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Yoongi fue el primero en despertar, su brazo derecho estaba aferrado a la cintura de Seokjin. Su boca pegada a la nuca de este, podía oler el rico perfume que emanaba del pelinegro, el cabello suave del cantante le hacia cosquillas en sus labios. Trató de mover su brazo despacio para no despertarlo, lo que no pudo hacer por que Seokjin entrelazó sus manos para que Yoongi no pudiera moverse.

—No te vayas, me gusta esto. —Seokjin habló adormilado mientras se tapaba hasta arriba con las frazadas.

Yoongi sonrió. A él también le gustaba esa manera de despertar, de hecho pensó que se podría acostumbrar a estar así con el mayor.

—Deberíamos ir a tomar desayuno... tenemos clases en la tarde.

—Unos minutos más...

—Creo que tu guardaespalda ya despertó.

Seokjin abrió los ojos que había mantenido cerrados mientras sentía el cuerpo cálido de Yoongi detrás de él.

—Tienes razón, me había olvidado de él.

Yoongi rió y se movió en la cama hasta levantarse.

—Te espero en la cocina.

—Yoonie...

Antes de salir de su habitación Yoongi se giró.

—¿Si?

—Gracias...

El peliazul ladeó su cabeza sin entender a que se refería Seokjin.

—Por escucharme...

Yoongi sonrió mostrando sus pequeños dientes.

—No es nada hyung. Soy muy bueno en eso.

—Y en otras cosas también. —Seokjin le guiñó un ojo y Yoongi chocó con la puerta que no se acordaba que no había abierto. Se frotó su frente mientras salía de esta con una gran sonrisa en su cara.

Seokjin se sentó en la cama al tiempo que su celular comenzó a sonar. Era Namjoon, decidió no atender la llamada y salió directo al baño a darse una ducha.

Yoongi era muy bueno cocinando, había tenido que aprender a hacerlo cuando se mudó con su madre a Seúl. Su madre pasaba largas horas de turno en el hospital por lo que había tenido que arreglárselas solo en la casa. Le gustaba hacerlo, por lo que no fue difícil para él hacer un rápido desayuno para tres personas.

Escuchó pasos acercándose a la cocina, levantó su mirada a la vez que entraba Sehun a la cocina, vestido y al parecer duchado.

—Buenos días señor Min.

—Buenos días...

—Sehun, Oh Sehun.

—No me digas señor por favor, me siento más anciano de lo que ya creo que soy.

Sehun asintió y miró dentro de la cocina.

—El señor Kim ¿aún no se levanta?

—No, el señor Kim esta acostado. —Aún saboreando las palabras, señor Kim, se escuchaba demasiado sexy.

Parecemos matrimonio joder. Negó con su cabeza ante ese pensamiento. Él era demasiado jóven para eso y ellos aún no estaban en una etapa... ni siquiera Yoongi podría decir en que estaban ellos dos.

—Toma asiento Sehun, el agua está lista.

El guardaespalda se sentó y Yoongi tomó su celular. Leyó el mensaje de Dahyun y le respondió rápidamente. Dejó el teléfono sobre la mesa y se sentó.

—Me tuve que duchar, disculpa.

—No te preocupes, pasaste la noche en una casa ajena, no hay problema.

Sehun tomó su desayuno en silencio y cuando entró Seokjin al lugar se levantó de su silla.

—Buenos días.

Seokjin estaba con la misma ropa del día anterior pero duchado, su cabello aún húmedo caía sobre su frente.

—Señor... hasta que hora estaremos aquí, no es que lo quiera apurar ni nada, solo...

—Puedes irte si quieres. Tu trabajo ya finalizó, seguramente enviarán a alguien a cubrirte.

—Pero...

—Anda Sehun, ve a tu casa.

Yoongi escuchó el intercambio de palabras y se mantuvo en silencio hasta que Sehun se fue de su casa.

Seokjin se acercó a Yoongi que se había levantado para hacer más tostadas. Lo abrazó por la cintura y le besó bajo la oreja haciendo estremecer al menor.

—Huele bien eso, estoy muriendo de hambre.

Yoongi tragó, podía oler su shampoo y jabón en el cuerpo de Seokjin y era delicioso. Yoongi giró su cabeza y atrapó la boca del cantante para un beso húmedo y exquisito. Seokjin lo dió vuelta, con las manos aún en su cintura lo apoyó contra la encimera y aplastó su cuerpo contra el peliazul.

Metió su lengua y Yoongi lo recibió inmediatamente. Seokjin subió sus manos a las mejillas y acarició mientras lo besaba más  profundamente. Yoongi gimió y sus manos buscaron la cintura del mayor, abrió sus piernas un poco para sentir de mejor manera la erección del pelinegro. Seokjin lo levantó y lo subió a la encimera, lo dejó en la orilla y se metió entre sus piernas para que sus cuerpos estuvieran completamente juntos. Seokjin bajó sus manos y acarició por sobre el pantalón de pijama el duro miembro de Yoongi. Gimió cuando el peliazul apoyó su cabeza en su hombro y mordió su cuello. Estaban tan inmersos en sus besos y caricias que no escucharon la puerta cuando se abrió, ni menos los pasos, hasta que escucharon a alguien maldecir.

Se separaron y observaron a Hoseok y a Dahyun apoyados en el marco de la puerta, ambos con una expresión de asombro en sus rostros.

Seokjin fue el primero en reaccionar pero no se separó, tenían una gran evidencia debajo de sus pantalones y podía escuchar a Yoongi maldecir por lo bajo mientras arreglaba su ropa.

—¡Dahyun te dije en 30 minutos! —Yoongi los fulminó con la mirada.

—¡Pero si ya pasaron!

—Iremos a la sala. —Hoseok tomó a Dahyun de la mano, ambos sonriendo al ver a su mejor amigo con sus mejillas rojas.

Yoongi se bajó, su corazón latiendo con fuerza.

Seokjin lo observó en silencio.

—¿Qué?

Seokjin negó, su estómago estaba siendo un lío en ese momento y su corazón daba martillazos en su pecho.

—No sabía que tus amigos tenían llave.

—Si, estaba ebrio cuando se las dí, —Yoongi hizo una mueca de disgusto. —Cada vez que mi mamá se va a Daegu o cualquier día en realidad ellos vienen a desayunar. No pensé que llegarían tan pronto. Lo siento.

—Nada de eso, yo lo siento por ponerme tan...

—¿Duro? —completó Yoongi riendo.

Seokjin se lamió sus gruesos labios, sus manos picando por volver a tocar a Yoongi.

—No es mi culpa que seas tan irresistible.

Yoongi iba a responder cuando escuchó la voz de su mejor amigo proveniente de la sala.

—¡Tengo clases en una hora Yoon!

—¡Yo también! —gritó Dahyun.

Ambos sonrieron y llamaron a los otros dos para finalmente comenzar a desayunar.


*****

—¿Vas a tener problemas por quedarte solo?, sin seguridad digo.

—No lo sé, la verdad. —Seokjin no quería que Yoongi tuviera la imágen de él como un inútil que no podía cuidarse solo. Por lo que había avisado a su mánager que por ese día no quería a nadie cerca de él, no quería que Yoongi se sintiera incómodo.

—Espero que no...

Ambos caminaban por un parque de juegos cerca de la casa de Yoongi, después del desayuno y luego de que Hoseok y Dahyun se fueran a la universidad, decidieron que sería bueno salir a estirar las piernas.

—Llamé a Sehun, no quiero que lo amonesten por mi culpa. —Seokjin visualizó una banca cerca del área de juegos que a esa hora se encontraba desierta.

Se acercaron a la banca y se sentaron rozando sus piernas.

—Me gusta la tranquilidad. —Yoongi se acomodó en la banca. —A esta hora no hay tanto ruido, solo los automóviles, me gusta el silencio.

—Me he dado cuenta de eso.

—¿Si?

—Ajá, eres callado y también bastante tímido.

Yoongi asintió en silencio.

—Pero lo escondes muy bien bajo esa actitud de chico malo, que es jodidamente sexy por lo demás.

Seokjin lo observó un momento, su perfil, la nariz pequeña, su mandíbula definida y su piel blanca. Seokjin no tenía dudas, Yoongi era precioso.

En ese momento sus miradas se conectaron, Yoongi miró esos pequeños ojos marrones y se sintió el hombre más afortunado del mundo. Por que Seokjin lo estaba mirando solo a él, estaba ahí sin seguridad, a pesar de lo ansioso que podía estar al no tener a sus agentes cerca de él, lo estaba haciendo para que se sintiera cómodo, para que tuvieran privacidad.

—¿Yoonie?

Yoongi siguió en silencio, sintiéndose demasiado cómodo al lado del mayor, por lo que hizo lo que su corazón le dictó en ese momento, se acomodó en el hombro de Seokjin y levantó su mano para tomar la cara del cantante y acercarlo a su boca.

Un beso lento, sus labios tocándose y sus lenguas conectadas, Yoongi suspiró en la boca del otro mientras tocaba la suave y lisa piel de Seokjin.

Se separaron lentamente mientras se miraban, sus sentimientos aflorando dentro de sus corazones. Seokjin sonrió, una sonrisa demasiado grande por que estaba feliz. Estaba malditamente feliz que Yoongi estuviera con él, por que ser besado por Yoongi era todo lo que estaba malditamente bien, se sentía en el cielo.

Yoongi se contagió y sonrió también.

No tenían que hablar, no había necesidad de romper la linda burbuja en la que estaban envueltos.

Pero hubo una interrupción y Yoongi maldijo cuando sintió vibrar su teléfono en el bolsillo de su pantalón.

Observó la pantalla y arrugó su ceño.

—¿Pasó algo?

Yoongi negó con la cabeza y se llevó el aparato a la oreja.

—¿Yoongi?

—¿Hyung?

—Mira, yo sé que la última vez que hablamos las cosas no salieron bien... pero necesito que vengas a ver a Jimin. Está realmente mal y quiere hablar contigo.

Yoongi cerró los ojos un momento y cuando los abrió miró a Seokjin que estaba mirándolo con preocupación.

—Bien, iré en unos minutos más. Gracias por llamar hyung

Cortó la llamada y no sabía cómo decirle a Seokjin que tenía que ir a ver a su ex novio por que al parecer estaba teniendo uno de sus colapsos emocionales que Yoongi conocía muy bien.

—¿Todo bien? —Seokjin sabía que la llamada no había sido del todo grata para Yoongi al juzgar por su rostro en ese momento.

—La verdad es que no... Me llamó Taehyung hyung.

Seokjin se quedó en silencio al escuchar ese nombre salir de la boca de Yoongi.

—¿Y que quería? —No es el momento para guardar silencio Seokjin. Se mordió la lengua antes de decir algo inapropiado.

—Quiere que vaya a su casa a ver a Jimin.

—¿Vas a ir? —Seokjin sabía la respuesta, pero como era un idiota masoquista la escucharía.

—Si...

Bien, pensó, haz la mierda que quieras, corre detrás del hijo de puta que te rompió el corazón.

—¿Quieres que te lleve? —preguntó Seokjin tratando de mantener sus pensamientos alejados y también los malditos celos que sentía.

—Hyung... yo sé que no lo entenderás pero Jimin fue mi amigo muchos años y yo...

—No me des explicaciones.

—Estás molesto.

—Lo estoy, no me esperaba que después de lo que él te hizo salgas corriendo detrás.

—Él está enfermo, necesita de mi apoyo.

Seokjin ya no hablaría más, no podía obligar a Yoongi a no verlo. No eran novios y aunque lo hubiesen sido él no era nadie para prohibirle algo.

Pero había algo en ese pequeño rubio que lo tenía en alerta.

Decidido a no quedar como un estúpido celoso dijo. —Entonces... ¿quieres que te lleve?


*****


Yoongi observó la casa que por tantos años fue como su segundo hogar, o tercero si contaba la casa de Hoseok.

Vió los dos perros que estaban acostados en el ante jardín, uno de ellos había sido un regalo de Yoongi para Jimin cuando habían cumplido seis meses de relación.

No había entrado a esa casa desde el día de su cumpleaños cuando subió al segundo piso y entró a la habitación de quien en ese momento era el hombre más importante de su vida, la persona con la que habían planeado una vida juntos. Por que se amaban... O por lo menos Yoongi lo había hecho.

—¿Vas a estar bien? —Seokjin estaba preocupado.

—Solo veré que le pasa y me iré, yo solía ayudarlo cuando le daban las crisis.

Seokjin asintió no queriendo mal pensar sobre esa ayuda de la que estaba diciendo Yoongi.

—Te puedo esperar sabes. Si quieres.

Y Yoongi no sabía si esperaría ahí por él o para ver a Taehyung.

Y ese pensamiento hizo que Yoongi quisiera irse de ese maldito lugar lo antes posible.

Se arrepentio de estar ahí al momento que entró en la sala y Jimin estaba acostado en el sillón con su pijama que consistía en un boxer rojo y una camiseta de cuello abierto blanca que dejaba al descubierto sus clavículas.

—Yo voy a pasear a los perros. Gracias por venir Yoongi. —Taehyung salió de la casa y el peliazul frenó sus ganas de no salir tras él.

¿Y si veía a Seokjin?

Jimin se levantó para saludarlo y Yoongi tragó nervioso al sentir su cuerpo contra el suyo. El olor tan familiar, el calor de su cuerpo lo hizo recordar el tiempo cuando Yoongi tomaba a Jimin donde fuera, no había lugar en esa casa en donde ellos no hubieran tenido sexo.

Esos eran buenos recuerdos...

Pero luego volvía a su mente la infidelidad y todo lo anterior quedaba en el olvido. Él no había merecido esa traición y le había costado un par de meses entenderlo.

—Gracias por venir Yoongi. —Jimin sonrió coquetamente para el peliazul.

—Dime que pasó... ¿por qué pasó algo no?

Jimin deslizó su mano sobre su cabello rubio brillante.

—Quería verte.

—Jimin...

—Escúchame, por favor no te vayas.

Yoongi se mantuvo en su lugar. Expectante a lo que su ex novio pudiera decir.

—Habla rápido, tengo cosas que hacer.

—Bien.—Jimin suspiró y caminó por la sala.

Sabiendo muy bien lo que hacía movió sus caderas un poco más, él sabía lo mucho que a Yoongi le gustaba su cuerpo y como lo volvía loco su trasero. Llegó hasta la mesa de centro y se agachó para recoger un papel. Se levantó y se giró para observar a Yoongi, el peliazul lo estaba mirando con la mandíbula apretada y los ojos entrecerrados.

—¿Terminaste?

—¿Qué dices Yoongi? —Jimin lo miró con su sonrisa más atractiva y pestañeó un poco para el hombre que intentaba recuperar. Pero Yoongi era difícil, y sabía que iba a ser una tarea titánica ser perdonado.

—Dime que quieres antes que salga por esa puta puerta. No estoy jugando Jimin.

—Mañana tengo médico, me preguntaba si me puedes acompañar. Tae tiene turno...

—¿A qué hora? —Yoongi comenzó a pensar si tenía algo planeado. No había hecho planes con Seokjin, pero tenía clases, y ese era uno de los pocos momentos que tenía para estar con el cantante. Nada lo haría no ir a sus clases si con eso se aseguraba de poder mirar todo lo que quisiera a su compañero.

—Es en la tarde, a las cuatro.

—Tengo clases a esa hora Jimin, y no puedo faltar, pronto empezaremos con los exámenes.

—Entiendo...

—Pero y tu hermano, si está ahí mismo ¿no puede salir un  momento para acompañarte?

—Ya no me estoy atendiendo en el Asan. Cambié de médico y lugar.

—¿Por qué?

Jimin se encogió de hombros —No quería que Tae tuviera algún tipo de conflicto, ya sabes como son los hospitales con sus doctores.

No. No lo sabía y tampoco entendía por que Jimin no quería tomar la oportunidad de atenderse en el lugar donde su hermano trabajaba.

—¿Y dónde estás ahora entonces?

—Otro lugar, un centro médico más pequeño.

—¿Cómo se llama? —Yoongi permanecía con sus brazos cruzados y su ceño fruncido.

—Por que haces tantas preguntas si tampoco me vas a acompañar.

—Me parece raro.

Jimin rió —Normal en ti ¿no?, siempre estás cuestionando mis decisiones.

—Eso no es así, estamos hablando de tu salud ¿acaso tu hermano está de acuerdo con esto?

Jimin no respondió nada.

—No lo sabe ¿cierto?

—No, no lo sabe y tú no se lo vas a decir, soy adulto Yoongi.

—Yo no le voy a decir nada, pero deberías hablar con él, no creo que le moleste que tú te atiendas en el mismo lugar en que trabaja, todo lo contrario, creo que sería mucho más beneficioso para tí.

—No volveré al Asan Yoongi.

—Bien, como quieras... veré si puedo salir antes de clases.

—¿De verdad? —Jimin sonrió, esa misma sonrisa de la cual yoongi se había enamorado.

Yoongi asintió en silencio. Jimin lo estaba manipulado, él lo sabía, pero no podía dejar de mirarlo. Esa sonrisa era demasiado linda para dejarla pasar. Pero también era la sonrisa de un mentiroso.

Jimin era su pasado, una parte hermosa y a la vez dolorosa de su vida, un buen y mal recuerdo. Jimin era lo lo que odiaba, todo lo que no quería volver a pasar.

Jimin también era la lección más importante que la vida le había dado.

—¿Quieres quedarte a almorzar?

—No, yo me tengo que ir. Quedé con alguien.

—¿Hoseok, Dahyun?

—Eso no te importa.

Yoongi se volvió hasta puerta y antes que se vaya Jimin habló.

—Te extraño Yoongi, no hay día en que no lo haga... ¿cuándo me vas a perdonar?

El peliazul mantenía su mano en la manilla de la puerta y sin mirarlo le respondió.

—Cuando dejes de mentirle a las personas que te quieren.

Y con eso salió de aquella casa que tan malos recuerdos le traía.

Jimin observó la espalda de Yoongi y tomó su celular que estaba sobre la mesita al lado de la puerta.

Esperó a que diera el tono.

—¿Si?

—Namjoon, tenemos un problema.


******


A que no se lo esperaban 😂.

Bueno bienvenidos a uno de mis mayores pecados... El NamMin.


Gracias por todas sus lecturas y votos 😍

Nos leemos pronto ❤

Pd: No quiero que piensen que yoongi quiere estar con Jimin ni nada de eso, esto es Jinsu y así se queda... Solo que su relación es algo que él muy de a poco va dejando atrás, es muy fácil decir que ya no amas a alguien hasta que estas cerca de esa persona y los recuerdos llegan a tu cabeza... Paso a paso. Así se olvidan los grandes amores. 🙂

Ahora si me despido 😘

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