020

Minho se quedó mirando a su hermano gemelo fijamente, siendo penetrado por los ojos de Hyunjin como pocas veces sucedía.

Jaemin silbó por lo bajo.

—Uf, ¿lo conoces?—sonaba completamente maravillado—Que guapo. Yo definitivamente me pondría en pose de perrito para ti.

Hyunjin miró a Jaemin un segundo antes de sonreír, mostrando su perfecta hilera de dientes.

—Gracias, niño lindo —se recostó en la barra, mirando a Jaemin a los ojos. —Tú también eres sumamente hermoso, pero tengo novio y lo amo cómo no tienes idea.

Jaemin dejó salir un suspiro de decepción—¿Por qué todos los guapos están apartados?

—Pues mi hermano está soltero.

Minho le metió un golpe en el hombro, Hyunjin rió levemente. Jaemin lucía confundido, mirándolos a ambos respectivamente.

—Wow, ¿son hermanos?

—Gemelos—respondieron al unísono.

—Uhm, no tienen mucho parecido—murmuró sonriendo. 

Minho hizo un gesto de "evidentemente" con la mano.— Por supuesto que no. Yo soy cómo mil veces más guapo que este tipo.

Hyunjin rodó los ojos. —Si ese es el caso, ¿por qué yo estoy apartado y tú no?

Antes de que Minho pudiera contestar, Jaemin soltó una carcajada, llamando la atención de ambos. Tenía una mirada bastante divertida.

—Oh, créeme. Tu hermano está más que apartado —le dio una significativa mirada a Minho, lo cuál lo hizo sonrojarse levemente.

Hyunjin frunció el ceño, pero no preguntó a qué se refería Jaemin. El barman les ofreció algo de beber, a lo que Hyunjin pidió una cerveza, y Minho otra ronda de vodka con tequila.

—Gracias, precioso —le dijo Hyunjin cuando recibió su trago. —Oye, te ves bastante joven. ¿Tienes cómo cuántos? ¿veintiuno?

—Diecinueve—le corrigió Jaemin. Los gemelos lo miraron asombrados, a lo que se encogió de hombros, restándole importancia—Digamos que no tengo un árbol de dinero en mi patio, ni una gallina que ponga huevos de oro. Además, este trabajo es muy entretenido, se escuchan tantas cosas que no se ven a diario en una biblioteca. 

Minho se encogió en su asiento. Oh, de seguro el pequeño sabía de lo que hablaba.

—Eres todo un niño —dijo Hyunjin, fascinado. Jaemin puso una mirada recelosa cuando los ojos del pelinegro evaluaron su rostro. —Me gustan tus labios, son realmente lindos.

—Dios—suspiró Jaemin—Deja de elogiarme si tienes novio. Es realmente cruel el que me digas esas cosas teniendo esa cara y yo no pueda chuparte la polla. 

Minho se atragantó de nuevo, pero ninguno de los dos le tomó gran importancia.

—Lo siento —dijo Hyunjin, risueño.

Jaemin volvió a encogerse de hombros, mirando a dos chicos que llegaron, alzando la mano para ser atendidos. —No importa. Bueno, un placer conocerlos, handsome twins. Debo ir a atender unas mesas.

—Igual fue un gusto, NaNa. Cuídate —Hyunjin le guiñó un ojo.

Jaemin le sonrió y, tras despedirse de Minho y desearle suerte con "su asunto", se retiró hacia las mesas.

Minho aprovechó apenas se fue para meterle un zape a Hyunjin en la cabeza.— Eres un bastardo, coqueteando con el pobre e impresionable niño. Si Jeongin se entera te va a guindar por las bolas de un poste de luz.

Hyunjin se echó a reír. —Creo que eres el menos apropiado para reprocharme algo así, Honnie.

Minho no debatió aquello. En cambio, tomó un largo sorbo de su vaso, mirando la barra con mucho interés. Oh, esa mancha parecía un árbol de navidad.

—¿Cómo supiste que estaba aquí? —Preguntó después de un rato. Hyunjin abrió la boca, pero antes de que pudiera soltar lo que Minho sabía que iba a soltar, lo interrumpió— Ahórrate el "instinto de gemelos". Bien sabes que nosotros dos no creemos en esas mierdas.

—Ugh, deja disfrutar las cosas, amigo —Minho puso los ojos en blanco, mirándole para que explicara de una vez. —Jeongin tuvo una audición hoy, obvio lo acompañé. Cuando regresamos te vimos saliendo de la casa de Yeonwoo. Digamos qué no te veías muy feliz.

Minho parpadeó dos veces, luego se dio una cachetada mental. Tan imbécil era como para no darse cuenta de que la casa de Yeonwoo estaba en la misma calle que la de Jeongin. ¿Neuronas? ¿Eso se come?

—Minho, ¿qué sucedió? —Esta vez el tono de voz de Hyunjin era sinceramente preocupado.

Minho se mordió el labio inferior, comenzó a deslizar su dedo por la orilla del vaso, pensando.

—Uhm, yo... ¿has hablado con Jisung hoy?

Hyunjin entrecerró los ojos, a lo mejor sin comprender qué tenía que ver eso con lo que preguntó. —Lo vi de lejos en la salida de la uni, pero Innie y yo íbamos tarde, así que no nos detuvimos a hablar con él. Creo que Felix sí lo hizo.

Minho asintió con la cabeza, hablando en voz baja. —Tú sabes que cuando terminé con Hyebin dejamos de tener relaciones, ¿verdad? —consultó, a lo que el pelinegro dio un asentimiento breve— Pensé que todo volvería a la normalidad, Jinnie, que Jisung y yo seríamos mejores amigos de nuevo.

—Ustedes lo son. —Hyunjin dijo, desconfiado— Al menos eso parece cuando estamos todos.

Minho dio una risita seca. —Cuando estamos todos, lo somos. Él es mi mejor amigo, mi... mi Hannie apapachable. Pero, me temo que hay algo más —Había sido el eufemismo del siglo. Habían muchas cosas más, pero Minho no podía admitir todo eso de golpe como lo había hecho hace rato con Jaemin. —Y no es muy favorable para mí.

Hyunjin lo miró un par de segundos, antes de rodear su hombro con un brazo y acercarlo a su cabeza. Quizás ellos deberían empezar a creer más en el instinto de gemelos, porque al parecer el pelinegro comprendió perfectamente lo que quiso decir Minho.

—Jeongin me debe tanto dinero ahora —rió.

Minho dio un suspiro exasperado. —Genial, ¿ahora apostaste con tu novio sobre mis sentimientos?

—En realidad, apostamos cuando él y Jisung terminaron.

¿Qué cosa?

Minho se alejó del abrazo sólo lo suficiente para poder mirar incrédulo a Hyunjin, qué estaba sumamente relajado, tomando de su cerveza.

—¿Lo sabías? —preguntó Minho, insólito.

Hyunjin despegó los labios del pico de la botella y lo miró confundido.

—¿Saber qué?

—Jeongin. Jeongin y Jisung —musitó. Hyunjin frunció el ceño un segundo antes de mostrarse aburrido.

—¿Tú no lo sabías? —Minho negó con la cabeza, preguntándose cómo era posible que Hyunjin estuviera al tanto de la relación que habían tenido su mejor amigo y su novio, y él no.

—¿Quién te lo dijo?

—Jeongin no me oculta nada, Honnie. Además, no había razones para que yo no lo supiera —jugó con su lengua un momento, haciendo que se le moviera la mandíbula. —Creí que Jisung y tú no se guardaban secretos tampoco.

Minho lloriqueó de la angustia y terminó cruzando los brazos encima de la barra, ocultando su rostro en ellos. Se sentía tan tonto. ¿De verdad el lazo con Jisung era tan frágil para que su amigo no le contara estas cosas? ¿Por qué?

—Correcto. Entonces, ¿exactamente por qué apostaron?

Hyunjin rió. —Bueno, digamos que ellos terminaron por iniciativa de Jisung. Supuestamente tu querido amigo notó que Innie sentía algo por mí y muy amablemente le dio la oportunidad de estar disponible. —Dio una pausa, pensando en qué decir a continuación— O al menos, eso fue lo que le dijo a Jeongin, asumo para no terminar en malos términos. Ellos se querían bastante —Minho asintió, aunque lo último lo hacía sentirse peor. No notó que Jisung quería a alguien a tal magnitud -que tenía un novio, santo cielo. —Cuando Jeongin y yo hablamos de eso a los pocos días, me dijo que él no creía del todo en ese motivo, y que sospechaba que la verdadera razón eras tú.

—¿Yo? —alzó una ceja.

—En ese momento no lo entendí, Jeongin tampoco parecía estar muy claro en porqué pensaba esto. Asumimos que era porque Jisung no se sentía cómodo teniendo una relación a escondidas de ti, pero tampoco quería decírtelo por temor a que eso te hiciera sentir... uhm, cohibido.

—De verdad estoy empezando a creer que tengo cara de homofóbico —dijo Minho para sí mismo.

—No es eso, Honnie. Tú nunca has celado a Jisung porque no había nadie que pudiera hacerte competencia. Él te adora tanto que difícilmente alguien potencialmente efímero pueda conseguir que él te descuide —Minho levantó la mirada interesado, apoyando la barbilla en sus manos. —Y creo que todos sabemos lo mucho que odias sentirte celoso, así que no puedes esperar que Jisung te presente a alguien que te haga sentir de esa forma.

Minho frunció los labios, pensando en lo inseguro que Jisung se había visto cuando le dijo que Chan y él eran novios. —Yo nunca...

—¿Recuerdas la primera navidad en casa de la abuela JooHyun?

Minho trató de recordar. No le costó demasiado.

La abuela JooHyun, la madre de su papá, vivía en un urbanización muy lejos de donde ellos, y cada navidad ella se rehusaba a ir y pasarla con ellos bajo el argumento de no querer dejar su casa sola. Cuando Minho y Hyunjin tenían 8 años ellos fueron con su papá a pasar la navidad con ella. Su madre se quedó con sus otros abuelos tras haber estado peleando con su padre últimamente. Esa fue la primera vez que el pequeño Minho sintió celos.

La abuela JooHyun siempre había tenido cierta preferencia con Hyunjin, aunque no era demasiado evidente, a veces resultaba obvio. Minho nunca se había sentido mal al respecto, él era un niño bastante feliz e inocente como para preocuparse por quién le gustaba más a la mujer que veían tres veces al año máximo, y no es como si Hyunjin alardeara de eso tampoco. Sin embargo, en Nochebuena, mientras ellos jugaban con los regalos que les dejó Santa Claus, su abuela llegó con una bolsa azul, y sonriendo se la entregó a Hyunjin.

—Esto es un obsequio de tu nana, Hyunjinnie.

Hyunjin la miró sin mucha emoción, luego revisó la bolsa y sacó un gran peluche de Pikachu. Hizo una mueca -él no era tan fan de la serie, pero de igual forma dio las gracias. Cuando miró a su gemelo, Minho tenía sus cejas fruncidas y parecía bastante decaído. Él subió la mirada hacia su abuela y preguntó por qué a él no le había regalado nada. La mujer sólo contestó que Hyunjin se lo merecía por ser más bonito.

Minho recordaba vagamente a su padre reprochándole a JooHyun y ella defendiéndose, ya que en esos momentos sólo estaba concentrado en la horrible sensación de disgusto y envidia. Minho también quería un Pikachu, y no creía que su hermano fuera más bonito que él como para que se lo dieran. Hyunjin, notando que su hermano parecía molesto con él, le ofreció el peluche para que se lo quedara, pero Minho sólo atinó a empujarlo y decirle que lo detestaba antes de salir corriendo hacia el piso de arriba.

No recordaba cómo arreglaron todo. Tenía la leve noción de que él se avergonzó de sus actos y le pidió disculpas a Hyunjin, no estaba seguro. Lo que sí sabía es que el sentimiento cruel de querer ser más importante y opacar a alguien más lo detestaba, y que por eso nunca dejó que los celos le nublaran la cabeza. Él podía tener una gran autoestima y presumir su físico, pero de ahí, a sentir envidia y/o querer que alguien más lo envidiara, pues había un trecho muy largo.

En retrospectiva, el recuerdo no era tan importante, pero ahora que lo pensaba podía tener algo que ver con el hecho de que Jisung no hablara de sus parejas.

—Entonces... —dijo Minho lentamente—, insinúas que Jisung no me lo dijo para que no me pusiera celoso, ¿es así?

—Síp, básicamente. A veces lo miras como si quisieras orinarle encima, por lo que no queríamos ni imaginarte cuando Jisung llegara y dijera que tenía un novio -alguien que le daría más cariño que tú, cosas que tú no podías darle.

Minho no pudo decir nada sobre eso. Diablos, él no había sido tan consciente de la forma en que sus muestras de cariño hacia Jisung podían interpretarse hasta ahora.

Bajó la mirada y suspiró. Lo peor del caso es que no le molestaba tanto como debería hacerlo.

—Él me gusta, Jinnie. —Murmuró con depresión— Hice las pases con ello; me gusta Jisung, lo quiero. Quiero ser todo para él. —Dio una risa rústica por lo cursi que sonaba eso— Puedes cobrar tu apuesta.

—Lo haré más tarde. Ahora estoy en el papel de "gemelo ejemplar que cuida a su hermano mientras este está inyectándose alcohol en las venas".

Minho sonrió y le metió un rodillazo leve en su pierna. Hyunjin le devolvió la sonrisa y le entregó su vaso. Minho no tardó en dar un sorbo.

—¿Piensas decírselo? —Cuestionó el pelinegro después de un momento.

—No pensé que me darías a elegir una alternativa. Estaba seguro de que me obligarías a ir hasta su casa con mariachis a cantarle serenata —Bromeó. Hyunjin soltó una carcajada.

—Oh, no sabes cuánto me gustaría hacerlo, eso me haría ganar varios puntos con tu club de fan —dijo gracioso. —Pero sé que tienes miedo de hacerlo, lo cuál, si me preguntas, es bastante estúpido de tu parte.

—Joder, mil gracias, hermano, eres el mejor —dijo con sarcasmo, poniendo los ojos. —Lo haces sonar como si fuera fácil ir y decirle a tu mejor amigo de siempre que te gusta, que lo descubriste por habértelo follado y que no te importa ni mierdas que él no sienta lo mismo por ti.

—Tienes razón, hacer eso no suena para nada fácil —Hyunjin asintió, sonando contemplativo. —Ahora yo te hago una pregunta, ¿quién dijo que Jisung no siente lo mismo por ti, pedazo de excremento descerebrado?

—¿A quién le dices excremento descerebrado, aborto de macaco?

—Cállate, cerda energúmena. Te lo dije de cariño.

—Tu cariño te lo puedes pasar por la raja del-

—Si no dejan de insultarse voy a meterles blanqueador de retretes en la boca —la voz fastidiada de Jeongin se hizo presente. El peli azul tenía un porte irritado mientras los miraba a ambos.

La expresión molesta de Hyunjin abandonó su rostro, siendo remplazado por una enorme sonrisa eufórica al ver a su novio. Lo tomó del brazo y lo hizo sentarse en sus rodillas, besándole el rostro con dulzura, mientras Jeongin sólo se sonrojaba y fruncía los labios con vergüenza.

—Déjame, te he dicho que eso hace cosquillas —gruñó tras unos cincuenta besos.

—Te extrañe, corazón —Hyunjin lo ignoró. Minho tuvo el leve impulso de burlarse, pero a quién engañaba; a veces Jeongin daba miedo, y hoy no lucía de buen humor.

—Sí, sí. Yo también te extrañé —dijo resignado, aunque un atisbo de sonrisa apareció en sus labios un segundo. Dejó un casto beso en la nariz de Hyunjin antes de mirar a Minho. —Luces patético.

Minho se rió entre dientes. Si no le tuviera tanto aprecio a Jeongin y lo conociera tan bien, se habría tomado de mala gana su comentario, pero sabía que el chico no lo decía con crueldad.

—Aún luciendo patético estoy para un catálogo de Gentleman.

—Lo que digas. ¿Ya terminaste de beber, o tenemos que acompañarte todavía?

Minho miró a Hyunjin, sonriéndole apenado. Su hermano suspiró rendido, sabiendo que eso era un "no estoy listo", y luego le dijo a Jeongin que se quedarían un rato más. Justo a tiempo para cuando Jaemin volvió dispuesto a servirles otra ronda.

La primera de muchas.

Omg, JooHyun te amo<3

➜᎒minsungpapas.

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