Etapa 13: Veinticuatro semanas, antojos y ejercicio.

Normalmente durante la noche Jungkook no tenía ni antojos, ni sentía pataditas, sus horas de sueño eran respetadas por su bebé y si pudiera entenderle el pequeño, le agradecería por ello, pero esa madrugada no fue buena para Jungkook. En medio de la noche —más bien a las dos de la mañana— tuvo que sentarse y acariciar su vientre donde conejito no dejaba de dar patadas incontrolables, y aunque de día Jungkook amaba sentirlas, ya que le transmitían un poco que iba creciendo bien su bebé. Había durado así alrededor de diez minutos, cuando de repente su estómago hizo un sonido como si tuviera hambre y la boca se le hizo agua al imaginar queso en la nevera.

Con cuidado, Jungkook, sin quitar sus manos del vientre, caminó hasta la cocina, procurando no despertar a Yugyeom y los labios de Jungkook temblaron en un puchero al no ver ni un gramo de queso.

Jungkook rebuscó y rebuscó, sin encontrar aunque sea un dulce con queso y en serio que tenía ganas de probar queso. Mordió su labio, recargándose en la barra sin saber que hacer. El Jeon suspiró derrotado, no despertaría a Yugyeom por un simple antojo. Fue de nuevo a la habitación, acostándose boca arriba lentamente, Jungkook estuvo feliz de no sentirlo removerse, pero no de no poder satisfacer su antojo. Yugyeom abrió los ojos al oír a Jungkook despierto, entonces cuando se volteó se encontró a Jungkook con los ojos abiertos mientras acariciaba su pancita.

— ¿Qué pasa mi amor? ¿Te sientes mal?— Cuestionó el pelinegro en murmuros, volteándose en su dirección y Jungkook negó con una sonrisita, pasando su mano a el cabello desarreglado de Yugyeom.– ¿Entonces?

— Me levanté al baño y conejito se puso inquieto, sólo es eso.— Jungkook mintió, buscando que Yugyeom no lo notara por estar medio somnoliento. Yugyeom alzó una ceja, conociéndolo después de varios años de casados y de novios, sabía que estaba mintiendo por el tono en su voz, uno que hacía cuando no quería que Yugyeom se enterara de algo.– Vuelve a dormir, ya está tranquilo.

— Tú no me estás diciendo algo.— Acusó con los ojos entrecerrados el otro y Jungkook quiso soltar una grosería pero no, Yugyeom se daría cuenta y estaba mal decir groserías con conejito presente.– Anda Kookie, dime ¿Qué necesitas? Sabes que está mal guardarse las cosas.

— Es que...— Se mordió una uña mirándolo sin querer fijamente y suspiró cuando Yugyeom le reprimió con los ojos.— Tengo hambre, y tengo ganas de queso o cosas con queso, pero es tarde y seguro luego se me quita, igual mañana puedo ir a comprar a la tienda un poco, tranquilo, ya te dije que vuelvas a dormir Gyeomie.— Aunque en sus adentros Jungkook gritara que fuera, no le gustaba que Yugyeom saliera a esa hora de la noche. Pero supo que no se dormiría cuando Yugyeom se levantó y fue a tomar una camisa junto a unos zapatos.– Te dije que era tarde mi amor, en serio, puedo esperar a mañana y...

— Mañana nada Kookie, está bien ¿Qué es lo quieres? Pídeme lo que sea, de lo que tengas antojo.— Jungkook hizo un puchero sin estar de acuerdo, besado por Yugyeom a los segundos, parándose frente suyo en lo que se tallaba los ojos.– Deja de hacer pucheros y dime qué quieres, no es que me vayan a matar sólo por conseguirle algo de comer a mi bebé con un bebé en su pancita.— Sonrió, sonrojando a Jungkook y avergonzándole.

— ¿Seguro?— Observó a Yugyeom asentir y tragó, formando una nueva sonrisa sobre sus labios.– Cheesecake, si es que se puede, sino sólo los pedacitos de queso, el que sea está bien. Y... Helado de menta con chocolate.— Su esposo anotó las tres cosas por si se le llegaba a olvidar y dejó un piquito en los labios de Jungkook, caminando a la puerta.

— Vuelvo rápido, cualquier cosa que te falte o suceda marcame, te amo.— Se despidió el Kim, saliendo con rapidez para volver lo más antes posible. Obviamente él siempre cumpliría todos los caprichos de Jungkook, aunque muchas veces éste se molestara o hiciera escenas así porque no le gustaba del todo que Yugyeom lo tomara en serio. Estaba seguro que todo lo que le pidió Jungkook se encontraba en alguna de las tiendas que aparecían normalmente en alguna esquina, donde la mayoría era comida junto a frituras, de vez en cuando también habían cosas de limpieza personal y de casa.

Llegando a la primera que vio el chico que atendía sólo le dio una mirada y siguió jugando con su teléfono. Yugyeom siguió su camino a el área de los refrigerados y sintió como si le cantaran los mismísimos ángeles en el momento que vio dos pedazos del pastel de queso que le pidió Jungkook. Los agarró sin preocuparse y también agarró un paquete del típico queso para derretir pero en barritas, fue a donde los congeladores y sacó un bote de helado, el favorito de Jungkook. Llevó las cosas para que las revisaran y así pagar, en lo que lo hacía, miro afuera, sonriendo al recordar varias cosas del pasado en unas mesas.

Apresurado, Yugyeom tenía las manos dentro de los bolsillos en dirección y la casa de Jungkook, se le estaba haciendo tarde para esa tercera cita, más que tarde, pero el autobús tardó quince minutos más en llegar y el alto estaba pensando en irse corriendo hasta la casa de Jungkook, tal vez sus piernas servían para algo más que verse largas. Su auto se había descompuesto del motor y había tenido que mandarlo a componer, entonces aún diciéndole así a Jungkook, éste aceptó salir teniendo que ir en autobús de todos modos. Yugyeom al llegar a una esquina comenzó a correr cuando notó que ya iba para media hora tarde, dio vuelta en dos calles y cuando llegó a la casa de Jungkook, éste estaba sentado afuera con las manos sobre su piernas, provocándole una ternura inmensa. Iba a hablar, pero le alzó un dedo para que esperara y recuperó el aire, inhalando y exhalando.

— ¿Te siguió un tren o qué?— Consultó risueño, con una sonrisa que le tranquilizó que no estaba molesto. Jungkook sacudió la parte trasera de su pantalón y se levantó, caminando hasta él sin prisa.– ¿Por qué tardaste?

En el segundo de levantarse Jungkook ya estaba frente suyo y le plantó un beso en la mejilla, sacándole una sonrisa tonta.— El autobús se retrasó y en una de las paradas una señora no se quería subir, entonces fueron otros cinco minutos, lo lamento.— Jungkook no le tomó importancia, entrelazando sus manos y comenzando a caminar lejos de su casa.

— Está bien, ahora dime ¿Cuál es la aventura de hoy señor Kim?— Su caminata fue de nuevo a una parada de autobús y Yugyeom quiso reír por alguna extraña razón.

— Acuario y cena ¿Te agrada la idea?— Los ojos de Jungkook se iluminaron y asintió de acuerdo, el acuario siempre sería uno de los lugares favoritos del Jeon. No esperaron mucho en esa parada, tardó máximo cinco minutos en llegar y Yugyeom pensó que Jungkook era su amuleto de la buena suerte, por decirlo así. Entre tímidas sonrisas y miradas, subieron a el autobús, empezando su aventura ahí cuando no encontraron asientos, por la manera en que se movía el transporte, habían veces que Jungkook se pegaba con Yugyeom y viceversa, riéndose por ello.

Después de un tiempo en el que por fin entraron al acuario, Yugyeom sostuvo la mochila de Jungkook todo el día. Sus manos siguieron entrelazadas y en ocasiones acariciaban con los pulgares la mano del otro. Yugyeom al ver que Jungkook no despegaba los ojos de todo fascinado le tomaba varias fotos discretamente, Jungkook estando perdido en todo su alrededor no se daba cuenta. Intercambiaron varias palabras en ese largo recorrido, pero claro los dos estaban algo más atentos a todos los peces y otras cosas allí. Yugyeom en un momento jaló de la mano a Jungkook, guiándolo a una zona la cual el menor de ambos no recordaba haberla visto. Era una sala en un círculo enorme, donde todo era peces y tiburones nadando de un lado a otro, estaba a oscuras, entonces por eso supuso que no se había dado cuenta de ese lugar.

— Parate ahí.— Le señaló a Jungkook con el dedo y éste hizo lo dicho, formando una mueca tierna mientras hacía un V con los dedos. Tomó la foto contento y luego se acercó a él, tomando una de ambos.– Listo, podemos seguir, hay un área donde sólo hay medusas, no sé si lo has visto.

— En realidad, falta algo.— Jungkook mordió su labio con una sonrisa, halando a Yugyeom hasta él y puso las manos sobre su cuello, acercándose cada vez más a su rostro.– Siempre quise hacer algo así, como en las películas.— Sus mejillas se colocaron sonrosadas y Yugyeom le acarició una, rozando sus narices.

— No sabía que eras cliché.— Ambos rieron y sin esperar más, Jungkook plantó los labios sobre los de Yugyeom, comenzando un deseado beso para los dos pero sin quitar lo tierno de éste. El más alto atrajo por la cintura a Jungkook, moviendo en suaves roces sus labios, en su interior sintiendo fuegos artificiales explotar sin parar, ciertamente siendo la tercera cita, la seguía considerando como la primera. Jungkook cada día más se podía sentir enamorado de Yugyeom, olvidando esa etapa donde le odiaba, ese típico cliché también del odio al amor. Se separaron entre suaves besitos, llenando de vergüenza a Jungkook cuando le miró a los ojos.– Me encantas.

— Deja de decir cosas así...

— Es que es verdad, yo sólo...— Tragó, con su corazón palpitando a todo lo que daba.– Me gustas tanto.

Su recorrido comenzó nuevamente, ahora robándose juguetones besos los dos, en la mejilla o en los labios. Saliendo de allí se dieron cuenta que se habían sobrepasado de tiempo y lastimosamente, perdieron la reserva en el restaurante el cual Yugyeom quería ir con Jungkook, desganándolo lo que restaba de noche hasta llegar a la casa de Jungkook. Pero el Jeon no pudo evitar sentir ternura al ver la disposición de Yugyeom por llevarlo a un lugar y lo triste que estaba, entonces pasando por una tienda donde vendían comida refrigerada y otras cosas, lo jaló, entrando al lugar.

[...]

— No pensé que terminaríamos comiendo ramen instantáneo fuera de una tienda.— Jungkook tragó lo que estaba masticando y tomó de su jugo, encogiéndose de hombros.

— Siempre es mejor que una cena elegante con vista a los edificios de Seúl.— Rió junto a Yugyeom y unió sus manos sobre la mesa, regalándole una sonrisa que mató al corazón del Kim.– No es necesario hacer todo ese tipo de cosas, lo importante es pasar la cita bien y felices, junto a ti, que es lo que verdaderamente importa. Yo soy contento con poder pasar un momento así contigo. ¿Está bien?— El alto suspiró, recargando su otro codo en la mesa.

— Sé que no es la manera más romántica, ni tengo una rosa, ni algo con lo que pueda verse mejor el asunto, pero tengo un jugo de manzana y es rojo entonces.— La risa de Jungkook calmó los nervios que comenzaban a formarse en Yugyeom y respiró, jugando con sus dedos.

— En realidad es café.

Yugyeom le puso el dedo en la boca y Jungkook volvió a reír, asintiendo.— Desde que te vi por medio de ese vidrio pensé que eras muy lindo, pero me lo negué por las reglas de estudio, así que dejé pasar la idea, hasta que comencé a hablarte todos los días y has sido el único con el cual no puedo dejar de sentir lo mismo como si fuera el primer día, me sacaste tantas risas, tantos enojos, hasta tristezas y arriesgué mi trabajo por ti, aunque estaba seguro de que hacía lo correcto.— Pausó, Jungkook sintió sus ojos picar y sus mejillas enrojecerse, atento a tus palabras.– Luego cuando tuvimos esa primera cita fui muy provocativo además que fue como por medio de una amenaza, pero no me arrepiento porque vi que provocaba cosas en ti. El día que llevaste a Namjoon a salvar mi cuello en el trabajo, sentía unas inmensas ganas de abrazarte y nunca soltarte, fuiste y eres como mi ángel guardián, además de lindo y tierno. Por ello yo quiero... P-pedirte si t-tú... Quisieras ser m-mi novio.— Jungkook soltó risitas emocionadas y fue hasta Yugyeom, tirándose encima suyo y le llenó la cara de besos.

— Deja de tartamudear, chico provocativo y arrepentido. Claro que quiero ser tu novio, lo llevo esperando desde la primera cita.— Ambos sonrieron en grande y la noche se selló entre tantas cosas que los corazones de los dos podían estallar.

— Señor, son 2500 wons.— El chico movió la mano de un lado a otro, sacando de su ensoñación a Yugyeom y le entregó la tarjeta. Rápidamente el chico comenzó a hacer la transacción y después de unos minutos le entregó la tarjeta junto a sus cosas.– Gracias por la compra.— Hizo una reverencia y salió del lugar, caminando por las calles de Seúl completamente tranquilo hasta llegar al edificio donde vivía con Jungkook. Se veían tan bien las calles desoladas, y sólo los focos prendidos de los locales cerrados, pero era siempre peligroso a esa hora. Entró al edificio, saludando como si fuera de día al de la recepción y explicándole porqué salió a esa hora de la noche. Subió por el elevador ya un poco impaciente y entró a su departamento, dejando las llaves a un lado de la puerta donde tenían una cosa para colgarlo y no, no recordaba el nombre. Fue a la habitación y se encontró con Jungkook por suerte aún despierto pero acariciando su vientre.

— Gyeomie.— Le regaló una sonrisa a su esposo al verlo entrar de nuevo y Yugyeom fue sacando las cosas que le pidió, sentándose en su lado de la cama y en la misma oscuridad, notó la emoción en los ojos de Jungkook. Yugyeom siempre sería feliz con ver a su lindo esposo también de esa manera.– Gracias por ir a traerlo ¿Todo bien?

— Sí, todo estaba tranquilo afuera, ahora come para que podamos volver a dormir. Además sabes que no es nada, puedes pedirle cualquier cosa estando embarazado o no.— Jungkook sonrió avergonzado y dejó varios piquitos en los labios de Yugyeom.

— Te amo mi amor.

— Yo te amo más Kookie.— Se sonrieron mutuamente y Jungkook comenzó a abrir apresurado las cosas, con el hambre cada vez más en él.

***

En una linda tarde de lunes, Jungkook estaba haciendo ejercicio, sí, ejercicio, algo que dejó de hacer desde hace un año pero que lo veía necesario desde meses antes de quedar embarazado. Ahora era más ya que le ayudaba para que no le quedaran estrías y mantenerse aún en forma durante el embarazo. No era ejercicio riguroso, era uno adecuado para un embarazado y se sentía avergonzado en hacerlo, pero le ayudaba tanto al bebé como a él y le relajaba. Se estiraba sobre el tapete de tela que había comprado hace un tiempo y veía un vídeo, haciendo lo mismo que el chico embarazado ahí.

Yugyeom no tardaba en llegar y seguramente se reiría al verlo hacer eso o le daría ternura, pero estaba feliz haciendo aquello, aunque sudaba a montones y era más por estar embarazado que por el mismo calor. Escuchó la puerta abrirse y supo que estaba en lo cierto cuando llegó al cuarto y lo vio hacer varias poses de yoga, parpadeando sorprendido.

— ¿Se puede saber por qué haces yoga mi vida?— Cuestionó con ternura, sentándose en la cama y Jungkook se puso boca arriba, siguiendo aún lo que el chico decía en el vídeo.

— Es bueno para el embarazo, estuve revisando el libro que nos dio Taemin y dice que en ésta etapa es bueno ejercitarse.— Yugyeom vio el libro sobre la cama y leyó el título, algo que no había hecho antes. "Etapas del embarazo." y rió, imaginando las demás que se venían después.– ¿Todo bien en el estudio Gyeomie?

— Sí, sólo Mark está de fastidioso porque quiere venir a verte pero nunca tiene tiempo. Le dije que venga el miércoles junto con Jackson, como ahora no puedes andar tanto en vehículos es conveniente que vengan ellos mejor.— El embarazado descansó un poco, acariciando su redondo vientre mientras asentía.– Se te está haciendo costumbre acariciarte el vientre.

— Dile que lo espero, me gustaría hablar con él. Y sí, es que se siente redondito y duro... Es raro pero me gusta hacerlo, además que me da pataditas de vez en cuando.

— El problema con eso es que ya no me dejas hablarle.— Se quejó el alto en un mohín y Jungkook rió, extendiéndole los brazos para que le ayudara a levantarse, rápidamente el otro lo hizo, con cuidado de que no diera un mal paso y besó su frente sudada sin importarle mucho esa humedad.– ¿Me dejas hablarle hoy?

— Sólo si pides pizza y cocinas brócoli con arroz.— Yugyeom rió asintiendo y le dejó un beso a Jungkook, viéndolo caminar a el baño a paso lento.– Entonces sí, hoy hablale cuanto quieras.

Su esposo festejó alzando los brazos y fue a la puerta, no sin antes volver a enamorarse de la imagen de Jungkook con el vientre abultado, donde su hija o hijo iba a nacer en un tiempo más. Simplemente amaba a Jungkook y a su bebé, sus pequeños bebés.

•'•

Ya llegué 👀.

Holiii 💞 ¿Qué tal todo? ¿Cómo les fue en vacaciones? Y si no han terminando las suyas (como yo 💗) ¿Qué tal van sus vacaciones?

Quería traer el capítulo por mes, ya falta poco para acabar Abril. 😂😂😂❤

Sinceramente ayer entré a la cuenta y me acordé de éste ff precioso, lo dejo muy de lado :c. Agradezco todo el apoyo conejitos míos 💞.

¿Algunx ya se hace la idea de qué sexo es el bebé? 😌

Bueno, me voy porque tengo que seguir escribiendo algunas cosas, espero le guste el capítulo y pasen bonito día. 🐇❤

¡Nos leemos luego!

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