¿Quién soy yo? Nadie, soy solo una persona común y corriente.
Soy un nerd, invisible a los ojos de los demás chicos. . . Invisible a los ojos de. . . Él

—¡TED A DESAYUNAR!— el grito de mi madre hizo que abriera los ojos como plato y me diera cuenta de lo tarde que es.

Llegaré tarde a Matemáticas, genial.
Bufé y tomé mis cosas para ir a la escuela.

—¡Hola Señora!— espera. . . Esa voz. . .¿BENJA? ¿QUE HACE EL CHICO MÁS POPULAR DE LA ESCUELA VIVIENDO EN LA CASA DEL LADO?.

—Oh, buenos días Benja. ¿cómo están tú y tú padre?— me giré para ver la escena que estaba a mis espaldas.
Con solo ver a Benja sentí la sangre subir a mis mejillas.
¿Como conocía a mi madre?

Me di vuelta y corrí camino a la escuela.

—¡Teddy!— Me giré encontrándome con Oliver, intenté recuperar el aliento y lo saludé algo cansando.

—¿Q-Que tal todo Juansito?—

—1. Es Oliver. 2. ¿qué te pasó?, te ves terrible— iba a contarle lo sucedido a Oliv, pero antes de que eso siquiera fuera posible. El grupito de populares empezó a caminar por los pasillos. Eso solo significaba una cosa.

Todos nos hacíamos a un lado y guardamos silencio.

—muévete idiota— Grace me empujó. A consecuencia mis lentes se cayeron a el suelo. Me agache para recogerlos pero era tarde. Los cristales estaban rotos.

Grace empezó a reír y lo único que pude hacer fue fulminarla con la mirada.

—¡HEY! ¿¡QUIÉN TE CREES PARA MIRARME ASÍ!?— Grace levantó su mano en señal de que me daría una golpiza. Yo solo cerré los ojos y esperé que su mano tocará mi mejilla.

—¿Que diablos haces Grace? Te meteras en problemas.— abrí mis ojos encontrándome con Benja. Él novio de Grace.— no gastes el tiempo con gente inferior a ti. No te rebajes a su nivel.

—oh amor, tienes razón.— Grace y sus perritas falderas se fueron. Las voces se volvieron a escuchar y todos volvieron a lo suyo, como si nada hubiera pasado.

—Em. . . ¿Gracias?— Benja aún no se había  movido de su sitió. Me pareció correcto agradecerle¿

—no es nada— me miró friamente y se fue.

—¿que mierda acaba de pasar?— Oliver me miraba buscando una explicación. Pero ni yo sabía que responderle.

El timbre del comienzo de clases sonó y ya la mayoría estaban en sus salones.

—llegaremos tarde a Matemáticas. Apresurate. Ya sabes cómo es el viejo cuando alguien llega tarde—