019
Cuando el timbre de salida sonó, Minho quiso esconderse debajo de la mesa mientras veía a Yeonwoo recoger sus cosas apresuradamente.
Respiró, respiró y respiró, tratando de calmar los incesantes nervios que sentía.
Realmente resultaba hasta cómico. Él, Lee Minho, estaba asustado por tener sexo. ¡Por Dios! Él no había sentido ésta incertidumbre ni cuándo tuvo su primera vez a los 14 años.
Digamos que sus primas no eran muy racionales cuando bebían en navidad.
La verdad es qué si le pusieran a elegir tener relaciones con Hyebin y su extraña particularidad, o ésto -sexo forzado, Minho escogería la primera sin duda alguna. Sobre todo ahora que por fin había mirado a Jisung mientras este guardaba todo en su bolso, con una expresión dolida en el rostro.
¿Por qué él estaba triste?
—Hey, uhm —Minho intentó decir, con una sonrisa torcida.— Podemos vernos más tarde, iré a tu casa.
Jisung dejó el cierre de la mochila a medio cerrar y se quedó viéndola fijamente. Su manzana de Adán subió y bajó dos veces antes de que musitara. —No vayas. Hoy no puedo. —Minho dejó caer la mandíbula, incrédulo. ¿Había escuchado bien? —Tendré una llamada con Chan-hyung, hay muchas cosas que quiero contarle y no... no quiero que estés allí cuando lo haga. Sería bastante incómodo para mí.
El corazón de Minho probablemente ahora estaba en su garganta, o en algún lugar de su estómago, no lo sabía con exactitud. Lo único que sabía es que había un horrible hueco en el lado izquierdo de su pecho, y que éste ardía de una forma insoportable.
Jisung, su mejor amigo, su 'en las buenas y en las malas'... le estaba diciendo que le incomodaría su presencia y que por eso no podrían verse más tarde.
Al parecer tener sentimientos no correspondidos no era el único castigo que merecía por su equivocación. Esto, ser dejado de lado por la persona que es tu 24/7, tú mano a tomar, era sin dudas más doloroso que nada que Minho hubiese experimentado antes.
—No me mires así —Jisung suplicó con la voz frágil. Sus ojos parecían estar tan húmedos como los de Minho. —Tú... tú estarás con Yeonwoo. Debes volver a ser el mismo de antes para que ésto pueda funcionar otra vez.
Entiendo, pero ¿Y si no lo consigo, qué?
El mayor no preguntó eso, a pesar de que las palabras se atropellaron en su lengua él se forzó a no dejarlas salir. Siendo sinceros, tenía miedo de lo que Jisung le respondería si lo preguntaba.
No estaba seguro de si respondió. Probablemente no lo hizo, porque Jisung lo miró preocupado, sus grandes ojos brillantes por lo que Minho estaba seguro, era tristeza.
No me mires así cuando me estás dejando de lado, por favor.
Parecieron mirarse por horas, días, Minho tampoco estaba seguro de eso. Sólo era consciente del picoso deseo de acariciar la mejilla de Jisung, ocultar el rostro en su cuello y respirar.
Esto era sumamente difícil. ¿Cómo hacían las personas de esos libros que Yeji leía para vivir por años enamorados de una persona? Minho llevaba como día y medio enterado de sus sentimientos y ya quería arrancarse el cabello de la impotencia, de la dolorosa angustia que le embargaba el cuerpo al no poder decirle a Jisung que no quería a Yeonwoo, ni a ninguna otra chica, sino a él.
Pero si lo hacía, sólo conseguiría alejarlo más. Así que Minho se mordió la lengua y desvió la mirada.
Escuchó a Jisung suspirar y terminar de cerrar su mochila. Casi pudo imaginarlo guindándosela en un hombro y saliendo a toda prisa del salón.
Minho quiso convencerse de que quizás esto ayudaría. A lo mejor tener sexo con Yeonwoo le haría darse cuenta de que estaba confundido y en realidad no gustaba de Jisung. Mágicamente todo se arreglaría, Jisung conseguiría un novio o volvería con Chan, y Minho seguiría follando hermosas chicas hasta que tuviera setenta años, quizás hasta sería el Sugar Daddy de alguna. Todo quedaría como un acto bicurioso de Minho, una aventura común en adolescentes hormonales que no merecía gran espacio en sus memorias.
Sigue diciéndote eso mientras te la follas pensando en mí, le dijo una voz sospechosamente parecida a la de Jisung, y Minho tuvo que sacudir la cabeza para alejarla y poder sonreírle a Yeonwoo.
—¿Vamos? —invitó extendiéndole su mano a Lee.
Asintió y la tomó. Su piel era suave, pero...
Pero...
—Ponte cómodo, iré al baño —dijo Yeonwoo apenas entraron a su habitación.
Minho asintió sin prestar algún interés en su alrededor y se sentó en la cama, sacando su celular para disimular la amarga ansiedad que se acumulaba en su garganta, mientras esperaba a que ella saliera del sanitario.
Cálmate, le decía su cerebro, pero relajarse era prácticamente imposible. ¿Cuál era la posibilidad de que ella no lo excitara? Yeonwoo era caliente, y no se veía como una chica virgen que quiere entregarse a su compañero de clases sólo porque es guapo. Ella de seguro tenía experiencia y Minho no tendría problemas en conseguir una erección.
Correcto. Entonces, cálmate.
Bueno, era más fácil decir que hacer.
La puerta del baño se abrió lentamente. Minho inhaló y puso otra sonrisa en su cara mientras guardaba su celular y subía la vista.
—Pensé que podríamos hacer una- wow —se cortó a sí mismo al ver a Yeonwoo, con un sexy baby doll blanco, vistiendo sólo su braga debajo de él.
Ella sonrió de lado, lanzando su larga melena hacia atrás para que Minho pudiera apreciar sus grandes senos.
—¿Te gusta lo que ves?
¿Lo hacía?
Bueno, obvio no le era indiferente. Sin dudas el baby doll le quedaba de maravillas, su cuerpo era realmente espectacular, y Minho siempre había tenido un fetiche por follarse a las mujeres con algo puesto -una camisa, el sostén, incluso con la braga...
Pero...
—Me gusta —dijo secamente, desabrochando su camisa y arrojándola a algún rincón de la habitación.
Yeonwoo se acercó, meneando sus caderas sensualmente. Se sentó encima de las piernas de Minho y comenzó a acariciarle el cabello de la nuca con una de sus manos. Lo miraba con hambre, y Minho esperaba tener una mirada parecida mientras le acariciaba sus suaves y tonificadas piernas.
—¿Quieres hacer la tarea, guapo? —se rió ella— Podemos estudiar, pero si quieres mejor hacemos otra cosa, más divertida. Te tengo ganas desde que entré al salón y-
Minho la calló con un beso. Su voz le resultaba tan irritante en esos momentos, sólo quería que cerrara la boca. Yeonwoo suspiró y le devolvió el beso sin más, y el mayor no podía creer lo rápido que eso lo decepcionó; ella no se derretía con su beso, ni temblaba encima de él por las superficiales caricias que dejaba sobre sus muslos. Jisung lo habría hecho, y hasta hubiera gemido el nombre de Minho sobre sus labios, lo cual demostraría que nuevamente era el centro de su mundo.
Yeonwoo le quitó los pantalones, consiguió registrar Lee entre su cólera por estar pensando en su mejor amigo a éstas alturas. Ella se arrodilló entre sus piernas y comenzó a besar el contorno de su pene por encima del bóxer. Nada. Minho, molesto, se bajó la ropa interior y la obligó a tragarse su miembro. Ella hizo algún ruido antes de comenzar a chupar rápidamente y sin miramientos.
Si fuera sido Jisung, habría lamido con lentitud, saboreando su polla como si fuera la cosa más rica del mundo. Y gemiría de felicidad mientras lo hacía.
Esto era tan desesperante.
Minho cerró los ojos y trató de que su erección se hiciera presente, lo cual costó más o menos cinco minutos. Por suerte Yeonwoo no comentó nada al respecto -probablemente consideraba que el que tardara tanto es porque ella no estaba haciendo algo bien.
Después de eso ella intentó besarlo, pero Minho la lanzó boca abajo en el colchón y le bajó la braga. Él necesitaba acabar con esto y saber que tenía salvación.
—No eres de muchos preliminares, ¿verdad? —jadeó Yeonwoo cuando Minho terminó de quitarle la ropa interior.
Lee rió oscuramente. —No me interesa besarte ni acariciarte, no pretendamos que seas más que una vagina y yo un pene para meter en ella.
Yeonwoo la miró asombrada, Minho también tardó un momento en darse cuenta de que él realmente había dicho eso. La vio removerse nerviosa, intimidada por lo que su tono de voz y sus palabras prometían.
—O-Oh, bueno. Me alegra que estés en la misma onda —balbuceó. —No pensé que fueras alguien tan... eh, poco afectuoso. No lo aparentas cuando estás con Han.
Minho quiso reír de nuevo. ¿En serio? ¿Justo ahora?
—Es mi mejor amigo, no voy a tratarlo cómo a una perra —No en clases, al menos.
—Tienes razón. Entonces, adelante. Estoy lista.
Minho tragó saliva y miró hacia abajo, justo entre sus piernas abiertas.
Lo bueno era, que no le dieron ganas de huir ni de vomitar. Así que no era alérgico a las vaginas ni nada por el estilo como había pensado y de verdad sólo fue un trauma momentáneo. Lo malo, es que tampoco causó ninguna reacción positiva a su pene, más bien pareció hacer desaparecer la poca excitación que había conseguido. Mini-Minho no quería a Yeonwoo, Minho no quería a Yeonwoo.
Entonces... Bah, al Diablo con esto. ¿Cuál era el punto si ya tenía la polla como una lombriz?
—¿Qué estás haciendo? —cuestionó Yeonwoo cuando el mayor se bajó de la cama y recuperó sus pantalones, vistiéndose.
—Me voy —contestó fríamente.
—¿Ah? —ella se incorporó rápidamente, desconcertada— ¿Por qué? Pensé que...
—Resulta que no me causas el más mínimo interés. No quiero follarte, así que no lo haré —se encogió de hombros, cogiendo su camisa y poniéndosela. —Tal parece que sólo mi mejor amigo es lo suficientemente hermoso para follármelo. Además, tú no estás tan estrecha, puedo saberlo con solo mirar —sonrió de lado. —Lindo clítoris, por cierto.
Minho no sabía si Yeonwoo se había puesto colorada, o por el contrario absolutamente pálida. Lo cierto, es que lucía bastante cabreada y ofendida.
Tomó y le arrojó todo lo que estuvo al alcance de su mano, gritándole cosas como que era un puto infeliz, un maricón, que se las iba a pagar y quién sabe qué otros improperios. Minho realmente no la estaba escuchando mientras se colocaba sus zapatos y salía de la habitación, dejando a la furiosa chica todavía lanzándole barbaridades que ni él sabía que existían.
Cuando estuvo en la esquina de su cuadra, se recostó del letrero de la parada de autobús y suspiró. Bien, eso había sido un fracaso, pero le había hecho entender muchas cosas.
No sabía qué cosas, pero Minho estaba seguro de que algo había aprendido. Sólo que no tenía cabeza para ello ahora.
Sus pies comenzaron a caminar lentamente hacia un bar que sabía quedaba allí cerca, después de todo llevaba mucho tiempo sin echarse un trago y le parecía que esta era una razón lo suficientemente válida para hacerlo.
Sin embargo, era la primera vez que bebería sin Jisung a su lado, escuchando sus anécdotas de borracho.
¿Cómo le estaría yendo en su videollamada con Bang Mr. Perfecto Actorcito de Televisa Chan?
—¿Qué le sirvo?
Minho levantó la vista al barman, el cual lo observaba sin mucha expresión.
—Lo que sea que me haga quedar tan mal como para no levantarme del inodoro —dijo sentándose en una banca.
El chico sonrió divertido por su broma y cogió una botella de tequila, echó un poco en un vaso, y luego le agregó vodka y limón. Los batió tranquilamente, siempre mirando a Minho sin mucha expresión.
—¿Problemas de mujeres? —indagó él.
—Quizás —respondió vagamente mientras recibía el trago y se tomaba la mitad de un sólo sorbo.
El barman se recostó del mesón, apoyándose en los codos y mirándole con curiosidad.
—¿Problemas de hombres, entonces?
Minho se atragantó, empezando a toser de inmediato. El peli negro rió y esperó a que terminara de toser. Minho le miró ruborizado y con los ojos muy abiertos.
—¿De verdad es tan obvio? —susurró preocupado.
El chico sacudió la cabeza. —No realmente, pero trabajo en un bar desde hace dos años, he visto tantas cosas, oído otras, que si te soy honesto ya nada me sorprende. —Apoyó la barbilla en su mano, alzando una ceja— Además también soy gay y estuve de ese lado.
Por suerte Minho no había vuelto a beber, porque de seguro se hubiera atragantado otra vez. Quiso decirle al chico que no era gay, pero le parecía absurdo hacerlo. Él ya no sabía nada a este punto.
—¿Cómo te llamas? —consiguió decir.
—Dime Jaemin. —Contestó simplemente.
—Un gusto. Me llamo Minho —Jaemin asintió con la cabeza, y como no parecía querer decir más nada, Minho preguntó con curiosidad. —¿A qué te refieres con que también estuviste de este lado?
Jaemin sonrió más ampliamente. —Me enamoré de mi mejor amigo, pero él jamás me prestó atención, porque no era gay. Viví años recurriendo a bares cada vez que se conseguía una nueva novia —Minho parpadeó. ¿Cómo alguien podía decir esto con tanta naturalidad?
—¿Y cómo lo superaste? ¿o aún te gusta?
Jaemin se burló. —Eres alguien bastante curioso, Minho. Bueno, si te soy honesto ya no pienso en él tan frecuentemente. Sin embargo, cuando lo hago... —su sonrisa se tornó triste de repente. —Cuando lo hago, duele, y mucho.
Minho lo miró apenado, e internamente algo se removió por la inquietud. ¿Él también se sentiría así en unos años si no conseguía superar esto?
—¿Nunca se lo dijiste?
—No, pensaba que no tenía caso —se encogió de hombros. —Probablemente hubiera marcado alguna diferencia, él no me habría contado sus cochinadas a diario, pero también lo hubiese alejado de mí. Sabes que los hetero se incomodan con estas cosas.
Esto le recordó a lo que le dijo Chan la otra vez, y Minho se encontró frunciendo el ceño. ¿De verdad era tan común que un chico heterosexual no pudiera escuchar a un gay hablando de sus sentimientos, o de sexo? Él no creía que fuera tan raro, después de todo Jisung lo escuchaba a él cuando hablaba de mujeres ¿Por qué no podía ser al revés? A él no le molestaba para nada cuando Hyunjin le contaba lo que hacía con Jeongin, jamás le incomodó ni nada.
¿Qué significaba? O mejor dicho, ¿qué decía esto de él?
Diciéndose que Jaemin no lo juzgaría -después de todo él había oído muchas cosas, Minho se atrevió a hablar de nuevo.
—A mí no me incomoda —dijo en voz baja.
No obtuvo gran reacción por parte de Jaemin, además de sus cejas alzándose levemente.
—¿Eres hetero?
—Sí. No. ¿Quizás? —Jaemin lo miró como si estuviera loco. Minho hizo un sonido de frustración— Es que... me gusta un chico, pero...
—Ah —le interrumpió el peli negro, sonriendo de nuevo. —Eres bisexual, entonces.
—Bisexual... —Minho repitió, analizando la palabra y tratando de sentirse identificado. Pero no pudo, seguía sin calzarle del todo. —No lo creo —sacudió la cabeza, confundido.— No me atraen otros chicos, sólo me gusta uno.
Jaemin se tomó un momento antes de preguntar. —Ese chico del que hablas... ¿has tenido sexo con él?
Minho se limitó a asentir con la cabeza.
—¿Y has tenido con otros chicos, también?
Se pasó la lengua por los labios y negó.
—¿Entonces cómo sabes que no te gustan?
—Yo... no les encuentro ninguna gracia. Digo, sí, reconozco cuando son atractivos y la cosa, pero sé que eso no significa mucho —se rascó la nuca, abochornado. —Pensé que sólo era la confusión por haber tenido sexo con él, pero hoy lo intenté con una chica super caliente y... y...
—No hace falta que termines, entiendo —Jaemin dijo con voz tranquila. Pensó un momento, su mirada en el vaso vacío de Minho. —A lo mejor no les encuentras la gracia por no haber experimentado con ninguno aparte de tu amigo.
—No lo sé. Es decir, ¿si soy bi, al menos no debería sentirme un poco atraído, digamos, por ti? Eres muy guapo y tu actitud es genial, debería sentir aunque sea ganas de follarte.
—Encantador —se rió entre dientes. Luego se enderezó, tomando las mejillas de Minho con ambas manos.
El rostro de Lee se calentó. —Ehm, uhm, yo no creo que-
Los labios de Jaemin sellaron los suyos. Era un beso bastante experto y sensual, era obvio que el chico sabía lo que estaba haciendo, incluso si parecía como si estuviese invitando a Minho a ser el que dominara el beso. El mayor cerró los ojos e intentó hacerlo; no fue desagradable. Jaemin tenía unos labios suaves y dulces, y hacía un leve sonido de gusto mientras Minho acariciaba su lengua con la suya.
Pero no era suficiente. Todavía sentía esa sensación insatisfactoria de que no era Jisung. El olor, los labios, los sonidos... no eran iguales y eso mataba completamente la pasión. Y entonces, sólo entonces, Minho se dijo que era un caso perdido.
Se separó tan rápido como pudo. Luchó contra el impulso de limpiarse los labios, porque no había sido tan malo después de todo. Jaemin lo miraba otra vez sin expresión, esperando alguna respuesta de Minho.
—¿Y?
Minho balbuceó algo antes de negar con la cabeza otra vez.
Jaemin suspiró y pasó la manga de su camisa por sus hinchados labios, recostándose de la vitrina a sus espaldas.
—Realmente te gusta él, ¿verdad?
Minho hizo una mueca disgustada, sin tener el valor para admitir aquello en voz alta.
—Si te hace sentir mejor, me parece bastante lindo que te sientas atraído tanto por ese chico —dijo Jaemin con un tono de voz estoico. —A pesar de qué seas hetero, no te ves realmente molesto porque te guste un hombre. Eso es realmente impresionante —se cruzó de brazos, entornando los ojos hacia el rostro de Minho. —Sin embargo, comienzo a creer que lo que te molesta es quién es esa persona.
—¿Cómo? —Lee saltó en su lugar.
—Dime, Minho, ¿crees que esa persona pueda sentir algo por ti? —La pregunta fue increíblemente dolorosa, y muy difícil de contestar.
—Yo... él es mi mejor amigo. Es gay y todo, me ama cómo no tienes idea, pero no en ese sentido —explicó.
—¿Por qué crees eso?
—No lo sé. Él... tuvimos sexo muchas veces, ¿sabes? Y fue increíble siempre. Él me miraba como... cómo si yo fuera un príncipe —Minho no pudo contener una sonrisa al recordar los ojos de Jisung desenfocados, mirándolo brillantes y llenos de amor. —Y a mí me gustaba, me gustaba ser su todo por unos minutos, y me sentí realmente confundido porque, ¡vamos! Era mi mejor amigo, no tenía sentido que quisiera que me mirara así todo el tiempo, incluso cuando no estábamos follando —se pasó la mano por el pelo, riendo frustrado. —Hasta llegué a ponerme celoso de su novio, lo obligué a tener sexo conmigo cómo si fuera... cómo si fuera mío y de nadie más. Y bueno, posteriormente dejamos de tener relaciones, y él luce muy convencido de querer volver a ser los camaradas de antes, pero yo... siento que no puedo hacerlo. No puedo follar con chicas, pero no me atraen otros hombres. Sólo lo quiero a él, lo cuál es jodidamente malo considerando que me está dejando de lado porque lo incomodo con esta estúpida obsesión.
Un suspiro largo salió de sus labios cuando terminó de decir eso. Era cómo si se hubiera quitado un gran peso de encima, al haber dicho todo lo que le había estado rondando en la cabeza últimamente.
Jaemin seguía sin inmutarse, escuchando atentamente lo que Minho decía.
—Quizás él quiere que vuelvan a ser amigos porque también piensa que no corresponderías sus sentimientos.
Minho abrió la boca, pero la cerró posteriormente.
Bien, él definitivamente no necesitaba esa corazonada.
—Me sorprende que no estés borracho todavía.
Minho vio a Jaemin mirar atrás de su espalda, por lo que él volteó. Hyunjin lo observaba seriamente.
Me podrían recomendar canciones de seventeen?? Porfis🌼
PD: Estamos cerca del final.
➜᎒minsungpapas.
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