Gracias a Dios Julia no se dio cuenta de nada, pues si se enteraba podía alterarse muchísimo y causarle daños mortales (ahora si) jamás perdonándomelo, pero esa mañana sucedió algo insólito, ya que el bebé de Julia se había movido, era la primera vez que le pasaba, por eso mismo no tuvo la cautela de decirlo frente a todos los ahí presentes.

Fue ahí cuando todos se rieron y algunos se sorprendieron por la noticia de que la pobre de Julia estaba embarazada dando como resultado que al algunos dijeran sobre su ingenuidad por dejarse embarazar, pero como Julia ignoraba las cosas negativas desde que nació prefirió quedarse en silencio viviendo la emoción para ella misma.

--¡Ohhhh!, ¡Miren todos, mi bebé se está moviendo! --dijo Julia muy feliz saltando de la alegría al sentir el milagro de la vida dentro de ella.

--Ja,ja,ja, miren a la idiota que se dejó engañar, ¡Qué tonta eres de verdad! --decían algunas compañeras de clase burlándose de ella cruelmente.

--¿Qué?, ¿Estás encinta?, acompáñame, iremos con la directora, mira que estar en ese estado sin que nos diéramos cuenta. --decía la profesora muy molesta tomándome del brazo dirigiéndonos hacia la dirección de inmediato.

Según la misma profesora lo que había hecho Julia era muy grave pues el que estuviera encinta a sus apenas 15 años era un mal ejemplo para las otras chicas ocultándolo de todos excepto de Ángela en quien confió ciegamente.

En la dirección, mandaron a llamar a Ángela y su hermana Eloisa quienes eran profesoras también y a la profesora Beatríz, ya que las 4 eran testigos del embarazo de mi hija ahí presente.

--Bien, pasen por favor. --decía la directora bastante enojada con Julia.

--¿Quiénes son?, ¡Ohhhh!, ¿No irá a llamar a mi madre verdad? --preguntó Julia volviendo a estar en shock temiendo lo peor con ella.

--Así es señorita Yapp, su madre está en camino y sus profesoras están presentes para confesar qué exactamente sabían de esto. --dijo la directora que era monja cruzándose de brazos.

En ese momento Ángela y yo sin querer vimos a los ojos a la pobre de Julia y es ahí cuando mi pequeña Mariangel despertó, pues logró recordar quiénes eran en verdad.

Recordó como Ángela, principalmente la arrullaba por las noches cuando era una bebé, como Beatríz le cantaba para que se tranquilizara y como Eloisa le hacía té de infusiones medicinales para que se curara.

Recordó que, ellas 4 eran SUS TÍAS por la elección de su madre, pues justo ahí, recordó su nombre real:

"Mariangel Isabel".

--¡Ohhhhh!, ¡No puede ser verdad! --exclamó Julia de repente llorando mucho frente a ellas.