Final Pt.1

Jisung nunca se había enamorado.

Obvio, sí, había sentido alguna atracción hacia Chan, y a Jeongin lo quería cómo a pocas personas, y por supuesto que las personas con las que tenía sexo tenían que ser de su gusto. Pero no se había enamorado, la expresión la sentía profundamente radical.

El amor. Vaya sentimiento problemático, pensó mientras salía del salón.

Jisung amaba muchas cosas. Amaba a su madre, amaba bailar y cantar y, aunque a veces lo negara, amaba a su complicado padre.

Y claro, amaba a Lee Minho.

Recordaba que tuvo mucho miedo de decirle a Minho sobre su sexualidad por miedo a alejarlo, pero no hizo falta ya que una tarde, mientras ellos jugaban a la guerra de agua con los demás, Felix le preguntó a Jisung si le gustaba alguna chica.

Él se sonrojó escandalosamente, pero, sin darle tiempo a entrar en pánico o inventar alguna excusa, Minho le arrojó un globo a Felix y lo abrazó por la espalda, dijo:

—¡A Jisung no le gusta ninguna chica! Él es mío.

—Lo dices como si te molestara —dijo Hyunjin riéndose y recargando su arma.

—No me molesta porque a él no le interesan las niñas. Y aún si lo hiciera, ¡soy mucho más bonito que cualquiera de ellas!

Jisung había sentido su cara estallar en rubor, escandalizado porque su mejor amigo supiera de su orientación sin habérselo dicho. Se asustó, pero la risa de Jeongin lo distrajo.

—Estás como Yeji cuando Hyunjin tuvo su primer novio —dijo divertido.

—Oh, sí. "Ningún reproductor de testosterona va a quitarme a mi hermano" —imitó Changbin, tratando de hacer una voz afeminada.

—Pues en este caso, ningún chico va a quitarme a mi mejor amigo. Jisung es mío —alardeó Minho antes de dejar un beso en la mejilla de Han.

Entonces el menor supo que todo estaría bien. Que Minho lo amaba sin importar otra cosa que no fuera estar siempre juntos. Y eso estaba más que bien, porque Jisung lo amaba cómo a nada y no tenía intenciones de irse de su lado.

Pero ahora... se sentía como si todo el inmenso amor que le tenía a Minho se volviera en su contra, gritándole en la cara lo has arruinado todo.

Él no debería haber aceptado la propuesta de Minho, el sexo era una cosa tan contraproducente de vez en cuando, que él tuvo que detenerse a pensar dos segundos antes de acceder, sólo por querer ayudar a su Minho con su novia de entrepierna defectuosa.

Él de verdad había sido tan bobo para creer que un gay podía tener relaciones con su amigo sin enamorarse. Iluso, era tan iluso. Un iluso con el corazón roto en la mano.

Viendo hacia el pasado, quizás nunca debió permitir que Minho fuera tan afectuoso con él, por donde lo viese no resultaba seguro. Pero Jisung no había podido hacerlo; al principio no hubo ningún problema; Minho era empalagoso, pero su afecto desbordaba ese sentimiento de amistad que difícilmente te permitía verlo como algo más sin importar su físico. Así que Jisung ilusamente -tontamente, estúpidamente- decidió dejarlo así, escudándose con que no sería el típico chico gay que se enamora de su muy simpático mejor amigo.

Noticia de último minuto: Él lo era.

Se limpió las lágrimas que comenzaban a bajar por su rostro mientras apuraba el paso. Aún estaba en la universidad y no quería...

—Hannie —Fantástico.— ¿Estás bien?

Jisung se aseguró de haberse quitado las lágrimas y, poniendo una inestable sonrisa en su rostro, se giró para encontrarse con la preocupada mirada de Felix.

—Obvio, Lixie. ¿Por qué?

Felix frunció los labios tanto, que su boca terminó pareciéndose a un triángulo. Viéndolo así Jisung entendía por qué Minho siempre lo molestaba diciéndole lo tierno que era.

—Estás llorando. —Observó inseguro.

Jisung se mordió el labio inferior. Optó por hacer cualquier broma. —Es que estoy en mis días. Cosas de gays, ya sabes.

Felix no se rió. — Jisung, hablo enserio. Te ves... no muy bien.

—No quiero hablar de eso, Felix —murmulló, sosteniendo la tira de su bolso con más fuerza. —Pero no es nada grave, sólo... sólo fue un problema con Minho.

—¿Un problema con Minho? —Felix jadeó, sorprendido— ¿Y me dices que no fue nada grave? Joder, Jisung. Desde que te conocemos nunca has peleado con Minho.

Jisung se obligó a seguir sonriendo como si de verdad no fuera nada. Detestaba lo cierto que eso era; las discusiones entre Minho y él nunca pasaron a mayores, mucho menos hasta el punto en que Jisung llorara en plena universidad.

—No fue una pelea, nada más un desacuerdo pequeño —Felix abrió la boca para cuestionarle algo, pero Jisung fue más rápido. —No estoy llorando por eso. Aún me duele la pierna del otro día, y creo que me la molesté jugando fútbol en la cancha. Voy a ir al médico para chequearme.

Felix siguió con esa mueca dudosa, pero terminó asintiendo y, tras decirle que cualquier cosa le enviara un mensaje, se fue hacia la sala de prácticas.

Jisung suspiró dejando ir la sonrisa. Se dio la vuelta y prácticamente corrió hacia la salida, sin ánimos para enfrentarse a alguien más y tener que excusar sus mediocres lágrimas.

Tomó el autobús hasta su casa, y durante el camino iba viendo por la ventana, pensando en qué debía hacer ahora que su amor por Minho por fin se había vuelto algo inconveniente.

Cuando entró a su casa, escuchó a sus padres discutir por algo relacionado a él. Sonaba grave, ya que casi podía notar como la voz de su mamá empezaba a quebrarse. Esto definitivamente no ayudaba en nada a su estado de ánimo, pero Jisung no tuvo más opción que acercarse a la cocina a averiguar el porqué de la contienda.

—¡Son veinticinco años de matrimonio! —chillaba Sooyoung — ¿De verdad prefieres no celebrar nuestro aniversario sólo por no querer dejarle la casa sola a Jisung?

—No voy a exponer mi casa a las morbosidades de nuestro hijo. ¿Te imaginas lo que dirán los vecinos cuando Jisung empiece a traer hombres y hombres mientras estamos fuera? Jisung puede ser maricón, ¡pero de ahí a ponerlo en un letrero en el techo!

Jisung sonrió tristemente, apoyando la espalda en la pared más cercana.

Quizás de verdad estaba en sus días, las hormonas eran una buena razón para las ganas de llorar que lo arrasaron de nuevo. Nunca había prestado gran atención a las palabras de su padre, pero ahora, por algún motivo, le dolían más que nunca.

¿Hombres y hombres? Bah, a Jisung le gustaría poder hacer tal cosa siendo sinceros. Poder acostarse con cualquiera espontáneamente, en vez de desear a una persona que ya no podría tener.

Y sin poder evitarlo, empezó a reír. Rió, rió alto y fuerte, sueltas carcajadas vacías interrumpieron la discusión de sus padres. Pero Jisung no pudo obligarse a detener la risotada.

Era esto o llorar, y él no quería llorar.

—Ji... Jisung, ¿qué haces?

La voz sorprendida de su mamá no lo detuvo. Siguió riéndose de esa forma tan vacía, tratando de librarse de la horrible sensación en su pecho.

—Ya se volvió loco, le han metido una polla hasta el cerebro —Su padre señaló con repugnancia.

Jisung lo miró con los dientes formando una sonrisa. No sabía qué expresaban sus ojos, que hicieron a su padre retroceder intimidado.

—No te preocupes, papá —se consiguió diciendo. —No traeré hombres a la casa, no está en mis perversiones de maricón una orgía. —Se enderezó, caminando hacia las escaleras para subir a su cuarto. Llegó al primer escalón y se detuvo— Después de todo tenías razón. —Ensanchó su sonrisa, negando con la cabeza— Terminé enamorándome de Minho, ¡pero no debes asustarte! Él no siente lo mismo —una risa corta salió de sus labios. —Demonios, ahora mismo debe estar follándose una hermosa chica. Así que... supongo que tienes razón, papá. Los gays realmente somos patéticos.

La incrédula mirada que le dedicaron sus padres fue lo último que Jisung vio antes de subir a su habitación.

Una vez adentro, Jisung fue directo a su computadora. No era mentira lo de la videollamada con Chan y a decir verdad Jisung quería distraerse de todo el asunto.

Como si fueras a conseguirlo.

—¡Jisung! —exclamó Chan apenas contestó. Se veía bastante contento—¿Cómo es-? Oh —se frenó de repente, mirando fijamente a la cara de Jisung.— Hannie, ¿qué te pasó? Te ves como si te hubieran...

—¿Roto el corazón? —dijo tristemente. —Pues, lamento decir que es así, amigo.

Chan lo miró por unos segundos antes de suspirar. —¿Quieres hablar de eso?

—Preferiría que no. —Dijo, apoyando su mejilla en la palma de su mano— Es muy cliché: un gay necio enamorándose de su mejor amigo heterosexual. Ya sabes, típica historia de Wattpad.

—¿No te parece un poco contundente comparar tu vida con una historia dónde el protagonista pasa capítulos y capítulos sufriendo por una sola persona que supuestamente nunca le prestará atención?

Jisung se encogió de hombros. Aunque sí resultaba bastante contundente.

—Es realmente dañino, pero supongo que no encuentro mejor comparación.

—¿Debo recordarte que en esas historias siempre el hetero termina correspondiendo los sentimientos del protagonista? Es igual que esos mangas shōjo en la que la chica tsundere se enamora del tipo popular que tiene millones de fans atrás de él, pero que mágicamente se involucran, y terminan encontrándose una y-

Chan de repente guardó silencio, con un pico disgustado en sus labios. Jisung le miró con curiosidad. —¿Qué tienes?

—Me estoy dando cuenta por primera vez en mi vida que realmente soy un otaku.

Jisung dio rienda suelta a una carcajada, una verdadera.

—Desde la secundaria vemos anime, hacemos cosplay y cantamos los openings de Junjou Romantica cómo si fueran el himno nacional, ¿y ahora es que te vienes dando cuenta de que somos otakus? —cuestionó divertido.

—¡Hey! ¿Me estás diciendo qué si camina como gallina, pone huevos de gallina, y hace cococó como gallina, a juro tiene que ser una gallina?

—¿Tú realmente piensas y escuchas las cosas que dices?

—No realmente —dijo inocentemente.

Jisung sonrió, sintiéndose un poco mejor. Mirando al chico bonito que le sonreía con dulzura desde el otro lado de la pantalla, se preguntó: ¿Por qué no pudo ser de él? ¿De verdad su mundo tenía que girar en torno a Minho?

—Gracias —susurró, asegurándose de que Chan le escuchara. —Hablar contigo siempre me sube el ánimo.

Chan sonrió y le guiñó un ojo. —Cuando quieras, Hannie —su tono honesto creó una duda en Jisung.

—¿No te molesta? Digo, tú y yo íbamos a intentarlo.

—Es un poco triste, pero no soy un bastardo egoísta. Si tienes la oportunidad de estar con Minho, pues aprovéchala. Sino cuando vuelva a Seúl te aseguro que te conquistaré así sea a punta de velas, agujas y rituales satánicos.

Jisung rodó los ojos, sin molestarse en siquiera preguntar cómo sabía que era Minho del que estaba enamorado. Era obvio y bastante predecible, y el que se sorprendiera por ello sería un verdadero retrasado que no los había visto juntos.

—No es muy reconfortante el que me avises que me vas a hacer un amarre, cariño.

—Cállate. Soy la persona más romántica que podrás conocer en tu vida.

—Ajá, anótalo en tu currículum —Chan le sacó la lengua mientras se reía. —Hablando de... ¿cómo va el rodaje?

Chan sonrió emocionado y empezó a contarle todos los detalles del último mes en Osaka. La serie To Be Continued tenía los sueños de Christopher Bang por las nubes, y supuestamente no paraba de recibir cumplidos dado que, como se trataba de una banda de chicos, él realmente destacaba entre el resto del reparto, aunque también habían otros que llamaban la atención -cómo su compañero de cuarto.

—Es raro que hayan decidido grabar en Osaka, ¿sabes? —comentaba. —La serie está ambientada en Corea, no entiendo por qué-

El celular de Jisung comenzó a sonar, interrumpiendo a Chan. Jisung le pidió disculpas mientras lo desbloqueaba para revisar el remitente.

Llamada entrante:
El hermano del imbécil
☑🍓


Jisung se quedó mirando el celular. ¿Qué hacía Hyunjin llamándolo? Él generalmente iba hasta su casa cuando necesitaba hablar con él, lo cual realmente no era muy seguido dado que no trataban temas que lo meritaran.

Probablemente su desconcierto era evidente, porque pronto Chan le dijo. —Uhm, podemos hablar más tarde, ¡atiende tranquilo! —Jisung lo miró apenado. —No me mires así, Hannie. De todas formas-

—¡Chan! ¿Dónde carajos estás? —una voz sumamente irritada se escuchó.

Chan tembló de pies a cabeza.

—A-Aquí, Hongjoong.

Un chico de cabello azul entró en la habitación con la cara arrugada. —¡Te estuve buscando por todo el set! Dijiste que almorzaríamos juntos —le regañó.

Jisung rió bajito al ver cómo Chan se disculpaba con el tal Hongjoong, mientras este no parecía prestarle atención y sólo lo reprendía. Terminó llamando la atención de su amigo, dado que su teléfono seguía sonando insistentemente.

—Supongo que te llamo luego, Chan—los dos chicos lo miraron. —Estamos en contacto.

—Oh, ¡sí, claro! Nos vemos luego, Hannie.

—¿Así que me dejaste solo en el set con KangJoon hyung para venir a hablar con el otro niño rata? —se quejó de nuevo Hongjoong.

—¡Ya te dije que los niños rata son los que juegan Minecraft! Nosotros vemos anime.

—¿Cuál es la diferencia?

—Ahg, ¡eres imposible!

—Adiós, Channie —rió Jisung antes de dar fin a la videollamada.

Sonrió tranquilamente, feliz de que Chan se llevara bien con su compañero de cuarto. Eso le quitaba una ligera preocupación de encima.

Miró su celular, seguía sonando por tercera vez. Se relamió los labios antes de agarrarlo y contestar.

—¿Pasó algo, Hyunjin?

—¡Hasta que contestas, perraaaaa!

Jisung parpadeó, mirando su celular para comprobar que sí había leído bien el nombre del contacto.

—¿Hyunjin?

—¡Bagh, qué Hyumjin ni qué osho cuartooss! ¿No reconoces la voz de tu estúupido mejor amigo?

Oh. Era Minho. Y estaba borracho. Genial.

Diciéndose que tenía que comportarse como siempre, sin dejar que los sentimientos fueran más fuertes que él, Jisung se metió en el papel de mejor amigo.

—Minho, pásame a Hyunjin. —Pidió suavemente, sabiendo que hablarle a exigencias cuando estaba ebrio no era buena idea. Necesitaba hablar con alguien que estuviera en sus cinco sentidos.

—Ese bastardo no sirve ni para pelar un plátano. ¡Sólo dice "Minho deja de beber, Minho deja de beber" ¡Cómo si yo no supieera cuándo dejar de beber!

Jisung sonrió con afecto. ¿Qué tan normal era que le gustara escuchar a Minho así? Siempre había sido divertido lo deslenguado que se ponía.

—Minho, pásame a Hyunjin —repitió.

Hubo un silencio en la línea, lo cual hizo a Jisung tensarse. Demasiado silencio. ¿Por qué Minho no contestaba? ¿Se habría desmayado? ¿Dónde estaba Hyunjin?

—Hey, ¿estás ahí? ¿Minho?

—¿Por qué quieres hablar con él y no conmigo? —susurró Minho, sin enredarse entre sílabas— ¿Sólo porque estoy enamorado de ti vas a cambiar de mejor amigo? ¿y por mi hermano? ¡ERES UNA PERRA!

Jisung jadeó, sintiendo su cerebro en blanco.

¿Qué había dicho Minho? ¿Sólo porque estaba enamorado de él? ¿Qué...?

—¿Minho? ¡Minho! Joder, hermano. Te estuvimos buscando por todos lados —esa era la voz aliviada de Hyunjin. —¿Qué haces con mi celular? ¿Con quién hablas?

Hubo un sonido sordo en la línea, como si el celular estuviese chocando contra algo.

—¡Quédatelo! —Minho gritó, sonando quebrado y furioso— ¡Te lo regalo, a él y sus lindos ojos y... y sus mejillitas, y su culo estrecho! ¡Quédatelo!

Hyunjin balbuceó un '¿qué?' confundido, y luego sonó una puerta siendo batida con fuerza. Jisung seguía con la mente vacía para cuando el otro gemelo atendió la llamada.

—¿Jisung?

Jisung exhaló temblorosamente antes de murmurar. —Él está tan ebrio.

Hyunjin dio un largo gruñido de frustración.

—¿Y me lo dices a mí? ¿Cómo diablos lo aguantas todo el tiempo? Sé que de por sí ambos somos irritables siempre, ¡pero Minho ebrio es completamente insufrible! En tres horas nada más se ha subido a la mesa del bar a cantar esas tontas canciones de Barbie y besado a un chico de diecinueve años, ¡y ni siquiera estaba borracho cuando hizo lo último! Después se pierde con mi celular por veinte minutos y-

Jisung interrumpió a Hyunjin, el cuál hablaba tan rápido que parecía un loro jalado por el rabo.

—¿Dijiste que besó a un chico? —dijo con la voz más aguda de lo que pretendía— Espera, ¿tres horas? Pero si Hyunjin iba a-

—Larga historia. Al parecer Minho por fin comprendió el "ridículo capricho de estar en una relación", por suerte antes de comprometer a su pene de nuevo. Y entonces va y roba mi celular para llamarte. ¿Qué raro, no? ¿coincidencia, quizás? ¿por qué no vienes y lo averiguas, eh? ¿podrán Woody y Tiro al Blanco cruzar el gran cañón a tiempo? ¿Si Dios creó el sol al cuarto día, cómo pasaron cuatro días?

—Tú también estás ebrio, retrasado —indicó chistoso.

—Si ese es el caso, deberías venir y salvar a tu mejor amigo. Sabes que borracho no cuida a borracho, e Innie no tiene tanta paciencia para aguantarnos a los dos —rió tontamente.

Jisung se mordisqueó el labio inferior. No creía que ir a lidiar con un perdido Minho fuera una buena idea en esta situación. Pero sin dudas dejar a Hyunjin "cuidándolo" con su muy temperamental novio como único uso de razón presente, tampoco sonaba seguro.

—Dijiste que Minho besó a un chico —reincidió.

Hyunjin soltó un suspiro exasperado. —¡Eso es lo que te preocupa, Jisung! Deja de ser una morra orgullosa y ven a tomar al toro por los cachos —ordenó, y Jisung casi podía verlo pataleando.

Sin saber qué más objetar, Jisung se puso de pie para ponerse su chaqueta. —Envíame la dirección del bar.

—¡Enhorabuena! Ahora te la paso por WhatsApp. ¡Y date prisa! —Hyunjin colgó, y casi cinco segundos después Jisung recibió la dirección.

Salió de la casa y tomó un taxi, y ya dentro del vehículo, con I Like You de Day6 sonando en el fondo, Jisung comenzó a cuestionarse si estaba haciendo lo correcto.

¿Sólo porque estoy enamorado de ti vas a cambiar de mejor amigo? ¿Esos eran los poco frecuentes celos amistosos de Minho saliendo a flote?

Cuando llegó y le pagó al taxista, comenzó a caminar hacia la entrada. Posó su mano en la puerta y tragó en seco. Su mano temblaba, y estaba seguro de que no era lo único que lo hacía.

Antes de arrepentirse y salir corriendo hacia otro lado, Jisung entró.

Omg ya llegamos al final:( voy a subir los capitulos que quedan rápido para que no esperen tanto y para subir otra historia🌼

➜᎒minsungpapas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top