En el mes de marzo, Draco se encontraba en el castillo de Balmoral, en compañía de Lady Hermione, ambos se encontraban en la semana de cacería y pesca algo que ella disfrutaba.

El príncipe la vio en el jardín jugando con uno de los perros del castillo, Aprovechó que se encontraba distraída esperando que el can regresara. Él sacó un anillo... El famoso anillo de zafiro que perteneció a Diana, Princesa de Gales. Una herencia familiar para las reinas consorte iniciada por Carlos y posteriormente continuada por Guillermo y Kate, luego su abuelo George y su abuela. Luego su padre y su madre... Hasta él.

El príncipe tomó la mano fémina y la miró a los ojos mientras ella guardaba silencio por la emoción. ¿Qué mujer no se emocionaría al encontrarse en esa situación? — Te prometo que siempre antepondré tus deseos y necesidades por sobre los demás. Te prometo que siempre estaré cuando me necesites. Te prometo que seré el mejor amigo que tendrás. Te prometo que trabajaré para que seamos un equipo. Te prometo que seré el mejor padre para nuestros hijos. Te prometo que te voy a proteger. ¿Aceptarías ser mi princesa y esposa?

— Yo, yo... — Hermione recordó las palabras de Theo. «Debes hacer lo correcto, me quieres... Pero lo amas a él, si algo sale mal yo estaré para levantarte, te voy a esperar... Porque yo te amo», tomó una bocanada de aire — acepto casarme contigo. — dejó que Draco la besara y ella disfrutó de aquel contacto.

Iban de la mano cual dos estudiantes de secundaria, felices, se veían muy enamorados, como si no hubiera más que ellos en el mundo.

Días después estando en la mansión Spencer, Hermione repasó todo lo ocurrido, fue cuando notó que el príncipe de alguna manera se las había ingeniado para hacer una proposición sin decirle que la amaba y le sería fiel. Cayó en la trampa que la ataba a un príncipe que sólo quería su vientre para ganarse la popularidad por ello regresaría a su plan original que era usarlo para acercarse al pueblo, para tener unos hijos preciosos. Le sería infiel si él.... Lo era. Un punto que le dejaría claro después de la boda. Si Draco tenía a Astoria como su amante, entonces Hermione se lo propondría a Theodore.

— Soy una idiota —se quejó, veía el jardín por la ventana de su habitación. — Infidelidad por infidelidad.

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Todo Reino Unido estaba emocionado por el compromiso de la pareja, los tabloides casa vez los perseguían más y especulaban. Con titulares como:

« ¿Hermione Spencer es la nueva Lady Diana?» «¿Le depara una muerte trágica a la novia del príncipe, tal como a Diana de Gales?» «El pueblo tiene una nueva reina de corazones: Hermione Spencer, dueña de una sonrisa dulce» «¿Romance verdadero o es una farsa de la familia real?».

Fuere como fuere el pueblo estaba enamorado de la imagen de Lady Spencer, tan dulce y elegante con su cabello castaño, era la mujer más hermosa desde Diana de Gales que se unía a un príncipe. Era la elegancia hecha mujer y perseguían para verla. El pueblo soñaba con ver otra boda real.

"Dar una entrevista es fácil", Draco le susurró al oído a Hermione cuando tuvieron a las cámaras de muchos reporteros frente a ellos, anunciaban su compromiso en el palacio de Buckingham donde el rey fue feliz de dar la aprobación a la pareja.

— ¿cuándo van a casarse? — Preguntó una periodista.

— En junio. — respondió Hermione con una dulce sonrisa mientras era sostenida por la cadera por su prometido.

—¿están enamorados? — preguntó un reportero.

Draco miró a Lady Spencer como si fuera lo único que existiera en el mundo. — Por supuesto.

— Sí, lo que sea que eso signifique. — Hermione dijo con una sonrisa y luego miró con frialdad al príncipe. Astoria se encontraba entre todos los periodistas observando con odio a la pareja.

El príncipe mostró un atisbo de sorpresa en sus ojos que desapareció tan rápido como llegó, debido a que se sintió traicionado. Respondieron varias preguntas más, dijeron que se conocieron en una fiesta de amigos en común y demás inventos del príncipe.

—¿por qué dijiste eso de: "lo que sea que eso signifique"? — preguntó él cuando se encontraban solos en uno de los salones de Clarence House, la residencia del príncipe. — me has hecho quedar como el idiota más grande de Inglaterra.

— Draco. — ahora que Hermione era la prometida podía dejar los formalismos ya que sería parte de la familia real. — Tu amante Astoria apareció delante de todos.

— ¿y eso que? — él ni siquiera se molestó en negar a Astoria.

Hermione respiró profundamente, no quería parecer herida, aún recordaba el golpe que le dio esa bruja — Sé lo que pasa entre ustedes, me lo dijo hace mucho.

El príncipe se sentía incómodo más no lo demostró. — ella no me interesa, yo te amo a ti ¿por qué más me casaría contigo?

«Porque me necesitas para ser rey», pensó Hermione. — No la quiero cerca, no quiero verla en ningún evento nuestro.

Draco miró seriamente a su futura esposa, le estaba poniendo a prueba y él claramente no lo notaba — eso es algo que no puedo prometer, ella es parte de los nobles y...

— El rey George la detesta, tu hermana de igual manera... Fue esposa de un Barón... que se haya quedado con el apellido no la hace parte de los nobles — Hermione respiró profundo y le dio la espalda. — Yo soy la hija del Conde de Spencer: Lady Hermione Jean Frances Spencer. Si no puedo decidir quiénes son los invitados de mi boda no me queda más que cancelar...

— No. — el príncipe trató de mantenerse relajado, se sorprendió que otro nombre de Hermione fuese «Frances». Él tenía 4 nombres así que su sorpresa no duró mucho. — Te prometí anteponer tus deseos por sobre los demás... Así que ella no estará cerca.

— Gracias. Ahora me voy. — Ella le dio un beso en los labios. Draco correspondió y la abrazó para convertirlo en un beso profundo y apasionado. — Parece que sólo quieres sexo. — murmuró contra los labios del príncipe.

— cariño, Necesito..., te necesito... Y quiero hacer el amor. — Draco empezó a acariciar los muslos de la joven.

Hermione dio un paso atrás. — No hasta la luna de miel, guarda las energías. — le robó un beso y volvió a hacerse hacia atrás. —si me disculpas tengo clases qué dar.

—Dejaras de trabajar cuando...

La joven sonrió con tristeza. — Lo sé, pero mis afectos por ti me hicieron caer.

Cuando se retiró Draco se quedó pensando, Astoria iba a gritar en cuanto supiera que no estaría invitada a la boda. Aunque dudaba que su abuelo le permitiera acceder a la ceremonia. La extrañaría pero debía intentar algo con Lady Hermione antes de volver a los brazos de su amada.

Pero iba a disfrutar viendo como Theodore veía a Hermione casándose con él, porque lo nombraría su padrino de bodas. Logró alejarla de su estúpido primo y ahora era suya.

— Te he ganado, idiota. — Susurró feliz.

Claro que el príncipe no sabía que Theodore estaba dispuesto a hacer lo que sea por Hermione incluso convertirse en su amante. Ningún título iba a ordenarle menguar sus sentimientos. La había robado sí, pero a medias.

La futura princesa no era ninguna Estúpida Enamorada... Amaba al príncipe y cumplía con las órdenes del rey. Sería la reina consorte, pero tendría un amante predilecto en cuando Draco se llevase su virginidad.