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Yoongi sabía que debía decir algo pero no salían las palabras de su boca. Jimin comenzó a moverse nervioso, sus ojos cristalizados a punto de llorar.

—Minnie... —Y eso fue suficiente para que Jimin colapsara.

Yoongi se acercó a él y lo abrazó, pasó sus brazos por los hombros de su ex novio, Jimin se aferró a su cintura y lloró en su hombro.

—Yo... estoy tan triste Yoongi.

—Calma, vamos a hablar ¿quieres ir a caminar? —Yoongi lo soltó y lo miró a los ojos.

—Sí, yo sé que Hobi... Hoseok digo, él no me quiere ver acá pero necesitaba hablar contigo, tampoco puedo ir a tu casa...

—Está bien, vamos a caminar. Le avisaré a Hobo, no te preocupes.

Caminaron en silencio hasta la casa de Jimin.

—¿Qué tan grave es tu enfermedad?

El rubio lo miró mientras llegaban a la casa que compartía con su hermano. Deteniéndose en la acera.

—Primera etapa según dijo mi médico. Debo hacerme varios chequeos antes de entrar a pabellón.

—¿Pabellón?

—Si, me deben hacer una biopsia, aunque mi médico está seguro que es canceroso. Tengo un gran nódulo aquí —Jimin se tocó el cuello. Yoongi no observó ningún bulto o algo que indicara lo que decía el rubio. —Es grande, no se ve a simple vista, hay que tocarlo.

Yoongi no quería tocarlo, eso le traería demasiados recuerdos y no estaba en condiciones de agregar más confusión a su cabeza. Ya le bastaba con el sentimiento de tristeza que tenía desde que le había abierto la puerta.

—Lo siento Jimin, de verdad. Espero que no sea tan malo como tu doctor dice.

—Yo también espero, él me dijo que era mejor tener en cuenta un posible cáncer, me dijo que se podía sacar el nódulo y que no necesitaria otro tipo de tratamiento.

—¿Taehyung te acompañó? —Yoongi recordó como el hermano de Jimin lo había ido a amenazar a su casa. Tenía tantas preguntas que hacer, pero por supuesto, no era el momento indicado.

—No, él estaba de turno. Yo estuve hospitalizado... el doctor que me atendió me revisó y tocó el bulto, me hizo los primeros exámenes y me derivó donde el médico que ahora me ve. Fue todo muy rápido, gracias a que Taetae trabaja ahí es todo más expedito.

Bien, Yoongi ya no podía dejar pasar el tema, tenía que saber por que Jimin había sido hospitalizado y si el tenía tanta culpa como Taehyung se lo había hecho saber.

—Jimin... —El lo miró nuevamente —¿Por qué estuviste hospitalizado? —Jimin bajo la mirada hasta sus zapatillas, Yoongi suspiró y lo tomó suavemente del mentón para que lo mirara. —Dímelo por favor.

El rubio se asombró por el gesto y sintió tantas ganas de tomar esas manos y no soltarlas nunca más.

—Tomé unas pastillas de Tae y tuve una intoxicación. No estoy orgulloso, para nada pero...

—¿Fue por lo que yo te dije esa noche, en la casa de tu primo?

—Si.

Y fue todo lo que Jimin pudo decir antes que escucharan unos gritos.

—Jimin, ¿no te bastó con que este imbécil haya hecho que cayeras al hospital?, ¿qué mierda haces con él? —Taehyung llegó a ellos y tomó del brazo a su hermano menor. —Vamos a la casa, no puedes salir sin abrigarte como corresponde.

Jimin trató se zafarse pero Taehyung era mucho más fuerte que él.

—Hey, le estás haciendo daño. —Yoongi arrugó su ceño, no entendía por que Taehyung lo trataba de esa forma ¿qué diablos le pasaba?

—No te metas tú, ¿ahora te preocupa Jimin?

—Tú no sabes una mierda lo que ha pasado entre nosotros.

—Creeme que sé más de lo que tú crees.

—No tienes idea hyung... no te metas,  crees que voy a aceptar que vengas con tu mierda cuando dejaste a Jimin casi dos años solo.

—¿Quién te crees que eres para hablarme así a mi? —Yoongi no le quitó los ojos de encima a Taehyung mientras discutían.

—¡Basta los dos! —Jimin estaba a punto de llorar.

Taehyung molesto dejó de hablar, pero en ningún momento soltó el brazo de su hermano.

Yoongi se enderezó y caminó hasta el pequeño rubio.

—Si necesitas que te acompañe al médico tú solo llámame ¿si?, no quiero que pases por esto solo.

—Me tiene a mí mocoso, mejor preocúpate de tu vida y de toda la mierda que se te viene por estar con él.

¿Él?

¿Se estaba refiriendo a Jimin?, no podía hablar así de la reciente enfermedad de su hermano... Entonces...

No. No es Jimin pensó Yoongi.

¿Seokjin?

Taehyung le dió una mirada furiosa a Yoongi antes de girarse y llevar a su hermano menor con él.

Jimin por su parte arrugó su ceño sin entender de que hablaban, pero estaba cansado por lo que miró por última vez a Yoongi y se dejó guiar por su hermano hasta el interior de su casa.

Yoongi se giró sobre sus talones y comenzó a caminar de regreso a la casa de Hoseok o a la suya, la verdad que no sabía dónde ir. Pero ya era de noche y estaba comenzando a hacer frío, se abrazó a si mismo, no había alcanzado a sacar su chaqueta de la casa. Su celular comenzó a sonar en su bolsillo y lo sacó, Hoseok lo estaba llamando y él contestó de inmediato.

—¿Dónde estás Yoongi?

Vaya, su mejor amigo estaba enojado.

—Voy de vuelta a tu casa. Dahyun ¿llegó?

—Hace una eternidad que saliste ¿dónde mierda te metiste?

—Cuando llegue te explico, calmate ¿si?

Hoseok suspiró al otro lado de la línea.

—Apurate, Dahyun trajo cervezas y ya llevamos la mitad.

—Vale, solo dejame una.

Hoseok cortó y con el teléfono en la mano Yoongi sintió la necesidad de llamar a Seokjin. Quería disculparse por cuarta o quinta vez desde que lo conocía. Él siempre era honesto al decir las cosas, lo bueno o malo, pero con Seokjin no entendía por que se encontraba siempre arruinando todo. Se aguantó las ganas de llamarlo o escribirle, tenía que darle tiempo, él habia sido injusto con el mayor. Por lo que desechado la idea de comunicarse con el cantante, se fue directo a la casa de su mejor amigo.

Cuando llegó donde Hoseok, este lo estaba esperando en la puerta con sus brazos cruzados en su pecho y con una mueca de fastidio en su rostro.

—Te estaba esperando.

—Así veo, no tenías por que hacerlo, yo iba a venir de todos modos —Yoongi llegó donde su amigo.

—¿Qué pasó con Jimin?

Yoongi suspiró y pasó su mano por su rostro, de pronto se sentía tan cansado.

—Está enfermo, te lo contaré, pero primero necesito una cerveza ¿si?


•  •  •


Seokjin despertó en el mismo sillón en donde se había sentado, revisó la hora, era medianoche. Se levantó y se dirigió a su habitación. Buscó su celular, sus manos picando por llamar a Yoongi, pero no lo hizo.

Se sentó en su cama vacía, todo el silencio de su casa y lo solitario que se sentía fue suficiente para que sus ojos se le llenaran de lágrimas, se sentía tan solo, tan triste. Tenía tanto dinero como para comprarse diez automóviles de lujo o treinta mansiones, pero ¿de qué servía tener tanto dinero y tanto a lujos si el seguía sintiéndose así de solo?

¿Cuándo había sido la última vez que había salido con algún amigo?

No lo recordaba. Miles de pensamientos pasaban por su cabeza y el silencio de su mansión no ayudaba en nada. A si que simplemente y como todas las noches se acostó en su fría cama. Tenía tantas ganas de tener ese lado de la cama ocupado, tener a alguien a quien abrazar en la noche, alguien a quien cocinarle y cuidar. Pensó en Yoongi, ese chico de cabellos azules realmente estaba haciendo estragos en su cabeza.

Él lo quería en su cama, pero más que eso Seokjin quería a Yoongi en su vida.

Pasó sus manos por detrás de su cabeza y recordó los últimos días que había compartido con Yoongi, su boca, sus ojos, su piel, todo lo que Seokjin podía recordar era la forma en la que habían estado, la calidez de su abrazo, las tímidas caricias que el menor le había hecho... Pero entonces llegó a su mente el último intercambio de palabras que habían hecho, Seokjin suspiró y bajó sus manos para llevarlas hasta su pecho  y las entrelazó.

Yoongi no quería saber de él y lo aceptaría, no lo buscaría nuevamente. Ya no podía seguir detrás del peliazul cada vez que este tuviera un arrebato.

Suspiró. Estaba aburrido, pero ¿qué podía hacer a esa hora?, ¿Jungkook estaría disponible para ir a tomar unas cervezas?

No.

Él no estaría disponible, era padre de familia, no saldría con el un jueves a medianoche por que Seokjin se sentía jodidamente solo en su casa.

Tomó su celular de todas formas y observó su lista de contactos.

Nada interesante hasta que llegó donde Yoongi.

Volvió a suspirar, frustrado esta vez y se levantó de la cama, tiró su celular y salió hacía su sala. Tomó la botella de whisky que había comprado junto a Yoongi.

Yoongi...

Se maldijo por seguir pensando en el peliazul.

Tomó un vaso y llevó esas cosas a su habitación, volvió a salir y esta vez fue a la cocina. Sacó todo tipo de snacks y los puso dentro de una bolsa.

Se iba a dar un festín en la soledad de su habitación.

Cuando volvió su celular estaba sonando lo tomó y contestó sonriendo al hacerlo.

—Hola Jinnie.

—¡Mingyu bebé!

—Shh, no me digas así, que vergüenza.

Seokjin rió mientras caminaba hacía la ventana de su habitación.

—¿Qué estás haciendo bro?

—En realidad nada, iba a tomar algo y comer hasta llenarme.

—Ese es un buen panorama.

—¿Por qué me llamaste Gyu?

—Estoy haciendo hora —su hermano menor se carcajeó divertido.

—Lo imaginé.

—No te enojes, siempre me acuerdo de tí.

—¿Dónde estás?

—Voy a un cumpleaños sorpresa... pero debo esperar a que me llamen, ya me estoy aburriendo —Mingyu pensó un momento y luego agregó. —Me había olvidado contarte que hoy llegó una invitación para toda la familia... Adivina quien se casa.

Seokjin entre cerró sus ojos tratando de pensar quien podría ser. Pero no encontró a nadie en su cabeza que quisiera dar ese paso.

—No lo sé... no me hagas adivinar que soy pésimo para eso.

—Se casa nuestra prima.

—¡Taeyeon! —Seokjin se tapó la boca sorprendido.

—Ajá... el próximo mes, tendrás que llevar pareja, todos debemos... tú sabes como es Taeyeon con esas cosas.

¿Pareja?

—Ah, se me olvidaba, —continuó Mingyu —no vayas a llevar a tu mánager por favor.

—¿Cuándo he llevado a Namjoon a esas cosas Gyu?

—Nunca, pero no está demás recordarlo hyung... Por cierto....

—¿Qué pasó ahora?

—Está embarazada... pero no lo supiste por mí.

Seokjin rió y se acercó a su cama, necesitaba comer algo, el chisme estaba demasiado bueno.

—Wow, me has dejado sin palabras —dijo mientras abría el paquete de anillos de cebolla que tenía en su mano.

—¿Qué vas a comer glotón? —preguntó Mingyu mientras buscaba las llaves del automóvil de su padre.

—Aros de cebolla y whiskey.

—Delicioso... hey, tengo una idea... Te llamo en cinco minutos.

Mingyu cortó la llamada y Seokjin se quedó preguntandose que había pasado.

Se sentó en la cama y se metió unos cuantos anillos en su boca, mientras masticaba su celular volvió a sonar. Era Mingyu nuevamente.

—¿Gyu?

—Bien, llegaremos en media hora más o menos, más te vale que tengas alcohol y comida Kim.

—¡Hey mocoso insolente! —Seokjin sonrió y luego recordó que su hermano menor tenía otros planes — Pero... pero tú no tenías una fiesta.

—Decidí no ir y Jisoo no tenía nada que hacer, nos vemos en media hora hermanito.

La llamada terminó y Seokjin sonreía estúpidamente a su teléfono.

¿Cómo se podía estar tan contento por ver a sus hermanos?, no lo sabía pero su corazón latía fuertemente en su pecho.

Seokjin corrió hasta su sala y observó el lugar, encendió las luces y la chimenea. Volvió a su habitación por los snacks y volvió a la cocina, buscó platos y vasos. Hizo alrededor de tres viajes a la cocina y hacía su sala. Subió las cervezas hasta su congelador, tenía tanto alcohol y comida como para un ejército.

El celular en su bolsillo volvió a sonar y Seokjin temió que Mingyu le dijera que todo era una broma y que no iban a ir. Contestó.

—Bro, ¿nos podemos quedar a dormir?

—¿Qué dices Gyu?, ¡ni siquiera deberías preguntar, por supuesto que sí!

—Genial, eso es lo bueno que no tengas pareja bro.

—No te burles, ¿Jisoo viene manejando?

—Si, vamos en el auto de Ji, espero llegar hyung, ¡ay noona no me pegues!

Una carcajada salió de la boca de Seokjin al escuchar como sus hermanos discutían.

—Ya, vengan con cuidado, ya sabes la clave de ingreso Gyu.

—Ajá, llegamos en diez bro.

—Los espero.

Y el pelinegro no podía dejar de sonreír por la repentina visita de sus hermanos, pero no importaba. Los extrañaba y había caído como una bendición el que ellos decidieran pasar esa noche con él.

Se acomodó en su sofá para esperar en pleno a los hermanitos Kim.







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