Kyd, el poeta, tiene muchas cuestiones que arreglar: estudiar y trabajar. Este muchacho quiere saltar etapas y conseguir atajos para que su vida sea más satisfactoria. Como todo poeta tiene un lírico y oscuro secreto: hacer que de sus palabras brote la magia y la fantasía, y gracias a la poesía poder ganar credibilidad entre los puros y los ingenuos.

   Él quiere sublimar la pasión y convertir su falso amor en metáforas vacías y superfluas. Como el canto del pájaro campana, que en lugar de ser dulce es tremendamente ensordecedor e insoportable, pero en su exterior ves la belleza de su plumaje que te hace olvidar todo lo malo.

A Kyd, algunos de sus versos lo ayudaron a navegar en las aguas residuales de la desdicha y del desamor. Su poesía es como dulce bálsamo para los oídos que no oyen el sonido de la naturaleza, ni el viento durante las noches y hace tiempo que no oyen una palabra de amor.

El lector podrá encontrar entre sus metáforas al engaño y la supervivencia de un singular y estúpido poeta.

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