Atsushi tenía seis semanas y la convivencia con el mafioso no era tan mala, ambos se esforzaban mucho y seguían manteniendo su secreto bien oculto. Era un noche más en el departamento de Akutagawa donde Atsushi se quedaba la mayoría del tiempo, inexplicamente no dormía bien si no estaba con él mafioso – el doctor que consiguió Hirotsu parece entenderte bien ¿no? –pregunto el mafioso

- Sí, me mando con una nutrióloga para cuidar mi alimentación –suspiro Atsushi

- ¿saben en que trabajas?

- Creen que soy una floretista – dijo el albino y suspiro - Akutagawa, ¿Cómo haré cuando no pueda ir a misiones peligrosas?

- Puedo hacerlas yo

- Sabes que no voy solo... necesitamos ayuda también de la agencia

- Dazai-san

- Dazai-san no es una opción – se quejó el albino

- Bien – dijo el mafioso cruzándose de brazos - ¿entonces?

- Pensé en el presidente, él es el único que se mantendría sereno y evitaría mis misiones riesgosas

- Comprendo – suspiro Akutagawa – van a matarme un día por tu culpa

- No es mi culpa – se quejó Atsushi – no es de nadie...

Akutagawa abrazo a Atsushi – mañana habla con tu jefe

- Si

A la mañana siguiente, Atsushi había llegado a la agencia temprano, incluso Fukuzawa se sorprendió de verlo - Fukuzawa –san ¿po-podemos hablar? – pregunto el albino y el mayor le dejo pasar a su oficina

Una larga charla aconteció entre ellos, la mayoría de la agencia había llegado y no sabían nada del albino o que estaba encerrado en la oficina con el presidente hasta que ambos salieron – escuchen todos – dijo Fukuzawa – Atsushi trabajara unos meses como mi secretario, le he propuesto entrar a estudiar por lo que sus misiones serán suspendidas más que una que otra de ligera providencia

- ¿eh? – preguntaron

- Haruno, asegúrate de enseñarle todo a Atsushi

- S-si – respondió la castaña

Había un enorme alboroto entre todos, pero Fukuzawa por su parte volvió a su oficina, se dejó caer en su silla cansado y suspiro, miro la fotografía del ultrasonido que Atsushi le había dado al mayor – embarazado y de un mafioso... -suspiro – espero que él no se entere

Los días pasaban y Atsushi se había vuelto bueno como parte de la oficina, pasaba mucho tiempo o dentro de la oficina del presidente, tanto que hasta Kunikida sentía envidia y para Dazai levantar sospechas... Así que solo quedaba una opción

¡RAMPO!

Toda la agencia intentaba chantajearlo pero este solo decía que no le llegarían al precio que Fukuzawa le había dado, - deberían dejar de perder el tiempo – dijo Rampo

- Rampo-san, Fukuzawa-san lo necesita – dijo Atsushi asomándose de la puerta del presidente

- Voy~ - contesto Rampo yendo alegre a la oficina

- Debemos averiguar que pasa – dijo Kunikida

- Sí, siento que es algo super loco – dijo Naomi

- Averigüémoslo - dijo Yosano decidida

Atsushi estaba encima de una hamaca que el presidente había preparado para él, dormía tranquilo tomando algo de sol – parece un gato – dijo Rampo

- Lo sé – sonrió Fukuzawa

- Está muy feliz – sonrió Rampo – ¡yo también quiero!

- Después, ¿tienes la información?

- Si, el doctor que atienda a Atsushi es una clandestino, conseguido por contactos del padre de su bebe y la verdad la mejor opción, nadie se enterará de la identidad de Atsushi o el bebé

- Bien y sobre su estado

- Atsushi tiene la habilidad de un tigre pero dudo que pueda tener al bebe normal, seguro deberá ser operado... - dijo el castaño - además, aún es temprano para saberlo a ciencia cierta pero los tigres llegan a tener de tres a cinco cachorros

- Pero es humano

- Y un tigre también

...

Akutagawa llegaba cansado a su casa, apenas se estaba quitando los zapatos cuando noto el hecho de que Atsushi no le devolvió el saludo, miro hacia la sala y allí lo encontró – Ji-Jinko – le llamo nervioso

- Ryu, te presento a mi jefe, el presidente Fukuzawa y el agente Rampo-san – dijo el albino completamente sonrojado y el mafioso solo miro nervioso

- Sabía que me matarían...

- No te matarán tonto, ven aquí – dijo Atsushi y Akutagawa se acercó casi como si fuese a la orca

- Atsushi, parece que controlas bien a un mafioso – dijo bromista Rampo

- Lo sucedido lo entiendo, que te hagas cargo es bueno, pero debes saber bien que la mafia no es lugar para bebes

- Lo sé – dijo el mafioso sentándose frente al presidente – solo quiero que vivan felices, mi trabajo no interferirá en su vida

- O sus – dijo Rampo

- ¿Eh?

- Ra-Rampo-san cree que puedo esperar más de uno por ser un tigre – confeso Atsushi al mafioso y Akutagawa se puso más pálido que nunca

- ¿e-eh? - fue todo lo que pudo decir antes de tener un ataque de pánico. 

¡Hola a todos! estaré adelantando está tierna historia con momentos divertidos, espero puedan disfrutar de ellas... 

¡Gracias por leer!