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—No pensé que te verias tan bien sin ropa... Ese profesor tuyo es un imbécil por no apreciar lo que tiene tan cerca.

Jimin gimió en los brazos de Namjoon mientras este lo embestia con fuerza.

—Más...

Namjoon sonrió y volvió a entrar en el cálido interior que lo envolvía de la manera más exquisita que el mánager había sentido alguna vez.

Jimin abrió más sus piernas mientras sus caderas eran tomadas fuertemente por el mayor.

—Me voy a correr Nam.

—Quiero verte hacerlo. —Namjoon se deslizó de su cuerpo y se acostó en la cama. —Montame, quiero verte cuando llegues.

—Puedo hacer eso. —Jimin le guiñó un ojo y se subió a horcajadas sobre sus muslos. Tomó la erección y la alineó contra su entrada.

Gimió cuando entró completamente, poniendo sus manos en el firme pecho que estaba bajo él, comenzó a moverse lentamente primero para después llegar a un cierto ritmo que lo tenía de nuevo a punto de llegar a su orgasmo.

Namjoon lo observaba en todo momento, sus gestos, la forma en la que el sudor bajaba por su rostro, como se mordía sus gruesos labios y cerraba los ojos. Tomó firmemente sus caderas y subió las propias para chocar contra el bailarín, los jadeos y gemidos se hicieron más audibles mientras Namjoon subía sus caderas y llegaba hasta lo más profundo.

Jimin cerró los ojos mientras Namjoon golpeaba una y otra vez su próstata.

—Eres tan bueno... —Jimin gritó su orgasmo mientras su semen caía sobre los pectorales del mánager. Cayó agotado sobre el pecho del mayor.

Namjoon se quedó quieto. Lentamente salió de su cuerpo y se quedó acostado con Jimin encima de él. Con la muestra de la corrida del menor entre ellos.

—Eres silencioso, ni sentí cuando te corriste. —Jimin estaba con los ojos cerrados mientras esperaba que su respiración se regulara.

—No lo escuchaste por que no me he corrido aún.

—Oh. Yo puedo ayudarte.

—No estás en condiciones, no te preocupes.

Jimin levantó su rostro. —Eres tan diferente ahora, digo... —el rubio no sabía si debía ir más allá con Namjoon, no era esa la intención, solo debía acostarse con él, no empezar una conversación ni mucho menos tratar de entenderlo. No, ese no era el plan.

—Voy a la ducha, si todavía estás acá para cuando salga me harás correrme.

Namjoon se levantó aún con la clara erección entre sus piernas y su pecho y estómago brillando por el semen del bailarín.

Jimin se limpió y decidió que era buen momento para volver a su casa.


✧ *:・゚✧ *:・゚✧

Yoongi seguía en el hospital, estaba tomando un café mientras esperaba que Seokjin hablara con Taehyung. Las últimas horas habían sido un cúmulo de emociones y sentimientos, ahora en la tranquilidad de la cafetería del hospital Yoongi estaba agradecido de que Seokjin lo quisiera tanto como para perdonar sus arrebatos y celos infantiles.

Eran cerca de las doce de la noche, la reunión entre los hermanos Kim y el médico tratante estaba tomando demasiado tiempo, eso a ojos de Yoongi nunca era bueno.

Se levantó y botó el vaso plástico y volvió a la sala de espera. Solo quería saber si su novio estaba bien, si habrían buenas noticias o lo que sea, solo quería verlo y darle su apoyo.

Justo cuando se sentó los tres hermanos aparecieron por un pasillo contiguo a la recepción.

Cuando Seokjin llegó a su lado y se desplomó en el sofá Yoongi pensó lo peor.

Acarició suavemente el hombro del pelinegro. Seokjin se giró con una sonrisa tranquilizadora en sus labios.

—Mi papá va a estar bien Yoonie, el daño no va a afectar su columna. Solo está inflamado.

Yoongi suspiró aliviado y sonrió tiernamente mientras acariciaba ahora la mano del mayor.

Mingyu tosió y ambos salieron de su burbuja de amor.

—Nosotros nos vamos Hyung, ¿mañana nos vemos temprano para que podamos ver a mamá?

—Si, claro, mañana nos vemos.

Todos se despidieron. Yoongi y Seokjin salieron del hospital rumbo a su automóvil.

Ambos iban en silencio mientras se acercaban, Yoongi estaba nervioso, si bien habían hablado un poco, no sabía en que términos estaban.

Llegaron al vehículo y Seokjin se acercó a él acorralandolo en la puerta del copiloto.

—Creo que necesitamos hablar Yoonie... —acarició su rostro lentamente hasta llegar a sus labios —¿quieres venir a dormir conmigo esta noche?

La voz seductora del mayor llegó directamente a la entrepierna de Yoongi quien tragó nervioso y se las arregló para responder.

—Si.

Seokjin iba en silencio a veces lo miraba y le sonreía, aunque esa no era la sonrisa que siempre le daba, era otra, era una sonrisa más bien sexual.

Yoongi se acomodó en el asiento, su erección no quería bajar, pero como iba a hacerlo si por su cabeza pasaban miles de imágenes sexuales de ellos dos en distintas posiciones.

Suspiró por no tener bajo control sus pensamientos.

Cuando llegaron al departamento Seokjin avisó que se iría a duchar por lo que Yoongi quedó en la cocina preparando algo para comer.

Mientras hacía huevos sintió a Seokjin en su espalda y también los labios de este en su cuello.

—Estoy muriendo de hambre, ahora que sé que papá está mejor me siento más aliviado. —Dejó un beso en la nuca de Yoongi y se giró para buscar algo para beber del refrigerador.

—¿Qué más dijo el médico?

Seokjin lo miró —Dijo que tendría que estar varios días más en la UCI pero que su estado ya no es grave sino de cuidado.

—Eso es muy bueno Hyung.

Seokjin asintió aún si Yoongi no podía verlo.

—Esto ya está listo.

Seokjin llegó hasta el comedor, puso los platos y vasos. Se sentó mientras veía a Yoongi aún en la cocina.

Le gustaba verlo ahi en su departamento, se sentía seguro con él a su lado.

—Bien, no esperes algo gourmet Jinnie. Yo no cocino tan bien como tú.

Yoongi llegó al comedor y dejó sobre la mesa lo que había cocinado.

—No importa yo comería hasta un trozo de madera si lo cocinaras tú.

Yoongi se rió y se sentó.

—Hoy me llamó mi jefe, el dueño de la compañia... le dije que quería entregar la mansión y que voy a quedarme a vivir aquí.

Yoongi masticaba en silencio.

—También le dije que voy a dejar la Universidad.

—¿Qué?

—Eso, lo dejaré, no me gusta lo que estoy estudiando... Lo pensé bien—Seokjin tragó.

—Te voy a extrañar pero tú eres quien decide.

—¿Crees que está bien?

—Tú eres capaz de tomar este tipo de decisiones, no necesitas que otra persona o yo te diga lo que tienes que hacer Jinnie. —Yoongi sonrió —Me gusta que estés tomando tus propias decisiones, ¿qué dijo tu jefe?

—Mmm, no quieres saberlo.

—Oh, vamos. —Yoongi dejó de comer.

—Dijo que eras mala influencia.

—¿Yo? —Yoongi rió mientras negaba con su cabeza. —Pero es una decisión tomada ¿cierto?

—Lo es, creo que ya era hora de comportarme como el adulto que soy ¿no?, Por cierto, me había olvidado, mi prima se casa el próximo mes, se iba a casar hace dos semanas pero tuvo un problema... Y ahora con lo de mis padres lo aplazó de nuevo. Pero ya no puede esperar más por que está embarazada.

—¿Quieres que vaya contigo?

—Sí.

—Bien, iré. Aunque no lo creas me gustan los matrimonios.

—Me puedo imaginar por qué.

Yoongi se encogió de hombros y luego entrecerró sus ojos mirándolo —¿Porqué crees que me gustan?

—Por la comida y el bar abierto. —Seokjin alzó una ceja esperando por la respuesta del rubio.

—Tuviste suerte, ¿quien no ama los matrimonios por la comida y el alcohol gratis?

—Como sea, tenemos que ir a ver los trajes.

—¿Estás bien con llevarme?, digo... como tu novio.

—Lo estoy... Yo hablé en la compañia también, bueno ellos ya lo sabían, pero ahora es oficial.

Bien, pensó Yoongi. Él estaba listo para tomar su mano frente a todo el mundo o por lo menos a sus más cercanos.

Eso dependería de Seokjin.

El cantante suspiró y se juntó sus tobillos bajo la mesa. También debía hablar con su padre, pero no había forma en que lo hiciera en este momento mientras su padre se estaba recuperando de su accidente.

Aunque sabía que tendría que hacerlo en algún momento y la sola idea de enfrentar a su padre lo aterraba.

—¿Qué es Hyung?

—¿Ah?

—La preocupación en tu rostro, ¿qué es?

—Mi padre no sabe que soy homosexual, nunca tuve el valor para decírselo, nunca me ví en la posición de hacerlo. Pero ahora es distinto.

—¿Distinto por qué? —los ojos de Yoongi brillaron.

—Por que quiero que te conozca, quiero los almuerzos familiares contigo también en la mesa, quiero los cumpleaños y las fiestas familiares contigo acompañandome. Quiero que conozca a la persona que... —amo, quiso decir, pero solo pudo decir —... La persona que quiero.

Yoongi tragó conmovido por sus palabras.

—Eso es lindo Hyung. Yo quiero estar contigo cuando se lo digas. O por lo menos estar en el auto esperando por si hay que salir arrancando.

Seokjin rió y eso fue suficiente para calmarse. Yoongi lo tranquilizaba.

—Hyung me gustaría darme una ducha.

—Claro, ya sabes donde está el baño y la ropa. Toma lo que quieras.

Yoongi se levantó y rodeó la mesa para darle un beso a su novio.

Seokjin lo sentó en su regazo y Yoongi lo abrazó por los hombros.

—Perdón por lo de hoy, de nuevo.

—Hey, deja de decir eso ¿si? Ya pasó, avanzaremos, tú eres jóven Yoongi tienes mucho que aprender y yo también, no es tan grave mientras podamos solucionarlo.

—Sí, lo haremos... Yo solo quiero que sepas que no soy un hombre tan inmaduro —Yoongi sonrió —fueron las circunstancias.

—Creeme que lo entiendo, estamos aprendiendo el uno del otro... No te mortifiques por eso, él te mintió... Pero prometeme que en el futuro hablarás conmigo primero, antes de de todo ¿si? —Seokjin le besó la mandíbula.

—Si, tienes razón... Lo mismo para tí Jinnie.

Seokjin chupo el labio inferior de Yoongi atrayendolo más hacía su cuerpo. —Estabas enojado.

Yoongi rió mientras se acomodaba en el regazo de su novio —¿Te gustó verme así?

—En ese momento no... Ahora creo que es excitante.

Yoongi negó con la cabeza y se acomodó de nuevo sobre los muslos del mayor sintiendo de mejor forma la erección que se estaba formando bajo su trasero.

—Mmm, ahora que lo pienso ¿debería castigarte por tu mal comportamiento?

El rubio sintió un hormigueo en su zona baja. Le sorprendía esa faceta más audaz del mayor, pero le gustaba, sentía su cuerpo caliente de solo pensar en lo que Seokjin pudiera hacerle para corregir su error.

—¿Y cómo me castigaría Hyung? —dos pueden jugar este juego pensó Yoongi.

Seokjin lo miró, sus ojos cargados de deseo, se relamió sus gruesos labios.

—Anda a ducharte y esperame en la cama.

Yoongi se levantó obedeciendo, al parecer eso era lo que quería su novio ¿y quién era él para negarse?, esto era algo nuevo entre ellos, una especie de juego y Yoongi estaba listo para probarlo.

Se duchó rápido, se limpió muy bien y salió del baño vestido solo con un boxer negro y una camiseta blanca.

La habitación estaba casi a oscuras, solo la luz de la luna se filtraba por una de las ventanas del dormitorio, no veía a Seokjin en dicho lugar por lo que se acercó a la cama y se metió entre las sábanas.

No pasó mucho hasta que Seokjin entró a la habitación, estaba sin su camisa puesta, solo unos pantalones deportivos que caían de manera sexy en sus caderas.

Yoongi lamió sus labios apreciando la maravillosa vista que tenía frente a él.

—Me gusta esto Yoonie.

—¿Qué?

—Tú en esta cama.

Seokjin se acercó a la cama y subió gateando, Yoongi respiró con dificultad por la expectación.

—Tan precioso... —el pelinegro besó su cuello para bajar a su clavícula. —No me voy a cansar de decirte lo hermoso que eres bebé —Seokjin tiró suavemente su labio inferior y metió su lengua para sentir de mejor forma a su novio.

Yoongi abrió la boca, lo abrazó por el cuello y dejó que su novio lo besara con hambre y deseo, gimió cuando Seokjin se movió encima de él frotando su erección contra la suya.

Yoongi mordió su labio y arqueó su espalda cuando sintió la lengua del pelinegro jugar con uno de sus pezones. Estaba tan excitado que su boxer estaba un poco mojado con su líquido pre seminal.

Nunca nadie antes lo había hecho sentir así de deseado, atrás habían quedado los días en que se sentía raro o no creía en las palabras del pelinegro, ahora sentía que si podía ser querido y deseado. Que a pesar de aún sentir recelo con su cuerpo, su novio con cada beso y caricia estaba borrando lentamente lo que antes nunca nadie había podido hacer.

Seokjin se bajó los pantalones mientras se acostaba a un lado de su novio.

Yoongi se sentó en la cama tomó el dobladillo de su camiseta y se la subió hasta sacarla por su cabeza. Aún sentía vergüenza por mostrar así su cuerpo, pero su novio lo miraba con la mezcla exacta de deseo y cariño. Sus ojos eran malditamente reveladores.

Seokjin buscó un condón y una botella de lubricante. Se movió entre medio de las piernas de Yoongi le ayudó a bajarse el boxer. Mordió su labio al ver el pene del rubio completamente duro.

—Si te pudieras ver. Eres sin duda el hombre más hermoso que he visto en mi vida—Seokjin tomó su propia erección y comenzó a masturbarse, Yoongi lo imitó mientras se miraban. Seokjin pensó en como quería que terminara la noche, dejando de lado la primera idea que había venido a su cabeza que era dominar a Yoongi y hacerlo rogar por él.

—¿Jin?

Hoy no haría tal cosa, hoy Seokjin le haría el amor a su novio. A su hermoso y exasperante novio.

—Girate hacía tu izquierda bebé.

Esperó hasta que Yoongi se dió la vuelta y se acostó detrás de él. Se apoyó en las almohadas con su brazo izquierdo mientras que con el derecho abrazó por la cintura al menor. Yoongi acomodó su culo en toda la erección y giró su cabeza para atrapar su boca en un beso abrasador.

Su mano derecha atrapó el rostro de Seokjin para acercarlo más a su cuerpo mientras el cantante chocaba sus caderas contra su trasero.

Yoongi jadeó cuando su novio comezó a trabajar su erección a un ritmo lento y tortuoso.

—¡Ah! —Yoongi mordió fuerte su labio mientras era masturbado deliciosamente.

—Me encantas bebé. —Seokjin dejó un beso en su nuca y se alejó para abrir el condón.

Yoongi solo escuchaba los sonidos, una envoltura rasgada, la tapa del lubricante y luego...

—¡Mierda! —Seokjin masajeó suavemente la rosada entrada del Yoongi, su dedo bien lubricado pasando suavemente por dicho lugar.

Yoongi apretó las sábanas bajo él, mordió su labio al sentir el largo dedo de su novio penetrar su entrada. Levantó un poco su pierna para que Seokjin tuviera mejor acceso.

Gimió fuerte cuando un segundo dedo fue agregado.

—Esto se siente tan bien... No se por qué nunca lo probé antes —Yoongi cerró los ojos ante la maravillosa estimulación que le estaba dando el mayor.

Seokjin pasó su nariz por su nuca oliendo su propio shampoo en Yoongi, llegó hasta su oreja para susurrarle.

—Nadie te lo hubiese hecho como yo amor, este hermoso culo estaba esperando por mí.

Yoongi rió mientras se giraba para besar al cada vez más arrogante que tenía por amante.

—¿Por qué me miras así? —Seokjin dejó de mover sus dedos a pesar de la protesta de Yoongi.

—Por nada malo, estoy descubriendo nuevas cosas en tí.

—¿Y qué piensas?

—Me gusta, pero ahora mete algo dentro de mi o seré yo quien lo haga.

Seokjin lo besó con una tonta sonrisa en sus labios.

—¿Modo mandón Señor Min?

Seokjin tomó su polla se puso el condón y lentamente comenzó a entrar dentro del rubio. Apoyó su mano derecha en su cadera y comenzó a empujar.

Un fuerte gemido salió de sus bocas. Seokjin apretó su mandíbula luchando contra las ganas de correrse.

Yoongi comenzó a masturbarse igualando las embestidas que lo tenían al borde del clímax.

El pelinegro entraba y salía, y la sensación no podía ser más deliciosa, Seokjin besó su cuello y su mejilla, Yoongi se giró mientras se besaban, sus lenguas jugando sin parar.

—Jesucristo Jin.

—Te quiero Yonnie.

—Y yo a ti Jinnie. —Seokjin empujó suavemente mientras escuchaba a Yoongi gemir.

Sus cuerpos chocando, el pelinegro seguía besando y mordiendo su cuello y oreja. Se sentía demasiado bien, cálido, quería comerlo a besos y caricias, quería que Yoongi sintiera lo mismo que él, quería que sintiera el desborde de emociones que el rubio provocaba en su ser.

Quería ser todo para Yoongi.

Yoongi cerró los ojos mientras se corría en su mano gritando el nombre de su novio.

El pelinegro lo embistió dos veces más y también llegó a su orgasmo. Sus latidos descontrolados dentro de su pecho. Salió del rubio y se acostó de espaldas. Yoongi se acercó a él y apoyó su cabeza en su pecho mientras respiraba con dificultad.

Se quedaron en silencio, solo sus respiraciones agitadas se podían sentir. Yoongi levantó su cabeza para mirar a Seokjin. Pero este había girado su cabeza hacía la ventana de la habitación.

—¿Jinnie?

El pelinegro mordió su labio y lo miró.

—¿Pasó algo? —Yoongi se sentó en la cama, haciendo una pequeña mueca incómodo en su parte baja.

—Estoy bien, acuestate, traeré algo para que te limpies.

Seokjin entró al baño y se miró en el espejo. Cerró los ojos un momento, su corazón seguía latiendo descontroladamente en su pecho. Buscó una toalla húmeda, salió del baño y se acercó a Yoongi quien lo miraba preocupado mientras se limpiaba.

—Dijimos que íbamos a hablar de las cosas que nos pasarán Seokjin, dime que pasa.

—No es nada, me siento un poco mareado, es todo. No he dormido bien estos días.

—Si es eso está bien, vamos a dormir entonces.

—Si.

Ambos se acostaron.

Yoongi volvió a la misma posición de antes y se durmió sintiendo los tranquilos latidos del pelinegro.

✧ *:・゚✧ *:・゚✧


—¿Ya terminaron tus clases?

Hoseok comía su almuerzo mientras revisaba su celular.

—Si, solo debo pasar a la zapatería.

—¿Volviste a trabajar a pesar de que noona te dijo que no lo hicieras?

—Necesitamos el dinero Yoongi.

—¿Hay algo que pueda hacer para ayudarlos?

—No amigo, ya es suficiente con la mercadería que pudimos comprar gracias a Hyung.

Yoongi se quedó en silencio, se sentía un tanto culpable. En el departamento de su novio la comida caía de los estantes, para que decir el lujo en el que vivía y en el que él mismo ya se estaba acostumbrando a ver.

—Quisiera poder hacer más Hobi.

—No te deprimas, estamos acostumbrados, por lo menos puedo estudiar.

—Sí, debes esforzarte para no perder tu beca.

—Eso no puede pasar, Jiwoo noona me mataría. Hablando de becas.—Hoseok dejó sus palillos en la bandeja —¿Qué pasó con la beca a la que postulaste a principios de año?

—¿Cuál? postulé a tres.

—¿Tres?

—Sí, no se que mierda estaba pensando en ese momento para postular a tantas.

—¿Son todas fuera de Seúl?

—Son todas fuera de Corea.

—Oh.

—Lo sé. —Yoongi apoyó su cabeza entre sus manos afligido.

—¿Y los resultados cuándo son?

—En noviembre y en diciembre.

—Ya veo, ¿has pensado qué pasaría si al menos te sale una?

—No lo creo, esas siempre se las dan a los de cuarto y quinto año.

—Bueno de todas formas es algo que deberías chequear... Digo, por si tienes que hablar con Seokjin Hyung.

Yoongi no quería pensar. No quería alejarse de su novio. Cuando había postulado a las dichosas becas él estaba abatido en su dolor, quería escapar de Jimin y de la vergüenza que sentía en ese momento por la infidelidad de su ex novio.

Ahora se preguntaba ¿por que él habia tenido el impulso de arrancar y sentirse avergonzado, cuándo él no había cometido falta alguna?

Odiaba a su yo de hace meses atrás.

—Oye, no le des tantas vueltas, Hyung va a entender.

—No lo sé realmente, ahora mismo estamos bien, no se que opina él de una relación a distancia.

Suspiró. Revisó su celular cuando una notificación llegó.

—Wow, mírate. Tienes una tremenda sonrisa en tu rostro. —Hoseok entrelazó sus manos divertido ante la escena. —¿Qué es, quiero ver?

Yoongi levantó su cabeza de la pantalla —Es una foto de Jinnie. Está en una sesión de fotos.

—Déjame ver.

—No.

—Eres egoísta. —Hoseok hizo un puchero.

—¿Porqué quieres ver una foto de mi novio?

El bailarín puso los ojos en blanco, pero sonrió. —Da igual, la veré cuando la publiquen.

Yoongi guardo su celular feliz de saber que aunque su novio estuviera teniendo un día ocupado siempre se acordaba de él.

—¿Yoon?

—¿Qué?

El pelirrojo se rascó la nuca inquieto, se acomodó en la silla. —¿Qué se siente estar enamorado?

Yoongi arrugó su ceño. —¿Porqué estás preguntando eso?

Hoseok se escogió de hombros tratando de parecer despreocupado.

—Te lo estoy preguntando en serio Yoon.

—Ok. —Yoongi apoyó su mentón en su mano derecha pensativo —Bien... Cuando uno se enamora piensa en esa persona siempre, te gusta recibir mensajes y llamadas. —Yoongi meditó un poco más —Cuando estás enamorado tu corazón siempre está acelerado, a veces duele el pecho de tanto que late, uno deja de preocuparse de uno para empezar a pensar en el bienestar de la persona que amas... Um, también quieres pasar la mayor parte de tu día con esa persona, nunca te aburres. —Yoongi sonrió mientras por su cabeza pasaban las imágenes de su última semana en compañia de su novio. —Te hace querer ser una mejor persona...Y nunca tendrás suficiente sexo cuando estás enamorado... —Yoongi se encogió de hombros. —Así lo veo yo, otras personas podrían decirte algo diferente.

Hoseok asintió mientras pensaba en su situación sentimental con su novia Soyeon.

—Tú estás muy enamorado... Hyung realmente te conquistó rápido.

Yoongi no dijo nada, aunque las palabras sobraban cuando se trataba de sus sentimientos hacía Seokjin, estaba feliz al lado de su novio.

¿Lo amaba?

No estaba seguro, pero estaba realmente cerca de hacerlo. Seokjin era todo lo que Yoongi quería para su vida. Estaba muy cómodo a su lado, a pesar de no poder salir tanto como quisieran o no poder tomarse la manos fuera de casa... Era complicado estar con un famoso como el pelinegro, pero los dos estaban concientes de que tendrían que resguardar muy bien su relación a los ojos del mundo si querían seguir juntos.

—¿Yoon? —el rubio lo miró. —¿En qué piensas tanto?

—Nada, creo que debemos salir de aquí —dejaron sus bandejas vacías en el depósito y salieron de la cafetería.

—¿Has visto a Dahyun?

—Sí, el domingo me acompañó al hospital.

—Ya veo... ¿Está bien?

—Sí, ella se ve bien.

Hoseok suspiró. —Ayer la ví con un chico, en la entrada.

—¿Sí?

—Oh vamos Yoon, tú debes saber ¿por qué te comportas así?

—Pregunta lo que quieres saber entonces.

Hoseok se detuvo en medio del pasillo. —¿Ella está saliendo con alguien?

—De hecho si...

—¿Quién es? —Hoseok sintió celos, sabía que era tonto sentirlos pero de todas formas lo hacía, pensar que Dahyun podría estar con otro hombre lo tenía molesto. Era egoísta al pensar así. Él lo sabía.

—¿Para qué quieres saber?

—¿Dónde está tu lealtad?

—Mi lealtad está con los dos.

—No entiendo por qué no me quieres decir.

Yoongi retomó la caminata. —Te lo diré, solo cállate, eres tan molesto a veces.

—Estoy esperando.

—Está saliendo hace unos días con el hermano de Seokjin.

—¿Él es el hermano de Hyung?...Él es guapo...

—Sí, no tanto como mi Jinnie pero se acerca bastante.

—¿Y que tanto han avanzado?

—Eso no te lo voy a decir, lo único que sé es que hace dos días fueron al cine, si quieres saber algo más pregúntale a ella.

—No puedo hacer eso, ella no me quiere cerca. —Hoseok hizo una mueca de desagrado mientras llegaban a su destino.

—Vine en el auto de mamá ¿quieres que te pase a dejar?

—Ahí está Dahyun Yoongi.

Yoongi miró por el ventanal y efectivamente Dahyun estaba con Mingyu conversando, al parecer este la había pasado a buscar.

—Vamos.—Yoongi tomó el brazo de su mejor amigo.

—¡No, no quiero verlos!

—No seas infantil, avanza.

Llegaron al estacionamiento y se acercaron a la pareja.

—Hola Yoongi Hyung.

—¿Qué hablamos acerca de eso Mingyu?

—Oh, bien... Yoongi...

Dahyun rió, pero al ver a Hoseok su sonrisa se esfumó.

—Hola dubu.

—Hola Hoseok.

El bailarín suspiró y se acercó a Mingyu para saludarlo, aunque no quería, pero él tenía valores muy bien impuestos y no quería que sus padres donde sea que se encontraran pensaran que habían criado mal a su hijo.

—Mingyu él es Jung Hoseok, mi mejor amigo.

—Hola Hoseok, soy Kim Mingyu... ¿Tú también eres Hyung no?

—Lo soy.

Yoongi puso los ojos en blanco.

—Cuñado, tengo algo para Jinnie ¿se lo podrás entregar? Es más probable que tú lo veas antes que nosotros.

—Sí claro.

—Lo tengo en el auto. —Mingyu se acercó a Dahyun —Vengo enseguida. —dejó un beso en su mejilla y se fue con Yoongi.

Hoseok alzó una ceja. —Vaya, la pequeña Dahyun no pierde el tiempo.

—No seas imbécil, no me hables así.

—¿Entonces te acostaste con él?

Dahyun sonrió —¿Crees que soy como tu novia?

—No hables de ella.

—Entonces no te metas en mis asuntos... No tienes derecho alguno, ni siquiera somos amigos.

Hoseok abultó los labios y se acercó un poco a ella.

—Lo siento, solo que no me acostumbro a que estés lejos de mí.

—No hagas esto.

—¿Qué?

—Acercarte a mí por que ahora estoy con alguien más, no lo hagas. Es doloroso.

—Dahyun yo...

—No, déjalo así. Quiero un tiempo para mí sin tenerte cerca.

—Bien...

Yoongi y Mingyu volvieron.

—¿Estás lista? —Mingyu puso su mano en el hombro de Dahyun.

—Si, vamos. —Se despidieron.

Hoseok pateó una piedra en el suelo molesto.

—Entonces ella no me quería tanto como decía.

Yoongi arrugó su ceño. —No tienes derecho Hoseok, ella estuvo enamorada de tí mucho tiempo.

—Claro y ahora se va con él.

—Realmente no tienes vergüenza... Mejor vamos antes que te golpee.

Yoongi dejó a Hoseok en su lugar de trabajo y se dirigió a su casa. Al llegar vió el automóvil de su novio estacionado.

Entró sin hacer mucho ruido, se escuchaban risas desde la cocina, llegó hasta allá solo para encontrar a su novio cocinando junto a su madre. Sonrió al ver la escena.

Seokjin fue el primero en darse cuenta de su presencia.

—Hola bebé.

Yoongi sintió sus mejillas ponerse rosadas ante el apodo, su madre lo miraba con una sonrisa en los labios.

—Hola a los dos —se acercó a su madre y dejó un beso en su frente como lo hacía todos los días. Luego fue por Seokjin y dejó un beso en sus labios.

—Esto ya está casi listo... Señora Min por qué no descansa un poco, yo termino acá.

—Cariño dime Hye.

Seokjin asintió mientras seguía cortando los vegetales para la cena.

—Mi madre está enamorada de tí, estoy celoso.

Seokjin se rió, se acercó a su novio mientras se limpiaba las manos con una toalla de papel.

—¿No te molesta que haya venido así sin avisar?

Yoongi lo abrazó por la cintura y enterró su nariz en el cuello de Seokjin.

—No me molesta, me gusta que puedas llevarte bien con ella... Pero pensé que estabas en una sesión fotográfica.

—Estuve temprano. Te quería dar una sorpresa.

Seokjin tomó su rostro entre sus manos y lo besó. Había algo en la actitud del menor que no pasó desapercibida para él.

—¿Estás bien?

Yoongi se alejó un poco y se apoyó en una de las encimeras. Tenía que contarle sobre las becas.

—Yo hace unos meses postulé a tres becas para ir a estudiar al extranjero... Los resultados salen en noviembre y diciembre. —Yoongi bajó su mirada, se sentía culpable.

—Oh, ya veo...¿qué posibilidad hay que te den alguna?

—Bueno unas más que otras, la de España la veo más cercana que las otras... Siempre puedo rechazarlas si es que llego a obtener alguna...

—No hagas eso... Es una gran oportunidad. —Seokjin mordió su labio. No quería que Yoongi se alejara de su lado, pero ¿qué podía hacer? Debía dejar sus miedos de lado. Su novio tenía una gran oportunidad entre sus manos, él no iba a dejar que sus inseguridades aplastaran los planes de Yoongi.

—Yo postulé antes de conocerte... Lo siento.

—Oye, mírame, —Seokjin acarició su cabello —no lo sientas, te lo repito, es una gran oportunidad, si llegas a obtener alguna deberías tomarla... Yo te voy a apoyar siempre ¿si?

Yoongi sintió sus ojos llenarse de lágrimas. —Gracias Jinnie, tenía miedo de tu reacción...

—¿Crees que no puedo vivir sin tí? —Seokjin dejó un beso en sus labios. —Estoy feliz por tí.

Y realmente lo estaba, Yoongi le había contado antes de siquiera tener los resultados... Muy diferente a su antigua relación.

Seokjin tenía tiempo para la despedida si es que Yoongi llegara a irse en algún momento.

Aunque muy en el fondo esperaba que pasaran lento los meses para poder estar lo más cerca de su amado.

Sonrió a pesar de la pequeña punzada que sentía en su pecho.

No tenía más remedio que apoyar a su novio.



Solo voy a decir que me duele cuando no votan en mi capítulo 20.
😭

Gracias por sus lecturas y comentarios.  Nos leemos pronto

❤😘.

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