Helado

—Adiós Chigi-oneesan, Andi-oneesan —Nagi se despidió de su maestra mientras caminaba para ponerse junto a su padre, un hombre con sus mismos cabellos albinos a juego con unos ojos azules, que sólo intentaba coquetear con ambas mujeres.

—Adiós Seichi-chan; Nagi-san, queremos-

—Por favor, "Nagi" es el apellido de mi esposo... llameme Satoru, Satoru Gojo~ —Anri solo mantuvo su sonrisa mientras el joven hombre albino intentaba coquetear con ella.

—Entonces... Gojo-Nagi-san-.

—No, bombón, estás mal-.

—Ya hablamos con su esposo, el padre doncel de Seichi-chan, y él nos pidió que le informáramos, cuando viniera por su hijo, que los esperábamos mañana en el horario de salida de los niños —Anri interrumpió e ignoró al hombre albino sin abandonar su sonrisa—; ya que hay cosas y actitudes que nos preocupan sobre su hijo y queremos hablarlo con ambos, esperamos no falten.

—Papá, vamos~, teno hampe... —el hombre albino observó de reojo a su hijo, que le jalaba el pantalón; aún así, mantuvo su sonrisa mientras asentía a las instrucciones de la mujer y tomaba a su hijo de la mano y se iba con este después de escuchar eso.

—¿"actitudes"...? Genial, otra tontería de la que Suguru me va a culpar...

Anri bufo hastiada al escuchar parte de los murmullos del hombre, su mayor problema a la hora de trabajar con niños, no eran los niños; si, tenía sus altas y bajas, pero eran controlables, como la riña que Rin y Reo tuvieron más temprano, así que no, para Anri el problema de su trabajo no son los niños... son los padres.

—Espero que Seichi-chan esté bien... —Anri escuchó a su compañera, Akako, comentarle después que esta se despidiera de Reo y la anciana de cuerpo robusto y aspecto un poco intimidante que sus padres tenían informada como su niñera, las dos mujeres la conocían como "Ba-ya", ya que así le llamaba el infante de cabellos morados, y por ahora eso era todo lo que les interesaba.

—Yo también... pero el protocolo dice que primero hablemos con los padres y de ahí, vemos qué hacer.

—Si...

—¡Aka-nee! —Akako apenas alcanzó a reaccionar cuando sintió un enorme bulto aferrarse a una de sus piernas, la pelirroja sonrió antes de bajar su mirada y ver a su hermano de cuatro años aferrado a ella mientras sonreía— ¡Te exdane! ¿¡Me ide contigo hoy!? ¡Quiedo idme contigo!

—Hyoma~ ¿cómo te portaste con Keisuke-san y Junichi-san? —la mujer sonrió mientras palmeaba la cabeza de su hermano pequeño, que seguía aferrado a ella como si nada— Y sí, en cuanto termine mi turno nos iremos a casa... ¿Me esperarías entonces? Te prometo iremos por unas hamburguesas después, ¿si?

El pelirrojo menor asintió sin soltar a su hermana mayor, ignorando por completo su otra pregunta, aunque a ella no le interesaba, de todos modos los hermanos Wanima, los profesores del pre-jardín y sus colegas, le informarían en cuanto terminaran con sus niños sobre las travesuras que hizo Hyoma.

—Lamento la demora, vengo por Itoshi Rin.

—Ah, Itoshi-kun- —Anri saludo al adolescente con una dulce sonrisa antes de interrumpirse al ver el rostro del adolescente, tenía los ojos y nariz enrojecidos así como sus mejillas— Itoshi-kun, ¿estas bien-?

—¿Ah? —el adolescente rápidamente se tocó el rostro antes de apretar la correa de su bolso— Si lo dice por mi rostro si, estoy bien, solo tuve una reacción alérgica en la escuela antes de venir por Rin, ya estoy bien. De verdad.

Anri no se convenció del todo con esa explicación había trabajado tanto con niños que sabía cómo distinguir una reacción alérgica de cuando pasaban mucho tiempo llorando, estaba por insistir cuando escuchó la aguda voz de un niño.

—¡Sae! —Rin pasó velozmente por el lado de su profesora para aferrarse a la pierna del adolescente, llevaba su mochila de búho en su espalda— ¿Ya temino el dato?

—Si, Rin, el "rato" ya terminó, ahora nos vamos, solo ve por tu lonchera y listo.

—¡No quiedo, quiedo a Sae! —Sae suspiró al igual que Anri, era lo mismo cada vez que Sae llegaba por Rin, el menor en cuanto veía al adolescente rápidamente se ponía caprichoso y no obedecía a nadie, Anri lo entendía, le era obvio que Rin quería mucho a Sae y por eso exigía toda su atención; de lejos ambos escucharon como Akako se reía por la escena.

No lo hacía por burla, era claro que lo hacía por estar igual que Sae con un infante pegado a su pierna imponiendo su voluntad de toda su atención.

—Yo voy por la lonchera de Rin-chan~, de paso veré si encuentro algo para que esta pulga pelirroja me suelte- —Akako se calló de inmediato al sentir como su hermano de cuatro años la mordía en la pierna.

—¡Soy una pulga vampido! —fue todo lo que él niño de mismos cabellos rojizos que Akako dijo antes de seguir mordiendo la pierna de su hermana a la que estaba aferrado.

Akako solo se rió por el nuevo juego de Hyoma mientras caminaba arrastrando la pierna de la que su hermano estaba aferrado con toda su fuerza.

—Bueno... aprovechando este momento, Itoshi-kun, me gustaría pedirte que le informaras a sus padres que queremos hablar con ellos uno de estos días...

—¿Eh? ¿"sus"...?

—Si, tus padres y los de Rin-chan —Anri ignoró por completo ese gesto de confusión con el que Sae le miraba mientras seguía hablando—, estamos un tanto preocupados porque realmente no parecen tener algún deseo de involucrarse con las tareas y actividades de Rin-chan en la guardería...

—¿Lo dice por algo en específico?

—No, en realidad, solo nos gustaría hablar con ellos.

—¿Rin tuvo algún problema o algo? —Sae preguntó ahora tocando la cabeza de Rin, le parecía extraño que quisieran hablar con su padre y la arpía, así que preferiría resolver cualquier cosa ahora mismo que tener que pelearse con la bruja de su madre porque Rin hizo algo.

—No, no, Rin-chan es un buen chico, solamente estamos un poco consternados-.

—Si quiere ver a mis padres, se los informare; pero cualquier cosa que involucre a Rin, por favor, infórmemelo sólo a mi. Gracias —Anri parpadeo sorprendida después de escuchar eso, ahora sentía más preocupación por la relación que ambos hermanos tenían con sus padres.

—... Sin ofender, Itoshi-kun, pero esa clase de cosas solo tenemos que informarla a los tutores, no a los hermanos-

—¡Sae no es mi hemano-!

—Rin —Sae le llamó la atención al infante, que se había soltado de la pierna del adolescente y ahora lucía claramente molesto después de escuchar la discusión que ambos mayores tenían hace un momento, el menor ni siquiera se inmuto por eso, sólo se inmuto cuando Sae volvió a tocarle la cabeza y comenzó a darle palmadas—. Creo que ya terminamos esta conversación, Anri-sensei. Le pasaré el mensaje a mis padres, ya si usted quiere enfrentarse a mi madre, problema suyo.

—¿Como?

—Aquí está la lonchera de Rin-chan~ —Akako apareció felizmente trayendo la lonchera de Rin, en cuanto se acercó a su compañera y al adolescente este último tomó el pequeño bolso rojizo a la vez que tomaba a Rin de la mano para irse—. Uh... ¿Adiós...?

La pelirroja se mostró bastante desconcertada después de eso, usualmente Itoshi Sae solía ser más "amable", pero debía asumir que pasó algo en los minutos que se fue o directamente estaba en una completa actitud adolescente.

—Creo que... tenemos que poner un poco más de atención a ese par de hermanos... —Anri murmuró mientras los veía irse desde la entrada de la guardería, no entendía porque, pero aquella "discusión" le dejó con un pésimo sabor de boca, como si se hubiera enterado de algo que no debería.

(...)

Andi-sensei es tonta...

—Más bien, yo diría que es muy entrometida...

—¿Emtodida? —Rin preguntó mientras miraba fijamente a Sae.

—Significa que se involucra en cosas que no le conciernen, como cierto niño que conozco que gritó e interrumpió en mi "conversación" con ella.

—¿Qué nino?

—Tú, ¿qué otro niño metiche podría ser? —Sae volteó a ver a Rin antes de enseñarle la lengua en un claro gesto infantil, Rin, contrarió a molestarse, le imito en el mismo gesto antes de reírse junto al adolescente— Tenemos que ir al supermercado, ¿quieres un helado antes?

—¡Si, helado!

Sae sonrió ante la afirmativa del más pequeño, aprovechando que conocía una tienda de conveniencia cerca y que técnicamente le habían "pagado" el almuerzo, tenía algo de dinero extra, así que podía comprarle a Rin su helado sin tener problemas con la arpía.

—¡Oh, Itoshi! —Sae se detuvo en cuanto escuchó que le llamaban, por mero instinto, escondió a Rin atrás suyo y le ordenó que esperará hasta que identificó a quién le llamaba, no fue hasta que vio a dos adolescentes con su mismo uniforme que se relajó un poco— Es bueno encontrarte aquí, esperábamos verte en la escuela-.

—¿Los conozco?

—Eh... ¿podría decirse que si? —Sae alzó ligeramente una ceja ante esa posibilidad, su incapacidad de no recordar los rostros de la gente todavía era un problema— El semestre pasado te pedimos ayuda con algunas materias para subir nuestras notas-

—Ah, son algunos de los idiotas del equipo de fútbol que se les atrofio el cerebro por tantos cabezazos con el balón —Sae comenzó a hablar mientras veía al dúo con indiferencia—, así que tenían que buscar ayuda para mantenerse en su equipo de idiotas porque la escuela exige que reflejen en los exámenes que no eran idiotas... y me eligieron a mí para ayudarlos en eso, ¿verdad?

—... Si, algo así...

—No entiendo entonces porque me siguen molestando si ya les dije que no y a estas alturas ya los debieron haber expulsado del equipo-.

—En realidad nos dieron otra oportunidad —el segundo chico interrumpió a Sae mientras daba un paso al frente—, a cambio debíamos estar entre los diez mejores de los próximos exámenes; y escuchamos de Kaiser que a cambio de un "favor", nos ayudarías-.

—¡Sae, quedo mi helado! —Rin, quien por fin se aburrió de esperar, jaló del pantalón de Sae a la vez que se asomaba detrás de este bastante molesto e interrumpía la discusión de los adolescente; el mencionado lo observó casi aterrado ante la idea de que el infante haya sido descubierto— ¡Vamos!

—¿Y ese niño?

—¿Oh, es tu hermano menor? —el adolescente que había hablado en primer lugar se inclinó para ver mejor a Rin mientras sonreía, ignorando como este pareció molestarse más después de escuchar aquello— Hola pequeño, mi nombre es Isagi-

—¡Tontos!

—Rin —Sae le intentó llamar la atención a Rin mientras este seguía mirando molesto a ambos adolescentes.

—¡Son tontos como Andi-sensei! –Rin continuó gritándole al otro par bastante molesto, tanto como por lo que habían dicho como porque le estaban quitando la atención de Sae— ¡Sae no es mi hemano, Sae es Sae-!

—Rin —Sae volvió a llamarle la atención a Rin, ahora alzando un poco más la voz a la vez que le volvía a tomar de la mano—. Es todo, tengo otras cosas que hacer, así que si quieren suplicar por mi ayuda, háganlo en la escuela; fuera de ella, no me molesten.

Fue lo último que dijo Sae antes de irse rápidamente con Rin, que le seguía a tropezones a la vez que se quejaba por como el mayor le jalaba para que se fueran.

—¡Sae! ¡Tiste! —Rin gritó antes de ponerse a llorar, por fin teniendo la atención del adolescente, que se detuvo y lo volteo a ver en cuanto le escuchó llorar.

Sólo en ese momento el mayor se dio cuenta que había estado jalando el brazo del infante con más fuerza de la que debería, por lo que suspiró para calmarse antes de agacharse a la altura de Rin para masajear con cuidado el brazo del menor a lo largo.

—Ya, ya... "Lo que duele, lo que duele se vaya volando~" —Sae volvió a hacer el mismo truco que había usado en la mañana y que por suerte le había vuelto a funcionar, en cuanto Rin dejó de llorar, Sae le dedicó una sonrisa antes de acariciarle la cabeza—. Lo siento, ¿te sigue doliendo?

—No...

—¿Aún quieres tu helado? —Rin asintió sorbeteando su nariz y todavía con una clara expresión de tristeza; Sae ni siquiera se inmuto antes de sacar un pañuelo desechable y limpiarle la nariz al infante, que apenas tuvo ánimos para torcer el rostro y evitarlo— Ven, vamos por tu helado y después al supermercado...

—Ok... —Rin volvió a tomar la mano de Sae para caminar, por suerte ya veía la tienda de conveniencia así que el mayor ya no creía que tuvieran más problemas— Sae...

—¿Si?

—¿Sapias qué... los debes legan fotando... en ciguenas desde Padis? —Rin le preguntó a Sae en cuanto recordó lo que Reo le había dicho en la guardería, claramente orgulloso de su nuevo conocimiento.

—Algunos sí, otros no.

—¿Eh?

—Algunos bebés si llegan desde París, otros no; como tú —el adolescente de cabellos rosáceos le explicó al infante mientras entraban a la tienda de conveniencia e iban directo a ver los helados— ¿Quieres el "helado azul" o quieres otro?

—¡Helado aul! —Rin alzó sus brazos mientras seguía a Sae al ver que sacaba su "helado azul" de la máquina, en un claro intentó por alcanzar el helado— ¡Sae, helado!

—Déjame pagarlo primero y luego te lo doy, ¿de acuerdo?

—¡Pedo quedo helado!

—Ya sé, pero desgraciadamente tienes que esperarte a que lo pague —Sae le intentó explicar a Rin mientras lo veía de reojo, por suerte, su atención estaba totalmente fija en tratar de alcanzarlo para conseguir el helado.

—¿Po qué?

—Porque las reglas de los adultos dicen que si no lo pagamos, entonces habrán problemas —el adolescente le explicó al infante mientras entregaba el par de helados para que el encargado los escaneara y así pagarlos de una vez; en cuanto terminó con eso, abrió el empaque del helado de Rin y se lo entregó—. Listo, ten.

—¡Helado!

El mayor de ambos abrió su propio helado mientras seguía de cerca a Rin, que lamia y trataba de mascar la paleta helada de color celeste; pronto volvió a tomar la mano de Rin para evitar cualquier cosa sin dejar de caminar.

—Sae.

—¿Si?

—¿De onde lego yo? —el adolescente mascó un trozo de su propio helado mientras Rin seguía lamiendo el suyo antes de seguir— Dilite que a mi, la ciguena no me tajo de Padis...

—Ah, bueno... tu llegaste del cielo...

—¿Del ceno?

—Si, eras una pequeña estrella en el cielo que bajó un día del cielo y... —Sae comenzó a explicarle a Rin mientras continuaba mascando su helado, pronto el menor captó por donde iba la explicación.

—¡Y eonces salí! —el menor exclamó felizmente mientras veía al mayor y daba un salto para demostrar su punto— ¿Po eso ines esa maca?

—Si, por eso tengo esa "marca"... es la marca que me quedó después de que saliste cuando bajaste del cielo, ahora termina tu helado ¿si?

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