Capítulo 17: Colors (reprise)
A veces me siento como un disco rayado, repitiendo una y otra vez las mismas escenas en mi cabeza. Revivo momentos que una vez formaron parte de mi vida. Algunos me dan paz, otros me producen melancolía, y otros son tan amargos que tengo que cerrar los ojos para intentar suprimirlos. Eso provoca que suela hablar de los mismos temas todo el tiempo. Soy como un reproductor de películas viejo, siempre reproduciendo viejos recuerdos. Mis amistades se sorprenden de mi memoria, incluso la admiran, pero si supieran que trae más penas que dichas, no hablarían tan abiertamente de lo que quieren.
Miro mi entorno. Estoy en mi propio apartamento, con cosas no tan costosas, pero que para cualquier persona podrían considerarse un lujo. Sin embargo, nada de eso es suficiente; se siente vacío de alguna manera. Es difícil valorar y apreciar lo que tienes cuando anhelas algo más. De cualquier forma, esa misma sensación de querer ser yo y de vivir mi vida ha estado presente por mucho más tiempo del que quiero recordar. Mi familia siempre ha sido acomodada, viviendo bien, sin excesos, pero para determinados ojos eso puede parecer un lujo. Cuando era un niño, o incluso un adolescente mimado, no lo entendía, pero ahora, de adulto, por supuesto que sí. Uno nunca es consciente de lo verdaderamente afortunado o desdichado que es hasta que se compara con la vida de otra persona. Incluso tus problemas pueden ser insignificantes en comparación con los de alguien más, o viceversa.
Suspiro. Han sido demasiadas emociones últimamente. Me gustaría tener una especie de respiro. Mi melancolía siempre había sido solitaria y sin grandes eventos, pero ahora es una fiesta con situaciones que no paran de suceder. También es cierto que yo he propiciado la mayoría, pero realmente estoy tan desesperado que grito por ayuda, y lo único que obtengo es una puñalada más profunda.
Mi ghosteador todavía no ha respondido mis mensajes. Una parte de mí aún lo espera, aunque me cueste aceptarlo. Incluso cuando llega un nuevo mensaje, contengo el aliento esperando que sea él, pero la sensación se desvanece rápidamente al ver que es otra persona.
"¿Viste sus fotos?"
Es un mensaje de Königin. Debe tratarse del chico de ese tono de color. Como no tiene redes sociales, voy directamente al perfil de su esposo, y mi corazón se rompe en mil pedazos, como si hubiera sido traicionado de la forma más despiadada posible.
"Blaubeuren. No puedo creer que haya sido capaz de hacer eso". Leo su mensaje con las lágrimas amenazando con salir.
Blaubeuren era el lugar donde tuvimos nuestra primera cita y al que, durante años, siempre anhelamos regresar. Habíamos creado tanta añoranza por ese lugar que ahora siento una repulsión tremenda hacia mí mismo.
Lo veo sonreír en las fotos junto a él, en las calles, el lago, e incluso en la cafetería donde nuestra historia de amor comenzó. No debería afectarme, pero me duele tanto que las náuseas comienzan. Intento contenerlas y alejarme del baño, pero en mi cabeza comienzan a reproducirse escenas de él siendo feliz en Blaubeuren con otra persona, y mi corazón se destruye todavía más.
Las lágrimas salen sin remedio. Me cuesta controlarlas cuando me doy cuenta de cuánto me duele que haya seguido adelante de esta manera. Era nuestro lugar, pero ahora ya no es mío, y nunca más lo será.
Cubro mis ojos con las manos, tratando de contener las lágrimas. No sé si la vida está jugando una mala broma conmigo o si simplemente este no es mi mes. Parece que estoy haciendo algún reto para unirme a una fraternidad que promete ayudarte a encontrar el amor verdadero, pero que no le importa si sus miembros mueren en agonía.
No entiendo. ¿Por qué? De todos los lugares a los que podías ir para tu aniversario, ¿tenía que ser el nuestro?
Mis pensamientos confusos comienzan a divagar. No sé por qué me afecta tanto si ya habíamos terminado hace mucho tiempo, pero de alguna forma lo hace. Quizás sea porque he estado sensible toda la semana o porque realmente todavía tengo sentimientos por él. Y ¿cómo no tenerlos? Nadie más tiene los colores que me hicieron sentir lleno de vida. Jamás volví a sentir ese resplandor azul, ni volveré a sentirlo.
Me dejo caer sobre la mesa porque no puedo soportar más la sensación de náuseas en mi cuerpo. Quiero ir al baño a expulsar estas emociones y sentir un poco de alivio, pero me obligo a permanecer sentado, con la congestión y las lágrimas amenazando con acabar con la última fibra de mi débil existencia.
Pensándolo bien, es patético de mi parte ponerme triste y hacer esta escena cuando fui yo quien le rompió el corazón. De hecho, es su esposo quien está arreglando todo lo que yo destrocé. Debería estar feliz porque encontró a alguien mejor que yo, lo cual no creo que sea tan difícil.
—Debes querer reemplazar los recuerdos de alguien que te destruyó con los de alguien que te sanó —murmuro, mirando aún su rostro sonriente. Intento imaginar que soy yo a quien abraza, pero ni siquiera en mi mente puedo crear un montaje así. Estoy tan vacío de color que no puedo encajar en ese retrato tan lleno de vida.
Pensar en los colores me hace recordar nuestra canción, esa que nos dio nuestros apodos y que estaba entrelazada en nuestra vida como un talismán protector. Nunca pensamos que podría dejar de hacer efecto.
Quiero gritar hasta quedarme sin voz. Me siento tan enfermo de tristeza que quiero contratar a un sacerdote para exorcizar todo este dolor, aunque probablemente moriría gritando por lo podrida que está mi alma.
Vuelvo a ver la foto antes de incorporarme. Me limpio las lágrimas y los mocos con el brazo, sintiendo cómo una furia intenta abandonar este cuerpo que no para de sufrir.
—Espero que la pases mal en Blaubeuren —le grito al teléfono—. Y ruego que te pongan Colors en el restaurante. Te emocionarás, lo sé, pero también te darás cuenta de que él es demasiado rosa para entender una canción que era parte de nuestra trágica historia de amor llena de sueños que nunca se cumplirán. Te mirará confundido y tú, avergonzado, te callarás con mi recuerdo, que tanto estás intentando reemplazar.
Me termino de limpiar las lágrimas. Mi corazón está envuelto en un caos.
"¿No te sientes en un déjà vu cuando estás con él en Blaubeuren? ¿O era precisamente eso lo que querías sentir?", pienso, como he hecho en innumerables ocasiones. Es el único lugar donde nuestras conversaciones acababan juntos. Ahora, solo intento mantenerme a flote.
Miro hacia la caja con el aparato para acceder al videojuego. Es de inmersión total, por lo que, una vez dentro, podré desconectar de esta vida. Quizás eso es lo que necesito. Dejo un mensaje a Chanel, explicando en detalle lo que haré en un par de horas. Le aclaro que el juego puede ser aburrido y que tal vez regrese, pero por si alguien pregunta por mí, pueda responder para que no se preocupen. Aunque, siendo honesto, no creo que haya muchas personas que realmente se interesen. Después de todo, llevo aislado tanto tiempo que muy pocos se han acercado a preguntar si estoy bien.
Aparto esos pensamientos de mi mente. Ya no quiero más experiencias amargas. Estoy agotado emocionalmente por hoy. Necesito desconectar mis sentimientos y olvidarme de que existo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top