Plagga espero paciente toda una semana, incluso dispuesto a ir con Nathaniel en plena clase para hablar con él y saber que había pasado. Pero nada, parecía que al chico se lo trago la tierra, por qué dentro de toda esa maldita semana, no apareció, no fue a clases, ya no vivía dónde siempre, no tenía ninguna manera de localizarlo, y preguntarle a Eidrien no era una opción.

Se la paso de clase en clase, de maestro a alumno, de alumno a maestro, en busca de alguna información útil acerca del paradero del pelirrojo pero nada, pareciendo como si nunca hubiese ido a esa escuela siquiera, o que de plano a nadie le importaba si faltaba o no.

La desesperación crecía en su pequeño cuerpo, y para acabar, él ni siquiera sabía por qué estaba tan preocupado por saber del chico, solo sabía que si seguia así iba a terminar explotando. Estuvo de mal humor durante el resto del día, extrañando a Eidrien cada vez más por su comportamiento durante toda esa semana, que incluso, Plagg no comía queso más que el necesario.

Era en serio, ¿Plagg rechazando el queso? ¿El queso? Por favor, era demasiado, ya hasta pensaba llevarlo a un veterinario o algo así para que lo checaran, cosa que obvio no podía hacer pero que no parecía mala idea.

—Vamos Plagg, ¿Que tienes? Puedes decirme.

—Estoy perfectamente niño.

—Ambos sabemos que no es verdad, llevas con este raro comportamiento toda una semana, ¿En serio no te sientes mal? ¿Hay algún lugar donde pueda llevarte o algo así?

—Si hay un lugar, pero no necesito que me lleves ahora —suspiro con hastío, era ahora o nunca—. Oye chico, ¿Sabes que pasó con el que dibuja? Ese niño pelirrojo de tu salón.

—¿Quien? ¿Nath? —El Kwami solo asintió—. Creo que se mudó y por eso no ha podido venir o algo así, ¿Por qué lo preguntas?

—Solo me entró la curiosidad, los gatos somos muy curiosos, ¿Sabes? Además estaba aburrido en clase hoy, por lo que me puse a ver qué hacían tus compañeros y note que no estaba ese muchacho dibujando o perdiendo el tiempo como siempre —se excuso mostrando toda su expresión de poco interés, fingida, claro está.

—¿De acuerdo? Bueno, escondete, ya tocan las últimas clases —el Kwami obedeció, y el rubio nada convencido por las palabras del gato, entro al salón, sin darle más vueltas al asunto.

—Y... ¿Sabes a donde se mudo? —. Pregunto al llegar al cuarto de su portador, alargando la y, fingiendo desinteres.

—No Plagga, no lo se —, suspiro con cansancio—. ¿Te das cuenta que me has preguntado tres veces lo mismo el día de hoy?

—¿Que cosas dices? —hizo demencia, a pesar de que no, no había notado que era cierto lo que decia, habiendole preguntado lo mismo de forma diferente durante tres ocasiones.

—No te hagas Plagg —se sento en su cama, mirando a la criatura volando frente a él—. ¿Tu interes tiene algo que ver con tus escapadas nocturnas? ¿Tiene algo que ver Nathaniel en esto?

—¿De que hablas? Niño, creo que los rechazos de LadyBug te estan afectando de...

—¡Hablo en serio Plagg! —Le corto a media frase, mirandole lo mas serio que pudo—, no creas que soy tan distraido —bufo al notar que aun queria verle la cara—. Se que desde que Nathaniel no va a la escuela no has hecho ninguna de tus salidas, ademas de tu tan raro humor que cambio de la noche a la mañana desde entonces.

Plagga se quedo en silencio, no teniendo excusa, subestimo al chico, y lo sabia bien. Solto un suspiro, pasando de largo al joven para irse acostar a su amada almohada, ignorando los cuestionamientos que el chico le acaba de lanzar.

—¿Ignoraras el tema? Eso solo me da la razón, ¿Lo sabes?

Eidrien apago la luz de la habitacion al ver que no tendria explicaciones a sus dudas, por lo menos no en ese momento, no estaba dispuesto a dejar el tema de lado por mucho tiempo, dando tregua ese dia al sentirse cansado. Despues de todo, el día fue por completo cansado, teniendo que hacer muchas de sus clases y sus secciones, inutiles para él, de fotos.

El mañana seria otro día...

Eidrien le dice Plagg a Plagga como de cariño, por eso no se extrañen que a veces lleve la a o no