ver a su esposo, todavía adormilado, este dejó de lado todo su trabajo para tomarle atención, Jungkook recién despierto era muy, demasiado sensible, entonces si no ponía caso en algo que decía, se indignaba profundamente con él todo el día y a un embarazado era difícil encontentarlo, al menos en su caso era así. A lo que le había dicho, él haría el desayuno ya que sentía esa necesidad de hacerlo, Yugyeom se opuso pero Jungkook se le adelantó por mucho, y se fue demasiado decidido a la cocina con una mano en su cadera. No sin antes gritar:
“¡Más te vale no seguirme o te pego!”
Así que decidió quedarse sentado en su lugar durante más tiempo.
Y el aroma a comida comenzó a aparecer en su oficina, donde los nervios se le pusieron de punta. Cuando por fin se paró de la silla, estiró todo su cuerpo haciendo sus huesos crujir y se rascó la nuca, eran las diez de la mañana, así que aún no era muy tarde para ver qué preparó su esposo.
— Me pregunto que habrá hecho...— Susurró para sí mismo en el inicio de las escaleras, bajó revisando los otros mensajes de Mark diciéndole que todo estaba perfectamente bien y suspiró de alegría, más valía que sí. Sus ojos se apartaron del teléfono y este casi cae al suelo por su asombro.– ¿Jungkookie?— Habló ya que la mesa del comedor estaba llena de comida, como si se hubiera parado muy temprano para preparar ese enorme buffet, Jungkook le miró con la cara manchada de harina en su mejilla derecha y le sonrió orgulloso.
— ¿Tienes hambre?— Cuestionó, Yugyeom iba a contestar, pero la licuadora sonó en toda la parte de abajo y arriba igual, esperó a que terminara de licuar lo que parecía chocolate con leche y sus ojos brillaron de amor, debía probarlo, tenía que probarlo, él lo probaría.– Sé que puede parecer mucho pero creeme que no, sólo son cuatro cosas en total, restando los hot cakes y la leche chocolatada.— Murmuró pensativo y su esposo tragó.– ¡Sientate! Ahora mismo voy sólo debo servir esto.— El mayor se negó alzando una ceja y Jungkook se quedó parado en su lugar, confundido. Yugyeom le abrazó desde la espalda, conduciéndolo al comer, donde le ayudó a sentar y formó un puchero.– Pero...
— Pero nada mi amor, Dios mío ve todo lo que hiciste ¿No estás cansado?— Jungkook negó y entrecerró los ojos custodiándolo.– Está bien que hayas querido hacer el desayuno, te esforzaste mucho pero me preocupa que te pusieras de chef ahora mismo cuando te quedan como tres o dos semanas de embarazo.— Suspiró nervioso, sirviendo en dos vasos el contenido de la licuadora y los llevó a la mesa, mirando a los ojos a Jungkook reír avergonzado mientras besaba su frente.
— Estoy bien Gyeomie, en serio. Tal vez me duelen un poco los pies pero no es para tanto, es que...— Se mordió el labio.– Últimamente quiero que todo esté en orden, la casa entera, el patio, hacer comida se me hace algo necesario y, y, y, y no sé, siempre siento que me hace falta algo, así que debo hacerlo ¿Comprendes? Creo que son los nervios antes del parto.— Tragó y Yugyeom sonrió entendiéndole, había notado eso los últimos días pero no le dio mucha atención, era como su Jungkook, pero con cafeína en la sangre.
— Le preguntaremos a Taemin hyung hoy si es algo que tiene que ver con tus nervios o parecido, por ahora quiero que descanses lo que reste de mañana antes de ir con los chicos y luego con Taemin, será un día ajetreado para ti, entonces come mucho así tendrás energía.— Acarició su esponjosa mejilla y Jungkook se quedó mirándole en su lugar, como si quisiera hacer algo de lo que antes estaban acostumbrados y rió.– Ven aquí mi galleta.— El menor sonrió, levantándose con cuidado y fue hacia él, sentándose sobre sus piernas, Yugyeom sintió el obvio peso de Jungkook cambiar a como era antes y un cosquilleo se alojó en su pecho, mientras le abrazaba por la cintura, acomodándose los dos juntos, la cabeza de Jungkook se reposó en su hombro acurrucado, la mano de Yugyeom acarició su vientre al momento que besó su sien.– ¿Hace cuánto no estábamos así?
— No lo sé, pero ni siquiera intentes pararme en media hora.— Contestó felizmente, aspirando el aroma de la ropa de Yugyeom tranquilo, su mente se despejó de tantos pensamientos y las caricias de su esposo sobre su vientre abultado le tranquilizaban, dándole mimos con sus labios en todo el cabello, mejillas, labios y frente.– Gracias Gyeomie.— Susurró en su pecho con los ojos cerrados y él le miró, sus ojos brillaban mucho más que antes.
— ¿Por qué?
— Por seguir amándome, por cuidarme y ser el appa de mi bebé.— No llores, no llores, no llores. Pensó Yugyeom, tragando el enorme nudo que se formaba en su garganta y la presión adorada de su pecho se volvió más fuerte.
— Gracias a ti mi amor.— Picó su mejilla haciendo que abriera los ojos y le mirara perfectamente bien.— Por darme un bebé, soportarme en mis tiempos de Yugyeom tonto y amarme como soy.— Unió sus labios en un piquito, Jungkook se alzó para darle varios más, perfectamente sonrojado de las mejillas, dándole un muy bonito aspecto, más de lo que ya era.
— Bueno, el Yugyeom idiota sigue ahí...
— ¡Jungkookie!
— ¡P-perdón!— Rió divertido, dejándola luego cuando el bebé se encajó en sus huesos y se sentó mejor adolorido. Yugyeom se encargó de consolarlo, besando su vientre sobre la ropa, luego debajo de ella, ya que decidió levantar un poco la camisa para darle caricias más dulces allí mientras sentía por ratos las pataditas de su bebé también despierto.– Siento que le consentirás mucho.
— Ni siquiera lo sientas, así será. Le compraré todos los jueguetes que quiera, le daré helado si quiere y comerá mucho chocolate, aunque se ponga hiperactivo.— Besó su pancita cariñoso y Jungkook rodó los ojos divertido.
— Nos dejará en banca rota.— Comentó divertido, Yugyeom sonrió encogiéndose de hombros.– Ahora mismo estás muy encariñado, luego cuando te los pida pensarás más en que si lo necesitará o si en verdad los usará, yo era así. Pedía juguetes y nunca los usaba.
— Bueno, se los puede pasar a su hermanito o hermanito.— Respondió como si nada y Jungkook se cruzó de brazos con el ceño fruncido.
— ¿Ni siquiera ha nacido y ya quieres otro bebé?
— Siempre hay que pensar en opciones.— Miró hacia otro lado, Jungkook le gruñó pegándole a un lado de la cabeza pero logró hacerle hacia enfrente, Yugyeom abrazó a su gruñón embarazado, atrayéndolo más a él otra vez.
— Ya te dije que tú te embarazarás, yo me niego a pasar por todo esto de nuevo.
— Ya veremos después.— Cambió de tema de repente, comentándole si no tenía hambre y los dos se comenzaron a dar de comer entre ellos. Sabían que Jungkook sería el que quedara embarazado otra vez si deseaban un segundo bebé, siempre cedía a sus peticiones o tal vez él mismo rompería los condones, quién sabe, pero aunque faltaran más años para otro pequeño, ese era el importante, ver como nacía su primero, tan bonito como Jungkook y él, una hermosa niña o niño mirándoles con unos pequeños ojitos desenfocados en el hospital.
***
— Tienes instinto de anidamiento.— Confirmó Taemin con una agradable sonrisa y Jungkook parpadeó sin entender.
— ¿Cómo un pájaro?— Cuestionó lo primero que se le cruzó por la cabeza. Taemin se detuvo un segundo de escribir en su libreta, miró a Jungkook y como este seguía curioso, soltó una risita negando.– No entiendo hyung.
— El instinto de anidamiento, más bien conocido como síndrome del nido, consiste en que tienes un estado de hiperactividad, se da en las últimas semanas del embarazo y es muy frecuente en madres o padres primerizos, aunque hay casos en los que con el segundo bebé es lo mismo, e incluso tercero. Realizas todo tipo de trabajos en casa, por ejemplo Yugyeom, aparte de la comida que se pone a hacer ¿Qué más practica?— El mencionado se rascó la nuca centrado en el suelo como si estuviera recordando.
— El otro día tendió la cama él solo, barrió, trapeó, acomodó todo nuestro closet por colores y tallas, los zapatos igual, los pantalones también y hace rato lo paré antes de que se pusiera a lavar el baño. ¡Oh! También quiso pintar de nuevo las paredes del cuarto del bebé.— Las manos de Taemin señalaron a Yugyeom y Jungkook le observó sorprendido, ni siquiera se dio cuenta de todo lo que había hecho.
— Ahí están todos los ejemplos, al menos no eres tan obsesivo, hay papás que quieren limpiar el carro.— Murmuró traumatizado.– Bien chicos, comienzan las cosas importantes.— Suspiró.– Según la amnioscopia, el bebé todavía no hace sus necesidades básicas en el útero, por lo que no te tenemos que ingresar para inducirte al parto aún, durarás según lo tengo visto unas dos semanas más. Pero aquí el asunto principal, normalmente en esta semana que es la treinta y siete de tu embarazo, debo ir dándote las medidas que se toman en el parto, como explicarte sobre la lactancia, el cuidado de tu cordón umbilical, el sueño, etc., y también tienes que decidir sobre quién quieres que se encargue de tu cesárea.— Siguió apoyando sus manos debajo del escritorio sobre sus muslos.– Aquí tienes dos opciones, la primera es que...— Levantó el primero dedo.– Busques un hospital en el que te sientas cómodo y ahí lo tengas, la segunda opción.— Unió el segundo dedo al otro.– Es tenerlo aquí, yo me encargaré de la cesárea si me lo llegan a permitir. No creerán que este piso es sólo mío y que está aquí porque sí ¿Verdad?
Los menores se dieron una mirada extraña que no comprendió y se volvieron a él.
— Para nada... Ya lo sabíamos.— Tosió Jungkook, y el mayor rodó los ojos contento, recargándose en la silla.
— El edificio por el que han estado entrando cada mes es dedicado completamente a la paternidad, a los niños, en los pisos de abajo están mis compañeros que son otros pediatras y obstetras, este es mi piso. Como vieron cuando le hice la ecografía a Kook, es el piso de revisiones y operaciones, ahí se hacen las cesáreas o los partos naturales en caso de las mujeres. Los pisos que están por encima de ese son todos los cuartos en disposición para que se recuperen, además de las salas en donde se resguardan a los bebés recién nacidos por un tiempo, para sacar sus huellas y demás cosas, también los bebés prematuros.— Contó con palabras fáciles para que le entendieran, a veces creía que hablaba muy técnicamente y las parejas se quedaban con caras tontas o confundidas.– Tengo todos los permisos necesarios para hacer cesáreas y atender partos naturales, igual que las enfermeras y enfermeros para ayudarme, puedo explicarles mejor si es que llegan a querer que yo me haga cargo, si no es así su doctor se los puede decir mejor y más claro a como sea en el otro hospital.— Todas las cosas en su cabeza fueron dichas, estaba bien todo lo que dijo y no hacía falta nada más.
— ¿Tenemos que firmar o hacer otra cosa para asegurar el nacimiento aquí?— Sonrió el pelinegro, como afirmación para Taemin y prosiguió.– La verdad sí nos gustaría que fuera aquí hyung, nos sentiremos mucho más cómodos si sabemos que usted se haría cargo de que la operación salga como se espera.— Contestó animado, seguido de Jungkook que asintió luego de él.— Hablo por los dos, lo habíamos discutido antes ya que una vez encontramos un folleto, sólo queríamos hacerlo reír hace un rato antes de que explicara, pero continuó y mejor nos quedamos callados.— Sonrió apenado.
— Oh, pequeños tontos.— Taemin dejó salir una risilla sin poder creerlo.
— Pero sí hyung ¿Usted se podría hacer cargo de que mi bebé nazca sano y fuerte? En verdad nos haría muy feliz si es así.— De alguna manera en todos esos meses, el castaño se había encariñado con Jungkook y Yugyeom, eran unos jóvenes padres primerizos que pasaron por todas etapas junto a él, los sentía como si fueran sus hijos aprendiendo sobre el mundo, en su caso sobre la paternidad y todo lo que conlleva un buen embarazo.
— Con todo gusto yo me encargaré de tu cesárea Jungkook, pero el que hizo que tu bebé esté fuerte y sano eres tú, yo sólo me encargué por momentos en que lo siguieras haciendo bien.— Ciertamente Jungkook se sentía orgulloso de ello, le daba un poco la razón, se dedicó a comer bien, aunque a su bebé también le gustaban mucho las verduras y el helado, se mantenía en forma de alguna manera.– Bien chicos, lamento tener que... Básicamente correrlos.— Susurró algo ansioso.– Uno de mis niños se enfermó y el otro está a inicios, entonces ando algo apurado y quiero irme lo más pronto posible, Minho no puede con todo, como se lo pueden imaginar.— La pareja le dio la razón, no sin antes decirle que esperaban que se recuperaran lo más antes posible y cuando Jungkook se paró con ayuda de Yugyeom, sus ojos se abrieron de repente, arrebatándole su mochila a su esposo de las manos mientras buscaba algo, cuando lo encontró sonrió, extendiéndole a Taemin el sobre morado con un listón arcoiris encima, cruzado con un pequeño moño.– ¿Es lo que creo que es Kook?
— Sip hyung. A Yugyeom y a mí nos gustaría saber si puede asistir a mi baby shower la próxima semana, el sábado exactamente, ¡oh! No sólo usted si es que lo pensaba, también está invitado Minho hyung y los niños, estábamos planeando junto a mi hermano dejar un cuarto en mi casa para ellos y los demás, ya que como ya lo mencioné, mi hermano, otros familiares y amigos tienen hijos, entonces no estarían solos, esperamos que no estén incómodos o se sientan mal, normalmente los niños son muy tranquilos, se llevan con los que conocen entonces no se formarán problemas, esperamos.— Su voz salió eufórica y feliz, sus ojos brillaban con una esperanza inmensa.
— Si es que puede llegar a ir, preferiríamos que nos dijera el sexo allí en vez que la consulta, nuestros padres también están esperando saber qué es, están desesperados por comprar muebles para su cuarto.— Los presentes rieron divertidos, ya que sí era así, estaban muy emocionados por saber qué sería su próximo nieto.– Si es que no puede no hay ningún problema hyung, igual le podemos traer uno de los recuerditos.— Bromeó y Taemin se rió con ganas de la propuesta del alto.
— Muchas gracias por la invitación chicos, ustedes son los únicos aparte de Mark y Jackson que me invitan a mí junto a mi familia, no lo debería decir, pero los demás sólo me invitan a mí para que les diga el sexo y eso es todo.— Suspiró, formando una reverencia en agradecimiento hacia ellos demasiado feliz.– Me aseguraré de ir con ellos, los veré la próxima semana el miércoles, de ahí el sábado si no me espera nada y finalmente sabrán, gracias por invitarme.
— No hay por qué hyung, ha sido de gran ayuda y nos encariñamos con usted.— Confesó sonrojado el embarazado con una mano en su vientre.– Bueno, nos vamos yendo porque si seguimos hablando aquí con usted Minho hyung ahora mismo puede estar muriendo.— Se despidió moviendo su mano de un lado a otro, Yugyeom se despidió con pequeñas reverencias hacia él y les miró irse hasta que desaparecieron en el elevador no sin antes aclarar la siguiente consulta con la enfermera. Miró detenidamente el sobre en sus manos, quitándole el listón a su alrededor y no pudo evitar reír por la letra cursiva que conocía de Jungkook marcada allí, con la frase de "para Taemin hyung, Minho hyung y sus niños <3"., una dulce sonrisa se cruzó en sus labios y una de las enfermeras que pasaba por allí se asomó sobre su hombro, mirando la invitación al baño shower bien adornada por dentro, los típicos juguetes de bebé alrededor de las letras y todo parecía como un sexo indefinido, la mejor invitación que había visto hasta el momento.
— Esos niños son muy tiernos y dulces.
— Imagínate a su bebé.— La enfermera rió alejándose en el pasillo. Taemin se mordió el labio, sacando de su bolsillo su teléfono, buscó el número de su marido en los contactos y lo colocó en su oreja, fijándose en la hora y fecha bien escrita en la invitación. El sonido de la marcación paró y fue puesto en línea con Minho.– ¿Te gustaría ir a un Baby shower la próxima semana?
***
[Al lunes siguiente]
Las clases normales habían pasado volando en ese inicio de semana, Yugyeom pensó que sería una clase lenta por la mañana, ya que les enseñaría nuevos pasos a sus alumnos, sin embargo no fue así, ellos lo aprendieron de la manera más fácil que antes y no les costó nada aprender la coreografía completa en dos horas, tenían pequeños detalles que arreglar, movimientos pequeños, pero esos mocosos parecían ansiosos por algo, como si supieran lo que llevaba en la mochila para ellos y estuvieran demasiado apurados de que se los diera, por ello hacían las cosas rápido. Al terminar de grabarlos y enviarlo al grupo de Kakao donde podían ver sus diminutos errores y mejorarlos, dándoles las espaldas, se volteó de nuevo hacia ellos y todos estaban en fila emocionados y culpables, extrañándole lo suficiente para fruncir el ceño.
— ¿Revisaron mi mochila?— Cuestionó primero, cruzándose de brazos. Casi juró ver como todos pasaban saliva al mismo tiempo y pellizcaron a Know para que no dijera ni una sola palabra, el mencionado sudó frío negando.– Todos se ven raros aquí y mi botella de agua no está como la dejé. Know, di la verdad o te pongo cinco.
— Es que...— Murmuró jugando con sus dedos culpable.– Al appa de Yeji le dijo un amigo de otro amigo que es amigo del hermano de Jungkook hyung, su hijo va con los de SeokJin hyung y lo invitaron a su baby shower que es el sábado, entonces como no lo vemos desde el miércoles... Pensamos que nos invitaría hoy para ir a su casa el sábado pero no encontramos nada.— Agachó la cabeza igual que los restantes, con su aura llena de tristeza y Yugyeom sonrió divertido.
— ¿Quién les dijo que los invitaría? Que sean mis alumnos no significa que están invitados a todos los eventos que haga en mi casa. Mucho menos tienen por qué abrir mi mochila, se pueden ganar una buena sanción por ello, pero tengan suerte que Know los delató y no solo él, todos se salvan de un cinco.— Alzó una ceja, caminando enfrente de cada uno, cada vez más avergonzados por creer algo así y haber hecho tal cosa, Yugyeom suspiró haciendo un ademán con su mano derecha.– Lo siento, pero así son las cosas chicos, los veo a los ocho mañana a las cuatro de la tarde, les pondré a cada uno su papel en el próximo concurso que habrá, no lleguen tarde ¿Entendido?
— ¡Sí hyung!
— ¡Sí oppa!
A pesar de que sus voces salieron animadas, sus caras demostraban otra cosa. Cada uno intercambiaba palabras en voz baja, regañándose entre los menores y se unieron en una pequeña bolita, despidiéndose de Yugyeom como si nada, cuando el mayor les vio salir y Mark se asomó en la puerta negando divertido, se rió. Lo merecían por buscar en cosas que no eran suyas, nadie nunca debía hacer eso pero ellos lo quisieron por desesperación, aunque igual estuvo muy mal a su parecer.
— Diles que vuelvan porque necesito decirles algo sobre la mochila y que se les olvidó.— Mark fue rápidamente detrás de ellos, en la entrada para la academia y les dijo exactamente lo que Yugyeom le pidió, entre todos se empezaron a golpear, incluidas las chicas que molestas se sentían también culpables, ellas normalmente no eran así, pero al menos se salvaron de estar reprobados en su clase. La pequeña manada volvió como perritos regañados y se pararon de nuevo dentro del salón en una fila, Yugyeom les miró aún con el ceño fruncido.– Deben aprender a no tocar las cosas de los demás, a la próxima ni siquiera será una broma.— Alzó la laptop recargada en el mueble, mostrándoles varias invitaciones que eran para ellos y sus ojos brillaron emocionados. El Kim las agarró parándose firme.– No pueden gritar, ni correr, ni tocar mucho a Jungkook, los invito porque él me lo pidió.— Le entregó la invitación a cada y los chillidos alegres no se hicieron esperar.
— ¡Gracias hyung! Aunque nosotros sabemos que detrás de ese ceño fruncido usted también quiso que fueramos al baby shower.— Sonrieron eufóricos y Yugyeom rodó los ojos, bufando.
— Bueno, tal vez.— Los gritos resonaron en toda la habitación y rió.– Pero haganme caso a lo que les dije, más les vale llevarle algo bonito a mi bebé o los saco a patadas de mi casa. Ahora sí, los veo mañana.— Entre todos se miraron, corriendo a Yugyeom para abrazarlo con fuerza y el mayor suspiró sonriente.
— ¡Muchas gracias oppa!
— ¡Muchas gracias hyung!
— ¿Se dan cuenta? ¡Conoceremos la casa de hyung!— Exclamó emocionado Felix, tomándose de las manos con Soobin y gritaron más, como chicas enamoradas. Los alumnos salieron hablando de los regalos que le darían al pequeño o pequeña, demasiados contentos se despidieron después de Mark quien sonreía sin poder creerlo.
— Parece que les inyectaste azúcar en la sangre.— Los dos se rieron mientras Mark se acercaba a él para darle unos papeles y los firmara.
[...]
Media hora después, Yugyeom por fin condujo hacia su casa, no sin antes pasar de nuevo por comida. Había llamado a Jungkook preguntándole si cocinó algo en la tarde, pero él le negó, contestándole que estaba cansado pues limpió su cuarto y de nuevo el closet, él no le tomó mucha importancia aunque lo regañó y compró comida japonesa, su esposo le dijo que tenía antojo de ella y llevó varios platos de un restaurante del cual les gustaba mucho a los dos comer, y eran rápidos, de lo más importante para que Jungkook no comiera tan tarde, ni siquiera se fijó en la hora antes y eran las tres cuando salió de su trabajo. Al llegar a casa hizo lo típico de siempre, abrir la cochera, meter el auto, cerrar la cochera y tomar todas sus cosas del interior.
Abrió sin mucho cuidado la puerta, adentrándose en su hogar y la cerró como pudo, adolorido porque en vez de hacer dos viajes para llevar los platos y luego su mochila, llevó todo de una vez, casi golpea la comida contra la pared sin embargo no le pasó nada de lo que pudiera preocuparse, tiró la mochila pesada en el suelo. Formó un puchero sobándose los brazos y silencio, fue de lo primero que escuchó, nada más que silencio, Jungkook sonaba bien cuando le llamó y tranquilo, entonces le parecía extraño que no estuviera viendo televisión o alguna película mientas lloraba, y en la habitación que compartían igual, pero ni un paso se dejó oír. Tragó abriendo la otra puerta de la cocina y por fin pudo entender ese silencio, que se rompió por los ronquidos ligeros de su esposo en la sala.
Dio pasos muy lentos, para que la madera del suelo no sonara demasiado y se deleitó con la dulce imagen de su esposo dormido en el mueble, ambas manos moldeadas alrededor de su vientre y su boca entreabierto dejando salir los sonidos pacíficos. Sacó su teléfono, abriendo la cámara trasera y le dio al botón rojo acercándose, podía disfrutar de ese pequeño momento, pero no quería conservarlo sólo en su memoria, quería verlo y recordarlo siempre, igual en una pantalla, dio pasos suaves, hacia él, enfocando directamente en su vientre y luego su rostro, apagó el celular abandonándolo en alguna parte de la sala, Jungkook se removió, apretando las palmas en su estómago hinchado como si lo estuviera protegiendo y Yugyeom sonrió lleno de ternura. Fue hacia él, besándole la frente, dirigiéndose hacia su vientre y dejó un piquito ahí.
— De todas las formas, eres igual de hermoso.— Susurró en un hilo de voz, acariciándole el cabello castaño, sus largas pestañas caídas, sus ojos igual, su boca tan adorable y su nariz arrugándose de vez en cuando, escondido en su labio inferior su lunar resplandecía de todas maneras y suspiró.– Nunca tendré algo mejor que tú.— Jungkook pareció como si le escuchara, pues una sonrisa se alojó en sus labios, pero Yugyeom conocía a Jungkook, si estuviera fingiendo dormir ya se habría dado cuenta, así que sólo atinó a sonreír con él. Mordió su labio ya que ese no era un lugar muy bueno para dormir y miró la habitación al lado del baño, que decidieron utilizar cuando fueran visitas a su casa, recordó que la cama era la misma de antes, la cual se alojaba en su cuarto en el anterior departamento y era cómoda para Jungkook.
Se paró de estar en cuclillas, fue hacia la puerta de la habitación, abriéndola y regresó con Jungkook, frunciendo el ceño. Pasó muy lentamente las manos por debajo de sus rodillas y su brazo viajó en su espalda baja, levantándolo del mueble en el que estaba dormido, el claro peso de Jungkook del que antes estaba acostumbrando cambió, obviamente como lo pensó en el desayuno del otro día. Recostó su cabeza en su pecho y lo acomodó bien para que no se cayera de sus brazos, se quedó quieto un momento, su esposo sólo siguió dormido en su lugar entonces aquello mantuvo en pie su plan, caminó muy lentamente hacia la habitación, cuidaba que su bebé no lastimara por los movimientos a Jungkook y así no se despertara, su vista era hermosa, ya que llevaba a su embarazado en sus brazos cosa que cuando entró al espacioso lugar, no lo pudo creer.
Se acercó a la cama, depositándolo ahí muy pero muy lento, sus músculos dolieron pero valía la pena con tal que Jungkook descansara sin incomodidad. Le miró unos segundos, cubriéndole con una cobija hasta el pecho, sus manos las tomó, poniéndolas de nuevo en su vientre y las acarició.— Duerme bien mi amor.— Susurró, besándole en los labios amoroso. Observó por última vez antes de irse a la cocina después de un rato, la puerta se quedó abierta, por si Jungkook le llegaba a llamar cuando se despertara. El embarazado entre abrió en una pequeña línea los ojos, sonriendo sonrojado y cayó de nuevo en el mundo de los sueños, Yugyeom simplemente era el mejor esposo que pudiera existir en toda su vida.
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Bien, hay tres puntos importantes aquí owo.
1.- El siguiente capítulo será el baby shower, a lo que lleva que... ¡Por fin sabrán el sexo del bebé!
2.- A Jungkook le quedan dos semanas de embarazo.
3.- ¡Quedan dos capítulos para el final!
4.- Síp, el bebé de Taehyung es niño uwu.
Prometo acabar lo que me falta aquí antes de seguir con otras historias, esta historia ya va para los dos años y el caso es que yo no la acabo, perdón por ser tan irresponsable. :(
Pronto entraré a clases pero eso no me detendrá, acabaré esto sea como sea. 🙍🏻
¿Qué tal su semana? La mía aburrida, pero me la pasé escribiendo mucho, en verdad que me he esforzado como no tienen idea. ;;
¿Les sigue gustando la historia o sienten que ya perdió su chiste? 😔
Eso es todo lo que puedo comentar por ahora, espero leerlos la próxima semana con el siguiente capítulo. ❤
¡Nos leemos luego!
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