Capítulo VI

Hermione se encontraba frente al espejo, el modista tomaba las medidas para confeccionar sus dos vestidos, dos diseños completamente opuestos que ella había dibujado. Si alguno se filtraba a la prensa usaría otro.

Se encontraba en compañía de Daphne que sonreía viendo varios vestidos, probablemente pensaba en cómo se vería el día de su propia boda. Ella quería seguir conociendo a Harry y no casarse tan pronto.

Lady Spencer deseaba creer que todo era por amor. Que el príncipe la amaba aunque fuese un poco. Lo cierto es que la vida no es como nos gustaría que fuese.

Ella estaba completamente enamorada y veía a Draco como el único hombre en el mundo... Pero esa ingenuidad no duraba mucho, despertaba de ella cuando advertía a su príncipe viendo a otro lado y sabía que pensaba en Astoria Latimer.

— Demasiado tarde. — Murmuró para sí.

— Lo es. — Daphne reconoció a sabiendas de lo que pensaba. — pero puedes mostrarle que eres ninguna niña, se una mujer fuerte, devuelve cada porrazo y ante el universo sean el mejor equipo.

— Gracias. ¿Desde cuándo sabes de ella? — preguntó Hermione.

— El reino sabe que ella lo sedujo tras muerte de mi padre... — La princesa real fue contundente con su respuesta. — esa no tiene el poder que anhela.

Hermione sonrió frente al espejo — Ni permitiré que lo obtenga, podrá mirar pero no tocar — Era ingenua y dulce, pensó en Lady Diana, fue así al principio... Pero luego despertó. Que Irónico que su matrimonio fuera igualmente de tres... Pero ella lo convertiría en uno de cuatro solo para ver a Draco sufrir.

— Los amantes no son bien vistos, pero si mantienes todo en secreto y lejos de los oídos de la servidumbre, será divertido. — Daphne observó su reflejo en el espejo. — así era el matrimonio de mis padres y el de mi abuelo. El rey es un gran aliado si le simpatizas...

Hermione sonrió, tenía una gran idea. Se convertiría en la mano derecha del Rey George VII.

Para cuando la joven regresó a casa se encontró con sus amigas de la universidad. Al parecer su padre las había dejado quedarse.

— ¿somos tus damas de honor? — preguntó Ginevra, se veía bastante alterada. — ¡ni siquiera nos llamaste para decir que estabas de novia con el príncipe! Estábamos trabajando duro cuando nos enteramos.

— Cálmate amor, le hará daño a nuestro bebé — Luna tomó la mano de la pelirroja en un intento de calmarla. — ¿pero si somos las damas de honor?

Hermione sonrió, Ellas eran la pareja más divertida que hubo conocido en la universidad. Sus mejores amigas. — Era un secreto, hasta las llamadas se filtran a la prensa... Estamos a mano ustedes tampoco me dijeron que estaban esperando un bebé. Ginny y Lu... Son ustedes las que me ocultan cosas.

La rubia sonrió. — Queríamos un bebé, fuimos a un banco de espermatozoides... Pedimos que fuera alto, rubio y de ojos azules... Y mira voy a ser madre. — toco el vientre de Ginny sobre la ropa de embarazada, la cual estaba por el cuarto mes.

— Los tres primeros meses casi me muero por las náuseas y los desmayos fueron tan dramáticos. — Ginny acarició su vientre y Luna le robó un beso. — Ahora soy feliz.... ¿tú, cómo estás?...

— Bien, supongo. — Hermione se sentó junto a ellas. — amo al príncipe pero...

— Tiene una amante. — Dijeron Luna y Ginny en coro.

— Sí... Creo que debí quedarme con el conde de conde de Wessex... Él es un excelente bailarín... Y besa de maravilla. — La joven se veía un tanto melancólica. — Lo quiero tanto, pero amo a Draco.

— Creo que es al revés. — Ginny tomó la palabra. — Amas al conde y quieres al príncipe, posiblemente con la ingenuidad que tienes encima innegablemente manipuló tus sentimientos usando la lástima a su favor.

Hermione no dijo nada, consciente que era lo que había ocurrido.

Luna la abrazó y acarició la cabeza como si se tratará de una niña. — Lo mejor de un matrimonio arreglado como el tuyo es el poder y los amantes que tendrás.

— Nada de amantes. — Ginny la miró censuradora. — Hemos venido a enseñarte que hacer para volverlo loco... Somos lesbianas, pero en los tríos aprendimos muchas cosas. Tú hermano disfrutó tanto.

Luna dejó de abrazarla — Así que presta mucha atención...

— Par de sucias, ¿qué pretenden enseñarle a Hermione? — Harry regresaba a casa con el uniforme del equipo de polo, tras de sí estaba Theodore mirando anhelante a Hermione.

— Tiene que parecer una inocente mujer el día de su boda... Pero una perra en la cama, además de otras cosas sobre cómo debe comportarse en la familia real. — respondió Luna y vio que tras él al joven que parecía muy afectado por el comentario. —¿vas a presentar a tu acompañante?

Harry puso los ojos en blanco. — Él es Theodore Mountbatten-Windsor, conde de Wessex y es también vizconde Severn. — el noble asintió con la cabeza, Harry las señaló con el dedo. — y ellas son Luna Lovegood y Ginevra Weasley... Son pareja así que no las mires.

— Encantado. — Theodore no miró a ninguna de las plebeyas, solo tenía ojos para su amada que lo veía con abatimiento. — Lady Hermione... Me gustaría hablar con usted.

— Hágalo con respeto que es una mujer comprometida. — Luna dijo con intención de recordarle la posición de la Dama.

— y muy enamorada. — continuó Ginny, por que el hombre no había parecido para nada interesado en ellas. La mayor parte del tiempo ellas eran el centro de atención.

La mencionada se levantó silenciosa — Sígueme Theo.

Ambos se retiraron a los jardines traseros, donde nadie podría verlos ni oírlos.

— ¿es cierto que sales con la princesa? — preguntó Luna. — ¿Crees que le importaría hacer un cuarteto?

Harry respiró profundamente. — A mí sí. ¿Por qué vinieron? La última vez que las vi casi...

— hacemos qué el príncipe conozca a tu hermana. — Ginny le sonrió. — pero tú eres un patán celoso que no la dejó salir y olvidar a David.

— No era la manera, ella jamás había tenido un novio, fácilmente hubiera caído en las garras del príncipe y estaría a cargando sobrinos — Harry no hubiera soportado ver a su hermana de 17 años con al aquel entonces príncipe de 24 años. Me parecía que mi amada hermana se hubiera convertido en una amante.

— Está vez todo sucede como el Rey quiere y tú no puedes mover un dedo otra vez. Seremos sus damas, estaremos al servicio de ella. — Luna decidió cortar la conversación. — Va a casarse por conveniencia así que vamos a...

Harry asintió — Es la orden del Rey, lo entiendo... No haré nada esta vez.

— El rey nos envió, las leyes y etiqueta estricta de palacio. Enseñarle como encubrir una infidelidad. — Luna asintió.

—Nada de infidelidades, Lady Hermione no va a engañar al príncipe. Vamos a hacer de ella una mujer fuerte. Le daremos clases de oratoria — Ginny explicó. — podrá transmitir todo lo que siente a través de su voz en medio de un discurso. Le daremos ayuda para manejar su temperamento... La haremos fuerte y orgullosa. Todo en lo que el Rey George desea De la futura Reina. Hermione será la fuerza tras el Soberano en el que se convertirá Draco.

Harry asintió, el plan del rey siempre fue que su hermana se convirtiese en la reina — Siendo así estaré más que agradecido, mi hermana es tan ingenua... — miró a las mujeres con aprecio recordando cuánto las amó cinco años atrás.

Muchos años atrás el Rey había elegido a Hermione como la futura reina consorte en caso de que su nieto se convirtiera en un mujeriego. No se equivocó. Así que envió a dos jovencitas que eran hijas de las cocineras a la universidad...

Lady Spencer sabía de la posición de sus amigas, pero claro, no tenía conocimiento de las intenciones. Su amistad se convirtió en verdadera. Luna era muy liberal y abierta a ideas sobre el cambio de parejas, mientras Ginny era muy seria en aquellos temas. Eran el dúo perfecto para hacer de consejeras y damas al servicio de la futura princesa.

Un plan orquestado por el rey que conocía perfectamente los gustos de su nieto, solo era cuestión de elegir la Fotografía más hermosa de Lady Spencer.

Por otro lado Theo le contaba a su amada que habiendo sido ganadores del concurso de Rock and Roll debían presentarse en palacio para el cumpleaños del rey George VII. Dar una función con 4 bailes. Hermione deseaba usar un reemplazo, pero el rey la había pedido a ella en la carta que mostraba.

La servidumbre de la mansión Spencer dejó pasar a Draco con su camioneta, luego lo condujeron al salón donde Harry bromeaba con dos mujeres.

Ellas le hicieron una reverencia. El príncipe las reconoció como hijas de las cocineras y personal de confianza de su abuelo.

Harry solo inclinó la cabeza para no verlo a los ojos. — Buenas noches, Su alteza Real.

— Puedes verme a los ojos. — le ordenó. — de todos modos pronto serás parte de mi familia. Dime por mi nombre, no hace falta tanta cortesía.

— Entendido, Draco. — asintió Harry.

— ¿Dónde está mi novia?— el príncipe miró a Luna.

La rubia se sintió observada, dudó en responder, pero realmente no podía negar la información al príncipe. — Salió a caminar con el conde de Wessex en el jardín trasero, Su alteza.

—¿sola? — él sintió celos y molestia.

— así es señor. — Ginny se sentía avergonzada por su ingenuidad. — lo sentimos. No debimos...

— Maldita sea. — Draco se sentó junto a Harry. — ¿Crees que está enamorada de él? ¿Me dejará?

El joven Spencer no sabía que pensar. — Mi hermana no romperá esa promesa, si fuera algo romántico con ella estoy seguro que solo pensara en usted...

— ¿romántico? — Draco miró a las mujeres. — ¿soy grotesco?

Ambas mujeres se miraron sin saber que responder, para el príncipe esa fue una afirmación. Para él la manera en que le pidió matrimonio a Hermione fue romántico, le gustaba tocarla y abrazarla... Le gustaba, era una chica muy dulce y tierna... Pero a veces ella lo trataba de manera distante y fría. Lady Spencer no era como Astoria, era mejor y le gustaba... Pero ella insistía en rechazarlo. Quedó herido cuando respondió de mala manera en la entrevista en cuanto a sus sentimientos.

— Solo muestra más afecto por mi hermana, tal vez podrías decirle lo que sientes de manera directa. — Harry aconsejó. — Nuestra madre de educó para no unirnos a la realeza, así que debe de dudar por cómo comportarse contigo.

Hermione y Theodore regresaron hablando animadamente sobre que bailes realizarían.

Su Alteza Real, hizo una rápida comparación entre su prometida y Astoria, La señora Latimer era más baja, su físico parecía ser el de una mujer mayor, no como el de su prometida que parecía una muñeca de porcelana con su cabello perfectamente peinado.

Cuando Hermione lo miró quedó sorprendida. —¿cariño?

Draco se puso en pie tan rápido como pudo, se acercó a ella. — Te extrañé tanto. — La besó en la frente con delicadeza— veo que mi primo me hizo el favor de cuidarte.

Theo solo asintió con la cabeza. Envidiaba al príncipe, como deseaba poder raptarla, convertirla en su esposa, recordarle lo hermosa que era y obsequiarle los girasoles que tanto le gustaban, sería un gran esposo para ella, sería todo lo que su primo jamás podría ser para su amada.

— Sabes quiero hacer algo por ti... — Draco llevó a su prometida uno de los salones, sin saber a dónde iba se metió a la biblioteca donde le susurró al oído —¿vas a dejarme?

— No...

— Tu hermano me hizo notar que soy un hombre muy... Grotesco...— La acorraló contra la puerta. —No prometo ser siempre fiel... Pero al menos durante los primeros 5 años prometo ser solo tuyo.

— Draco... Yo...

— No soy el modelo de hombre perfecto... Pero si no logro amarte profundamente al menos quiero que haya amistad entre nosotros, no pienso darte el divorcio jamás. — recargó su cabeza en el cuello de Hermione. — quiero que lo nuestro funcione.

— Yo también deseo que nuestro matrimonio funcione. — Lady Spencer alzó las manos para acariciar la cabellera rubia de su prometido. — Yo estoy... — ¿enamorada?, no diría eso, terminaría dándole el poder. — muy feliz de que tengamos el mismo deseo.

El príncipe se enderezó. — ahora dame tu teléfono.

Hermione dudo, pero sacó su teléfono del bolsillo y se lo puso en las manos, no usaba ningún tipo de contraseña.

Draco buscó la aplicación de la cámara. La abrazó y comenzó una pequeña sesión de fotos, para luego ponerlas como fondo de pantalla del teléfono, fotos de perfil en cada red social que encontró.

En el caso del príncipe que no contaba con ninguna red social más que WhatsApp, usó las fotos como foto de perfil y de pantalla.

— Ahora sí somos una pareja muy íntima. — Draco le sonrió, besó su mejilla. — Bien, Mione... Me gusta decirte Mione... Más que Hermy. — vio cómo su prometida puso cara de terror. — serás Mione para mí. — le robó un beso.

— Prefiero que me digas Mione... Hermy era la manera como mi madre me llamaba, es doloroso recordarla... — La joven bajó la mirada.

—entiendo. Antes de salir de aquí, tengo que decirte que soy muy celoso y no admito que salgas con mi primo, sé lo que él siente por ti... Y entiendo por qué. — Draco quería dejar sus intereses de la corona a un lado, sí, debía de admitir que le molestaba la presencia de su primo. — Si te veo con él voy a... ser nada caballeroso.

— Si yo te veo o me entero que sales con Astoria Latimer te aseguro que me verás con él. — Hermione le sonrió tan dulce que él quedó admirado.

— Entendido, su alteza. — dijo el príncipe como si le hablase al comandante de un pelotón. — Lovegood y Weasley han venido a enseñarte cómo vas a comportarte de ahora en adelante en público... Y yo he venido a robarte... Quiero besarte en tu habitación...

Hermione se puso roja, las mejillas eran rojas — Draco no voy a tener... Hacer...

El príncipe se avergonzó. — Temo que si me dejas ir iré corriendo a buscar a Astoria, me gusta esa mujer y no ha dejado de llamarme desde que nos comprometimos. Quiero intentarlo contigo antes de hacer alguna estupidez. No voy a aprovechar nada, viéndote dormir estaré satisfecho. ¿Puedo quedarme contigo hasta nuestra boda?

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