Café
—Ja, ja, ja, ja~ parece que Rin-chan tiene mucha energía hoy —Sae ni siquiera reaccionó, su concentración estaba más que nada en seguir sosteniendo sus cosas, las de Rin y de paso el brazo del menor después de que este comenzará a tirarle el pelo en su rabieta mientras caminaba junto a la mujer que iba a dejar a su hijo que llevaba de la mano.
—Si a "energía" se le llama "berrinche" entonces sí, Rin tiene MUCHA energía —la mujer comenzó a reírse después de escuchar eso, por suerte, a diferencia de la bruja de su propia madre, Bachira Yuu tenía sentido del humor.
—¡Belinche! ¡Palaba nueva!
—¡Muy bien cariño! ¡Te ganaste un abrazo! —Sae observó de reojo como la mujer se detenía un momento para tomar a su propio hijo en brazos y abrazarlo con fuerza mientras el pequeño con mechones rubios se reía con fuerza por las cosquillas que le daba recibir tantos mimos por parte de la mujer.
Rin, por su parte, por fin había dejado de gritar, probablemente ya se había cansado de eso, y había comenzado a mugir molesto mientras se ponía cada vez más pesado, claramente en un nuevo intentó de protestar, todo sin aflojar el agarre al pelo de Sae, tanto como este le permitía, a la vez que le sostenía el brazo.
—¡... Quiedo bajo!
—¿Te pondrás los zapatos y caminaras sin escándalos?
—¡No patos! —Rin respondió molesto intentando tirarse hacía atrás y escapar del adolescente, claro que el de cabellos rosáceos era más fuerte que el infante y todavía podía controlarlo en sus brazos.
—Entonces no, no te voy a bajar —en cuanto Rin escuchó eso, volvió a gritar molesto mientras se agitaba del mismo modo, en el proceso terminó por arrancar el mechón de cabello que le había estado jalando a Sae— ¡Rin-!
El menor volvió a llorar durante su berrinche a la vez que seguía gritando, Sae sólo inhalo y exhalo con fuerza, conteniéndose lo más posible de querer soltar a Rin y dejarlo caer de golpe contra la acera; podía sentir la mirada de la demás gente sobre ambos por el escándalo que Rin estaba armando de nuevo.
—Itoshi-kun, ¿quieres que te ayude con las cosas? —Sae volteo a ver a Yuu, que volvió a caminar junto a él nuevamente mientras sonreía amigablemente, Meguru estaba a su lado, sosteniendo su mano; el niño estaba viendo fijamente a Rin tener su berrinche mientras Sae trataba de controlarlo sin soltar nada— No me molestaría sostenerte la lonchera de Rin-chan o sus zapatos.
—... la lonchera estaría bien, gracias... —Sae murmuró mientras extendía un poco su mano para que la mujer de cabellos castaños con algunas manchas de pintura agarrara el bolso rojo, en la misma mano llevaba un bolso amarillo con tema de fútbol y más manchas de pintura; claramente era la lonchera de su hijo, Bachira Meguru.
—No hay de que, los niños a veces pueden ser difíciles en esta edad, siempre es bueno ayudar un poco~ —la mujer sonrió a la vez que tomaba el bolso rojo, aunque no era dicho en voz alta, Sae agradecía mucho la amabilidad y "amistad" de Bachira Yuu, aún si no era más que nada una amable cordialidad por la amistad de ambos niños, ya que Yuu antes había intentado amigarse con su madre y esa arpía básicamente le insultó en la cara porque la mujer de cabello marrón era artista, solo por eso, su madre, Itoshi Saiko, no era muy apreciada por Yuu; aunque eso no evitaba que la mujer fuera sumamente amable y amistosa con él cuando se encontraban.
Gracias a la ayuda de la pintora, lo poco que quedaba para que al fin llegarán a la guardería fue un poco más llevadero, ya que Rin seguía llorando y gritando, aunque a Sae ya no le interesaba porque se quejaba; el adolescente solo suspiró agradecido al ver a una de las encargadas de la guardería recibiendo a los niños con sus hermanos mayores o sus padres, si mal no recordaba, el nombre de la chica era Akako Chigiri... o algo así, la verdad es que solo sabía que su apellido era "Chigiri", recordó una vez escuchar su nombre completo, pero como Rin solía llamarla "Sirena-tonta-sensei" porque su brillante cabello rojizo le recordaba a Ariel, la sirenita de esa película animada de disney, no recordaba del todo su nombre real.
—¡Chigiri-sensei, buenos días!
—¡Chi-sensei, días!
—¡Bachira-san, Meguru-chan, buenos días-! —la mujer se interrumpió a sí misma después de escuchar y ver a Rin que seguía llorando y retorciéndose, pareció tomarle desprevenida aquello antes de volver a sonreír y acercarse a recibir al infante de los brazos de Sae— ¡Buenos días, Itoshi-kun! ¿Rin-chan tuvo una mala mañana?
—Si, digamos que si... —Sae respondió claramente cansado mientras le entregaba el infante a la pelirroja, esta había acomodado a Rin contra ella de modo que solo pudiera llorar en su pecho durante su rabieta; otra encargada había llegado para recibir a Bachira y escuchar las indicaciones de la madre de este— Además del mal humor y no querer ponerse los zapatos, Rin tiene su cambio de ropa y libreta en su bolso; su lonchera la tiene Bachira-san, ya que veníamos juntos... y como decía en la misma libreta, trajo algo "arco iris" para la merienda, manzana roja picada con yogurt de fresas y un jugo de arándanos.
—De acuerdo~, ¿algo más, Itoshi-kun?
—Vendré yo por él, ¿salen a la hora de siempre? —la pelirroja asintió sonriendo a la vez que palmeaba la espalda de Rin, que muy de a poco dejaba de llorar, en especial al darse cuenta que ahora estaba en brazos de otra persona, mientras el infante trataba de procesar cuando es que Sae le había entregado a su maestra, el mayor y la pelirroja seguían hablando; Sae le entregó los zapatos de Rin a la mujer antes de darse la vuelta para irse— Entonces nos vemos-
—¡Sae!
—¿Oh? ¿Volviste a quererme? Lo siento, pero ya me voy, diviértete sin zapatos en la guardería —el adolescente bromeó sonriendo con burla a la vez que volteaba a ver al menor, iba a seguir con su falsa molestia hasta que vio como Rin ahora intentaba alejarse de su profesora para alcanzarlo a él y volver a sus brazos, por suerte la profesora todavía era capaz de sostener a Rin para que no se cayera de sus brazos en su intentó por volver con Sae; el adolescente no pudo evitar sentir como se le apretaba el pecho por ese acto, así que sólo sonrió mientras volvía a acercarse al pequeño y acariciaba su cabeza mientras le dejaba algunas palmadas—. Ya, ya... yo vuelvo al rato por tí, así que no llores, ¿de acuerdo?
—¿Cuánto dato...?
—Un rato, ¿no quieres jugar mientras tanto con Meguru y tus demás amigos? —Rin asintió sollozando antes de tomar la mano de Sae, solamente para detenerlo más tiempo— Chigiri-sensei te va a cuidar junto a tus demás maestros, yo vuelvo luego por ti Rin... ¿Me vas a esperar?
—... Si... —Rin terminó soltando a Sae para dejar que este se fuera, claro que volvió a llorar en cuanto vio al adolescente irse sin él.
—Ya, ya, ya... vamos Rin-chan~ los demás nos esperan~ —la pelirroja intentó animar al infante, como cada mañana, siempre que era Sae quien venía a dejarlo este se ponía a llorar de un modo tan desgarrador que a veces el adolescente tenía que quedarse retenido por el pequeño hasta que pudieran engañarlo para que el mayor se pudiera ir.
Una vez logró calmar un poco al menor, y convencerlo de ponerse nuevamente los zapatos, la pelirroja verificó que estuviera la lonchera de Rin, por suerte la madre de Meguru-chan había explicado todo y estaba en el "cajón" de Rin, que no era más que una caja de plástico con el nombre y apellido de cada niño en su sala correspondiente donde dejaban sus cosas durante el día; Akako se rió suavemente al ver como RIn pasó de estar triste a dejar su mochila en su "cajón" y luego irse a jugar con sus amigos Meguru, Seishiro y Reo, con los niños entretenidos la pelirroja pudo dedicarse unos minutos a hablar con la otra maestra de su sala mientras tomaban un poco del café en sus termos para disimular frente a los infantes.
—¿Otra vez Itoshi-kun vino a dejar a su hermanito?
—Si... no me juzgues, pero encuentro que su relación es adorable, me recuerdan a mi y a Hyoma~.
—Si, pero tu apoyas a tu mamá cuidando a tu hermanito, tenemos a Rin-chan desde hace meses y puedo contar con los dedos de una mano las veces que he visto a sus padres... —Akako ladeo ligeramente su cabeza al ver a su amiga y compañera, intentar acordarse de los nombres de los padres de su pequeño alumno— Se que la madre se llama Saiko y el padre... No tengo idea, jamás lo he visto.
—¿Y qué tiene de importante? Llenaron los papeles, pagan la matrícula y si tienen a Rin-chan aquí, es obvio que ambos necesitan trabajar, muchos padres lo hacen y varios de los niños los traen y recogen sus hermanos mayores o incluso sus niñeras, ¿qué tiene de raro la situación de Rin-chan con su hermano?
—Que al menos uno de los padres aparece un poco más seguido que cualquiera de ese matrimonio, si hasta los Mikage, con los ricos que son, mandan aquí a su hijo y la madre de Reo-chan aparece junto a su niñera, si... pero aparece, en cambio los padres de Rin-chan ni señales; yo no te juzgo, pero la verdad, es que pienso que tienen al pobre hermano mayor criando al menor.
—Hm... bueno, no lo había visto así... —la pelirroja murmuró un tanto preocupada, la verdad es que realmente no había considerado que tal vez ambos chicos estaban en una situación así, ya que Rin parecía bastante bien cuidado... pero si lo pensaba bien, el único que realmente parecía interesado en él, era su hermano mayor, Sae; inclusive cuando llamaban a los padres por alguna emergencia que requería que los niños fueran retirados, el adolescente era el único que llegaba por Rin y en muy, pero MUY, contadas ocasiones era alguno de los adultos que debían ser sus padres— Pero bueno... no podemos lanzar acusaciones solo porque sí, tú lo sabes.
—Es cierto, por eso "lo pienso".
Akako se rió con su amiga, ambas sabían que los 14 niños que tenían a su cuidado no tenían el más mínimo interés en ellas por ahora, estaban más concentrados en jugar entre ellos o con los juguetes que les dejaban a su disposición hasta que fuera momento de una actividad; así que por ahora hablarían un poco pero sin descuidar realmente a los niños, eran 14 infantes que rondaban los dos años todos, un sólo descuido y todo podría terminar en llamas, en el peor de los casos.
—¡Chi-sensei, Ani-sensei tenan! —ambas mujeres tomaron un poco más de sus cafés antes de que Meguru les entregará dos pedazos de papel con brillantina y garabatos dibujados muy emocionado.
—Ay gracias, Megu-chan, ¿qué son?
—¡Imitaiones!
—¿"Imitaciones"? —el menor asintió antes de señalar a Reo que estaba dibujando algo con mucha concentración, mientras Rin y Seishiro parecían estar reuniendo algunas sillas; ambas mujeres se miraron confundidas antes de ver nuevamente los papeles y luego las manos de Meguru, que tenía más papeles en sus manos— ¿Qué están haciendo...?
—¡Nagi y Leo van a caerse!
—¿"Caerse"...-? ¿"Casarse"? —Akako preguntó sorprendida antes de ver cómo el pequeño asentía antes de despedirse, las mujeres apenas entendieron pero parecía que iba a repartir más "invitaciones"; la pelirroja reviso su reloj y se dio cuenta que apenas iban a ser las ocho y media de la mañana— Vaya, apenas llevamos media hora desde que llegaron todos y ya tenemos que interrumpir una boda...
—Y dicen que trabajar con niños es aburrido...
Ambas mujeres bromearon antes de guardar otra vez sus termos de café para ir tranquilas a detener la "boda" entre sus niños y convencerlos de hacer otra cosa, no estaban muy sorprendidas, al menos una vez al día Reo Mikage y Seishiro Nagi se "casaban" en una boda falsa demasiado "extravagante", usualmente idea del infante de cabellos morados que siempre terminaba armando un berrinche al ver sus planes frustrados de "casarse" con su "novio".
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