• 11 •
Seokjin abrió lentamente los ojos acostumbrandose a la luz de la habitación. Giró su cabeza y ahí al lado suyo estaba lo más hermoso que había visto en su vida. Yoongi dormía con su boca entre abierta, sus pestañas sobre sus mejillas haciendo que la imagen que Seokjin veía era la de un ángel. A su mente llegaron todos los recuerdos de la noche anterior y el pelinegro sonrió.
Se levantó despacio sin hacer ruido y se fue directo a su habitación, busco una toalla, revisó su celular mientras se encontraba completamente desnudo. Dejó su teléfono sobre el sofá y se metió al baño, abrió la llave y cuando el agua estuvo suficientemente agradable se metió en la ducha. Se mojó completamente antes de aplicarse el shampoo, masajeó su cuero cabelludo despacio mientras se lavaba el cabello sintió unos pasos en el baño y como tenía un poco de espuma en los ojos no podía divisar de quien se trataba.
Podría ser Namjoon... no sería la primera vez que se metía en su habitación.
-Me dejaste solo en la cama. -La voz ronca de Yoongi resonó en todo el baño haciendo que Seokjin saltara en su lugar asustado. -¿Te importa si me baño contigo? -Seokjin tragó, no esperaba que Yoongi fuera así de atrevido. -Claro, entra. -Suspiró aliviado al saber que era el peliazul el que había entrado a su baño y no otra persona.
Sintió como el menor entraba en la ducha, nunca estuvo más nervioso como en ese momento. Se giró para observar a Yoongi quien sonreía mostrando sus encías y sus pequeños dientes.
Seokjin se maldijo por no tener condones en ese momento.
-Con el cabello húmedo te ves de infarto hyung. -Yoongi se acercó y estampó un rudo beso en los labios de Seokjin.
Yoongi jadeó en su boca, había despertado con una erección que no se había bajado y al no ver a Seokjin en la cama Yoongi no había dudado en buscarlo en la habitación contigua. Al sentir el agua correr en el baño no lo pensó dos veces y volvió a su habitación a buscar un condón que tenía guardado en el fondo de su bolso y también una botella de lubricante. Agradeció haber llevado eso al viaje. El día anterior no se había atrevido a sacar esas cosas de su bolso pero Yoongi había quedado con ganas de hacer más cosas con el cantante, por lo que decidio que sería una buena oportunidad para usarlos, ahora la pregunta era ¿quién se lo metería a quién?
Sonrió divertido cuando le robó un gemido a Seokjin mientras lo besaba y sus erecciones se frotaban bajo el agua tibia. La noche anterior Seokjin había tomado la iniciativa de alguna forma, ahora sentía que era su turno. Él también sabía jugar sucio.
-¿Hyung?
-Mierda Yoongi -Seokjin tomó su cara y lo acercó lo más posible. -No sabes como me pones cuando dices eso -bajó de su boca para besar su cuello mientras Yoongi echaba su cabeza hacía atrás.
Yoongi bajó sus manos hasta la erección del cantante y comenzó a masturbarlo lentamente. Podía escuchar los gemidos ahogados de Seokjin mientras lo seguía besando.
-Vamos a la cama Yoongi.
Seokjin cerró la llave y salió detrás del menor. Ambos se secaron un poco y se siguieron besando hasta caer en la cama. Seokjin observó el preservativo y la botella de lubricante en uno de los veladores al lado de la cama. Miró a Yoongi y le sonrió con malicia.
-No puedo creer que no lo hayas traído a la cama anoche. -Yoongi se encogió y se acomodó sobre Seokjin.
-No sabía que ibas a saltar sobre mí en el sofá.
-Eres irresistible Yoongi.
Yoongi sonrió, pero no creía en las palabras del cantante. Él era un hombre simple, no tenia un cuerpo de infarto ni una actitud positiva, realmente no sabía que era lo que veía Seokjin en él. De todas formas se dejaría engatusar, aunque a su juicio el cantante estaba llevando muy lejos sus halagos, aunque lo comprendía después de todo el mayor solo quería tener sexo con él.
-Hyung...
Seokjin alejó su boca y lo observó.
De pronto Yoongi se sintió nervioso bajo esa mirada. La mirada de Seokjin era pura lujuria mientras se relamia los labios.
-Date la vuelta.
El peliazul quiso reír.
-Yo... -Mierda, pensó Yoongi. Realmente le estaba resultando difícil decirle al cantante que él también era activo.
-No te haré daño...
-Yo no soy pasivo Jin, nunca lo he sido y la verdad es que no se si quiero que metas esa cosa en mi culo.
Seokjin se rió.
-¿Esa cosa?
-¡Es muy grande!
-¿Entonces que hacemos?, ¿de verdad no quieres probar?
Si quería, pero no estaba seguro.
-No lo sé.
-Bien, yo no te puedo obligar, esto depende de tí.
-¿Y por qué tengo que ser yo el que reciba y no tú?
Seokjin lo miró como si hubiese dicho algo terrible.
-¡No soy pasivo!
El peliazul se mordió el labio y pensó un momento.
-Tengo una idea.
-Dilo.
-Hoy podría probar yo y la próxima vez tú... ¿qué te parece? -Yoongi quería reírse de la situación, jamás se le hubiese ocurrido estar teniendo con un hombre como Seokjin.
-¿Nos vamos a turnar? -Seokjin alzó una ceja. -¿Me estas diciendo que vamos a seguir teniendo estos encuentros?
-¿No quieres acaso? -Yoongi lo miró indiferente.
-Oh si, claro que quiero.
Seokjin atrapó los finos labios de Yoongi, su lengua rápidamente tomó control sobre su boca. Bajó hasta su cuello y se detuvo solo para cambiar de posiciones. Se acomodó entre las piernas del peliazul y siguió besadolo hasta llegar a su miembro. Se lo metió entero a la boca y levantó su mirada. Yoongi apretaba entre sus manos las sabanas, una fina capa de sudor se mezclaba con su cabello húmedo.
Su boca subía y bajaba por la gruesa extensión del menor, saboreandolo desde la cabeza hasta su base. Yoongi gemía y sus manos ahora se afereaban al cabello del cantante.
-No... no pares hyung -Seokjin comenzó a bombear la base, mientras que con su lengua se paseaba por toda su cabeza rosada, amaba el sabor de Yoongi. -Me vas... voy a... ¡mierda!
Seokjin se alejó antes de que Yoongi quisiera correrse, se arrodilló en la cama mientras veía el torso desnudo y lechoso de Yoongi subir y bajar. Relamió sus labios, acercó su mano hacia el velador, tomó el condón y el lubricante, los dejó sobre la cama y volvió a acomodarse.
Yoongi mientras tanto miraba el techo.
-Hey -Yoongi levantó la mirada. -¿estás seguro?, no quiero hacer nada que sea incómodo para tí.
-¿Por qué te preocupa tanto, es solo follar no?
Y Seokjin quería decir que si, que lo de ellos sería solo sexo. Estaban lejos de sus casas podían hacer lo que quisieran, pero no era así. Yoongi era mucho más que solo sexo para él.
-No es solo follar. Esta sería tu primera vez.
-Lo sé, pero quiero hacerlo, te repito lo que te dije anoche. No soy un jodido niño Seokjin, sé lo que quiero y creeme que cuando me toque a mi no voy a hacerte tantas preguntas y te voy a follar tan bien que me vas a rogar que lo haga siempre.
Seokjin sonrió y suspiró aliviado, ese era el Yoongi que conocía, el que no se quedaba callado y respondía con esa lengua filosa. Le gustaba mucho su forma de ser, era tan diferente a todo lo que él había conocido antes.
Subió hasta posicionarse entre las piernas del peliazul y lo besó. Sintió la cálida lengua del menor, era caliente y su sabor era delicioso. Yoongi pasó sus brazos por el cuello del cantante y abrió más las piernas para que Seokjin se acostara sobre él.
-Sabes que no vamos a poder salir después de esto... no vas a poder caminar.
Yoongi rió y asintió.
-Solo hazlo hyung.
Seokjin se volvió a arrodillar acercó su boca hasta los muslos del menor y fue dejando húmedos besos sobre la suave piel, pasó su lengua por la parte posterior y llegó hasta sus testículos, lamió y chupó mientras Yoongi gemía y murmuraba en voz baja. Tomó el lubricante, aplicó un poco en sus dedos y llevó su dedo índice hacia el apretado agujero del peliazul, masajeó un poco alrededor del anillo rosado viendo como el peliazul se retorcia, siguió acariciando lentamente tratando de preparar el agujero para lo que se vendría más adelante. Introdujo lentamente su índice observando en todo momento la reacción de Yoongi. Movió lentamente y el menor cerró los ojos ante la sensación.
-¡Mierda!, arde como infierno.
Seokjin volvió a meterlo más adentro hasta que su dedo entró completamente. Yoongi abrió los ojos y lo miró con la boca entre abierta.
-Voy a meter el segundo.
Yoongi gruñó y volvió a cerrar los ojos. Seokjin había rozado su punto P, y el ya quería que le metiera la mano entera si iba a sentir de nuevo esa extraña pero placentera sensación.
Seokjin llevó un segundo dedo y comenzó a introducirlo lentamente, cuando ya estuvo dentro los dejó ahí un momento para que el menor se acostumbrara, sacó los dedos y los volvió a meter con un poco más de rapidez y Yoongi arqueó la espalda, Seokjin mordió su labio luchando contra la necesidad de entrar de una vez. Movió los dos dedos dentro tratando de dilatar lo más posible. El peliazul gemía en voz baja y Seokjin no sabía si lo hacía por que sentía dolor o por que ya se estaba acostumbrando a la intromisión de sus dígitos.
-Hyung...
Seokjin levantó la mirada.
-Otro... mete otro dedo. -Yoongi relamia sus labios y gemía ahora un poco más alto.
El cantante metió un tercer dedo y movió en diferentes direcciones, abría y cerraba haciendo movimientos de tijera. Observó como Yoongi enrollaba las sabanas en sus dedos nuevamente. Su respiración agitada y sus ojos llorosos.
Seokjin decidió que ya estaba lo suficientemente dilatado para continuar. Sacó sus dedos y se acomodó para poder entrar sin problemas.
-Voy a hacerlo Yoonie.
Yoongi lo miró sorprendido y sus ojos comenzaron a picar, giró su cabeza hacía la lámpara que reposaba sobre la mesita de noche, no iba a ponerse a llorar. No en ese momento.
Seokjin se acercó a su cara y la giró con delicadeza para que lo mirara.
-¿Estás bien? -el pelinegro lo observó preocupado, pasaban los segundos y Yoongi no decía nada.
-Si... continúa -Yoongi se quería golpear con una piedra al ser tan idiota. No era momento para recordar ni ponerse sentimental.
El pelinegro le besó la mejilla y le secó las lágrimas que habían caído. Estaba preocupado, no sabía que había pasado para que Yoongi pasara de la excitación a la pena ¿él había hecho algo mal?, ¿lo había dañado con sus dedos?
-Hyung por favor, no me pasa nada... Solo hazlo de una maldita vez.
-No, no lo haré si tú estás así.
Yoongi cerró los ojos y suspiró molesto.
-Bien, si no lo haces tú lo haré yo. -El peliazul empujó a Seokjin quien quedó a espaldas sobre la cama.
Yoongi masajeó la erección del mayor con una mano, mientras que con la otra tomaba el condón. Seokjin gimió, la fría mano de Yoongi se deslizaba de arriba hacía abajo sobre su dura extensión. Mordió su labio fuertemente cuando vió que Yoongi se estaba subiendo sobre él.
El peliazul se sentó a horcajadas sobre las piernas del cantante, tomó el preservativo ya abierto y se lo puso. Deslizó lentamente el condón, se levantó un poco y tanteó su entrada, cuando la encontró posicionó el miembro de Seokjin sobre esta. Mordió su labio y se dejó caer lentamente apoyandose en los abdominales del cantante.
Ahogó un grito de dolor al sentir aquel grueso miembro corrompiendo sus paredes.
-Mierda Yoongi, me vas a matar -Seokjin echó su cabeza hacia atrás, ni en un millón de años se le hubiese pasado por la mente que la primera vez que fallaría con Yoongi sería con este último montandolo.
Sus gemidos mezclados eran perfectos. El pelinegro mordió con fuerza su labio, Yoongi estaba demasiado estrecho.
El peliazul comenzó a moverse de a poco, muy lentamente. Sentía un poco de dolor y ardor. Seokjin puso sus manos en las caderas del menor. yoongi se acercó al cantante juntando sus pechos y lo besó, Seokjin le devolvió el beso con hambre y necesidad, el peliazul se seguía moviendo ahora de arriba hacia abajo. El dolor había pasado a segundo plano cuando Seokjin empujó sus caderas hacia arriba para penetrarlo hasta el fondo, Yoongi gritó cuando ese gran miembro chocó con su próstata. La sensación era exquisita, nunca había sentido nada como eso, era un tanto adictivo. Se mordió su labio fuerte para dejar de gemir o para por lo menos no hacerlo tan fuerte.
Seokjin se sentía tan cerca de su orgasmo, pero no quería correrse primero, por lo que tomó el pene de Yoongi y lo comenzó a masajear tratando de igualar los movimientos del peliazul. Nublado por el deseo de verlo acabar, bombeó más rápido haciendo estremecer al menor por la intensa estimulación. Veía como Yoongi jadeaba mientras lo montaba ahora un poco más rápido. Su cabello azul pegado a su frente gracias al sudor, sus labios rojos e hinchados por la fricción, Seokjin nunca había visto a un hombre más hermoso en su vida. Su corazón latiendo fuerte en su pecho mientras veía como Yoongi ponía los ojos en blanco, claramente el menor estaba llegando al clímax.
-¡Hyung! -gritó antes de que su orgasmo estallara sobre el abdomen y mano de Seokjin.
El pelinegro apoyó sus manos en la cama para darse fuerza y se sentó, Yoongi apoyó su frente en su hombro mientras Seokjin lo besaba y mordía.
-Yoongi, no pares...
Seokjin buscó la boca del menor, mordió el labio del peliazul, Yoongi abrió su boca y sus lenguas se saborearon con delicia. El pelinegro no aguantó más y se corrió dentro del menor, gimiendo en la boca de Yoongi, mientras este último maldecia en voz baja.
Se quedaron un momento en silencio mientras sus respiraciones volvían a la normalidad. Yoongi se levantó y salió del mayor para acostarse en la cama. Seokjin se sacó el condón, lo anudó y lo botó en el basurero que tenía al lado de su cama. Se tiró en la cama observando en todo momento a Yoongi.
-¿Te duele?
-Un poco.
-Lo siento si te hice daño. -Yoongi miraba el techo, sus manos entrelazadas sobre su pecho, se veía pensativo. -Esta cama es un asco -Seokjin observó las sábanas sucias. -Ya vendrán a limpiar, no puse el cartel de "no molestar". -El pelinegro suspiró al no tener respuesta de Yoongi.
Se estaba comenzando a poner nervioso. Odiaba el hecho de no conocer la personalidad del peliazul. Pero antes de que Seokjin quisiera hablar nuevamente, Yoongi rompió el silencio en la habitación.
-Mi papá... mi papá me decía Yoonie. Él murió cuando yo cumplí 14 años.
Seokjin lo miró.
-Lo siento... yo no sabía.
-Está bien, es raro que lo digas. Nunca nadie me ha llamado así desde él, me hiciste recordar, pero ese no era un buen momento para honrar la memoria de mi padre ¿no? -Yoongi trató de reír pero no pudo. Las lágrimas amenazaban con salir nuevamente.
-Debe ser duro crecer sin él.
-Ni te imaginas. A veces me pregunto si él me hubiese aceptado. Si me hubiese apoyado.
Seokjin se quedó en silencio su corazón latiendo desesperadamente en su pecho al recordar a su propio padre.
-Lo siento -volvió a hablar esta vez en un susurro -No debería estar tan emocional...
-No te disculpes. -Seokjin no sabía si debía abrazarlo o tocarlo.
Yoongi suspiró. Tenía una mezcla de sentimientos que no sabía cómo manejar.
Seokjin decidió mandar al diablo sus inseguridades y se acercó al menor, tomó suavemente su mentón y lo atrajo hacía él. Yoongi lo miró asombrado pero se dejó guiar hasta el pecho del cantante. Apoyó su cabeza justo sobre los latidos del corazón de Seokjin y cerró sus ojos.
Se quedaron en un silencio cómodo, completamente desnudos mientras Seokjin acariciaba los finos cabellos azules.
Eso que estaba pasando entre ellos no era solo sexo. No había sido solo follar. Seokjin podía sentir las manos de Yoongi sobre su cintura, se sentían cálidas. Seokjin quería tanto mantener esas manos sobre su cuerpo por mucho tiempo más.
Solo tenía que saber si Yoongi quería lo mismo que él.
🖤🖤
Hoy fue un día lleno de emociones... No se cuantas veces he dicho esto este año pero, agradezco tanto haber conocido a estos 7 fabulosos chicos. Mi vida ha cambiado mucho desde ese entonces. Hoy demostraron lo humano que son y que la humildad aún se mantiene firme junto a ustedes. Siempre estaré apoyándolos hasta que el telón se baje.
Orgullosa sería poco decir. Los amo.
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